El color de la magia

[Ada Camille Dumbledore]

La noche era oscura pero los rayos salidos de las varitas de los mortifagos que estabamos en aquella calle iluminaban con vívidos colores. Los muggles corrían desesperados, los gritos junto a los sonidos de objetos cayendo se percibían.

 

Anath brindaba maravillosos fulgores verdes y rojos que se estrellaba en los cuerpos de los sin magia haciéndolos caer heridos y sangrantes y muertos.

 

El sentimiento de satisfacción de la semiveela era cubierto por la mascara que cubría su rostro, se acercó a Alec (@) quien estaba alimentandose de la sangre de una hermosa joven.

 

-Parece que te diviertes...

 

Solte riendo frenética.

 

@@Lady Luxure Grindelwald

@Idilla Macnair @Hayame Snape

Editado 22 de Noviembre del 2020 por Ada Camille Dumbledore

[Luna Gryffindor Delacour]

Lunita Gryffindor Delacour- Empleada del Departamento Auror de Gran Bretaña

 

No era de extrañar que Hades se fuera a atender a quien estuviera mal, lo que si la estaba carcomiendo por dentro era esperar allí sentada cuando reconoció la voz de Rory de entre todos los que estaban allí, suspiró debatiéndose entre quedarse quieta o salir y anunciar que ella estaba allí, comió otro panecillo de los que su amigo le había dejado y ondeando su sobretodo violeta decidió salir aun a riesgo de que algo malo le pasará, dejándole una nota a Hades para que no se asustara, algo rápido y escueto, un simple: "amigo Hades: tuve que irme a ver que pasaba con un amigo, estoy por las inmediaciones del lugar, no te alarmes, vuelvo pronto, guarda un poco de comida y seguiremos la charla, un afecto eterno, Lunita Gryffindor Delacour" repaso la nota y salio presurosa a ver que sucedía y con quien, esperando ser de ayuda más que cualquier otra cosa en el mundo.

 

- Rory, ¿qué haces aquí? ¿qué le paso a ella? dios mio ¿están todos bien? lo siento no me enteré de nada que estuviera pasando afuera, estaba aquí adentro charlando con Hades se fue para atender a no se quien y lo siento me estoy desviando ¿qué ocurrió? las calles están cada vez más peligrosas para salir y me temo que no me enteré de ninguna pelea o algo así, de acuerdo, ¿en que puedo ayudar? y mientras me cuentan que sucedió, que nunca esta de más algo de seguridad por aquí - Dije hablando atropelladamente y a la carrera, con mi repique de campanas una octava más alta de lo habitual -

 

La presentación estaba demás no hacía falta que dijera que me llamaba Luna y tampoco era necesario decir que era una Gryffindor, ellos ya me conocían así que no pensé que era necesario decir quien era en aquella ocasión, además me apremiaba el no saber que había sucedido y porque, sabía que había pasado algo muy malo si no nunca estarían en San Mugo y me guardé la idea de porque no fueron a buscar a algún medimago Odefo si es que había por algún lado, negué con la cabeza diciéndome que ahora eso no importaba y que sea cual sea su ideología política necesitábamos que le salvaran a más pronto que tarde, aún no entendía como había pasado esto y esperaba que me explicarán lo que sucedía para ver si podía ayudar de alguna manera, seguro que tenía alguna poción que quizás surtiera efecto o podía dejar que ellos se encargarán y solo estar allí viendo en que podía ayudar y en que no.

 

 

- Siento llegar tarde de no ser por escuchar la voz de Rory jamás hubiera llegado aquí, por las barbas de Merlín, ¿acaso los atacaron? todos lucen como si los hubieran comido perros o algo, lo siento no es momento para fijarme en eso es que no los había visto bien, ¿creen que estará bien? si es que les puedo ayudar en algo, saben que aquí me tienen ¿no? lo siento hablo mucho y no me presenté, Lunita Gryffindor Delacour, lo siento por hablar mucho ya se acostumbraran, en fin... ¿de que me perdí? ¿como paso esto? siento no haber ido es que la calle esta cada vez más peligrosa y no es bueno andar por ahí solos, ¿están bien? amen de lo que paso aquí por supuesto - Dije mirando a Rory preocupada y preguntándome si no se me estaba escapando algo de lo que sucedía en aquel lugar -

