Rebelión de los licántropos

[Kamra Ashryver D.]

Kamra le devolvió la sonrisa a su hermana e igual de la misma manera, aunque un tanto más salvaje. De algun modo luego de trabajar en el soldado intruso su oscuridad había logrado calmarse lo suficientemente para que la adrenalina antes de la batalla se disipara a niveles más normales, dejándola visiblemente menos a la defensiva, y más considerando que estaba rodeada de sus aliados.

-  Creeme que no quieres saborearlo, si no tuviera el entrenamiento que tengo habría corrido a volcar el contenido de mi estómago en esos arbustos de allí - apuntó a unos setos con pequeños frutos aún verdes - Es un payaso aún así, sus motivos, su falta de causa...eso lo hace un payaso ¿Me dirás qué no tienes que estar fuera de tu mente para intentar enfrentarnos? Era carne de cañón de circo desde que la idea le cruzó por la mente. 

La peliblanca se cruzó de brazos, el metal de sus muñecas sonando al contacto con su pechera dorada ¿Debería cambiarse? Se sentía cómoda en su armadura más que en cualquier atuendo, pero al lado de Sybilla y Lisa se sentía un tanto absurda. Una pequeña y caprichosa, aniñada, parte de ella frunció el seño ante la falta de elogios. Kamra rodó los ojos y sonrió débilmente ante el pensamiento de que, de estar allí, Leslie hubiera reparado en aquello. Su Leslie ¿Qué estaría haciendo? 

Los sonidos a su alrededor le trajeron de regreso al tiempo presente. La mano de la más reciente aliada de ambas reinas de había cerrado en trono a su brazo y no pudo evitar mirarla un poco sorprendida. Nadie se atrevía a tocarla, solo su círculo más cercano, pero no sé debía a que "nadie debe tocar a la Reina" sino más bien a que nadie quería acercarse a la peliblanca. Miró hacia otro lado y arrugó la nariz. De a poco su círculo de amistades se iba expandiendo, y el pensamiento de que asistir años atrás a Hunyad había sido lo correcto para ella y su alma rota la embargó por milésima vez. 

- Vamos a ello entonces - dijo con voz severa, como intentando ocultar sus pensamientos en esa máscara bien confeccionada de pe.rra reina. Con un pensamiento desapareció de la montaña del destino para que segundos después sus botas ornamentadas golpearan el adoquín fe las calles de Brasov. Kamra sonrió al moreno, bufando ante el título que usaba hacia lisa - ¿Sabes Van Halen? No te has referido a mí como "Su alteza" o "Su majestad" desde que asumí mi cargo...supongo que Dios tiene a sus favoritos - no había nada que le importara menos que ser llamada asi por su familia y amigos. Aún asi su pasatiempo preferido en todo el mundo era chocar cabezas con su hermano y mentor, y lo haría hasta en el campo de batalla solo por el placer de sentir el vínculo de hermanos que sostenían. 

- Y bien, aquí estamos ¿Dónde nos espera la Ministro Francesa? 

@ Lisa Weasley Delacour  @ Rhiann Macnair R.  @ Ada Camille Dumbledore

[Darla G Dumbledore]

La pelirroja esperó a que el mandatario egipcio aceptara su propuesta y luego con voz tranquila agregó, esperando que no le molestase que lo llevase de aquí para allá.

—Si le parece bien, Monsieur Lycan, podemos ir ahora a confirmar si el Ministro Despard lo puede recibir, mientras tanto en el salón de reuniones ministerial puedo ofrecerle algo para beber y distenderse, quizás algunos bocadillos —la Potter Black estaba dispuesta a ejercer la mediación que le había ofrecido, motivo por el cual se puso de pie invitándole a acompañarla, en caso de que él no quisiera podía dejarlo en compañía de Kimberly en su propio despacho hasta que el Despard los pudiera recibir.

—Deme unos minutos por favor —había dicho más tarde la pelirroja luego de que el mago informara su voluntad y se dirigió hacia el despacho del Despard, encontrándose con quien asistía a Rory.

