Toma del Palacio de Westminster

[Ada Camille Dumbledore]

 

La noche de Navidad se acercaba y era momento en el que debía actuar, el alto mandó de la marca Tenebrosa me había encargado llevar a cabo la celebración de la navidad para todos los mortífagos, debía encontrar el lugar idóneo en Londres para realizar el magno evento y hacer que todos estuvieran entretenidos, además de lograr encontrar ese espíritu de la marca en cada uno de ellos para disfrutar ese día festivo. Mientras analizaba que quería hacer recordé el anhelo que siempre había tenido: Hacer una gran celebración en el Palacio de Westminster, así que siendo un edificio tan emblemático e importante no tenia nada más que pensar, solamente tenía que actuar. El equipo de asalto se activo para empezar, todos estában preparados para iniciar el ataque  y por supuesto entrar con todos los bombos y platillos al edificio , ya me encargaría yo de dejar todo perfecto para que los mortífagos ingresaran al lugar en el momento que todo estuviera preparado para el evento.

 

Una fuerte explosión se escucho en la puerta principal del palacio de Westminster a media mañana, las sombras que ingresaron por la puerta principal le dieron paso a rayos que acertaban directo a los guardias y a todos los que estaban allí  luego en la puerta, un selecto grupo de magos tenebrosos ingreso por la puerta principal del gran Palacio. Por los pasillos se escuchaban gritos, explosiones, disparos y objetos caer violentamente, tras llegar nuevamente el silencio por la puerta principal apareció una figura ataviada con un pomposo vestido Rojo fuego y cabello suelto, uno de los magos se acercó a ella.

 

-El lugar está dominado, la cámara alta estaba en sesión,  ellos también están ya en custodia.

El rostro de la mujer mostró una sonrisa e ingreso caminando con calma hasta el lugar donde estaba la cámara alta o cámara de los Lords. Sus ojos azules se fijaron en los caballeros vestidos con capas y pelucas blancas que estaban a un lado de la gran sala con expresiones de miedo.

 

-Buen día queridos Lords, siéntanse honrados con la presencia de la marca Tenebrosa, hoy tendrán el placer de albergar una de sus celebraciones y porque no  ser parte de ella.

 

La voz suave y aterciopelada de la dama sonaba feliz , camino recorriendo la sala  haciendo que sus zapatos de tacón sonarán fuertemente en el suelo. Mientras observaba el lugar, subiendo delicadamente su vestido sacó de un liguero una varita de color azul profundo con toques dorados que brillaban suavemente con las luces del recinto. Acercándose de a poco a la ventana miro el rio Támesis que pasaba justamente al lado del Palacio. Volteo a ver a los magos que custodiaban a los caballeros y con una sonrisa suave y cautivadora casi susurro.

 

-Enciérrenlos en alguna habitación,  que queden bien custodiados, puede que algunos quieran algo de diversión y los necesitemos.

 

Con una floritura hice levita la peluca y la ropa de uno de los lords más jóvenes y la atrajo hacia la ventana donde ellas estaba.

 

-Llévenselos, procuren que donde estén no los encuentren fácilmente.

 

Comento mientras acariciaba con una de sus manos la suavidad de la peluca blanca.

 

@ Sagitas E. Potter Blue  @ Mael Blackfyre  @ Mica Gryffindor  @ Lisa Weasley Delacour  @ Anthony R. Dracony M.

[Eterno Black Triviani]

En esta ocasión se encontraba a primera fila observando cómo dicha puerta principal se desmoronaba en pedazos como si fueran waffles tras la explosión seguido de una gran bullicio entre las personas del interior que no sabían lo que estaba aconteciendo , los selectos mortífagos entraron sin restricciones apoderándose de tan afamado palacio sin dificultad alguna donde arrinconaron a los lords en aquel salón quien temerosos en su mayoría al notar la presencia de sus enmascarados captores y luego de su presentación de dicha mujer que se vanagloriaba de sus acciones como parte de un plan, en el instante tomó de la solapa de uno de los peliblancos más vejete que tenía al frente para indicarle el camino a empujones mientras a los demás que voltearon a verle les señaló con la varita oscura y así indicarles la dirección a seguir, el arma que llevaba en mano resplandecía en el extremo de su punta de manera temeraria y con voz autoritaria obligó a que se apuren los demás, sus otros compañeros enmascarados formaron grupos para así mantener el control hasta que se llegue a la habitación de su destino donde los desvestirían y así encerrarlos con la boca bien tapada. Usando un hechizo para que no escuchara ningún sonido que provenía de dicho salón y otro sello de la puerta como las ventanas mágicamente.

