Aethonan’s House (MM B: 103478)

[Helen Evans]

Con un movimiento de varita, quité el polvo y acomodé el letrero del lugar. Me detuve unos segundos a mirar la fachada con la mano sobre los ojos para evitar el reflejo del sol, recordando. Aquel negocio lo había fundado con Kirara hace muchísimo tiempo, había sido testigo de múltiples anecdotas con las mascotas e incluso había albergado risas de mi equipo de ese entonces, Groter, Arya, Bran... Sonreí ante los recuerdos. Era bueno finalmente animarme a desempolvarlos.

 

- Adentro está terriblemente sucio ¿Quieres que limpie?

 

Asentí a las palabras de Irri, seguía enfadada conmigo pero al menos había dejado de tratarme de "usted" aquella era una buena señal de que estábamos progresando y en algún momento volveríamos a ser tan confidentes como siempre. La elfina desapareció en el interior y me apresuré tras ella. No había rastros de Blondie, la elfina de Kirara. Esperaba que al ver el negocio abierto y funcionado, se animara a aparecer.

 

Los empleados habían respondido positivamente a la lechuza que les había enviado consultadoles sobre si deseaban retomar el trabajo y seguramente pronto llegarían. Gracias a la ayuda de Irri, todo estaba quedando impecable, la verdad todo marchaba mejor de lo que esperaba. Me senté en una de las mesas de la cafetería, todo sería cosa de tener paciencia y esperar que aquel local alguna vez próspero, volviera a ser lo que fue.

[Syrius McGonagall]

Matt McGonagall

 

 

No estaba hasta que punto lo que estaba haciendo resultaba extraño para los demás transeúntes del callejón, casi todo el mundo giraba al verlo pasar por su lado, incluso algunos magos y brujas curiosos asomaban sus cabezas desde las entradas y ventanas de las tiendas cuando pasaban frente a ellas.

 

En cierto punto el llegaba a sentirse incómodo por esas no buscadas miradas pero mientras Summer estuviera cómodo estaba dispuesto a mantenerse inmutable frente a todo aquella atención. Y no era para menos, si se trataba de poner desde el punto de vista de los demás claramente era algo peculiar en el poco peculiar Callejón Diagon.

 

Empezando por su forma de vestir, claramente en aquel lugar existía una gamma inconmensurable de estrafalarios trajes llevados por magos y brujas, quizás el de él no llevara cuernos, alas, cosas que se movieran o telas que cambiaran de color a medida que uno caminaba (cosas que había visto solamente después de caminar un cuarto de hora por el callejón) pero no era algo típico para los estándares británicos, sobretodo su sombrero estilo vaquero regalo de su abuelo.

 

La camisa a cuadros roja, los vaqueros algo gastados y los zapatos posiblemente no eran la gran cosa. Pero a pesar del sombrero y el conjunto “a juego”, lo que mas se llevaba las miradas era el propio Summer.

 

Un semental zaino con motas blancas en los cuarto traseros de unos cuatro año, era un caballo muy dócil cuando estaba en presencia de gente conocida, en este caso Matt su dueño. Estaba feliz de que hubiera llegado a Inglaterra desde su casa, lo extrañaba mucho y no esperaba el momento para que conociera su nuevo hogar en los amplios terrenos del castillo de los Evans McGonagall. Pero antes tenía que llevarlo a que un veterinario lo chequera, ese era el motivo por el cual recorría el Callejón Diagon llevando un caballo detrás.

 

Había escuchado muy buenas opiniones con respecto a la veterinaria a la que estaba por ir: Aethonan´s House. Aparte Helen Evans, familiar de Matt atendía el negocio hecho que le daba más confianza al castaño.

 

El local no parecía ser muy grande lo que le hizo preguntarse si era el lugar correcto para que revisaran a Summer. –Disculpen… ¿Hay alguien? – llamó ingresando medio torso desde el umbral de la puerta.

 

 

@@Helen Evans

[Helen Evans]

Wilmor Stiler

Era bueno que hubieran decidido reabrir aquel lugar, mi trabajo allí siempre había sido más que agradable y cuando lo dejaron así, sin más... ninguno de los empleados quiso hacerse cargo del lugar y todo se derrumbó, sin embargo cuando recibí la lechuza de Helen no dudé en aceptar, mi trabajo en un pequeño negocio en las afueras de la ciudad no era precisamente algo que hubiera querido seguir haciendo por mucho tiempo.

