Casita Snape (MM B: 104851)

[Hayame Snape Potter Black]

En aquellos momentos el elfo de Hayame, Czésar hizo su aparición en la planta baja y a como podía debido a su estado de anciano arrastró un taburete en dirección de donde colgaban las pinturas arriba de la chimenea de la estancia y sin más, estiró los bracitos hasta que nuevamente pudo girar el retrato de Severus Snape que vió a la criatura con un gesto tan negro como sus ojos; pero el viejo elfo estaba acostumbrado a hombres mucho más duros por lo que tan solo inclinó suavemente la cabeza para después darle una mirada a la niña que estaba sentada malcarada en el piso de la pintura.

-Ya, ya... -dijo el elfo sonriendo con amabilidad al tiempo que sacaba un pequeño pañuelo de su mandil y lo pasaba por aquel cuadro como si estuviera secando las lágrimas de la jovencita en este- no sucede nada malo, Czésar ha llegado... porqué no le dije al viejo Czésar si puede ayudarla a sentir mejor?

Inquirió cerrando sus enormes ojos con gesto grato a lo que el señor oscuro en la pintura de al lado hizo una mueca de desagrado como si no pudiera creer que semejante criaturilla se atreviese siquiera a ofrecerse para consolar el alma de una bruja, sin importar que fuese Gryffindor o que la considerase de menos clase; iuk, seres de la luz, era algo que al señor oscuro lo traía con fastidio, después de todo hasta sentía mancillada su pintura por tener que estar a un lado

-Nagini -hizo una mueca y la serpiente pintada sobre sus hombros sacó la lenguecilla emitiendo un silbido bajo- los magos y brujas ya no son como antaño... y hayame ya deja entrar a cualquiera a su casa...

Off.- Ash... no es necesario etiquetarme dos veces, olvidé añadirlo en el off y de paso, gritártelo hasta la sala hahaha pero no quiero gritar x'D

[Ashley Peverell]

La niña abrió mucho los ojos y pareció comenzar a boquear ante el atrevimiento de aquel sujeto calvo que no parecía sentir ningún agrado por ella. Pero claro, lo conocía de los retratos en aquel castillo que tenía muchos libros e información de los magos malvados ¡era el terrible Voldemort, el sujeto que asesinaba personas indiscriminadamente!

Se puso de pie con aire ofendido y alzó la cara para mostrarle orgullo.

-Pues no lo siento señor, porque mi hermana es una persona cariñosa aunque a veces algo gruñona que tiene gran cariño por sus amigos y familiares y nos protege de todo mal, como lo es usted

Movió la cabeza de manera afirmativa para voltearse después a ver al elfo y sonreírle con gran cariño y unos ojos tiernos que pocas brujas podían imitar. Que cuando se trataba de convertirse en un rayo de sol, la bruja rubia sabía que era su máximo poder y que podía explotarlo de forma muy personal.

Además, quería mucho a los elfos domésticos.

-Eres muy amable querido Czésar

Se tomó los bordes del vestido e hizo una venia a la preciosa criatura mágica.

[Hayame Snape Potter Black]

Los ojos rojizos del Señor Tenebroso se estrecharon al escuchar a aquella impertinente bruja

Si tan solo estuviera en su poder, un Avada Kedavra no le habría bastado para sentirse satisfecho y encargarse de desaparecerla con un gran sufrimiento de aquel mundo para después, tomarla como ejemplo para aquellos que osasen atreverse a faltarle al respeto; el mago oscuro levantó una mano de blancos dedos y comenzó a acariciar la cabeza de su adorada serpiente en completo silencio aunque la figura del maestro de pociones parecía haber detectado el peligro y ahora por inercia, se colocaba en la entrada de su cuadro.