Al regresar subió por los escalones al segundo piso seguido por dos compañeros más y así mirar hacia el escenario donde la mujer esperaba con paciencia colocándose el lugares estrategicos en situación de defensa.

@ Ada Camille Dumbledore

@ Sagitas E. Potter Blue

@ Mael Blackfyre

@ Lisa Weasley Delacour

@ Anthony R. Dracony M.

@ Malum Luxure

[Malum Luxure]

El llamado fue claro tendríamos una fiesta de navidad en un lugar especial y que mejor que un palacio tomado por la fuerza? Adore la idea desde que me enteré, el asalto mortifago fue un acto digno de nosotros, las personas no se lo esperaban y su cara de sorpresa fue un verdadero poema, desde las sombras miraba como eran llevados a un salón lejano y puestos en custodia, mi esposo andaba por ahí tan dictador y bello que no pude evitar morder mi labio inferior y luego sonreír.

Otra persona era sin duda mi bella Ada quien había estado a cargo de este accionar y lo hizo tan maravillosamente que no deja lugar a duda sobre lo impresionante que puede ser como mortifaga, nunca deberían dudar de ella, por supuesto que yo no lo hago ya que se que tiene un nivel superior a muchos, pero nunca la vas a ver alardeando de eso...sí duda un gran ejemplo.

La verdad que yo casi no me moví pero estaba para hacer de soporte si se necesitaba, ahora solo quedaba disfrutar a nuestras anchas de este divino lugar, si duda los compañeros y líder estarán complacidos,  me encanta mirar desde donde estoy pero tengo que salir antes que me reprochen la ausencia.

-Bueno es hora de lucirse mis pequeñas.- Acaricie mi vientre ya de cuatro meses y me dispuse a sacar mi varita con la que realizaría un cambio de look rápido.

El Vestido rojo pasión era tan suave y hermoso, me sentaba muy bien ciertamente, lo acompañé con unos zapatos del mismo color cómodos por si debía permanecer mucho de pie, aunque eso era algo casi imposible ya que no debía hacerlo, debo admitir que la familia me cuida mucho y no me puedo quejar de ello.

Rápidamente estaba lista así que fui en busca de mi pareja para poder llegar como se debe a la fiesta.

------------------ ❤️

@ Ada Camille Dumbledore   @ Eterno Black Triviani y todos los demás

[Sagitas E. Potter Blue]

Entrando en el Palacio de Westminster:

Todo había sucedido tan rápido como había previsto. Aunque me gustaría decir que la idea había sido mía, todo lo había planificado un miembro muy querido del Alto Mando Mortífago, @ Ada Camille Dumbledore . Pero sí puedo decir que apoyé la idea al cien por cien. Eso de interrumpir la última sesión del año del Parlamento Inglés me pareció excitante, al igual que una llamada de atención hacia las ideas algo relajadas sobre la relación entre los magos y los muggles que quería implantar el Primer Ministro Mágico @ Ludwig Malfoy . Su mal llamado día de La Purga, limitando las acciones digamos maliciosas a un solo día, con total impunidad, había sido una total falta de respeto para el bando mortífago. ¡Nosotros actuábamos cuándo y cómo nos diera la gana, sin más motivos, no porque nos dieran un día de fiesta pagada por el Estado para hacer fechorías! Es por eso que accedí y la animé a llevar a cabo el asalto al Palacio de Westminster. 

Yo me encontraba entre los aguerridos mortífagos que habían acudido al lugar y habían desatado el caos entre todos los parlamentarios y otros miembros del servicio, aunque en segunda línea. Era el día de Ada y la había dejado comandar y llevar a buen término su plan. Bueno, el nuestro, por supuesto... Porque en el bando todos somos uno cuando tenemos que actuar.

