C.R.A.A (MM B: 112191)

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Bien....supongo que la pregunta era adecuada. Y la verdad es que hacia a uno pensar en donde se origino todo. De hecho esa era una de las preguntas que mi maestro tibetano no me dijo...supongo que para el primero tenia que aceptarme tal y como era, haciendome responsable de mis acciones para despues pasar a esta fase. Por un momento regrese al pasado ..si creo que habia sido a la edad de 12 años....cuando, al hacer algunos trabajos para el burdel frente a mi orfanato me conece a interesar por la sensualidad y el placer del sexo.

 

-Mmmm ya sabes que soy ladron...eso no es secreto...y en mi temprana adolescencia aplicaba mis artes en despeluzar a aquellas "caballeros" que visitaban el burdel frente al orfanato donde creci. -me detuve regresando mentalmente a aquella epoca. -claro, era un negocio redondo para todos, yo ganaba dinero...las chicas parte de lo que robaba..y el señor que era victima...se iba satisfecho pero siempre con un poco de dinero en su billetera..para no levantar sospechas. Ahi pues admito que vi chicas desnudas de todo tipo...y me gusto lo que vi...lo que si no me gusto fue ver el engaño y vacio en sus ojos....asi que me propuse conocer mas y llegar al punto de ver en esos ojos satisfaccion en lo que hacian conmigo. -si..una poderosa determinacion- asi comence a gastar mis ahorros....y aunque las chicas primero estuvieron reacias...supongo que por unos galones mas no tenian inconveniente.

 

Me recoste en el sofa solo para despues continuar.

 

-Admito que tuve muy buenas tutoras y al parecer resulte buen estudiante porque en cierto punto dejaron de cobrarme y comence a ver en sus ojos aquello que me habia prometido alcanzar. -sonrei y me sonroje un poco- pero como todo...en algun momento todo se comenzo a desmadrar y comenzaron a aparecer sentimientos..no de mi parte....celos entre las chicas y la matrona me beto del lugar...incluso creo que mando a alguien a darme una golpiza para mantenerme lejos.-Una sombra cruzo por mi rostro ante aquel recuerdo.-Y asi.....tomendo en cuenta riesgo y beneficios pues segui aplicandome a mis dos gustos principales el robar y las mujeres...disfrutando del placer aqui....rompiendo corazones alla...tal vez siendo demasiado cruel con mis parejas...pues aunque no queria hacerles daño siempre ante cualquier señal que significase interes alla iba yo como desbocado a una sesion extras de placer..lujuria y deseo. Bueno supongo que ese es un pequeño resumen.

 

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[Zoella Triviani]

Me encontraba garabateando y dibujando en la hoja cuando Linmer comenzó a hablar, cada tanto asentí a sus palabras mientras dibujos en caricatura de él corrían detrás de un par piernas. Recordé mis días en el burdel de Italia, y ese mismo sentimiento de vació del que habló regresó a mi cuerpo. Cerré mis ojos, teniendo vividos recuerdos del gran maltrato dentro de aquellas a paredes y en como Jeremy había sido mi gran escape muchas de las noches ahí.

 

Levanté la mirada en su dirección nuevamente, para verlo acostarse a lo ancho del sofá, me estiré a tomar mi tasa y tomé otro sorbo en cuanto volvió a relatar su pasado. Relamí mis labios, la melancolía de la juventud perdida en mi pasado llegó a mi mente, atacándome a la par que Sean pronunciaba aquello. Dentro de los burdeles la vida es cruel, ninguna disfruta del placer del acompañante en la cama, a menos que alguno logre enamorarte, para finalmente terminar herida y encerrada ahí, lejos de aquel hombre que tantas cosas te prometió.