Vamos, Severus no era un santo pero de todas maneras sabía actuar cuando se trataba de críos como esa rubia

-Hayame parece que sigue bastante entretenida... en el piso de arriba -musitó el hombre de cabello negro alzando la mirada mientras que el elfo continuaba haciendo reverencias hacia la niña como si quisiera agradecer de aquella manera las atenciones de esta hacia su persona

-Czésar se siente honrado de las palabras de la señorita -aseguró aún agachado sobre el taburete hasta que finalmente se enderezó y volvió a sonreír- pero le sugeriría no gritar o enfadarse, el ama Hayame se encuentra en estos momentos intentando averiguar porqué la jóven ama Sagitas esta lanzando hechizos a su techo

Dijo para luego, levantar la mirada haciendo una mueca y entonces, la pintura de Snape se adelantó y pareció querer asomarse hacia arriba con expresión alarmada

-Que le están haciendo a mi techo qué!!?

[Sagitas E. Potter Blue]

Mi risa sardónica ante la cara del elfo desapareció al instante en cuanto sentí mi nombre a gritos. Y no solo mi nombre entero sino también el apelativo de Payapupas, un apodo que sólo conocía Reena y mi hermana Haya. Así que...

 

-- ¡Dioses! -- le pregunté al elfo. -- ¿Mi hermana está aquí?

 

Me puse a temblar y ni ganas de huir me quedaron. Allá, quieta, esperando la tormenta. Y no me refería a que fuera a caer agua de lluvia por el burejillo del techo sino que Hayame iba a explotar y me iba a hacer picadillo por mi atrevimiento.

 

-- Fue sin querer -- dije, en mi defensa. -- Yo no... Yo no puedo explicar... Seguro que fue el elfo.

 

El estrépito de más tejas al caer y arrancar un pedazo más de techo me hizo callar. Los ojos de Hayame eran rojo fuego.

 

-- ¡Glups...! Esto... ¿Hola? ¿Qué tal tu viaje de vuelta, hermanita? Yo...

 

A lo lejos, alguien grita llamando "hermana" a mi hermana. Me enfadé y me crucé de brazos, encarándome con ella. Desde allá yo escuchaba las voces de los cuadros, reconocía a Voldy y al anterior patriarca de la Snape (sí, tengo un oído más fino que Haya, lalalala), gritándose entre ellos con aquella voz femenina.

 

-- ¿Te has traído una hermana de competencia desde el extranjero? ¡Yo tengo el privilegio de ser hermana! ¡¡Ella es una impostora!! ¡Ahora mismo me la presentas que le voy a tirar del pelo por usurparme mi puesto.

[Hayame Snape Potter Black]

Una enorme gota de sudor cayó por la nuca de la vampiro al ver como se le habían volteado las cosas en aquel momento y todo por la intervención de la voz de la Ketchum que a saber de los dioses que tanto estaba escandalizando en el piso de abajo; y ni siquiera era la verdadera, era solamente una manchita de retrato!!

Sus ojos se movieron de Sagitas delante hasta el suelo donde descansaban los restos de la casa y de ahí al agujero que iba a tener que reparar pronto so riesgo de que se metiera toda la lluvia por ahí

Se colocó una mano en la cadera y se cubrió los ojos con la otra mano

-No es ninguna "hermana" extranjera... de hecho ni siquiera está aquí, no se como consiguió su retrato pasar de las ruinas de su castillo hasta mi casita...

Gruñó

-Como las especies invasoras- se rió de su propio chiste para luego, suspirar y ver a su hermana- vamos... sí la conoces!! Ella también es ciudadana de Ottery, tenía un enoooorme castillo pintado de rosa fuerte y a veces ibn algunos magos a jugar con ella por esa serie muggle de los monstruitos... es mas!! nuestra madre Antara la había adoptado también hacía mucho tiempo... no lo recuerdas?

Dijo al rememorar como la había presentado en otra fiesta y como la niña se había enamorado de la Orden del Fénix al conocer a la mujer alta que solía ser líder

-Vamos, te llevo a ver su pintura aunque te advierto, grita mucho -aseguró para después, fruncir el ceño- y de ahí me vas a ayudar a reparar ese techo señorita!

[Sagitas E. Potter Blue]

Es super curioso como soy capaz de pasar de un estado de ánimo a otro. Ahora mismo estaba tan furiosa que si Hayame se acercaba la arañaría en la cara por traerse una hermana nueva vete a saber de dónde de su viaje al extranjero. El miedo que había sentido al verla cuando justo acababa de reventar el techo de su casa se había evaporado al sentir la voz de una niña repipi (tenía que serlo, ¡tenía que serlo!) que se hacía llamar su hermana.