Pero a pesar de que todo estaba listo, el negocio estaba bastante quieto así que aproveché para relajarme mientras leía un libro que desde hace mucho tiempo quería terminar y esperaba así que mis compañeros regresarán de almorzar para que yo pudiera hacer lo mismo; además hoy tendría la chance de almorzar con Theresa y eso me ponía de un humor particularmente bueno.

 

Una voz desconocida interrumpió mi lectura y me apresuré a salir para ver de quién se trataba. Al verlo no pude evitar sorprenderme, era un joven que no conocía el cuál no se animaba a terminar de cruzar la puerta, pero lo que más me llamaba la atención era aquel extraño tipo de sombrero y de vestimenta ¿Sería algún extranjero tal vez?

 

- Buenos días, bienvenido ¿Podemos ayudarle en algo? - pregunté aún intrigado, acercándome más a él.

 

 

@@Syrius McGonagall

Editado 13 de Enero del 2019 por Helen Evans

[Litsy]

Necesitaba conocer el mundo mágico con más determinación, en todas sus matices y esto incluía los espacios más oscuros. Esa tarde no era diferente dejaría que el destino decidiera a donde dirigirse. Si bien, no contaba con suficientes galeones para realizar actividades más entusiastas pero por el momento se conformaba con las más simples. Todo lo que contenía ese lugar le causaba sorpresa, observar las dimensiones de los edificios la actitud de las personas y los objetos que se podrían encontrar. Pensar eso le hacía sentir emoción.

Su próxima visita sería la tienda de mascotas ubicada en una parte central del Callejón Diagón, a la vez la más concurrida. Había oído que en ese lugar podía encontrar una gran variedad de mascotas, aunque no eran expositores de criaturas mágicas, ella podía visualizar las diferentes características de cada una de ellas. El lugar actuaba a la vez como guardería para quienes no podían cuidar a las criaturas en épocas de trabajo.

Ella necesitaba conseguir un empleo y quizás la próxima acción que realizaría sería comprar una criatura en Magic Mall, y luego comprar accesorios. Sin embargo, aún faltaba para que eso fuera posible, aún debía realizar un análisis sobre cada puesto de trabajo para reconocer la finalidad de cada uno de ellos. Miró sus reloj, aún era temprano, aún así esto hizo que su velocidad aumentara. Debía llegar con tiempo si tenía la intención de evaluar a las criaturas.

—Es aquí —fue en voz baja y para sí misma, mientras visualizaba con determinación el exterior del lugar.

Podía ver por qué el lugar era tan popular, podía ver que tenía un aspecto perfectamente cuidado el cual podía brindar seguridad a los clientes. Quería saber cómo éste funcionaba, así que al entrar siguió visualizando el lugar con atención. Era perfecto para alojar, para vender artículos y brindar atención veterinaria. Sólo esperaba que algún cliente estuviera presente para que le ofreciera la oferta de precios.

—Disculpa —dirigiéndose a la persona que se encontraba del otro lado del mostrador—. ¿Es posible hacer un recorrido por el local? Estoy interesada en dejar una criatura de la familia por unos días.

Todo lo anterior resultaba una mentira, no tenía familia ni criatura, pero estaba interesada en conocer el lugar.

@@Helen Evans

[Helen Evans]

El emparedado sabía muy bien, definitivamente Theresa sabía hacer su trabajo; casi todo el personal estaba almorzando, lo que me dio tiempo de hacer un pequeño recorrido por la zona acuática, estaba preocupada de que, después del mantenimiento, el lugar no hubiera quedado del todo bien y pudiéramos tener algún problema futuro. Giré alrededor de los enormes tanques que acababan de limpiar, intentando buscar algo que estuviera fuera de lugar; sin embargo, y para mi alivio, estaba todo en orden.

 

Decidí que sería mejor si iba a hacerme cargo de los clientes así Wilmor podría ir a almorzar antes, sin embargo al llegar a la primera planta, vi que hablaba con un mago en la puerta así que decidí no interrumpir. Me senté detrás del mostrador cuando una jovencita entró al lugar, no veía que tuviera ninguna mascota con ella al menos no a la vista. Pero mis dudas se disiparon cuando me dijo que era lo que quería; medité por un momento... en realidad nunca habíamos dejado que se hiciera un recorrido por las instalaciones, pero tal vez había llegado el momento de cambiar esas reglas.

