Wild Pizza (MM B: 107336)

[Anne Gaunt M.]

Se reabre a petición de la co-propietaria.

[Nicole Evans Crowley]

La bruja caminaba por el Callejón sin poner mucha atención en los negocios que se encontraban abiertos a cada lado del camino, pues aquel día no habia ido a frecuentar ninguno de esos negocios. La gente entraba y salia de los establecimientos cargando con los productos adquiridos dentro de los mismos. Junto a la joven, caminando entre brincos se encontraba Van, el elfo domestico.

 

Antes de llegar al final del Callejón Diagon la Crowley se detuvo frente a un local, su objetivo y único motivo por el cual ella se encontraba ahí ese día. El lugar dejaba ver un gran deterioro, los cristales de la puerta y ventanas estaban opacos lo que impedía ver el interior del lugar, un gran sello de "Clausurado. Ministerio de Magia" se encontraba pegado justo en el centro de las puertas, el gran letrero que rezaba el nombre del restaurante estaba tan sucio y le faltaba una letra que solo se leía "Wild_izza".

 

Al parecer todos los lugares que alguna vez habían significado para ella, habían visto tiempos mejores que los que actualmente presentaban, y eso que todavía no había visitado el Castillo Evans.

 

Nicole dejo escapar un suspiro de frustración, al ver el negocio, por el cual tanto habían trabajado ella y su prima, en tal estado no le producía ninguna gracia pero era su culpa y lo sabia. Fue su culpa haberse marchado y dejado todo a la suerte, ahora era momento de arreglar las cosas y recuperar su vida.

 

-Muy bien Van, creo que el trabajo continua aquí... Si no recuerdo mal, antes de irme un chico solicito trabajar aquí, nos vendría bien un poco de ayuda ¿No crees? Van, ve y busca a ese joven dile que yo te envío y pregúntale si quiere volver a trabajar aquí, si dice que si coméntale que en estos momentos nos seria de mucha ayuda.

 

-Enseguida, ama- el domestico agitó varias veces la enorme cabeza en señal de haber entendido y desapareció con un "crack".

 

La chica miro nuevamente la fachada del lugar, camino hasta la puerta arrancando el enorme sello que tapaba la entrada, abrió las puertas de cristal e ingreso al lugar. El sol apenas entraba por las ventanas debido a la suciedad que las cubría, el polvo reposaba en cada rincón del lugar, las mesas se encontraban apiladas contra una pared. Al pasar a la cocina, la bruja pudo notar que las neveras estaban vacías, varios charcos de agua se extendían por el piso, provocando grandes manchas de humedad. Por si no fuera poco los hornos estaban en muy mal estado.

 

Al inspeccionar el segundo piso, pudo constatar que las condiciones eran igual de malas que en el primero o incluso peores, las botellas con los licores habían sido robadas, toda la cristalería estaba echa añicos en el piso, los sofás y mesitas ratoneras apiladas en el centro de la pista de baile.

 

La Evans regreso al primer piso y dejo escapar un suspiro de frustración más grande que el que había soltado afuera, el local requeriría mucho trabajo para poder volver a lucir como antes. De verdad que le esperaba mucho trabajo por delante

 

 

@

[Eobard Thawne]

¿Cuándo había sido la última vez que se había dejado ver por el Callejón Diagón? No tenía la fecha exacta, pues su rutina diaria consistía en ir a trabajar a Gringotts, y recluirse en su negocio personal, cual mago con viruela de dragón. Pero no tenía ninguna enfermedad diagnosticada, simplemente, se había habituado tanto a ese círculo vicioso, que sin lugar a dudas se sobresaltó al escuchar el crack emitido por el elfo doméstico al aparecerse frente a él.

 

¿Pero qué... ? dejó de lado el listado de pendientes monetarios que tenía, para observar al ente, quien daba brincos cada tanto. Espera, te he visto antes, si no me equivoco. ¿Quién te envía?