—Buenos días, ¿El Ministro Despard se encuentra desocupado? —la dubitativa respuesta la desorientó, ¿había dicho que sí pero no? Aquello no tenía mucho sentido, más cuando luego mencionó la presencia de una criatura, bueno, después de todo, había muchas criaturas inteligentes que podían estar junto al mago —entiendo, pues cuando se desocupe dile que necesito hablar con él y que el Archimago Regente de Egipto desea tratar un tema importante también—agregó la Potter Black, dispuesta a marcharse, pero en ese momento le pidieron que esperase, cosa que ella hizo mientras quien asistía a Rory asomaba la atravesaba el hall hasta el despacho del Ministro, para avisarle su presencia.

Momentos después le indicaba que pasara, a lo cual la pelirroja respiró profundo, acomodó su ropa, aseguró su varita al costado de su cadera y avanzó hacia el despacho del Despard. Se sentía como un niño a punto de rendir un examen oral, esa situación sería por demás complicada o no. Al ingresar al despacho iba a saludar al ministro cuando le sorprendió la presencia de un osito mediador, abrió los labios, miró al oso, hizo un gesto de reconocimiento y luego miró a Rory, eso no se lo hubiera esperado ni en sus sueños más locos.

—Buenos días Ministro Despard ehmm… Osito Mediador… mmm… perdón si no conozco su nombre de pila —dijo Darla dedicando una inclinación de cabeza a cada uno de los presentes, era extraño muy extraño.

—Disculpe que lo moleste Señor Ministro, pero Monsieur Lycan, Archimago Regente de Egipto ha venido a mí para ir directamente al grano de una situación delicada, quiere saber nuestra posición frente al conflicto que se ha planteado entre Egipto y Rumania, disculpa que yo también sea tan directa pero… mmm… la situación me preocupa… aunque siendo sinceros, en mi humilde opinión, no creo que debamos tomar partido ni por uno ni por otro, aunque eso le correspondería a sus cancilleres asesorarle, ser mediadores quizás sería  una ganancia más que una pérdida, ser indiferentes podría darnos un lugar más complicado, aunque no tanto como el de tomar partido por alguno de los dos.

Odiaba la política, odiaba la burocracia y odiaba tener que cumplir con las promesas de sangre que tenía pendientes por el solo hecho de ser vampira y que su creadora hubiera nacido en Rumania, siendo la regente de una de las casas que dominaran en el pasado una hermandad de vampiros en la patria natal de la Akane. Esperó paciente las palabras del Ministro manteniendo su mirada fija en el escritorio del mago, por unos segundos, como si no se  atreviese a verle a la cara, pero  su rostro se levantó bruscamente clavando su mirada castaña en los ojos  del Despard.

@ Rory Despard  @ Azrael Lycan

[Lisa Weasley Delacour]

Luca Van Halen - Primer Miniastro de Rumania.

 

- Lo mismo digo – El moreno se inclino en señal de respeto hacia la Mcnair. Como la Weasley en su día, había buscado información sobre ella y sus próximas jugadas a cargo de la hermandad Rosa Negra. Conocía, creía y estaba de acuerdo con sus anhelos para con esta, pero no se fiaba de sus inclinaciones oscuras. Tenia entendido que disfrutaba de acercarse a gente poco acta y no muy de acuerdo a los ideales de la luz. No obstante y siguiendo los consejos de la paladín, se hizo a un lado y acepto que la Delacour tenia razón. Los pros de tenerla como aliada eran muy superiores a los contra – La que faltaba – Mascullo en cuanto vio como la peli blanca hacia acto de presencia frente a sus ojos – Aun siendo reina, sigues siendo un dolor de culo hermana – Y con las mismas, sonriendo con ese gesto tan suyo, se dio media vuelta y emprendió el camino.

Luca precedía la marcha hacia uno de los salones del antiguo ayuntamiento, donde se llevaría a cabo el cónclave con la primera ministra de Francia y todo aquel que se quisiese sumar, siempre y cuando viniese en son de paz y con ganas de conversar. El lugar había sido elegido con cabeza y premeditación; el edificio estaba situado en mitad de la plaza y rodeado por dos de los bastiones mas altos y resistentes de la ciudad, desde donde arqueros con una puntería perfecta vigilaban con ojos de halcón la cúspide de los mandatarios europeos. Ademas las callejuelas aledañas estaban perfectamente organizadas para que nadie saliese de la fortificada plaza sin ser visto. Desde tiempos de los sajones, Brașov se había convertido en una de las principales arterias de defensa de Transilvania. Aun hoy en día se puede comprobar porque. No había que ser un lince para averiguarlo y el Van Halen lo sabia de primera mano.

