Castillo Gaunt • (MM B: 102403)

[Ashley Peverell]

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Sagitas continuaba en silencio pero la bruja aprovechó el momento de distracción en el cuál se acercaron Jeremy y la otra bruja para moverse un poco en el perímetro de donde estaba su hermana mayor y alta gran bruja para empezar a vigilar y ver a los alrededores, aún consciente de que no habían visto a todas las personas ya fueran brujas, magos u enemigos en el perímetro, Ashley no era tan tonta como para no recordar que el motivo que había llevado a los miembros de accidentes a aquel castillo era porque habían visto algo como un dragón y había un ataque fuerte por lo que aún tenían que ver cómo se había llevado aquello y si había alguna sanción de magia indebida para el atacante o eso era lo que le sonaba a sus pensamientos.

Por ello decidió no entrometerse en lo que fuera que fueran a hablar las mujeres ahora y comenzó a moverse en circulos concéntricos alrededor de estas con su mirada más fiera y vigilante, las dos podían estar seguras de que ella no iba a correr ni a huir en caso de que tuvieran que defenderse de cualquier otra persona que se asomara con intenciones agresivas para con ellas, ellas eran brujas importantes en el Ministerio y todos ellos iban a cubrir con su deber de forma cabal y formal, haciendose sentir orgulloso a su director del departamento.

[Xell Vladimir Potter Black]

 

Quería seguir atormentándome por no tener novio pero no me daba tiempo con los gritos de la Warlock. Casi salté para ponerme en pie en cuanto dijo mi nombre. Parecía muy enfadada. Pero si su novio no me había besado ni nada del estilo. Ya hora amenazaba con cortarle la mano a la tía Sagitas. Mi lealtad a la familia salió a flote y pregunté, muy bajito:

 

- Por qué no quiere que explore nadie sin usted? ¿Es qué guarda secretos en el castillo? - Después sentí miedo; era un Warlock, alguien importante en el mundo mágico. Bajé un poco más la voz. - Debería confiar en ella. Sé que la tía Sagitas le tiene en mucho aprecio y nunca la fallaría, aunque encontrara medio Gringotts robado en sus mazmorras.

 

Retrocedí un par de pasos para juntarme con la tía Lisette. Jeremy dijo que iba a por Sagitas. No me pareció bien. Miré a las dos tías, esperando su reacción. Al principio pensé que la tía Hayame lo pararía pero después no lo hizo.

 

- ¿Estás segura, tía, que debemos dejar que detenga a la tía Sagitas? ¿Y si... ella se niega a que la detengan? Ya sabes de su genio, puede ser que... Jeremy obedecerá a la Warlock Anne y...

 

Hice un leve encogimiento de hombros... Ya no sabía qué hacer, si rescatar a Anne Gaunt y sacarla a la superfície o perseguir a Jeremy antes de que Sagitas le dijera algo feo.

[Sagitas E. Potter Blue]

¡Por fin solos! Es un decir, Ash y yo nos metimos en uno de los corredores mientras Xell y Haya evacuaban, por fin, a Anne. Avancé con cuidado. Era temeraria, sí, pero tengo claro donde hay peligro y aquellos laberintos en las mazmorras del Castillo Gaunt no me inspiraban confianza. Pobre Anne, sin saber lo que tenía debajo de su cama...

 

Sonreí un poco cuando pensé en eso y tarareé una cancioncilla mientras avanzaba.

 

-- Ash, ¿sigues conmigo? Cada vez hay menos luz.

 

Sentía pasos así que me seguía, claro... Doblé un recodo y casi no se oía nada. Me pareció escuchar un grito de "Sagitaaaaas" y sonreí. Esas chicas... No podía estar sin mí... Pero era igual, yo tenía otra cosa que hacer y ya los Accidentosos se encargarían de todo, no iba a estar siempre ayudándoles. Seguí avanzando y los pasos de Ash seguían muy cerca.

 

-- ¿Quieres levantar los pies? Parece que los arrastres. Esto está lleno de polvo de tierra y huesos. Vas a ensuciarte -- sonreí porque sabía que a mi hermana no le gustaba nada el polvo, siempre con sus lindos vestiditos rosas y siempre con aspecto impecable.