Sonreí al verla acariciar su peluca blanca. Yo, por lo contrario, entré con una que tenía, muy antigua, de cuando trabajaba en mis tiempos jóvenes en el "Bufete de Abogados Vladimir", de la familia de mi hermana Hayame. Accedí a los asientos, ahora vacíos, y tomé lugar en uno cerca de la esquina interior. Saludé a @ Eterno Black Triviani  y a su bellísima esposa ¡embarazada! Ay, mi querida bisni me iba a traer más tataranietos a los que mantener. @ Malum Luxure lucía hermosa con su vestido.

Yo, por lo contrario, lucía con el traje negro de los parlamentarios, me hacía ilusión despedir el año como si fuera alguien importante en el Ministerio Muggle inglés.

[Matt Blackner]

El papeleo me mataba. No me gustaba quedarme encerrado mi despacho, pero con el paso del tiempo me había mal acostumbrado, ante la falta de trabajo, a quedarme dormitando en el sofá, o a lanzar la pelota de goma contra la pared, atrapándola con una mano y lanzándola con la otra. Ahora, este cambio me traía de cabeza. No por trabajar, que me encantaba, sino porque el papeleo era la parte que odiaba. 

 

Y, aunque ayudar a la formación del cuerpo de policía mágica del ministro era interesante, siempre que podía me escapaba del papeleo.

 

Me levanté del escritorio, desperezándome para intentar quitarme la morriña de encima. Miré alrededor mientras me ajustaba la camiseta negra y guardaba la varita en el bolsillo trasero derecho del pantalón vaquero. La cazadora, del mismo color, seguía sobre el sofá, tal como había caído cuando la lancé sobre él. Iría a por un café para despejarme, y aprovecharía para dar una vuelta.

 

Esa era mi idea, y a punto estaba de salir de mi despacho, cuando recibí un aviso. Mis años en accidentes, además de mi pasado antes de llegar a Ottery me había ayudado a generar una pequeña red de contactos. Tenía conocidos en el mundo muggle y entre squibs con los cuales aun mantenía contacto para que me avisaran si sucedía algo importante. 

 

Y ese era el aviso. Henderson, un squib que trabajaba en seguridad, acababa de ponerse en contacto conmigo. 

"Los mortífagos atacan Westminster"

 

De golpe me despejé. Al parecer, la todavía reciente Noche de la Purga no había sido suficiente para los mortífagos, que habían decidido atacar uno de los centros de mando del Londres Muggle. Gruñí, mientras garabateaba un aviso.

 

Cita

@ Ludwig Malfoy

Señor, un contacto acaba de avisarme: los mortífagos atacan el Palacio de Westminster. Probablemente los Lores se encontraran en su interior, debemos suponer que, como poco, los mantendrán como rehenes.

Me dirijo hacia allí para tratar de detenerlos.

Matt Blackner

 

Con suerte, aquella nota llegaría hasta el Primer Ministro y enviaría refuerzos. Eso, o me daría de bruces con un problema. 

 

Gruñendo, agarré la chaqueta, poniéndomela mientras tomaba el ascensor. 

[Eterno Black Triviani]

El tiempo estaba pasando demasiado lento después de todo no se podía esperar mucho ante todo esto, los lores quienes estaban encerrados dormían aparentemente tranquilos y sin muchas ganas de ser liberados ya que en sueños se les notaba un hilarante sonrisa. 

Sentía como mi señora esposa estaba cerca y eso no podía decir que era una tranquilidad por su condición en la que se encontraba, pero conociéndola no sé lo podía negar a la loca está, sonreí ante ello al escuchar sus dulces corazoncitos tocar una sinfonía de tambores un tanto acelerados, me dieron ganas de tomarles y darle besos para llenarlos de mucho amor pero aún no podía, no era la hora ya que para que suceda esto debía pasar por mucho. 

Recobre la cordura mirando hacia el frente para donde el grupo se encontraba, notando el ingreso de la líder principal indiscutiblemente no la esperaba su llegada que estuviese con nosotros, ahora tendría doble trabajo y eso era bueno, también debía protegerla a ella. El mago se traslado de dónde se encontraba hacia el lado de su mujer para darle la bienvenida ni bien apareció a su vista tomándola entre sus brazos para dejarle un beso sutil entre sus labios, tan apetecibles ellos. 

