Doyle´s (MM B: 104907)

[Fokker]

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Aquel joven limpiaba su espacio de trabajo, mientras observaba atento la situación del local. Luego de una noche de karaoke, dramas familiares y borracheras de su jefa, la quietud había llegado al fin y algo de paz y quietud siempre era necesaria. Termino de limpiar algunos vasos y acomodar las botellas y podía dar por iniciado el día. Se preguntaba si su jefe Fokker llegaría por ahí, aunque lo dudaba.

 

Comenzó a preparar algunas bebidas a manera de distraerse. Su jefa daba algunas ordenes y pudo ver a Helen con Carlos acomodando algunas decoraciones. Todo tranquilo, hasta que vio a Nats llegar <<y adiós quietud >> fue lo primero que se le vino a la mente. Estuvo un rato observando con atención, y ya que no pasaba nada siguió con su trabajo.

 

Decidió jugar un poco y preparar la bebida de la que hablaba su patrón, bebida bandera de su país de origen un pisco sour. Mezclo los diferentes componentes y pronto tenia servida la bebida en un vaso, termino de darle los toques finales y lo presento dejándolo a un lado de la mesa, esperando a ser bebido por alguien mas, ya que el no lo hacia en horas de trabajo.

 

Prosiguió con algunos tragos mas, y luego de un instante. Terminaba de dejar todo en orden, esperando si algún cliente hacia su aparición, u otro drama daba inicio. porque en Doyles hasta ahora era lo mas común. Sonrió y tomo asiento para estar mas cómodo.

[Juliene Black Lestrange]

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― Bueno desde luego podría intentarlo….―opinó el Cartairs― ¿ideas? Eso se lo dejo a la jefa, aunque a ver...

 

Delineó el contorno, mirando que efectivamente el local estaba vacío a excepción de un par de clientes frecuentes, negó, si que tenían que hacer algo, buscó con la mirada a la Black Lestrange, pero parecía demasiado inmersa en su conversación con la Ryddleturn. Karaoke, sopesó la idea de Helen, pero negó, ya habían tenido algo de eso, si en verdad querían atraer clientes debían ser más creativos.

 

«…vales de consumo aquí o en los otros locales de May» repitió las últimas palabras de la Evans en su cabeza y al fin algo se encendió en su mirada, tenía una idea, pésima tal vez, pero idea al fin y al cabo. Sonrió, divertido, mirando a Helen y poco después a Nats que recién llegaba, incluso al mismo Slyfer que se encargaba de limpiar un poco su espacio de trabajo.

 

― ¿Qué tan dispuesta estás a atraer clientes, Helen?―cuestionó con tono misterioso a la mujer― Tengo una idea, pero dudo que a todos les parezca “buena”.

[Helen Evans]

- No dudo que lo intentarías

 

Pude ver a Slyfer preparando varios tragos, y me sorprendí al ver un pisco sour sobre la barra, estuve tentada por un segundo de dirigirme hacía la barra y bebérmelo, pero ya había tomado demasiado cuando debía estar trabajando, así que me quité esas ideas de la cabeza y dirigí mi atención a Carlos.

 

- Bastante dispuesta, pero quiero oír más sobre tu propuesta antes de aceptar nada - comenté con la voz dudosa y la ceja levantada.

 

Seguí su mirada y vi que observaba a Nats y Slyfer ¿Qué pretendía?

[Juliene Black Lestrange]

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El blondo sonrió. Se encaminó a ese lugar dónde día antes estaba el mismísimo karaoke en el que su jefa, los empleados e incluso algunos elfos, después de que tomaran una extraña poción brindada por Corz, dieron al público la muestra de su talento y valentía. Si habían hecho el ridículo eso ya eran nimiedades, dio una vuelta con estilo (¿?), antes de posar sus orbes verdes sobre la Evans.

 

― ¡Subasta de personal!―exclamó y casi estaba seguro de que al fondo se escucharon un par de trompetas, lástima que no fuera tan diestro con la varita como la Malfoy que si no hubiera podido hacer un par de efectos especiales.

 

Los elfos lo miraban como si se hubiera vuelto loco, pero no es como si le importara en realidad. Suspiró, mientras volvía a acercarse a su compañera, ella tendría que ayudarlo que si no sería bastante difícil convencerlos a todos, colocó su mejor cara de inocencia, poniendo cierto puchero divertido en sus facciones.

