☽The Cawing Crow☾ (MM B: 102478)

[Groter Shulton Granpié]

Ben Z. Maggot

 

 

Estabamos envueltos en una especie de nube bastante agradable que combinaba el tabaco, la cerveza, el perfume de esa hermosa chica y el olor de un lugar así, en lo personal me parecía algo que se complementaba con las luces, la música y el ambiente que se llevaba en la noche así que podía calificar todo como algo bastante bueno, además bebiamos y nos besabamos, algo mas que agregar al buen ambiente que teníamos.

 

- Entonces yo te acompañaré, no queremos que te pierdas. - Le dije a la chica mientras tomaba otro trago de la cervea y no apartama mi brazo de sus hombros, era una forma de tenerla cerca, era algo agradable estar en la misma sintonía, ella se hacía la olvidadiza y yo fingía que le creía para ir juntos a dejarla.

 

¿Arya? Me alarme por unos segundos pero luego comencé a pensar que en Inglaterra debe haber mas de cien Arya, así que no tenía que preocuparme porque fuera la lunatica amiga de Groter que cada vez que me veía me quería matar por algo que había pasado hace mucho tiempo con él y que ya me había disculpado.

 

- No pasará nada, no te preocupes... - Le dije mientras terminaba la cerveza y esperaba a que ella hiciera lo mismo para que pudieramos salir del lugar para desaparecernos y llegar hasta su casa, luego la acompañaría a su casa. - Perfecto, entonces vamonos. - Le contesté cuando ella terminó su bebida y se dijo lista para salir.

 

Nos levantamos y la abracé con un brazo por la cintura para que caminaramos bien juntos, además si ibamos a aparecernos debíamos permanecer juntos y luego estaba el frío... Debía ayudarla a no tener frío, así que caminamos hasta la salida y luego abandonamos el local listos para irnos. - Podemos irnos ya... - Le dije a la chica mientras caminabamos por la calle hacia ningun lugar.

 

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[Samy Lestrange]

- Siempre seremos unas sentimentales. Si seguimos así, probablemente inundaremos el bar - sonrió y se apartó el cabello para evitar que se pegara su rostro.

 

Su madre era la única persona en el mundo que podía verse bonita incluso después de haber llorado. Ella probablemente tenía los ojos rojos y la nariz mocosa después de aquello como una niña pequeña. Pero ni siquiera las piedras podrían haber evitado llorar en medio de esa conversación.

 

- Lestrange jamás escuchó nada más en su vida que las voces en su cabeza. Quizás ese sea el por qué de su comportamiento tan extraño - dijo pensando en los actos de tal tirano. - Sólo esperemos que la esquizofrenia no venga con nuestros genes. Somos testarudas y hacemos todo a nuestra manera, sí, pero creo que la única voz en mi cabeza es la mía... Y hasta ahora sólo ha ordenado matar a Fokker, no a nadie importante para la familia - sopesó escondiendo la sonrisa tras su trago para evitar molestar a su madre.

 

Se sentía alegre por haber resuelto su duda y por saber que algo tan importante como su nombre no había sido arrojado al azar si no decidido por la bruja que había sido responsable de traerla al mundo. Podía parecer irrelevante, pero era algo que arrastraría a lo largo de su vida, para siempre, y algo que la representaba. Pensar que su nombre había sido escogido por su abuelo o por alguien desconocido le habría dado ganas de cambiárselo.

 

- Yo nunca te juzgaría ni te condenaría... Al abuelo, tal vez, probablemente si no estuviera muerto yo me sentiría demasiado tentada a asesinarlo un par de veces y a arrancarle cada trozo de piel del cuerpo antes de hervirlo en aceite, pero a ti jamás - expresó como si hablara de preparar sandwiches para la merienda.

 

- Pero supongo que algo bueno hemos sacado de esto. Quizás si todos permanecíamos en el castillo como familia, dados nuestros temperamentos, hubiéramos acabado matándonos entre nosotros. Seguramente tarde o temprano habríamos acabado en la portada de El Profeta y pasando unas hermosas vacaciones en Azkaban - intentó bromear y sonrió, pensando en su extraña familia. - ¿Cómo crees que se habría tomado el abuelo todos esos extraños incestos posteriores a su deceso?

