Clinica Santos Mangos (MM B: 87868)

[Matt Blackner]

Ojalá las enfermeras llegaran con los enfermos hasta la zona de seguridad y no tuvieran problemas. Algunos iban en grupos de 2, normalmente con los enfermos de menos graviedad, y en grupos de tres aquellos que movían camillas o enfermos más delicados, siempre con una enfermera a la cabeza y todas varitas en alto, preparadas por si acaso.

 

Una ranita apareció delante mia. Con la voz de Sagitas pronunció dos palabras "segunda planta" ella estaba alli, asi qeu enfilé hacia las escaleras del fondo, bajando hasta el nivel inferior.

 

De pronto me sentí extraño. la luz había comenzado a parpadear y sentí miedo...no algo propio, sino el de la gente que ocupaba aquella planta.

 

Peor aun, sentí ansiedad, sentí maldad.

 

Estaba alli. Tenía que darme prisa. No me gustaba la oscuridad pero en ese momento solo pensaba en dar con Sagitas y acabar con aquella criatura.

 

Un parpadeo. Dos...

 

un gruñido y las luces se apagaron.

 

Cuando el lumos de Sagitas nos iluminó, estaba tirado en el suelo junto a una chica joven. El lethiford se me había echado encima, era negro, grande y bastante pesado. Lo había apartado de mi cabeza por los pelos pero había perdido mi varita en el forcejeo, tras estrellarlo en la pared me centré en la joven, pues la chica tenía otra de esas criaturas sobre la espalda, solo qeu era bastante más pequeña.

 

Y en aquella distracción el grande me aferró la pierna izquierda, haciéndome caer. Sentía como se enroscaba y presionaba. Cuando ella llegó, intentaba librarme de él a patadas al mismo tiempo qeu me arrastraba como podía para llegar hasta la varita. la rocé con los dedos, logré aferrarla...

 

- Especto patronum! - grité en dirección al pequeño. Salió despedido para quedarse tirado en el suelo, inmóvil. El grande, aferrado a mi pierna, lanzó un grito extraño antes de deslizarse con mucha rapidez y desaparecer.

 

Me pegué a la pared, jadeando e intentando sentarse, sintiendo un terrible dolor en el tobillo. Había notado crujir el hueso.

 

- Está inconsciente, pero creo qeu vive. - dije a Sagitas. - Lumos

 

Intenté iluminar un poco más el pasillo, para que ella se centrara en la pequeña, pues lo importante era que no sufriera más hasta qeu una enfermera se la llevase. Me aferraba la pierna, dolorido. Moví la varita, intentando inmovilizarlo con un ferula.

 

Luego dirigí la vista hacia el peqeuño lethiford, muerto.

- Es una cría. la madre vigilaba mientras se alimentaba...viste el tamaño del grande? - susurré. Si tocábamos el pequeño cadáver, seguramente se convertiría en polvo.

[Sagitas E. Potter Blue]

Me quedé paralizada, por la sorpresa y el horror, todo junto. Una criatura negra atacaba a una mujer, ¿una mujer? ¡Por Merlín, no, era una jovencita! Por un momento, el Lethifold me miró, con ojos rojos de rabia, al verse pillado por la luz de mi varita. Pero lo peor fue ver que Matt estaba allá, en el suelo, luchando contra él, siendo herido.

 

-- ¡Maldito! -- le grité.

 

¿Le grité? ¿Es que no se me había podido lanzar algún hechizo? He de reconocer que no, me quedé alelada. Ahora entiendo porqué Matt es tan bueno como cazador de demonios. A pesar de estar herido, consiguió rehacerse y atacar a la bestia, quien retrocedió tras su expectro Patronus. Sólo entonces reaccioné y corrí hacia mi hijo.

 

-- ¿Cómo te encuentras? ¿Te duele?

 

Entonces miré a la criatura muerta, con algo de asco. La señalé con la varita.

 

-- ¿Eso....? ¿Eso se reproduce...? Pufff, no me contestes, no quiero ni imaginarme como lo hacen. Pero hemos matado a la cría. La madre querrá vengarse...

 

Unas personas se acercababan, ahora que la luz se había encendido de nuevo.

