Castillo Lockhart (MM B: 78568)

[Mael Blackfyre]

En el momento que atravesabas el portal, se sentía como si fuera a través de una fina capa de tela casi imperceptible, casi invisible, casi suave como la panza de un gatito recién nacido. Pero a la vez, lo hacía con la fuerza de un huracán. Los ojos se acostumbraron de pasar por la verja de los Lockhart a aquel panorama, que, aunque fuera de día, se podía sentir y oler otro ambiente. Había personas merodeando por allí, así que aquello era buena señal. ¿Y si parecía en medio de una lucha grecorromana? Esperaba que no.

 

Miré alrededor, observando el alrededor. Había algunos rostros conocidos para mi sorpresa, asi que no tardé en sentirme tan cómodo. Miré para atrás, y no vi ni a Bel ni a Garry, asi que estaba seguro que los vería luego. De la misma manera que seria con Bodrik y con Sagitas. Acomodé el cuello de mi camisa mientras rebuscaba entre mis objetos. Cada vez tenía más anillos y mas colgantes por la magia guerrera de los Uzza. Asi que aún no me acostumbraba.

 

Con una mano menos, también era mucho más difícil. Asi que utilicé la habilidad que tenía como metamorfomago, mientras me concentraba en eso, para hacer aparecer una mano. Creía que era igual a la que tenía, pero estaba seguro que no lo era. Abrí y cerré los dedos, esperando no perder nunca aquella agradable sensación al recuperar, de alguna manera, mi mano derecha. Avancé algunos pasos rumbo a dos personas que había logrado localizar. Mientras encontraba la bolsita de cuero con aquel objeto.

 

— ¡Cye! Sobrina querida. ¿Hace cuantas semanas que tienes abandonado a tu tio? Ven aquí, que deseo abrazarte —comenté, ante la rubia que hacía demasiado que no veía. Era una bruja adulta, tenía muchos hijos, matriarca de la familia, trabajo y negocios, pero aún así. Continuaba mirándola como la pequeña bruja que había conocido. La rodeé con mis brazos y la apreté por unos segundos, dándole un beso en su frente—. Te extrañaba, niña. Demasiado. Tenemos muchas cosas de las que ponernos al día. Pero antes…

 

Le dije, rozándole la mejilla con uno de mis dedos y una sonrisa. Luego me giré hacia Noah, que estaba allí parado. Le tendí una mano para estrechársela. Y con la otra, le entregaba una bolsita de cuero negra. Esperando que la tomara.

 

— Feliz cumpleaños, Noah. Disculpa mi atrevimiento por aparecer aquí sin avisar. Y respecto al regalo. No nos conocemos demasiado pero si lo eres para Cye. Y ella es mi sobrina, casi una hija. Asi que espero que te agrade éste obsequio. No sabía qué traerte y creo que vas a aprovecharlo mejor que yo. Pertenecía a mi familia durante cuatro generaciones —le expliqué. Esperando que encontrara allí el reloj que reposaba escondido.

 

Era un reloj de plata. Ya sin la tapa, porque al transcurrir los años, se había. Pero el cristal que protegía las agujas, estaba casi nuevo. Y reflejaba cada uno de los planetas del sistema solar, con el millón de estrellas que iluminaban cada centímetro, con estrellas fugaces y cometas que deambulaban por allí. Los números del 1 al 12 se encontraban en cada punto que marcaba la hora. Pero también, a su vez, se mostraban los doce signos del zodiaco. Era un reloj difícil de leer, pero una vez que te acostumbrabas, servía para muchas cosas.

 

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@@Noah Lockhart @

[Tamarindo]

Llegaba tardisimo, como siempre, me habia dormido en los laureles o en cama, que es más cómodo... o en el sofá, la cosa es que me habia dormido en a saber donde y como porque llegaba tardisimo al cumpleaños de mi buen amigo Noah... Seguro que ya se habrían acabado la comida, o serían una familia tan bien considerada que sabiendo que algun día yo iba a llegar, guardaron algo para mi, sabiendo que como tanto o mas que Noah... (?)

