La Cueva del Horcrux

[toji]

isla 3

PV:  15

Sentía el frio atravesar cada molécula de su cuerpo rompiendo los átomos que las unen. Estaba más que exhausto, la pócima que había bebido por tercera vez le estaba consumiendo. Tazz había perdido el control de su mente y de su cuerpo hacia ya bastante rato, apenas lograba establecer contacto visual durante escasos segundos con lo que sucedía a su alrededor. La necesidad y la urgencia por ver que su padre y su hermana estaban aun con vida es lo que le daba fuerzas a Tazz, concentrándose en ellos es como apenas durante unos cuantos segundos lograba tomar conciencia de que estaban a su lado, de que no le habían abandonado. ¿Y si lo hubieran hecho? ¿Y si le hubieran abandonado para salvarse ellos? ¿Podría reprocharles si lo hubieran hecho, si lo hubieran abandonado? Tazz no sabía porque aquellas cuestiones recorrían su pensamiento en esos momentos, talvez la poción seguía haciendo de las suyas… talvez. 

Eran murmullos los que oía apenas. Su hermana y su padre buscaban sin cesar en las inmediaciones, rincón a rincón recorrían la isla levantando piedras, unas veces valiéndose de la magia otras más a la vieja usanza, utilizando las manos. Ellos lo hacían lo mejor que podían, pero las maldiciones y los encantamientos que regían aquellas cuevas eran más poderosas, a pesar de ser ellos también poderosos poco podían hacer con ese tipo de magia oscura. 

Minutos después su cuerpo empezó a convulsionar, espasmos seguidos, uno tras otro atacaba el cuerpo del joven Malfoy. Se acercaba el fin de la vida del mago, ya no solo lo sentía, sino que lo estaba experimentando con cada convulsión, con cada expulsión de sangre por la boca. Ninguna ser vivo tendría que pasar por ese sufrimiento, ninguno se merecía tener que pasar por eso simplemente para conseguir un objeto o buscar tesoros ocultos. Pero los magos y brujas que buscan la grandeza, hacer hazañas que les mida como los mejores entre los mejores y eso conlleva el sufrimiento de otros seres. Solo quien busca en la magia oscura la grandeza es capaz de llevar a ese grado de sufrimiento y dolor a otros magos y brujas y así conseguir sus objetivos. 

[toji]

[Ludwig Malfoy]

[Noeline Malfoy McFarlan]

[Ludwig Malfoy]

Llegada a la isla 4

La desesperación por salvar a su hijo lo abrumaba no podía pensar con claridad y el tiempo se agotaba, Noe por su parte se notaba igual de preocupada, no se habían dirigió palabra alguna pero sabía que la desesperación la tenía también ofuscada, quería hablar pero de su boca solo saldrían mentiras y falsas esperanzas por lo que mejor se concentró en encontrar aquel horcrux, y entonces como si de la nada hubiera aparecido un destello le llegó a los ojos, era un pequeño relicario que brillaba con intensidad, no podía creer lo evidente que era su luz y que apenas hubiera podido dar con el - Noe, lo tengo lo he encontrado - dijo con un grito de alegría y esperanza, lo tomó cuidadosamente con un trapo para no tener contacto directo con su piel y lo colocó en su bolso de piel de Moke donde tenían los demás horcruxes, al menos de esa manera se aseguraban de que su magia no los afectaría tan fácilmente. 

Corrió a toda prisa hacia la alfombra donde ya estaban Noe y Tazz esperando, el chico por fin se había quedado dormido y en su rostro se observaba una calma y una paz que no se había visto desde que tomó la poción, el rubio no quería despertarlo pero la emoción de tener el tercer artefacto le impidió ser discreto y comenzó a moverlo para despertarlo.

-Hijo, lo tenemos, ya tenemos el tercer horcrux resiste un poco más y te salvaremos - sin embargo el chico no se movía ni siquiera podía observar movimientos respiratorios y el padre decidió comenzar a checar sus dignos vitales, el pulso apenas y se sentía pero pudo ver que Tazz no respiraba y el rubio se alarmó. Con toda rapidez comenzó a darle a su hijo respiración de boca a boca y a aplicar su hechizo curación en más de una ocasión sin tener éxito alguno - vamos hijo vamos, dijiste que me acompañarías a mi boda lo prometiste, tienes que despertar - se dispuso a dar compresiones con toda fuerza y velocidad para reanimar el cuerpo de su hijo y sin embargo el daño era tan severo que lo inevitable ocurrió, su corazón se detuvo.

- No, no, no, no, NO, NO, NO - lo repitió tantas veces gritando con fuerza sin importar si eran o no escuchados por alguien más en su mente solo había negación y odio hacia el MACUSA y sin embargo tenía una teoría - escucha Noe, hija - pero su hija también estaba igual de impactada - escúchame por favor, mírame - la mirada del rubio parecía más desquiciada que sería con la posibilidad de haber perdido la cordura pero tenía que decir lo que estaba en su mente - existe una posibilidad, una salida que al salir de la cueva los efectos de la poción desaparezcan, si es así tenemos que acabar de una vez por todas y salir de aquí, solo de esa manera salvaremos a tu hermano ¿me entiendes? 

