Clinica Santos Mangos (MM B: 87868)

[Atem Yugi]

Austin se desconcertó un poco ante la reaccion del celador, sin embargo se podia entender la reaccion puesto las cadenas si no se sabia la historia previa se podia creer que era un pequeño profugo de azkaban y descendiente de Lord Voldemort...

 

Sin embargo el muchacho no tenia nada que ocultar y si era necesario diria la historia de trasfondo, sin embargo esprraba no divagar ni tardar mucho...

 

-Señor yo solo necesito algo para inflamaciones o hinchazones- dijo el muchacho de 10 años dirigiendo una de sus mss inocentes sonrisas

[Sagitas E. Potter Blue]

Celador en la Recepción:

 

El celador tenía hijos y, por un momento, vio reflejado en los ojos de aquel muchachito el desconcierto ante las palabras de un adulto. El celador es inflexible, pero se suavizó en el carácter al ver las cadenas y las heridas que provocaba. Le puso un brazo en el hombro.

 

-- Oh, pobre, pobre... Necesitas ayuda... Y no ayuda médica solamente... ¿Quién te tiene así encarcelado? ¿Te has escapado?

 

Hizo una seña a uno de los guardas de seguridad para que llamara a la Directora. No estaba seguro, pero entendía que esto era un tema para Asuntos Sociales.

 

--¿Cuántos años tienes, chiquillo? Dime tu nombre... Es para rellenar el documento de visita médica. Mira...

 

Le enseñó una carpetita donde había enganchado un pergamino.

 

-- Es mágico, en cuanto lo menciones en voz alta quedará escrito en él, así si es muy urgente, el historial clínico ya está rellenado. ¿Te duele? No te preocupes, enseguida te pasaremos a un box donde te cuidarán.

 

El celador se sentía conmovido por las heridas del muchachito. Eso de tener hijos traviesos le hacía tener un corazoncito que pocos conocían.

 

-- Pronto te atenderán, pero necesito estos datos:

 

Nombre:

Edad:

¿Mutua o Seguro Social?

Familia a quien avisar en caso necesario:

Antecedentes médicos:

 

Motivo de la consulta:

 

[Atem Yugi]

Austin se desconcerto al ver como habia cambiado de actitud el celador y en cierta forma le molesto bastante la forma en que el celador se dirigio hacia el.

 

El muchacho se sintio incomodo ante tanta lastima del celador y no sabia que hacer, vio la ficha que el celador le habia dado y se quedo mirandola por varios instantes...

 

-No, señor, no necesito yo ayuda mutua ni social- dijo el muchacho intentando controlarse- Las cadenas las llevo desde hace 2 años, culpa de una emboscada, no se me pueden quitar por lo que parece un hechizo de permanencia- dijo el muchacho intentando explicarse lo mejor posible al señor...- Lo unico que necesito es algo que me desinflame las muñecas...- dijo el muchacho- sea una crema, una pocion o algo por el estilo no importa, lo que necesito es que se me desinflamen las muñecas- dijo el muchacho suspirando lentamente...

 

-Hay algun formulario para eso o necesito esperar a la directora- dijo con un tono bastante serio para un niño de su edad- Tengo 10 años por cierto- dijo sonriendo y mostrando su blanca sonrisa con dientes perfectamente blancos...

[Sagitas E. Potter Blue]

Celador en la Recepción:

El celador frunció el ceño y se incorporó. ¿Por qué había pensado que el muchacho necesitaba su ayuda? Gruñó una disculpa y miró el historial clínico, vacío en demasiados campos.

 

-- ¿Diez años sólo? No puedes andar sólo por ahí -- replicó, ligeramente contrariado porque hubiera intentado acercarse a él y no le hubiera hecho demasiado caso. -- ¿En serio llevas dos años con esas cadenas?

 

El celador no sabía lo que tenía que hacer. Aquel era el trabajo de la recepcionista, pero estaba ingresada, según había oído. Y la directora estaba en una reunión familiar en la última planta. No sabía a quien acudir y algo le decía que si pronunciaba una frase más, el chiquillo se iría por donde había venido y le perderían el rastro.

