2da Reforma: Educación

[Mica Gryffindor]

-Claro que llegarán a aplicarse -sonrió, dejando que una suave inyección de confianza la recorriese pese al cansancio. Si había alguien capaz de llevar a cabo todo lo que se proponía, ese era Ludwig. -Como cada una de las reformas que ha propuesto el Ministro hasta el día de hoy, no veo que nada lo frene -desvió su mirada hacia el Malfoy, sintiendo una boba sonrisa instalarse en su rostro ante el gesto. Admiraba mucho a su amigo. -Se opongan o no, verás que todo se hará a su modo -agregó, volviendo a mirar a su interlocutor.

Se mordió el labio. De pronto estaba algo ansiosa por dejar atrás el gentío y tener un momento a solas con Mael. Además, había logrado despertar su curiosidad al hablarle de algo que tenía por develarle.

Vio al joven ponerse de pie y sonrió nuevamente, haciendo lo mismo, lista para escapar con él de la muchedumbre reunida. Pero las intenciones de su compañero Lugarteniente parecían ser otras, vociferando para que todos lo escucharan. Sintió el calor instantáneo en su rostro, al verse expuesta de pie a su lado, y se volvió a sentar rápidamente, bebiendo de su copa para disimular el pequeño mal entendido.

Mael simplemente daba por finalizado el banquete, ofreciendo a la gente carpas en el lecho del lago. ¿Acaso pretendía vaciar el castillo? Lo contempló, un poco confundida, para luego volver a ver cómo los comensales procuraban vaciar sus platos. Algunos empezaban a ponerse de pie y emprender la salida.

-¿Debo ir a procurarme un sitio donde dormir también? -dijo divertida, intentando leer las intenciones del muchacho, apenas éste volvió a tomar sitio. Con delicadeza, movió su mano derecha hacia la de él, tomándola con delicadeza, en busca de un contacto sutil. Paseaba la mirada entre cada mesa, deseando que comprendiesen las palabras del inquisidor y emprendiesen prontamente la retirada, luchando por no impacientarse. 

@ Mael Blackfyre

 

[Eobard Thawne]

En ese momento, se había disociado un poco al observar las constelaciones que se formaban sobre el abovedado techo del Gran Salón. La astronomía era una de las asignaturas favoritas, aunque sólo la había cursado en Ilvermorny y de forma muy rudimentaria; por lo poco que tuvo oportunidad de conocer, en Hogwarts se lo tomaban más en serio, pues era una asignatura obligatoria durante los primeros cinco años. 

Gracias a los viejos y nuevos dioses, el choque de hombros lo devolvió a la realidad. 

⎯⎯Tenemos que dejar de encontrarnos así ⎯ repuso jovial, haciendo una ligera venia a modo de saludo a la Macnair, entre el mar de conversaciones ⎯. Que no te sorprenda, pero últimamente le hago más favores a MACUSA en el campo de las criaturas mágicas, ya no tengo edad para jugar al espía.

El clamor con el que fue recibido el discurso del ministro Malfoy, y la posterior indicación del Sumo Inquisidor para vaciar la estancia, hicieron que efectuara un rápido cambio de planes para poder continuar la conversación con su compañera de tantas aventuras a lo largo de los años. Agradecía su cautela al conjurar el anillo contra oídos indiscretos, y era preciso, pues nunca se era demasiado cuidadoso. Agitando su varita con un sencillo movimiento, realizó un encantamiento convocador para una de las varias bandejas que habían aparecido sobre las mesas, tan abarrotadas que no les habían dado la oportunidad de sentarse. 

Invitó a Juliette a salir, siguiendo la trayectoria hacia los jardines y las carpas erigidas al pie del Lago Negro, con la bandeja de comida siguiéndoles por encima de las cabezas. En cuanto las cosas comenzaron a tomar su curso, retomó la conversación. 