 

― Di que ayudaras a tu sensual y divertido compañero… ¿sí?― inquirió haciéndole ojitos (¿?)― ¡Vamos! De seguro hay varios clientes soñando con “comprarnos” y lo harán, pero con ciertas condiciones… esas te las dejo a ti.

[Fokker]

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No pudo evitar seguir atento la conversación entre Carlos y Helen. La verdad es que pensaba en los planes del Cartains, si algo lo había caracterizado era que tenia las mismas ideas locas de May. Cuando vio aquel brillo en sus ojos supo que lo que se venia no era nada discreto y eso lo divertía. Observaba a la Evans queriendo saber si estaba dispuesta a seguirle el juego.

 

Instintivamente salio de la barra y se acerco a ellos. No quería perder ningún detalle y menos la diversión, tomo asiento casi a la lado de ellos, mientras Carlos caminaba en dirección al pequeño estrado que había servido para llevara aquel concurso (? de karaoke. Tal vez no fue un concurso pero a Slyfer le pareció eso.

 

—jajaja— era inevitable no reír cuando escucho la propuesta. Por el no había ningún problema, lo que quería saber es si eso incluía a los dueños. El no le iba a preguntar a May si estaba de acuerdo, pero la consideraba muy capaz de no solo aprobarlo, sino hasta de participar en ello, y con algo de suerte aquel lugar terminara peor que Sodoma y Gomorra.

 

Pero ahora centro la atención en la chica y a ver cual era su respuesta y si Nats estaba dispuesta a participar en ello. Esto merecía un trago, así que fue por el pisco para tomárselo y de paso preparar mas, sospechaba que todos necesitarían un buen vaso de licor.

[Helen Evans]

Al parecer no era la única que lo miraba como si se hubiera vuelto loco, ¿subasta de personal?, eso estaba bien para él que desde luego amaba ser el centro de atención, pero no para el resto, sin embargo, y, muy a pesar mio, debía admitir que era una idea...prometedora, aquello podría atraer mucho la atención de las personas.

 

Observé a Slyfer que parecía sumamente divertido con la situación, y, tenía que admitirlo, aquella idea era sumamente tentadora, me preguntaba... ¿Qué pasaría si Fokker se enterará? De tan solo imaginar su expresión reí. Miré a May de reojo, estaba casi segura que estaría más que de acuerdo con la idea, y Nats... no estaba segura de que quisiera participar en esto.

 

Observé como Slyfer había regresado a la barra y preparaba más piscos sour, sin pensarlo dos veces me acerqué y tomé de un solo trago aquella bebida, la necesitaba para lo que pensaba decir. Luego me acerqué a Carlos y dije:

 

— Bien, acepto. Las condiciones son que no puedes obligar a nadie que no quiera a participar, "comprarnos" solamente incluye nuestra compañía dentro del local, a menos que el subastado acepte "vender" su compañía fuera de Doyle's

 

Miré a Slyfer y Nats, esperando sus respuestas, saber si se prestarían a esto y si tenían alguna otra condición que desearan agregar

[Fokker]

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Aun disfrutaba de su trago, cuando la Evans se acerco por uno. Solo le dirigió una sonrisa de complicidad, como si indicara que nunca Fokker se llegaría a enterar de eso por su parte. Sin embargo inevitablemente, por la publicidad que se tendría que hacer para que el evento fuera un éxito, esta información llegaría a los oídos del Crowley.

 

Al fin la joven acepto, para complacencia de Carlos y en parte la de él, porque esto lo animaba a participar también. Termino su trago y se acerco a ellos y hablo con algo de aquel tono francés que aun no lograba disimular en ciertas ocasiones.

 

—Pues estoy de acuerdo con las condiciones de la señorita Evans— le guiño el ojo —no tengo ninguna otra petición, y acepto participar en el juego.

 

Lo veía mas como un juego y seria divertido saber si alguien estaba interesado en obtener su compañía "placentera", seria genial si Anais también se uniera al juego, junto a Roberto y Nats. Aunque tal vez los tres eran suficientes, claro si es que Juliene no se les unía también.

 

—Y tienen alguna fecha tentativa para iniciar con esto?— inquirió sonriente.

[Juliene Black Lestrange]

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Subasta de Personal

Auspiciado por el dúo de la historia

Maylis y Carlos :ohsi:

 

― Perfecto― opinó el blondo.