 

Me envía la ama, Nicole Evans Crowley, para preguntarle si aún desea trabajar en Wild Pizza.

 

Black Lestrange se dio una palmada en la frente. Ya recordaba cuándo; hacía un tiempo, había visitado el local en Diagón, e incluso se había comprometido a ayudarle a la dueña. Su repentina desaparición, así como la oleada de clausuras por parte del Ministerio, le habían impedido continuar con dicha tarea. Dio respuesta positiva, poniéndose en movimiento para buscar la varita mágica. Si el local estaba de nuevo en operaciones, había trabajo por hacer.

 

Dile, por favor, que haré presencia en breve. Espero no sea demasiado tarde.

 

Minutos más tarde, se materializó frente al local. Lo había visto una o dos veces, en su recorrido a Gringotts, con aquel sello del Ministerio contrastando con el oscuro de la fachada. Le causaba conflicto que faltara una "P" en el letrero. Parecía que habían usado la puerta hacía poco, aunque la opacidad de los ventanales impedía ver si había alguien. Con varita iluminada en mano, se adentró en el recibidor, dónde la oscuridad era aún más densa. Estornudó, cubriendo su boca con la capa, en un rápido movimiento de brazo.

 

¿Hola...Nicole, estás aquí? vociferó, aguardando una respuesta. El sonido de pasos y tintineo de cristal, en el piso superior, le hizo pensar que quizá la Crowley se encontraba allí. Dirigió la punta de álamo temblón a los extremos de la estancia. Vaya que hay mucho trabajo por hacer.

 

Se quitó la capa, depositándola sobre una de las sillas que estaban más próximas a él. Con todas las mesas apiladas, bien podrían pensar en poner una pista de baile. Como el que hay en el segundo piso, pensó, sonriendo para sí. Sosteniendo la varita en alto, realizó un par de florituras, empleando así su capacidad para realizar magia no verbal.

 

Las mesas, así como sus respectivos asientos, comenzaron a desplazarse sin que un par de manos las moviera. Cada una comenzó a distribuirse de forma razonable en la primera planta, liberando las paredes y mostrando una ligera capa de suciedad en el muro blanco que adornaba el lugar. Tenían otro problema, pues algunos de los manteles habían absorbido el polvo y otras sustancias.

 

Pensaba en hechizos de limpieza, cuando un suspiro de frustración, le causó un sobresalto. Se volvió, iluminando a la dueña de Wild Pizza con su varita.

 

Nicole, eres tú. exhaló amplio para liberar la sorpresa. Ha pasado tiempo. ¿Cómo estás? He venido tan pronto tu elfo apareció, así que, bueno, creo que hay actividades de sobra para poner la pizzería de vuelta en funcionamiento.

 

Conforme se aproximó, iluminó las lámparas del lugar, con la intención de que la conversación no pareciera un acuerdo secreto, como esos que solían retratar en El Profeta.

 

 

@@Nicole Evans Crowley

[Nicole Evans Crowley]

Tan absorta estaba enlistando todos los detalles y pendientes que tenia que realizar para que el negocio estuviera en buenas condiciones, que apenas se percato del joven que estaba parado frente a ella, varita en mano, el joven habia comenzado el trabajo pues las mesas terminaban de acomodarse por todo el espacio y la luz comenzaba a iluminar el lugar.

 

Van corrió hasta ella -El señor Eobard Black, ama, ha aceptado seguir laborando aquí- Nicole había olvidado que habia mandado a Van a buscar a aquel joven, tan perdida estaba en sus cavilaciones.

 

-Hola Eobard, perdona, tengo un mundo de cosas en la cabeza- La bruja camino hasta el joven -Como puedes notar, hay demasiadas cosas que hacer, me gustaría comenzar con limpiar el piso y las ventanas pero por algún motivo no sale agua de los grifos. Podríamos empezar con arreglar eso.

