♔ The Ramen Kingdom ♔ (MM B: 106259)

[Undefined]

Apareció en el callejón Diagon a las afueras de un tal local The Ramen Kingdom lo que parecía estar relacionado sobre comida y esas cosas. Se encontraba allí por petición de un Patronus que habia llegado donde él se encontraba diciendo que lo necesitaban para investigar el lugar por sospechas de dios sabe que cosas.

No había visto a personas a las afueras para animarse a entrar en el local. Por un momento pensó que había sido engañado por la bruja que lo solicitó en el lugar para jugarle algún tipo de broma, pero no pudo creer eso, ni siquiera en su retorcida mente. Miró a los lados para darse cuenta de que no había mucha gente a su alrededor.

De un momento a otro, tenía a dos mortífagos y a otra compañera cerca de él, con sus varitas respectivamente en la mano, listo para comenzar una batalla campal.

- Bueno, bueno - Susurró para dejar caer la varita en su mano derecha.

[Arya Macnair]

—Ardius Corpus Patronus

 

La exclamación pudo oírse a varios metros de distancia. Agitando la varita en alto y sonriendo a una de sus compañeras que acababa de llegar, la pelirroja invocó un enorme hipogrifo, el cual desplegando sus alas esperó la cordial reverencia de su creadora para sentirse respetado como la magistral criatura que era. El corpus tenía como objetivo proteger a su creadora dentro del local ante cualquier situación y de lo que fuese, miraba hacia todos los flancos no podía descuidar nada, los Mortífagos eran como ratas escurridizas, donde parpadeabas, perdías. Arya sintió un escalofríos de repente, supo que ya estaban ahí, por un instante creyó que no llegarían, ¿es que debería demoler el lugar para llamar su atención?, incendiar quizás, la pirotecnia iba más con su personalidad.

 

Con la puerta abierta de par en par logró verlos, dos personajes macabros. A zancadas llegó hasta el umbral y complacida movió su varita por segunda vez, —Strellatus— musitó y al instante los ojos de Zack y Leah se vieron cegados por una molesta luz blanca que además de arrebatarles uno de sus más necesarios e importantes sentidos, le obsequiaría una infección que de no ser curada podría llevarlos a la nulidad.

 

—Confudus

 

Pensó, apuntando directamente a Zack. La mente del mortífago se perdería en un sin fin de imágenes falsas y lo arrastrarían lejos de la situación de batalla.

[Ley Gryffindor Rosier]

Y allí estaban ellos... esos dos mortífagos que casi siempre nos teníamos que topar a donde quiera que íbamos. Seguí de cerca a Arya, pero antes de entrar pude ver a uno de ellos allí. Levanté la varita hacia Zack y sin pensarlo dos veces dije:

 

-Silencius- el efecto rápidamente actuó dejando mudo al ángel caído, no estaría por mucho tiempo así, sin embargo me dejaba el tiempo suficiente para actuar de nuevo. Cuando tratara de hablar solo saldrían balbuceos de su boca, nada que se pudiera entender. Si quería hacer algo tendría que ser no verbal. Inmediatamente de eso volví a atacar.

 

-Floreus- el efecto actuaría directamente en la varita de mi rival, haciendo que ésta vibrara. Enseguida, cuando realizara algún hechizo saldría únicamente un hermoso ramo de flores que adornaría el lugar, le faltaba algo lindo para empezar a tan feo local. Mudo y con ese efecto encima, sabía que le causaría un disgusto enorme al mortífago.

 

Luego de eso me posicioné a 7 metros de cada uno de mis rivales, lista con la varita en alto para defenderme de cualquier ataque que me cayera encima.

[Leah Snegovik]

-Silencius.

 

Intercaló la segunda acción de Arya con la rapidez que podía tener una persona que había entrado mil veces a una batalla. El Strellatus no llegó a herir ni sus ojos ni los de su primo, de modo que ambos estaban ilesos por esa parte. No osbtante, la mayoría de los ataques fueron contra él y ella no pudo evitar, aunque fuera un poco egoísta, sentirse bien al respecto. Él podría librarse de todo con un par de hechizos, ella tenía que empezar a preocuparse por mantenerse entera por un par de turnos más.

