Atelier de Hestia (MM B:108403)

[Emmet Haughton Gaunt]

@

- Perfecto querida. Todo ha sido tomado en cuenta y agregué estos últimos elementos a la lista. Como te dije, yo te avisaré cuanto estén aquí mediante una lechuza para que puedas cancelar el monto y llevarte los productos.

 

Sentenció con una sonrisa.

 

- Nos estamos viendo pronto.

 

La saludó levantando su mano y dirgiendo su paso hacia la parte trasera de su local dónde estaba el Black esperándolo. Suspiró antes de ingresar. Ahí estaba Orión apoyado contra una de las estanterías dónde estaban las macetas que habían llegado esa misma mañana.

 

- Ahora sí ya estoy desocupado mi querido. ¿En qué puedo ayudarte?

 

El ojiazul miró toda la figura del hombre que tenía enfrente. No sabía que era lo que había venido a hacer a su local y menos para que lo necesitaba.

 

@Orión Black

[Anthony R. Dracony M.]

Tenía unas semanas que el muchacho ojimiel había ido a buscar el apoyo de @@Emmet Haughton Gaunt, encontrando una muy favorable respuesta por parte de aquel mago. Aquello era un buen recuerdo para el ojimiel y no dudo en disponer un hermoso reloj de oro con planetas en su caratula en un estuche de piel negra y aterciopelado interior rojo. No agrego carta alguna pues el regalo solo era un detalle para el dueño de aquel local.

Llamo a su halcón peregrino y encomendo llevar el estuche sin demora, a decir verdad, su novia le había contagiado con aquella costumbre y estaba bastante emocionado por enviar algo a cada mago que conocía.

El hermoso halcón peregrino no tardo en localizar aquel local y sobre el escritorio del mago, dejo aquel estuche para salir de nuevo y esperar la siguiente tarea de su propietario.

[Thoth]

Una lluvia de pétalos comenzó a descender y antes de caer al suelo se desvanecía, al poco tiempo se ve aparecer lentamente el egipcio con su varita en mano, la misma sostenía en la derecha y con sus yemas de los dedos, posando su mirada hacia abajo, estando casi vestido con traje de Adán, le envolvía un regalo y nota dirigida para cierto vampiro, sus botas eran navideñas, y portaba en su cuello una corbata.

 

-Espero que le guste este regalo

 

Murmuro y camino lentamente en el local, abrió la puerta por medio de un hechizo y fue a buscar a su presa, al cabo de un rato, comenzó a decorar un poco, para que el ambiente fuera más navideño, en su interior se preguntaba si lo pudiera conseguir o no, en caso que no lo hiciera, quizás pudiera tomar algún objeto. Esto lo hacía como parte de algo que deseaba conseguir y usaría todos sus medios para hacerlo.

[Emmet Haughton Gaunt]

Un aroma muy familiar llegó a sus fosas nasales e, inmediatamente, lo inundó una alegría terrible al sentir la presencia de aquél hombre que lo volvía loco con solo tenerlo cerca. ¿Qué hacía Darius en el local en estos momentos? Eso se preguntaba mientras se acomodaba su camisa que dejaba notar cada músculo marcado de su pecho y abdomen. Bajó las escaleras que lo separaban de la sala principal y su oficina percibiendo como el perfume de la piel del Licaón se hacía más fuerte a cada paso que daba para su encuentro.

 

- Hermosa visita la que tengo en mi local en estos momentos.

 

Se quedó apoyado en el marco de la entrada al salónd de ventas mientras profería aquellas palabras para con el muchacho. Lo que le sorprendía era la forma en la que estaba vestido pero bueno, cada uno con sus gustos. Lo miró de arriba a abajo con sus ojos azules percibiendo cada detalle de la anatomía de aquél. Le gustaba ese hombre, no había ninguna duda o margen de error por lo que pudiera decir lo contrario y, los hechos que sucedieron en la oficina del local del Licaón, eran más que motivos válidos de la atracción que existía entre ambos.

 

- ¿Que te trae por aquí, querido?

 

Se fue acercando acortando al distancia que los separaba. Tenía ganas de besarlo con un sueve roce pero iba a esperar para ver que es lo que él hacía.

 

@Darius

[Thoth]

-Supongo que vengo a darte vuestro regalo de navidad, pero creo que me he atrasado un poco… ya que no me animaba con el color del moño, mucho menos con que traje iba a venir para dártelo, pero dime ¿te gusta el regalo?

 

Indago mientras que se acerco a su víctima, simplemente camino lentamente hacia el mismo, con intenciones que ambos ya conocían de antemano, dado que ese curioso juego del gato y raton se estaba creando, algo extraño entre los dos comenzaba a jugarse, por el momento todo pasaría en lo que el dueño de ese local deseara, ya que no era cosa de placer.

 

-Entonces, quieres probar tu regalo…

 

Y quedo frente a frente del vampiro.

 

@@Emmet Haughton Gaunt

[Emmet Haughton Gaunt]

Tomó el paquete que Darius le daba. Sentía tanta alegría al recibir el ragalo, y mucho más de su parte, que no sabia que hacer para devolvérselo. Miró la envoltura y el moó que había escogido y luego sus ojos buscaron la mirada cómplice de su acompañante. Esa con la que ellos solos se entendían sin mediar ninguna palabra.

 

- No tenías que molestarte por traerme un regalo. Tu visita y compañía ya son suficiente para mí.

 

Dijo sonriendo mirando cómo el Licaón acortaba la distancia entre ambos. Intentaba concentrarse en el regalo para saber que era pero le resultaba difícil teniendo a tan atractivo hombre frente a él y con ese perfume que despedía que vovía loco al Gaunt.

