Jump to content

El Parque de las Lamentaciones y Circ dels Joglars (MM B: 102350)


Sagitas E. Potter Blue
 Compartir

Publicaciones recomendadas

En los rediles

La miré con atención y como era de esperarse no había cambiado mucho y una media sonrisa escapó de mi rostro al verle amarrar la varita al cabello, si, era la misma que recordaba pero a la vez se le miraba más madura. Afuera el ajetreo no paraba pero a ella parecía no importarle, su pregunta no me pilló desprevenido pero si revolvió algunos viejos recuerdos de mis andanzas lejos del circo.

-La vida, pues no me puedo quejar, muchos viajes, mucho whisky de fuego y una que otra decepción. Sonreí de medio lado mientras acariciaba las cabezas de mis hipogrifos y la miraba acercarse con demasiada cautela y su pregunta me sacó de balance.

-¿Llevarlos conmigo? Aquí son felices y si, han hecho un gran trabajo con ellos y no podían estar en un mejor lugar, aunque no niego que les hecho de menos y me hacen falta pero mi estilo de vida no me dejaría tenerlos a mi lado.

@ Sagitas Potter Blue me miraba y sabía que algo más sucedía en el lugar y que mi presencia era algo bastante inesperado. Sentí el cabezazo de Selaris pidiendo mayor atención, había dejado de acariciarles.

 

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

En los rediles:

Sí, la situación eran de esas extremas que el Ministerio suele marcar como de especial alarma, sobre todo si podían haber salido de la zona de protección y entrar en el pueblo. Son algo exagerados... Sonreí con el pensamiento y terminé por acercarme a Solaris, quien le acababa de pedir atención a su dueño.

-- ¿Sólo alguna que otra decepción, @ -zacek- ? Pues entonces es que has sido afortunado... 

Suspiré un poco mientras, a lo lejos, se sentía una sirena. Estos elfos... Con ese ruido conseguirían que se alejaran más del Circo, en vez de volver a nosotros. Debería ayudarles... Por lo contrario, señalé con la mano la antigua roulotte que hacía de comedor para todos. En realidad sólo era la fachada pues se accedía con ella a una carpa enorme de cafetería, con sillas, mesas e incluso una sala de descanso con sofás y mesas de juegos y mil cosas que se le ocurrían a mis empleados. Sólo que, desde fuera, no parecía lo grande que era.

-- ¿Te apetece un café, o tal vez otro whisky de fuego? Podemos contarnos mil cosas de todos estos años. Yo no recuerdo si sabías de mi marido y de mis hijos cuando te fuiste, ni mil detalles más que no sé si conoces... -- Como quitándole importancia, caminando hacia la cafetería, le solté: -- ¿Sabías que soy la nueva Ministra de Inglaterra?

Me giré sólo para ver su reacción y, después, volví a reanudar el camino. Yo necesitaba un café bien cargadito. El día empezaba movido.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

En lo rediles

El circo estaba agitado más de lo que recordaba y el escuchar a lo lejos aquella sirena me puso algo inquieto porque sólo significaba que algo mayor estaba ocurriendo pero ella parecía despreocupada así que no le di mayor importancia y esperaba que aquel enano gruñón hiciera las cosas bien. Al escuchar su propuesta me sacó de balance, no pensaba hacer de mi visita algo duradero pero siendo honesto, no es que tuviera algún lugar al cual llegar.

-Creo que es muy temprano para tomar café, así que te tomo la palabra del whisky de fuego...

Empezaba a caminar tras de ella cuando escuché lo que me decía y la noticia tardó en ser procesada por mi cerebro y trastabillé

- @ Sagitas Potter Blue ministra de Inglaterra, vaya que el mundo mágico se encuentra desesperado, ¡¿Dónde quedó aquella chica que le temía a Van Helsing?!

Editado por -zacek-

 

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 3 semanas más tarde...

La risa inundó aquella cafetería, vacía en aquellos momentos. Me tomé un buen sorbo de café caliente, muy azucarado, y sonreí con cierta melancolía.