[Sol Lestrange Black]

Escuché a mi hija hablar de mi padre, definitivamente después de tanto tiempo, y después de su muerte aprendí a hacer algo muy parecido a perdonarlo, y no tanto por el, si no por mi propia liberación, el seguir acumulando odio y rencor en su contra a el ya no le afectaría, suficiente había tenido con haber muerto solo a causa de sus malas decisiones.

 

Se había encargado de apartarme de lo que había amado, me lo había arrebatado, pero al final todo había vuelto a mi, haciéndome inmensamente feliz, seguramente como ahora mencionaba Sam estaría revolcándose donde quiera que estuviera al ver que ninguno de sus esplendidos planes habían tenido el final que deseaba.

 

- Wow creo que justamente eso era lo que quería evitar...- dije encogiéndome de hombros recordando a que se refería- Creo que siempre vio que era mucho mas que amor de hermanos, finalmente el que nos alejara fue el detonante, creo que desde que Fark volvió nunca lo vi como mi hermano...pero siempre algo dentro me impidió dejarme llevar por lo que sentía, tal vez las cosa hubieran sido muy diferentes si yo hubiera tomado otras decisiones, quizás aun estuviera aquí...a veces me siento muy culpable por ello, creo que siempre lo amare de una y mil maneras.- Respiré profundamente, no quería volver a llorar, pero aquel tema siempre era una espina clavada en mi corazón- No tuve tiempo de demostrárselo y se fue creyendo que no lo quería de esa misma forma en que el a mi...

[Bodrik]

Con Fokker

 

Hizo una pequeña mueca, pero más bien manifestando la tristeza que le producía la desaparición del joven mago a quien ella tanto apreciaba- A Percy no lo veo hace mucho tiempo, antes de irse ni siquiera quería hablarme y no imagino el por qué- le explico a su ex alumno y amigo.- Me parece que él tuvo mucha más imaginación. Gitax también es mi socio y también se marchó de Londres, tengo que hacerme cargo yo sola-agregó

 

-Han disminuido al personal y debido a eso he tenido que doblar turnos y atender no solo a las mujeres embarazadas, sino a heridos de todas las índoles, además de los caso pediátricos. El hospital se ha vuelto un verdadero caos- afirmó. Definitivamente tener a solo 3 sanadores hacia que su trabajo como jefe fuera verdaderamente difícil, además los aprendices jamás se hacían presentes y eso dejaba a sus únicos 3 sanadores completamente solos a la hora de atender urgencias.

 

-Eres muy ingrato, sabes donde vivo, donde trabajo y si, pasó demasiado tiempo allá, pero ahora intento sacar un tiempo para mí misma-Sonrió después de la partida de la mesera y de una pausa respondió- Mi abuela me ha convencido de salir a distraerme. Ella desea que socialice- le avergonzaba decir que su abuela Cye estaba decidida a buscarle un novio y que para evitar que su abuela interrogara a algún candidato, prefirió salir.

 

@Fokker

[Samy Lestrange]

La joven no pudo evitar comenzar a reír cuando la idea de la escasa (o mucha) visión de futuro de su abuelo la hizo pensar en la locura que era su familia, al menos cuando estaba recompuesta. ¿Podría ser?

 

- ¿Realmente crees...? - Sam dudó un momento mientras pensaba en aquello. - ¿Crees que fue por eso que los mantuvo separados? Digo, me dijiste que él siempre insistió en que era por el bien de ustedes... pero, ¿por qué? ¿Por qué era más seguro que él estuviera lejos y se volvía loco si tu te alejabas? Pero, de ahí a que supiera...

 

Negó con la cabeza intentando pensar con claridad acerca de ese asunto, pero era difícil. Era muy complicado ponerse en el lugar de una persona a la que odiaba para intentar saber por qué hacía lo que hacía, sobre todo cuando esos actos afectaban a sus seres queridos. Y cuando llevaba años muerto. Observó distraídamente el resto de las mesas mientras jugaba con una servilleta, haciendo pliegues consecutivos sin ver muy bien lo que hacía.

 

- ¿Cómo podría? Mamy, apenas tenías edad para ir a Hogwarts cuando él decidió separarlos... ¿Cómo adivinar algo así cuando eran tan pequeños? Se que siempre tuvieron ese tipo de química entre ustedes, pero... No creo que Alexandre pudiera saber en lo que se estaba metiendo cuando lo hizo.