 

La chica hizo un ademan con la mano para que el joven la siguiera hasta la cocina, Van siguiendo sus pasos, al pasar la barra de atención la joven se acerco a un armario de limpieza de donde extrajo varios baldes, escobas, trapos y jabón. Le entrego una escoba, varios trapos y un balde a Van, que resultaban enormes para el elfo.

 

-Van, comienza con el piso de arriba, hay cristales por todo el piso así que ten cuidado. Comienza barriendo todo, desempolva todos los sillones, las mesas ratones, estantes y la barra, cuando termines puedes comenzar a acomodar todos los muebles. Ya sabes alrededor de la pista en pequeños grupos.

 

El domestico asintió varia veces, chasqueo los dedos haciendo que los productos de limpieza se elevaran del piso y lo siguieran mientras subía dando brincos las escaleras. La Crowley, dejo los demás artículos recargados en la pared y cerro la puerta del armario de limpieza. Saco su varita, la agito ligeramente, las escobas se sacudieron y comenzaron a barrer todo el lugar, los trapos salieron volando cada uno a mesas diferentes para retirar el polvo que descansaba sobre ellas.

 

-Que bueno verte Eobard, ha pasado mucho tiempo y luces bastante bien. ¿Cómo te ha tratado la vida?- La bruja se quito la túnica, dejándola sobre la barra e introdujo la varita en sus jeans. -¿Tienes idea de como reparar la tubería? La verdad es que yo no, nunca me vi en la necesidad de arreglar una.

 

Van habia comenzado a realizar las tareas encargadas, pues hasta ellos llegaba el susurro del cristal al ser arrastrado por el piso y el ajetreo de los muebles al ser acomodados por todo el segundo piso. Aquel iba a ser un día largo, la bruja lo venia venir.

 

@

[Eobard Thawne]

Descuida, bienvenida al club. asintió con suavidad, entendiendo a la Crowley, pues los últimos días, sólo tuvo mente para los galeones que debía resguardar en Gringotts. Aquello era la oportunidad para salir de las cavernas, literalmente. Por fortuna, creo que lograremos sacar esto a flote.

 

La limpieza del lugar explicaba un poco el que Nicole se hubiese mostrado algo distraída con su aparición, y no era para menos. Le siguió hacia dónde indicaba, para después ver como el elfo hacía lo propio para recibir la indumentaria de limpieza que le tendía su ama. No había visto escena similar antes; para alguien externo, resultaría gracioso, pero seguro para el ente, era complicado tener que lidiar con todo eso.

 

Horace, ayuda a Van con eso.

 

Su elfo doméstico acudió al llamado, evidenciado por un crack que resonó en el segundo piso. Esperaba que eso equilibrara la balanza.

 

Dejó ir una risa por lo bajo en cuanto la chica de cabello rubio-castaño le dijo que lucía bien. No podía estar más hecho polvo, como aquel que se levantaba al paso de las escobas encantadas para limpiar el lugar. Se colocó uno de los mechones rubios sobre la oreja izquierda, como solía hacer cada cierto tiempo.

 

He estado peor, aunque tampoco me quejo. Mi empleo me priva de la luz solar casi toda la semana, así que es algo. esbozó una sonrisa de oreja a oreja, a la par que depositaba la capa sobre un taburete. Pero, háblame de ti. También me da gusto verte, después de tantos meses. ¿Qué tal es tomarse un respiro fuera de tanto estrés?

 

En cuanto escuchó la interrogante relativa a reparar la tubería, se vio metido en un apuro, pues tampoco lo había hecho antes. Tal vez, había leído algún texto muggle al respecto, pero no le venía a la mente. Se aproximó a uno de los ductos de metal que conducían el agua, a unos pasos de dónde estaba el horno del que salían las pizzas que tanto le habían agradado a su paladar.

 

Bueno, estoy en blanco. No me explico por qué no sale agua, aunque me recuerda la huelga de mantenimiento mágico, hace ya un tiempo. repuso, acomodándose la montura de las gafas sobre la nariz, tras haberse acercado a examinar la tubería.