⎯⎯Agradezco el cumplido, aunque siento que el azul me va un poco mejor ⎯ con una risa por lo bajo, se retiró la capa de los hombros para llevarla doblada bajo el brazo, mientras cuidaba de no tropezar en el escarpado campo abierto que era el exterior de Hogwarts ⎯. Vine más por un tema de nostalgia, que por otra cosa. Sabes que me he mantenido fuera del ojo público, y con mayor razón, la Asociación me ha tenido un poquito ocupado. 

Se detuvo al final en una de las bifurcaciones del camino, en parte para descansar, pero también para poder charlar con la joven de esmeraldina mirada sin las interrupciones que supondrían ir buscando una tienda disponible para poder continuar con la conversación y poder, de menos, aprovechar la comida que se había ofrecido. 

⎯⎯¿Qué hay de ti, mi querida Juliette, viniste por la comida, o por estar al día con las reformas? 

 

@ Juliette Macnair  Mil años tarde, pero igual cuenta (?)

[Juliette Macnair]

Los aplausos llenos de euforia, y luego los murmullos de los comensales causaron que la bruja frunciera sutilmente el ceño con cierta incomodidad, el bullicio nunca le agradó en su totalidad, y la inconformidad con las reformas sólo aumentaban el disgusto hasta hacerle fruncir el puente de su nariz. Eso sí, agradeció de sobre manera esa libertad de movimiento que el Ministro efectuaba para poder volver a acomodar los mechones oscuros de su cabello, y entonces, finalmente, seguir de cerca al mago en dirección al exterior.

Un suspiro de alivio escapó de sus pulmones cuando la brisa fresca le inundó los sentidos, y con suavidad se quitó el sombrero fascinador para dejar al descubierto su rostro, se abrió los botones de su chaqueta de vestir, y con la mano libre, acomodó las arrugas que pudieron formarse en su abdomen: sólo faltaba deshacerse de los molestos tacones.

⸻ Me alegra que estés colaborando en esa área, Eobard ( ... ) por supuesto, espero que sea en favor de las criaturas.⸻dijo finalmente, con el brillo inundando sus esmeraldas otra vez, y mientras caminaba tranquilamente sobre una línea imaginaria, se volvió hacia él para poder deslizar su mano por uno de los brazos masculinos hasta lograr sostenerse y mantener la cercanía con el mago.⸻ El azul te queda espléndido, pero el verde es exquisito.

Guiñó su ojo.

⸻ En realidad vine por chismosa. ⸻contestó con una sonrisita cómica, observando las carpas y posteriormente el lago comenzar a agrandar su tamaño a medida que ambos se iban acercando a la orilla.⸻ Kalevi estudia aquí y se niega rotundamente a abandonar Hogwarts.

Soltó un suspiro.

⸻ Ya no lucho contra él, pero quiero asegurarme de que estará seguro en este Castillo y que sus conocimientos serán adecuados para un joven como él. ⸻dio un pequeño apretón al brazo masculino, como si hablar de ello le causara cierta dificultad, y luego soltó un pequeño suspiro, la situación era compleja.⸻ Al menos me siento ligeramente tranquila, tú estudiaste aquí y te convertiste en un mago realmente inteligente.

@ Eobard Thawne
off. nunca es tarde para ganar dinero (?)

[Luna Gryffindor Delacour]

Asentí a lo que decía mi amiga Darli sobre estar a su lado en aurores y ayudar en lo que pudiera, me puse algo triste al pensar que quizás Darla se fuera de allí, por años habiamos sido las dos juntas contra los Mortifagos y el mundo entero en general, Qué sería de mi sin ella? Me dije que solo era mi pensamiento triste y que seguro que Darla jamás se iría de aurores y por supuesto no me la imaginaba lejos de la acción como siempre habíamos estado.

