Clinica Santos Mangos (MM B: 87868)

[Matt Blackner]

Heliké parecía ver ocn buenos ojos qeu cerrásemos la clínica, pero la última palabra la tenía Sagitas y se negaba a hacerlo. Tenía razón, no podía negarlo, ya que de colgar el cartel de cierre llamaríamos demasiado la atención, además de provocar probablemente demasiado miedo en los pacientes.

 

Asi qeu nos dejó con las órdenes de que Heliké cuidara de Xell antes de ordenar a las enfermeras que desalojasen la segunda planta en busca de un poco más de margen por si aquella criatura se nos escapaba. Y atraparlo iba a correr de mi cuenta.

 

Heliké convencía a Xell para qeu comiese algo, mientras la pobre rubia se disculpaba por no participar en aquella aventura.

- Oh, que va, no pienso dejar qeu participes esta vez en la cacería Xell - corroboré.

 

"Guardame algo de chocolate para cuando termine" - pensé, sabiendo qeu Heliké acabaría por oirlo.

 

Esperaba a Heliké, quería asegurarse de que Xell estaba mejor antes de ir con las enfermeras. La ayudaría a organizar el traslado de planta de los pacientes antes de hacerq eu se marchara de nuevo con Xell

[Matt Blackner]

Heliké parecía ver ocn buenos ojos qeu cerrásemos la clínica, pero la última palabra la tenía Sagitas y se negaba a hacerlo. Tenía razón, no podía negarlo, ya que de colgar el cartel de cierre llamaríamos demasiado la atención, además de provocar probablemente demasiado miedo en los pacientes.

 

Asi qeu nos dejó con las órdenes de que Heliké cuidara de Xell antes de ordenar a las enfermeras que desalojasen la segunda planta en busca de un poco más de margen por si aquella criatura se nos escapaba. Y atraparlo iba a correr de mi cuenta.

 

Heliké convencía a Xell para qeu comiese algo, mientras la pobre rubia se disculpaba por no participar en aquella aventura.

- Oh, que va, no pienso dejar qeu participes esta vez en la cacería Xell - corroboré.

 

"Guardame algo de chocolate para cuando termine" - pensé, sabiendo qeu Heliké acabaría por oirlo.

 

Esperaba a Heliké, quería asegurarse de que Xell estaba mejor antes de ir con las enfermeras. La ayudaría a organizar el traslado de planta de los pacientes antes de hacerq eu se marchara de nuevo con Xell

[Helike R V PB]

En la dirección con Xell y Matt:

 

- Estoy de acuerdo con Matt - le dije con cariño.

 

- Estás débil y yo no voy a permitir que hagas nada hasta que te recuperes del todo. Después de que te lo comas, te daré una poción revitalizante para recuperar fuerzas y sin rechistar, ¿vale? -le dije yo con una sonrisa.

 

Me senté en el suelo y a pesar del silencio que se formó en esos momentos. Yo no estaba tranquila, para nada. Al cabo de unos quince minutos el elfo de la clínica al que le había pedido la comida trajo una bandeja y también el agua. Con un movimiento de mi varita hice aparecer una mesa y le puse todo cerca de Xell para que empezase a comer.

 

- Aquí tienes prima, buen provecho - terminé de decir con dulzura - espero que todo esté rico.

 

No sabía porqué pero sentía que ese ser estaba cerca. Me puse en tensión enseguida. Sentí la voz de Matt en mi cabeza y asentí risueña.

 

<< Cariño, ten cuidado que está cerca. Puedo sentirlo >> le advertí para que tuviese precauciones.

[Matt Blackner]

Dirección con Heliké y Xell

 

"Ya...está rondando. Busca algo más que tragarse."

 

Me dirigí hacia la puerta. Xell ya estaba comiendo, aunque fuera un poco eso la repondría de lo sucedido, además de que Heliké cuidaba de ella. Yo mejor salía fuera a hacer lo qeu mejor sabía hacer...cazar criaturas.

 

Asi protegería también a Sagitas, qeu había salido a intentar aparentar normalidad en la clínica, controlar un poco lo qeu pasaba e incluso encontrar a la criatura que ponía a todos en peligro.

 

- Os avisaré cuando sea seguro ir fuera. - les dije como despedida antes de cerrar la puerta y salir.

 

Fue un gesto rápido, pues no quería dar tiempo, de estar alli (cosa que dudaba, no estaba tan cerca) atacaría al instante.