El dhampir caminaba por los pasillos, en dirección al segundo piso, sin titubear, con la cabeza alta y fuego en su mirada. Mostrándose como todo un aristócrata. A pesar de que llevaba puesto el traje de combate, mas parecía un príncipe que un soldado. Se sentía orgulloso de poder decir que el era una mezcla de lo que cultivaba hoy en día Hunyad; magos capacitados para cualquier circunstancia, ya fuese una cena de gala o un asedio urgente. Lisa no dejaba nada a la improvisación. Sabia de buena mano que muchas de las guerras actuales se ganan en una mesa, bajo la luz de las velas. Rumanía siempre había sido un país poderoso, pero nunca era afín a las armas. Desde que Katherine había asumido el trono, el territorio de los vampiros, elegía la diplomacia antes que las armas. A pesar de que su actual regente había sido entrenada como una Hunter, la cual daba la cara ante cualquier batalla por cruenta y peligrosa que fuese. Admiraba como su prima estaba llevando su patria y se lo agradecía,

[Kamra Ashryver D.]

El rostro de la Regente Escocesa era una máscara de severidad, pero sus ojos bailaban con un brillo de diversión que apenas podía contener. Jamás se lo diría, así como sabía que no podía esperar escuchar esas palabras de ambos de sus hermanos de corazón, pero los amaba. Las acciones decían mucho más en su lugar, sus respuestas rápidas cuando requerían de ella o cuando necesitaba un oído amigo. Estar en ese momento en Brasov, a la expectativa de un choque entre naciones y dispuesta a hacer frente a sus enemigos codo a codo, eso decía lo mucho que les quería. Volteando hacia Sybilla, le sonrió con un poco de arrogancia y brabuconeria.

- Luca se esfuerza mucho en intentar no dejar ver en su totalidad lo mucho que le agrado, piensa que si se desentiende de mi su vida será más sencilla - un suspiro fingido y sus dorados ojos miraron hacia arriba - Pobrecillo, yo ya lo adopté como mi cachorrito gruñón preferido - el Dhampir fácilmente escucharía su conversación y Kamra estaba encantada de que así fuera. De haber estado solos le habría propinado una patada en el cu.lo solo para saborear la diversión en ello.

Una vez que su pequeña comitiva se adentro en el edificio designado para la reunión, Kamra le puso riendas a su diversión y, con ojo experto, comenzó a estudiar la posición de los guardias así como cada giro y esquina solitaria. No estaba demás ser precavidos con un ejército aún muy cerca como para bajar la guardia. Además desconocían si uno de los lobos en territorio Rumano podría ser un traidor...con tantos vampiros al mando del cardenal la idea no sonaba tan descabellada. 

Se adelantó dando zancadas elegantes hasta llegar unos pasos detrás de Luca. Los ojos dorados de Ashryver brillaron al reparar en los exquisitos detalles de la construcción. Eran sutiles, pero en cada centímetro podías adivinar la clase de potencia que era Rumania. No había derroche y aún así el estilo sobrio e imponente dejaba en evidencia la riqueza de la tierra de Lisa Weasley Delacour. Era un estilo gótico aunque las paredes no eran oscuras, el rojo, azul y blanco adornaban las ventanas con pesadas cortinas y cuando finalmente ingresaron al salón de reuniones, una mesa rectangular con asiento para hasta cincuenta invitados los esperaba. 

No había rastros de la Ministro Francesa aún, pero uno de los soldados de confianza de Dimitri aguardaba en una esquina de la habitación con un puñado de soldados conteniendo a lo que parecían ser reporteros ¿Se habría filtrado la noticia su reunión o Dumbledore les había avisado por algún motivo? La razón no importaba, ellos no debían estar ahí. Así que miró a Lisa con una ceja levantada con una pregunta en los ojos.

<<¿Los echas tu que es tu país...o lo hago yo?>>

@ Lisa Weasley Delacour  @ Rhiann Macnair R.