 

-- Ayudar a esta paciente. Y a mi hijo. Yo voy de caza. Tener la varita a mano, tenemos un caso urgente y peligroso de criatura que se alimenta de la energía vital de los heridos y, me temo, que ahora atacará a cualquiera....

 

Esperaba que pudiéramos detenerlas antes....

[Helike R V PB]

En dirección, con Xell:

 

Estaba de los nervios intenté calmarme como pude, haciendo largos paseos con la varita en alto por si esa cosa se atrevía a atacarnos, pero tenía la sensación de que estaba lo suficientemente lejos cómo para que llegase a nuestra planta...

 

Yo vigilaba el descanso de la rubia pero aún así, estaba a flor de piel. Me hubiese gustado entrar en acción con Sagitas y Matt pero debía de velar por mi prima. Y a la familia nunca se la abandona por mucha gana de caza que tuviese.

 

Pero tenía miedo por si intentaba venir a dónde estábamos nosotras.

 

¡Bum! ¡Bum!

 

Me quedé tensa, el ruido venía de la puerta de acceso al despacho de Sagitas. Sabía que, aunque estuviésemos protegidas por sal y por cuarzo... Seguramente intentase penetrar adentro en dónde estábamos.

 

- ¡Jefa! ¡Somos nosotras! - gritó una de las chicas. Pero no reconocí su voz. Generalmente sabía quién era las enfermeras que trabajaban conmigo en la clínica o ésta era muy nueva...

 

- ¡No abriré la puerta hasta que venga Sagitas! - avisé yo. Si es que, no confiaba ni siquiera en mi propia sombra. Pero algo le había delatado... ¿Era olor a podredumbre?

 

No lo pensé más. Bueno, pensé en mi familia tanto en la pasada como en la actual y:

 

- ¡Expecto Patronum! - el encantamiento patronus se formó después de varios hilos plateados saliesen de mi arma mágica y tomaron la forma de un murciélago vampiro. No sabía si esa cosa era la que había atacado a la recepcionista pero no me fiaba.

 

El un poco grisáceo y semi-plateado patronus esperó revoloteando a mi alrededor, hasta que, con un movimiento de Maat (mi varita) lo hice dirigirse hasta la puerta... Por un segundo bailaron las luces y eso me lo confirmó. Esa cosa había intentado engañarme. El animal plateado volvió de nuevo...

 

- Está en el pasillo de dirección - susurré dos, y pensando nuevamente hice que éste se partiera en dos patronus para que fuera en busca de mi suegra y de mi pareja.

[Matt Blackner]

Jadeaba con la espalda pegada a la pared, sentado en el suelo mientras veía como Sagitas atendía a la joven inconsciente. Me aferraba la pierna rota, inmovilizada de forma básica con el hechizo para poder aguantar el tirón.

 

- Estoy bien. No duele - dije, sonriendo. mentía, pero solo un poco para qeu se quedara tranquila.

 

Noté al mirada de asco hacia el lethiford muerto. Negué ligeramente con al cabeza, mientras la luz regresaba al pasillo.

- No se sabe como se reproducen..de hecho es bastante raro qeu se vea una cría tan pequeña.

 

Una enfermera se acercó. Con el regreso de la luz la escena les llamó la atención y acudían con rapidez a atender a la joven. Sagitas además les pidió qeu se ocuparan de mi.

- No, no, no...estoy bien. No tenemos tiempo de esperar a que el hueso y la articulación se curen.

 

Dos murciélagos aparecieron delante de nosotros. la voz de Heliké habló por duplicado, con el mensaje de que aquella criatura estaba ahora en el pasillo de dirección. Miré a Sagitas, poniéndome de pie sobre la pierna derecha, usando la pared como apoyo.

- Cuando la matemos dejaré que me curéis la pierna, te lo prometo.

[Helike R V PB]

En direccion, con Xell:

 

Mi prima me preocupaba, la situación en sí, me inquietaba bastante porque apenas tenía noticias de mis familiares que se habían ido de caza por la cosa esa. Pero claro dada mi condición de enfermera, era mucho mejor que yo me quedase cuidando de la rubia. Sabía que si había algún problema yo podría atajarlo sin dudar. Tampoco es que tuviese grandes conocimientos pero a pesar de estar poco tiempo en la clínica y de adquirir el estatus de enfemera, había aprendido mucho en el tiempo que estuve en el centro de salud mágico.