 

- Cye corazón, siempre fue mi sueño ser la jefa de aurores, me súper alegro de volverte a ver y como dice Darli, estamos juntas en aurores y me gusta trabajar a su lado, creo que no hubiera llegado viva a la semana sin ella, creo que si hago un buen trabajo o al menos lo intento, siempre me gustó estar en la acción, no soporto estar mucho quieta, bueno tú lo sabes eso bien - Le dije a mi amiga Cye y mi amiga Darlis, a sabiendas de que las dos me conocían lo suficiente como para saber que solía moverme por todos lados -

 

Recordaba cuando solía ir a misiones y solía recorrer los perímetros todo el rato esperando ver algo, con los años había aprendido a ser más cuidadosa cuando iba a recorrer el terreno, mismo porque Darla me lo había enseñado y porque había tenido que aprenderlo a la fuerza, por lo que fuera, ya no era tan descuidada siendo auror, el tiempo y los años me habían enseñado a ser más centrada y algo más cuidadosa con mis decisiones a tomar en las misiones de reconocimiento del ministerio. 

 

- Chicas vuelvo en dos minutos, debo ir a saludar a una amiga mía, recuerdas que vivo en la casa de Ada? La acabo de ver pasar y no se veía muy bien, estaré allí si me necesitan, ya vuelvo, guárdame el sitio, aunque tal parece que las veré en el tren por lo que dice el inquisidor de acá - Le pedí a Cye y a Darlis, levantándole de la silla y dirigiendo mis pasos hacia el lago negro -

 

Me sentí mal de interrumpir la conversación con mis amigas y familia, pero Ada también era mi familia y no sabía porque tenía el presentimiento de que algo malo le pasaba, era un sentir contaste desde hacía meses el de saber que estábamos en peligro, como si nunca estuviera protegida en ningún lado, tan alerta que cualquiera pensaría que tendría una batalla a la vuelta de la esquina.

 

No le dirigi ni una mirada a Mica y a Mael, por el contrario solo asentí en direcion a Lud, para avisarle que me iría de Alli un rato, al final me dirigi primero despacio hasta que salí de la vista de todos y corrí rápido hacia el lago negro, tenía un mal presentimiento que no me podía sacar de encima, pero no quería alertar a todo Hogwarts en concreto.

 

Mis tacones violeta sonaron en el pasto y maldije mi suerte mientras caminaba más rápido hasta el lago negro, me pare para mirar el terreno con mis ojos azules claro y suspiré aliviada cuando vi a mi mejor amiga Ada allí, por un momento temi por su vida, pero luego de sacarme el pensamiento de encima, me acerque a su lado cuidando de no caerme con los tacones.

 

- Hola Ada corazón, estás bien? Me pareció que estabas triste mientras venías para acá y yo... No quiero interrupir si quieres estar sola, pero aquí estoy si me necesitas, podemos charlar - le dije sonriéndole a su lado, mientras esperaba su contestación -

 

Tenía un pinchazo de culpa por dejar solas a mis amigas, Darla y Cye, me dije que era por una buena causa y que luego se los compensaría, además realmente me preocupaba Ada, algo me decía que no estaba bien y quería ayudarla en lo que pudiera, después de todo aún vivía en su casa y era gracias a su amabilidad que la Gryffindor no había quedado en la calle por completo.

 

@ Darla G Dumbledore   @ Cye @ Ada Camille Dumbledore

 

Editado 11 de Febrero del 2023 por Luna Gryffindor Delacour

[Eobard Thawne]

⎯⎯Claro, claro. Mi corazón es tan grande, que hasta las más exóticas criaturas tienen cabida en él ⎯respondió con una expresión de ironía, mientras afianzaba su brazo a la mano de su acompañante en aquella noche llena de revelaciones.

Le alivió saber que no era el único que estaba teniendo problemas con el irregular terreno, pues Juliette también parecía complicarse con el descenso. Por fortuna, estaban próximos a la zona de carpas, por lo que el tortuoso sendero pronto se convertiría en una memoria distante. 

⎯⎯Ambos son mis colores favoritos, me es imposible decidirme por uno, ¿sabes? Pero si me lo preguntas, el verde esmeralda es muy atractivo. 

Escuchó las circunstancias que traían a la Macnair-Rosier al evento de la reforma, a la par que escudriñaba el mar de tiendas de acampar en busca del símbolo de su asociación sobre la lona de entrada. No tardaron mucho en dar con aquella que lucía la imagen de un globo terráqueo que estaba divido de forma diagonal por una varita de nogal negro. 

