Casita Snape (MM B: 104851)

[Hayame Snape Potter Black]

El hombre en el retrato hizo una fría mueca observando a aquella mocosa impertinente que se pensaba que por ponerle una expresión tierna y luminosa, iba a poder con él; se cruzó mejor de brazos cubriéndose bien con las largas capas que eran parte de su atuendo y un gruñido bajo y oscuro salió de entre sus labios

En verdad que esa niña no tenía realmente idea de quién era? de lo mucho que le desagradaban esas características en las personas y especialmente en los Gryffindors??

(Porque Severus Snape era capaz de oler a uno a kilómetros de distancia)

Sus ojos negros buscaron con frialdad a Hayame que en ese instante abrió mucho sus ojos y sacudió la varita para hacer aparecer una taza de cafe y comenzar a beberla, mirando en otra dirección aunque era obvio lo que aquel hombre pensaba y deseaba que hiciera la pelirroja, que tragó un poco de aquel líquido caliente sin despegarse la taza de los labios

-Y bien?

Inquirió el Snape de muy mal humor mientras que Hayame bajaba sus párpados a la mitad de forma esquiva y seguía observando hacia un lado

-Y bien qué?- musitó por lo bajo la chica- yo no permití el hechizo que hizo que Ash pudiera aparecerse en tu pintura, no podría de ninguna forma...

Dijo muy por lo bajo

[Ashley Peverell]

Ashley miraba hacia un lado y luego hacia el otro como si tratase de entender porque aquel valiente profesor de Hogwarts buscaba alguna respuesta en su hermana que ahora hacía un poco el tonto con su café, siempre tomando café como si no supiera que la cafeína no era nada buena para el bebé que llevaba en su estómago lo que terminó provocando que la niña de moño rosado frunciese el ceño.

A veces su hermana en verdad era tan tonta.

-Hayame

Llamó la encantadora jovencita de voz de ángel cruzándo sus manos por delante de su vestido y comenzando a alisarlo para dar un aspecto mucho más presentable.

-Ya no puedes estar bebiendo de esa manera.

Dijo con seriedad mientras alzaba suavemente la barbilla como si tuviera el poder de los cielos para regañarla y es que sí, lo tenía por ser la responsable en aquel sitio.

-Tienes que pensar en tu hijo por nacer

[Hayame Snape Potter Black]

-Oye...

La vampiro entornó os ojos y bajó las cejas de forma que se perdían con sus ojos a media luna, aún con la nariz y la boca metidas en la taza de café que humeaba al tiempo que el hombre en el retrato alzaba todavía más una de sus cejas y su enojo parecía volverse burlona curiosidad al respecto

-Hijo por nacer...?

-Nada que no supieras ya, no sé porqué finges que no lo sabes que bien me han estado viendo y diciendo cosas porque ya no me estoy pudiendo mover como antes

Farfulló la Snape terminándose el café para dejarlo en una mesita cercana y entonces, señalar con una mano abierta en dirección de la bruja de cabellos púrpura

-Solo mira como has dejado a Sagitas!!

Le recriminó a aquella cosa anaranjada y rosada mientras que señalaba a la bruja que a un lado parecía víctima de alguna clase de hechizo paralizante puesto que desde hacía ya bastante rato que no se movía ni decía palabra alguna

-Esta tan furiosa y con tantas ganas de matarte que se ha quedado petrificada!!

Exclamó Hayame mientras que en el otro retrato, Lord Voldemort se asomaba con algo de interés y una sonrisa para nada pacífica

-Van a matar a alguien?

-Puede ser- respondió lacónicamente la pelirroja antes de ver a su hermana menor- algo que tengas que decir al respecto??

[Ashley Peverell]

-¡Ah! ¡El señor oscuro que-no-debe-ser-nombrado!

Gritó con gran voz la hermosa chica haciéndose hacia atrás mientras que veía como esa pintura del hombre más temido por todos los magos brujas de la nación de Gran Bretaña y otros países y el mago tenebroso que había borrado de los anaqueles a los demás maggos malvados se asomaba o al menos, lo intentaba ya que obviamente las pinturas eran planas y no había posibilidades de que asomara la cabeza por medio de una.

Aunque a veces se preguntaba si sería posible que pasara pero tratandose de alguien de quien no debían de pronunciar su nombre y menos ella que no quería mancillar sus labios con ese pecado en tinta, seguramnete se asustaría muchísimo de verlo asomarse por ahí.

En verdad se preguntaba en qué pensaba la pelirroja al tener una pintura en cada sitio del que era dueña de aquella persona.