Debía tomar su posición nuevamente y continuar con su misión para lo cual le llevo a un lugar más seguro, posiblemente a su lado, tomo una botella de champagne la cuál de un golpe certero rompió el pico y aprovechando el burbujeo del contenido virtió el líquido en unas de las copas aprovechando el momento y beber de las mismas.

@ Malum Luxure

@ Sagitas E. Potter Blue

@ Ada Camille Dumbledore

@ todos

[Ada Camille Dumbledore]

 

Para nadie era un misterio que amaba el dramatismo, me gustaba destacar y no pasar desapercibida, por eso el vestido rojo el ruido y la llegada… era una diva no podía negarlo. Al caminar por los pasillos a la cama alta iba con mi varita poniendo adornos de celebración, cintas negras con plateado y verde, yo no quería destruir el lugar, solo quería celebrar un lindo día en un lindo lugar sin importarme  de quien era, quien lo usaba o quien estaba allí. Lo que quería lo tomaba así de sencillo… poco me importaba estar en uno de los lugares del gobierno Británico, la verdad me daba igual era un lindo Castillo y yo quería hacer la celebración allí. 

 

La separación de los lords hacia un lugar era más que un seguro para cuando llegarán los mal llamados orden del Fénix, la verdad un animal tan hermoso no podía darle nombre a tal grupo de traidores a su propia sangre, wn fin. Fui al salón que estaban nuestro “ invitados”.

 

-Señores míos, no venimos a importunarlos solo necesitamos sus instalaciones, no se preocupen cuando lo usemos y nos cansemos nos vamos.

 

Me acerque a uno de los lords, guapo la verdad dio un paso hacia atrás  yo lo miraba a los ojos como se observa a una presa, lo arrincona hacia una pared y con brusquedad le quite la peluca blanca y la bata, acaricie con mi dedo pulgar su labios de forma provocativas y vi que su mirada ya no era de miedo. Le di la espalda y Sali por la puerta hacia la cámara alta. Allí ya estaban algunos de nuestros partidarios, me senté en la silla de quien dirigía y espere a que llegarán todos. Con la peluca y la toga parecía uno de ellos tome el martillo y di dos golpes a la madera del estrado.

 

-Queridos míos  sean bienvenidos a nuestra celebración,  ahora que este recinto nos acoge creo que debemos escuchar las palabras de nuestra líder

 

Mire a la pelivioleta con una gran sonrisa, era momento que nos alentará y que nos diera su sabiduría.

 

@ Sagitas E. Potter Blue  @ Mica Gryffindor  @ Lisa Weasley Delacour @ Mael Blackfyre @ Anthony R. Dracony M. @ Matt Blackner  @ Eterno Black Triviani  @ Malum Luxure

[Malum Luxure]

Mi llegada al recinto fue con todo el esplendor, mi precioso vestido lucia tan bien que me había brillar, creo que aún queda algo del ego de Lady en mi interior, así que caminé hacia la cámara y me encontré a la dama más bella, la miré sentada como lo que es una gran política, no pude evitar sonreír e ir hacia ella con mi acostumbrada elegancia.

-Pero que mujer tan impresionante dirige esta orquesta.- Le hice una reverencia de cortesía con toda la gracia.

Por supuesto que luego le di un cálido abrazo y un beso, tanto como mi pancita me permitía, estaba feliz que mi hermana sea la madrina de uno de mis futuros bebés, que juntas estemos celebrar juntas estas fiestas y todas las que vengan en adelante.

-Estoy feliz de verte en todo tu esplendor mi bella...sin duda eres una gran persona y estás hecha para liderar. - Le dije con toda mi convicción que tenía.

Mientras esperábamos que los demás vayan llegando, estaba tan segura que sería una noche sumamente espléndida, junto con los compañeros y todos los invitados.

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@ Ada Camille Dumbledore   @ Eterno Black Triviani

[Mael Blackfyre]

Mansión Gryffindor
El cuerpo no me respondía como quería. Estaba pesado, tanto mis brazos, piernas, pecho y mis párpados, los cuáles no podía abrir aún. Tenía algunos flashes que no terminaba de entender del todo. La oscuridad invadía mi mente, por momentos veía todo rojo, por otros veía a alguien que había querido escapar pero que no lo había logrado. Por eso estaba en el suelo, completamente en un grito de dolor. Podía sentir el olor a tierra húmeda, un aire fresco nocturno y sangre. Intenté moverme pero no pude. Me llevó más de la cuenta.