⎯⎯Detesto admitirlo, pero no lo culpo, uno le agarra cariño a esos muros y corredores ⎯ inclinó la barbilla para señalar con esta la tienda de campaña que les correspondía, sincronizando sus pasos para que cruzaran al mismo tiempo ⎯. Irónico para alguien que sólo estuvo dos años aquí. Pero, ¿me harías el honor de acompañarme en esta velada de reformas? 

Utilizando magia no verbal, hizo que la bandeja se depositara en la mesita de madera situada entre los dos sillones minimalistas, de esos en forma de masa irregular que tanto le gustaban a los nomaj en los años más recientes. La comida que se había llevado constaba de un par de canapés, sandwiches y un par de postres más pequeños, así como una botella de vino de Odgen. Aún lejos del Gran Salón, seguro la magia de los elfos domésticos podría brindarles la comida que ellos desearan.

⎯⎯Sobreestimas mi inteligencia, querida Juliette. Aprendí más en nuestras...misiones, que en las aulas aquí. No obstante, puedo decir que el nivel de Hogwarts es bueno, aún existiendo opciones como Ilvermorny o el mismísimo Uagadou. Kalevi está en buenas manos.

Un estremecimiento lo recorrió al recordar los cobardes ataques del Inquisidor durante el Día de la Ira, unos tres años atrás, en esos mismos jardines. La vista de tanta sangre mágica joven, algunas promesas, aún lo atormentaba en sus más oscuras pesadillas. Pero le daba esperanza saber que el castillo se había levantado de sus escombros, y con esas reformas se entraba a una nueva era dorada en Hogwarts.

⎯⎯En cuanto a la seguridad, y te lo dice alguien que solía trabajar en Gringotts, el castillo sigue siendo un formidable bastión. Excepto para las enfermedades, hace un tiempo tuvieron una pequeña epidemia ⎯ intentó hacer memoria de más acontecimientos relevantes en su paso por el Colegio, pero las aguas habían estado demasiado tranquilas en su tiempo, tanto como alumnos como profesor.

 

@ Juliette Macnair

Off: El dinero es temporal, los niveles son para siempre (?)

[Darla G Dumbledore]

Las miradas cómplices, las palabras no dichas, los recuerdos compartidos, no necesitaban nombrar a sus amores, ni sus inclinaciones para saber que compartían algo más que una amistad de años. Era extraño, pero a veces se daba eso de que por más que por mucho tiempo no hables con una persona, la amistad se retoma exactamente en el punto en que había quedado como si nada hubiera pasado en el medio, como si ni el tiempo ni la distancia contaran. Eso era bueno, más que bueno.

—Sí, Luna es suave, pero a la vez es muy fuerte y se ha ganado el puesto palmo a palmo, imagina que la han ratificado en su puesto y estoy segura de que llegará más lejos —comentó la pelirroja mientras pensaba en los dos trámites que tras la purga ella tenía listos para llevar a cabo —y exageras mi querida Luna, estoy segura de que tú eres capaz de sobrevivir y salvar mi pellejo si hace falta —sonrió a la Gryffindor con cariño y seguridad de que la vampiresa era capaz de eso y mucho más.

—Ve tranquila —dijo ante el comentario de Luna y sonrió divertida, era algo loco que ambas estuvieran bajo el mismo techo y nunca se hubieran cruzado, quizás eso demostraba que o Darla se pasaba mucho tiempo encerrada en sus habitaciones en la Dumbledore o había vuelto a pasar más tiempo en su hogar de House of Books.

La voz de Mael unos minutos después  y la pregunta de Cye la hicieron primero volverse hacia él, para escucharle y luego hacia ella.

—Pues nada, no puede echar al Ministro, y su guardia se quedará a su lado, soy Directora de Seguridad, así que tú, Luna, el Ministro y yo seguro nos quedamos, así tengas que ser mi pareja para justificar tu presencia —dijo con tono divertido la vampiresa.