 

Lentamente y sin decirles empece a recitar hechizos uno tras otro, el primero fue Protego Totalum esperando crear una protección mayor alrededor nuestro, sabía que era una locura hacer eso en esas circunstancias y allí, pero era lo único que se me ocurría para que nada malo sucediera, después otro hechizo que se me vino a la mente fue el de Homenum Revelio, para detectar así cualquier presencia que no fuéramos nosotros que estábamos ahí, suspiré diciendo que estaba exagerando y que solo tenía que estar allí para ver si se recuperaba pronto o no y enterarme de que había pasado, porque eso tenía pinta de ser a todas luces una emboscada de algún grupo y el único que se me venia a la mente era el de los mortifagos, aunque no quería acusar de nada sin tener pruebas o sin saber que había sucedido en realidad, así que esperé todo lo paciente que pude a que me explicaran que había sucedido y porque estaba de en ese estado ella.

 

 

@ @ @@Hades Ragnarock @@Rory Despard

[Leslie Ashryver PB]

Alec Malfoy

El Malfoy sabia que muy pocos magos hacian honor al uso de su magia frente a los muggles, estaban los que pensaban que el esconderse era mejor proteger a los demás también, eso era simple, si se quería vivir tranquilos solo se debía matar y punto, esconder o deshacerse del cadáver quemándolo y uno vivía como si nada, o si se quería ser compasivo se le borraba los recuerdos, observó a sus compañeras divertirse pero el llanto de una joven de no mas de veite años lloraba entre sus brazos pidiéndole por favor.

 

-Creí que iban a matarnos- le susurro el Malfoy en el oído de la joven haciéndola estremecer aprovechando aquello le clavo sus colmillos en plena yugular desgarrando la garganta por completo.

 

La sangre caliente entraba por su garganta calmando el dolor insoportable que había estado resistiendo desde que comenzó a matar a los que estaba a su alrededor, su cerebro se desconecto de su cuerpo por unos segundos hasta que la sangre se acabo quedando el cuerpo seco pero la voz de Ada lo trajo en si para mirarla mientras se limpiaba con una bufanda de la joven muerta.

 

-Lo estaba pero nunca hay suficiente sangre para calmar la sed- sonrió apenado -quieres que nos adelantemos cerca del palacio Buckingham estaria bueno que La Reina vea en lo que se esta convirtiendo el mundo - le dijo tendiendole el brazo a la joven francesa.

 

 

@@Ada Camille Dumbledore

[Rory Despard]

— Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran*. Ese es el mandato de Dios, señorita Shelle, por tanto, mi compasión no tiene por qué verse afectada por una guerra.

Estaba por contestar que el portal podía ser la mejor forma de salir, cuando de repente la voz de Hannity Ollivander lo distrajo. Conociendo de su compromiso y buen corazón, su sola presencia lo terminó de convencer de que la herida estaba quedando en buenas manos.

— Había olvidado por completo que trabajabas en san mungo, bendita memoria mía, ¿todo bien en la heredad y con sus padres?— Rory no era ni siquiera cercano al patriarca Ollivander, pero seguía sintiéndose en deuda con Bel Evans, y por extensión con su ex marido y padre de la joven— estando usted aquí puedo confiar en que se hará un buen trabajo.

Su nombre volvió a dejarse oír en la estancia ¿cuándo se había vuelto tan popular? Lunita se aproximó al grupo que habían conformado con la energía que la caracterizaba. Era difícil aventurarse a dar una respuesta de lo rápido que hablaba y como en menos de dos minutos ya había hecho su propio balance de la situación y hasta los había protegido con hechizos. Aun así, lejos de parecerle pesada, el predicador veía con ojos de admiración toda la seguridad, amabilidad y bondad que ella desprendía. Era casi que la única persona que conocía de quien ni en los peores escenarios imaginaba cometiendo un crimen o una traición, transparente como era, en pensamientos y acciones.