 

Pensó por un momento en sus palabras, intentando encontrar la manera más sutil de explicarse, pero no dio con una. Sabía que a su madre le costaba mucho hablar de aquello, aún con su propia hija, pero como todos ella había sido testigo de esa relación y le había dado mil vueltas en su cabeza, aún cuando no quería pensar en las actividades que su madre llevaba a cabo puertas adentro y entre las sábanas. Después de todo, era su madre y no quería quedarse ciega con tales detalles.

 

- Quizás haya tenido otros motivos o algún otro tipo de sospecha acerca de Farkas, pero creo que, si él hubiera sabido que ambos... que se convertirían en amantes en el futuro... no se habría limitado a mandarlo lejos, lo habría matado, hijo suyo o no.

 

Después de todo, su intención había sido conservar siempre la pura inocencia de su niña. Ya todos sabían que no tenía reparos en enviar lejos a todo aquel que le estorbara, como con ella misma y sus tíos. Y eso que ella no había hecho nada más que cometer el gran crimen de nacer... Pero que su propio hijo, un vástago demonio, se atreviera a tocar a la luz de sus ojos... No quería imaginar lo que habría hecho en ese caso.

 

- Mamy... no puedes sentirte eternamente culpable por eso - dedicándole una sonrisa triste, le dio un apretón a sus manos intentando reconfortarla. - ¿De verdad crees que Farkas no sabía lo que sentías por él? Ay, bruja... Puedes considerarte todo lo buena actriz que quieras, pero no lo eres. Cuando estaba frente a ti... eras tan transparente como un cristal. Créeme, ni siquiera un ciego podría haber pasado por alto el amor en tus ojos cuando lo mirabas. Y el tío Farkas podría haber sido un cabeza dura, testarudo, soberbio y tan expresivo como una roca cuando se encerraba en sí mismo, pero, que yo sepa, no estaba ciego ni era tonto.

[Sol Lestrange Black]

El haber hablado de aquel tema me hacia sentir más ligera, aunque misxremordimientos no cesaran del todo, después de tanto tenía con quien desahogarse. Sonreí con melancolía aquellos días en que había estado a su lado, demasiado pocos, demasiado rápidos. Aún podía recordar cada detalle. El color de sus ojos, su cabello desordenado, el tono de su voz, el calor de sus manos, recordarlo era como volver a vivirlo, aún con el dolor incluido.

 

- El joven amo señora, esta aquí, ha vuelto...- la miré sorprendida, no entendía a quien se refería.

- Haydie específicamente de quien estamos hablando- pregunte alzando la ceja, pero no hubo necesidad de mas preguntas, un joven alto, fornido y muy bien parecido hacia presencia en el umbral, de momento no lo reconocí, aunque tenia algo que hizo que el corazón me diera un vuelco.

- ¿Así recibes a tu hermano Sol?- protesto aquel mago con fingido reproche, de inmediato lo reconocí, era el, mi hermanito, aunque ya no era el pequeño que recordaba..

- Fark, Merlín, no puede ser...- corrí hasta el y lo abrace fuerte, tenía mas de diez años sin verlo y muchos meses sin tener apenas noticias de su paradero.- Eres un ingrato, me has tenido olvidada, mal hermano- reproche sin dejar de abrazarlo, feliz de tenerlo de vuelta en casa, era un gran día, mi hermano había vuelto...

 

Sonreí nuevamente ante aquel bello recuerdo, fuera lo que fuera el era el hombre más importante y siempre lo sería.

- Creó que tienes razón mi pequeña, como dicen "el dinero y el amor no se pueden ocultar"- rei con un dejó de tristeza.- Lo ame desde el primer momento que estuvo en mis brazos- Sam me miró alzando las cejas con una sonrisa burlona por lo que agregue- incluso cuando era un bebe- admitido divertida.

-Es sólo que siento que quedaron muchas dudas, aún sabiendo que el también sentí algo por mi, me hubiera gustado saber si era lo mismo que yo por el...- suspire antes de continuar- aunque eso es algo que nunca podré preguntarle.

Editado 23 de Enero del 2016 por Sol Lestrange Black R

[Samy Lestrange]

La joven dudó si era buena idea que hablaran de aquello en ese momento. Después de todo, hacer que su madre añorara aún más a su tío muerto era, de alguna manera, muy cruel. Pero nunca habían tenido ni la oportunidad ni los ánimos para hablar de aquellas cosas. Y sabía que, aunque su madre jamás lo mencionara, no había día en que no pensara en Farkas...