En realidad le molestaba la actitud del inquisidor, que quisiera imponerse, pero bueno, ¿qué se podía esperar de la gente a la que le daban el poder? Suspiró y pensó que no veía las horas de poder huír de todo aquello.  Sus ojos pasaron hacia dónde estaba Ludwig, después de todo él los había llevado allí con la réplica del Tren de Hogwarts y bueno, ¿se dejaría echar por un miembro de los servicios elegidos por él? Aunque a estas alturas ya Darla no sabía que pensar.

@ Ela Karoline  @ Luna Gryffindor Delacour  @ Ludwig Malfoy

[Eterno Black Triviani]

"El tema estaba candente y de tanto calor esto se podría cocer hasta derretir si no se toma ahora por pinzas", pensaba el Canciller quien veía una precipitada acción a tomar para no dejar a la luz lo que ocurría en el interior de su país. 

Filas de inconformes ciudadanos del mundo mágico empezaban a llenar las calles repartiendo panfletos llevando pancartas en las cuales se manifestaban su malestar cantando al unisono arengas para que el mandatario realice cambios en las leyes adoptadas por estos nuevos cobros inmerecidos. 

La población se iba juntando de los diferentes cantones dirigiéndose hasta Inglaterra, destino *Cámara de los Lores* y con ello manifestar su disconformidad ante la situación que se les había estado ocultando.

 

El temor del Blackthorn se estaba haciendo realidad y con ello el manejo de la situación se le iba de las manos entre países; tenía claro que en Suiza las rencillas y desacuerdos se daban de manera tan natural hasta que se llegue a un acuerdo mutuo, donde el senado y la población lleguen a un status cuo conforme para todos.

 

La Guardia estaba manteniendo el avance de los mismos, para que no pasen la frontera y con ello controlando los vuelos fuera del país, muy poco se sabía el porque no se quiso manifestar el accionar tardío del regente en esta oportunidad, pero eso le cabe poco resaltar el control que tenía en otras oportunidades.

[Anthony R. Dracony M.]

Alce la solapa de mi saco largo, negro, estilo gótico, la camisa fina contrasta al ser blanca como la espuma del mar embravecido y así también me siento yo, al tener que hacer acto de presencia en un sitio en que claramente la asistencia de la gente era de salida y no lo contrario, pero luche bastante para no asistir a aquel evento y hubiese podido aguardar por la noticia escrita con sus detalles y los pormenores de la Reforma de Educación. 

Los guardias de la entrada intentaron detener mi arribo, pero basto identificarme como primo del Ministro Londinense y pase sin ninguna traba, era mucho mejor que ostentar mi cargo como Embajador, si... que mejor que solo ser el familiar de Ludwig. En mi cabeza seguía esa lucha encarnizada... peleaba con mi deseo de encontrarme muy lejos sin estos actos políticos y con la obligación hacia la Regente de Escocia. Desconozco si las nuevas noticias le alegren a su Majestad y su Esposa, pero que mejor si acudía personalmente a "la fuente".

Con la mirada busco a quien acercarme, escudriñando me sonrió, en este acto me asemejo a mi halcón, en el instante en que está de casería y... ¿Será lo idóneo? ¿A que "presa" he de elegir? Mejor sin complicarme la vida, que ya bastante me la "juego con mis otras actividades". 

[Eterno Black Triviani]

La guardia impedía el paso a los transeúntes que intentaban cruzar de un lado al otro, en su pensamiento desilusionado por todo lo que acontecía, no querían dar su brazo a torcer puesto que sus derechos estaban siendo pisoteados y ello no podía ser permitido. 

 

Las restricciones del uso de la magia en este lugar habían sido más que claras y todo ello no les permitía dejar en claro su posición, felizmente para él gobierno quien llevaba la batuta a todo esto, les resguardaba bajo alguna situación estaba fuera de su alcance. 

