Inauguración de la Superliga Europea de Quidditch, París 2021

[Kahlan Blackthorn]

 

Kyle seguía absortó en sus pensamientos, luchando por sacarse de la mente a esas dos personas que lo ponían al limite. Concienzudo en cada uno de los pasos que solía dar, pocas veces se dejaba dominar por los sentimientos o emociones, porque esos eran capaces de nublar la mente más inteligente que existiera dentro del planeta. Dibujándose en sus labios una seductora sonrisa, no le quedaba más que rendirse de momento ante el encantador verde de los ojos de Alex.

— ¿Qué demonios?—soltaba aquel improperio. Sentirse de ese modo, no era del todo conocido por el Holandés. Solamente dos veces en su vida creyó estar enamorado, pero no paso más allá de un simple beso o un intercambio de miradas— Coqueteos de adolescencia—apretando la mandíbula contenía sus ganas de volver a matar a esa malnacida. Ahora ella estaba a más de tres metros bajo tierra, consumida por las alimañas que habitaban en las tierras de los cementerios.

— No valías la pena—pasandose la surda por su cabello, aligeraba un poco su malestar. Debía concentrarse en pasarla bien dentro de la fiesta, además de tener en cuenta su preparación para desempeñar un buen papel dentro de la liga, no había entrenado como loco para no obtener nada provechoso a cambio. Siempre era su lado combativo, el que salía a flote, recordandole los deberes que debía cumplir dentro y fuera de sus funciones como el CEO de todas las empresas que le heredará su familia. 

— Es tan placentero como beberse una copa de bourbon, vaya vicios que aprendí de ti—le decía a la nada. Poniéndose una camisa de lino, dejando desabotonados algunos botones, deseaba sentirse libre en todos los aspectos de su vida— No puedo huir por siempre—palmeando su rostro se sacaba el exceso de colonia. Le gustaba ese aroma a madera, menta y vainilla. Obsequio de su abuela cuando cumplió 18 años, el escudo de la casa de Slytherin acompañado por un cuervo que abrazaba con sus alas a la serpiente.

— Hiciste lo mejor que pudiste—ladeándola cabeza se sacaba la corbata que no quedaba con su atuendo—No seas tan formal—se regañaba dedicándose una sonrisa encantadora. Ese gesto que le ganará un mundo de fans y del mismo modo un tumulto de problemas, no era culpable de poseer un rostro agraciado y un cuerpo de infartó. Abdominales marcados sobresalían debajo de la tela de su camisa— Es como portar una segunda piel, la sensación es agradable al tacto—acomodando el cuello se disponía a ir al encuentro del resto de los jugadores. 

Realmente no estaba de ánimos para una fiesta, pero sería mal visto por Ada dejarla plantada con toda la dedicación que se notaba puso en la realización de dicha gala. Esa palabra siempre le sonó demasiado fuerte y sería, ahí sin duda que se veía comprometido asomar la cara aunque eso le costará tener que fingir su mejor sonrisa. Saliendo de su habitación, presentía que se toparía de nueva cuenta con Alex— Que sea lo que tenga que ser—caminando con elegancia arribaba al sitio donde estaban congregados algunos de los invitados. 

— Justo a quien esperaba ver—le susurraba por la espalda al Luxure— Vengo por todas las canicas—le advertía dejandole un roce sobre el hombro. Continuando con su andar enfilaba sus pasos hacia la mesa donde estaban las bebidas, deseaba tomarse un buen par de copas— Relájate solo relájate—se decía mentalmente alargando la mano para tomar una copa.

@ Malum Luxure

[Kamra Ashryver D.]

Branislava Dark Blood (VV) - Rowan Ashryver (BS) 

Con los movimientos de alguien entrenado y audaz, la cazadora de Vratsa Vultures consiguió evitar darle un golpe a la persona que se cruzaba y así se libró de ocasionarle un inoportuno ojo morado. Cuando escuchó su nombre ser pronunciado, levantó la vista para encontrarse con...la Ministro Francesa - No se preocupe, no ha pasado nada, estoy bien y...¿Rowan? - los ojos violetas de Dark Blood se abrieron en sorpresa, aunque no debía estarlo realmente, ya que Rowan Ashryver, a pesar de ser príncipe de la corona Escocesa, se mantenía lo más alejado posible de las labores políticas que le pudieran encomendar. 