 

-- Vale, vale, ya te entiendes con la dirección. Siéntate ahí un momento mientras la llamo para que baje a atender tu caso.

 

Le señaló una de las sillas de la sala de espera y después tocó un botoncito de la recepción: "Se ruega a la Señorita Potter Blue que se persone en Admisiones. Señorita Potter Blue. Admisiones".

 

Lo había visto hacer mil veces, esperaba que funcionara y que la directora bajara de donde estaba y atendiera al muchacho antes de que se fuera.

[Matt Blackner]

Miré hacia mi madre, pues no tardó en corroborar mi teoría. Yo había llamado a aquel ser por el nombre qeu solían usar en los pueblos y leyendas, pero se trataba de un Lethiford...claro, con aquel nombre desde luego daba mucho menos miedo qeu si lo llamabas Devorador.... aunqeu claro, si qeurías usarlo en historias para asustar a los niños era mucho más efectivo.

 

No tardó en ponerse a hacer conjeturas, donde debía haberse ocultado durante tanto tiempo y donde podría estar ahora. No tardó en acotar la zona a la planta tres, qeu en la actualidad se encontraba vacía, asi qeu el espacio se reducía a aquella planta y muy probablemente, el almacén.

 

Un lugar oscuro...arrugué la nariz un instante, la idea no me gustaba...no me gustaba estar a oscuras. pero era por la prima, por la seguridad del negocio. No iba a dejar qeu supieran que me daba miedo estar a oscuras, lo ridículo qeu me sentía por ella cuando ni siquiera a Ithilion le afectaba ya...

 

- Vamos prima, tranquila...seguramente te atacó por eso, estaba desesperado al no haberse alimentado en mucho tiempo, asi qeu atacó a quien primero tuvo a tiro, la recepcionista...hasta qeu te encontró a ti. - miré a Sagitas. - Cuanto más tardemos en cerrar la clínica más probable será que encuentre otra víctima...o peor, qeu se nos escape.

[Helike R V PB]

Escuché hablar a Matt atentamente. Sí, jamás había oído algo así, y eso que me había enfrentado a un montón de cosas. Algo de lo que no le iba a decir a Sagitas, para que luego dijese que era peligrosa o algo así para su hijo...

 

- mmm ..

 

- Seguramente algún paciente con suficiente energía lo ha invocado - algo improbable, pero ¿qué no lo era en el mundo mágico?

 

- Ni idea - susurré.

 

- Según mis chicas, la recepcionista también fue atacada por esa cosa. Una de las enfermas lo repelió con un patronus - informé a Sagitas.

 

<< Quizá la recepcionista aunque ante los demás tenga una pared, puede que sea más noble de lo que nosotros pensamos - me encogí de hombros con una sonrisa en la cara.

 

- ¿Cerrar al público? Sí, estaría bien. Sólo mantenemos los ingresos más graves, a los que estén más leves, podemos darles el alta inmediatamente - comenté.

 

Ciertamente la cosa que había mencionado mi tía pelivioleta había resonado en mi cabeza y en mi memoria... Pero no sabía en dónde. Sabía del ataque de ese ser en algunos pueblecitos de montaña en España, hace ya, mucho tiempo. Por supuesto yo no había intervenido, estaba fuera de mi alcance y tampoco era una salvadora de muggles.

 

- A mí me recuerda mucho a la leyenda de la Santa Compaña - dije, intentando que no se me escapase el escalofrío que me había producido al decir esas palabras.

 

- Vamos Sagitas, no tienes porqué conocer todos los secretos de la Clínica - dije de nuevo, en un intento de animarla- es cómo tú dices, quizá la desesperación fue lo que conllevó a hacer eso las últimas veces.

 

Ahora la prima Xell pareció reaccionar y pensé << tan buena que a veces pareces tonta>> Negó el calmante que le había ofrecido.

 

- Es como los dementores prima, atacan y atacan sin importarles ni nada ni quien están delante -le susurré para animarla.