 

Quizá tenía que ver con la presión del agua, más que con el suministro mismo. Con el sonido del arrastre de los muebles en el segundo piso, el Black Lestrange se acercó de nueva cuenta a la tubería, con la intención de escuchar lo que pasaba del otro lado del metal. Escuchaba el líquido fluir a través del espacio reducido, pero sonaba como si algo lo frenara cada cierto tiempo.

 

Sería buena idea revisar los ductos, a veces hay cosas que obstruyen el paso. Desde algas, hasta grindylows. ¿Y si la seccionamos? Vamos a tener que usar el encantamiento desecador para evitar una inundación, pero puede que sea la solución.

 

Con la varita en la diestra, dirigida hacia aquella sección de tubería que parecía estar obstruida, el castaño aguardó a la respuesta de la dueña. Después de todo, era su local, y no quería crear una posible inundación sin su autorización. Como le diera luz verde, lanzaría aquel encantamiento que revelaría lo que crecía dentro del ducto. Pensaba en alguna planta mágica que había crecido ahí, como musgo, pero, si resultaba ser un ente mágico, estarían en un pequeño lío.

 

@@Nicole Evans Crowley

 

 

[Nicole Evans Crowley]

Mientras los elfos de ambos trabajaban arduamente en el segundo piso, ellos seguían tratando de resolver como repararían el sistema de tuberías. Al igual que él chico, la bruja no sabia como lo harían.

 

-Tomarse un respiro...Si se siente bien, visite muchos lugares tanto muggles como mágicos en mi pequeño retiro. Conocí gente fantástica durante este tipo. Creo que te vendría bien tomar un pequeño retiro, a lo mejor no tan prolongado como el mio pero pues aunque sea unos días fueras de todo este ajetreo.

 

La chica se apoyo contra la pared del horno, cruzando los brazos, recordando las diferentes vivencias en cada uno de los lugares que había visitado. Sin duda había disfrutado su tiempo fuera de Londres pero su regreso había sido en el momento apropiado, pues en algún momento tenía que volver a su vida.

 

La chica regreso a la realidad, haciendo una mueca cuando escucho las posibles razones por las cuales la tubería estaba obstruida. Un Grindylow. ¿Qué problemas le traería eso con el Departamento de Criaturas? No estaba segura, lo último que quería era que su reapertura se viera obstruida por la actividad con el ministerio.

 

-¿Crees que la existencia de un Grindylow ahí dentro nos traiga problemas con el Ministerio? Odiaría que eso pasará, suficientes problemas tengo con todo esto- La chica hizo un ademán para abarcar la totalidad del local -Bueno...Creo que...tendremos que correr el riesgo...Espera.

 

La chica abrió nuevamente el armario de limpieza, saco un balde, saco su varita y apunto al balde, haciendo que aumentara de tamaño, si salia alguna criatura podrían ponerla dentro del cubo. Con varita en mano, miro nuevamente al joven asintiendo levemente con la cabeza -Cuando quieras...

 

@ Perdón si salio corto, ando en el trabajo pero no queria dejarte esperando más tiempo

[Eobard Thawne]

Al Black Lestrange le pareció graciosa la sugerencia de alejarse de todo ello, no porque le resultara banal, sino porque lo había intentado alguna vez. Le había sentado bien, incluso se replanteó el iniciar desde cero ahí, pero al final siempre regresaba. El mundo mágico actuaba como un imán en el mago, eventualmente hacía acto de presencia.

 

Sería interesante por unos días, ya que la última vez, fue cerca de un mes. asintió con ligereza, recordando su estadía en aquella isla perdida en medio del Caribe. No puedo decir que me gustó mi apariencia de ermitaño, pero me encontré a mí mismo. Me da gusto saber que tu viaje resultó productivo. A veces, es lo que uno necesita.