 

Venía con paso apurado por la acera de la calle cuando por fin llegué a la puerta de entrada al jardín del castillo de los lockhart. Siempre me gustó este castillo porque siempre que vengo es para alguna fiesta y me alimentan muy buen en esta casa... a lo mejor debería hacer visitas entre medias de fiestas y saludar a la familia mas a menudo, pero es que el tiempo no me llega ni para atarme los zapatos...

 

Miré a mis zapatos... los tenia atados, todo bien... podemos seguir con el camino

 

Llegué a la puerta y llamé al timbre a ver si me oían llegar y me abrina para llevarle un regalo muy especial a Noah... Una tarrina de helado mágico... Sabor a lo que mas te guste en el momento y autorellenable, asi que helado infinito para siempre de lo que mas le iba a gustar... Y que no se entere que unas cucharadas probé antes de salir de casa, a ver si era realmente magico y autorellenable... jejje

 

--¿HOLA?

[Ezra Lockhart]

Ezra corria libre por el campo, aun con lucy en sus brazos, llevaba a Ithilon a lado pues le hacia compañia y ademas asi tenia a alguien con quien jugar a las escondias, las atrapadas y demas cuestiones.

-No me alcanzas, no me alcanzas...- le decia a su primo mientras corria con su gata, al cabo de un rato termina cayendo al pasto e Ithilon cae sobre el, ambos se rien a pesar de que les habia dolido caerse el uno encima del otro.

Pues asi estaban las cosas cuando ambos infantes se tropezaron, para desgracia de ambos, con unos duendecillos muy traviesos y bromistas, bajaron sobre ellos y para empezar trataron de llevar a Lucy de los brazos de Ezra. -¡ah, no! ¡suelten!- los duendecillos tiraban de la cola de la gata mientras esta maullaba y se aferraba a Ezra con sus garras, al niño le dolian pero aun asi no soltaba a su mascota, Ithilon para alejarlos empezo a tirarles piedras, funciono hasta que la tomaren con el y lo jalaron de las orejas.

Ezra saco la varita y se defendio con chispas, Lucy salto y atrapo a un duendecillo con la boca para luego escupirlo, su sabor era asqueroso al aprecer, Ithilon hizo lo propio y seguia con sus piedras... sin embargo el equipo dinamita de Lucy, Ezra e Ithilon (abreviar LEI) seguian siendo superados, asi que hicieron lo que debian para salvarguardar la dignidad y el bienestar fisico, correr como pollos sin cabeza hacia el bar mas cercano.

Fueron perseguidos pero ellos les llevaban ventaja, una vez dentro del bar los tres se escondieron debajo de una de las mesas.

[Agnes Lynn]

No han pasado más que un par de minutos, pero el jardín parece llenarse de más y más gente con cada momento. Puede reconocer algunas caras, pero en su mayoría desconoce a las personas que la rodean. Con un poco de nerviosismo, le da otro trago a su copa de vino.

 

No pasa mucho hasta que Bo, haciendo uso extraordinario de sus podemos Uzza, crea una especie de portal, uno que los llevará a la verdadera fiesta, si lo que ha oído acerca de lo que su sobrina tiene planeado es real. Con una sonrisa, se voltea hacia su hermano, que sigue con ella.

 

—Tenemos que cruzar. No sé que haya del otro lado, pero conociendo a Bo y a Noah, no es algo que nos queramos perder— Con un último trago se termina su vino y procede a caminar hacia el portal, no sin antes darle un ligero empujón a Alexander. —Vamos.

 

Cuando se acerca a su sobrina puede ver que ya casi todos los invitados están del otro lado, un par más de los que ha visto en el jardín. Si la vista no le falla, le parece ver a Bel por ahí también. Hace una nota mental para ir a saludarla, siempre es bueno tener a alguien con quién conversar.

 

—Perdón, Bo, nos distrajimos con los tragos—le dice a su sobrina tan pronto como puede, a modo de disculpa. No se gira para ver si Alexander viene detrás de ella, pero sospecha que así es.

 

Cruzar el puente se siente como cruzar una cortina muy ligera. Si no fuera por el cambio en temperatura y humedad en el aire, está casi segura que no lo hubiera notado. El lugar parece lo suficientemente amplio para acoger a la multitud de personas que se encontraban en el jardín. Ella se queda no muy lejos de la entrada, esperando a que su hermano y su sobrina crucen, expectante.