 

- Yo puedo mandar a cerrar urgencias - sugerí cuando escuché a Matt - el resto de la clínica tiene que ser cosa tuya Sagitas. A mí no me harán caso si no una orden expresa tuya. Aunque estés de sustituta de Hayame - asentí con la cabeza.

 

- Podremos hacer algo... No sé, atraerlo y destruirlo, o enviarlo al otro lado, como hicimos con el fantasma del bufete ¿os acordáis? Algo parecido. Pero fuera del alcance de pacientes y trabajadores, sólo nosotros exceptuando Xell, tú tienes que descansar, primis - le avisé con la mirada y esperaba que al menos, no me replicase.

[Sagitas E. Potter Blue]

En la Dirección:

 

Me preocupaba la salud de Xell, así que permanecí con ella mientras era observada. Eso de que le hubieran absorbido el alma no era nada halagüeño, pues ella era buena y gozaba de bienestar, estaba bien alimentada, bien cuidada... ¿Pero qué sería de los enfermos? Si estaban en la clínica era precisamente por eso, porque estaban enfermos. Y "Aquello" se alimentaba de ellos y los hacía enfermar más y más. ¿Cuántos muertos naturales habían sido, en realidad, consecuencia del ataque de esa criatura?

 

-- Te atacó porque eres maravillosa, Xell, no lo dudes, pero también porque no tiene a nadie a quien atacar desde que se cerró esa ala... Debería haberlo previsto... Si hubiera sabido que existía, claro...

 

Matt y yo coincidíamos en todo hasta que llegó a lo del cierre de la Clínica.

 

-- ¡Oh, vamos, Matt! No puedo cerrar la clínica. Desplazaremos a todos los enfermos hacia otras plantas y dejaremos libres las superiores, sellaremos las inferiores y no podrá acceder a ellas. Le daremos caza y... ya está. Y ahora ya sabemos que los Patronus le hacen daño, lo repelen. Y tal vez debiéramos avisar a los de Criaturas del MM... No cerraremos urgencias. He dicho.

 

Pasé la mano por el brazo de Xell, quien descansaba justo cuando el altavoz dijo mi nombre y que me esperaban en Admisiones. Enarqué una ceja, enfadada. Aunque sabía que no me llamarían si no fuera preciso.

 

-- Está bien. Heliké, cuida de Xell y procura que se mejore. Después, como jefa de Enfermeras, ocúpate de que todos los enfermos sean desplazados a la planta baja y la primera. Dejaremos la segunda libre y así podremos tener una planta de margen por si se escapara de la tercera. Yo voy a la baja, a ver qué es lo que quieren.

 

Dejé la Dirección y tomé el ascensor directo hacia la entrada de la Clínica. Un vigilante estaba al lado de la recepción, con un gesto huraño. En cuanto me vio, no me dejó ni hablar.

 

-- Ese chiquillo quiere hablar con usted. Dice que necesita ayuda médica pero... -- susurros... -- tiene cadenas en las manos... Creo que deberíamos llamar a la policía mágica...

 

Me acerqué a él y le tendí la mano.

 

-- Hola, soy Sagitas Ericen Potter Blue. ¡Oh! ¿Tu no eres el chico de la Taberna de la Tía? ¿Qué haces aquí?

 

 

 

 

@@Atem Yugi

[Helike R V PB]

En la Dirección:

 

Al final, la idea de cerrar urgencias no le gustó nada a Sagitas. Lo entendía si pasaba cualquier cosa, no podrían ser atendidas las personas que lo necesitasen. En ésta ocasión no rebatí la idea de la "Directora".

 

- ¿Seguro que no quieres que os ayude? - pregunté, pero sabía que la pelivioleta se negaría y que quería que cuidase de Xell..

 

- Descuida, por mi parte no habrá problemas con ella.

 

Tendría que avisar a las cocinas para que le preparasen algo calentito a la prima, que parecía bastante débil por el ataque.

 

- Primis, ¿quieres comer algo? Tengo enchufe por allá - le sonreí con cariño- Matt si quieres tú también, para enfrentarse a esa cosa hay que tener fuerzas.

