Chrookshanks (MM B: 105590)

[Lyra Katara Selwyn]

Cindy, con Billy.

 

Me alegraba ver que Billy se interesaba por el negocio, cosa que me gustaba bastante. Para la edad que tenía había aprendido sobre el mismo, quizás algún día pudiera dedicarse a las criaturas.

 

-Gracias, hijo. Sobre cuanto tarde, la verdad no lo se. Quien le escribíría normalmente sería Katara, la dueña, es la primera vez que lo hago.- Comentó, mientras uno de los elfos traía un para que Billy se sentara.-He vendido bastante, afortunadamente.

 

Señalo todas las cosas que tenía que grabar para el micropuff, estaba segura que nunca se le olvidaría el nombre de esa pequeña criatura peluda, ahora que se encontraban tan de moda.

 

-Estoy grabando el nombre del micropuff en sus cosas, si quieres intentarlo o si quieres descansar, dime. Los micropuffs se están vendiendo bastante. ¿No quieres uno? ¿O una mascota para ti?- Preguntó.

 

Hasta ese momento Billy no tenía una mascota que pudiera llamar realmente suya y no quería que pasara la infancia sin ella. Entre los dos lo cuidarían, excepto cuando estuviera en Hogwarts, obviamente.

 

-O si quieres, te regalo otra cosa.- Mencionó, mirándolo fijamente.

Editado 25 de Febrero del 2015 por Lyra Katara Ryddleturn

[Cillian Haughton]

Billy

Al pequeño Billy le encantaba que las cosas estuvieran llendo bien en el negocio, ya que así tenían asegurado su sitio en aquel lugar que tanto le gustaba. Desde que el restaurante había cerrado, aquel lugar se había convertido en su hogar y no cabía duda de que era mil y un veces mejor, ya que ahí tenía muchos amiguillos con los que jugar.

 

Mientras observaba el trabajo de su madre, Billy tomó asiento y comenzó a dar pequeñas patadas al aire, logrando tambalearse un poco en la silla. Le gustaba hacer aquello, aunque no sabía exactamente bien el porqué.

 

— Yo creo que los Micropuffs son mejor para las chicas —comenzó con la respuesta a la pregunta de su madre—, aunque claro que me gustaría tener una mascota sólo para mí. ¿Qué dices de una lechuza?

 

La mayoría de los chicos tenían una, y así la correspondencia con algunos de sus nuevos amigos sería mucho más fluida que con la vieja lechuza del local.

[Lyra Katara Selwyn]

Cindy, empleada. Con Billy.

Sonrió ante la elección de su hijo. Era más común ver que un chico eligiera ese tipo de mascotas para el, algo práctico y no tan empalgoso como un perro o un gato. Recordó que tenía que hacerle una advertencia sobre eso.

 

-Una lechuza estaría bien y ahorita tenemos varias para que escoger, así que, ¿porqué no la eliges?- Dijo mientras le señalaba el lugar donde estaban las lechuzas, al parecer dormidas.-Había olivdado decirte, que si llegas a ver una minina persa blanca en el local, con un collar, nunca intentes meterla en una jaula. No creo que a la dueña le guste.

 

Sonrió. A veces a la dueña le gustaba visitar sus negocios, sobre todo en esa forma, si bien tenía mucho que no la veia, seguramente porque el local estaba bien atendido. Ella nunca faltaba, ¿cómo podría hacerlo viviendo ahí mismo? Afortunadamente los dos siempre tenían buena salud, por lo que no tenía que descuidar ese negocio por nada.

 

-¿Y bien? Ve a ver las lechuzas, si no me equivoco tenemos también unas bonitas jaulas para cuando regreses a Hogwarts.- Comentó.

 

En realidad la jaula era solo para el viaje. Los animales vivían con cierta libertad en el colegio y más las lechuzas, que a veces se refugiaban en la lechucería.

[Anthony R. Dracony M.]

Se decidió a entrar nuevamente. Lo bueno, es que ya sabia quien atendía. Al entrar, se detuvo unos minutos en el quicio de la puerta.

