† Mansion Ragnaventus † (MM B: 88988)

[Hades Ragnarok]

El vampiro se habia encontrado en su despacho revisando algunas ultimas cosas,d etalels y formularios ya que iba a cambiar un poco aquella mansion, quizas restructurarla. Suspiro, sabia que debia cambiar aquel arbol familiar de un momneto a otro, pero luego de eso y despeus de haber dejado aquellos pergaminos en el escritorio bajho las escaleras y se dirigio hacia el segundo hall para ir a la cocina.

 

Escucho unos pasos correr hasta la puerta principal, la cual estaba a unos 100 metros de dobnde se encontraba el vampiro, ya que para lelgar alli debian pasar antes por otro hal muy parecido a aquel. se encogiod e hombros pero para que su elfo corriera asi debia ser que alguien llamavba a la pierta... solo esperaba que no fuera ningun vendor o ya veria lo que seria bueno. Sin embargo se quedo alli parado esperando.

 

**********

 

El elfo corrio rapidamente hasta la hermosa puerta de la entrada y abrio lentamente la misma. Observo a una chica parada alli y la estudio por un segundo con la mirada.

 

-Buenas, me podria decir que la trae a esta humilde casa de los ragnaventus? -pregunto el elfo haciendo pasar a la chica y cerrando la puerta para evitar que sucediera algun tipo de inconveniente como visitas indeseables para su amo.

 

 

[Mery Gaunt Karkarov]

Mery Anne Haughton

 

<<¿Un elfo? Creía que tendrían más clase por estos lugares...>> pensó la pelirroja mirando con desprecio al elfo que acababa de abrirle la puerta. Entró despacio sin parar de mirar al elfo, aquellos horribles seres que parecían querer parecerse a los fenixianos, aunque no lo conseguían ya que los fenixianos eran una especia aparte fuera de todo lo normal en el mundo.

 

- Vengo por aquí de visita, elfo...

 

Comentó, observando la entrada de la mansión Ragnaventus. Era bastante bonita, asombrosa, aunque tampoco podía esperar menos ya que uno de los patriarcas era el maravilloso Hades a quien iba a visitar en aquel momento.

 

- ¿Dónde se encuentra el señor Hades Ragnarok?

 

Preguntó volviendo a fijar su mirada en el elfo. No tenía muchas ganas de esperar a que el miserable bicho pensara la localización de Hades y se hiciera el guía turístico por el castillo hasta el sitio. Suspiró mientras miraba el horizonte pensando si gritar o contenerse.

 

- ¡¡¡HADEEES!!! ¡¡¡Baja aquí ahora mismo si no quieres que suba yo!!!

 

Vociferó intentando aguantar la risa. Seguramente el chico bajaría muerto de la risa, o por el contrario, demasiado enfadado como para dirigirla la palabra a la mortifaga. La segunda opción era la más lógica, que iba a esperar de un mortifago, Nigromante, patriarca de una mansión y quien sabe que más.

[Hades Ragnarok]

El vampiro seguía parado extrañado ya que generalmente no tenía visitas. Desde que su familia se había ido de viaje a visitar otros lugares y países había estado solo en aquel sitio. Ladeo la cabeza para un segundo después escuchar aquella voz. Entrecerró los ojos y dibujo una mueca de sonrisa. Negó con la cabeza. Sería posible que una de aquellas chicas se encontrara allí? Bufo por lo bajo, sabia la respuesta. Así que sin mas camino tranquilamente para poder encontrarla antes de que Meri hiciera algún desastre. Conociendo0la no aguantaría mucho, a pesar de pequeña y traviesa la conocía.

 

-ya, ya, no hagas drama, aquí estoy –dijo apareciendo por el pasillo y observándola a los ojos- que bueno verte por aquí, sabía que me vendrías a visitar algún día y veo que has cumplido tu amenaza –dijo en tono juguetón.

 

Luego de aquello le hizo señas a Odín para que se retirara ya que el vampiro sabía que la Haugthon no se llevaba bien con aquellas criaturas.