No estaba seguro si su mensaje había sido transmitido con éxito, era mucho por procesar pero no podía rendirse y permitir que su hijo muriera así que ayudó a su hija a subir a la alfombra y despegaron con velocidad para llegar a la siguiente isla la cual no estaba muy lejos como si la persona que hubiera hecho aquella trampa supiera que era casi imposible salir con vida del tercer obstáculo. Llegaron y una vez ahí volvieron a ver la misma poción, solo que ahora Tazz no estaba ahí para beberla, el rubio se acercó a ella y dijo - creo que debería beberla yo, no puedo permitirme perder a dos hijos.

 

@ Tazz Malfoy  @ noe_snape

[Noeline Malfoy McFarlan]

ISLA 4

PV: 100

 

Ya habían recorrido tres islas, si las cuentas no la engañaban el total era cinco, eso significaba que la mitad de la tortura ya se había realizado. Las extremidades cansadas, la cabeza llena de angustia, las energías que mermaban a cada paso. Y Tazz que cada instante se parecía más a los cadáveres que le habían atacado al inicio, ahora se notaba sereno. Los dedos de Noeline aún sujetaban el brazo de su hermano e iba sintiendo como las pulsaciones se extinguían. Cuando estas llegaron a su fin no hizo nada, no se enojó, no reaccionó como cualquiera hubiera esperado, la tristeza que le inundaba era tan grande que no le había permitido siquiera moverse de aquel lugar.

En el momento en que su padre llegó, lo escuchaba como si estuviera muy lejos de ahí, como si una manto muy grueso los separaran. Los gritos que luego daría el rubio no representaban nada, se sentían tan extraños y ajenos. Entendía que ahora le hablaba a ella, pero no acertaba a captar ninguna palabra concreta. Lo miraba con los ojos inundados en lágrimas y asentía sin saber aún lo que le había dicho. Luego se dirigieron a la alfombra nuevamente.

Sin planteárselo siquiera, en el instante en que se posaron en la nueva isla, se encaminó directo al lugar donde reposaba la cuarta poción dispuesta a beberla completamente. Quería sufrir lo que había sufrido su hermano mayor, no podría ser mucho peor que el dolor que ya tenía dentro. Con manos temblorosas pero decididas tomó una pequeña tacita y recogió el contenido. Llevándolo hacia los labios, y a medida que la consumía, iba sintiendo como un frío la invadía, mayor a cualquier situación que se hubiera encontrado expuesta antes.

La soledad se asomaba a su mente, como si no hubiera nadie más en el mundo que dispuesta a contar con su existencia ¿así se habría sentido su hermano? ¿Ese habría sido el dolor que le hacía padecer la poción? ¿O para él habría sido distinto? Las lágrimas no paraban de correr por sus mejillas y aunque ella misma no lo notara ahora no sólo eran sus manos las que temblaban sino todo su cuerpo. Con los sentidos nublados como estaban ni siquiera se había percatado de las acciones de su padre.

[Ludwig Malfoy]

[Noeline Malfoy McFarlan]

ISLA 4  Rol 1

PV: 95

 

¿Qué hacían en aquel lugar? Porque se habían atrevido a semejante aventura, tan lejanos resultaban los minutos anteriores donde bromeaban al exterior de esta tormentosa cueva. Que insensatos habían sido al arriesgarse de esa manera, podrían estar viviendo otras cosas juntos pero los Malfoy habían optado por ir a morir al interior de aquel lugar repleto de cadáveres. Debían haberlo visto, si estaba lleno de inferis esa sería la señal que marcaría su propio destino. Morirían todos ahí, ya habían arriesgado una vida y continuaban cegados por la magia tenebrosa que los rodeaban.

–Acabaremos nuestros días aquí, moriremos aquí, acabaremos nuestros días aquí, moriremos aquí– como una mantra lo susurraba una y otra vez entre cada trago que bebía de la poción. Las lágrimas no habían cesado ni por un instante y ahora se encontraba sentada en el piso, el temblor de las piernas no le habían permitido sostenerse de pie por más tiempo. Y los pensamientos que la invadían no le habían dejado darse cuenta del momento en que había llegado hasta el piso.

En su mente ya no veía solo el rostro de su hermano, ahora exánime. Se le presentaban consecutivamente imágenes de otros miembros de la familia y de conocidos, sumidos en el dolor, agonizantes, mal heridos, muriendo. La desesperación la obligó a llevarse las manos a la cabeza dejando caer la taza de la que bebía, un grito estrangulado salió de su garganta en aquel mismo instante. Brazos y piernas se encontraban entumecidos por los calambres y su estómago amenazaba a devolver todo su contenido en cualquier segundo, pero el dolor físico era nada comparado con los horrores que se formaban en su mente.

El sufrimiento solo crecía pero debía continuar, la poción continuaba ahí esperando a ser bebida completamente. Sólo tendría que hacer un esfuerzo más aunque en su cuerpo se negara a obedecerla. En su pecho intentaba aflorar una débil esperanzas. Tal vez, y solo tal vez, si terminaba la poción se podrían ir de ahí.

No sabía como ni cuando, pero había llegado a la alfombra. Tenía que ser obra de su padre, de cuyas manos ahora colgaba un objeto, sólo podía ser el horrocrux que habían ido a buscar.

[Ludwig Malfoy]

[Noeline Malfoy McFarlan]