 

Aún así, a pesar de repeler a esa cosa... Debía de mantener la calma. Lo que más me cabreaba es que tardasen tanto tiempo en subir ¿estarían lidiando con el bicho ese? Porque el patronus hacía tiempo que había sido enviado...

 

Xell estaba durmiendo demás, o quizá entre tanto trabajo y todo eso, estaría tan cansada que se estaba echando una larga cabezada. Porque la verdad en su cara se estaba mostrando cansancio. Mientras estuviésemos ocupados con esa cosa, era mejor que estuviese tranquila sin preocuparse por nada más.

 

Otra vez las luces del despacho de Sagitas empezaron a temblar. Me daba miedo, era raro, siempre me había enfrentado a la muerte pero eso era muy diferente, desconocía por completo como acabar con esa cosa. El encantamiento patronus era efectivo, pero sólo en un período corto de tiempo.

 

Después de las luces vino un golpe fuerte en la puerta. Estaba segura que intentaba entrar pero la magia blanca que había a nuestro alrededor, impedía que entrase en eso al menos, tenía fe.

[Matt Blackner]

Las luces parpadearon. MI madre se había uqedao abajo, no estaba seguro...lo más probable, preocupada por la víctima del pequeño lethiford que mi patronus había matado.

 

Me apoyaba en la pared del fondo del ascensor. Con la pierna rota no podía aguantar demasiado tiempo de pie, y andaba casi a rastras...asi qeu un minuto para no ponerla en el suelo era un minuto de respiro.

 

Hasta que el ascensor se paró con un golpe seco. Fruncí el ceño. Las luces parpadeaban de forma un poco rara, pero de rponto aquel trasto se había parado, junto con las luces apagadas. Gruñí una maldición mientras pensaba qu ehacer para salir.

 

"Heli...es un lethiford enorme...maté a su cría, y eso le ha enfadado. No me extrañaría que intentara ir de nuevo a por Xell." - pensé hacia mi prima. - "No dudes en usar el patronus...estaré ahí en cuanto consiga salir del ascensor."

 

Apoyé las manos por una pequeña rendija en la puerta metálica del ascensor, haciendo fuerza, logré abrirla. Estaba a medio camino entre la planta donde se encontraba el despacho de mi madre y la planta inferior. Asi qeu me colé con rapdez por el hueco, poniéndome de pie despacio, emprendiendo de nuevo la marcha.

[Helike R V PB]

*¿Cambiamos de trama? Hace meses que estamos en ésta y ya va siendo hora jeje*

 

on:

 

Días más tarde

 

Después de lo sucedido con el "bicho", "cosa" o "rareza" todo había vuelto a la normalidad, o lo más normal que se podía llamarle a una clínica en dónde siempre había pacientes que atender... Al menos urgencias estaba abierta a las 24 horas del día y aunque había días que estaba de lo más tranquilo, otros era un sin parar...

 

Castillo Rambaldi.

 

Gracias a la poción de sueño (que no generaba pesadillas) que había tomado la noche anterior, sentía que me encontraba con fuerzas para ir al trabajo extraministerial, me había despertado sobresaltada y no sabía porqué. Miré hacia arriba y suspiré, para luego echar un vistazo a la cama con dosel para luego fijarme en que había una pequeña criatura revoloteando a mi alrededor. La observé con los ojos cansados por el brusco despertar.

 

- Disculpe ama, pero tiene que ir al trabajo en la clínica - era mi elfina y asintió con la cabeza. En sus pequeñas manos traía el desayuno por supuesto, mi ración de líquido vital clonada que, se guardaba en un refrigerador mágico y a su vez, en una pequeña caja fuerte escondida que tenía en la habitación.

 

Miré el reloj que tenía encima de la mesita de noche y sus manecillas marcaban que aún era temprano, eran las seis de la mañana, fijé mi vista en el gran ventanal que poseía mi habitación y comprobé que ni siquiera había amanecido todavía. En el horizonte aún no daba señales de que el sol fuese a asomarse todavía. Bufé furiosa y saqué las sábanas con un movimiento brusco. Aunque no necesitase de un baño (al ser vampira evitaba muchos problemas que tenían los humanos) sabía que eso conseguiría relajarme.