 

Volviendo su mente al asunto de la tubería, tensó la varita entre los dedos de la diestra. La presencia de una criatura ahí en el local era seria, pero si se lo planteaba, podía ser benéfica. Conocía de locales que inclusive habían adaptado sus espacios para que los clientes convivieran. Pero no se imaginaba qué tan bien le vendría eso a la pizzeria, sobre todo si era una criatura acuática.

 

Como ex-empleado del Departamento de Criaturas, me preocuparía un poco. Si logra coexistir en este ambiente, puede que no haya problema...Digo, a menos que sea una plaga de criaturas, ahí sí tendríamos que llamarles.

 

Resopló, recordando cómo había resultado la última ocasión en que intentaron controlar una plaga. La cubeta expandida sin duda les podría ayudar, por lo que agradeció que de cierta forma estuvieran preparados para eso. Dio una cabezada al recibir la confirmación de que podía seccionar la tubería, por lo que procedió a hacerlo.

 

¡Diffindo!

 

El metal crujió al haberle hecho el corte con la varita, como si se hubiese contraído. Un extremo del ducto se vino abajo, debido al peso y a la falta de adherencia con el otro lado, por lo que el agua comenzó a fluir hacia el piso. Era el menor de sus problemas, pues al minuto comenzó a escucharse un sonido de succión en la parte superior, como si algo intentara adherirse para evitar ser descubierto. Finalmente cedió ante la presión del agua, e hizo presencia en el charco de agua en medio de los presentes.

 

No era uno, sino dos Grindylows los que al parecer habían hecho de la tubería su hogar. Tenían un tamaño medio, evidenciando que no eran adultos, explicando así cómo lograron colarse a la tubería. Uno de ellos comenzó a gruñir, evidentemente molesto por haberle sacado del agua. Comenzó a dar manotazos, con sus garras ligeramente afiladas, por lo que Eobard dirigió su varita hacia éste, y murmuró un Impedimenta, haciendo que la criatura se moviera en cámara lenta.

 

¡Dos! Qué sorpresa. Menos mal que no es una colonia. Y, mira... señaló el ducto, de dónde ya casi no escurría agua. Por dentro, le cubría una especie de musgo, que tenía la apariencia de una esponja. Creo que eso explica por qué la presión es baja.

 

 

 

@@Nicole Evans Crowley ¡Descuida! No se me ocurrió nada, perdón por la poca creatividad (?)

[Nicole Evans Crowley]

La tubería crujía y se sacudía ligeramente, un sonido de succión se escuchaba en el interior de la misma. Después de unos segundos, lo que estuviera obstruyendo la tubería cedió ante la presión del agua. Aquel liquido comenzó a cubrir el piso, produciendo pequeños charcos sobre la superficie. Pasaron unos cuantos segundos cuando por fin del interior de la tubería surgieron dos Grindylows de un tamaño no tan grande, uno de ellos visiblemente disgustando por la destrucción de lo que ellos consideraban su "hogar".

 

La chica utilizó la varita para colocar ambas criaturas dentro del balde. Que solo fueron dos era un alivio pues pensaba que con eso no tendrían tantos problemas con el departamento de criaturas.

 

-Creo que podemos considerar que ha sido una suerte que solo sean dos, ¿Es necesario notificar de esto al Departamento de Criaturas? ¿Nos podremos quedar con ellos? Creo que podríamos adecuar un rincón del restaurante para hacerles un pequeño hábitat. ¿Qué opinas?

 

Cuando escucho al joven, se acercó hasta la tubería, agito un poco la varita para iluminar el interior de la misma. Como el Black había mencionado, todo el interior del ducto estaba recubierto con una capa de musgo ocasionando que un ligero chorro de agua escapara de su interior. La joven no creía que fuera gran problema, por lo que tomo otro balde del armario de servicio lo puso justo debajo de la tubería seccionada y realizó una ligera floritura con la varita. En un momento la tubería comenzó nuevamente a sacudirse para minutos después comenzar a escupir en grandes cantidades el musgo que se alojaba dentro de la misma.