 

Lo primero buscar a Sagitas, saber que pasaba por la clínica y si habían visto algo más. Además, había que mantener vigilada a la recepcionista por si le atacaban de nuevo.

[Helike R V PB]

En dirección:

 

- Ésto es la primera vez que me pasa. No poder controlar la situación cómo me gustaría -susurré más para mis adentros, pero la verdad había dicho en voz alta lo que pensaba. Seguramente ese fuese uno de los efectos de que esa cosa estuviese cerca...

 

- Parece un dementor... - sin poder evitarlo, sentí un escalofrío por mi espina dorsal. Aunque sabía claramente que ambas "criaturas" no tenían nada que ver. Nada en absoluto.

 

Pero la afirmación de Matt, en vez de tranquilizarme no es que fuese muy halagüeña. Era un mal presagio que esa cosa rondase por la clínica con tanta alma para devorar... No. Había que hacer algo, pero sabía en las aptitudes de mi pareja para cercar a esa criatura y si pudiese ser atacarla.

 

- Está bien cariño - le dije con una sonrisa. Mientras veía a Xell comer despacio aunque parecía que con ganas. Aunque en su cara mostraba un poco de cansancio. Algo lógico.

 

¿Que sabía mucho de Artes Oscuras? Por supuesto, pero también sabía de magia blanca. Bien podría crear una barrera protectora para que esa cosa no entrase en el lugar en dónde estábamos...

 

Me levanté de dónde estaba y moviendo la varita susurré varios encantamientos protectores. Las paredes brillaron informándome de que los hechizos aplicados ya estaban funcionando. Era mejor tener unas piedras de cuarzo, pero cómo no había había tenido que echar mano del uso de mi arma mágica.

[Matt Blackner]

Tenía que localizar a Sagitas, asi qeu busqué alguno de esos informes que colgaban de las tablillas en las camillas de los pacientes, con sus datos o las enfermedades qeu tenían. Encontré una en blanco, con lo cual garabateé por detrás un pequeño mensaje.

 

 

 

Heli y Xell siguen en dirección. Xell está comiendo algo y parece más animada. Yo estoy fuera, vigilando. Siento esa cosa cerca, y parece agresiva...

 

Como te va con el desalojo de la planta inferior? Estás bien?

 

Toqué el papel con la varita para qeu adoptara la forma de un pequeño dragón, que salió volando en su busca para dar el mensaje a Sagitas. Aprovechando que llevaba la varita en la mano, convoqué un patronus, un gran lobo de color azul brillante qeu en cierta forma recordaba a Fenrir.

[Sagitas E. Potter Blue]

En la recepción:

 

Terminé de rellenar la ficha de aquel muchacho. Era un chico excepcional, sin duda, y, a pesar de que el celador no apoyó mi decisión, yo le dejé marchar tras la receta de una pócima desinflamadora con gotas de díctamo que le mejorarían las muñecas. La solución no era esa, desde luego, pues sería mejor que se quitara esas cadenas que le producían el martirio. Pero eso ya no entraba dentro de mis funciones de directora y el chico era lo suficientemente mayor como para tomar sus decisiones.

 

Le dije, sin embargo, que regresara en cualquier momento que se le infectaran las rozaduras, por si podíamos hacer algo más práctico, aunque no pudiéramos quitárselas.

 

Justo cuando se fue noté algo raro, como si pasara magia a mi lado. Eso me extrañó, hasta que vi que eran hechizos protectores. Seguro que Matt y Heliké se estaban haciendo cargo de todo y protegían la clínica.

 

-- Toca ir a la caza de un bicho -- murmuré, cerrando el historial clínico. -- Eh, tú, ayuda a reorganizar a los pacientes en otras plantas. Vigila que todo el personal vaya en grupo de dos o tres personas, nada de que vayan solos.

 

El celador asintió y salió de mi vista. Entonces llegó el mensaje de Matt.

 

-- Voy para allá -- dije en voz alta. Me acerqué al ascensor y entonces las luces parpadearon -- ¡Demonios, un nuevo ataque...!

 

¿Pero dónde? Sería mejor subir por las escaleras planta por planta hasta dar con la que estuviera apagada. Esperaba que la tercera planta ya hubiera sido desalojada... Comencé a subir por las escaleras con la varita en la mano. Alerta...

