☽The Cawing Crow☾ (MM B: 102478)

[Samy Lestrange]

La joven pelirroja sentía que había pasado horas caminando antes de llegar al lugar que su madre le había señalado. Podría haber usado algún otro método de transporte que no fueran sus pies, pero necesitaba ese tiempo a solas para pensar y poner en orden sus ideas.

 

 

Había sido difícil encontrar algún lugar donde reunirse para pasar unas horas con su madre, pero al final había terminado por pedirle consejo a ella. Las pocas veces que se había pasado por Diagon había estado en lugares a los que poco o nada le apetecía llevar a Sol. Necesitaba un lugar tranquilo y divertido y, sobre todo, limpio para llevar a la bruja sin que le diera un infarto por ensuciar los carísimos tacones que tanto adoraba.

 

 

Podía sonar un poco presuntoso, pero necesitaba que la Lestrange estuviera del mejor ánimo para una tarde de chicas y un interrogatorio... Había algo que le preocupaba a su madre y ella quería saber qué era. Además, era un buen momento para poder conversar sobre tonterías y disfrutar la tarde sin preocuparse por otras cosas que no fueran ellas.

 

 

Era raro, pero muy pocas veces hacían aquello de la "tarde de chicas" y pocas veces se reunían fuera de la casa. Sabía que en parte era culpa suya por ser casi una ermitaña la mayor parte del tiempo, pero no veía la necesidad. En el castillo tenía mucho verde, una excelente comida, una bodega completa y muchas cosas que incendiar... ¿qué más podría querer?

 

- Sólo espero que no abuses de la demora - se dijo en voz baja mientras pensaba en las veces había visto a su madre demorar dos horas frente al espejo hasta que su cabello se veía tal como quería, aunque no lo necesitara.

[Dylan Kyle Myrddin]

Era la primera vez entraba en The Cawin Crow aunque había oído hablar del lugar con anterioridad nunca había tenido el tiempo para visitar el bar y teatro que le pertenecia a Fokkencio. Sino se equivocaba el lugar tenía un Open-Mic y sería interesante oír esas actuaciones de los habitantes de Ottery. Sus pasos firmes lo llevaron hasta las extremidad del Callejón Diagon donde se suponía que se encontraba el negocio.

 

Vestía de traje y eso podia parecer extraño en un sitio como ese pero todavía no bajaban las luces y el azul marino de su vestimenta no se mezclaba con el lugar. Cuando entró por la puerta sacudió su abrigo negra antes de quitarselo en lo que caminaba por el lounge directamente al bar donde su grisacea-azulada mirada se clavo en el bartender y después de darle instrucciones exactas de lo que quería se dirigió hasta una mesa en la parte este del establecimiento. Con calma desabotono el botón de su saco y tomo asiento, un par de minutos más tardes una camarera dejó su bebida en la mesa, una cubo con hielo, una vaso extra y una botella de Blishen's firewhisky.

 

Se tomó el ron de grosella roja de un solo trago sin mucho pensarlo, la música era agradable y no exageradamente fuerte como en otros lugares. Sus dedos golpeaban la mesa siguiendo el ritmo de la música sin esfuerzo alguno, habia oido la cancion antes pero no estaba seguro de donde. La melodía era amigable aunque tal vez algo más movido seria mejor para esa noche. Ya las calles estaban llenas de nieve para que también que el negocio muriera con melodías lentas cuando la noche apenas comenzaba.

 

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[Idylla Macnair T.]

Estaba aburrida, necesitaba fiesta, salir a bailar, beber, festejar y divertirse mucho. Habia salido de su casa con un bonito vestido negro, corto por arriba de la rodilla y dejaba ver las largas piernas que la caracterizaban, su cabello azul suelto caía como una cascada por su espalda y sus tacones de color perla resonaban por el callejón mientras buscaba un lugar donde pasar la noche.

 

Se acomodo el abrigo blanco que traía y mientras miraba el escaparate de los diferentes locales, se figo en el letrero de uno de ellos "The Cawing Crow" ese nombre le sonaba bastante particular, por lo que se decidió que entraría en el; esperaba que la noche se tornara mas divertida conforme fuera avanzando.

 

-Entonces vamos por fiesta-

 

Entro al local con una sonrisa, la música que sonaba era un poco movida, pero no tanto para estar bailando como trompo desde un principio, por lo que se dirigió a la barra por una bebida. Necesitaba algo fuerte para lo aburrida que se encontraba.

 

-Un whisky doble por favor-

 

Espero a que se lo sirvieran y cuando por fin estuvo frente a ella, se lo tomo de un trago. No se había dado cuenta de el mago que estaba a su lado, por lo que pidió un trago igual y se volteo tendiéndole la mano.