 

Después de cierto tiempo el musgo fue sustituido por un agua de color verde hasta que termino por salir agua pura y cristalina a una presión normal. La chica apunto a la tubería susurrando "Reparo" la estructura se reparo en un abrir y cerrar de ojos. Al abrir la llave el agua corrió como si en el interior del ducto nunca se hubieran alojado dos criaturas acuáticas.

 

-Creo que con eso queda solucionado el problema de la tubería. Creo que ahora podremos continuar con el resto de tareas pendientes en el lugar y claro tenemos que ver que haremos con estos dos.

 

La bruja hizo un ligero gesto para señalar a los grindylows que se retorcían dentro del balde. Esperaba que el departamento de criaturas le permitieran quedárselos, podría poner una acuario para ellos en una esquina o podría adecuar la barra en donde se tomaban los pedidos, le daría un toque diferente al lugar.

 

-Muy bien continuemos- hizo un movimiento ligero de varita, del armario salieron escobas que comenzaron a barrer por todo el lugar, trapeadores, que comenzaron a fregar el piso siguiendo a las escobas, baldes con agua se ubicaron frente a las ventanas y la puerta mientras que unos trapos comenzaron a limpiar las mismas -Esto estará listo muy pronto y podremos hacer los preparativos para la gran reinauguración- la chica sonrio y guiño un ojo al Black.

 

 

@

[Eobard Thawne]

Creo que no será necesario informar al Ministerio, digo, sólo fueron dos. razonó el joven, prestando oídos a las tuberías por si algún crujido indicaba lo contrario. Me agrada la idea de generarles un hábitat, sería una atracción peculiar para los clientes. Tengo uno que coexiste pacíficamente en una fuente, así que podría funcionar.

 

En su mente, intentó imaginar cómo harían para adaptar a dichas criaturas, considerando su naturaleza huraña. Quizá una pecera conectada a serie de ductos de acrílico serviría, de esa forma, se podrían desplazar a su antojo, y la gente los podría observar como distracción mientras esperaba sus alimentos o descansaba de una sesión de baile. Ya se lo contaría a Nicole más adelante, pues la prioridad en ese momento, era la reapertura del local.

 

Podrán sobrevivir un par de minutos mientras preparamos el resto del lugar. En todo caso, podríamos pedirle a los elfos que les echen un ojo, ¿qué te parece?

 

Habiendo concluido con la reparación de la tubería y el dilema del agua, quedaba, entre otros, el tema de la iluminación. Debido a la acumulación de grasa, los ventanales se habían tornado opacos, por lo que le estaba costando trabajo enfocar, aún con la luz que emitían las lámparas. En un afán por facilitar la tarea de los trapos, dirigió su varita hacia las ventanas, recitando el encantamiento Fregotego sin mover los labios. Aunado a la solución de limpieza de los baldes, el encantamiento desengrasante permitió que se aclararan en cuestión de segundos, permitiendo así la entrada de la luz solar.

 

Ya falta poco, aunque todavía tenemos el asunto de la fachada... hizo una mueca, recordando el aspecto de abandono que ofrecía la ausencia de una letra. Aunque sería un giro interesante, dejar el nombre a la interpretación del cliente.

 

Esbozó una media sonrisa, invitando a la Crowley, con una cabezada en dirección a la puerta, a seguirlo al exterior del negocio. Black Lestrange cruzó la puerta doble, cuidando de que los sellos de clausura ministeriales no se atoraran con ésta. Una vez allí, miró alrededor para ver si podía encontrar algo que les ayudara en el cambio de imagen.

 

Bueno, lo primero...Hay que quitar esos sellos, que ya no está clausurado, y uno pensaría que hubo una fiesta o algo por el estilo.