— Hay mucha turbulencia en las calles Lunita. Todo indica que hay ataques de mortífagos en las calles, y con motivo de eso, escuadrones antimagia han sido desplegados. Pero ya sabes como es esto, entre facciones extremistas, hay mucha gente inocente allá fuera herida y expuesta— no había más tiempo que perder así, que rebuscando en su bolsillo, el predicador colocó en manos de Hannity el par de su espejo mágico— si es necesaria ayuda o necesitas comunicar cualquier cosa con urgencia, hazlo por este medio, estaré atento.

Luego de hacerlo, sin más preámbulo, concentrando energía en sus manos, abrió un portal para salir de ese lugar.

— Regresaré a las calles con Shelle, claro, si ella está de acuerdo.

Su vista se fijó unos instantes en ella, dubitativo, porque aunque había entendido que irían juntos, llevaba apenas horas de conocer a la mujer y le era difícil aún saber a ciencia cierta si estaría dispuesta a seguir involucrándose en todo aquel asunto. Apartando la mirada, giró apenas el cuerpo para ver a Lunita, a quien sí que conocía muchísimo más, porque había sido su guía para adentrarse en la compleja sabiduría del clan de los sacerdotes. Estaba seguro que tener su compañía ayudaría enormemente

— Lunita, estoy seguro que con tus poderes como auror, podrás rastrear la magia oscura de los mortífagos más fácilmente y dar con esos grupos que están provocando daño y destrucción.

¿Zahil se les uniría en algún momento? Por lo menos, sabiendo lo poderosa que la bruja era, era más que probable que ella pudiera localizarlos primero a ellos.

@ @ @

[Luna Gryffindor Delacour]

Lunita Gryffindor Delacour-Empleada del departamento Auror de Gran Bretaña.

 

Rory era una de esas personas que le daban paz, tal vez porque era predicadoro porque su aura le daba tranquilidad a lo agitada que siempre estaba pero sea como fuera a la auror solía darle paz y eso en los tiempos que corrían se agradecía sobremanera.

 

- en resumidas cuentas todo es un caos entre un grupo y el otro, además que las calles ya no son seguras hace meses, por supuesto que con mis poderes podré encontrar a los mortifagos que hacen destrozos, pero me Temo que no solo sean ellos, si no también otros magos más oscuros y malvados si se quiere, tengo el presentimiento que está guerra será larga Rory, demasiado larga y habrá demasíadas muertes de inocentes sobre nuestros hombros - Le comenté intentando sonreír, porque el pensamiento de la muerte de inocentes me había puesto triste automáticamente-

 

Alce la varita mágica por si las dudas más no la empleé y no porque no supiera hacerlo, si no porque además de haberlos protegido no se le ocurría que más hacer, me pregunté si podría ayudarlos y lo que era más importante si podría protegerlos de alguna manera, ellos eran mi familia y jamás dejaría que algo malo les pase, así que me puse en guardia por cualquier cosa, al fin y al cabo, ella sabía cómo cuidarlos y evitar que los lastimen o al menos intentarlo.

 

- los acompaño si quieren, ya saben cuántas más varitas mejor y además así no los dejo solos que la calle está súper peligrosa, por eso es mejor que vayamos todos juntos y no nos separemos por nada del mundo - les pedí casi rogando porque nada nos pase a ninguno -

 

Recordé los tiempos de paz de mi niñez, unos tiempos que no volverian nunca más y me había criado con muertes y destrucción alrededor así que estaba habituada a todo esto y esperaba que saliéramos todos ilesos que era lo único importante de todo está aventura que tendríamos en nuestro haber.

[Hades Ragnarok]

Todo había sido un gran caos. ¿Cuánto tiempo el hijo de la noche había estado fuera de la oficina?, estaba tan absorto en cada una de sus responsabilidades como Director de San Mungo que se había olvidado de que su amiga Lunita estaba con él en su despacho cuando salió pitando a atender todas aquellas cosas que estaban sucediendo.

 

-Solo espero que Luna no se haya muerto de aburrimiento, mas porque se lo hiperquinetica que es, esa chica no puede estar tranquila ni un segundo –susurro para si mismo.