 

-- ¿Retrato…? ¿Qué retrato… ¿ ¿Acaso me tienes a mí en un retrato? ¿Por qué a ella sí y a mí no? ¿Es que a ella la quieres más que a mí? ¿Es qué ella vale más que yo…?

 

Sí, lo sé, sueno muy raro cuando estoy celosa. Y es que todo lo que sonaba a mi hermanita linda me daba envidia porque la quería mucho y no soportaba que nadie la quisiera más que yo. Así que montaba pataleta por un amor fraternal que pensé que me correspondía a mi y que regalaba a una desconocida.

 

-- ¡Dame mi varita, que voy a diffindo-iar esa tela zarapastrosa para que se le olvide el llamarte hermanita!

 

¿La conocía…? ¿Antara la había adoptada como hija…? Le eché una mirada suspicaz. Intentaba colármela. Seguro… Hum… ¿Una mansión rosa…? Sí… Puede que sí… En mis inicios en el pueblo… Cuando llegué dentro del carromato del circo… Sí… Creo que sí… O tal vez no… Me crucé de brazos y fruncí los morros.

 

-- No lo recuerdo.

 

Si es que, cuando quiero, soy más tozuda que el Tato. Me hice la remolona.

 

-- No quiero verla… -- mi tono, sin embargo, era menos seguro. ¿Hija de Antara…? Entonces era mi hermana. – Bueno, voy, pero aún no la reconozco como hermana. – Brazos cruzados, mirada altiva… -- Y yo chillo más fuerte.

 

La iba a seguir pero entonces gruñí de nuevo.

 

-- ¡Qué te ayude ella a reparar el techo, ya que la quieres más que a mí!

 

Pucheritos mientras la seguí a conocer (o re-conocer) a la hermana nueva.

[Hayame Snape Potter Black]

Hayame alzó una ceja al ver la actitud que estaba teniendo su hermana y ladeó suavemente la cabeza, intentando comprender el porqué de sus enojos respecto a la otra hermana

Digo... claro que conocía a Ashley, por supuesto que sí!!

Y no era porque la consintiera más a una que a la otra o estuvieran más pegadas y esas cosas que Sagitas decía y que gruñía al respecto, dándose un aspecto verdaderamente temible...

Dejó salir un gemido con un nuevo tic, inclinándose un poco hacia delante y bajando los párpados a la mitad

-Ericen... .dijo despacio- no tengo un retrato de ella en esta casa. Ella ha venido a invadir el retrato de Severus desde su propio retrato en las ruinas del castillo Ketchum, que era donde vivía- explicó- ni yo sé como lo hizo dado que no se supone que los retratos puedan irse así nada mas en un sitio donde no hay uno... pero lo ha hecho

Inspiró profundo y comenzó a caminar hacia el piso de abajo, escuchando el crujido de la madera al pasar

-Me ha estado gritando desde que llegó y no tengo ni idea de porque... supongo que esta enojada porque le han demolido la casa...

[Sagitas E. Potter Blue]

Yo misma me daba cuenta que mi actitud era ridícula, infantil, inmadura y poco apta (por no decir nada) para un Guarlo, pero me era igual. Haya era mi hermanita y no podía permitir que se la llevara otra... ¡otra fresca! Si quería mimar a alguien, que fuera a mí. La seguí por el pasillo, evitando romper más tejas de las que aún caían al suelo. Hayame era capaz de hacérmelas pagar y yo soy de las que aprovecho, si eran fáciles de arreglar, pues eso que me evitaba pagar.

 

Sí, soy tacaña, ¿y qué...?

 

Parpadeé algo confusa por lo que me decía sobre el cuadro. Bueno, por su tono también; cuando Haya baja la voz, es que es diez veces más peligrosa que cuando chilla. La conozco muy bien. Además, eso me obligó a escucharla porque hablaba flojito. Y si encima usa el nombre de Ericen... Es para echarse a temblar.

 

-- ¿En el cuadro de Severus? ¡¡Qué morro tiene!! A mí no me deja...