 

@Bodrick @@Alexander Fox

[Bodrik]

Cumpleaños de Noah

 

Los duendecillos no paraban sus travesuras a tal punto que quisieron atacar la gata de Ezra hasta terminar en una batalla campal en plena pradera, y los niños acabaron corriendo hacia el Boar-Hart huyendo de la persecución de los duendes que al verse impedidos para atacar a los pequeños, decidieron llevar sus planes a cabo y comenzaron a volcar las canastas del picnic y despeinar a todas las mujeres comenzando por Sagitas que tenía un bonito peinado y a los duendes se les hacía gracioso juguetear con el cabello de color violeta.

 

Mientras eso sucedía, Bodrik mantenía abierto el portal a la espera de Scavenger y Alexander que continuaban en la parte trasera del castillo al parecer tomando vino y no se percataron a tiempo que el resto de los invitados tuve tiempo de desplazarse desde aquel jardín trasero hasta la entrada; era allí donde Bodrik los esperaba para poder dar inicio a la celebración de cumpleaños.

 

Finalmente, Scavenger se dio cuenta del portal y que muchos atravesaron antes que ella y decidió hacerlo también esperando Alexander se le uniera para poder comenzar con el festejo del cumpleaños de Noah que estaba esperando del otro lado en compañía de muchas personas que se habían reunido para tal acontecimiento sin imaginar la cantidad de `problemas que encontraría del otro lado del portal.

 

 

Los Duendecillos tomaron a más de uno por sorpresa jalando el cabello de las invitadas, desapareciendo objetos y prendas de tal manera que, si no se movían, terminarían desnudos o sin sus canastas de picnic. Tendrían poco tiempo para reaccionar pues los Caballeros Sagrados estaban en Camino para atacar el Boa. Hart y todos invitados peligraban en ese momento.

 

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[Hessenordwood Crouch]

Haciendo un esfuerzo se ha puesto de pie, estar en canclillas por tanto tiempo le deja una sensación de cansancio en las piernas. Una brisa fresca lo recompensa rápidamente, y el sonido que hacen las hojas rosadas de aquel enorme árbol plantado frente a él, le provocan un escalofrió, sin embargo, le deja una buena sensación al final. Al levantar la vista, aún puede ver los rayos del sol de pasada la tarde que se cuelan por las ramas, pintando el rostro del brujo de sombras rosas y naranjas.

 

―Parece bastante sano-, habla con voz suave, siendo distraído al hacerlo, aunque sabe que Bodrik puede escucharlo. ―Las raíces están bien nutridas y son fuertes-, se lleva ambas manos a los costados de su cintura, asintiendo con una sonrisa de satisfacción. ―Lo ha cuidado bien Bodrik, debe ser una cosa por el cambio de época lo que ha hecho que la semilla se desenvolviera así de rápido, pero no hay de qué preocuparnos-, la vista heterocroma del licántropo se paseaba de arriba abajo contemplando el árbol.

 

Luego del viaje por el tiempo a través del portal que había hecho Bodrik desde el castillo de los Lockhart, Garry ha estado más en contacto con su vieja amiga, Bodrik. La hábil hechicera le había tenido la confianza para compartir con él aquel cultivo que han comenzado a plantar semanas después de que volvían del picnic. Al parecer Bodrik no se había contenido de traer consigo del viaje unas semillas de los arboles nativos donde habían llevado a cabo la fiesta para el Lockhart.

 

Garry había estado todo este tiempo visitando a Bodrik para ver el desarrollo del cultivo. Hoy, mientras el festejo de Cye Lockhart da comienzo, aquello que había comenzado como solo un experimento plantado en los terrenos boscosos del terreno de los Lockhart, sumado al conocimiento de los brujos en herbología, es un hermoso escenario que contemplar mientras se toma el té.

 

Garry se gira para encontrarse finalmente con Lockhart, y echar un vistazo a toda esa decoración que es muy acogedora, el muchacho mantiene la sonrisa, Bodrik no había podido hacerlo mejor, todo aquello era perfecto para la festejada, con la sencillez, elegancia y sobre todo ese toque familiar. Los elfos corrían por todas partes terminando con las decoraciones restantes, pero en su mayoría todo estaba bajo control. Ollivander observó mejor a la muchachita, parecía preocupada a pesar de que todo ahí es esplendido.