[Thoth]

Ministerio de Magia y Hechicería (Ingles)

 

Lycan se encontraba en sus anchas con ciertas desventajas tácticas ante los legeremantes, pero estos no podían conocer lo que pasaba por su mente, si la mente se encontraba divida en más de cien marionetas, si bien se podían rastrear hasta su punto de origen, el mismo creaba una y otra, y estas se encontraban dispersadas por todo el mundo, viendo, escuchando y leyendo, el Senecal era experto en dividir su arma y emplear las mismas para fines de espionaje.

 

Aunque, mientras pasaba el estudio de Oculamcia, Legeremancia, Metaformagia y Videncia su labor como espía sería más impecable, mientras tanto daría algunas pistas a sus enemigos de sus posibles movimientos, pero todo tenía límite de caducidad, y su ingenio era algo que lo categorizaba, por ello, fue que empleo más de un punto de encuentro para lidiar con sus problemas asociados a los vampiros. En referencia, para lo que a este le compete se encontraba debilitando los aliados de sus primeros enemigos, es decir los que sostenía un apoyo directo de gobierno vampírico.

 

 

-De acuerdo. - Aseveró. – Sin embargo, considero prudente su persona para el asunto que vengo a tratar con su Ministro. - Esto lo hacía por decoro a su pareja, y ver que tan leales eran la cuestión de la sangre, o más bien, el actuar de esa mujer ante ciertos asuntos. –Así, que espero que no pueda negar esta petición. -

 

Espero respuesta de la misma ( @Darla Potter Black ), y se condujo a donde se encontraba Rory Despard. Y viendo a ese hombre, a ese predicador arqueo una ceja, suspiro y cerro los ojos.

 

-Supongo que estará enterado. - Agrego el Regente. –que con su antecesora Egipto no tenía buenas relaciones. –Y abrió sus parpados. –Sin embargo, el pasado es pasado, y creo que podemos llegar a interesantes acuerdos internacionales, si bien estamos interesados en aprender a los criminales de @Mackenzie Malfoy y @Crazy Malfoy, suponemos que por los acontecimientos que nos rigen hoy, después de tanto, ello puede pasar a un segundo plano, pero que no es algo que olvidemos los países africanos, al menos los egipcios. - Expreso el Regente.

 

En otra parte del mundo.

 

En otro lugar, el Regente se encontraba al mismo tiempo realizando más de una obra y entre ella era con los asuntos de los franceses, por ende, se encontraba en el mismo Ministerio Francés.

 

-Buenos días.- Expreso en francés. –o eran tardes o noches, diculpe…- Le expreso a la aurora que lo recibia. –Soy Azrael Lycan, Archimago Regente de Egipto, y solicito ver a la ministra de magia @Ada Camille Dumbledore o la persona a cargo, ya que tengo asuntos que tratar, y seguro que ella ya sabrá que he venido a realizar interesantes acuerdos internacionales. - Expreso con toda la soberbia que pudiera categoriar alguien de su categoría y poder.

[Ada Camille Dumbledore]

 

El carruaje del ministerio francés ya sobrevolaba por Europa, los 6 Abraxans varían sus alas con fuerza llevando a la Ministra Francesa justo con Albus Renaldi Macnair el encargado de seguridad del Ministerio, se habían adelantado a otra parte de la comitiva, pues Hannity Ollivander la directora del departamento de cooperación mágica internacional también estaría en aquel lugar. Era importante llegar pronto a Brasov, el que no se enfrascaran en una contienda fuerte ambos bandos era fundamental porque el derramamiento de sangre mágica era un sacrilegio que no estaría dispuesta a contemplar. Miraba nerviosamente por la ventana del coche era un viaje de varias horas y debía mantener la calma pero no podía dejar de pensar en que alguien pudiera salir herido.

Baje la mirada a mi regazo y alise la falda de mi atuendo un vestido negro de cuello alto, ajustado al cuerpo con un sobretodo gris con arabescos negros frondoso, botas altas hasta la rodilla. Mire la medalla de mi cuello con la medialuna pintada, el regalo de mi madre desde que había sido niña y recordé que esto también lo hacía por ella, porque ella era un vampiro. Observe a Albus a mi lado sabía que algo lo inquietaba pero no quise preguntar nada solo tome su mano y sonreí.

