Clinica Santos Mangos (MM B: 87868)

[Xell Vladimir Potter Black]

La tía Sagitas no tardó en llegar, eso es que estaba cerca, aunque yo no la hubiera visto. Me preguntó si pasaba algo y asentí, diciendo varias veces que sí con la voz. Seguro que los demás me tomaban por una loca, pues había varias enfermeras que pasaban y me miraban. Me era igual.

 

- Tía, algo me atacó, aquí, en el pasillo. Era... era todo oscuro, la luz se apagó ante su presencia. Intenté encender la varita y salió un poco de luz, casi nada. Entonces lo vi. Era como ...

 

¿Cómo definir la criatura que había visto?

 

- Era un ser, como andrajoso, tal vez un dementor, pero no, porque no sentí que me diera el beso, ni me sentí infeliz. Sólo asustada. Noté que quería chuparme la energía vital, pero no era un dementor. Parecía más una.... una... cosa.

 

Sabía que no era una gran definición, así que la tomé por los brazos, la zarandeé y le pregunté:

 

- Tíita, no estoy loca. Tú me crees, ¿verdad?

[Sagitas E. Potter Blue]

Era la primera vez que veía desesperación en el rostro de mi sobrina rubita. Eso me extrañó; no, mejor dicho, me preocupó. Ella era la persona cabal, la que sabía mantener la calma y la que nos sacaba de apuros. Así que, fuera lo que fuese, la había alterado.

 

-- ¿Cómo que te atacaron? -- Miré a los lados, como si fuera a ver al culpable y le pudiera arrancar la piel a tiras por tal atrevimiento. -- ¿Necesitas un sanador?

 

Yo ya me estaba poniendo en el lado malo, lo que me cabreaba es que hubiera sido en la clínica y delante de tanta gente. ¿Quién se habría atrevido a tal estup.id.ez en medio de un pasillo. Pero entonces ella contó algo que me hizo dudar de su cordura.

 

-- ¿Un dementor en la clínica? Pero eso es imposible. Los dementores están controlados por el Ministerio y están todos en Azkabán y....

 

Fruncí el ceño pues se contradecía y ahora decía que no fue un dementor sino que había una diferencia. Lo malo es que había oído hablar de ese tipo de sensaciones y que yo también había visto como se apagaban las luces sin ningún motivo.

 

-- Eh, tú, llama al Jefe de Mantenimiento, que acuda al despacho de Dirección y que me vea.

 

La enfermera que parecía burlarse de mi sobrina hizo una mueca que entendí perfectamente.

 

-- Sí, la clínica es ahora de la Directora Hayame, pero es su ausencia, yo asumo el mando, así que corre.

 

Tomé a mi sobrina de los brazos para evitar que siguiera zarandeándome.

 

-- Sí, te creo. No te preocupes, vamos a Dirección y te tumbas un poco hasta que te vuelva el color a la cara. Y yo, de mientras, busco un libro de criaturas mágicas que tengo por allá. Creo que hay algo que leí que coincide con lo que tú has dicho.

 

No quise añadir nada más. Sencillamente, si ese ataque era verídico y existía la criatura, no quedaría más remedio que cerrar la clínica hasta darle caza. La acompañé hasta los ascensores y al abrirse la puerta aparecieron Heliké y, como no, mi hijo Matt.

 

-- No os bajéis. Ayudarme con vuestra prima. Heliké, si puedes mantener las manos alejadas de mi hijo, me gustaría que le echaras un vistazo a Xell en el despacho de Dirección. Se ha llevado un susto tremendo y tal vez le falte algo de energía vital.

 

Mientras ellos la tomaban, yo rebusqué en mis bolsillos y encontré la llave del elevador que nos llevaría directamente a la planta de Dirección. Como aún no había hecho el traspaso a mi hermana, por su ausencia repentina, pues aún tenía yo todo. Ahora me aprovechaba de eso. Salimos del ascensor y abrí la puerta de Dirección.