 

-Mucho gusto, soy Ary. ¿La noche esta algo aburrida no crees?-

[Dylan Kyle Myrddin]

La canción cambió y ahora sonaba The Reason de Hoobastank, el ritmo era mejor que la canción anterior pero todavía era lento en comparación pero nada que se pudiera bailar. Terminó la botella que había pedido cuando llegó por lo menos unos 15 minutos atrás y aunque apenas si se había estado moviendo ya su cuerpo había quemado el alcohol en su sistema. <<La suerte de ser un demonio>>

 

Se levantó de su asiento, abotonó su saco y comenzó a caminar de regreso la barra que se está llenando, claramente no esperaba que fuera diferente, pidió otro whiskey y la joven que se encontraba a su lado le tendió la mano. Era un muchacha muy guapa con un llamativo pelo azul largo y sin problema la acepto y deposito un casto beso en su mano. Le dedique una pequeña sonrisa ya que de verdad no se esperaba así esa noche.

 

-Un gusto Ary, yo soy Dylan y si tienes toda la razón - dijo mirando a su alrededor, tomando en cuenta la hora el lugar estaba relativamente muerto -Creo que es la época, la mayoría de las personas están obligadas a pasar tiempo sus familiares incluyendo a los que no les caen bien pero dime ¿Que trae a una bella dama como tu por estos lares?

 

 

[Bodrik]

No tardo mucho tiempo en comprender la dinámica del establecimiento. Un bar con música en vivo o al menos la presentación de varios artistas en el escenario. La pelinegra se acomodó mejor en la mesa mientras uno de los empleados se acercaba para atenderla, pero su mayor sorpresa llego cuando el propio Fokker se presentó ante ella saludándola muy alegremente.

 

-Hola mi pequeño centauro- le saludo abrazándolo afectuosamente como solía hacerlo cuando era su jefe de casa- Estoy bien, quería conocer este lugar, me llamo la atención mientras caminaba por el callejón. ¿Cómo estas tú?

 

Tenía muchos recuerdos de Fokker uno de los alumnos más queridos para ella y a quien consideraba mucho más que solo un alumno. – me da gusto que estés aquí la verdad no conozco a nadie ¿te sentaras a mi lado?- le preguntó. De verdad sabía que junto a él podría divertirse.

 

@Fokker

Editado 4 de Enero del 2016 por Bodrik

[Idylla Macnair T.]

-Aburrimiento- contesto con una mueca, y el segundo trago que había pedido termino de la misma manera que había terminado el primero, de un solo trago y hasta el fondo se termino el trago. Sonrió al chico que estaba frente a ella y sus cachetes reflejaban lo sonrosados que estaban por el beso con el que la había recibido.

 

-Entonces Dylan. ¿A ti tu familia no te obligo a pasar estas fiestas con ellos?- le pregunto mientras en la barra pedía una tercera bebida al chico que los estaba atendiendo - a mi sinceramente me desesperan este tipo de fechas. ¿Aunque sabes lo que quiero en estos momentos?

 

El chico le entrego la bebida y ella tomándola y agarrando a Dylan del brazo lo llevo hasta donde estaba el DJ, era hora de que pusieran música para bailar y alegrar ese lugar. Después de pedir las canciones lo llevo hasta la pista de baile y comenzó a mover su cuerpo -no seas tímido, ¿me vas a dejar bailando sola?

 

@@Dylan Kyle Myrddin

[Fokker]

con Bodrik

 

Como era de esperarse, su ex-jefa de casa lo reconoció de inmediato, el joven Crowley le correspondió el saludo dándole un corto beso en la mejilla. Le agrado saber que estaba bien. luego del cierre de la academia y posteriores cambios que organizo en el Ministerio, perdió las noticias sobre su vieja casa, y le molestaba la idea de que ya no hubieran mas generaciones de Centauros.

 

—El nombre es muy llamativo ¿no lo crees?— dijo satisfecho —¿Adivina quien lo escogió?— dijo como pequeña prueba —Claro que me gustará sentarme contigo, no tenia planeado pasar mas que unos segundos aquí, pero eso era antes de verte aquí.

 

Conocedor del local, y sabiendo que tenia preferencia como usuario Vip al ser el propietario, la condujo a los altos. Las mesas del segundo piso era mas personalizadas, y tenían una vista perfecta del escenario donde se presentaban los diversos artistas. Escogió una de las mesas del centro y la ayudo a tomar asiento, y luego haría lo propio.

 

—Cuéntame, de ti ¿Como esta el trabajo? trabajabas en San Mungo, si es que la memoria no me falla. Sigue siendo igual de visitado— lo dijo en referencia a la cantidad de heridos que sabían visitar el lugar.

 

Llamo a uno de los meseras para que venga a atenderlos. Una joven se acercó y luego de saludar les ofreció la carta de bebidas, tenia una gran variedad de bebidas, desde una limonada hasta tragos bien elaborados.

 

—Me gustaría un vaso de vodka, ¿Bo que deseas tomar?, cualquier cosa va de mi cuenta—

[Sol Lestrange Black]

La lechuza me había sorprendido ¿Una tarde de chicas?, me parecía una idea bastante buena aunque no recordaba que aquello hubiera pasado hace muchos, pero muchos años, a decir verdad la relación con mi hija era perfecta, aunque como buena Lestrange, mi unión materna nunca había sido la mas devota con ninguno de mis hijos, las circunstancias jamas habían sido las mejores en ninguno de los casos. Ajuste mi bufanda mientras consultaba el reloj, tarde, últimamente las horas siempre estaban en mi contra causando mil retrasos.