 

- Puedes llevarte el objeto que más te guste de mi local como parte de mi regalo de estas fiestas. No importa el precio sólo toma lo que más te gusta.

 

Le dijo acercándose un poco más a él para responderle la última pregunta.

 

- Me encataría probarlo.

 

Sonrió casi frente al licántropo.

 

@Darius

[Thoth]

-Así que puedo tomar lo que deseo, inclusive si anhelo vuestro corazón, pudiera introducir mis garras o colmillos en vuestra carne, perforarla y arracarlo, admito que la carne de los vampiros es algo que mi paladar se deleita, más si es un corazón latiendo, ese sabor de carne putrefacta y cálida por la sangre que ha bebido es una delicia, pero si te matara, con quien podría disfrutar un poco.

 

Con su mano, le comienza a palpar el pecho del vampiro y a cada paso, intenta desgarrar la prenda superior, para así ver la pálida piel.

 

-Pero pudiera ser que me equivoque…

 

Dijo, mientras que terminaba desgarrar esa prenda de vestir, que dejaba de ver lo que el vampiro ocultaba con esas telas.

 

-Pero no sé, si tomar lo que deseo.

 

Baja la mirada y se acerca un poco más a ese ente (@@Emmet Haughton Gaunt ).

[Emmet Haughton Gaunt]

De un momento a otro la charla se tornó divertida y siempre con un tono de perversión de parte de ambos. Con un chasquido de sus dedos hizo que el regalo desapareciera y fuera directamente al escritorio de su oficina. La mano cálida del Licaón pasó por su pecho haciendo que al piel del vampiro se despertara ante ese temperatura.

 

- Eso si me gusta. ¿Pero sabes que es lo que más deseo en este momento? - soltó son su pecho expuesto a merced del licántropo - Sangre. Tibia y deliciosa sangre proveniente de tu hermoso cuello - masculló con una sonrisa cortando cualqueir distancia que había entre ellos. No dejó espacio alguno que los pudiera separar.

 

- Sé lo que deseas. Sé que es lo que quieres hacer y estoy de acuerdo.

 

Dijo en voz baja y en el oído del Licaón.

 

- Puedes tomarme dónde más te guste pero quiero que sea más íntimo.

 

Dijo y le tomó la mano para llevarloa su oficina. Al ingresar al ambiente, el reciento estaba iluminado por velas que no se derretía nunca dándole una teneu iluminación que lo hacían más ameno. Frente a ellos se encontraba el escritorio del inmortal y, a un costado, un sillón bastante grande en el que cabían, cómodamente, dos personas acostadas.

 

Cerró la puerta que se trabó con un click y tiró directamente al licántropo al sillón para que se sentara. El Gaunt comenzó a quitarse la camina dejando su hermoso y sincelado torso a la vista de Darius, y se detuvo en su pantalón.

 

- ¿Quieres quitarlo tú?

 

Sonrió acercádose al muchacho y besándolo con pasión sin importar nada. Ambas lenguas comenzaron a jugar en la boca de cada uno entrelazándose en una danza interminable.

 

@Darius

[Thoth]

-Así que puedo decidir, vaya que fácil ha sido ingresar a tu oficina, no niego que algo lugrebe, pensaba que estaría decorado con unicornios y arcoíris, no sé, jamás pensaría que este seria tu estilo, al parecer errado la percepción que tenia de vos.

 

Soltó una carcajada y observo con sumo cuidado la propuesta, pero simplemente reaciono y se insinuó descaradamente.

 

-Ven y toma tu regalo, a no ser que ya no lo desees, no esperas que te lo sirva en bandeja de plata, al menos se valiente y tómalo vos, dado que me ha costado venir y no dárselo a otro ser, digamos que he tenido varias propuestas mientras que caminaba en este lugar, inclusive de damas y caballeros, por lo que no extraño pensar que ellos pudieran codiciarlo más.

 

Le clavo la mirada.

 

-¿Acaso tienes miedo de tomar lo que es vuestro? Y sobre la sangre, no creo que puedas ni tomar una gota de mi sangre, sin desear más, a ver te reto, a que me devores. O es que ya no eres el tan famoso mago de Hogwarts, que estuidantes y profesores codiciaban y apostaban en quien te podia poseer.

 

Le expreso con forma de subirle el ego y que actuara de una vez por todas a @@Emmet Haughton Gaunt

[Emmet Haughton Gaunt]

Soltó una carcajada con respecto a lo que le había dicho de que tenía otras propuestas de magos y brujas que lo querían.

 

- Creo que aquí es otro el codiciado, mi vida.

 

Sentenció sentándose de frente en las piernas de Darius y, pasando sus brazos por su cuello, comenzó a besarlo lentamente comenzando a subir la temperatura de ambos cuerpos. El sabor de los labios del Licaón lo volvía loco a tal punto de no querer dejar de besarlo y aumentar la intensidad de los besos que le profería.

 

Se separó de su boca y fue hasta su oído.

 

- Si hay algo que debes saber es que no debes provocar diciendo que tienes otras propuestas. No vaya a ser que esas propuestas desaparezcan.

 

Dijo con tono serio pero bromeando. Lo miró y comenzó a quitarle la ropa. Lentamente le sacaba la camisa, comenzando a ver el pecho del licántropo. Se detuvo en seco y sus manos pasaron a la parte baja comenzando a dejar algunos roces pretenciosos que provocarían, sin lugar a duda, una reacción en la anatomía del muchacho.

 

- Veamos que eres capaz de hacer, querido.

 

Eso fue lo último que dijo y acalló cualquier respuesta con otra tanda de besos intensos.

 

@Darius