El joven y salvaje principe llevaba esa ligeramente insufrible sonrisa seductora en sus hermosas facciones. Era atractivo por dónde lo miraran y Bronie tuvo que recordarse a sí misma que, de alguna manera lejana, eran familia y que también la superaba en rango. Un vistazo más a los ojos azules de Ashryver le dijo que estaba allí por la diversión. 

- Señorita Ministro - la voz ronroneante del peliblanco era melodía pura para los que lo escucharan, evidenciando que aunque no tenía interés en el título que le correspondía por herencia, aún así poseía la educación y las maneras de un príncipe - Bronie, Zlatka - Rowan sonrió, cruzándose de brazos de manera que sus músculos tensaran la camisa de diseñador negra mate cortesía de Gucci.

-¿Compartimos alguna copa abajo? Es increíble que haya comenzado la fiesta y aún no esté ebrio, esto no puede seguir así - Rowan señaló con su dedo índice a las mujeres, llamandolas con el mientras entraba a su habitación y sacaba una botella de bourbon escocés que había robado de la reserva especial de su madre - ahora sí estamos listos, después de ustedes, señoritas - deslizó una de sus manos, la que no sostenía la botella, en el bolsillo izquierdo de su pantalón de vestir. 

Bronie lo miró entre exasperada y divertida, pasando por su lado primero y golpeando medianamente fuerte el brazo marcado de Ashryver, no sorprendiendose ante lo macizo que se sentía - Tu pagas todas las copas, bufón. 

 @ Ada Camille Dumbledore  @ Cillian

[Ada Camille Dumbledore]

La prisa por salir de mi habitación y dirigirme hacia la primera planta del Hôtel National des Invalides, me había llevado a tener un pequeño incidente con una de las chicas del otro equipo, conocía a la Búlgara por ser de los Vratsa Vultures, equipo en el que había militado anteriormente y del que nos habían echado por conductas inapropiadas y según ellos antideportivas. Aunque personalmente no había más deportivo que tu equipo completo apoye a un compañero en un acto que fue creado en medio de un partido. Debía volver a la realidad, la joven estaba un poco sorprendida pero con calma me repuse no sin sonrojarme por el incidente. Note la presencia de dos personas más con ella: una chica, que era nada más y nada menos que la buscadora de los Vratsa, de nombre Zlatka. Y un caballero de ojos azules y mirada penetrante y sonrisa atractiva que nos observaba Rowan Ashryver. El cazador de los Black Serpents era un príncipe Escocés, que definitivamente tenía el increíble aspecto de un seductor y me hizo quedar sin respiración por un momento, reaccione con una sonrisa y una ligera venía con la cabeza. Dirigí mi mirada directo a Branislava.

 

- Disculpa mi torpeza, estaba apresurada de llegar a saludar a todos los que han llegado. Zlatka, Príncipe Rowan, espero les haya agradado el hotel y estén cómodos no duden en pedirme lo que necesiten para hacer una estadía placentera.

 

La voz del joven hizo que de manera inconsciente tratara de no mirarlo, ese tono de voz era como el siseo de una serpiente que te envuelve para no dejar escapar una presa, trate de concentrar mi atención en Branislava y sonreí tratando que no se notará el nerviosismo que había creado el Ashryver. Al llamarnos a su habitación fui la última en seguirlo, éramos compañeros de equipo, pero era con el que menos me había relacionado. Entro a su habitación y sacó una botella, su comentario me hizo reír, la verdad necesitaba una copa y por supuesto me gustaría conocerlo un poco más.

 

- Será un honora compañarlos a una copa

 

Sonreí esperando no estar molestando en la reunión, parecían conocerse más entre ellos.

@ Cillian

@ Kamra Ashryver D.