-- Ay, añoro aquella mujercita que temía a todos y a todo, pero que no dudaba en tirarse de cabeza a cualquier aventura. Phanser fue un buen director y me enseñó muchas cosas.

En el exterior, varios gritos anunciaron que habían avistado algunas de las bestias desaparecidas. Me sentí algo triste, ahora que él había venido, yo tenía que ocuparme de una emergencia.

-- Tenemos varias criaturas salvajes sueltas por el Parque de las Lamentaciones. A pesar de su nombre, no me gustaría perder a ningún animal o ser humano lo suficientemente tonto como para ponerse delante de ellas. Tengo trabajo.

Me levanté y le tendí la mano, sabiendo que tal vez fuera la última vez que le veía en mucho tiempo. Era nuestro destino, él venía, estaba un rato con sus hipogrifos y volvía a desaparecer.

-- Bien, eres bienvenido a cualquier parte del circo y del parque, aunque tal vez me esperaría un rato en salir, al menos hasta que encontremos la Serpiente cornuda. A los basiliscos les tengo calados, seguro que quieren hacer travesuras y poner huevos. Pero la serpiente cornuda es una mala bestia, siempre pienso que debiera ponerle mucho más seguridad a su alrededor.

Me alejé tras apurar el final del café y me dirigí a la puerta. Desde allá, le grité.

-- Por cierto, me casé. Tengo un marido fantasma que seguro que te estará echando un ojo. Le quiero mucho, para toda la eternidad, espero.

Me reí de nuevo y salí, tenía que incorporarme a la búsqueda de los animales desaparecidos.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Le miraba atento y me daba cuenta de todo lo que la bruja de cabellos multicolor había crecido durante su estadía en el circo y un dejo de melancolía me hizo hacer una media sonrisa. El barullo normal del circo nos hizo volver a la realidad y, por su expresión, me di cuenta que el breve reencuentro había terminado

-Bueno, será que en este circo nunca habrá paz alguna.

Le sonreí y la miré alejarse mientras paseaba mi copa entre mis dedos y la alzaba al escuchar que se había casado deseando lo mejor para la nueva pareja.

Encaminé mis pasos de vuelta a los corrales mientras elfos y duendes iban y venían gritando cosas sin sentido y a mi memoria venían todas las aventuras vividas en el circo. Stelaris y Aquarius parecían ansiosos de mi vuelta y aproveché para seguir alimentándolos y jugando con ellos mientras pensaba qué sería de mi vida a partir de abandonar aquel lugar.

 

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Un par de elfos pasaron corriendo, sujetándose las orejas con las que se tapaban medio los ojos, como si no quisieran mirar algo, con lo que tropezaban con casi todo. Intenté pararles para preguntarles y uno de ellos me llevó por delante. Rodó un par de vueltas y se quedó encogido, con los ojos apretados y murmurando algo así como "yo no, a mí no, no me comas..."

Me reí. De acuerdo que no puedo burlarme del miedo del pobre elfo, pero sí, me reí al verle en aquella postura.

-- ¡Eh, qué yo no como elfos! ¿De qué huis? ¿De los basiliscos? -- Tenía que ser eso, si no querían mirar contra quién había tropezado. -- Anda, levántate. Refugiaron en algún sitio seguro, en la cafetería o en la enfermería. Allá, los animales no pueden entrar, así que no os pasará nada.

Miré hacia el lugar de donde venían los elfos. De los rediles. ¿Era posible que los basiliscos, domados, hubieran preferido volver a la tranquilidad de su zona de confort? Oteé el cielo oscuro, nadie había disparado señales de que los habían encontrado. Di media vuelta y me dirigí hacia allá, con cuidado, con la varita alzada por si tenía que avisar yo de que los había encontrado.