 

Después de que el elfo desapareció rumbo a la cocina para preparar algunas cosas para comer y merendar y llevarlas al segundo hall de la mansión el vampiro tomo la mano de la chica y la despeino un poquito, simplemente como jugueteaba con cualquier miembro de su familia. No dijo mucho mas simplemente comenzó a mostrarle aquella mansión mientras recorrían el largo pasillo llenos de cuadros para llegar al amplio salón. Le hizo señas a Meri para que se sentara en aquel amplio sofá y el hizo lo mismo en un sillón que se encontraba al lado. Un segundo después Odín dejaba todas las cosas que había preparado y desaparecía rumbo a la cocina.

 

-Tenía tiempo que no te veía, como estas’ –le pregunto.

[Mery Gaunt Karkarov]

Mery Anne Haughton

 

- Por fin bajaste, pensé que tendría que traerte arrastras yo misma... -comentó con tono juguetón. Los momentos que pasaba junto aquel chico eran mágicos para la Tempestad, lo quería como a un hermano mayor, como a un guía y hasta como a un padre, sin él la pelirroja estaría bastante perdida en aquel mundo.

 

Como siempre, Hades despeinó a la pelirroja aunque esta no hizo absolutamente nada, ya tendría tiempo de vengarse de él en aquella tarde, o incluso algún día de todos los que le quedaban con vida.

 

Se sentó en el sofá en el cuál su amigo le indicó, aunque más bien se tiró en él ya que estaba bastante cansada. Eso de ir por los castillos y mansión de visita siendo la primera vez era bastante agotador, aunque en el fondo adoraba ver sitios nuevos.

 

- Y tanto... yo bien, como siempre -comentó mientras le dedicaba una gran sonrisa-. ¿Cuándo as visto que yo no esté bien? sabes que soy pequeña pero matona, a demás, pocas cosas pueden hundirme -dijo soltando una gran carcajada, a veces pensaba que estaba volviéndose loca, pero poco le importaba, quien no quiera acercarse a la mortifaga que no se le acercara, no se iba a molestar-. ¿y tu que tal? -preguntó torciendo levemente su cabeza.

[Hades Ragnarok]

El vampiro tomo un gran vaso de jugo de calabazas junto a algunas galletas mientras observaba como Mery se lanzaba al sofá y se desparramaba por estar cansada El Ragnarok no pudo evitar reírse de aquello, era como si de una u otra forma la casa o aquella mansión que había estado tan tranquila, como durmiendo, esperando el momento de despertar comenzará a abrir los ojos y volviera a la vida, aunque fuera por unos minutos. Negó con la cabeza mientras mordía aquella galleta.

 

-sabes que puedes venir cuando quieras así estés haciendo de las tuyas o no –le dijo tranquilamente sdabiendo que se referia a las rondas mortifagas y ella entenderia- aquí hay muchas habitaciones y una puede ser tuya, al igual que para Anne –le dijo- son bienvenidas aquí

 

La verdad aquella chica se había convertido en una pequeña hermana, la había guiado un poco en todo el tiempo que la había estado conociendo. Sonrió recordando aquella época cuando se suponía que le tenían miedo, ahora allí estaba la Haughton recostada en el sofá casi a punto de dormirse.

 

-Pues todo bien, debo ir al ministerio a arreglar algunas cosas, debo renovar el servicio de la red flu que hace tiempo que esta inutilizado –dijo observando aquella chimenea- supongo que mientras mas rápido termine con los tramites será mucho mejor –comento sin ganas sabiendo lo mucho que odiaba ir al ministerio y los tramites burocráticos que debía hacer allí- y en San Mungo todo tranquilo, ningún caso de emergencia, lo cual es extraño y bueno –bromeo.

[Mery Gaunt Karkarov]

Mery Anne Haughton

 

Las palabras de Hades despertaron una emoción y unas ganas de ir a ver que habitación se quedaba que por un momento hasta se mordió las uñas cosa que odiaba hacer. Terminó de escucharlo, otra cosa no sería la joven, pero educada era uno de sus apellidos.