 

Sentí mi garganta contraerse, y mis ojos cristalizarse. Una lagrima traviesa escapó de mi ojo y corrió por mi mejilla. Con velocidad la limpié para seguir escuchando al castaño quien se encontraba algo sonrojado. Me observó en silencio y solo carraspeé aclarando mi garganta - ¿Que te llevó entonces a comenzar una relación actualmente - pronuncié, removiendome un poco en el sofá, intentando recomponerme de los recientes recuerdos y de las tormentas que día a día llenaban mi vida de una lluvia torrencial.

 

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[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Ensimismado en mi propio yo y mi turbulento pasado en cuento a mujeres se referia quede al terminar mirando un punto fijo del techo. Era importante ese punto fijo...no. Pero de alguna forma era mi sustento para hablar frencamente del tema, con la seriedad que ameritaba y no vanalizarlo con comentario subidos de tono. Respire profundo, la verdad es que salvo con el maestro tibetano y mis relaciones mas importantes no me habia expresado asi de franco con un..."desconocido". Bueno no eramos desconocidos pero no teniamos esas confianza emocional...Me gire por un momento y me parecio ver el brillo cristalino de lo que habia sido el senero de una lagrima surcando por su mejilla, e iba yo a averiguar que pasaba cuando me sorprendiste con otra pregunta. De regreso al punto fijo en el techo.

 

-Pues porque me enamore...y ironicamente me paso con la chica que en vez de yo conquistarla fue ella la que me conquisto a mi. -sonrei y me rasque la cabeza, persar en ella me agradaba y mas si me enfocaba solamente en esos momentos genialies que habiamos tenido. Tambien los habia malos...como en todo...pero eso solo los tenia presente como medio de contencion....aunque admitia que en ciertas circunstancias no servian de mucho. -Aun asi el hecho de que este aqui.....acostado en este sofa....y dadas las pruebas de todo lo que me ha pasado desde que entre, me hacen reconocer que no tengo la fuerza de voluntad suficiente para contener mis apetitos..cuando una mujer..sensual, sexy...inteligente y decidida como tu se me pone delante. Bueno no siempre para caer tenia que tener todos y cada uno de esos atributos.

 

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Editado 20 de Noviembre del 2019 por Sean di Spinneto IV

[Zoella Triviani]

El Linmer comenzó a relatar un poco sobre el enamoramiento a su actual pareja. A mi mente llegó el rostro de Dennis y sonreí de soslayo, sintiendo el mismo sentimiento que el castaño en cuanto eres tu quien cae rendido al amor de quien menos esperabas. La Delacour se había encargado de atrapar mi alma, llenándome del más puro sentimiento de amor. Mi adoración hacía su persona sobrepasaba cualquier cosa en esta vida y en las siguientes.

 

Las ultimas palabras del ojiazul me hicieron reír un poco, debía reconoce que cuando se está enamorado tu mente deja de ver ciertas cosas o personas de la misma forma que antes - Es de entender, tú cerebro está actuando en contra de tus sentidos carnales en cuanto a eso. Aunque no es desconocidos por todos que ustedes los hombres piensan con la segunda cabeza - acoté, trazando una simple ralla sobre la hoja en blanco. Llevé la mirada a los ojos del Linmer, con una connotación un tanto sugestiva.

 

- Estar en una relación no te evita hacer otras cosas - solté, sin más. Recordando todas aquellas escapadas con Jeremy - Está en ti, dejarte llevar o no por la tentación - relamí un poco mis labios y dejé la pluma descansar sobre la hoja blanca - Siempre puedes enfrascarte en el auto-control o simplemente huir de aquello que te tienta, claro si tienes la suficiente fuerza de voluntad - finalicé, retirando la chaqueta mostaza que cubría mis hombros, dejando a la vista la delgada tela de la blusa de tirantes blanca, que dejaba bastante a la imaginación.

 

Las ganas de jugar con el auto-control de Sean regresaron a mi, y tomando la tasa empecé a beber lentamente mientras lo observaba a través de mis pestañas. Dejé la tasa y un sonido casi inaudito de placer salió de mis labios una vez terminado mi café.