 

Clínica Santos Mangos.

 

Después de media hora, me había aparecido en unos tres metros en línea recta desde el caldero Chorreante, de la clínica. Me puse mis botas de piel de dragón, mis pantalones vaqueros, una camiseta blanca y una cazadora de cuero. Llevaba en mi diestra mi varita de pino y en los bolsillos, todos los objetos preciados que generalmente usaba.

 

Saludé con un movimiento de mi cabeza a varias compañeras que estaba fumándose un cigarrillo mientras hacían su descanso, me adentré al interior y pregunté a la recepcionista.

 

- ¿Alguna novedad? - ésta me miró ceñuda, supuse que aún me guardaba rencor por lo sucedido con el lethiford, pero habíamos hecho lo que estaba en nuestra mano. Negó con la cabeza y volví a suspirar de nuevo. Me dirigí a los vestuarios a ponerme el uniforme de enfermera... Iba a ser un largo día.

Editado 6 de Noviembre del 2015 por Helike Rambaldi Vladimir

[Aysha Potter Black T.]

Aysha apareció con Zoe en brazos, listas para un examen médico que era necesario ya que la bebe era una recién nacida y Aysha era una demonio que no sabía nada de bebes, así que era mejor llevar a la niña a que un sanador para que todo saliera bien y nada pasara a la niña tan pequeña sostenida por los brazos de su madre.

 

Tras pasar las puertas de la clínica la joven demonio suspiro por que la niña comenzó a llorar adivinando casi que estaba en un lugar donde existía inyecciones y cosas que a su madre le daba pánico, así que susurrando a la niña la joven demonio trato de calmar a la nena dándole un biberón de leche maternizada especializada que había supuesto que debía dársela ya que ella no sabía como alimentar ni a un cachorro.

 

Al llegar al mostrador principal con una sonrisa un poco tímida.

 

--Buenos días por favor, para pedir una consulta para el medimago pero especializado en bebes ¿por favor? Soy la señorita Potter Black..--

 

¿Señorita? Si, debía seguir siendo señorita ya que Aysha no estaba casada aún.

[Andrew Potter333]

Llegue hasta el lugar, había venido alguna vez pero de eso ya había pasado bastante tiempo. Necesitaba una consulta medica de rutina y saludar a los familiares, sobretodo a la tia Sagitas, no sentía ganas de explicar mi ausencia prolongada pero no podía estar escondiéndome por mas tiempo, sobretodo teniendo en cuenta que la camisa y pantalones negros, acompañados por zapatos marrones, son la única ropa que tenia y debía pasar si o si por la Potter Black para recuperar mi ropa que estaba en mi habitación.

 

Avance por la clínica hasta llegar a el mostrador y trate de hablar con el tono de voz mas cortes que pude.

 

-Buenas, vengo por un chequeo de rutina-Mire hacia mi lado y vi a una mujer con un bebe en sus brazos, me resultaba conocida y luego de unos segundos me di cuenta de que era una tía mía.

 

-¿Tía Aysha?-Pregunte en una mezcla entre inseguridad y firmeza.

[Aysha Potter Black T.]

En aquella clínica atendían un poco tarde, pero en la espera un joven se coloco al lado y con inseguridad le pregunto a Aysha si era su tía, así que con una gran sonrisa comento.

 

--Claro... Aysha la misma, solamente con un bebe en brazos y hechas nervios por lo que representa los medimagos ¿como estas sobrino? --

 

Sonriendo abrazo con cuidado al joven y le enseño a Zoe su primo con el que en algunos años mas adelante podría jugar y sonreír por mucho tiempo. Diciendo esto la joven demonio se sentó en la sala de espera ya que nadie iba a atender por los momentos ya que estaban como que todos ocupados, así que con un gesto invito al joven Andrew a sentarse con ella y preguntarle de todo.

 

--¿Como van los estudios? ¿Las novias? ¿Casado? Estas demasiado delgado ¿no te dan de comer en la academia? ¿Donde estas? Soy tía como madre, y debes estar acostumbrado a estas encuestas interminables..--

 

Riendo un poco por el chiste, Aysha coloco a Zoe en sus piernas acostada para que descansara y jugara con el cabello de su mama.