Un pizzico di Milano (MM B: 111024)

[djvash Asturias]

La castaña me comentó que estaba de acuerdo en irnos, la mire al momento que la escuchaba recitar un hechizo y ver como de su varita salían unos hilos color carmesí. Fue algo nuevo para mi y la escuche invitarme a pasar primero.

 

A sentí con la cabeza y salimos de aquel lugar, instantes después estábamos en la oficina nuevamente, el frío se había esfumado y, ya sabía que, que nunca volvería a ver a Vale hasta que llegara mi momento de partir de este mundo.

 

Cuando ella apareció en la oficina me dijo que esperaba que cumpliera con mi palabra, pero la observe apoyarse en el respaldo de una silla, inmediatamente camine hacia ella y la ayude a sentarse en la silla.

 

--Tranquila, tu cumpliste yo lo haré

 

Respondí su pregunta al momento en que tomaba a Zharr del mango de mi katana, con una floritura de la misma aparecí una poción revitalizante y un vaso, serví un poco de la misma y se la di.

 

--Bebe esto y no voy a dejar que te vayas hasta que te recuperes

 

Entendí a la perfección que ella había cambiado y no podía dejar que se fuera así, después de todo me había ayudado a encontrar al amor de mi vida.

 

--Siento mucho lo que te paso-- no sabia como referirme a que había quedado viuda --quizás en un futuro podamos platicar mas, no quisiera que solo por este pacto nos encontramos

 

Camine del otro lado del escritorio y tome asiento, la miré, había cambiado solo un poco su aspecto, pero, no había duda que seguía siendo hermosa. Tome un vaso y me serví un poco de vodka, encendí un cigarrillo y mire sus ojos castaños esperando que bebiera de la poción.

 

--No te había dicho nada pero, mil gracias

 

Sonreí un poco después de tomar de mi vaso e inhalar un poco del cigarrillo.

[Susan V. Goldstein]

Miró hacia varios lados, el lugar estaba hecho un desastre y muchas de las cosas que allí estaban jamás volverían a ser las mismas. Zoella se esforba por impresionar a Susan pero ¿Era realmente necesario? Ella ya era parte de la familia, eso bastaba, era más que impresionante que Louise se decidiera a tener una ahijada. Nunca le había conocido alguna. Eso ya daba de hablar muy bien de Zoella.

 

Se sentó en unas sillas que fueron casi inmunes a sus desastres y Susan la siguió ¿Ya se había cansado? Lo cierto es que despues de los hechizos ya no quedaba mucho que destruir. Se sentó a su lado y compartió su risa, una risa que no salía en años. La bruja realemnte pensaba que tenían afinidad, podría llegar a ser amistosa sin la necesidad de fingirlo.

 

-Deberíamos tener una lista negra, hace mucho que no me divertía de esta manera.-La mira en el suelo riendo- ¿Qué tal si vamos a una tienda de vejestorios?

 

No sabía si a Louise le gustaría que estuviera oscureciendo a su ahijada de esta manera pero la verdad es que poco le importaba, a Zoella no parecía importarle.

 

-Tal vez podríamos hacer un desastre en una mansión -Se levantó y le deico un guiño- En este mundo no hay muchos limites. Nos vemos en el proximo local.

 

Y riendo aún de la escena desapareció en llamas negras.

[Zoella Triviani]

Sentada en una de las pocas sillas que sobrevivieron mientras me rió por todo lo que ha pasado, veo aquel lugar el cual se encontraba hecho un desastre y llegándome una sonrisa al rostro por lo que cause junto con Susan decido recogerme el cabello en un moño flojo. No me encontraba cansada, aun sentía esa energía que no tenia desde hace algunos años y ya extrañaba tener un compañero de travesuras.

 

- mmmh una lista.... - Digo asintiendo en aprobación - ¡Vamos! - Me levanto de un salto y digo con euforia, vaya que me encontraba emocionada.