 

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[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Sonrei ante su razonamiento, era asi y no. O sea, al parecer mi conciencia sobre lo que erroneamente hacia no era tan poderosa como para crearme un conten de remordimientos para no hacer lo que la carne me llevaba a hacer. Supongo que en ese momento un switch en mi mente se desconectaba y solo se dejaba llevar por el momento, el placer..el deseo...y todo lo eso conllevaba. Falta de voluntad para no irme por el camino facil y que a la larga podria dañar a otros???...Pues claro....sino no seria un comportamiento adictivo. Sobre lo de huir pues lo tenia dificil a no ser que me transformara en una caracol y me fuese a vivir debajo de una piedra....y creo que ni aun asi ya que apareceria el dilema nuevamente si hubiese caracoles hembras sexys. Si..un gran problema....el apareamiento de los caracoles...y claro....mi adiccion.

 

-Huir no creo que seria lo mio...o sea...como se huye de las mujeres???- realmente no me veia corriendo por todos lados ante la aparicion de un ser de mi sexo opuesto.-Asi que habra que seguir trabajando en autocontrol.

 

Y es que una vez dicho...pues pasabamos al hecho ya que Zoella comenzaba a actuar diametralmente opuesta a la profesional que habia sido antes, si...ese sonido inaudito de placer por el cafe....ponia los pelos al menos pervertido de los mortales. -Si que esta bueno el cafe..-atine a decir- pero mi mirada quedo prendada en la blusa blanca que llevaba....Sean....control....control....control....aummmm.....aummmm.....***** no servia de mucho.

 

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[Zoella Triviani]

Dejé la tasa sobre la mesita de café, inclinando mi torso un poco hacia el frente. Llevé los cabellos de la peluca que caían de mi hombro hacía atrás, dejando mi pecho al descubierto ante su atenta mirada. Mordí un poco mi labio y me incorporé, tomando la carpeta entre mis manos para descruzar mis piernas y cruzarlas en dirección contraria. La apretada falda subió otro poco sobre mis muslos y la vista de Sean ondeaba por mi cuerpo - Estaba sumamente delicioso - solté, pasando la lengua por mi labio inferior.

 

Giré un poco mi cabeza a un costado y sonreí - El auto-control es algo que lleva años de entrenamiento - susurré por lo bajo, manteniendo un tono de voz parecido a un ronroneo - No cualquiera logra mantenerse al margen de las tentaciones - acoté, tomando una pequeña pausa para seguir hablando - Huir de las mujeres es, saber cuando caer y cuando no ante las sugestiones de ellas - comencé a enrollar un dedo alrededor de un pequeño mechón cabello y sentí su mirada en el busto que se marcaba en la blanca camisa.

 

Un tirante de mi busa cayó sobre mi hombro, lo dejé ahí mientras mi busto se descubría un poco dando a mostrar la falta de brasier. Sus ojos se fueron por todo el contorno del hombro hasta dar con el pecho casi descubierto. Pasé mi mano por la tira subiéndola lentamente hasta quedar otra vez sobre mi hombro y bajé mi mano por mi pecho y abdomen hasta dejarla sobre mi regazo - ¿Sabes usted controlarse Señor Linmer? - pronuncié, con cierto dejo de inocencia y lo observé una mirada de alguien que no partía ni un plato.

 

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[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Era digno de admirar como Zoella sabia como interpretar a la perfeccion ese sauve baile de la sensualidad...remarcando cada pequeño detalle con lo que pares parezca un leve descuido, una suave y repentina variacion en la voz, una inclinacion tanto del cuerpo como de la cabeza...la posicion y recorrido de las manos. Si, toda una artista y realmente habria que preguntarse que curioso pasado rodeaba a esta chica...sumamente interesante. Claro ahora mismo ante tal bombardeo de movimientos tentativos (referidos a tentacion) tenia que comenzar a controlarme....primero la respiracion...asi controlaria el ritmo cardiaco y por ende el flujo de sangre...Alterarse significaria perder el control de lo que llegaba a pensar o imaginar o en caso mas visible pues que algunas partes del cuerpo despertaran de su aparente letargo.