 

Sin embargo, cuando entro en el despacho y no observo a su amiga pensó lo peor. La habrían atacado?. Recorrió la oficina y todo estaba como debía estar. El Ragnarok observo que no había señales de lucha ni nada. Camino hasta el escritorio donde vio el pergamino que la Gryffindor le había dejado. Bufo. Claro, debió suponer que la chica se había ido a donde hubiera problemas, porque así era ella y así la quería, ella no podía evitar andar buscando peligros y buscando la muerte a cada segundo.

 

-Cuando la atrape esa chica va a ver –dijo mientras volvía a salir del despacho- Luego, habrá tiempo de descansar o hacer alguna otra cosa, lo mejor será ir a ver en qué problemas se metió Luna ahora.

 

@@Luna Gryffindor Delacour

[Luna Gryffindor Delacour]

Rastrear a los mortifagos que causaban destrucción no me costo demasiado, lo que si me costo fue cazarlo porque se me escapo en el ultimo minuto haciéndome sentir mal por haber ido sola a un lio que me quedaba demasiado grande, ¿Qué le diría a Rory ahora? ¿Qué era una incompetente? para ir peor mi brazo tenía un tajo feo e importante de color negro que en circunstancias normales se hubiera curado rápidamente, pero esta vez eso no fue así porque eso era magia negra y la misma no se curaba por cuantos Espikey le diera, ¿Cómo me salvaba ahora? ¿había algún lado al que pudiera ir?.

 

Recordé la nota que le había dejado a mi amigo Hades y me pegué en la frente, ¿Qué le diría ahora? ¿me estaría buscando o no? suspiré diciéndome que tendría que ir a verlo y explicarle que había tenido una emergencia... una emergencia que me había hecho tener mal mi brazo, pero claro no podía explicarle a donde había ido y porque, solo debía decirle que me diera algo para que me curará y si es que sabía alguna solución al problema, porque yo no sabría que hacerle para curarlo, lo cual no pintaba para nada bien.

 

 

Caminé de nuevo hacía San Mugo a buscarlo, aún a sabiendas de que quizas no estuviera más ahí o hubiera salido a buscarme, por fortuna lo encontré caminando afuera de su despacho, ¿recién había venido? ¿a donde se dirigía? corrí aún con el dolor de mi brazo lo mejor que pude, asombrándome que mis habilidades vampíricas no funcionarán para curarme, ni eso, ni los hechizos que conocía parecían funcionar, lo cual me asustaba aunque no quería decírselo por nada del mundo.

 

 

- Hades, dichosos los ojos que te ven, yo fui a luchar contra unos magos y bueno, como veras me lastimaron el brazo, no se como curarlo, es magia negra o algo así, ¿tienes alguna cosa contra esto? de veras que estoy preocupada, no sé como curarlo y no se cura por más hechizos que haga, quizas alguna poción o un ungüento, no puede ser tan malo ¿verdad? ¿tu que opinas? - Le dije hablándole tan rápido como siempre y sintiéndome impaciente a cada momento que pasaba -

 

 

Me pregunté que clase de magia conocería para ser sanador y lo que era más importante, me tranquilice porque si había alguien que podía curarme ese era él, no sabía de donde salía mi fe en su persona, pero de alguna manera me sentía tranquila en su compañía y siempre sería así, solo esperaba que no fuera demasiado tarde y que supiera como curarlo, me pregunté si es que no lo asustaría o por el contrario estaría acostumbrado a ver estas cosas, puesto que era sanador eso era lo más probable y me dije que estaba en buenas manos y que me curaría de seguro de alguna manera.

 

 

- No debí de haber ido a luchar pero no podía permitir que lastimarán a las personas que quiero, supongo que sabrás que si alguien lastima a los míos soy capaz de ir contra quien sea por eso, sin contar que tenia que solucionar todo el lio en la calle pero nunca imaginé que me lastimaría tanto, se supone que era algo rutinario nada más, aunque la lucha pinto fea desde un principio, cuestión que sea quien sea que me hizo esto sabía hechizos muy malos ¿no? - Le dije en un susurro por si alguien nos escuchaba o algo así -

 

@@Hades Ragnarok

[Hades Ragnarok]

No había dado muchos pasos cuando el hijo de la noche escucho la voz de su amiga. Se volteo preocupado esperando que estuviera bien, pero no, claro, eso en el caso de Luna era prácticamente imposible, era buena auror y el cainita lo sabía, solo que algunas veces la chica terminaba en malas condiciones por lo impulsiva que era.