 

Espero que a mi madrina no le moleste que este haciendo tanto desastre sin ella, aunque poco me importaba solo no quería escuchar su sermón.

 

- ¿Una mansión? - Pregunto no muy convencida, pero encogiéndome de hombros asiento en su dirección - Hasta la próxima - Me despido con la mano aun sentada, quedándome un rato admirando nuestra obra de arte. Después de algunos minutos me levanto y a paso lento salgo de aquel lugar ya tachado de nuestro nuevo entretenimiento La lista negra.

[Valky]

Se estremeció al sentir las manos de Dj al ayudarla a sentarse, levantó la mirada y enarcó una ceja, sin embargó no dijo nada, estaba demasiado cansada como para empezar una pelea y considerando lo fácil que era para ellos discutir, prefirió evitarlo. Además, el contacto había sido demasiado breve, pues el mago ya se encontraba sirviéndole una poción.

—Lo siento… en serio no quiero ser descortés, pero solo bebo pociones hechas por mi o por alguien en quien confíe… —Dijo poniendo sobre la mesa la poción. Aunque no apartó la mano del vaso.

Las palabras que siguieron a continuación la descolocaron por completo, sabía que eran sinceras pues él había experimentado el mismo dolor, sabía que la entendía, quizá, mejor que nadie. Pero únicamente había hablado sobre la muerte de Bastian con su hija, Little, no estaba del todo segura de poder hacerlo con alguien más y no quebrarse. Posó la mirada en la poción mientras hacía girar el vaso.

—No me agradezcas, lo que hice por ti y por ella, no es nada… se los debía —respondió luego de una pausa que pareció eterna. —¿De verdad quieres mi amistad luego de todo el daño que te hice? —preguntó.

Sabía que bebiendo la poción que tenía en frente se sentiría bien en poco tiempo y se podría marchar, pero era demasiado desconfiada como para hacerlo. Además, no tenía ningún lugar al cual ir, todas sus verdaderas amistades se habían marchado a diferentes partes del mundo y tampoco le apetecía ir al cuartel general y embarcarse en alguna misión. Sonrió con tristeza al darse cuenta lo sola que se sentía, tanto como para seguir sentada en aquella oficina, en compañía de un mago que sabía que la odiaba.

[djvash Asturias]

La mire extrañado cuando me dijo que ella solo tomaba pociones que preparara por si misma o que en su defecto fueran procedentes de alguien en quien ella confiara, mi rostro marco una sonrisa, era fácil de suponer el temor de ella y mas aun si era dado algo por mi.

 

La observaba sin decir alguna palabra mas, puesto que como le había dicho no la dejaría irse hasta que se viera mejor, continuo hablando, ahora solo para que no le diera las gracias por lo que había hecho, que era algo que nos debía a nosotros.

 

Aun mi semblante era serio, pero sin dejar de mirar como jugaba con el vaso sin beberlo, hasta que me pregunto si de verdad quería su amistad pese al daño que había causado. Mi rostro mostró sorpresa, no había pensado en eso después de haber regresado, por alguna extraña razón ese odio inmenso que tenía hacia ella se guardo en lo mas profundo de mi ser, tome todo el contenido de mi vaso y levante la mirada hacia el techo.

 

--No te voy a negar que, esto es raro para mi también, pero, creo que empezamos con el pie izquierdo, nos conocimos en otra situación-- suspire profundamente y me serví un poco mas de vodka --No estaría mal conocerte, bueno si es que tu quieres también.

 

Di un sorbo mas a mi bebida y le sonreí nuevamente mirandola fijamente a los ojos, si bien era algo ilógica esa propuesta, estaba convencido que quizás ella, estaba pasando por algo parecido a lo que sentía, y, probablemente el platicar nos ayudaría a los dos. Además que no podía dejar de pensar que era muy hermosa.

