Aethonan’s House (MM B: 103478)

[Fokker]

Fokker Crowley

 

La verdad, la verdad, la verdad, ni sabia que estaba haciendo en aquel lugar. Era obvio que alguna vez estuvo trabajando en ese lugar, pero desde que paso lo que paso con Helen, como que estar ahí donde tuvo su ultimo momento como novios, ese era el lugar donde le propuso matrimonio, bueno no exactamente en el local, pero fue luego de una conversación que termino con la pedida de mano y posterior boda. Si se ponía a pensar en toda la sucesión de hechos, parecía algo irreal.

 

Recordaba al mismo tiempo que revisaba algunas cajas buscando algunos implementos médicos que necesitaba la doctora de turno, conocía cada rincón del negocio lo suficiente para saber donde estaba cada cosa. Así que no tardo en dar con una caja, que llevo de inmediato al consultorio. ¿Pero porque regresó?, solo fue porque una de sus mascotas andaba enferma, y ya que no conocía otro lugar...

 

Seguiría envuelto en sus recuerdos pero el sonido de una moneda sobre el mostrador no lo dejó, ¿Tan abandonado estaba el lugar que no había personal que atendiera? Sonrió, porque sabia la respuesta.

 

—Buen día, ¿en que lo puedo ayudar?— preguntó, a aquel hombre de cabello largo, que contrastaba con su cabello corto, al igual que en su vestimenta, el Crowley llevaba una camisa celeste, pantalones y zapatos negros.

[Groter Shulton Granpié]

Groter Shulton Granpié

Al hombre que salió a atenderme estaba seguro de que lo conocía, lo había visto con Helen mas de una vez, pero como tenía tanto tiempo sin ver a Helen no sabía si el seguía siendo su novio, cualquier pregunta que hiciera podía poner las cosas incomodas, si el ya no estaba con ella me sentiría mal preguntandole cosas.

 

- Buen día, acabo de traer un par de hermosos lobos de Alaska blancos, unos cachorros en realidad. - Le contaba mientras jugaba con la moneda sobre el vidrio. - Quiero conseguirles algo de alimento, instrumentos de limpieza, algunas cosas de estética, debo cuidarlos bien, son unos pequeños muy traviesos. - Podía parecer que hablaba de ellos como si fueran humanos, pero al ser licantropo me sentía conectado a ellos.

 

- Por eso vine, tal vez pueda ayudarme a buscar algunas cosas. - Parecía cambiado, tenía incluso mas tiempo sin toparmelo, que el que tenía de no ver a Helen y esos eran muchos meses, miré al rededor, pero el lugar era grande, no había mucha gente, así que el no tendría problema en ayudarme.

[Fokker]

Escuchaba atento al hombre, y pudo notar como le brillaban los ojos al hablar del par de cachorros, obviamente eran su mejor "adquisición" aunque la palabra sonara feo. Hace algún tiempo entendió que cualquier criatura no se adquiría, en realidad ellos decidían adoptarte como su amigo, pero para ello necesitabas ganarte su confianza primero. No sabia mucho de lobos, pero si donde buscar cada cosa.

 

—¿Alaska, eh? Los lobos son unas criaturas increíbles...— dijo mientras anotaba el pedido en un pergamino por si acaso se le olvidara algo —...realmente, cualquier criatura es genial. Si no estoy equivocado, creo que tenemos todo lo que necesita, solo necesito saber cuanto tiempo tienen, para ofrecerle el tipo de comida adecuada.

 

Sin embargo, así como noto en su mirada el aprecio que sentía por el par de lobeznos, también descubrió esa mirada intensa como si lo conociera, o algo parecido. La verdad Fokker no lo vio antes en su vida, claro que tampoco era alguien muy social que digamos, pero quizás se hubieran visto en algún otro lugar, como la Magic Mall, lugar donde hace algunos meses hubo laborado. Decidido a salir de dudas, soltó la pregunta

 

—tengo una duda ¿nos conocemos?

[Groter Shulton Granpié]

Groter Shulton Granpié

- Perfecto, entonces podré comprar todo aquí. - Le contesté, sabía que tendrían las cosas que necesitaba en este lugar. - Van a cumplir un par de meses el próximo martes, son unos cachorros muy lindos. - Juguetones y hambrientos, sobre todo hambrientos, sonreí al recordarlos, eran buena compañía.

 

- Si que son criaturas increíbles y deberías verlos comer, se vuelven mas increíbles cuando un par de cachorros comen como pazos sin fondo. - Una pequeña broma para sociabilizar, me caía bien el sujeto, ahora estaba seguro de que era la pareja de Helen, al menos lo había sido, de verdad tenía tiempo sin verla.

 

- Soy Groter, muy amigo de Helen, creo que nos hemos visto algunas veces... - Entonces el también me conocía, era bueno porque así ya no quedaban dudas, aunque ni siquiera estaba seguro de su nombre al ser alguien con quién había coincidido podría preguntarle por Helen y cosas por el estílo.