 

[Malum Luxure]

Me encontraba allí parado como esperando nada, pero en realidad me gustaba analizar a las personas a mi alrededor, era interesante lo mucho que se puede aprender si se sabe prestar atención, ciertamente Malum se había perdido por ahí, la emperatriz era una mujer un poco extraña y bueno no había nada más que hacer. Mis ojos buscaban algo o mejor dicho a alguien más, mis labios aún tenían un hormigueo del recuerdo por el pequeño beso que me había regalado Kyle.

La sonrisa torcida se fue dejando ver, con un hoyuelo pícaro de solo pensar en ese joven, yo venía de un futuro al que no quería volver, esto que me invadía me era genuinamente nuevo y no sabía que tan real era, quería explorarlo y explotarlo al máximo, es como una droga, me gusta y no pensaba negarlo, por un momento había olvidado que tenía más de 18, me podía poner travieso con tal de divertirnos, no se si me dejaría solo soñar que puedo vivir en su sonrisa.

-A si?...y eso que significa caballero.- Respondí cuando su aterciopelada voz acarició mi espalda, su toque por más mínimo que fuera tenía el poder de prender mis latidos.

Lo vi caminar con la sensualidad de un felino provocador, mis ojos lo recorrieron lentamente, pensaba que tan suave sería ir más lejos del entrando de los hilos que le cubren, mi mente planteó mil posibilidades en un minuto, pero tenía miedo de asustar a la presa, era mejor que él se sienta seguro.

-El licor debe tener un sabor más embriagador si son las gotas que caen de tus labios.-Llegue a él y tal con lo hizo conmigo le hablé al oído derecho y parandome a su lado, entonces no pude evitar volver a sonreír , deje mi mano apoyada unos minutos en su delicada cintura.

Lo miraba como quien aprecia la mejor obra de arte, esperaba que no se sienta intimidado por que solo lo deseaba natural, mire sus labios un momento mordiendo levemente los míos reprimiendo el impulso de devorarlo por completo, intentaría ir despacio y era algo que me repetía a mí mismo de vez en cuando.

-Imagino que no estas tan cómodo entre tanta gente, periodistas y demás. -Le hablé con total calma y suavidad para que solo él escuchara. -Te parece si buscamos un lugar más apartado de todos?...unas copas, tú y yo.- Le propuse al precioso buscador de los Montrose Magpies.

Ya se que estamos aquí para conocernos entre todos y presenciar la gala de apertura pero en mi mente había otros planes,simplemente él es espectacular que de ser posible buscaré que sea solo mío y nada más, díganme egoísta y mimado...pero soy Alexander Andre Evil Luxure príncipe del imperio Austrohúngaro, digamos que juntos haremos más magia de la que tenemos, tocando apenas sus dedos con mi otra mano espere su dulce respuesta.

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@ Juv Macnair Hasani

Editado 9 de Octubre del 2021 por Malum Luxure

[Kahlan Blackthorn]

 

— Puede significar muchas cosas, Alex. Todo depende del contexto que quieras darle, yo te lo deje muy claro con ese beso o ¿no?—la voz de Kyle era como una ligera caricia sobre el rostro del joven. El estaba claro con respecto a sus intenciones, aunque no podía negar su debilidad por el sexo femenino, siempre prefería tener delante de él a un hombre con quien pasar algo más que el rato. Sus ojos delineaban el borde de la copa, abrazando la misma con sus labios, bebía de golpe el contenido de esta.

— Tu y yo, nos vimos por primera vez dentro de un campo de quidditch y ahora estamos dentro de una celebración que se relaciona con el mismo deporte. No creo que sea una casualidad y tampoco soy fanático de las coincidencias, porque para mi las cosas son como son por algo—dejando de lado el cuerpo de cristal. Se aventuraba a mirarlo a los ojos, aquel verde hipnotizante que chocaba con sus gemas azul eléctrico. Le agradaba como cambiaban de color, asentándose un poco más la oscuridad en ellos. 

— Lo creas o no, el tiempo me ayudó a mediar con está clase de personas. No siempre puede uno esconderse de los medios y tampoco vivir detrás de una cortina de humo—le susurraba cercano a sus labios. El tenerle tan cerca provocaba una extraña, pero agradable sensación en el Holandés. Salir de ahí a hurtadillas, le sonaba a portarse mal como un par de críos malcriados. Aunque Taylor era joven, no se imaginaba volver a los momentos de ocio que disfrutaba dentro de la residencia de sus abuelos. 