 

-- Túmbate en el sofá, Xell. Lo necesitas.

[Helike R V PB]

Jefa de Enfermeras

 

Estábamos subiendo con Matt y la chica que me había informado hasta que el elevador se había detenido. Me lo quedé mirando y entendí que Sagitas lo había llamado. La miré con el ceño fruncido...

 

- ¿Acaso ves que mis manos lo estén manoseando? - Solté casi gritando dentro del ascensor. Pero al parecer también se había enterado del ataque de mi prima Xell y nos pedía ayuda.

 

- Por supuesto, cuenta con ella - entraron en el interior y me fijé que manejaba un par de llaves. Después de accionarlo en el aparato nos llevó directamente hacia la oficina en la que entonces era Sagitas directora, pero claro, ahora la dirección la llevaba Hayame, aunque estaba ausente mi tía pelivioleta se encargaba de todos los asuntos que tuviesen que ver con la clínica.

 

Salimos después de unos minutos en ese aparato que odiaba, y entramos en el despacho.

 

- ¿Prima, necesitas un calmante? Yo puedo proporcionártelo - pregunté preocupada por lo que había pasado.

 

- Una de mis chicas me informó del incidente, ya he mandado redoblar la seguridad. ¿No puede ser que esa cosa fuese la misma que atacó a la recepcionista? Ahora mismo está sedada... Pero quién sabe hay que deshacerse de esa cosa antes de que vuelva a hacer de las suyas - opiné- no entiendo como algo así puede estar sucediendo en la clínica. Una de las enfermeras, Eleanora, creo que se llama, repelió el ataque con un hechizo patronus. No es un dementor según cómo me lo ha detallado, sino algo que se le parece y que se repele de esa forma. Espero que todos sepáis hacerlo por si nos ataca de nuevo - sugerí yo.

[Matt Blackner]

Heliké no sabía a qeu me refería, y por un momento pensé que era mejor negar con la cabeza y dejarlo pasar...total, después de tanto tiempo...

 

Primero oí un grito, seguido de una enfermera que llegó a la carrera, necesitó incluso pararse un momento para recobrar la respiración y asi poder informarnos de que algo había atacado a la prima Xell. Ese había sido el grito que me había llegado. Noté qeu Heliké me cogía la mano para meternos en los ascensores, dispuestos a descubrir qeu había atacado a la prima.

 

Pero cuando se abrió el ascensor nos encontramos de frente a Sagitas. las dos empezaron a discutir sobre si me metía o no mano con Heliké, mientras nos ordenaba ir con ella al despacho de dirección

- Sabéis qeu mientras discutís estoy aqui al lado no? - murmuré mientras cogía a la prima.

 

No tardamos en llegar, mientras Xell descansaba en el sofá y Heliké la revisaba. la sensación había sido parecida a la de un dementor, solo que sin el beso (menos mal)

- Es un devorador. Oí hablar de ellos hace tiempo. Se alimentan de sentimientos, algo asi como los dementores y las buenas sensaciones....solo qeu estos para alimentarse provocan miedo y pánico en los huéspedes....hasta que el agotamiento los acaba matando.

[Helike R V PB]

- siento el espectácu.lo de antes Matty - le dije en un tono cariño. Pero Xell parecía que aún estaba en estado de shock...

 

Se me ocurrió una idea un tanto peligrosa. ¿Y si le daba un bofetón para reanimarla? No, no que seguro nos enzarzábamos en una pelea y Sagitas nos echaba del despacho sin miramientos. Pero es que a decir verdad, su estado me preocupaba bastante.

 

Ahora oí a Matt. Lo miré confundida.

 

- Fui profesora de Artes Oscuras y si te soy sincera, jamás escuché tal cosa - negaba con la cabeza.

 

- ¿Qué puede ser más terrible que un dementor que absorbe la energía hasta matarlo? - Volví a inquririr.