Entré con cuidado en los rediles, a partir de aquella línea, empezaba la nueva reserva mágica que había creado para mis animales, con las zonas separadas para que no se hicieran daño entre ellos, sobre todo de los animales fieros que se odiaban entre sí. Noté la voz suave de Zacek, quien hablaba con sus dos hipogrifos, seguramente. Le saludé y dejé la mano en alto, quieta. A su espalda, una sombra zigzagueante y amenazadora, se acercaba a ellos. Tragué saliva. No podía soltar chispas de aviso o el basilisco, mejor dicho, la basilisco, pues enseguida reconocía que era Dora, podría asustarse y tirarse sobre los animales y mi amigo. Era muy rápida cuando quería.

-- @ -zacek- , con precaución, gírate unos 30 grados hacia tu derecha para dejarlo a tu espalda y, si puedes, cúbrete los ojos. Tienes a mi nena por detrás, parece enfadada, no sé qué le pasa.

Era cierto, la Basilisca estaba hecha una idem, no recordaba que le pasara nada la última vez que le pasé la revisión.

 

OFF: tienes 16G tuyos que puedes reclamar aquí, https://www.harrylatino.org/forums/topic/115592-cambio-de-puntos-pendientes-por-galeones/ No son muchos, pero son tuyos.

 

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 3 semanas más tarde...

hHDZzKt.png

 

 

Sagitas y yo nos habíamos separado en la búsqueda de los basiliscos huidos. Esperaba que al menos, estuviera a salvo  y no hiciera locuras, porque, por mucho que fueran sus basiliscos  y los hubiera domado, sus ojos seguían siendo un peligro, sus colmillos eran mortales...Y no quería encontrarme con la sorpresa de que ahora nuestro matrimonio continuaría en el más allá...

 

No tan pronto, al menos.

 

Vi a un desconocido en el área de la nueva reserva, viendo al nuevo par de hipogrifos. Fruncí el ceño, mientras atravesaba muros sin prestarle atención. Me extrañaba, con aquella situación de calma tensa, qeu Sagitas hubiera permitido visitantes. O se había colado? No me acerqué a preguntarle, ya que noté el movimiento de arrastre antes de ver al basilisco. 

 

Procuré mirar fijamente al suelo, porque a pesar de ser un fantasma, sabía que su mirada podía afectarme, y no quería. Escuchar la voz de Sagitas, susurrando, me alivió. No estaba paralizada. Me deslicé por las cercanías de la serpiente, procurando evitar su cabeza...y lo que descubrí fue bastante interesante.

- Niña - susurré, deslizándome hasta su lado. - Cuando fue la última revisión de tu basilisco? Porque creo qeu vas a tener que ampliar su redil. Y menos mal que eres la Ministra, porque si no, tendrías que dar muchas explicaciones en el ministerio. Ahora, mejor que tu amigo salga de ahí.

M4xQXhr.jpg

XaIHB03.gif.8d9da3f22cdcf76478ba8b5e63d5666a.gif KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gifXXBPo79.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

En los rediles:

¿Pero qué le podía pasar a la Basilisca? Si la tenía bien cuidada, ¿por qué, de repente, se había alejado de su habitat y sentía ese enfado? Lo malo de ser un basilisco (basilisca en este caso) era que no me podía acercar a ella y acariciarla, mirarle a los ojos y susurrarle cosas agradables. Los ojos abiertos eran un handicap y acariciarla significaba quedarme sin brazo, nada importante si no fuera porque su veneno dentro del torrente sanguíneo significaría mi muerte instantánea.

Varios elfos se acercaron y enanos se acercaron, listos para alcanzarla con la red y tumbarla. Las varitas en alto de los que podían usarla me indicaron que iban a por todas. Y era normal, había un humano cerca y en peligro (yo nunca me cuento, yo soy la Directora, nunca pensaba en mí). Les hice una señal con el puño cerrado, signo internacional para que aguardaran en sus líneas, sin atacar aún, fuera del alcance de su cola.

Sentí un escalofrío. Vale que la situación lo hacía normal, pero sonreí. Aquel era producido por otro motivo: mi marido me susurraba en el oído.