 

Observe aquel letrero, recordaba haber estado en aquel lugar en su inauguración, el local era de Fokker, dudaba mucho que Sam estuviera enterada de aquello, o hubiera sido el ultimo lugar donde ella hubiera querido citarme. Empuje la puerta y el lugar se presento ante mis ojos de miel, sonreí, era justo lo que necesitaba, un lugar tranquilo, pero con ambiente, donde poder disfrutar con mi pequeña demonio unas horas divertidas.

 

Avance entre las mesas buscando aquella inigualable cabellera de fuego, sonreí al localizarla, y apresure el paso para evitarme un minuto mas de regaños de su parte por mi retraso. Acomode un rizo rebelde tras mi oreja derecha antes de cubrile los ojos y hacer la típica pregunta.

 

- ¿Adivina quien soy?- inquirí en tono jovial mientras le daba un sonoro beso en la mejilla a mi pequeña lucesita- Disculpa la tardanza muñeca, pero ya sabes que a mi edad no es fácil lograr esta perfección- bromee mientras le mostraba mi atuendo y daba una vuelta para que pudiera apreciarlo mejor (?).

[Samy Lestrange]

La pelirroja sonrió al sentir las suaves manos de su madre cubriendo su rostro, aunque era realmente innecesaria la pregunta. Podría reconocer su voz donde fuera, e incluso su perfume era fácilmente detectable entre cientos para la Lestrange.

 

- ¿Una bruja extraviada, tal vez? - preguntó con una risita antes de descubrir sus ojos y ponerse de pie de un salto para estrujar a su madre.

 

A veces le resultaba difícil creer que fueran madre e hija, ya que al lado de Sol se sentía una especie de fantoche mal arreglado. Incluso con el vestido borgoña de mangas largas que se aferraba a su cuerpo como un guante, con la falda plisada y con poco vuelo, al que adoraba, se sentía como si le faltara un buen repaso parada frente a la impecable figura de la bruja. Sol poseía ese aire elegante y femenino del que la joven carecía, pese a ser una copia que parecía diferir sólo en su cabello.

 

- Eres mala con las excusas, mamy - le dijo sonriendo mientras la veía girar sobre sus altos tacones. - Seguramente logras el mismo efecto sólo en quince minutos, las dos horas restantes son para apreciar los resultados. Al menos esta vez sólo han sido minutos extras.

 

Le hizo un gesto a su madre para que se sentara con ella a la mesa. Definitivamente el salir del castillo había sido una excelente decisión. Era mucho más fácil relajarse allí, en un lugar cualquiera del mundo, antes que en la cuna de los Lestrange. Amaba su hogar pero, a veces, sentía que la atmósfera estaba tan cargada de secretos y mentiras que resultaba opresivo. Después de tantas remodelaciones y destrozos, aún le parecía sentir la presencia infame de su abuelo tras las cortinas.

 

¡Estás loca! se dijo con una sacudida de hombros para intentar borrar esos pensamientos tan oscuros. No dejaría que aquel recuerdo agriara su vida o su salida con Sol. Recuperó la sonrisa en un instante, convencida de que ese sería un día divertido y feliz.

Mientras no dejara que Sol bebiera demasiado y bailara sobre las mesas(?) todo iría bien.

 

- ¿Quieres que pidamos algo de beber, mamy?

[Dylan Kyle Myrddin]

Fácil era reír con la mueca y lo sonrojada que se había puesto la señorita. Bebió su trago con calma, no tenía prisa además la noche era joven y él ya había consumido más alcohol que la mitad de los presentes en la pista. Aflojó su corbata y se quitó su saco para dejarlo en la silla, mientras su compañía pedía otra bebida mas. La joven le hablaba mientras sus azulados ojos miraban todo lo que pasa a nuestro alrededor con calma.

 

-A mi sinceramente me desesperan este tipo de fechas. ¿Aunque sabes lo que quiero en estos momentos? - oyó decir a Ary cuando regresó su mirada sobre la muchacha.

 

-A mi nadie me obliga a hacer nada que no quiera... Además ya pase tiempo con las personas que necesitaban mi presencia y ¿por que te desesperan estas fechas?

 

Mi preguntas cayeron en oídos sordos cuando fue agarrado y llevado a la pista de baile, la peliazul fue un momento donde el Dj y pidio una cancion movida para comenzar a bailar al ritmo de la música mientras se acercaba a el. Tuvo que contener una risotada con simplemente escucharla decir que no fuera tímido, se notaba que no lo conocía.

 

-Claro que no - dijo cuando tomó su mano y la acercó a él - Creo que tendrás que aprender que la palabra tímido es el mas lo mas lejano cuando quieras referirte a mi.

 

Fue en ese momento que se dio cuenta de lo bellos ojos que tenía Ary, el verde era uno de sus colores favoritos. Le dedico una sonrisa de lado mientras seguía el ritmo de la música que sonaba por todo el edificio.

 

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