 

Sus ojos miel recorrieron el local y sonrió al descubrir a Cindy.

Camino resuelto hasta ella. Apenas comenzó a caminar, ella volvió a verle. Le agradaba mucho que fuese tan atenta y profesional.

 

Saludo con una sonrisa en los labios:

---¡hola, buenas tardes.¿qué tal?que buen día. Me gustaría mucho ver las aves. Me interesa mucho los animales alados. Busco un halcón ¿dispones de alguno para su venta?

[Lyra Katara Selwyn]

Cindy, con Antoni.

Habían pasado algunos días desde que estuviera con Billy viendo las lechuzas. Reconocí al joven, era el mismo que preguntó por los fénix varias semanas antes, aunque decidió no mencionárselo.

 

-¡Hola! Bienvenido de nuevo. Tienes suerte, tenemos unos cinco, espero que alguno te guste.- Alis e mi pantalón gris de vestir, llevaba unos zapatos del mismo color aunque con tacón bajo y una blusa de mangas cortas lila. -Sigueme por favor.

 

Atravesamos apenas un par de pasillos en donde estaban las jaulas de los animales más solicitados, como perros y gatos principalmente, que al verlo empezaron a hacer una serie de cosas para llamar su atención. Suspire, todos querian un hogar.

 

Al llegar al final de esa área dedicada a las mascotas, en el medio estaba un jaula grande con cinco halcones, conviviendo tranquilos, en ramas diferente. Teníamos dos árboles grandes en esa jaula.

 

-Te recomendaría esos de ahí, sol los halcones peregrinos. Son los que estan en la rama más alta del árbol de la derecha.- Se podía ver un halcón europeo que tenía unas alas largas y puntiagudas, de color negro azulado. La parte superior de la cabeza, era negra, los lados del cuello y la garganta, blancos, haciendo un hermoso constrante.- Están esos otros, los halcones europeos.

 

Era un poco más pequeño y esbelto, de tamaño aproximado de 30 y 35cms. tiene una serie de plumas de color negro debajo de cada ojo que contrastan con el blanco de las mejillas. El vientre es de color amarillento con rayas negras verticales en los individuos jóvenes y horizontales en los adultos. La parte superior de las alas es gris. Otra característica de la especie en cuestión es que las plumas de detrás de las patas son rojas

 

-Solo tengo tres de los halcones peregrinos y dos de los halcones europeos. Los que más llegan a pedir son los peregrinos. Si quieres te muestro el que te guste, aunque si no te gusta ninguna, puedo tomar tu pedido.- Comenté.

 

Era mejor trabajar sobre pedido. No muchas veces los animales se vendían tan rápido y la mayoría quería animales jóvenes, que pudieran disfrutar mucho tiempo.

[Anthony R. Dracony M.]

Hice una inclinación a manera de saludo.

---Hola, muchas gracias---le seguí, me llevó hasta una enorme jaula, dentro estaban dos árboles.

 

Cindy me mostró los halcones y los describió.

Mire a los halcones, bastante majestuosos, tuve que admitir.

uContin?ñîu

Los observe con sumo interés:

--[i ]¿Ah, si?platicame sobre eso ¿porque la gente prefiere los halcones peregrinos? [/i]---el se pone a imaginar. Su nueva búsqueda, no había leído pero por suerte Cindy podía decir todo, era muy buena en su empleo.

[Lyra Katara Selwyn]

Cindy, empleada.

Había sacado a uno de los halcones de la jaula, para que lo pudiera observar mejor el visitante. Le pase un par de guantes de piel de dragón para que no lo lastimará al posarse en la muñeca, siempre se me olvidaba usarlo.

 

-Ten los guantes, si quieres ponte uno solamente. Sus garras son muy filosas y a veces las entierran sin querer. ¿Ves estos razguños? Son de él, me los acaba de hacer, sin querer claro.- Por el trabajo, ya estaba acostumbrada al contacto de las garras y de los dientes de algunos animales, ya no me afectaba tanto.--Es uno de los preferidos porque vuela muy rápido y son perfectos para la caza. Si no eres aficionado a este deporte, puedes usarlo también para mensajería y será mejor que si usaras una lechuza.