Cuando lo logré, me di cuenta que estaba tirado en el suelo de frente, con la cara completamente apoyada en el piso. Apoyé las palmas de mi mano y me levanté como pude, como si un Erumpent estuviera encima de mí pero lo logré. De rodillas, miré alrededor. Me encontraba en el medio de mi habitación, tirado en el piso. La puerta estaba cerrada y la ventana mostraba un día completamente soleado, estaba casi seguro que era el mediodía. Me llevé una mano para peinar mi cabello hacia atrás y allí fue cuando noté la sangre en mi mano, la manchaba por completo. Miré más abajo y tenía casi toda la camisa sucia de la misma manera, mi otra mano, el pantalón y parte del suelo. Palmeé mi cuerpo y me di cuenta que no estaba herido, aquella no era mi sangre.

Refregué mis ojos para quitarme con aquella pesadez mientras me ponía de pie. La cabeza aún se me bamboleaba. La última vez que había estado así, había sido muchísimos meses atrás, después del torneo en aquella especie de campus. Se lo había advertido a Mica. Volver a recuperar mi corazón conllevaba a recuperar todo el peso que contenía. ¿Era Harper el de mis imágenes? No recordaba la mitad de las cosas.

Cuando me di cuenta que también me ardía mi marca tenebrosa, supe separarlo de aquella pesadez con la que me había despertado. Eso me sirvió para darme cuenta del día, la hora y la situación en la que nos encontrábamos. Abrí un poco mis ojos al caer en la realidad. Apreté los dientes y lancé una maldición, lanzándome hacia mi varita. Con una sacudida de ella, mis vestimentas se reemplazaron por ropa totalmente negra, con una túnica que la cubría por completo. Me saqué las manchas de sangre y desaparecí.

 

Palacio de WESTMINSTER
La aparición fue repentina, envuelto en aquella voluta de humo negra que nos caracterizaba a todos los mortífagos. Portaba mi máscara para proteger mi identidad y mi paso fue inmediato y apresurado. Nunca había ido por allí pero la organización había sido concisa y rápida. Todo a manos de Ada, aquella hermosa bruja de las que nadie podía decir nada, ni subestimarla. Estaba seguro que nadie sospechaba sobre su pertenencia a las filas. Pero su trabajo era impecable y cuando llegué a la entrada, me había dado cuenta que ya se encontraban dentro.

Avancé atravesando el umbral con la varita en la mano, admirando cada una de los detalles. Todo un show a plena luz del día. Eso tenía que llamar la atención del Ministerio de magia. ¿Y la Orden del Fénix? Brillaba por su ausencia, eran simples fantasmas del pasado que nos habían dado todo el poder. Podíamos decir que era una guerra ganada.

— Bueno bueno… ¿ya terminaron con toda la diversión o aún no empezaron? Espero que hayan dejado algunas migajas por aquí —pude notar que además de Ada, había llegado Sagitas, Eterno y Malum, un excelente equipo, podríamos hacer de las nuestras y llamar la atención. Habían algunos detalles que aún desconocía, pero el show había sido dentro de aquel palacio, asi que si queríamos un poco más de diversión, deberíamos salir a jugar un poco, hacer ruido. Unas puertas rotas no llamarían mucho la atención—. ¿Cómo sigue todo? ¿Falta alguien más? Deberíamos tantear el panorama afuera, puedo ofrecerme para ello.

@ Ada Camille Dumbledore  @ Sagitas E. Potter Blue  @ Malum Luxure  @ Eterno Black Triviani  @ Matt Blackner

[Sagitas E. Potter Blue]

En el Palacio de Westminster:

Era extraño lo graciosa que me parecía aquella situación. Yo siempre había sido una persona diferente, más abierta, más divertida tal vez (o tal vez no, aunque ahora no parecía dejarme llevar tanto por lo grotesco, como solía hacer de más jovencita), más defensora de otra forma de ver la vida. Ahora, sin embargo, me encontraba en pleno Parlamento de Westminster, con mi toga negra, con mi peluca violeta, toda seria, contemplando como mis compañeros mortífagos se divertían en la sala. Yo me mantenía allá hierática, contemplando sus movimientos, mientras me imaginaba la cara de mi amigo Don Higinio, antiguo miembro de este mismo parlamento, un gran defensor de la ecología en sus tiempos mozos. ¿Qué me diría él si me viera ahora, ocupando un puesto como él antiguamente había hecho?