 

- Hola, mi nombre es Helen Evans, soy una de las propietarias del local. La verdad normalmente no hacemos recorridos, pero hoy está bastante tranquilo por aquí así que no le encuentro ningún problema, dime la criatura que piensas dejar ¿Tiene un hábitat terrestre, acuático o aéreo? Así podré saber mejor por dónde empezar el recorrido.

 

@Litsy

[Litsy]

— Es un Micropuff —volvió a mentir ya que fue la primera criatura mágica que cruzó por su mente.

Suponía que al ser pequeño podrían resguardarlo en un lugar especial donde se le brindaría un atención meticulosa cada cierto tiempo. Al imaginarse pequeñas criaturas de diferentes colores, quizás, no era del todo mentira lo dicho a Helen ya que tenía la necesidad de adquirir uno.

— Sin embargo, me gustaría conocer todas las áreas —agregó, de esa manera se aseguraría de no perder ningún detalle del negocio.

En el local no había muchos empleados, esto le abría la posibilidad de trabajar en ese local y generar nuevos ingresos. Además, el sitio parecía tranquilo y era una oportunidad excelente para conocer mejor el mundo mágico; y, mediante las criaturas mágicas, algunos secretos que contenía.Sin embargo, debía ganar la simpatía de Helen, la dueña del local, y con eso último creía que aún estaría lejos ya que a nadie le gustaban las mentiras.

— ¿Sabes? Éste parece ser un sitio acogedor—eso último era verdad aún le impresionaba las diferentes áreas que tenía el local y lo que generaba el ambiente en las sensaciones de las personas.

@@Helen Evans

Editado 14 de Enero del 2019 por Litsy

[Syrius McGonagall]

Matthew McGonagall

 

 

Un hombre se presentó y se acercó hasta Matt una vez el mago llamó por atención –Buenos días, Matt McGonagall – se presentó a su turno teniéndole la mano que tenía libre para estrecharla

 

-Me recomendaron esta veterinaria – se explicó dando un leve tirón de la rienda que llevaba en la mano izquierda haciendo que el hombre pudiera ver a Summer –Es solo para un pequeña revisión rutinaria, recién llegó desde Canadá – acarició el hocico del animal mientras esperaba la respuesta del mago.

 

-No se si atienden animales grandes, o solo mágicos – el local no parecía ser demasiado amplio desde afuera pero algo que uno siendo un mago aprendía desde pequeño era no dejarse llevar por las apariencias.

 

-¿Tienen algún espacio para ahora mismo? ¿O debo sacar fecha y hora? -

 

 

@@Helen Evans

[Helen Evans]

Miré algo extrañada a la joven, me sorprendía su insistencia en conocer todo el local... ¿No sería parte de un ataque planeado? Sacudí la cabeza casi de inmediato, no sé de dónde se me ocurrían esas ideas últimamente; había empezado a comportarme de forma extraña y paranoica últimamente, tal vez solamente necesitaba vacaciones o algo. Nunca habían habido ataques en Ottery. Miré nuevamente a la joven y sonreí, solamente estaba exagerando, lo mejor sería mostrarle el lugar ya que probablemente tuviera más de una criatura en su familia y se animara a atraer a todas aquí para descansar.

 

- Es algo extraña tu petición... pero ya que estarás acompañada por mí, no creo que haya mayor problema - Empecemos de arriba hacia abajo ¿Te parece? - le respondí indicándole las escaleras

 

De cierta forma, algo en ella me recordaba a Sherlyn cuando la conocí, pero no, no era ella. ¿Qué me pasaba últimamente? Entre la paraonia y mis delirios cualquiera podría pensar que necesitaba alguna clase de ayuda de San Mungo. Sonreí ante la idea de mudarme permanentemente allí. Al llegar a la planta superior me dirigí a la tercera puerta y la abrí mostrando un enorme espacio que simulaba a la perfección el aire libre. Varios juegos de diferentes tipos se encontraban allí.

 

- Adelante... ¿Cómo me dijiste que era tu nombre? - Pregunté haciendo que la bruja pasara primero.

 

De inmediato Kalency se acercó saltando. Levanté a mi pequeño conejo blanco en la mano, para acariciarlo un poco.