— Si vas a empezar algo, espero que decidas terminarlo—deslizaba su surda por la mejilla del joven. El tacto con la misma era agradable semejándose al pétalo del capullo de una rosa, no dejaba de lado ese romanticismo que poseía. No cuando se trataba de una persona que había captado su interés de forma innegable, sentirse íntimamente atraído por el caballero, si que le descolocaba por momentos— Tu madre me matará, si me atrevo a secuestrarte. ¿No has considerado esa posibilidad?—sonrió acortando por completo la distancia que los separaba.

— Si salimos por esa puerta, no puedo asegurarte que regresemos sanos y salvos a esta recepción—la advertencia por parte del buscador de los MM estaba hecha. Hacerse responsable de su actos, no era algo racional estando preso del deseo y el calor del momento. Tomando la mano de Alex, depositaba un beso sobre el dorso de la misma, dejandole en claro sus intenciones. Era capaz de mirar a cualquier mujer o hombre dentro de esa fiesta, pero sus sentimientos y pensamientos, estaban enfocados hacia una sola persona en particular.

Esperaba que comprendiera el mensaje, evitándole dar explicaciones que eran innecesarias entre ellos dos. 

@ Malum Luxure

Editado 12 de Octubre del 2021 por Juv Macnair Hasani

[Ada Camille Dumbledore]

La verdad no me gustaban las fiestas reuniones ni ninguna clase de lugar donde hubiera personas, era toda una tortura el tener que departir con sonrisas falsas y diplomacia. No sabía cómo hacía Camille para soportar todo aquello así no más con una gran sonrisa y queriendo al mundo entero, yo no lo lograba, menos mal no era yo quien debía hacerlo. 

 

Llevaba en la mano una maleta verde militar, con mis pertenencias. Toda la ropa muy práctica y mucha de corte militar, hasta llevaba mis placas colgadas al cuello, no negaba lo que era aunque este fuera un torneo de quidditch y yo no viniera a la guerra.  Llegué hasta la puerta de la habitación que me correspondía y abrí con la varita: se abrió una enorme habitación con cama adoselada, toda en crema y verde oliva, enorme y llena de detalles barrocos. Suspiré y me lleve la mano al puente de la nariz, definitivamente Camille no se media, al menos el verde era mi color favorito. Debe la maleta en el sillón de la pequeña salita y ordene mi ropa, tomé un baño y me cambié. Debía ponerme decente para socializar, advertencia de la Ministra, elegí un blusa sin mangas en algodón y una falda gris con cinto negro y dorado, el cabello suelto. Sencillo así era yo. Salí de la habitación directo a la fraternizar con los del equipo, seguro ya estaban en eñ picnic. 

Editado 13 de Octubre del 2021 por Ada Camille Dumbledore

[Cillian Haughton]

Zlatka Hasan

¿Una emergencia fashionista?

Ella tampoco entendía que se refería aquella prima lejana de su compañera, pero no le tomó demasiada importancia. Siguió a Banislava por el largo pasillo hasta llegar a su habitación y una vez dentro espero a que esta le mostrara las opciones a las que podía acceder. Aunque lo cierto fue que Zlatka no tuvo siquiera la oportunidad de elegir.

- ¿De verdad lo crees?

Se sentía un tanto incomoda, no iba a negarlo, pero no iría contra la elección de su nueva amiga. Se observó durante un par de segundos en el espejo, solo para que al darse la vuelta se encontrara con que alguien más se había unido a ellas. ¿Ada? Sí, era ella, Zlatka conocía su nombre ya que aquella chica había sido la anterior buscadora de los Vratsa Vultures y a su vez, no lo podía olvidar, también era la Ministro de Magia de Francia.

¿Y Rowan?

Zlatka se ruborizo al verlo, también conocía su nombre, pero no sabía que fuese tan atractivo. Saludo a los recién llegados con un tímido saludo de mano, para acto seguido aceptar la invitación de volver al evento.