Supongo que se enfadaría y eso me hizo sonreír. En cierta manera, aquello también estaba siendo divertido, aunque sólo me lo pareciera a mí.

Dejé que los mortífagos se divirtieran un rato más, lo suficiente para que cuando les pidiera que pararan no se negaran. A mí, realmente, lo que me interesaba era que los Lores siguieran vivos, al menos el tiempo suficiente como para poder llamar la atención de las personas concretas a las que les quería dejar llegar un mensaje. Por supuesto, al Primer Ministro Mágico, @ Ludwig Malfoy , para que pensara bien el ofrecimiento de un día al año de libertad para hacer lo que quisiéramos sin tener que temer represalias. Los mortífagos no necesitábamos esas ridículas normas.

También al nuevo Monarca de la Nación, quien se creía a salvo y no quería respetar el acuerdo que su Antigua Reina Madre había suscrito con el ministerio de Magia inglés. Yo de eso sabía mucho, de cuando estuve en el Palacio de Buckingham, cuando yo ocupaba el cargo de Primera Ministra.

Y, por supuesto, a la Orden, organización que parecía no estar interesada para nada con nuestros movimientos, pues parecían haber desaparecido de Londres y de Inglaterra en general.

Y así estaba, yo calladita mirando a mis compañeros divertirse cuando sentí mi nombre. Bueno, no mi nombre como Sagitas sino como líder de La Marca. Por un instante, casi miro a la puerta de entrada esperando la llegada de esa persona que anunciaba @ Ada Camille Dumbledore cuando me di cuenta que era yo la mencionada.

-- ¿Hablar yo? --contesté, medio riendo. -- Pero si no me gusta hablar en público -- protesté con esa sonrisilla falsa de la que se sabe una charlatana pero quiere disimularlo. -- Bueno, si insistís...

Estaba segura que @ Malum Luxure no insistiría; ella sabía lo pesada que era cuando me ponía a hablar en familia. Me encantaba verla con esa barrigota que anunciaba nuevos miembros en la familia. Cerca de ella, su amado @ Eterno Black Triviani  parecía cuidarla muy bien y vigilarla, aunque ella era lo bastante independiente como para no mostrarlo mucho. Conocía el genio de mi bisnieta; era más o menos como el mío.

Me levanté de aquel cómodo asiento verde (como tenía que ser el color) y carraspeé, sacudí la cabeza para que se moviera un poco aquella peluca violeta y sonreí a los presentes.

-- Bienvenidos, Amigos míos, a este imponente lugar de gran relevancia política en nuestro país, el lugar donde se discuten temas importantes para las familias muggles. Como bien nos dijo en su día el Primer Ministro, tenemos que acercarnos a ellos y eso hemos hecho hoy, ¿verdad que sí? Nos hemos acercado a los muggles. 

Sonreí, escondiendo una burla mientras observaba a los Lores que estaban escuchando desde la otra sala.

-- Y en este acercamiento, yo os digo... ¡¡Mael!!

Bueno, eso no era lo que quería decir. Es decir, sí que quería saludar al lugarteniente de La Marca, @ Mael Blackfyre  aunque no fuera lo que seguía en mi improvisado discurso.

-- ¡Has venido, Mael! ¿Cómo te ibas a quedar sin diversión? Por supuesto que te estaba esperando. Como iba diciendo, es nuestro deber "obedecer" al Ministro de Magia que nos ha invitado a darnos a conocer al mundo de los muggles y... ¡Aquí estamos, dispuestos a que nos conozcan del todo! Eso sí, queridos compañeros, no destrocéis el lugar. Esta lleno de historia y... ¿Qué sería de nosotros sin la Historia? Así que ser buenos con las obras de arte y con las decoraciones. El resto, a vuestra disposición. Y, ahora, ya que el Parlamento es nuestro... Tal vez podríamos... mostrarles como somos los buenos magos, los mejores magos... Cómo somos los mortífagos...

Sonreí de nuevo. Ni rastro de la Orden. Nadie se atrevía a ponernos freno.

O eso parecía, al menos.