 

El carruaje se detuvo y el cochero anuncio la llegada a Brasov. El Castillo Real de la reina Lisa estaba frente a nosotros. Bajamos del coche y nos dirigimos hacia el palacio donde esperaba ser guiada hasta donde la Reina y su gabinete nos esperaba, suspiré y me llene de valor para esto. Fuimos guiados por uno de los guardias hasta un edificio donde sería llevada a cabo la reunión, llegamos hasta allí y al llegar al salón vi a las damas que nos aguardaban: la Reina de Rumania, la Reina de Escocia y La líder de la orden de la rosa negra, junto a ellas el Primero ministro Rumano quien estaba en el salón.

 

- Buenos días, lamento la tardanza su majestad, aquí estoy a su servicio. Francia viene a honrar el acuerdo que tenemos con Rumania.

 

Salude e hice una venia a las Reinas de Rumania y Escocia a modo de saludo y a la líder. Espere que me indicaran que seguía ahora en la agenda de la reunión

@ Albus Renaldi Macnair  @ Kamra Ashryver D.  @ Lisa Weasley Delacour   @ Rhiann Macnair R.

 

 

 

Editado 21 de Octubre del 2021 por Ada Camille Dumbledore

[Lisa Weasley Delacour]

Dimitri Belikov - Ayuntamiento de Brașov.

 

El rubio fue el encargado de recibir a la mandataria francesa, la cual y después de su memorando confirmando su asistencia, tardo poco mas de seis horas en llegar. Una forma de actuar rápida y eficaz, honrando la promesa que un día ambas naciones se hicieron. Aquello decía mucho de su parte. El Belikov estaba cien por ciento seguro que la mujer accedería a las premisas de su monarca sin mayor discusión. La ayudo a bajar de su carruaje y la saludo como todo un caballero de Hunyad haría; regalandole una ligera reverencia y una sonrisa cercana. Así mismo, también lo hizo con toda su comitiva. La educación, galantería y pureza de sus actos mostraba el noble corazón del guerrero rumano para con sus aliados y congéneres afines. Conocía la delicadeza del encuentro. El tratado con Francia era necesario.

Al tiempo que los alabarderos llevaban a los Abraxans a las caballerizas para darles agua y comida tras el largo viaje, Dimitri condujo a la fémina y a su séquito hacia el interior del ayuntamiento de Brașov. Mientras caminaban hacia el segundo piso, quiso hacer alguna que otra observación acerca de donde estaban. Amaba su tierra, su cultura y su historia y nunca perdía oportunidad de mostrarles su belleza a los extranjeros, mas si estos escuchaban con atención. Llegó en el momento justo para escuchar como la Ashryver mostraba su odio hacia la prensa. Normal a fin de cuentas, los periódicos a los que estaba acostumbrada en Londres eran todos unos sensacionalistas absurdos. Con un “ya me encargo yo” dedicado a la peli blanca, abandono la sala, dejándola vaciá y lista para el cónclave.

Retomo su puesto apenas unos minutos mas tarde. Lidiar con los corresponsales de guerra no había sido muy difícil. Estos habían sido disciplinados y habían aceptado la orden por parte de su general al mando. El mago, tras entrar a la habitación y posicionarse al lado izquierdo de la Weasley, se cuadro y dejo que esta iniciase la reunión. Admiraba como y a pesar de su convulsa esencia, Lisa era capaz de domar la bestia que llevaba en su interior y hablar con raciocinio y con esperanza. Habían pasado años desde su primera intervención en el consejo cuando mando a todos al cuerno y salio de la sala hecha una furia al ver que no aceptaban sus ideas. Ahora, en el tiempo presente, la morena era toda una reina. El hombre estaba orgulloso de decir que vivía y moría por ella, por su reino y su patria y así lo hacia ver, siempre a su lado. Con un notorio “Vamos a empezar" por parte de la vampiresa, todo inicio.

[Kamra Ashryver D.]