 

Unos pasos se acercaban deprisa. Alcé la varita para ver quién llegaba por el corredor y la choqué contra el techo. No me había dado cuenta que estaba tan cerca. Cerré los ojos e intenté no tener un ataque de pánico. Odiaba los espacios estrechos desde que había sido enterrada viva. Tragué saliva.

 

-- ¿Jeremy? ¿Qué dices de Anne? ¿Despertó...?

 

KK, ¿y a mí qué...? Si despertaba era capaz de prohibirme estar ahí abajo, era mejor que no me dijera nada más. La dueña mandaba así que haría como que no le había oído, si es que me decía algo más. Mi curiosidad era más... importante.

 

-- ¡Oye! ¿No te has encontrado con mi hermana Ash? Venía justo detrás de mí -- ahora que lo pensaba, eso me causó sorpresa. Hasta un segundo antes de encontrar a Jeremy, sabía que ella venía detrás porque sentía sus pasos... Su arrastrar de pies...

 

Tuve un escalofrío. ¿Y si no era ella...?

 

-- ¿Viste algo antes de encontrarme? ¡Ah, ahí estás! -- ¿Cómo es que no la había visto antes? Pero si estaba casi a su derecha. Entonces... ¿Qué era aquel ruido que había sentido por detrás, antes de que llegara Jeremy.

 

Miré la piedra que había en el suelo y que por poco me rompe un pie. Era curiosa... Me agaché a verla... La cogí y la miré más de cerca, poniéndole la varita cerca. Grité y la tiré al suelo.

 

-- ¡Demonios! ¡Es una calavera humana! ¿Pero qué narices tiene Anne en el subsuelo? ¿Es que aquí hacen sacrificios humanos?

 

Sabía que exageraba y mucho. Anne era una buena chica, una buena Warlock, una buena bruja... Seguro que habría otra explicación menos alocada.

[Jeremy Triviani]

No había otra explicación. El vampiro se levantó del suelo donde había caído por una piedra, con una mueca molesta en el rostro. ¿Acaso no limpiaban los elfos Gaunt las mazmorras? Casi patea la pared hasta que se detuvo al escuchar a Sagitas preguntándole cosas.

 

-Sí, ya despertó. Te escoltare hasta donde esta ella. -Respondió con una pequeña sonrisa antes de escuchar sobre si había encontrado a alguien en el camino. Le pareció raro aquella pregunta, pero no lo demostró y pasó su mirada a Ashley que había estado ahí en todo momento -Hola, Ash. Es un gusto volver a verte -Inclinó la cabeza a modo de saludo.

 

La había conocido en medio de un ataque al Ministerio, más precisamente en una entrada ilegal al mismo. No recordaba que paso despues de eso. ¿Se había desmayado? Esperaba que no. Su orgullo herido no podía seguir recibiendo golpes de esa magnitud. Por suerte no tuvo tiempo de seguir desvariando cuando el grito de terror de Sagitas interrumpió sus pensamientos.

 

-¡Shh! -Le dijo mirando para todos lados - ¿Quieres despertar a la familia del dragón? -El mago pudo ver la calavera que estaba cayendo al suelo y la tomo antes de que se estrellara -¡Aquí esta! -Puso cara de sorprendido - Anne no dará más de la dicha. Lo buscamos en todos lados ¡No puedo creer que estuviera aquí abajo! -Continuó mintiendo deliberadamente - Este cráneo pertenece a un sirviente del Sacerdote Wahtye, es de 4400 años de antigüedad. Queríamos estudiarlo en profundidad pero se había perdido...gracias por encontrarlo. -Terminó abruptamente con el delirio. No podía dejar que expusieran a la Gaunt a un juicio por asesinato. ¿De quien era el craneo?

 

El silencio del lugar, era roto por pequeños sonidos extraños de respiración. Como si algo gigante estuviera lanzándoles el aire caliente de sus pulmones al exhalar. ¿Otro dragón, tal vez? ¿Un nido de ellos? Bien, podría serlo. Se cambió de brazo el cráneo antes de señalar por donde había venido.

 

-Anne, Hayame, Xell y Lisette están por ese lado. Creo que deberíamos juntarnos todos antes de continuar la expedición -Intentó convencer a las brujas. Sabía que ni bien se cruzaran con Anne, cancelaría todo tipo de paseo por ahí.