 

- La mayoría de las veces suelo hacer demasiadas tonterías, y lo sabes, aunque ahora visitaré este sitio más amenudo -bromeó mientras se ponía de pie. Tenía ganas de moverse en aquel momento. Si, era una chica muy extraña, podía estar a punto de dormirse y segundos después correr la maratón de New York-. Bien pues, vayamos a descubrir mi habitación -comentó, mientras cogía de la mano a Hades, SU Hades.

 

Subió las escaleras lo más rápido que pudo, pero, ¿a donde se dirigía? se quedó parada en quien sabe que piso era y después se giró hasta su hermanito mayor y lo miró directamente a los ojos.

 

- Se que me quieres, ¿a que sí? -preguntó sin sentido ninguno. Le dió la risa y se lanzó a darle un fuerte abrazo-. quiero mi habitación o acabaré como spiderman -se cruzó de brazos y comenzó a recordar la última vez que los fenixianos fueron a por ella en su propio castillo, claramente el Ragnarok debía de saberlo y no se cortó ni un pelo en decirlo-. ¿sabías que el otro día vinieron a atacarme los fenixianos? -no quiso decir más, últimamente aquellos seres parecían ser piojos.

[Hades Ragnarok]

El Ragnarok observo atentamente cada movimiento de Meri, sonrió divertido al ver su cara, sabía perfectamente lo que pasaba por la cabeza de la pelirroja, si, seguramente estaba ansiosa y emocionada hasta el punto de salir corriendo destruyendo todo a su paso hasta que encontrará una habitación que a ella le gustara. Ladeo la cabeza pensando hasta que punto sería bueno hacerla sufrir y negarle aquello. Dibujo una mueca de sonrisa divertido y suspiro.

 

-Lo sé, sé que no puedes estar tranquila a menos que estés dormida –dijo bromeando porque no sabía si la chica era capaz de hacer de las suyas como un sonámbulo (XD).- y algo me dice que ni aún así –bromeo al ver la cara de la chica.

 

Observo como esta se levanto después de aquello, ya había aguantado lo suficiente y era mejor complacerla. Así que sin más la tomo de la mano para llevarla a recorrer aquella mansión. Pensó en que planta o ala sería bueno que ella tuviera la habitación, la verdad es que había muchas en aquella mansión pero todas estaban deshabitadas. Allí estaba la habitación de las chicas Foster, también la de estrella Malfoy, todas sus primas, sin olvidar obviamente la habitación de su tía. A su vez, en alguno de aquellos pasillos estaba la habitación principal dónde residían los patriarcas.

 

El vampiro dejo que ella corriera a sus anchas hasta que se detuvo en el tercer piso de aquella mansión. La había visto perderse por algunos pasillos pero era fácil encontrarla, conocía bien aquellas paredes, pasadizos y todos los secretos que se escondían. Sin mas apareció tras de ella antes de que se diera la vuelta y Meri le hablara.

 

-oh si, te quiero mucho hermanita –dijo divertido- y vamos que tu habitación esta por aquí –dijo correspondiéndole aquel abrazo y haciendo que doblara una esquina, allí entraron en la segunda puesta de la derecha.

 

En aquel momento pasaron por su mente muchos pensamientos, recuerdos, recordó a su otra hermana, quien estaba de viaje en algun otro pais o mundo, una que quizás en aquel momento seguía odiándolo. El la adoraba, pero el Ragnarok había cometido muchos errores. Suspiro, había perdido muchas oportunidades y ahora lo estaba pagando.

 

El cuarto de meri era una habitación amplia con mucho espacio, tenía una hermosa cama, una peinadora con un gran espejo y un ropero grande para que metiera toda su ropa y zapatos, además de un baño espacioso con ducha y una bañera con muchos grifos para jabones, champús, acondicionadores y todas aquellas cosas que solían usar las chicas. Un ventanal permitía ver hacia el jardín trasero.

 

-Espero te guste –dijo- como vez esta sin decorar, solo tiene lo básico, así que puedes agregarle todo lo que gustes –le comento al ver la cara de la chica.

 

Luego de aquellos e quedo callado esperando que la Haugthon dijera alguna cosa más, quizás sobre su habitación o alguna cosa que ella quisiera contarle. Dio unos pasos hasta el ventanal y miro el cielo. Escucho la voz de meri y se volteo asintiendo.

