☽The Cawing Crow☾ (MM B: 102478)

[Mica Gryffindor]

Notó que sus palabras habían producido un cambio en el semblante del joven, aunque no lograba determinar en forma exacta de qué se trataba. Se mordió los labios para evitar preguntar, mientras el joven contaba sus últimas novedades, al menos sabía dónde poder hallarlo en horario laboral... era un buen dato.

 

La caricia en su mano no tardó en surtir efecto, Agatha sintió cómo él respondía a ella sutilmente. Fueron entonces las palabras del joven las que escaparon para quebrar con las sutilezas. La rubia se ruborizó al instante, sin poder contener una sonrisa. Él también sonreía y eso la hizo sentir más cómoda.

 

- ¿Acaso es algo que quieres hacer a menudo? - dijo divertida, acercando un poco su asiento al del muchacho- Dime, ¿qué pretendes de mí? - agregó, con voz seductora.

 

Al mirarlo a los ojos, estaba más cerca de lo que había pensado, apenas unos veinte centímetros. Sin dudarlo, alzó la mano que de él que sostenía y la llevó decidida a su cintura.

[Gerard H Knight]

Ella se colocó más cerca y Gerard no dejaba de sujetar su mano, ni tampoco dejaba de mirar sus hermosos ojos de color ámbar. Sin darse cuenta, el estaba lo suficientemente cerca para sentir sus aroma.

 

Ella, llevo su mano hasta su cintura y Gerard le sonrío ante su iniciativa

 

-- Siempre te he considerado una mujer muy bella, Agatha Gryffindor. Desde el primer momento en que te vi…

 

Y sin decir nada más, acerco sus labios a los de ella y la beso con gran pasión. Su corazón latia a mil por hora, ya que había deseado hacerlo desde el primer momento. Una vez más, después de mucho tiempo volvía a probar el sabor de sus labios y lo disfruto al máximo.

 

Quería a Agatha, como algo más que una amiga. Barris, su leal elfo doméstico, lo sabía y era obvio que no podía esperar más para decirlo.

[Mica Gryffindor]

No tuvo tiempo de emitir respuesta, él estaba de pronto aún más cerca hasta que sus labios se encontraron con los propios en un intenso beso. La rubia correspondió con entusiasmo, ansiosa por no separarse de ese deseado beso. Era como un esperado reencuentro que estaba postergándose ya demasiado, pues sus labios parecían recordar a la perfección los del muchacho.

Sin proponerse hacerlo, se puso de pie, tomando el rostro de Gerard entre sus manos y moviéndose hasta sentarse sobre su regazo, con las piernas a ambos lados del cuerpo de él. No pensaba lo que hacía, solo se dejaba llevar por el cosquilleo que le recorría la piel y los insistentes latidos de su apresurado corazón.

 

- Así que... me crees bella... ¿solo eso tienes para decir?- susurró entre besos, apenas distanciándose milímetros de sus labios y volviéndolos a buscar con ansiedad.

[Gerard H Knight]

-- Todo lo que puedo decir con palabras – susurro en sus labios antes de besarlos nuevamente con pasión, mientras acariciaba su cabello.

 

Disfruto intensamente de aquellos labios suaves y húmedos mientras sujetaba de su cintura. Pero pronto se apartaron para tomar un breve respiro y la miro con mucho cariño, acaricoando de su mejilla y contemplaba su rostro con una sonrisa en los labios. Ella también sonreía.

 

-- ¿Te parece bien si terminamos nuestras copas y después salimos a alguna otra parte?

 

La beso nuevamente. Quería estar a solas con ella en un lugar donde no los interrumpieran y la música no interfiriera con todo lo que tenía que decirle.

[Mica Gryffindor]

El movimiento de sus labios mientras hablaba, sus dedos entrelazándose en su cabello... todo le gustaba de aquel momento tan esperado. Su corazón latía muy a prisa y sus labios bailaban con los de él en un ritmo acelerado y ansioso. Cuando se separaron, agitados, sintió sus dedos suaves acariciandole la mejilla, sin poder evitar sonreír, algo ruborizada.

 

Él propuso acabar sus copas e ir a otro sitio, propuesta ante la cual la rubia asintió sin dudas.Quería ir con él a donde fuese, lograr estar a solas y pasar un momento que ninguno olvidase jamás.

 

- ¿A dónde me quieres llevar?- susurró volviendo a besarlo antes de incorporarse y regresar a su silla.

Su cuerpo rogaba volver a sus brazos, le dolía distanciarse de él, pero hizo el esfuerzo y acabó su copa apresuradamente antes de volver a ponerse de pie y dirigirse nuevamente hacia el joven, esta vez parándose detrás de él para empezar a acariciar su cuello suavemente con los dedos mientras aguardaba a que termine también su bebida.

[Fokker]

Dominiv Mills

 

—Vuelve a amenazarme piernas sexys, y pronto tendrás un bozal adornando tu boca. Pero no te preocupes si se te vera bien o no, porque ira a juego con tu vestido—

 

La idea no era del todo mala , pero eso limitaría la comunicación, y que no pudiera responder sus respuestas. Los ojos azules del Mills la observaron ofuscarse tanto que estaba disfrutando como quería arrebatarle la varita que aun tenia en su mano y echarle un maleficio. Se la devolvería tal vez dentro de un par de horas o en el momento que el vampiro se aburriera de jugar con ella. El castaño era muy voluble, y a esto es lo que debería acostumbrarse la Macnair.