[Sagitas E. Potter Blue]

Por supuesto que yo confío en Anne y sé que ella no sabía que pasara algo bajo su castillo. El dragón y la calavera seguro que sería una sorpresa para ella, cuando se lo dijéramos. Ahora, la actitud de Jeremy me puso en guardia. Sobre todo porque insistió varias veces en querer llevarme con mi amiga, como si no quisiera que estuviera allá. Pero también por su explicación forzada de la calavera. ¿De un qué de sacerdote de lo cuálo...? Lo olí al instante. Aquel muchacho quería sacarme de allá y buscaba explicaciones extraordinarias para cosas que seguro que serían más sencillas.

 

Por eso, enarqué una ceja (gesto que seguro pasaría desapercibido con la poca luz de aquel pasillo) y le miré fijamente:

 

-- Pues creo que tendréis que seguir buscando. Esta calavera aún tiene restos en el maxilar y algún pelo en el cráneo. Dudo que tenga más de 5 años desde que su dueño falleció y la dejó por aquí tirada.

 

Con mi mirada seguro que le quedó claro que no entendía la patraña, aunque lo que más me extrañaba es que necesitara una mentira semejante para justificar una calavera. Si en el callejón Knocturn la había a cientos, si sabías buscar el lugar donde comprarlas, por supuesto. Y no, no, yo nunca había buscado ninguna en los bajos fondos de Ottery. A mí... me lo había dicho un pajarito. Noté un ruido peculiar y guardé silencio, sin seguir el tema porque, al fin y al cabo, no podría sacar más de ese tema al menos que fuera directa a explicarle mis extrañezas, algo que no quería hacer. Me llamó la atención ese ruido y (casi) me olvidé de la dita calavera.

 

-- ¿Cómo...? ¡Ah, sí...! Ya sé que Haya, Xell y Lissette están por allá, yo misma las dejé cuando vine a explorar. No, no voy a juntarme con ellas. Pero Ash y tú podéis retroceder. Yo sigo adelante.

 

Sí, aquel ruido me era conocido, como si alguien estuviera cerca, no al lado sino... ¿encima? Era un... una... un... nosequé que había oído antes. Si aún supiera dónde...

[Anne Gaunt M.]

¿Hormonas? ¿Qué era eso de las hormonas que decía Jeremy? Frunció el ceño, enfadada, y le vio alejarse con impotencia. Podría intentar leerle la mente pero... «No, no, eso no es moral. Es tu futuro esposo, idi***», se regañó a sí misma ante aquel impulso. Miró entonces a Xell, que ahora le hablaba.

 

— ¿Que exploren sin mí? ¿Secretos? Xell, puedo tutearte, ¿no? Haz lo mismo conmigo —aclaró antes de continuar—. No se trata de guardar secretos... hasta hace unas horas, yo no sabía que este lugar existía. Ni tampoco el dragón. Como comprenderás, no me gustaria que nadie viera lo que hay aquí por mínimo que sea sin mí. Y menos si ese alguien tiene el pelo violeta y tendencia a... a... en fin, que ambas conocemos a tu tía Sagitas.

 

Se masajeó las sienes, cansada. Se sentía dolorida, pero con una dosis de energía como recién cargada. Vio que se retiraba junto a la otra mujer, a la que también trató de tía, y puso los ojos en blanco cuando escuchó la palabra "detener".

 

— No soy auror, ni inquisidora. No voy a detener a nadie. Solo voy a sacarle los ojos si me rompe algo. O si habla más de la cuenta —esas últimas palabras fueron más bien un murmullo entre dientes que esperaba que no hubiese sido escuchado por las chicas que la acompañaban. Viendo que estaban bastante pasivas, puso los brazos en jarras y decidió tomar las riendas de la situación. Aunque no tuviera ninguna potestad sobre ellas—. Créeme, su genio no creo que supere al mío. Por favor, acompañadme de vuelta para buscarla. Y todos saldremos de aquí, y cenaremos algo calentito. Ah no, que el dragón ha destruido medio castillo... bueno, que Sagitas me invite, que tiene mucho dinero. Venga, seguidme. No os vayáis a perder... no conozco este sitio, no sabía que existía. De verdad.