 

--Pero por favor tona la poción, te ayudará a sentirte mejor, te juro que no tiene nada, no podría hacerte daño, luego de lo que paso

 

El que ella hubiese dado parte de si me hacia responsable por su salud, aunque no me lo pidiera ella, no la dejaría sola, o, no por ahora.

[heberth portillo]

Mientras estaba alistandome para llevar a comer a mi hermana Wen, pensaba que lugar seria el ideal para poder ir a pasar un buen rato con ella, que me cuente más sobre su vida, ya que realmente no nos conocíamos mucho; pero en fin, intentaba pensar en un buen lugar, donde el ambiente fuera cálido y no tan romantico, pero lo que sí quería era que fuera de buena comida.

 

Salí al encuentro con mi hermana Wen en el callejón Diagon, para ir al restaurante, mientras la esperaba, recordé que había visto un restaurante italiano el cual se veia que tenian platos deliciosos y la decoración era bastante bonita, además de eso venden cualquier cantidad de objetos de procedencia italiana, que podríamos comprar después de comer una buena comida y así tener un recuerdo de nuestra salida de hermanos.

 

Espere a Wen en la esquina donde habíamos quedado con anterioridad, hasta que la vi llegar, venía con una sonrisa que iluminaba todo el callejón, mi hermana era muy bonita y más aún como se encontraba vestida, le hice una señal para que se acercara más rápido, ya empezaba a tener mucha hambre y la verdad el olor a comida que salía de otros locales me estaban alborotando más las ganas de comer.

 

- Hola Hermanita - le dije mientras terminaba de llegar - Te ves super linda hoy - mire su vestido - como estas tan linda te voy a llevar a un lindo lugar- comenzamos a caminar; ella se encontraba impaciente por saber a dónde la iba a llevar a comer, yo solo le sonrió - Espera a que lleguemos - le decía cada vez que me preguntaba.

 

Al llegar al restaurante la mire con cara de complicidad - Hemos llegado - dije mientras señalaba la entrada - Vamos entra - le dije mientras la tomaba de gancho y entramos al restaurante, había cierta cantidad de gente en el, pero de igual manera encontramos una mesa desocupada la cual llegamos y tomamos asiento esperando que nos atendieran.

 

@@Wendolyn Maxwell

[Wendolyn Maxwell]

Me encontraba caminando por el Callejón Diagon, ese día mi hermano me había invitado a comer y estaba muy contenta. Él y yo casi no nos conocíamos y esta era una de esas pocas oportunidades que tendríamos para hablar y aprender más cosas sobre el otro. Como él se encargaría de escoger el lugar para comer no tenía ni idea de a donde iríamos, por lo cual elegí un lindo vestido de color azul y sobre este una chaqueta de cuero negro. No me gustaban los vestidos, trataba de evitarlos cuanto me era posible pero por una vez no me haría daño.

 

Estaba a unos pocos metros del lugar donde acordamos vernos. Mi hermano se encontraba de espaldas y sonreí, caminaba con aquel paso ligero, esperaba sorprender a Heberth, tal vez asustarlo como de costumbre pero se giró arruinando mi pequeña broma. Apenas me vio hizo señas para que apresurará el paso. Arqué una ceja divertída, yo no corría por nadie, por más hambre que tuviera no iba a empezar ahora y mucho menos con aquellas botas de tacón.

 

-Hola hermanito.- Le sonreí al llegar a su lado y besé su mejilla.- Gracias, tu te ves muy guapo.- Comenté al ver su vestimenta.- ¿A qué lugar iremos a comer?.-Pregunté al notar que caminábamos por el callejón sin detenernos en ninguno de los restaurantes cercanos.- Heb, ya dime. Por favor.- No me gustaban las sorpresas, generalmente preguntaba tan insistente que llegaba a ser irritante y la persona en cuestión se rendía. Pero mi hermano era la excepción, mantuvo el secreto hasta el último segundo dándome una mirada cómplice al llegar.