 

Necrohands.

 

Un par de manos fantasmales, directamente ofuscadas desde su invocación, aparecieron a dos metros delante de ella y tenían la intención de protegerla de cualquier ataque físico que pudiera recibir. A excepción de eso, no había nada en un radio de cuatro metros que pudieran usar en su contra y tras el reciente ataque, había avanzado hasta estar a ocho metros de sus adversarios, atenta a todo.

[Zack Ivashkov]

- Por supuesto que sí -

A la vista de todos, una mujer se encaminó altiva al interior del local The Ramen Kingdom. Llevaba una luz en el rostro, que la distinguía como miembro de la Orden del Fénix. Seguramente harían uno de esos cateos raros que ponían como excusa solo para intentar asesinar a algún mortífago. Se suponía que sólo debían defender al pueblo de los ataques de estos últimos, pero no, ahora ellos también tenían un lado malo, quizás su luz no fuera lo suficientemente brillante.

Intercambió una mirada de complicidad con su prima y avanzó con tranquilidad al interior del local. Inicialmente marcó una distancia de diez metros entre él y cualquier persona u objeto presente, la mantendría en todo momento. Luego ubicó a la primera bruja en llegar y esperó su ataque. Escuchó un Ardius Corpus Patronus por parte de Arya y seguidamente él pensó:

- Necrohand -

Para dicho hechizo no necesitó hacer uso de su varita mágica, por lo cual dos manos fantasmales aparecieron inmediatamente junto a él para interceptar cualquier tipo de ataque que le enviaran. Volvió la vista a su oponente y comentó - ¿Aburrida? Yo también. - Esbozó una sonrisa traviesa justo antes de quedar perdido a causa de una confusión. Por suerte, Leah había sido rápida y alcanzó a silenciar lo que parecía ser un strellatus. Al menos se libraban de algo.

[Arya Macnair]

—Morphos

 

No quería perder demasiado tiempo. Apuntó a un cubo de basura que estaba delante de ella lindando con el borde de la calle, uno de concreto que vaya uno a saber por qué lo habrían hecho de aquel material tan pesado; el mismo se movió ligeramente y pronto se hubo transformado en un enorme lobo albino, el animal gruñó y se posicionó a cuatro metros de su creadora y de sus compañeros, no quería ser utilizado para dañar a ningún miembro de La Orden del Fénix pero si quería estar lo suficientemente cerca como para poder defender a quién su creadora le indicara con un movimiento, una mirada o el simple pensamiento que conectaba a la magia de la que había nacido a la varita de la pelirroja. Ésta suspiró, el aire de fuera le sentaba bien a las mejillas y le sorprendía el tiempo que llevaba sin luchar al aire libre, debería hacerlo más seguido.

 

—Morphos

 

Ésta vez apuntó a un cartel que señalizaba alguna absurda regla de tránsito y éste se transformó en una asquerosa viuda negra. La araña desapareció por orden de Arya y se escondió tan cerca de los Mortífagos como pudo, pasando entre las sombras desapercibida, no era momento de atacar pero seguramente no faltaría demasiado.

 

—Aqueora

 

El hechizo, tras apuntar a Ley directamente hasta donde estaba, creó una capa acuosa que la protegería de cualquier ataque que los Mortífagos enviasen. Su hipogripo aun se mantenía a su lado, guardián. Y en ese momento su araña salió del escondite y buscó la parte accesible a la pierna de Leah inyectando así su ponzoña.

[Undefined]

Su túnica se arrastraba por el suelo mientras se movía de un lado a otro, ninguno de los dos mortífagos parecía moverse en ese instante que se encontraban allí a su alrededor. Él solamente se encontraba a ocho metros de los dos mortífagos. Pero solamente atacaría a uno en ese momento.

- ¡Morphos! - Musitó rápidamente.