 

―Se ve todo más que bien, Bodrik, a Cye le encantará.

 

@Bodrik

[Bodrik]

 

Desde el viaje en el tiempo Bodrik había mantenido unos días muy agotadores y prácticamente no tenía los pies en la tierra, pero con la ayuda de su amigo Garry estaba pudiendo llevar a acabo un pequeño proyecto personal con víspera del cumpleaños de Cye Lockhart, su dulce y amorosa abuela por la que haría cualquier cosa- ¿Eh? Si se ve muy sano – responde afirmativamente el comentario de su amigo, aunque este parece salido de este mundo.

 

Bodrik tuvo que recorrer un gran territorio evadiendo los caballeros sagrados para poder hacerse a unas semillas del bosque del rey Hada para regresar a Ottery con aquella fascinante planta que ahora reposaba en un rincón especial del bosque del castillo Lockhart; uno lo suficientemente alejado para que nadie pudiese darse cuenta de lo que crecía allí.

 

La idea era festejar a su abuela con algo fascinante y tener algo tan mágico y hermoso frente a ella le inundaba de entusiasmo y quizá su estado tan agotado se debía a la mucha energía invertida en el cuidado del árbol y a su vez esconder de la mirada curiosa de los Lockhart durante casi un mes.

 

-Así es, pero si no fuera por la magia empleada, tardaría más en crecer, supongo – agregó.

 

Ella también estaba pensativa, deseando que la fiesta planeada agradara a la matriarca Lockhart y por supuesto a los invitados al gran acontecimiento. - Gracias a Merlín se nos dio bien el cuidado, otra cosa tendríamos de no ser así. –

 

Pasa su mano por la nuca sintiendo un cansancio enrome, pero con deseos de continuar organizando todo pues de no ser por los elfos que traían a escondidas algunos utensilios y materiales del Magic Tea, The Arabic Place y el cacao café, quizá no podían disponer de la decoración para la fiesta del té que Bodrik preparó para la celebración de Cye su abuela.

 

 

-Acomoden esa mesa allí, y la comida las pueden ir acomodando – le hablaba a Jobs , Heyda y Martelac quienes traían panecillos, chocolates, jarras de té, , galletas y dulces y decoración en general, además del bello pastel.

 

-Gracias, Sin tu ayuda no lo haría logrado. - dijo sinceramente yendo a dar un abrazo a Ollivander.

 

La celebración estaría llena de sorpresas y las hadas estarían presentes.

 

 

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Editado 8 de Septiembre del 2018 por Bodrik

[Seba Granger]

En House of Books

 

Un nuevo cumpleaños había llegado, hace algunos días nos había llegado la invitación de Bodrik para el cumpleaños de mi amiga Cye, igual ella ya lo había comentado en el último cumpleaños que habíamos asistido de su familia, así que solo habíamos estado esperando la fecha para asistir a la fiesta.

 

Hacía ya un rato que no veía a la Lockhart, ni siquiera por los cuarteles del bando la había divisado estás últimas semanas, creo que sería un momento apropiado para hacerlo, además no estaba del todo seguro si en un tiempo mas las volvería a ver.

 

Moví la cabeza para no pensar en aquello, y me dirigí al cuarto para cambiar de ropa, no quería llegar a última hora por si Bodrik necesitaba aun ayuda para ordenar las cosas.

 

-¿Amor te falta mucho?- dije en voz mas alta hacía el cuarto de baño donde había visto entrar a Darla.

 

Acomode la camisa blanca que había puesto dejando los dos primeros botones desabrochados, ajuste un poco mas el cinturón negro con hebilla plateada que sujetaría mis pantalones negros.

 

Por unos instantes me observé al espejo, tallando un poco la barba trasnochada que llevaba desde hace un par de días, pero la verdad no quería afeitarme.

 

 

Llegando al Castillo Lockhart

 

Aparecí del brazo de mi novia a las afueras del Castillo de las amigas Bodrik y Cye, -Te ves hermosa mi amor- dije a mi bella mujer, para luego caminar hacia el interior de la propiedad ya que la verja esta ya abierta.

 

-Esperemos que la cumpleañera no haya llegado primero- reí hacia Darla, sabia que Cye era la matriarca de la casa, pero seguro que Bodrik se las había arreglado para sacarla de casa por un rato.