 

-Si...entiendo ese aspecto de la tentacion....el problema es cuando por exceso de autocontrol hieres los sentimientos de una hermosa chica que casi se desvive mandandote mensajes subliminales con cada pose y accion de su cuerpo....y sus palabras. -si...tambien estaba esa parte...a fin de cuentas toda mujer desea sentirse deseada.....ayuda mucho con su autoestima.

 

Trague en seco, pues ya comenzaba a sentirme preso en aquella oficina con alguien altamente sexy tratando de que practicase mi autocontrol. Aviso claro: no lo estaba llevando muy bien. Ya comenzaba a sonrojarme y a sudarme las manos antes el deseo de querer y no querer hacer....ser o no ser......he ahi el dilema. Claro ella se dio cuenta de mi debate y lanzo una pregunta que tenia respuesta evidente

 

-Ahora mismo lo estoy intentando...aunque me lo estas poniendo dificil.

 

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[Zoella Triviani]

Pude sentir la sangre del Linmer recorrer su cuerpo con mayor velocidad, sangre que amenazaba con acumularse en una zona de su cuerpo que hasta ahora se encontraba dormido. En mis oídos retumbó el palpitar de su corazón y mis sentidos vampiricos se sintieron levemente tentados a probar un poco de su sangre. Sabía que el gris de mis ojos poco a poco se estaba oscureciendo, y mis colmillos logré sentirlos a través de mis labios, la repentina sed de sangre me inundó en cuanto el sonrojo apareció en el rostro del castaño y su respiración comenzó a tener cierta variación.

 

Mordí mi labio sin despegar la mirada del rostro del ojiazul y simplemente dejé la carpeta caer a un lado del sofá - Una mujer sabe cuando un hombre puede llegar a caer o no, y más cuando se trata de seducción - acoté, mientras me colocaba de pie, di un par de pasos hasta quedar detrás del sofá donde se encontraba y fijé mi vista en la ventana mientras cruzaba mis brazos frente a mi cuerpo - Además, no todas las mujeres dan señales de seducción, algunas simplemente son... amables - pronuncié lentamente, girando hasta quedar de frente al respaldar del sofá.

 

Me incliné, quedando mi torso en una posición totalmente horizontal. Mis brazos los recosté en el respaldar y desde donde estaba tenía una visión perfecta del cuello de Sean. Relamí mis labios nuevamente, manteniendo la compostura y sonreí levemente - Yo ahora, estoy teniendo un pequeño debate interno, por ejemplo. Estoy entre encajar mis colmillos en tu cuello o simplemente dejarte salir por la puerta y buscar otra victima - las palabras salieron de mis labios antes de lo pensado. Mi garganta comenzó a secarse mientras que mi boca se sintió más húmeda producto de la saliva que aclamaba mezclarse con su sangre.

 

Estiré mi mano, y toqué con la punta de mis largas uñas su cuello, para luego incorporarme un poco y caminar hasta el escritorio, donde recargué mis caderas quedando medio sentada - ¿estás seguro de desear conservar tu auto control? - finalicé, sabiendo ya que mi falda estaba un tanto subida y que desde donde estaba lograba ver el contorno de mi monte de venus cubierto por la tela blanca de encaje.

 

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[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Por un momento me senti como victima parada en seco ante la presencia de un magnifico ejemplar de predador. Si, los ojos grise de Zoella comenzaba a pensar que veian mas alla de lo que eran carne y huesos, tal y como rayos X..viendo a travez de mi. Era un sentimiento inquitante el que me embargo, que misteriosamente no me dejaba perderla de vista. Al menos estaba consiente de mi situacion sabiendo que estaba en mis manos el que empeorase o no....que esto era un tratamiento para mis vicios...nada mas. Deseche tamaña idea de mi mente solo para concentrarme en sus palabras.