- ¿Entonces vamos a beber? Lo cierto es que nunca he consumido alcohol -aquellas palabras se las dijo a Branislava al oído.

@ Kamra Ashryver D.  @ Ada Camille Dumbledore

Editado 13 de Octubre del 2021 por Cillian

[Martin N Roses]

Martin Black de Rune

Director Internacional de Quidditch

El hombre de cabellos negros asintió ante el ofrecimiento de la Ministra de Francia. La bebida estaba excelente y la charla continuó siendo amena unos cuantos minutos más. Se trataba del primer encuentro de los muchos pactados durante el transcurso de la segunda Superliga.

Recordó entonces que Ada Camille Dumbledore, quien había sido buscadora de Vratsa Vultures en la temporada anterior, sería una de las integrantes de Viena Black Serpents, el equipo auspiciado por la emperatriz austríaca. Agradecía y veía con buenos ojos el apoyo político realizado por Ada Camille, pero también el involucramiento dentro de la escena profesional, dentro del campo. La visibilidad que le daba al mundo mágico su presencia, sobre todo en el concierto europeo, hacía que más de un curioso, aún sin interesarse del todo por el deporte, quisiera verlo.

—Son uno de los equipos debutantes pero con varias joyas en sus filas. Me han hablado muy bien de Rowan Ashryver, ¿qué tan bueno es en los entrenamientos? —Quiso saber Black, con sincera curiosidad.

Minutos más tarde y de forma elegante, dieron por finalizado el primer encuentro protocolar. El mago nacido en gales agradeció a la bruja y se dirigió a la habitación que le habían preparado en el lugar.

@ Ada Camille Dumbledore

 

Una sensación de alivio comenzó a invadir su cuerpo. ¿Ella también tenía una imagen suya? ¿Lo consideraba uno de los mejores? Saber aquello lo hizo sentirse mejor y la confianza pareció renacer en él. Al fin y al cabo, era uno de los líderes de su equipo, la segunda voz de mando. Pero todo se refería dentro del campo de juego y una vez que el árbitro daba por iniciado el partido. Fuera de él, sin estar volando en las veloces escobas, Auxerre era un mago más, como cualquier otro. Y tener frente a él a una bruja que le provocaba varios sentimientos y conflictos internos, lo hacían titubear.

—¿De verdad? —Imaginaba que Aedis no había mentido con aquello o tal vez todo se tratase de una broma de la muchacha.

Luego escuchó sus palabras y llegó el momento de responder una pregunta. El fuego en su rostro era una sensación que sólo él notaba, ¿o acaso de verdad estaba incendiándose su cara? Parpadeó con rapidez y desvió su mirada hacia una de las ventanas que daban a una vista preciosa, viéndose el centro de París desde una altura increíble.

—No es malo —dijo de forma atropellada—. Sólo que no sé cómo manejarlo. —Dio un par de pasos por la habitación, alejándose de ella un instante y luego volviendo a su lado—. Eres la capitana de los Tutshill Tornados, quiero ganarle todos los partidos a tu equipo y, en particular, intentar hacer las cosas mejor que tú. Pero al mismo tiempo siento admiración por tu juego y por el equipo rival en sí. Supongo que eso es bueno y normal, pero contigo hay algo especial. Creo que me agradas... —«Y sin el creo...» pensó internamente—. Supongo que eso me provoca nerviosismo.

Miró en dirección a la puerta de forma distraída. En aquel instante Auxerre imaginó que la horda de periodistas acababan de pasar por el pasillo o se habían instalado allí. Lamentó que la habitación de cada jugador tuviera una pequeña placa con el nombre correspondiente. ¿Y si se atrincheraban en el lugar durante horas? ¿Cómo saldría Aedis de aquel lugar sin que ellos se enteraran? Miró la ventana. No, definitivamente no podría salir por allí. Además, ¿de verdad quería que se fuera?

—No. De hecho, es bueno que me asocien contigo. —Sonrió levemente. Se sintió tonto pero supuso que eso también estaba bien.