 

Le pareció importante convencer a las chicas de aquella verdad, sobre todo porque sabía lo sospechoso que parecería su ataque de pánico. Se había relajado al saber que Jeremy estaría vigilando a Sagitas, pero no podía estar segura de que las cosas salieran como ella esperaba, porque la Potter Black era... ciertamente impredecible. Y altamente curiosa. Casi podía imaginar su cara de ilusión cotilleando aquellos corredores.

 

— Xell, y... y... tu compañera, no sé su nombre. ¿Venís?

 

No esperó. Comenzó a caminar siguiendo los pasos que había tomado Jeremy en busca de su compañera warlock. Pero no alcanzaba a escuchar sus voces, solo sentía una presencia... como si hubiera alguien cerca. Pero no podía determinar quién o qué era.

 

— ¡Jeremy! ¡Sagitas! ¿Dónde demonios estáis? ¡Ehhh!

 

 

@ @ @Xell Vladimir @@Hayame Snape Potter Black @ *sorry si me dejo a alguien T_T)

[Xell Vladimir Potter Black]

 

Quería seguir el instinto que me decía que siguiera a la tía Sagitas. A la vez, mi deber como Funcionaria Ministerial de Accidentes, siendo Jefa, me obligaba a seguir el protocolo de Evacuación de personas heridas en una catástrofe. Así, dudaba entre seguir a una Warlock y evacuar a la otra Warlock. Aunque parecía que Anne Gaunt no parecía querer ser sacada de aquellos túneles, ahora que había recobrado el conocimiento.

 

- Claro que puede llamarme Xell, señorita Gaunt, es decir, señorita Anne. Me cuesta tutearla siendo usted una gran Warlock como la tíita Sagitas. ¡Oh! ¿Usted no sabía que esto estaba bajo su castillo? ¡Ay, pues vaya sorpresa se ha llevado al ver un dragón...! La entiendo, sí, es normal que usted quiera comprobar qué hacy bajo su casa pero... ¡La tía Sagitas ordenó que la sacáramos de este hoyo. Y, como dice... Es la tía Sagitas.

 

Parecía que la conocía bien y eso me causó gracia. Me puse las dos manos en la boca para que no notara que me reía de sus palabras.

 

- ¡Pero si la tía Sagitas rompe todo a su paso! Es un puro despiste con patas, todo lo que toca se cae. - Ahora caí que ella había dicho que le sacaría los ojos, por lo que retiré las manos de la boca. - No lo dice en serio, ¿verdad? Ella es una chismosa, lo cuenta todo...

 

Aunque acababa de decir que su genio no superaba al de la tía. Si eso era cierto... A veces la tía parecía un hechizo explosivo. Y no creía que le hiciera gracia que todos se apuntaran a cenar en casa. Solía ir en pijama, en zapatillas, con el pelo recogido de cualquier manera... No, seguro que la Tía Sagitas no invitaba a nadie a cenar. Pero no se lo dije a la Señorita Gaunt por si se enfadaba.

 

- ¿De verdad quiere que la sigamos? Debiéramos sacarla y ver si se rompió algo. - Era una prevención, que si algo pasaba y alguien comprobaba lo sucedido sacándola un pensamiento, que viera que yo había insistido. Declinaba toda responsabilidad porque ella era una mandamás que no quería ser evacuada al exterior, como correspondía.

 

- Es Lisette. ¡Oh, tía, que se va sin nosotros! - Anne Gaunt había tomado adelanto y, si no corríamos, nos dejaría atrás. Parecía que entre los Warlocks se estilaban los gritos, pues tanto ella como la tía Sagitas parecían igual de gritonas. Sentimos que llamaba a Jeremy y a Sagitas.

 

- ¡Vamos, tías! Qué la perdemos... No sé quien es más peligrosa, si ella o la tía Sagitas. -Suponía que Lisette y la tía Haya pensarían lo mismo que yo.

[Jeremy Triviani]

No pico. Por supuesto que la Potter Blue no lo haría, pero el rostro de Jeremy cuando escucho que la calavera tenía pedazos de carne aún, fue un espectáculo. Bajó rápidamente la cabeza al objeto y no se cortó a la hora de lanzar la calavera bien lejos antes de limpiarse las manos con el pantalón. Que asquerosidad aquella cabeza.