Con paso regio, Ashryver se acercó a las tres personas detenidas por la guardia Rumania. Sin dudas los habían retenido para que los interrogaran en persona, pero ninguno en la sala tenía tiempo para distraerse del objetivo principal. Kamra enarcó una perfecta ceja, a punto de dar la orden de que los sacaran del edificio sin más problema, cuando Dimitri llegó a la sala y se apresuró a tomar control de la situación. Como era costumbre entre ellos, una mirada bastó para comunicarse lo necesario y Belikov hizo una gran demostración de lo capaz e implacable que era como comandante, sin duda alguna mereciendo el puesto dentro de Hunyad y la estima de Lisa. 

- Gracias Dim - gracias a que nadie había llegado, aún podía ser informal y exteriorizar su gratitud de manera relajada. Kamra posó sus manos sobre la armadura que aún portaba ¿Mandaría un mensaje equivocado a la Ministro? Egipto había proclamado un alto al fuego y aún así Ashryver parecía inclinada a lanzarse a la batalla por como se vestía...podrían pensarlo de esa manera si quisieran e interpretar algo en contra de lo que querían lograr con la reunión. Así que se excusó unos segundos y con ayuda de dos chicas del servicio desmontó su armadura, quedando únicamente con el uniforme de Dark Blood. El traje era de cuero mate, con parches en detalles rojos cubriendo las zonas vitales, finas vetas de dorado adornaban el cuello alto del traje y sus hombros, señalandola como Capitán General al mando. No le molestaba que la vieran como guerrera, y el traje aún era más sobrio que una armadura de guerra. En su pecho el escudo de armas de la Familia real Escocesa no se perdía entre los detalles del traje, justo lo que quería. Escocia siempre caminaría al lado de Rumania. 

- Bienvenida Señorita Dumbledore - Ada caminó dentro de la sala de reunión justo en el momento en que Ashryver entraba para posicionarse a un lado de Lisa - Gracias por mantenerse en contacto - la peliblanca asintió hacia su hermana, dejando la situación en sus manos desde ese momento. Ella era la Reina de Rumania y Kamra intervendría cuando se lo pidiera. 

Así que se mantuvo a un lado de Sybilla hasta que dieran la señal para comenzar formalmente con el cónclave. 

@ Lisa Weasley Delacour  @ Ada Camille Dumbledore  @ Rhiann Macnair R.  

[Lisa Weasley Delacour]

 

La calma y serenidad que transmitía aquella sala distaba mucho de mi bullente interior, el cual rugía emocionado ante el evidente e inminente tratado con Francia. Este no había sido organizado de la mejor forma, mas bien todo lo contrario. Los acontecimientos nos habían llevado hacia un punto critico, para así unirnos y poder confrontar lo que para mi y para todo ser coherente había sido un ataque injustificado y con la única voluntad absurda de diezmar una raza entera. El Lycan, con sus juegos de niño enrabietado por no ser capaz de que su país natal lo respetase, se había auto humillado y dejado en claro que la estupidez humana, sumada a un poco de poder, podría conllevar a la misma extinción. Los gobiernos, con un poco de sentido, como era el rumano, el escoces y en este caso el galo necesitábamos aliarnos y proteger a la sociedad de aquellos locos que quisieran destruirla.

Sentada frente a frente con la ministra Dumbledore, al lado de mi hermana y con mi corte reunida, supe que aquella reunión era el principio de la nueva era. Un tiempo en donde la justicia, la coherencia y la paz fuesen los pilares de la sociedad. En donde se criminalizase el odio y oscuridad. Dejando en claro que ninguna raza era superior o inferior y que todos eramos iguales. Mismos derechos y deberes. Ya fuésemos lobos, vampiros, magos, humanos o simples duendes verdes. Me sentía orgullosa de mi misma, del legado que le iba a dejar a las futuras generaciones. De ver como mi patria crecía. Rumanía, ahora y siempre. Antes era un simple slogan que decíamos a las puertas del castillo cuando iniciaban nuestros entrenamientos. Ahora era una verdad irrefutable y lo podía notar en cada poro de mi piel. Yo era la monarca y muchos confiaban en mi. No podía, ni debía fallarles. Eran mi pueblo.

- Agradezco su rápida respuesta. Mas aun sabiendo que hemos estado a punto de entrar en guerra contra Egipto.