-- Cielo... Ten cuidado, te quiero corpóreo, pero no petrificado -- le dije, sin mirarle. No podía perder ni un instante de mirar aquel cuello de la Basilisca Dora, por si se movía. Si se girara a un lado o a otro, en vez de mirar la espalda de Zacek, muchos de los presentes quedarían petrificados al momento. -- Hey, Zacek, cuando puedas, monta en uno de los hipogrifos y huir... No quiero que os pase nada.

Sonreí durante un breve instante ante la idea que Jack pudiera estar celoso de mi amistad con aquel desconocido. Cuando Zacek se había ido del Circo, él aún no estaba entre nosotros.

-- Cuando cuente tres, le lanzáis la red y yo le intento dormir. Uno... Dos... Y... ¿qué?

Vale, no tenía que dejar de mirar a la criatura, pero la sorpresa fue tal...

-- ¿Dora está...? ¡Ohhh? ¡¡Ooooooh! Dora y Teo has estado... ¡Ooooh!

Los elfos y los enanos se ponían nerviosos, atentos a mi conteo. Empecé a mover las manos en dirección al enano gruñón, quien tenía en la mano un dardo con poción adormidera.

-- ¡Abortar misión, abortar misión! Dora va a tener basiliquistos y no podemos dañarlos. 

No, no era la mejor acción en aquel momento, llamar la atención. Sí, lo conseguí, no le lanzaron nada, pero... La linda criatura se giró, me miró y gruñó.

Y yo caí petrificada. Es que adoro los animalitos y sus bebés, tenía que decírselo, aunque podría haber contado con el handicap de sus ojos. En fin... Al suelo, dando un buen golpe al suelo.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

hHDZzKt.png

 

Su hubiera podido, habría matado a alguien. 

 

La piel de Sagitas erizándose con mis susurros siempre era motivo de que dejara escapar una sonrisa pícara, seguida casi siempre por una caricia en su brazo, bajando hasta la muñeca, mientras...

 

No, era el momento de pensar en eso, o nos distraeríamos del problema importante. El (la, mejor dicho) basilisco iba a tener crías, y en realidad nunca pretendió huir, sino más bien, buscar un lugar tranquilo para poder incubar el huevo y proteger a su cría. Sentía qeu su redil era inseguro, o insuficiente, y por eso se había escapado, buscando calor y privacidad. 

 

Ignoré al amigo de Sagitas, al que ya había avisado para que huyera, mandando a los elfos...

 

Dios. A veces su curiosidad por los "animalitos indefensos" podía ser tan divertida como peligrosa. Yo no podía sufrir su veneno, aunque si ser paralizado por sus ojos, pero Sagitas era, a todas luces, vulnerable en todos los aspectos. El problema vino cuando....cuando se delató ante el basilisco, que volvió furioso la vista hacia Sagitas, y cuando me di cuenta, caía como un peso muerto al suelo, atravesándome, convertida en piedra.

 

Lo siguiente que recordaba era como el chico había aparecido, mirando al frente, evitando la cabeza de la criatura, trazando un sello con las manos antes de apoyarlas en el césped, creando cuatro paredes de piedra que sellaron al basilisco en una habitación, oscura y segura, evitando que volviera a escapar o que nadie más resultara herido.

- Tu mensajero llegó tarde, Jack. - me dijo. Pero yo miraba a Sagitas, impotente. El chico gruñio, levantando el cuerpo paralizado de su madre.

 

- Eh! Ya, buscad quien tiene mandrágoras. Necesitamos la poción, ahora! Que alguien busque a Harpo, el seguro qeu sabe algo - ordenó Matt, de viva voz. Gritaba igual qeu su madre, sin necesidad de magia, era perfectamente audible para el resto. - Y que nadie se acerque a los muros. El basilisco no se escapará de ahí dentro.

 

Se puso de pie, girando sobre sus talones, en dirección a la caravana de Sagitas.