 

Llamó a todo el personal elfico del local, incluso los elfos de Maylis aparecieron para ayudarle al Cartairs con su empresa, les susurro unas cuantas órdenes y estos no necesitaron más para ponerse a trabajar. La decoración cambió. Los adornos que antes anunciaban Halloween ahora eran totalmente navideños, tenían que estar de acuerdo a la época que transcurría… ¿no?

 

De igual forma no era eso lo que resaltaba sino que todas las mesas habían sido acomodadas de tal manera que hacían resaltar el estrado que quien sabría de dónde saldría, lo importante es que estaba allí y punto. El blondo miró a sus compañeros con aire solemne, como si estuviese a punto de enfrentar la muerte, corrió hacia el estrado y tomó el mazo en sus manos.

 

― Oh, claro que sí, esto comienza….

 

― ¡Un momento! ¡Carlos Cartairs! ¿Qué es lo que pretendes?― la voz de la Black Lestrange se escuchó por todo el local, parecía que ya había salido de su ensoñación, una lástima para el rubio que pretendía adueñarse del mundo, ejem perdón, del local.

 

Le sonrió con esa mirada que arrancaba suspiros de varias féminas.

 

― Sólo atraer al público su suma majestad.―acotó.

 

Y quizás si no hubiese acompañado tales palabras con una reverencia exagerada podría tomarse el asunto como algo serio. La castaña lo miró con fijeza por unos instantes, esa sería la única forma de saber si el Cartairs jugaba con ella o es qué se había vuelto loco.

 

― ¿Subastando a mi personal?

 

― Es una gran idea…

 

― Sí que lo es, así que quítate de ese estrado porque yo soy la se encargará de eso, tú serás subastado… ¿recuerdas?

 

― Pero…

 

― ¿Quién es la jefa aquí?

 

― Tu, pero…

 

― ¡Nada!

 

El muchacho dejó el mazo agachando la cabeza, su plan de dominar Doyle´s no estaba saliendo como esperaba, pero es que si la jefa mayor estaba presente no es como si pudiera hacer mucho para cambiar eso. Maylis corrió hacia el estrado para comenzar con su trabajo de subastadora, mientras que los elfos ponían al frente a los que iban a ser subastados.

 

― Y la subasta comienza…. ¡Ahora!

 

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Compradora compulsiva

Sedienta de carne fresca (?

Lo que más le pareció extraño a la señorita “todo lo compro y todo es mío”, fue ver que los elfos domésticos de cierto local salían a las callejuelas de Diagon anunciando una subasta, no pudo evitar que cierto brillo peculiar se encendiera en sus ojos, ansiosa de saber de qué tipo de subasta se trataba. No fue la única interesada pues un par de locos comenzaron a correr hacia el local llamado Doyle´s y ella ni tarda, ni perezosa también corrió.

 

Ver el local decorado para las futuras festividades no le agradó mucho, las navidades no eran santo de su devoción, pero al menos las tiendas estaban abiertas las veinticuatro horas del día, eso sí que le gustaba y mucho. Dio un par de pisotones para poder meterse en el tumulto y ver quien organizaba todo aquello.

 

Fue entonces que se percató de la mortifaga en el estrado y que frente a este había un trio de personas, dos hombres y una mujer… ¿de qué se trataba? ¿Qué es lo que venderían? Estuvo a punto de cuestionar, pero el mazo se escuchó y no pudo hacer otra cosa que calmarse.

 

― Buenas señoras y señores… ¡Bienvenidos a Doyle´s y a nuestra subasta de personal!―exclamó la mortifaga― Aplaudan―siseó.

 

Y todos le hicieron caso a la susodicha. Es que daba un poquito de miedo (¿?) hasta ella misma junto sus manos un par de veces para hacer feliz a lo que parecía ser la dueña del negocio, vaya a saber qué tipo de persona era y si podría robarle todas sus compras. No, no y no. Tenía que evitar eso a toda costa.

 

― Antes que nada las reglas, ¿qué sería del mundo sin reglas? ¡Una locura! ―exclamó la castaña― Bien, al punto. Citando a nuestra querida empleada Helen “La condición es que "comprarnos" solamente incluye nuestra compañía dentro del local, a menos que el subastado acepte "vender" su compañía fuera de Doyle's” y añadiría algo como ¡No me mancillen el local!

 

La compradora compulsiva se sonrojó… ¿Es que esa mujer leía el pensamiento o algo?