 

El Ragnarok escucho las palabras de la Gryffindor temiendo que todo aquello se saliera de las manos. Su instinto le decía que había algo que aun Luna no le contaba y cuando vio la herida supo perfectamente de que se trataba. El mismo había causado aquel tipo de heridas y sabia como curarlas, solo que, al parecer aquella era mucho peor por la forma en que se veía. El cainita había trabajado con la magia oscura, era un experto, un Senescal de Caronte, por lo que ya nada le extrañaba.

 

Si quería salvarle la vida a Luna debía actuar rápidamente.

 

-Sera mejor que me acompañes, esto no es un juego –dijo el Ragnarok llevándola hasta una sala privada y vacía del Hospital Mágico, principalmente para seguridad de la chica, ya que suponía que la persona que le había atacado podría volver a por ella si se daban cuenta de que seguía viva o quizás, simplemente habían utilizado aquella magia oscura para escaparse.

 

El Ragnarok saco la varita y utilizó algunos conjuros protectores, por lo que solamente él podría quitarlos. Observo la sala y noto que todo lo que necesitaba en un principio estaba allí, al menos para comenzar a tratar aquello.

 

-No se si decir que tienes mala suerte, buena o ambas –dijo el Ragnarok serio- la mala noticia es que si, fue magia oscura muy poderosa y peligrosa la que te hizo esta herida –comento el Ragnarok- y si no es tratada rápidamente terminara envenenándote y matándote con una maldición oscura muy poderosa –suspiro el vampiro— la buena noticia es que caíste en mis manos –la miro a los ojos- aunque nos e si eso es bueno o malo para ti –dijo en tono de broma- te salvas porque con el pasar de los años he visto de todo, e tenido la oportunidad de aprender sobre magia oscura y como defenderme de ella

 

El Ragnarok movió la varita y una bata llego levitando hasta Luna.

 

-Cámbiate, prometo no ver, iré a prepararlo todo mientras te cambias –dijo el cainita mientras se movía al fondo de la sala.

 

Una vez que el Ragnarok supuso que Luna se había cambiado volvió hasta donde estaba ella para mirar su brazo, el cual estaba cada vez peor. Aquello no le gusto, aquella maldición estaba funcionando mucho más rápido de lo que esperaba, por lo que volvió hasta donde se encontraba ya cociéndose una poción que debía darle a su amiga.

 

-Mientras estés aquí vas a tener que descansar, no puedes andar corriendo por allí ni estar haciendo locuras –dijo el cainita- no me hagas atarte, te conozco eres hiperactiva y sé que no te puedes quedar tranquila, esto que tienes es muy grave y cada minuto cuenta, seguro comenzaras a sentirte muy débil pronto, por lo que debes intentar comportarte como la niña buena que se supone que eres –comento el vampiro mientras se acercaba a Luna moviendo una pluma entre sus manos ya que la había tomado para realizar algunas anotaciones en un pergamino.

 

@@Luna Gryffindor Delacour

[Luna Gryffindor Delacour]

Escuché todo lo que decía preocupada, ¿estaría bien? confiaba en él, de hecho no había querido que mis amigos me curarán y simplemente me había aparecido allí en busca de su ayuda, algo me dijo en mi interior que él podría ayudarme, aunque jamás sabré que fue eso en realidad, lo seguí cabizbaja porque sabía bien que esto no era un juego, no era tonta y era consciente que mi vida corría peligro, ¿Cómo se me ocurrió intentar hechizarlo para impedirle escaparse? hubiera sido mejor que lo dejará ir, si total esa información ni nos servía, aunque mis amigos y yo creyéramos que así era.