 

—Kathe es un mejor apodo que decirte piernas sexys— dijo sorbiendo un poco de su bebida —Claro que no creo que sea tu verdadero nombre, sin embargo bastara para facilitar la comunicación.

 

Dejo un rato de observarla, para ver mas el espectáculo que se montaba en el escenario. No era un grupo muy conocido pero no tocaban mal del todo. Estaban terminando con su presentación y se preguntaba si vería a su viejo amigo en el lugar, tal vez quisiera unirse a el y recordar viejos tiempos, cuando se divertían con las chicas en el colegio.

 

—¿Vas a seguir viéndome así o dirás algo interesante?, no es que disfrute que tus ojos rojos quieran matarme, pero si quieres tu varita de vuelta tienes que ser mas "divertida". Puedes empezar contándome ¿por qué andas tan sola por lugares como este, o cuántas mascotas tienes en tu casa?

[Nats Rambaldi Crowley]

¿Cómo es que su padre tenía tantos negocios y ella no lo sabía? O peor aún ¿cómo es que ella terminaba trabajando para él si se supone que él la debería mantener? En fin, Fokker era Fokker, sin duda un caso especial a tratar.

 

Llegó al lugar sin muchas complicaciones, en realidad sin ninguna complicación, su entrada era de cierta forma acogedora y sin duda alguna era lujosa, agradable a la vista. Hasta donde había escuchado del lugar era un bar, al igual que Doyle's, ¿qué tenía el Cygnus en la cabeza? ¿Alcohol? eso parecía, o quizás en vez de sangre por sus venas corría esta sustancia. Una de las cosas que podrían diferenciar los negocios es que éste era también un teatro, aunque si se le analizaba bien no era una gran diferencia, con cada uno de los dramas y ocurrencias que se daban en el otro establecimiento se podía decir que ese era otro punto en común.

 

Entró al lugar vestía jeans claros, botas negras de suela gruesa, una camisa del mismo color y un abrigo de cuero negro, era la primera vez que ponía un pie allí pero no sería la última. Miró a los lados, no supo a donde ir así que se quedó parada allí sin dejar de mirar su entorno en busca de su padre.

[Joa Macnair Crowley]

—¡Oh, pero que caballero! —Soltó con ironía. Hasta el momento no lo había pensado, pero quizás más que amenazarlo podría morderlo… No, demasiado salvaje. Mejor le seguía la corriente por un rato más, aunque no sabía qué tanto podría soportarlo, quería su varita de vuelta. Si tan solo dejara de mirarla con esos ojos tan azules.

 

—No me digas, ¿eres adivino? —Finalmente Dominiv desvió la vista un momento, distraído con el espectáculo al que ella no le prestaba ni la más mínima atención.

 

Si bien la razón principal para asistir a aquel local esa noche había sido disfrutar de un poco de buena música, gracias al impertinente hombre, su salida estaba arruinada.

 

—Fuiste tú quien me retuvo aquí, así que vamos, muéstrame qué tan interesante eres. Por cierto, a tu cuenta, ¿no? —Preguntó y sin esperar respuesta llamó a algún empleado del lugar por una bebida.

[Fokker]

Dominiv Mills

 

—Puedes hacer lo que quieras, irte si quieres— dijo el vampiro retomando la atención sobre ella. Así como ponía atención sobre una chica, podía terminar por aburrirse y dejarla ir. pero claro que no le iba a devolver la varita así de fácil. No dijo nada respecto a la copa que le traía uno de los empleados del local, solo que cuando la chica tuvo la copa en sus manos le dijo —Cuidado en se te vuelva a resbalar la copa de las manos—

 

Tomo otro sorbo de su bebida, pensando que en que forma podría hacer que la velada sea divertida, pero no para ella, solo para él. Hacerla enojar mas, o lanzarle algún hechizo para que baile sola estaba entre sus planes inmediatos, mucho dependería de como se portara la Macnair.

 

—Bueno señorita, si soy un adivino, y adivino que usted conoce a uno de los dueños del local— dijo así sin mas, viéndola directo a sus ojos rojos, con sus brillantes ojos azules —¿Estoy en lo cierto no? Joa—

 

Desde hace rato sabia de quien se trataba, pero decirle de frente que sabia quien era hubiera sido aburrido.

[Joa Macnair Crowley]

Sonrió con malicia ante el comentario de Dominiv sobre su copa. No estaba en sus planes inmediatos el volver a bañarlo de licor, pero el comentario del hombre al respecto no podía más que causarle gracia, y quien sabe, podría cambiar de opinión.

 

—Los accidentes ocurren, querido, no puedo hacer mucho por evitarlo —explica inocente encogiéndose de hombros—. Tú debes saber mucho del tema, sin embargo, estoy segura que no muchas personas consideraran tu nacimiento como una bendición.

 

Lo observó mientras tomaba de su trago, posteriormente alzando una ceja ante sus palabras. ¿Conocía a los dueños del negocio? Si así era, no lo recordaba. Tampoco es que le diese importancia a tal hecho, pero sin duda él sabía algo sobre ella, comenzando por su nombre. Se suponía que debía sentir algo ante tal hecho, pero lo cierto es que le daba igual.

 

 

—No sé quiénes son los dueños de este negocio, pero puedo conseguirte un autógrafo de ellos, si tanto lo deseas, ya que dices que los conozco —contestó indiferente, sosteniendo la mirada de esos fríos ojos azules mientras tomaba un poco de su copa.