 

- Quizá tenga que revisar mis viejos libros, por si descubro algo. Pero me parece raro que esa cosa ande por aquí sin que los demás enfermos lo noten. Puede que, solamente ataque a los puros de corazón - ahora sí que estaba preocupada, demasiado preocupada, pero lo último que haría sería poner un vigilante a mi prima Xell. Ella no era tonta y bien podía defenderse, no era una niña.

[Matt Blackner]

Reí levemente, Heliké daba clases de Artes Oscuras, pero no conocía el tipo de criatura qeu acababa de mencionar.

 

- Es un mito qeu se cuenta en distintas regiones...yo solo he oido hablar de ellos, pero al ser parecidos a los dementores, tal vez por eso los patronus han funcionado, al menos ocmo una pequeña ayuda.

 

ME agaché con la smanos apoyadas en las rodillas, de forma qeu miraba por encima de Heliké a la prima Xell. Sagitas se había quedado callada...casi rezaba por no recibir una colleja suya.

- Lo qeu decían en los poblados en que las escuchaba era qeu buscaban a niños, a personas buenas y sin maldad...como dices, quieren un corazón puro, un alma transparente a la qeu poder devorar

 

ME froté la barbilla, pensativo, intentando buscar una solución.

- Me extrañaría qeu hace uno de esos seres aqui. Habría que vigilarlas...puedo hacerme cargo si queréis.

[Sagitas E. Potter Blue]

-- ¡Descarada! -- le contesté a Heliké. -- No es momento de llevarme la contraria. ¡Haz lo que te he dicho!

 

Menos mal que dijo que ayudaría a Xell o le hubiera lanzado algo más que una mirada cabreada. Atendió a Xell y le ofreció un calmante. Yo sigo que sí con la cabeza, sin esperar su respuesta, pues lo necesitaba con urgencia.

 

-- ¿La recepcionista? A ella iba a ver ahora, antes de los gritos de tu prima. ¿Qué le pasó? ¿Por qué está ingresada? Nadie me ha podido explicar nada y todos me dicen que te pregunte a ti.

 

Contemplé a Helike, intentando adivinar lo sucedido y si ambos casos se enlazaban en algún hecho común. Hice un movimiento brusco con la mano.

 

-- Un Patronus sólo sirve para los dementores. Y todos decís que no lo es. Además, ¿qué harían dementores en un negocio del Callejón? Es imposible que estén fuera de las órdenes del Ministerio. No, no pueden ser dementores.

 

Algo se me escapaba y mi cabeza daba vueltas en busca de algo que definiera a la criatura que nos había atacado. Levanté la mirada hacia Matt y asentí.

 

-- ¡Demonios, claro! Un devorador.. ¡Claro! Vamos, Heliké, no pretenderás saberlo todo, ¿no? Lo que define Matt es un Lethifolds, se alimenta del estado de ánimo de la gente. Y se esconden en lugares oscuros y pegados a las paredes. Hum... ¿Pero dónde? La clínica es muy grande. Sería mejor cerrar al público, ¿no os parece?

 

Quedé pensativa... Lo que decían de gente inocente como niños o jóvenes ingenuas incluía a Xell. Pero... ¿podía pensar lo mismo de la Recepcionista? Sonreí.

 

-- Tal vez esté muy desesperado porque hace tiempo que no comía almas, por eso atacaría a la recepcionista... Eso nos daría una pista. Un lugar donde antes pudiera comer sin que se notara pero ahora no haya tanto movimiento....

 

Sonreí más abiertamente.

 

-- El ala de la planta tres, fue vaciada y llevado todo al almacén de detrás de la clínica. Ese ser habitaría en la planta de los desauciados y por eso no notábamos que estaba. Al cerrar ese lugar, tal vez su lugar de habitat se llevó al almacén o se quedó aquí, no sé... Puede ser cualquier cosa. Pero ahora no tiene pacientes de los que alimentarse. ¿Cómo no me di cuenta antes de lo que sucedía?