 

- Es que no sabía a donde ir, quisieron que me quedará y me curarán allí pero apenas vi la aguja que tenían volé antes de que pudieran explicarme nada y el único lugar al que se me ocurrió venir fue aquí, además supuse que sabrías que hacer, sabía que al ser medimago tenias que tener conocimientos de maldiciones oscuras y por sobre todo buscaba la discreción, así que bueno aquí me tienes - Le dije sonando feliz de haberlo encontrado, porque no sabía que hubiera sido de mí si no -

 

Asentí mientras lo veía irse al fondo de la sala y me apresuraba a cambiarme rápidamente, no me tomo nada sacarme mi camisa violeta y mi pantalón violeta y ponerme la bata que me tendió, la ate rápidamente para que no pudiera verme sin nada y le sonreí cuando volví a escuchar su voz, ¿quería que me quedará quieta? ¿era consciente de lo que me estaba pidiendo? le sonreí amablemente porque de veras que mi vida estaba en sus manos y ser vampiresa esta vez no me salvo de la maldición que mi amigo me había explicado que era grave.

 

- ¿Qué tan grave es? se que debo comportarme y quedarme quieta, algo del todo difícil para mí que sabes que soy super activa, no podía no ir era mi familia la que estaba en riesgo, así que tenía que ayudar de alguna manera, no podía quedarme al margen y no importaba que esos magos malos se mofaran de mí, yo pelearía aunque no tuviera tan buen resultado, iba todo más o menos bien, hasta que bueno aquí me tienes con mi brazo y mano mal, algún día se los cobraré, pero no será hoy por supuesto y apelo a tu discreción por supuesto, nadie puede enterarse ¿lo prometes? - Le pedí en un susurro para que nadie más lo escuchará -

 

La idea de que era algo grave la asusto, ¿podría morirse? luego pensó que él sabría que hacer, no por nada era medico o medimago, lo vio anotando unas cosas y suspiro sintiéndose peor a cada minuto que pasaba, por fortuna confiaba en Hades, no solo porque ambos eran vampiro si no porque era su amigo más cercano y habían compartido tanto que imagino que salvarla no le costaría tanto, aunque si que sería tedioso para ella quedarse quieta, ¿Cómo lograbas que alguien hiperactivo no se moviera para nada? quiso no haberse ido pero tenía que ir, no podía perderse aquella gran batalla, sin importar el resultado final, ella tenía que estar allí.

 

Le había repetido dos veces lo de la discreción, no porque pensará que él fuera tonto o no entendiera lo que intentará decirle, simplemente porque nadie podía enterarse que la Auror estaba herida, no quería que pensarán que era débil o que podría ser eliminada fácilmente, así que esto tenía que quedarse en un secreto de ambos, no era la primera vez que se ayudaban en alguna cosa e incluso ella le ayudo con unos locos en el hospital una vez, pero si era la primera en que ella estaba malherida, la realidad era que ella no tenía esos conocimientos aunque fuera buena en pociones, jamás sería capaz de hacer esa poción así que dejaría que su amigo se encargará, solo esperaba que nada tan malo le pasé y que estuviera bien pronto, aunque eso les llevará varias horas o días Luna confiaba en él y supuso que Hades sabría como curarla.

 

- No se si sentirme afortunada o asustada, ¿dices que sabes como defenderte de esta magia? espera un segundo, ¿Cómo aprendo eso?, a menos que sea algo de medimagos o algo así, no pueden lastimarme tan fácil, de acuerdo les di pelea pero me lanzaron ese hechizo y mi brazo y mano quedaron así de mal, no puedo darme el lujo de fallar otra vez, debe haber alguna cosa que pueda hacer ¿no? solo para no dejarme vencer, de veras que los buscaré y ¡por los calzones de Merlín bien hallado! me vengaré, se mofaron muy feo de mí después de lanzarme la maldición así que... ellos sabían que era algo malo ¿no? digo no te burlas de alguien por nada, ¿no te parece? - Dije con más energía de la cuenta y con una resolución que rara vez tenia-

 