[Matt Blackner]

Esperaba que a mi madre le hubiese llegado mi patronus. Alcance la tercera planta por las escaleras,con una sensacion cada vez peor.

Las enfermeras ya desalojaban a los pacientes, ayudando a los que podian caminar y moviendo en camillas o sillas de ruedas a los que estaban peor, sujetando goteros e informes para no confundirse con los problemas que padecieran

- moveos en grupos y aseguraos que los que sepan convocar patronus esten preparados! - grité. - No importa qeu sean más o menos corpóreos, si pueden llegar a convocar un pequeño escudo es suficiente! - continué organizando, mientras sostenía una puerta y permitía sacar una camilla ocupada por una mujer joven, acompañada por una enfermera morena y cara de mal humor.

Editado 8 de Agosto del 2015 por Matt Blackner

[Helike R V PB]

En dirección, con Xell:

 

Mi prima parecía que se adormilaba a cada rato al terminar de comer, le sugerí que se acostara un rato y buscando en un armario que tenía Sagitas (?) en la dirección encontré una manta. No me sorprendería en absoluto que la usase para abrigarse. La clínica muchas veces tenía que tener guardia las 24 horas y eso siempre pasaba factura.

 

Le llevé la manta a mi prima y la tapé bien para que no cogiese frío. Comprobé que las ventanas estuviesen bien cerradas. Pero aún así, me daba bastante mala espina. Sabía que esa cosa no tardaría en atacar en cuánto tuviese oportunidad a pesar de realizar los hechizos protectores no sabía cuánto tardarían éstos... Seguramente los tuviese que renovar cada cierto tiempo.

 

El problema residía en que si ese "ente" encontraba una fisura de la magia protectora, podía atacarnos sin remedio. Debería de estar alerta, atenta a cada tipo de magia que hubiese dentro de la clínica, tanto mala, buena y accidental traída por los pacientes. Lo mejor de todo, era que, mi hermana me había enseñado a detectar todas esas energías. Aún así, no me confiaba del todo.

 

Tomé un butacón de la oficina y me senté a una distancia de unos cuatro metros de la entrada principal, con la varita apuntando hacia la puerta. Tan sólo por si acaso. Al menos, al ser vampira no me dormiría y podía hacer la guardia sin problema. Humano o diferente raza para entrar a esa zona de la clínica, tendría que tocar la puerta, si dominaba la magia lo sabría.

 

Ahora tan sólo cabía esperar a que Matt y Sagitas cazasen a esa cosa y de cuando en cuando echaba un ojo a mi prima, que parecía que dormía...

[Sagitas E. Potter Blue]

No me gustaba nada eso de que las luces parpadearan. En algún lugar seguro que ese ente estaba a punto de atacar en algún lugar. Apreté varias veces el botón del ascensor pero no llegaba, así que empecé a correr escaleras arriba, para llegar a tiempo de donde fuera el ataque. Pasé por la primera planta y vi que el celador ya había dado las órdenes pertinentes, porque varias enfermeras me miraron con miedo, pero caminaban juntas con la varita en la mano, lista para usarla. Me alegré y subí hasta la segunda planta. Allá no había apenas movimiento.

 

Eso me extrañó. En aquella planta deberían haber enfermeras repartiendo las comidas en este momento. ¿Dónde estaban? Las luces volvieron a parpadear, así que moví mi varita e invoqué mi ranita saltarina para que fuera a avisar a Matt.

 

-- Segunda planta

 

Eso fue lo único que dije, pero intuí que mi hijo sabría lo que significaba. Entré despacio. ¿Cómo es que no había nadie? Me acerqué al mostrador y lo rodeé. Había dos enfermeras blancas, en el suelo, una bandeja con material aséptico por el suelo, algunos informes desparramados que aún flotaban a un palmo antes de posarse poco a poco en la superfície plana.

 

-- Está cerca -- musité. Acababa de producirse. Me agaché y toqué el pulso del cuello de aquellas dos mujeres; estaban vivas. Avancé hacia el interior de la sala de Sanadores. También estaba vacía.

 

Me asomé en la sala de reuniones. Vacía.

 

-- ¿Dónde te escondes, demonio? -- pregunté en voz alta, enfadada.

 

Las luces parpadearon de nuevo y se apagaron. Todo quedó a oscuras, así que levanté la varita y convoqué el Lumus para ver.

 

Tal vez no debiera haberlo hecho. Lo que vi, no me gustó nada.