[Xell Vladimir Potter Black]

Decía que sí con la cabeza, decía que no con la cabeza, no hablaba nada porque saabía que me pondría a llorar. Llamó a Mantenimiento, para que fuera a su despacho, después me ayudó a entrar en el ascensor y me llevó también a su despacho, para echarme un rato. Y por el camino aprovechó para reñir a Helike porque toqueteaba a su novio.

 

Dejé que me miraran, escuchando a todos. Le dije que sí a la prima cuando me ofreció un calmante, pero con la cabeza. Aún estaba muy floja y muy aturdida por lo sucedido. ¿Lo que me atacó a mi era lo que atacó a la recepcionista de la clínica? ¡Era horrible!

 

- A mí me pareció que me devoraba el alma - susurré, al fin. Después me tumbé del todo en el sofá, pidiendo una mantita para que me diera el calor que había perdido. -¿Me atacó por qué tengo buenos sentimientos?

 

Eso me hacía sentir peor. La bondad se pagaba con maldad.

 

Lo que decía la tía parecía una película de terror. Una criatura que vivía en el ala de los que iban a morir. Así, nadie se extrañaría de la muerte de los pacientes. Sólo al cerrar, eso se encontraría tan hambriento para abandonar su zona vital y adentrarse en lugares abiertos de la clínica. Me puse a llorar.

 

- Yo no soy tan buena, ¿por qué me atacó a mí?

[Atem Yugi]

Austin no podia estar mas contento...le gustaba vagar por el callejon buscando e investigando todo lo que podia, fuese peligroso o no, eso no le interesaba. Ademas pensaba que gracias a su suerte no iba a poderle pasar nada....

 

Su camisa de color verde perico y sus pants negros contribuian un poco en su buen humor....de repente vio algo en si que le preocupo...sus muñecas, atadas por la cadena que no podia quitarse con nada se habian hinchado, se preocupo un poco y le vino un poco el arrepentimiento de no haber ido con su elfo...Por un momento penso en llamarle pero no queria interrumpir su viaje de libertad porque sabia que su elfo le iba a insistir en regresar al hotel sin embargo era algo que no pensaba hacer hasta muy entrada la noche...

 

Tendria que llegar algun lugar y explicar con sus palabras lo que pasaba...Magicamente aparecio un lugar llamado Clinicas Santos Mangos, nombre que lo hizo sonreir y reir a carcajadas, puesto que le recordo a la expresion que su madre desaparecida decia cuando habia metido la pata y la liaba...

 

Se metio a la Clinica y vio a una de las personas que parecia doctora...

 

-Buenas tardes...quisiera hablar con una doctora...- dijo el muchacho decidido, esperando que le tocara hablar o pasar con alguien...

[Sagitas E. Potter Blue]

Celador en la planta baja:

 

El celador vio entrar a aquel muchacho, de camisa color verde chillón, y se lo miró con perspicacia. Estaban todos con el ai en el cuerpo, desde lo ocurrido a la recepcionista y ahora de nuevo a la dulce señorita Vladimir. No se fiaba de nadie, así que hizo una señal a los equipos de seguridad para que le echaran un vistazo. Aquel chico parecía algo raro y la manera de dirigirse a una de las enfermeras le pareció fuera de lo normal.

 

Aunque hoy todo parecía fuera de lo normal, no se le podía acusar de estar exagerando. Lo ocurrido antes en los pasillos... No, no estaban seguros y nadie podía estar tranquilo allá dentro. Había que controlar todo y a todos para evitar problemas... Por eso, se acercó a sus espaldas y carraspeó levemente.

 

-- ¿Necesita usted ayuda, señor?

 

Le miró de arriba a abajo, para discernir si era un paciente o alguien que iba a traer problemas.

 

-- Si viene a una visita médica, ha de rellenar unos papeles, aquí, en la recepción. No está en este momento la chica que lo atiende, pero yo puedo darle el formulario de registro, si es lo que precisa.

 

El celador esperó su respuesta, presto a avisar a los de Seguridad, que no les quitaban la vista de encima.