 

En realidad era un pájaro muy solicitado. No es que ella fuera una sabelotodo en el tema, pero le gustaba investigar, más cuando su hijo le preguntaba sobre ciertas criaturas.

 

-Hubo un tiempo en que estaban en peligro en extinción en algunas partes, pero afortunadamente esto se pudo evitar.- Mencioné.-Aunque principalmente son cotizados por lo que mencione antes: su rápidez, su ayuda en la caza o en la mensajería.

 

Mire al ave entretenida, en verdad era hermoso y tenía un plumaje bastante llamativo aunque al mismo tiempo, elegante.

[Anthony R. Dracony M.]

En cuanto le pregunte, vi como saco un halcón. ¡vaya que es una excelente vendedora...!¡quien puede resistirse a tener unos momentos al animal en cuestión!

 

Mis ojos brillan de emoción. Tomo los guantes de piel de dragón y me siento eufórico. ¡genial! Una mascota de cuidado, mucho mejor que un gato o un perro, aunque...

 

---¿y cual suele ser su comportamiento? ¿es frío, calculador...?

 

Le observaba por lo elegante que lucia el halcón... mejor que una lechuza¡genial!

[Cillian Haughton]

El día de las lechuzas.

Billy

 

 

Sonrió.

 

Sabía de la extraña habilidad de la dueña del local de convertirse en gato, y la verdad era que no lo entendía del todo. Seguro que lo entendía en algún punto de su educación y hasta podría, sólo quizá, el también hacerlo algún día. No quería ser un gato, no en ese momento, le apetecía más convertirse en un caballo o algo así... No sabía porqué.

 

Se levantó de la silla y se acercó hasta el lugar que su madre señalaba; las lechuzas descansaban tranquilamente y sólo una parecía estar completamente despierta. Billy la observó durante un par de segundos, no era fea. De hecho el tenue color negro de sus plumas era bastante bonito.

 

— ¿Puedo tener esa? —Inquirió señalándola.

 

Era la única en el local que tenía aquel color, seguro que no era fácil encontrar una igual.

[Lyra Katara Selwyn]

Cindy, con Antoni
-Suele ser frio, pero bastante leal con su dueño. Siempre están alertas y por lo mismo no expresan cariño igual que otras aves. Debo advertirte que no te extrañe si a veces te dejan un animal muerto, una ardilla, un ratón.Lo hacen como cariño, ya que es algo que ellos suelen cazar. - Comenté.

Era raro la forma en que algunos demostraban su cariño. No sabían si a los humanos les gustaba o no su regalo, pero para ellos era como compartir sus logros, el decir “mira lo que atrapé hoy.”

-Esa es otra ventaja. Ellos suelen cazar su comida, pero es mejor tenerles de todas formas siempre agua y alguna golosina, no siempre tienen suerte con la comida.- Comenté.

Espere que el joven lo viera con atención, por lo pronto, parecía agradarle al halcón.

~~~*~~~
Cindy, con Billy.

Su hijo se había decidido bastante pronto con la lechuza, eligiendo la negra. A la mayoría no le gustaban las mascotas de ese color, fueran lo que fuera.

-La negra es preciosa y muy elegante. Claro que puedes. Me acerque para sacar la lechuza de la jaula, algunas se alborotaron y después la miraron ofendidas, al parecer por no ser ellas las elegidas.-Ya vendrán por ustedes.

La empleada le entregó la lechuza a su hijo, mientras iba a la caja registradora y anotaba las compras como debía, depositando los galeones en la caja y sacando el cambio, formado por algunos sickles y knuts.

-Solo tenemos que comprarle su comida y platos. ¿Qué te parece si los escoges?- Le pidió a su hijo.- Jaula no, hasta que regreses a Hogwarts. ¿Ya tienes un nombre para ella?

No le gustaba que los animales estuvieran en jaulas. En el negocio era neecesario o sería un desastre.