 

A pesar de todo, le parecía que era aún más cruel tener que sufrir en silencio aquella pérdida y no poder hablar de nadie con ello. Revivir un recuerdo día tras día no era sano, pero ¿realmente importaba, cuando los recuerdos vivían en uno?

A veces se preguntaba cómo su madre había aguantado tanto, no sólo las pérdidas que había sufrido, si no también aquella soledad opresiva que su propio padre le había impuesto. Incluso la persona más cuerda podría perder la razón ante aquello, pero su madre seguía allí, demostrando su fortaleza a cada respiro.

 

- Creo que me hubiera gustado ver a esos dos de bebés - dijo con mirada pensativa, apoyando el mentón en sus manos. - No hay ninguna foto que haya podido encontrar de esa época, excepto algunas tuyas...

 

Sonriendo traviesamente, la pelirroja deslizó una de sus manos en su bolsillo y toqueteó un pequeño paquete que mantenía oculto y que, esperaba, sería una bonita sorpresa para su madre. Alargando un poco el momento de entregárselo, decidió que era momento de cometer otra locura, después de todo, ¿no había otro momento como el hoy, cierto?

 

- Hablando de bebés y fotos desaparecidas... hay algo sobre lo que nunca hablamos y que jamás te he preguntado - jugando con la cucharilla en su vaso, la bruja capturó un trozo de fruta y la paladeó por unos segundos antes de comérsela. - Después de toda la ronda de confesiones acerca de mellizos desaparecidos y demás... - dijo con una mueca al recordar que el dueño de aquel antro era el tan indeseado hermano que su madre insistía era su mellizo.

 

- Hay una pieza que falta en el rompecabezas y que aún no has mencionado, y supongo que sabes cuál es. - Sam observó seriamente a su madre, observando sus cambios de expresiones antes de soltar la pregunta del millón: - ¿Quién es mi padre?

 

Menos mal que ya no tenía nada en su boca con lo que pudiera asfixiarse, ya que intentar mantener la seriedad mientras hacía una pregunta tan ridícula como aquella era realmente difícil. Observó a su madre dudar y ponerse de diferentes tonos de pálido antes de sacar de su bolsillo el pequeño paquete que traía guardado y colocarlo en la mesa, empujándolo hacia su madre. Sólo en ese momento permitió que una alegre carcajada escapara de sus labios ante aquella tontería.

 

- En realidad, sólo estaba molestando. Ese dato no es algo que me quite el sueño ni que me interese en demasía... - agitando la mano para restarle importancia a aquel asunto, sonrió con picardía. - Y teniendo en cuenta las últimas noticias de nuestro árbol genealógico, realmente no me apetece para nada saber quién es el responsable de esta extraña mezcla genética. Sobre todo, basta con un solo Fokker en esta vida, Merlín me libre de tener algo que ver con dos. Por mí, me ha traído la cigüeña hasta tu puerta y se ha muerto luego.

 

Sonriendo a su madre y haciéndole gestos para que abriera su regalo, se inclinó hacia adelante con impaciencia, esperando su reacción. Como de costumbre, la joven Lestrange pasaba horas y horas escarbando entre los viejos papeles y las antiguas fotografías guardadas en el castillo. Solía usar aquellas fotos como decoración algunas veces, cuando eran bonitas.

 

Había encontrado aquella en particular hacia un tiempo... y había decidido que sería un regalo perfecto para su madre. No había podido entregárselo para navidad ya que primero quería convertirla en algo que fuera especial. Una foto de una adorable niña con rizos castaños besando la mejilla de un pequeño bebé rubio con carita de sorpresa. Había colocado la foto en un antiguo relicario de la familia, algo que probablemente la regañarían por hacer, pero aquello no era importante...

 

- Como decía antes... No encontré fotos de bebé, excepto una. ¡Feliz navidad, mamy!

[Sol Lestrange Black]

Escuche atentamente Sam hasta que llego al punto que sabia que algún día tendría que afrontar. Su padre, aquello no era para nada algo oculto, finalmente y tomando en cuenta que Fokker conocía perfectamente su origen paterno, era tan simple como que Sam se lo preguntara si es que de verdad era de su interés. Pero para mi buena suerte y no entrar en esos detalles el comentario termino en risas, antes de que la verdadera y grata sorpresa llegara al comenzar a hablar sobre fotos antiguas. Puso una caja frente a mi, e insistio en que la abriera, finalmente sonreí con ganas mientras me invitaba a abrirla.