 

― Bien. Ahora sí. ¡La subasta ha comenzado!

 

Los elfos empujaron al frente a Slyfer, él solito podía auto-vanagloriarse, tenía que conseguir que lo compraran, más le valía hacer un buen trabajo. Entre tanto la compradora compulsiva posó sus lindos ojos sedientos de carne fresca (¿?) en el subastado del momento.

 

― ¡Lo quiero!―exclamó.

 

Y se lanzó sobre el pobre empleado de Doyle´s como si estuviese loca (¿?).

[Helen Evans]

Bueno todo estaba quedando listo para la famosa subasta de personal, y la decoración adecuada a la época que transcurría, el ambiente navideño se había apoderado de Doyle's. No era una gran sorpresa que fuese Carlos el primero en levantarse para iniciar la subasta, puse los ojos en blanco, a ese tipo sí que le encantaba ser el centro de atención; yo, por mi parte estaba ya tomando otra ronda de pisco sour bajo la mirada burlona de Slyffer, así que me alejé un poco de la barra.

 

No pude evitar soltar una risa cuando May le quitó la ilusión de dirigir la subasta a Carlos, suponía que no le molestaba ser subastado, pero le hubiese gustado más ordenar y mandar. Aún sonriendo miré a May comenzar con la subasta, el primero en ser subastado fue Slyfer, al cual tuve que jalar hacía atrás para evitar que sea sofocado por una clienta que parecía estar sedienta de sangre fresca, al barman claro, no le molestaba, tenía esa odiosa sonrisa de siempre.

 

— Póngale un precio— le dje amablemente a la clienta, tenía que evitar reírme a carcajadas ante su mirada maníaca

[Nats Rambaldi Crowley]

Al parecer Helen, Carlos y May estaban urgidos por hacer surgir el local, su gran idea ahora fue subastar a los empleados. Siguió la mirada de Carlos y Helen y cerca de la barra observó al galán de Slyfer quien aceptaba participar ante la propuesta de su madre, luego las miradas se posaron sobre la joven castaña quien no dio respuesta solo alzó una ceja mientras tomaba un sorbo de agua, la verdad sí se le hacía algo interesante eso de la subasta de personal pero ella no quería ser subastada, quería ser la subastadora.

 

Miraba de un lado a otro hasta que algo llamó su atención detrás de la barra, le pareció ver un cuerpo que se movía detrás de allí, pudo detallar un cabello negro con rulos. El cuerpo se movía cada vez más hasta que un hombre de piel morena se puso de pie tambaleándose un poco y haciendo un fastidioso ruido al chocar con botellas y copas.

 

Reconoció al hombre de inmediato, era Roberto Martinez, el empleado más nuevo del negocio y un viejo amigo suyo, habían compartido cierto tiempo juntos en el orfanato de España. Conociéndolo como lo conocía no le extrañaba su presencia allí. Sus miradas se cruzaron y a los pocos segundos el moreno se acercó a ella con una gran sonrisa en su rostro y asfixiandola con un fuerte abrazo.

 

 

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Roberto "El Guapo" Martínez.

 

 

Tras el último evento del negocio, el karaoke, el pelo negro había consumido tanto alcohol que no sabía a donde ir por lo que se quedó a dormir allí mismo, detrás de la barra donde fácilmente podría tomar más alcohol gracias a su cómodo alcance.

 

Pasó varias noches durmiendo allí, al parecer nadie lo notaba y para el era lo mejor, cada vez que despertaba y quería algo de beber lo tenía a su alcance.

 

Dormía felizmente hasta que varias voces muy conocidas lo despertaron, daba vueltas y vueltas intentando volver a dormirse pero no podía, escuchó algo sobre una subasta y se resignó a ponerse de pie y unirse a este nuevo evento.

 

- Sea lo que sea que estén tramando yo me uno. - Dijo al ponerse de pie y luego tomó un gran trago de ron. Desvió su mirada a una chica que llamó su atención, la conocía de hace mucho tiempo atrás pero no la había visto nunca por esos lugares, al menos en el tiempo que llevaba trabajando allí no la había visto, se trataba de la joven y bella Nats, una de sus antiguas compañeras en el orfanato donde vivió hasta hace un par de años. Le sonrió ampliamente a la joven y se dirigió al lugar donde estaba ella dándole un fuerte abrazo.

Editado 12 de Diciembre del 2013 por Nats Moon Rambaldi Crouchs