 

Bueno, tampoco era una pintura pero bien cierto era que Severus me trataba con una indulgencia prepotente que me irritaba, algo que permitía porque era el novio..., marido..., hem..., pareja de mi querida hermanita.

 

-- ¿Y cómo pudo pasar de un castillo a otro? -- ahora la curiosidad era más fuerte que el enfado así que apreté el paso para alcanzar a mi hermana. -- No recuerdo qué le pasó al castillo Kepchut, sólo sé que fue destruido -- sí, bueno, había dicho mal el nombre pero era un ligero error para enfatizar mi aún enfado.

 

Empecé a sentir lástima lo que me hacía sentir algo canalla por mi actuación anterior.

 

-- Pobrecilla, no tiene donde ir... Sería bonito que le regalaras un marco donde cobijarse, ahora que no tiene pared de castillo propio. -- ¿A qué a veces era buena? Pues no tanto. -- No vaya a ser que te robe el novio. Que se empieza compartiendo marco y se quedan con todo.

[Hayame Snape Potter Black]

"Kepchut??"

Los párpados sobre la mitad del ojo de la chica mientras que veía de reojo a su hermana le daban un aspecto gracioso por la manera en que reflejaba en su rostro el hecho de que dijera el nombre de aquella forma sin saber si era a propósito o si había errado ya que en sí el apellido ese que cargaba la rubia era uno bastante extraño y no era como que todos los magos se lo pusieran; especialmente sabiendo la vampiro que mucho de ello tenía que ver con esas caricaturas muggles que la chiquilla veía en los televisores, ahora que lo pensaba debería de empezar a pensar en alejarla de esos aparatejos aunque secretamente a la propia Hayame le gustasen las novelas de dramas.

Tal vez con eso de que le gustaban las peleas y se reía a carcajadas cuando veía a dos actrices muggles agarrandose de los pelos por un tipo que no les hacía caso a ninguna y siempre terminaba quedandose con la sirvienta

Si, definitivamente las historias muggles eran locas y graciosas

Pero entonces la vampiro dió un traspies y giró su rostro para ver a su hermana con un tono de piel completamente pálido, todavía más a pesar de su condición de no viva pero era evidente que algo en aquella conversación la había alterado

-Que dices??

El tono de voz le salió más chillón de lo que esperaba

-No, no, no... Severus no podría fijarse en ella, Ash es rubia, chillona y encima Gryffindor... me dices que de todas maneras la pintura de mi querido y obligado marido podría terminar fijándose en la cría esa!!??

Se puso las dos manos en la boca y abrió los ojos de una forma tan grande que parecía que le iba a dar un ataque al corazón

[Ashley Peverell]

"¿Kepchut?"

La niña en la pintura tenía una expresión bastante fuerte de indignación por las voces que estaba escuchando que se acercaban cada vez más a dónde ella se encontraba todavía intentando razonar porque no había sido su hermana mayor la que ya había ido a recibirle, no le molestaba el elfo doméstico que había sido muy educado con ella y la estaba tratando bien y que además le había secado las lágrimas con suavidad de forma que nada se despintase.

¿Pero que alguien un poco más allá estuviera diciendo cosas malas de ella y que la mayor no la defendiese?

Se cubrió los ojos con ambas manos y comenzó a llorar con fuerza y a lágrima viva, sentándose de nuevo en el piso del retrato sin ver al hombre que era el que vivía ahí.

-¡Mi hermana mayor ya no me quiere y no me defiende ni me protege y muy pronto voy a morir con los hechizos que me tire su otra hermana que todavía no conozco y que es más famosa que yo!

Empezó a llorar con mucho mas fuerza y se imaginaba por dentro que la pintura que ahora estaría formando las largas lágrimas que correrían por su falda terminarían pintando alguna especie de cascada que se saldría del marco y terminaría sobre la chimenea.

Aunque si lo pensaba de un modo mucho más divertido entonces sería pintura lo que terminaría por manchar el piso de madera o las alfombras y toda la chimenea ya no podría encenderse.

Ella no era mala, ella era un sol pero una pequeña hada traviesa que tal vez aparecería en su hombro la estaba empujando a quizás ser un poquito traviesa con la hechicera pelirroja y su acompañante.