A pesar de que era considerada una de las mejores Hunters de mi generación y de que en verdad prefería estar en el campo de batalla junto a mis tropas. En primera fila. Siendo la que comandaba y diezmaba cualquier fuerza externa que pusiese en riesgo a mi gente. Allí estaba, usando toda mi capacidad estratega en una confrontación diferente. Quien me viese ahora, realmente pensaría que estaba viendo a otra persona. Odiaba todo lo que significase papeleo y mas aun estar sentada tras un escritorio, no obstante, era lo que tocaba en aquel preciso instante y como todo, pondría toda la carne en el asador y obtendría el premio gordo; que en este caso era que Ada se uniese a mi coalición. Muchos pensarían que era una déspota arrogante y demasiado directa, pero no me importaba en lo mas mínimo. Siempre había ido con la verdad por delante, a pesar del dolor que podría causar en la gente. Veríamos como la Dumbledore soportaba el golpe.

Lo primero es lo primero – Gire mi rostro hacia la peli blanca – Kamra Ashryver – El orgullo en su mirada era muy similar al mio – Reina de Escocia. Mi hermana y aliada mas fiel – Luego señale hacia el moreno, sentado a dos sillas de distancia de mi persona – Luca Van Halen. Primer ministro y general de los ejércitos rumanos – Mis ojos se posaron en la vampiresa. La cual llevaba mucho, quizás demasiado, tiempo en silencio. A saber que ocurría por su turbada mente. Lo averiguaríamos pronto y temía ese momento – Sybilla Mcnair. Es la dueña y señora de la hermandad de la rosa negra – Todos presentados. Tocaba iniciar con lo evidente – Hemos sido atacados por Azrael Lycan o por sus muchos dobles, no somos conscientes de que son esas feas marionetas pero están ligadas a su señor por magia oscura. Sin ton ni son. Sin aviso previo. ¿El motivo? Diezmar a los vampiros, matarme a mi y quedarse con el trono de Rumanía - Un corto pero perfecto resumen.

- No podemos permitir un genocidio y estoy segura que usted tampoco.

Editado 25 de Octubre del 2021 por Lisa Weasley Delacour

[Ada Camille Dumbledore]

La ciudad de Brașov se veía muy hermosa, las palabras de Dimitri me hicieron entusiasmarme a hacer una visita más adelante a modo turista, porque el orgullo y el cariño con el que hablaba el Hunyad causaba emoción por su tierra. Yo no solía salir mucho de vacaciones y menos en esta época tan movida y difícil como era la actualidad para Europa, donde muchos conflictos nos habían causado bastante trabajo a los dirigentes europeos. Ya llegando al segundo piso le sonreí al señor Belikov y le dedique algunas palabras en voz baja para que solo el logrará escuchar. 

-    Le agradezco infinitamente su amabilidad y su guía, admiro su devoción a su país... Gracias. 

Seguí hasta el lugar al que me habían guiado, allí estaban la Reina Lisa de Rumania, la Reina de Escocia Kamra Ashryver y la Líder de la Rosa negra Rhiann Macnair. Salude a la regente Rumana 

 

-Buenas tardes, vengo en representación de Francia a honrar nuestro acuerdo, espero servir en todo lo que necesite su alteza. Reina Kamra espero que usted se encuentre bien. Madamme Macnair un gusto de verla. 

Espere en mi lugar para que la reina hiciera su introducción y ella no demoro en hacerlo, con palabras directas, era lo mejor tampoco me gustaban los ambages ni juego de palabras. Explico la situación y sentí un leve dolor en el pecho al corroborar que el que reemplazara a mi padre en el trono de Egipto era quien había originado el ataque. Vi mi momento de intervenir. 

-    Me informaron lo sucedido su majestad y vine aquí con la intención de evitar que se derrame sangre injustificadamente, así que estoy abierta a su propuesta y a ser intermediaria en este conflicto si es necesario, yo misma me reuniré con el enemigo para poder lograr llegar a un buen término. 

Resumí mirando a la regente. 

@ Kamra Ashryver D.  @ Rhiann Macnair R.  @ Lisa Weasley Delacour

 

Editado 25 de Octubre del 2021 por Ada Camille Dumbledore