-"si ellos querían guerra, la tendría, bueno luego de solucionar lo de mi brazo claro está, menos mal que esta mi amigo que si no, ¿Qué sería de mi pobre brazo? solo espero vengarme luego, no se los dejaré pasar así como así" - Pensé sintiéndome entre aliviada de haberlo encontrado y molesta por haberme dejado vencer, de veras que tendría que prepararme mejor y eso que era Auror así que se supondría que podría con unos magos de pacotilla -

 

@@Hades Ragnarok

[Hades Ragnarok]

El hijo de la noche poso sus orbes negros como el abismo en los de Luna. Negó con la cabeza. El Ragnarok sabia que nadie a parte de quien la había herido o el mismo podían ayudar a la Gryffindor y que cada segundo que pasaba era el final para ella a menos que él interviniera. Dibujo una mueca, la situación era demasiado difícil y por lo que podía ver estaba llegando a un punto de no retorno y de no hacer algo el vampiro tendría que utilizar su habilidad de nigromancia para ir hasta el inframundo y rescatar a su amiga.

 

-Lamento decirte que no creo que pudieran ayudarte, quizás, hubieran empeorado la situación, fue bueno que vinieras aquí –dijo el cainita- no tengo nada contra tu grupo de sanadores o los que se encargan de atender a los heridos aurores, pero en este mundo hay muy pocas personas que pudieran atender este tipo de cosas –suspiro- ojo, no quiero que pienses mal, seguramente serán sanadores buenos que tienen los conocimientos necesarios de artes oscuras, pero hay u tipo de magia que a menos que la veas con tus propios ojos… -el guardo silencio.

 

El hijo de la noche escucho las palabras de Luna y sintió en su tono de voz la preocupación que la joven auror tenia.

 

-Es muy grave, podríamos decir que casi letal y si no se actúa a tiempo –comentó el Ragnarok- y si, se perfectamente que eres hiperactiva, por lo que como et dije antes, o te comportas y te atare –dijo el cainita serio.

 

Si bien, en algún momento atraparía a su amiga, la ataría y jugaría con ella, en aquel momento debía salvarla antes. Comenzó a trabajar rápidamente mientras Luna seguía en aquella camilla. Cada una de aquellas maldiciones tenía un toque especial, si bien, había algunas parecidas o iguales dependiendo del tipo de magia que se usara debía descubrir si había algo mas en ella. Recorrió a la Gryffindor con los ojos mirando como la piel del brazo de la chica se colocaba aun mucho más negra y el tono de piel de su amiga comenzaba a cambiar. Maldijo por lo bajo, la maldición estaba trabajando mucho más rápido de lo esperado.

 

-No te preocupes, no le diré a nadie, sabes perfectamente que puedo guardar un secreto –dijo el hijo de la noche – tomate esto, espero que pueda retrasar un poco todo hasta que logre crear el antídoto que necesitas –dijo pasándole un vaso con una poción humeante- y no te preocupes, no es veneno, si quisiera matarte ya lo hubiera hecho, de una u otra forma –dijo el cainita intentando bromear aunque seguía preocupado por su amiga.

 

El Ragnarok escucho las palabras, comentarios y pregunta de la Gryffindor y asintió mientras estaba d espalda preparando un antídoto.-

 

-No lo entiendes, es magia muy oscura, es algo que con el pasar de los años y meterte en lugares realmente oscuros donde no se debe jugar logras aprender –dijo el Ragnarok- no me malentiendas, un medimago conoce un poco de todo, pero hay cosas que llegan mucho mas allá de la imaginación, hay magos o sanadores a los cueles les da miedo cruzar la delgada línea o llegar hasta algún sitio por peligroso y desafiante que sea –se volteó para ver a los ojos de Luna- he muerto innumerable veces, he corrido riesgos, e visto prácticamente la destrucción de algunos mundos o lugares –comento el Ragnarok sin saber si estar orgulloso o no de ello, pero eran sus experiencias la que habían hecho que el estuviera allí, por lo que conocía sus errores y limites- dime algo, hasta que punto estarías dispuesta de vender tu alma o mas bien sacrificarla? –pregunto.

 

@@Luna Gryffindor Delacour