M4xQXhr.jpg

XaIHB03.gif.8d9da3f22cdcf76478ba8b5e63d5666a.gif KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gifXXBPo79.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

5bk6qmo.jpgHarpo llegó enseguida al Circo, alertado por uno de los miembros del Staff que le había llevado la noticia: la Ama Sagitas había sido petrificada por un basilisco. El elfo tenía experiencia en estas cosas, aunque últimamente la Ama no había sufrido tantos accidentes, tal vez porque hacía tiempo que no podía disfruta del negocio desde que era Primera Ministra. Sin embargo, el elfo doméstico nunca había olvidado reponer y mantener al día las medicinas del Maletín para Primeros Auxilios, así que, en cuanto le llegó la noticia, no tardó más de diez segundos en tomarlo y aparecerse en el negocio.

La voz terriblemente chillona del Amo Matt le sorprendió a medias. Él nunca usaba ese tono tan agudo, tan imperativo, menos cuando pasaba algo grave a la familia. Y allá no iban los niños, así que seguro que había tomado el mando en aquella anómala situación. Corrió con sus piernecitas cortas y torcidas hacia él, buscándolo entre los presentes que se cruzaba. Todos le señalaban hacia los rediles, por lo que levitó el pesado maletín e hizo que avanzara a su lado en busca de la víctima petrificada.

 

El Enano Gruñón Esperaba encontrar a Matt o a la tonta de su ama, que se había dejado atrapar, a pesar de ser la primera que pedía que todos fueran con cuidado y que no se cometieran errores. Sin embargo, se topó con el semblante del Enano Gruñón, muy enfadado, dando patadas a un muro de piedra que parecía encerrar algo. Sus insultos eran enormes, el elfo no sabía si por el daño que se debía hacer en los pies o por la rabia de no poder derribarlo. 

-- ¿Dónde está la Ama Sagitas? -- le preguntó, aún sabiendo que ni el uno ni el otro se llevaban bien. Eran antagónicos y las prioridades de ambos eran completamente distintas.

-- ¡Humanos! ¡Malditos humanos! Todos  se creen más importantes que los animales. ¡Es maldito humano ha encerrado aquí a mi querida Dora! ¡Pobre Dora! Dentro de este maldito muro. Y embarazada, sin poder salir. ¡Malditos humanos y los lacayos de los humanos! -- Le amenazó el Enano Gruñón al elfo. -- ¡Vete a buscarla a otra parte!

Y siguió dando patadas a la pared.

Harpo miró en otra dirección, dándole la espalda al histérico ese. Le odiaba, tanto como él odiaba a todo lo que no fueran sus criaturas queridas. Era un gran veterinario, pero su amor por ellos era proporcional al desprecio que le daba al resto de los seres vivos. Enseguida le indicaron que fuera a la Caravana. Como la conocía de memoria, se apareció en la puerta y entró sin avisar.

-- ¡Ay, pobre Ama! Otra vez de piedra. Es que no aprende...

Después se dio cuenta que no estaba solo. El Amo Matt estaba allá y también el marido fantasma, Jack, husmeando por encima de ella, con cara de preocupación. Arrastró el maletín hasta la alfombra y la abrió. De un chasquido salieron varios botellines volando, que recogió con presteza y se los pasó al Amo. Al fantasma no, seguro que los rompería. Sí, Harpo era un poco cruel con el fantasma aunque valoraba el amor que sentía por Sagitas.

-- Tome, no sé si con una será suficiente. El de tapón amarillo es para ir poniendo en los labios para que penetre en su boca y por ahí hacia el interior del cuerpo. El de tapón azul es para poner en toda la piel. Toda. Espero que no le importe tocar el cuerpo de su madre, pero será necesario.

Sí, un poco de pudor le hizo pronunciar esa frase. Pero lo justo porque sabía que de hacerlo bien dependía que la Ama, cuando despertara, no adquiriera el Mal de la Piedra, algo doloroso y perpetuo. Así que le pasó unos guantes de piel de dragón para que el mejunje no penetrara en su piel. Nadie contaba con lo peligrosa que era la poción de Mandrágora.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.