 

Levantó el fragmento de álamo temblón y murmuró Accio sellos, atrapando al vuelo las cintas moradas con el logo del organismo mágico en serie. Parecían como esas que se usaban para delimitar un área específica, así que podrían dar la idea equivocada. Sin éstas, el local parecía estar en total operación, salvo quizá, por el hueco dónde debía ir la pé.

 

¿Crees que esté en algún lugar cercano, no sé...un patio trastero, en el segundo piso? se dirigió a Nicole, intentando hacerse a la idea del paradero de la letra. O podríamos hacerla a partir de una roca, u otro material, se vería interesante.

 

Aunque, si estaban en el modo de renovar ciertas cosas, el diseño de un nuevo letrero también sería la opción. Notó que éste estaba cubierto de una mezcla de polvo y suciedad, por lo que parecía confundirse como parte de la fachada oscura. Otro aspecto que recordaba de su primera visita, era el letrero en forma de triángulo que se colocaba en la entrada, con las promociones y recomendaciones del día. Con ello, se daría la imagen de que estaban listos para recibir a la clientela.

 

 

@@Nicole Evans Crowley Una disculpa por la demora, han sido días de pesadilla :c

[Nicole Evans Crowley]

-Pues si no hay problemas con el Ministerio, creo que sería buena idea tenerlos aquí, podemos poner un acuario, tal vez en alguna pared o podemos modificar la barra en donde se hacen los pedidos ¿Qué opinas?- Tal vez esa sería la opción más fácil, podrían tirar la barra y volver a construirla de manera rápida y sin tener que modificar muchas cosas.

 

Esa era la idea de la chica pero igual y el joven tendría una idea mejor que sería de más ayuda que la que ella brindaba, la verdad es que estaba abierta a opiniones, cualquier cosa que ayudara a que el lugar se viera mejor seria aceptada de buena manera. Pero bueno ya después tendrían tiempo para solucionar aquel dilema, como bien mencionaba el Black. Ahora tenían un montón más de cosas de las que preocuparse.

 

Eobard no tardo ni un minuto en encargarse de otra situación, en el momento que la suciedad salio de los ventanales gracias al hechizo del chico, los rayos de luz entraron a raudales en el interior del establecimiento, la Evans tuvo que parpadear un par de veces para acostumbrarse a la claridad. Sin duda la luz le daba un toque totalmente diferente al restaurante, todo parecía más lleno de vida y gracias a las escobas y trapos que seguían limpiando toda las superficies, la vitalidad regresaba al lugar.

 

El comentario del Black la regreso al momento, la fachada, con todo el tema de las tuberías había olvidado por un momento que la letra "P" estaba ausente del letrero de la entrada. La bruja siguió al joven fuera del lugar, ambos se quedaron hombro a hombro viendo el gran espacio de la letra faltante.

 

-El segundo piso es el bar y no tenemos patio trasero, no tengo idea de en donde esta letra- la Evans puso los ojos en blanco ¿Quién tomaría una letra "P" de un anuncio? ¿Para qué la querrían? Eso ya no era asunto suyo, la cuestión era como arreglarían el letrero.

 

​-Creo que podríamos cambiarlo y poner uno nuevo. La ultima vez teníamos muy poca gente asistiendo al club entonces creo que sería una buena opción elegir un letrero que cambie el texto... En el día diría "Wild Pizza" y en la noche "Night Club" ¿Qué opinas? - Tal vez era un poco inusual pero Nicole recordaba que muy pocas veces se habia hecho uso del segundo piso, tal vez en esta ocasión podían hacer algo para mejorar las visitas en aquel piso.

 

-Si solucionamos lo del letrero y ubicamos a los Grindylows en un buen lugar estaremos listos para la reapertura en poco tiempo, tal vez podríamos pagar un anuncio en El Profeta y dar alguna promoción especial- Nicole estaba ansiosa para que el local estuviera en funcionamiento nuevamente.

 

 

@ No te preocupes, no sientas presión de mi parte, se que la vida muggle puede ser difícil, espero todo salga bien.