 

-Si, esa sutil diferencia entre seduccion y amabilidad fue de las primeras cosas que aprendi mediante algunas bofetadas.- dije mientras acariciaba mi mejilla y Zoella se detenia en la ventana.

 

Pero claro sus palabras no se quedaron ahi...y ....que mania tenia ciertas chicas de disfrutar el chuparme la sangre....supongo que la tenia deliciosa...como otras cosas de mi persona. Sonrei y me gire un tanto mientras terminaba sus palabras. -Bueno ahora mismo puede que alla mas sangre en otro lugar que en el cuello- si lo se..soez y subido de tono...pero no faltaba a la verdad...- asi que si se te antoja..puedes probar....solo que despues no te envicies- pase mi lengua por mis labios y recuperando la compostura y siguiendo el juego me recoste en el sofa mientras ella comenzaba a caminar hacia el buro y tomaba una sugerente posicion en ella..revelandome lo que solo me imaginacion habia pensado podria ver.

 

-Supongo que si no se pone a prueba mi autocontrol no se sabra- fue mi respuesta mientras me incorporaba y me acercaba a Zoe- a veces les tengo algo de envidia...a ustedes los vampiros...-me detuve ya al lado de mi doctora- seres cuya mordida libera una sustancia que hace placentera vuestra accion de "morder" desde el punto de vista de la victima...si yo fuera uno..ahora mismo no dudaria en dejar mi marca en tu ingle...buscando y disfrutando de la arteria femoral...-me acerque al oido de Zoe para susurrarle- mientras acaricio con mis manos tus muslos suavemente....rozando el borde de tu ropa interior....para catalogar su textura....su temperatura...y quien sabe si tu humedad- y mientras decia esas palabras mi dedo indice...comenzaba a realizar el mismo recorrido.

 

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[Zoella Triviani]

El Linmer se incorporó del sofá y lentamente caminó hasta quedar a un lado de mi cuerpo - Podría probar sangre de donde sugieres, sí. Pero no creo que dicha acción sea agradable para tu cuerpo. Algunos refieren dolor ante una mordida de vampiro - espeté sin más, siguiendo su recorrido con mis ojos. La cercanía de su cuerpo comenzaba a tener repercusiones en el mío.

 

Su bajo tono, por otra parte, recorrió un lento camino desde mi oído hasta simplemente llegar a mis zonas erógenas, que comenzaban a despertar luego de un rato. Su tacto comenzó a subir por mi pierna, recorriendo un tortuoso camino desde el borde de mi falda hasta adentrarse en la tela, tela que comenzaba a subirse junto al movimiento de su mano. Gire mi rostro en su dirección, dejándolo a escasos centímetros del suyo - ¿Esta usted insinuando que muerda su cuello? - interrogue, levantando una ceja levemente mientras una leve sonrisa aparecía en mis labios.

 

Sin apartar el recorrido de su mano, y sin esperar respuesta alguna de su parte, lleve mi rostro a su cuello donde con la punta de mi nariz recorrí un camino desde su clavícula a su mentón, olfateando el aroma natural que desprendía el cuerpo del hombre - Porque si es así, créame que yo no tengo auto control - susurre, ronroneando esta vez en su oído. Saque mi lengua y deje un suave recorrido con ella desde el borde de su oreja hasta su nuez de adán.

 

Mi mano instintivamente paró en su abdomen, lugar de donde lo sostuve firmemente, sin atisbo alguno de dejarlo ir. Un pequeño beso fue dejado bajo su nuez de adán mientras mi mano bajaba de una manera muy lenta por su abdomen - Dígame entonces Señor Linmer , ¿Como proseguimos con esta consulta? - interrogué para morder un poco su lóbulo.

 

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