 

- Tu y yo deberíamos ir a tomar algo uno de estos días, para platicar un poco. - Le solté, mientras recordaba, si no me equivocaba lo había visto en alguna mansión incluso en algúna gala acompañando a Helen, pero en realidad nunca habíamos cruzado ni una palabra, era un buen momento para hacerlo.

[Fokker]

—¿Dos meses? uhmmm, entonces necesitaran un tipo especial de complemento en sus alimento, para apoyar su crecimiento, y algunos refuerzos, para evitar que sufran alguna afección— ni el mismo se creía que sabia todo ello de lo que hablaba, por una parte debía agradecerlo a Helen, ella es una buena maestra. Un elfo se acercó y Fokker terminó de anotar los últimos datos y le entregó el pergamino para que se encargara de surtir el pedido.

 

—jajaja, es natural que parezcan pozos sin fondo, es el momento cuando mas necesitan comer para recuperar todas las energías que gastan jugando entre si— replicó animado y con una sonrisa, aun recordaba al par de cachorros que adquirió ya hace mucho, la verdad que fueron sus momentos mas felices, verlos crecer y todos los problemas en los que se metían. lo bueno es que los jardines de la mansión Rambaldi eran amplios.

 

La conversación se desvió entonces de los cachorros y su crianza a una mas personal. Como pensó, ambos se conocían aunque en la vida hayan cruzado palabra alguna. En una de las tantas conversaciones con la Evans, él conocía de varios de sus amigos, claro si por conversaciones se refería a uno de sus tantas peleas y posteriores reconciliaciones.

 

—Así que eres Groter, pues debo decirte que Helen me contó algunas cosas sobre ti, ninguna mala por si lo preguntas jajaja. Y bueno por si ella no te contó nada de mi, soy Fokker su mejor amigo del Hogwarts, eterno novio y odiado esposo— las palabras "odiado esposo" las acompaño con un dejo de tristeza, pero a la vez de aun no creérsela. Como siempre decía fue algo tan hermoso casarse, pero mucho premio para él. Al contraste de eso, prefería ser su eterno novio.

 

—Pues claro, por mi no hay problema, cuando quieras, si es que no tienes inconveniente, puede ser ahora mismo—

 

Conocer un poco el entorno de su esposa seria interesante. Una porque como ella misma se lo dijo en una de sus tantas "platicas", él no conocía mucho del lado de ella, de su familia y amigos. No porque no le interesara, solo que no se había dado la oportunidad. Al contrario, que el Crowley de un modo u otro, no tardó en presentarle a toda su familia, claro que sin querer en un campamento mágico al que parecía que tooooda su familia había decidido asistir sin avisarle, y donde él se le declaró.

 

El elfo volvió con todo lo que estaba anotado en el pergamino y lo dejo sobre el mostrador. Fokker tomo el paquete, y saco algunas cosas

 

—Bien, esto son algunos complementos vitaminicos necesarios, y algo de medicina preventiva— tomo una frasco mediano y unas bolsitas de polvo blanco, para sacar un paquete mas grande —y esto son los utensilios de limpieza y estética— y señalo un ultimo paquete mediano— y esto algunos juguetes, para que se diviertan, esto ultimo va de regalo de parte de Helen y mía creo, porque supongo que si no está feliz de que los regale de su parte, los terminare por pagar yo, jejeje. Creo que es todo lo que pediste...

Editado 17 de Octubre del 2015 por Fokker

[Groter Shulton Granpié]

Groter Shulton Granpié

Sabía mucho sobre el cuidado de los cachorros, con suerte iba a aprender una o dos cosas de él que le servirían para cuidar a las pequeñas criaturas, un elfo llegó para buscar todo lo que le había pedido al hombre que me estaba atendiendo, claro que me gustaría platicar con él, con suerte se me pegarían un par de conocimientos.

 

- ¡Claro, Fokker! - Lo imterrumpí y dejé que terminara de contarme. - Claro que me contó sobre tí, pero yo nunca he sido bueno en recordar nombres, apenas y recuerdo como atarme las cuerdas de los zapatos cada mañana. - Bromeé riendo un poco para amenizar la converzación, me caía bien.

 

- Debes estar bromenado. - Me refería a lo de odiado esposo, no podía imaginarme a Helen así. No la había conocido en la academia, la había conocido hasta que entré a la Orden del Fénix, no sabía demasiado sobre su pasado. - Perfecto, lo siento es que no sabía si seguían siendo pareja y todo eso, no quería que la cosa se pusiera incómoda. - Era verdad, no me gustaba lo incómodo.

 

- ¿Ahora mismo? Si, es una buena idea, aunque deberás recomendarme un buen lugar, que tiene mucho tiempo que no salgo y no conozco mucho, ha cambiado esto bastante. - Podría platicar y saber mas cosas de su vida con Helen, también conocer a la persona con la que Helen se había casado.

 

Escuché todo lo que me decía y ponía atención en cada cosa que me iba explicando, comida, medicina, juguetes, limpiza, regalo y vitaminas, claro ya todo estaba guardado en su mente, aunque esperaba que todo tuviera etiqueta para que si lo olvidaba Kronoterun pudiera leerlas.