 

La verdad es que ese asunto me preocupaba bastante. Esperaba que las cosas no se pusiesen feas.

 

- Tranquila, daré las órdenes precisas en cuánto la prima coma algo. Le diré a una de las chicas que se ocupe de ella mientras me encargo de lo demás - comenté.

 

Vi que mi tía ya salía de la dirección y le envié un mensaje mental a Matt << ésto parece preocupante, me recuerda al ataque zombie del año pasado. Espero que las cosas no nos salgan de las manos >>

Editado 16 de Junio del 2015 por Helike Rambaldi Vladimir

[Xell Vladimir Potter Black]

El primo Matt me tranquilizaba. Pero yo no estaba convencida de estar libre de su presencia. Me parecía verlo por todas partes, por lo que me arropé más con la mantita, en el sofá, sintiéndome protegida por todos los presentes.

 

- Sí, cerremos la clínica.

 

La prima Helike dijo algo de unos santos que también habían sido atacados.

 

- ¿Los atacaron por ser santos? Yo no soy ninguna santa, aunque la tía diga que soy maravillosa – repliqué a mi prima. La apoyé. – Sí, cerremos urgencias. ¡Oh, no! Yo no quiero atraerlo, no quiero ser cebo, por favor.

 

Me imaginé que querrían que yo les ayudara, así que me arropé más aún con la mantita.

 

- Sí, voy a descansar aquí. No me pasará nada en la Dirección, ¿verdad, tiita Sagis?

 

¡Ay! La tía se negaba a cerrar la clínica y empezó a ordenar evacuación de plantas para ir en su búsqueda. Negué con la cabeza, yo del sofá no me movería.

 

- No contéis conmigo para esta aventura. No pienso participar en ella, primos – les dije, cuando la tía se fue porque la llamaban desde la planta de la entrada.

 

La primis me ofreció de comer y le dije que no, pero a la vez, sentí que la boca se me había agua.

 

- Bueno, prima, tal vez un poquito, algo ligero, para recuperar fuerzas.

[Helike R V PB]

En Dirección con Xell:

 

- ¿Santos? - y luego recordé ¡ah claro, la leyenda! - Eso es un mito de mi tierra, que no creo conviente contarte en éstas circunstancias, es más creo que te asustarías el doble. Quizá en otra ocasión.

 

- No primis - dije con cariño- no tiene nada que ver con eso... -Vi que a cada palabra que decíamos para atrapar esa cosa, Xell se arropaba más aún con la manta.

 

- Tranquila, no te usaremos como cebo. Además, que yo no lo permitiría y tía Sagitas tampoco - me puse de rodillas enfrente suya- es más, antes dije que te quedarías con una enfermera, pero la verdad es que no confío así que, lo haré yo. Intentaré que las órdenes de Sagitas se cumplan desde aquí sin falta de ir a abajo - le hice una carantoña. Llamé a un elfo de las cocinas de la clínica.

 

- Mira, quiero que le prepares algo caliente y sabroso. Una tortilla francesa, una sopa - fui enumerando- un flan de postre con mucha nata - y luego pensé - y también un chocolate caliente - para terminar- y trae una botella grande de agua mineral.

 

El elfo asintió con la cabeza pero antes de desaparecer, me dio la impresión de que me había puesto mala cara.

 

- Sé que es mucho, pero tu tía me ha dicho que cuidase de tí y eso es lo que voy a hacer - ahora puse mi trasero en el suelo con las piernas extendidas.

 

- Bien puedo hacer encantamientos protectores de magia blanca para que nadie entre aquí. ¿Recuerdas los cristales de cuarzo que usamos para atrapar a la fantasma del bufete? Pues son una poderosa energía que en cuánto se conectan crean un escudo protector - le dije con una sonrisa. La cuestión era ir a por ellos. ¿Dónde estarían?

 

- Así que quiero que en cuánto traigan la comida, te la comas toda y sin replicar, ¿entendido? - le comenté, pero cariñosamente para que no se sintiera que le estaba riñiendo... Sólo esperaba que pudiésemos cazar esa cosa y a tiempo.