@ Candela Triviani

[Ada Camille Dumbledore]

La verdad estaba entre los del equipo disfrutando de la hermosa vista de la monumental espalda de Rowan, y de sus bien formadores brazos, pero bueno esa distracción me estaba alejando del inicio del inauguración. Rayos eso tenía que ir, debía llevarlos hasta la tarima y darle la entrada al señor director de quidditch. Me detuve lanzado un grito por haber olvidado tan cosa.

 

- Discúlpeme, debemos ir a la tarima se debe iniciar el discurso de Monsieur Martín, debo adelantarme, les espero allá.

 

Camine con prisa por el pasillo y fui directo a donde estaba la escalera para descender a la primera planta con calma fui donde estaba la tarima y observe a mi elfo Francoeur organizando algunas cosas en las mesas, amaba ese elfo. Con prisa arregle el estrado para e discurso del director internacional de Quidditch y espere que hubieran llegado los jugadores. Saque la varita e indicando mi garganta me dispuse a hacer un llamado general.

 

 

- Sonorus… A TODOS LOS JUGADORES, ORGANIZADORES, Y REPRESENTANTES DE QUIDDITCH SE LES ESPERA EN LA PLAZA DE ARMAS PARÁ LA CEREMONIA DE INAUGURACIÓN, QUE INICIARÁ EN 5 MINUTOS, GRACIAS

 

Con calma me arregle el cabello y espere a que todos estuvieran allí para la proclamación del discurso de inauguración. 

@ Martin N Roses   @ Darla Potter Black  @ Kamra Ashryver D.  @ Malum Luxure  @ Juv Macnair Hasani  @ Candela Triviani  @ Ericen  @ Cillian Haughton   @ Azrael Lycan @ todos los publicos  

 

 

Editado 22 de Octubre del 2021 por Ada Camille Dumbledore

[Mentita]

 

 

 

 

 

Aedis "Mosquito" Greengrass

Cazadora de Tutshill Tornados

Estuvo por interrumpirlo en muchas ocasiones, y siempre se mordía el labio inferior para llamarse al silencio. Le agradaba escucharlo, su voz era tan tranquila, pacífica, que podría escucharlo por horas para que le contagiase esa misma tranquilidad. A veces, su propia impulsividad podía generarle dolores de cabeza, estrés, y quizás necesitaba adoptar un poquito más de la actitud de Auxerre. De repente, de forma inconsciente, notó la calidez de su mano, pues había estirado la propia hasta alcanzarlo.

-- Lo... lo siento. Te... Tenías algo... allí... --mintió y se tocó la cara con ambas manos para disimular el arrebol en las mejillas. No se atrevía a mirarlo a los ojos así que también miró hacia la ventana, quizás era una buena idea tirarse por allí en ese momento.

Aedis no era una bruja tímida. Particularmente, le gustaba estar siempre al frente de las situaciones. Su máscara de timidez salía a la luz cuando se encontraba en papel de figura pública. Y más que timidez, se trataba de una bruja reservada al público, sus palabras decían lo justo y necesario y sólo lo que ella quisiese revelar. Pero con Auxerre cerca, y el remolino de sensaciones y emociones que éste le provocaba, temía estar volviéndose est****a. Se sentía a gusto con él, sí, pero al mismo tiempo le ponía nerviosa, tonta.

-- No sé qué me pasa, no suelo comportarme así. --y, apenas se disculpó, escucho la voz de una mujer convocando a todos los jugadores, organizadores y representantes del torneo.-- Quizás es que me pongo nerviosa porque el torneo está tocando la puerta... O quizás es que me pone nerviosa estar contigo. Y, de verdad, tengo ganas de averiguar... Es decir... De saber cuál... De las dos op... --presionó las manos en la cara y cerró los ojos un segundo-- De saber cuál de las dos opciones es la que me pone nerviosa. 

Tras un suspiro,bajó los brazos, como si haber dicho lo que dijo le hubiese supuesto algún tipo de alivio.

-- También me agradas... --confesó casi en un susurro. Sus ojos azules, que había estado mirando sus manos en el momento de la confesión, buscaron los de Auxerre, para intentar adivinar lo que le pasaría por la cabeza en ese momento.