 

- Muchas gracias, que buen detalle... - Venía por algunas cosas y hasta con regalo había terminado. - Si, creo que eso es todo lo que te había pedido, ahora dime cuanto te debo y con gusto lo pago, luego el trago. - Reí sacando mi cartera para pagar la cuenta de todas la cosas que necesitaba.

[Samantha Sokal]

Samantha entró a la veterinaria con Lisbeth en brazos. Su nueva gatita Bengal de 2 meses de edad. Como su mejor amiga de la universidad era veterinaria tenía muy en claro que era lo que debía hacer. Como vivía en un gran castillo le permitiría cazar y andar por su gusto hasta que tuviera el primer celo, luego la esterilizaría, no quería llenarle la casa de gatitos mestizos a Lizzie, no creía que ella se lo agradeciera.

 

Pero esto era para mas adelante. Ahora Lisbeth solo quería mimos y juguetes. Y una poción antiparasitaria. Sabía que en el mundo muggle estas se vendían sin receta, o que la receta de ella como médica servía para comprar Mebutar o Nemasole, medicamentos de un laboratorio para humanos pero que bien se podían usar en animales.

 

Por otra parte sabía que necesitaba su primera vacuna, la Triple felina, teniendo en cuenta lo que sabía acerca de la vacuna de Leucemia jamás permitiría que a Lisbeth le aplicaran algo que aun se consideraba peligroso.

 

Se acercó al mostrador y preguntó por la o el veterinario de turno, al tiempo que miraba los juguetes para gatos que había a la vista.

[Fokker]

—Nos pasa a todos jejeje— pronuncio en referencia al comentario del Shulton en olvidar todo, el mismo era malo en recordar fechas y rostros. Y el mismo hecho de que el olvidara muchas cosas, lo pusieron en la situación en que estaba ahora con su esposa. En fin, parecía que la idea de tomarse un par de copas por algún sitio del callejón Diagon era del agrado del joven.

 

—No es nada incomodo hablar sobre tales cosas, no te preocupes, supongo que al saber que eres su amigo, pues me dio cierta confianza de hablar abiertamente de ello. La verdad no se me ocurre un buen lugar ahora, en todo caso podría ser el primer bar que veamos abierto—

 

De verdad que se sentía en confianza con Groter, como si lo conociera de siempre, por lo menos podía decir que Helen era mejor escogiendo a sus amigos, porque si hablaba de los suyos, tenia que enumerar a todos aquellos que lo querían matar.

 

—Por mi no te cobraría nada, pero como el negocio no es mio, pues...— anoto y saco las cuentas en un pergamino que entregó al hombre, no era mas que algunos galeones —... eso seria todo. Y a ver si traes al par de cachorros un día de estos para conocerlos.

 

Una joven de alta de cabellos rubios entró entonces al local (@@Samantha Sokal), Cygnus entonces se disculpó con Groter, no paso por alto que traía una hermoso gatito en brazos.

 

—Buenas, tiene un hermoso ejemplar ahi. Uhmmm la veterinaria esta atendiendo un hipogrifo en este momento, pero no se preocupe será unos cinco minutos lo que demoré. Por ahora me gustaría saber que es exactamente lo que necesita el gatito.

 

Sacó un pergamino donde estaba listo para anotar el nombre, sexo, especie, y el tratamiento que se deseaba realizar. Una a una, el chico hacia las preguntas para completar los datos en el mismo.

[Groter Shulton Granpié]

Groter Shulton Granpié

Fokker era muy agradable, era sencillo hablar con el, como si ya hubieramos tenido miles de conversaciones antes, era sencillo. - Bien, entonces cuando termine tu turno en este lugar podemos vernos en algún local para beber algo. - Esperé a que me dijera cuanto le debía para sacar el dinero.

 

- Bien, veamos... - Saqué en mi cartera y busqué los galeones necesarios, tenía unos cuantos en la bolsa, así que reuní el dinero y volví a contarlos, luego se lo entregué. - Bien, aquí está el dinero y no te preocupes es un negocio, bien los traeré la siguiente semana para que los conozcas. - Tomé las cosas que me había dado.

 

- Bien, entonces nos vemos cuando termines de trabajar para buscar algún lugar agradable. - Me despedí y ví que ya que tenía mas clientes decidí retirarme y llevar las cosas a casa, a darselas a Kronoterun, para que atendiera a los cachorros y luego sacarlos a pasear, después de que comieran.

[Fokker]

Groter decidió retirarse, así que volvió a interrumpir la conversación con la joven para despedirse formalmente de él. La conversación fue sumamente agradable que esperaba repetirla. Se alegraba que Helen tuviera un amigo así. Esperaba ganarse su amistad también. Recogió los galeones sobre el mostrador de cristal y los guardo en la caja correspondiente.

 

—De acuerdo, entonces nos veremos mas tarde, y cuida bien esos cachorros que estaré esperando conocerlos.

 

Dijo con una sonrisa, para volver la atención a la gatita y su dueña, estaba familiarizado con criaturas normales, porque el poseía una gata también, muy traviesa, pero gracias a las vacunas y demás cosas que recibió justo en aquel establecimiento, antes de que trabajara en el mismo, ella estaba a salvo.