En ese momento la túnica de Leah mutó inmediatamente en una viuda negra, haciendo que inyectara su veneno en la piel descubierta de la chica justo antes de que conjurase unas necrohands para defenderse de algún ataque fisico, no podría defenderse de aquel veneno.

- ¡Floreus! - Exclamó.

El efecto cayo sobre la varita de leah impidiendo desde ese entonces que pudiera realizar con efectividad su arma mágica. Necesitaría un poco más para deshacerse del hechizo en ese momento.

La adrenalina empezaba a correr lentamente por todo su cuerpo, empezaba a sentir la emoción de la batalla crecer dentro de él, como si fuera un globo inflándose de aire.

[Zack Ivashkov]

Temporalmente sus necrohand le serían suficiente para evitar los ataques que le enviaran. Quería concentrarse en atacar buscando poner en apuros a los fenixianos. Se le hacía divertido ver como unos se ayudaban entre sí tratando de sobrevivir a los potentes hechizos Mortífagos. A penas comenzaba el juego, quedaban muchos niveles por atravesar.

- Celerus Fuego Maldito Mortis - Tres águilas de fuego aparecieron en el aire y viajaron directamente hasta sus objetivos. La primera alcanzó el pecho de Stephanus, el único hombre del otro grupo. La segunda casi atraviesa por completo a la pobre BrujaOesed que casi cae al suelo a causa del impacto. Y finalmente, la tercera llama impactó en Arya.

Aquello no bastaba para el Ángel Caído, le hacía falta algo de sangre, ya que su anterior ataque solo provocaría graves heridas. Para complementar su ataque y satisfacer el deseo, invocó la katana de plata en su mano izquierda y rápidamente proyectó un corte en dirección a Arya. La bruja quedó dividida en dos debido a la alargada herida que apareció en su cintura.

- Tú también - Murmuró desplazando la vista hacia Stephanus. Elevó su katana y la bajó con fuerza una vez más. El aire se dividió con una ráfaga de viento que una vez alcanzó al hombre, provocó una herida vertical en su pecho. Necesitaban curaciones de emergencia.

[Leah Snegovik]

-Morphos -dijo antes de las segundas acciones de Arya y Stephanus.

 

Una vez que hubo pisado la araña de Stephanus, la túnica volvió a ser lo que era en un principio y pudo transformarla en un bezoar, el cual se metió a la boca con rapidez. Había dejado que la araña de Arya se acercara lo suficiente para pisarla, pero prefirió hacerlo una vez que ésta la hubo picado y cuando el efecto curativo del bezoar hubo eliminado la ponzoña de su organismo, se regodeó con un movimiento de cabeza. Los venenos no se acumulaban, así que no tenía nada de qué preocuparse. En cambio, había perdido la segunda acción a raíz de un floreus.

 

-Seccionatus -pensó, recibiendo el ramo de flores.

 

Pero no iba a quedarse así.

 

Descolgó de su cuello un collar improvisado, donde lo único que había era una piedra de ópalo. Al accionarla, ésta se transformó en un collar de ópalo maldito, el cual se enredó de lleno en el cuello de Stephanus y empezó a ahorcarlo. Con alguien tenía que probarlo.

[Undefined]

En ese momento, como si Dios lo hubiese castigado. Sintió en su pecho un enorme dolor, como si le estuvieran apretando los testiculos con una llave inglesa. Su cuerpo en ese momento estaba completamente calcinado por el Fuego Maldito Mortis, no era tan grave como parecía, solo necesitaba un hechizo de curación necesario y estaría como nuevo en ese momento.

Y así lo hizo, realizó una elegante floritura con su varita mientras que por su mente se cruzó un "Episkey", haciendo que el dolor que sentía y las quemaduras dramaticas desaparecieran por completo. Como si Dios ahora le otorgase una paz superior a cualquier otra cosa.

En ese momento sintio como un collar en su cuello, apretandolo, asfixiandolo con la suficiente fuerza para dejarlo sin habla un buen periodo de tiempo. No importó, podía seguir con vida en ese momento. Pensó en otro "Episkey" para sanar esta vez las heridas que le habian ocasionado el corte de una katana.