No le extrañaba en mucho la oscuridad en su corazón si estaba cerca de semejante maldad.

-¡Hayame!

Regañó mirándola con esa mirada furiosa.

-¡No deberías tener su pintura!

Editado 15 de Abril del 2018 por Baby Catwoman

[Hayame Snape Potter Black]

-Y porqué no?

Se acaloró Hayame bastante enfadada mientras que hinchaba el pecho por orgullo y abría enormemente los ojos ante aquellas palabras de quien ni era la matriarca de su casa

_este es mi hogar, yo soy la dueña y la señora de este sitio

Aseguró moviendo un dedo como si pudiera clavárselo a la pintura de esa chiquilla en el pecho

-Yo aquí hago lo que me da la regalada gana y tú no tienes el derecho de venir a decirme qué hacer con mis pinturas o a quien puedo admirar y a quién no!- frunció el ceño bastante molesta- y si no te gusta, bien puedes irte apeando de la pintur de Severus que antes ha tenido el... bueno, la paciencia para aguantarte, que no suele tolerar visitas así nada más en su cuadro!!

-Eso es verdad, Severus?

El señor Tenebroso no parecía ofendido en lo más mínimo por las palabras de la pequeña rubia y ahora observaba con diversión malévola el cuadro de al lado, donde un profesor de pociones volvía a mostrar los dientes al gruñir fastidiado

Por su parte el viejo elfo doméstico se tiró nerviosamente y de forma molesta una oreja, sin dejar de ver a su ama

-Por favor, no peleen delante del ama Sagitas- pidió con un tono tenso y tirante, observando a las tres brujas presentes (o a las dos presentes y a la jovencita en el cuadro) a las visitas hay que tratarlas bien y de forma educada...

-Por lo general, yo no permitía visitas que no estuvieran programadas o que no tuvieran permiso de ser...- musitó en un tono muy bajo y grave Severus Snape, entornando tanto los ojos que apenas se veía el brillo de estos- las cosas han cambiado mucho, desde mi penosa muerte al parecer...

[Lisette Ryddleturn]

La joven caminaba por las calles de Ottery, cubriendo su cabeza con un pequeño sombrero de usanza antigua (de los conocidos como Bonnette) y sus suaves ropas susurraban conforme avanzaba en la dirección que había obtenido hacía poco; sus ojos celestes bajaron mientras que alzaba el pequeño papelito y lo leía una vez más para asegurarse de que estaba tomando el camino correcto.

Sonrió con suavidad y asintió un poco para sí misma antes de detenerse al borde de aquella propiedad y observar a la distancia.

Era un campo enorme, todo lleno de césped y con algunos animales moviéndose pero aún eran tan pocos que no resaltaban demasiado; rodeando los terrenos se percibían los árboles de los bosques circuntantes que parecían formar una barrera natural al perímetro del sitio perteneciente a esa familia.

Sonrió suavemente y suspirando, se guardó el papelito en uno de los bolsillos del delantal y alzó una mano para tomar la pequeña reja que impedía la entrada a intrusos y aguardó aunque el metal prontamente brilló y con un click, se abrió para permitirle el paso a la joven que suavizó la mirada de forma cariñosa.

-Gracias

Dijo con un tono cantarin, terminando por cerrar los ojos y alzar suavemente los hombros para después traspasar y comenzar su andanza a la pequeña casita muggle oscura, en medio de aquellas vastas tierras.

[Hayame Snape Potter Black]

Hayame se tensó levemente al escuchar la voz de aquel profesor y desvió la mirada para no tener que ver la expresión acusadora del hombre que estaba en todo su derecho de reclamarle acerca de aquella casa, después de todo, le pertenecía a él y la vampiro lo respetaba aunque en aquellos momentos sus memorias o su "copia" estuviese en una pintura

Se rascó la nuca con algo de pena y el elfo doméstico asintió un par de veces para después, volverse hacia aquel e inclinarse un poco

-Le pido una disculpa por el escándalo, amo Snape...