 

-Creo que esto es un poco grande- alcance a pronunciar cuando un par de elfos nos daban la bienvenida desde una caseta que la verdad ni siquiera la había visto antes.

 

-Muchas gracias, ¿Sabe si Bodrik ya esta en casa?- pregunte un poco curioso a uno de los elfos.

[Darla G Dumbledore]

Con Seba en House of Books

 

Darla sonreía mientras terminaba de peinarse pensando en si los Lockhart tenían planeado sus nacimientos uno por cada semana del mes y en cada mes del año, para así tener siempre un buen motivo para celebrar. No había asistido a tantos cumpleaños en su infancia como a fiestas de los Lockharts en lo que iba del año.

 

La voz de Seba volvió su atención al tiempo actual, el tiempo corre rápido, echó una ojeada fugaz a su cabello, no sabía por qué había optado por arreglarlo así luego de la ducha y sin magia, pero quedaba bonito, recogido, con rizos sobre su nuca en cascada sobre su espalda. Se apresutó a salir.

 

—Ya estoy amor —hizo un giro rápido mostrando a Seba su vestido acampanado azul, de mangas tres cuarto. El otoño se acercaba y el fresco se hacía sentir al caer la noche y no sabía hasta que hora estarían en la fiesta.

 

—Te ves muy guapo —dijo acercándose a su novio, que estaba frente al espejo, para fingir acomodar el cuello de su impecable camisa y besarlo con amor. Le acarició la barba apenas crecida que él había estado observando y sonrió más —nunca podrías verte menos sexy —sus ojos se perdieron en los azules de él, viéndolo con amor.

 

Llegada al Castillo Lockhart

 

Tras un suave intercambio de besos y mimos, la Potter Black había tomado un chal azul con flecos y bordados en plata, su cartera de gamuza azul al tono de sus zapatos y se había tomado del brazo de su prometido, para dejarse guiar hacia el castillo de la celebración.

 

—Gracias bebé —susurró la pelirroja ante el nuevo halago de su novio y se abrazó más a él mientras caminaban hacia el interior de la mansión, observando el lugar, solo había ido allí para celebraciones, que ella recordara al menos.

 

—Pues si llega tarde será aún más sorpresa, creo que eso les gusta a ellos, aunque siendo tantos no sé cómo hacen para mantener los secretos, seguro son solo los detalles porque seguro se ven venir la fiesta —río junto a su novio antes de ser sorprendidos por unos atentos elfos de la familia.

 

—Gracias —susurró mientras entregaba uno de los paquetes de regalo para Cye, generalmente dejaba eso en manos de Seba, que les conocía mejor, pero por algún motivo había querido agregar ese pequeño libro de poesías de Alfonsina.

 

Levantó la vista hacia el Castillo, Seba tenía razón, era verdaderamente grande y bonito.

 

[Ezra Lockhart]

Ezra estaba en las cocinas preparando el mismo una sorpresa para su mami Cye, para que nadie pudiera decir nada, lo había preparado todo en privado junto con su sobrina Bo y algunos elfos domésticos, era complicado, pero creía que resultaría.

-a ver... ahora hay que añadir huevos y revolver...-

Agitaba la varita para que lo que necesitara viniera volando, su gata no podía ser participe pues llenaría todo de pelo, así que solo estaba acostada en el suelo, como durmiendo.

-bien... precalentar el horno...-

Por toda la cocina había banquillos y demás cosas para que Ezra pudiera alcanzar las mesas y ese tipo de cosas, también había dos grandes libros de cocina abiertos en la sección de repostería, específicamente los pasteles.

Ezra estaba armando un pastel de cumpleaños, pero no cualquier pastel, en sus palabras era: "el mas grande pastel que el mundo haya visto desde que Buddy Valastro había pisado la tierra".

Y así era, era una réplica a escala de todo el castillo lockhart y sus alrededores, la base era de vainilla, recubierta por una capa de galleta que asemejaba la tierra alrededor del castillo, tenia su propio castillo Lockhart, establo y hasta árboles.

-Bien... todo saldrá bien...-

Los utensilios se movían de aquí para allá, revolviendo,agregando, etc, Ezra verificaba que todo estuviera en orden y de vez en cuando robaba alguna probada de chocolate.

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