 

Era un restaurante italiano, el olor que salía por sus puertas era delicioso y su fachada se veía muy bien, le sonreí emocionada, entrelazando nuestros brazos cual camaradas. Apenas entramos noté que el lugar era algo popular pero aún así encontramos una mesa desocupada en la cual tomamos asiento.

 

@@heberth portillo

Editado 11 de Marzo del 2018 por Wendolyn Maxwell

[heberth portillo]

Después de haber ingresado al restaurante y habernos ubicado en una de las mesas, esperamos que nos atendieran pero mientras esperábamos empezamos a hablar sobre nosotros; era la primera vez que salimos como hermanos y la verdad el sitio era muy cálido y se prestaba para tener una conversación amena.

 

- Bueno hermanita cuéntame algo de ti - le dije mientras la miraba fijamente -Cuando llegaste - Le pregunté después de ver que venía el mesero.

 

Al llegar el mesero, nos dejo el menu pero yo sin pensarlo dos veces pedí un Ossobuco como plato fuerte, esperaba que mi hermana hiciera su pedido para poder seguir conversando, ella se encontraba leyendo el menú minuciosamente para elegir, esperamos a que ella pidiera para pedir algo de tomar antes de la comida pero como se encontraba muy dudosa le dije al mesero que si nos podía adelantar un vino blanco para abrir el apetito.

 

@@Wendolyn Maxwell

[Wendolyn Maxwell]

Apenas nos sentamos a la mesa mi hermano y yo comenzamos a hablar sobre nosotros. Sentía verdadera curiosidad por el chico frente a mi, no creo que sea una casualidad que justo la primera persona que conocí fuera él. Arqué una ceja por su pregunta y le sonreí

 

-Llegué hace unos cuantos días, aunque no recuerdo con exactitud cuantos.- Respondí haciendo un gesto con la mano para restarle importancia al asunto.

 

El mesonero se acercó a entregarnos los menú, tenían una gran variedad de platillos; desde ensaladas y pastas hasta carnes, y claro, no había que olvidar los postres, pero esos serían para más tarde. Heb ya se había decidido por un Ossobuco, en cambio yo tenía unas ligeras dudas sobre qué pedir. Todo sonaba tan provocativo que me encantaría poder comer un plato de cada cosa. Sonreí ante ese pensamiento y pedí unos ravioli rellenos con queso y espinaca. Con nuestras ordenes tomadas el mesonero se alejó.

 

- Pero cuéntame, querido ¿tú llevas viviendo aquí toda tu vida o, como yo, vienes de otro lugar? - Sonreí mientras veía como el mesonero traía el vino blanco pedido por mi hermano.

 

@hebeth portillo

Editado 12 de Marzo del 2018 por Wendolyn Maxwell

[heberth portillo]

Después de que Wen hizo el pedido al mesero, ella me pregunta " Pero cuéntame, querido ¿tú llevas viviendo aquí toda tu vida o, como yo, vienes de otro lugar? " a lo que sonrió un poco y espero que el mesero deja el vino blanco para servirlo; después de servido tomó un sorbo y miró a mi hermanita sonriendo un poco.

 

- Bueno por dónde empezamos - Suspiro un poco - Después de unas vacaciones de mi madre en latinoamérica, donde nací nos vinimos a londres a vivir - le comente y tomé un sorbo del vino - Wow esta rico - dije mirando la copa - A si en que íbamos.... Mi madre me crió en la mansión de la familia Delacour y desde peque siempre he estado en el mundo mágico- le dije sonriente.

 

La conversación estaba cada vez más amena y realmente estaba pasando un muy buen momento con mi hermana. - Bueno y tu como supiste lo de mi madre - tomé un sorbo de cerveza - por que la verdad me da mucho gusto que seas mi hermana - sonrió alegremente haciendo sonrojar a Wen.

 

 

@@Wendolyn Maxwell