 

- Como decía antes... No encontré fotos de bebé, excepto una. ¡Feliz navidad, mamy! -

Enorme e inmensa fue mi emoción al ver el relicario, pero nada comparado cuando al abrirlo la imagen frente a mis ojos me removió el mundo entero. Aquella imagen me llevo justo a aquel día, donde había obtenido el regalo mas grande que mi padre podía haberme dado, aquel pequeño de cabellos dorados, mi gran amor. Acaricié aquella imagen con devoción muy pocas cosas habían sobrevivido después del incendio.

- Oh Merlín...- dije mientras las lagrimas volvían a inundar mis ojos de miel, aquel era sin duda un regalo inmenso e invaluable.- Me has matado...- dije extendiendo las manos para estrechar las de mi lucesita- Es hermoso mi amor, de verdad que no recordaba que esto existiera...- dije levantándome para llenarla de besos- Gracias mil, es hermoso, es único, es perfecto gracias gracias, gracias- estaba completamente emocionada, no esperaba aquel obsequio pero sin duda era increíble que hubiera podido conseguirlo, cuando yo creía que todos esos recuerdos estaban perdidos- Era tan hermoso...- dije fijándome en Fark- aun después de crecer siguió siéndolo- admití suspirando- Ojala hubieras podido conocerlo mas ...

[Fokker]

con Bodrik

 

—Creo que tenemos mala suerte con los socios, y no lo digo porque sean irresponsables, sino porque se van cuando uno ya les toma cariño— tomo un poco de su copa con melancolía pensando en donde estaría el Myrddin ahora, solo esperaba que estuviera bien en sus nuevos proyectos y volviera algún día. No deseaba recordar eso y malograr el resto de la noche.

 

Escuchó con atención la explicación de su trabajo. Algo que él evitaba en cierta forma era asumir responsabilidades, aún así admiraba a las personas que tenían cargos de importancia y responsabilidad. Y Bodrik es un ejemplo claro de ello, desde que la conoció llevaba a cargo labores de responsabilidad, ya sea en el ministerio o en la academia.

 

—Velo de esta manera, nunca estarás aburrida en el trabajo, es más creo que de alguna forma cada día es una aventura nueva.

 

Se acomodo un poco, apoyándose en el respaldo de su silla, miro de reojo el escenario, parecía que la banda se tomaría un buen descanso. No sabia como se llevaba a cabo las presentaciones, era el dueño pero nunca se molesto en aeriguar las cosas importantes del negocio.

 

—Es algo que en verdad siempre me dio curiosidad, es que no puedo creer que aun no tengas una pareja oficial, en cierta manera me haces recordar a mi cuando rehuía de los compromisos.

 

Se tomó un momento para añorar sus buenos días en el colegio, cuando tenia solo 17 años y evitaba enfrentar la responsabilidad de tener una novia, o pareja oficial. Era joven y solo deseaba vivir el momento.

 

—Es bueno que tu abuela te haya convencido de salir, le voy a llevar un regalo en su cumple para agradecerle eso ¿Sabes? antes evitaba estas cosas, salir a conocer o solo pasar el rato, pero no es tan malo. Mira que si no hubiéramos salido hoy de casa, no estaríamos acá pasando un buen rato, y olvidarnos de los problemas de la vida.

Editado 7 de Febrero del 2016 por Fokker

[Shena Cindy de Ryvak M.]

La chica castaña llego al bar, si su fuente era certera, su visita al local sería fructífera.

 

Se acomodo su larga cabellera castaña, la sedocidad y brillo natural, enmarcaba muy bien su rostro.

 

Segura de su actuar, encamino sus pasos hasta una mesa cercana a la pista, era parte del plan. Si todo iba bien, deseaba tener oportunidad de sorprender con lo que traía entre manos.

 

Paso a un lado de una joven pelinegra con un hermoso vestido blanco, sonrió, era de buen gusto al parecer, vio sus ojos verdes y entonces apreto con fuerza sus dientes...esa chica era más elegante, más atractiva y ella solo contaba con su vestido verde y aquella carta bajo la manga.

 

Se sintió un tanto insignificante, ella era casi una squib, como luchar? Su mano temblo, siguio adelante y se acomodo en el asiento.

 

Trato de no pensar, ella era menor debía serle de ventaja, además no podía rendirse sin luchar, no, la verdadera batalla apenas estaba por iniciar y ella ocuparía todas sus habilidades.

 

Estaba ansiosa y se recargo en el respaldo y fijo la vista en el escenario.