 

- Este es Kalency, mi conejo, este espacio es netamente recreacional. Aquí las mascotas pueden vivir tranquilamente, por supuesto hay zonas para cuidar que no se dañen entre ellas... pero hasta ahora no hemos tenido ningún inconveniente. ¿Qué te parece?

@Litsy

 

 

Wilmor Stiler

 

Al fin, cuando el joven dio un pequeño tirón pude ver que se trataba un caballo, un lindo ejemplar por cierto. Escuché atentamente y asentí a sus preguntas.

 

- Pase, pase - indiqué avanzando un poco.

 

No era la primera vez que algún cliente creía que no teníamos el espacio suficiente, pero la mayoría se quedaba sorprendido al ver la cantidad de habitaciones que teníamos en el lugar. Para empezar el vestíbulo, una vez dentro, el joven se dio cuenta de que su caballo entraba perfectamente en el espacio y eso sin contar que aún no había visto la habitación reservada a animales terrestres.

 

- La veterinaria ahora está en su hora de almuerzo, si no es una emergencia preferiría no tener que interrumpirla - dije con un ligero temblor, pensando en su reacción si me atrevía a interrumpirla - pero no debe demorar mucho más. Si gusta puede esperar mientras lleno la ficha de su mascota... ¿A menos que ya la haya traído antes?

 

El mago respondió negativamente a mi pregunta, por lo que me apresuré a sacar un pergamino del mostrador.

 

- Bien... ¿Nombre? Me dice que llegó de Canadá...¿Edad?

 

@@Syrius McGonagall

[Syrius McGonagall]

Matt McGonagall

 

 

Dentro el espacio era mucho mayor, el vestíbulo que funcionaba como recepción y a la vez como sala de espera era suficientemente amplio para que Summer pudiera entrar y estar cómodo, no chocaba ni rozaba ningún mueble y hasta tenía libertad para moverse, lo cual Matt agradecía mucho.

 

 

El castaño miraba al hombre que los atendía mientras este hablaba, se mordió el labio con desazón al escuchar que en esos momentos era la hora del almuerzo para los trabajadores de la veterinaria, Summer era un caballo tranquilo pero tampoco le gustaba estar mucho tiempo encerrado en una habitación que no fuera su establo.

 

Palmeó al caballo en la cruz mientras contestaba negativamente a la pregunta si había venido con anterioridad allí

 

-Se llama Summer, es un macho de cuatro años, es de Canadá en la Provincia de Alberta en las afueras de Calgary, nació en la granja que tenemos con mi familia, no tiene ningún enfermedad o problema reportables y no se que más agregar – terminó de decir mientras acariciaba el cuello del animal.

 

Summer se mantenía tranquilo observando todo el lugar con sus ojos curiosos.

 

 

@@Helen Evans

[Litsy]

Le emocionaba el hecho de recorrer el local de esa manera podría conocer la diferente especies de criaturas mágicas que podrían estar hospedadas en el edificio. Desde el exterior parecía un sitio donde resultaba imposible que acogieran criaturas más grandes, como dragones, por lo que suponía que debían tener una reglamentación a seguir.

Sin embargo, estaba consciente que en el mundo mágico lo que se visualizaban como espacios pequeños desde el exterior al verlos desde la parte interna u dimensiones cambian de manera considerable.

— Mi nombre es Litsy —la bruja poseía algo que le generaba confianza y haber comenzado la conversación con una serie de mentiras le incomoda un poco, por lo que decidió sincerare—: Gadnik —añadió su apellido para comenzar—. De hecho, no conozco a mi familia pero no estoy segura de que fueran miembros de la comunidad mágica.

Subió las escaleras a la par de Helen quien había sugerido previamente recorrer el lugar desde arriba hasta llegar nuevamente a la planta baja. Instante después encontraron una puerta la cual la dirigía hacía uno de los ambientes del local. Ingresó ante las señale de la propietaria. Al parecer se trataba de la zona donde guardaban a las criatura terrestres, ya que Helen mostraba a su conejo.

— Es un animal lindo —se dirigía a Kalency que en ese momento estaba en brazos de la otra bruja—. ¿Puedo tocarlo? —suponía que debía tener un pelaje sedoso y suave—. ¿Qué otras criaturas hay? —apartando su atención del conejo, comenzó a mirar hacía su alrededor en busca de algo más que lograra captar su interés.

@@Helen Evans

Editado 15 de Enero del 2019 por Litsy