 

-Bueno… -Su cerebro trabajaba a toda velocidad para mentir de nuevo. Con lo bien que le salía - Puede que no sea… -Su voz se hizo inaudible con los murmullos.

 

¿Cómo podía desmayar a Sagitas sin que ella lo notara y sin sufrir las consecuencias de atacar a un Warlock y bruja poderosa? Estaba muy complicado, debía confesarlo. Pero el vampiro estaba pensando esas cuestiones en vez de prestar atención a que el lugar está cada vez más oscuro y las varitas iluminaban mucho menos con el correr de los segundos. Algo no encajaba del todo.

 

-Ya sé que ellas están por ahí –Se exaspero - pero debemos de ir a ayudarlas, Anne no está en condiciones de hacer magia… su salud está delicada luego del golpazo… -Jeremy deseo que su mujer jamás lo escuchara decir eso. No quería sufrir más torturas familiares, con los Triviani era suficiente - Si seguimos explorando corremos el riesgo de perdernos…

 

-FURES…. -Se escuchó en cada rincón de la oscuridad, una voz de hombre como si fuera un lamento, interrumpiendo la perorata del rubio sobre la exploración no bienvenida.

 

No hay que decir que se quedó parado sintiendo un poco de adrenalina en el cuerpo. ¿Que había sido eso? No pudo seguir pensando con claridad cuando las varitas se apagaron como si las hubieras soplado como la llama de una vela.

 

 

 

@ @ @ @@Hayame Snape Potter Black @@Xell Vladimir Potter Black @

[Lisette Ryddleturn]

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-Lisette, su señoría

Respondió con un tono de voz muy apenado la jovencita mientras le daba una mirada de curiosidad y tímida a la Warlock que se había dirigido a ella.

Tenía muy poco tiempo en el Ministerio así que no le sorprendía que no supieran de su nombre todavía y encontrarse delante de una presencia tan imponente como la de aquella bruja, la hacía sentir todavía más pequeña.

Y si a eso le añadía el hecho de que su novia no estaba ni cerca, solamente le aceleraba con los nervios los latidos del corazón y la hacía frotarse las manos.

Sacudió la cabeza y sostuvo mucho mejor la varita.

No tenía tiempo para sentirse nerviosa, debía de hacer las cosas que le correspondían y eso era, comportarse como una verdadera miembro del departamento de Accidentes

-Qué crees que vayamos a encontrar una vez que estemos con Sagitas? -le susurró a Xell comenzando a caminar muy cerca de la chica, intentando no hacer ruido con sus pisadas mientras observaba los alrededores con alarma y gesto de alerta- crees que nos vayan a atacar nuevamente?

[Hayame Snape Potter Black]

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La bruja había estado ahciendo lo que se suponía que le tocaba como parte de aquel grupo pero gruñía bastante solo por el hecho de ser mandada de aquella manera por su hermana

-Claro, nomás regalale un par de escalones y ya se siente en la torre eifel

Gruñó de mala gana pero se encogió de hombros para hacer como se le había pedido, aunque seguía contenta de haber visto a Jeremy y ver que seguía vivo

Había pensado antes que quizá le había sucedido algo grave pero afortunadamente pudo notar que no, que simplemente había decidido cambiar de aires

-Es bueno verte de nuevo, ex- compañero

Murmuró bajito

Al menos antes de que todo se quedase a oscuras, provocando que los ojos rojos de lavampiro brillasen com mayor fuerza por inercia y entonces, la mujer comenzó a golpetear la varita contra su mano, con molestia

-Pero qué diablos...? -gruñó todavía más enojada, la varita llevaba cabellos propios de la vampiro así que no era posible que se desconectaran sus propiedades mágicas de aquella forma; tal parecía que sencillamente, su vena mágica había imitado a la del resto por algún motivo en específico- bueno pues... veamos entonces qué pasa...

Musitó y movió los ojos a los alrededores, lo de ser seres de la oscuridad les venía de perlas a los vampiros... en la oscuridad

-Todos bien? -inquirió en voz alta, pregunta estandar