Dijo Czésar pero el aludido parecí todavía más incordiado al respecto: no parecía que le agradasen mucho los elfos domésticos tampoco aunque si bien recordaban... casi no le agardaba nada

Muy parecido a su padre muggle aunque nadie se atrevería a hacer tal afirmación en voz alta

Sin embargo Hayame que intentaba por todos los medios buscar una excusa para calmar al hombre del retrato y al mismo tiempo, calmar a la rubia pareció parpadear una vez y alzar la cabeza en dirección de la puerta con gesto de sorpresa

Y es que hacía mucho que los efectos mágicos del hogar no sonaban como lo hacían en aquel instante

-Parece que... tenemos visita

Dijo a los presentes que se callaron para variar y vieron con extrañeza a la pelirroja que se cruzó de brazos y parecía dudar un poco acerca de si ir o no a asomarse a la puerta; sobre todo porque la última vez que un desconocido se había apersonado, parecía querer apoderarse de las cosas que por derecho y heredad le pertenecían a la ahora Snape

[Lisette Ryddleturn]

Lisette seguía caminando por aquellos terrenos que eran amplios y dejaban ver bastante a la distancia ya que no parecía haber colinas o montículos de tierra que le impidieran a nadie la vista; si acaso algunas curvas se apreciaban a la distancia pero no eran demasiado prominentes como para no permitir que se apreciasen las tierras de la mujer peirroja en toda la extensión de la palabra.

Metros y metros de un césped verde y suave se extendían en derredor y era evidente que había sido importado, la chica no creía que hubiese aquel tipo de hierba en Inglaterra.

Aunque sabía que el césped de Irlanda era hermoso y fresco.

Se colocó una mano plana sobre los ojos a modo de visera para hacer pantalla a un hermoso sol que ahora lo iluminaba todo y daba un aspecto casi mágico al sitio; las mariposas revoloteaban suavemente por encima de todo, a lo largo del camino había unos cuantos arbustos y algunas bestias andaban por el sitio lo que lo hacía aún más intrigante.

Un Augurey revoloteó por el cielo y se fué a perder a la casita al entro de todo.

Una casa muggle, ennegrecida por el tiempo y por la contaminación de una ciudad que no pertenecía a la comunidad mágica y que evidentemente no concordaba con todo lo que la rodeaba, se notaba antinarutal, extraña, casi como si hubiera estado ahí a la fuerza y de poder elegir, se regresaría a los barrios no-mágicos.

Volvió a tomar camino para acercarse más, todavía disfrutando del paisaje y de las pequeñas cosas que la rodeaban.

Era felíz.

[Hayame Snape Potter Black]

El Señor Tenebroso observaba la situación sentado desde su cuadro y no recordaba haber visto en su vida una situación más hilarante que aquella; la mayoría de los presentes eran magos y brujas que no eran de su agrado, incluído un sirviente de lo más bajo del escalafón de magia y que parecía olvidar el respeto que debía a los más poderosos de vez en vez ya que se permitía reñirles cuando era o indebido y lo vergonzoso en los de su raza.

Como siempre, ramas que se partían...

Pero eso no quitaba el hecho de que verles discutir por tonterías a veces era gracioso

Todas las puyas sobre honor, sobre fidelidad y acerca del sobrevalorado amor parecían ser dejados de lado cuando alguna diferencia provocaba que las propias familias, olvidándo tradiciones y respeto por posición, discutían como urracas graznando al aire lo primero que se les cruzaba por delante.

Y la mocosa rubia cerca...

Hizo una mueca con la boca.

Era tan Gryffindor que lastimaba a la vista y era evidente que su apoyo estaría dirigido hacia la luz y esas poesías baratas de las fuerzas del bien. Se preguntaba, qué sucedería si alguien consiguiera convencer a la cría de que se uniera a ellos, de que fuera una más dentro del poder oscuro que él ofrecía a sus seguidores?

Podría convencer a Hayame de que intentara influenciar a su hermana para llevarla al camino de la sangre pura y de la limpieza mágica que estaba queriendo llevar?

Juntó las yemas de los largos dedos blancos y se reclinó hacia atrás aún observando todo el panorama.

Sí.

Lord Voldemort podía ser un ser oscuro bastante intrigante y curioso.

[Ashley Peverell]

Parecía que algo nuevo había pasado porque la atención de su hermana mayor se había desviado hacia otra parte de la casa como si algo a la distancia le estuviera hablando, algo que probablemente estaba esperando con emoción o con miedo, no lograba distinguir bien qué era lo que sentía pero debía de ser lo suficientemente importante como para que los demás también se hubieran callado ahora.

Incluso el elfo doméstico que le agradaba tanto no se veía muy animado después de llamarle la atención a su dueña, pero ella estaba muy agradecida porque la había defendido.

-Muchas gracias señor elfo.

Le había susurrado al amable ser aunque se removió porque se sentía incómoda de estar demasiado cerca del lord oscuro, aquel ente del mal que solo veía los alrededores con unos ojos astutos y fríos y por algún motivo hasta alegres, cuando le parecía que estaba así no le daba ni siquiera un poco de confianza.