 

Las varitas empezaron a ser recogidas y ello incomodó aún más a la ciudadania ya que a cambio de la misma se le entregó alimento y bebida suficiente para tanto tiempo que se pensó era el necesario para mantenerlos controlados.

 

Se empezó a usar una mayor presión sobre la gente para mantenerlos a raya, aunque a estos en sus ojos se le notaba la intranquilidad y desesperación a todo esto. 

La cancillería estaba muy preocupada pues sabía que en cualquier momento iba a reventar la situación y según el servicio secreto había descubierto infiltrados que provocaban el levantamiento de la masa, el horno estaba prendido y esta con levadura en la masa empezaba a crecer. 

[Darla G Dumbledore]

Se detuvo unos segundos, observando hacia donde Mael Blackfire había dado su ‘discurso de despedida’. Su actitud rozaba la altanería, lo cual le recordaba las pocas veces en que se habían cruzado en el pasado dentro del Ministerio. Una sonrisa divertida se dibujó en sus labios al notar la estática que se producía en el aire, invisible sí, pero sensible, entre el mago y su acompañante. ¿Por qué le recordaba algo? Se quedó pensando en lo que había acontecido semanas, muchas semanas antes en la entrada de la Mansión Malfoy.

—¿Me disculpas un segundo? enseguida regreso —dijo girándose hacia Cye y se alejó de ella pero no hacia el lago ni hacia donde estaban los comensales, sino hacia los pasillos que llevaban a las cocinas. Sí, Darla no había pertenecido a Hufflepuff pero conocía como la palma de su mano los dormitorios, lo mismo que los de la torre oeste donde estaban los de la casa de Ravenclaw.

 La pelirroja no estaba muy segura de lo que en realidad buscaba, ¿información? ¿un fantasma? ¿alguno de los elfos que servían en la cocina del castillo? Se detuvo observando a su alrededor una vez más. Era consciente del cuchicheo de los cuadros ante su presencia. Muchos de ellos la saludaban, recordando sus andanzas por aquellos pasillos y por el resto de Hogwarts. 

Unos minutos después, estaba en un rincón a la derecha del pasillo a la cocina, su mano pasó suavemente por  la parte inferior de un barril en una pila de ellos. Una sonrisa nostálgica se dibujó en sus labios, dos por dos, pensó mientras en su mente tarareaba un ritmo altamente familiar.

Flashback

—Señorita… ¿qué hace aquí? —la voz de la jefa de casa de Hufflepuff la había sobresaltado, Darla había ingresado a los dormitorios tejones luego de repetir aquel sonido de golpeteo que muy bien había quedado grabado en su mente luego de tantas visitas acompañando a quienes en una época fueran sus grandes amigos.

—Oh, Madame… eh…. Yo… creo que me perdí… —sabía perfectamente que la jefa de casa no le iba a creer pero puso su mejor cara de niña inocente mientras la veía mover la cabeza de la mujer negando.

—Me sorprendería muchísimo que una Ravenclaw como usted se pueda perder en los pasillos de la cocina, quizás debería haber discutido con el Sombrero Seleccionador la elección de su casa Señorita…  —la dama hizo un gesto hacia la adolescente, invitándola a regresar por el camino que había llegado —le aconsejo volver a la torre oeste ahora, ya que se está haciendo tarde y pronto deberán estar todos los estudiantes en sus habitaciones.

—Si madame —dijo la pelirroja girando sobre sus talones y encaminando sus pasos de regreso por los pasillos hacia el área superior.

Fin del flashback

Quizás por ese recuerdo o porque se había detenido delante de un cuadro determinado, uno de cuyos personajes le entregó un pequeño papel doblado. La vampiresa pegó media vuelta y regresó rápidamente al Gran Salón, casi justo a tiempo, ya que varias personas estaban apurando sus bocados y algunos salían hacia las carpas a las que había hecho referencia el encargado de Hogwarts.

—Disculpa Cye, ya regresé ¿alguna otra orden ministerial o del director de Hogwart? —preguntó a su amiga y compañera de bando.

@ Ela Karoline