 

-Sí, se que esos asquerosos sangre sucias y traidores a la sangre fueron a por ustedes –dijo en tono serio- así que pronto iremos a hacerles una visita y a enseñarles quienes mandan –comento mostrando sus filosos y ponzoñosos colmillos vampíricos.

[Mery Gaunt Karkarov]

Mery Anne Haughton

 

Corrió detrás de Hades hasta llegar a la habitación, era tan grande que la pelirroja se quedó sin palabras aunque debería darle su toque femenino y mortifago para que se notara que la pelirroja vivía en aquella mansión. Imaginó todo con los colores contactados, con los cuadros, la ropa, sus mascotas y, como era cosa de la mortifaga, todo desordenado y patas arriba.

 

- Creo que esta habitación es perfecta -dijo mientras le daba un abrazo tan fuerte que pensaba que lo dejaría sin aliento. Se alejo de el y escuchó sus palabras. Una sonrisa macabra se dibujó en su rostro pero sabía que hacer algún comentario de aquellos implicaría que todos supieran que era mortifaga, pero, ¿que más le daba? tarde o temprano se enterarían así que le daba más bien igual-. a ver si es verdad y haces que me divierta un poco hermanito -dijo mientras le sacaba la lengua.

 

Se tiró al suelo, justo al lado del ventanal y se quedó mirando al Nigromante, desde un punto de vista bajo, el chico parecía mucho más impresionante que nunca, a demás, si ya de por sí daba miedo, mirarlo desde abajo era tiritar de miedo aunque ella no debía de tenerlo ya que eran familia, amigos y compañeros.

 

- Y bien, ¿que me invitas a hacer en esta maravillosa tarde? -le preguntó mirando el cielo a través del cristal.

[Hades Ragnarok]

El Ragnarok se mantuvo en silencio observando a Meri la cual, al parecer le gustaba aquella habitación y que definitivamente seria de ella. Dibujo una mueca divertida pensando en todo lo que podría colocar la pelirroja allí, se imaginaba aquella habitación totalmente cambiada. Se sorprendió tras sus rápidos movimientos y en un segundo ya esta le estaba abrazando para agradecerle aquello.

 

-Pues debes portarte bien y no hacer travesuras si quieres que te lleve a pasear por allí –dijo divertido sabiendo que en algún momento debería cumplirle aquello a la Haugthon- quizás te lleve a pasear al ministerio a hacer algunos trámites, así no te podrás quejar de que no te llevo a pasear –dijo bromeando sabiendo la cara que pondría Meri.

 

Sin mas el cainita comenzó a recorrer el sitio pensando si necesitaba alguna otra remodelación o cosas para que la chica se sintiera en casa, aunque la verdad quizás lo mejor era que ella lo hiciera a su gusto, por lo menos aun no se le había ocurrido quemar las cortinas. Rio por lo bajo ante aquel pensamiento para luego posar sus orbes negros como al noche en ella.

 

-Pues pensé que querías dormir un rato para descansar –le dijo conociéndola- ¿que me cuentas? Espero que Anne también venga a escoger su habitación pronto –le dijo- quien sabe donde andará esa niña o que travesuras estara haciendo –dijo negando con la cabeza y chasqueando la lengua como si pensara que la otra Haugthon estaría en aquel momento derrocando al ministro o quemando algún departamento del ministerio.

Editado 28 de Marzo del 2014 por Hades Ragnarok

[Sophie M.]

Sophie Haughton.

 

Departamento de Transportes Mágicos.

 

Dirección de la Red Flú, Trasladores y Control de Calidad.

 

Jefa.

 

 

El antebrazo de la Haughton se encontraba en su frente, tratando de desprender unas gotas de sudor que comenzaban a poblar su frente, el día era caluroso y ni siquiera una brisa que mitigara el bochorno. Decidió que sería mejor deshacerse de su capa y quedar en su sencillo conjunto de blusa turquesa de vestir afortunadamente de mangas cortas y pantalón también formal.

 

Frente a ella se dibujaba la Mansión Ragnaventus, cuyo patriarca pocos días antes había solicitado los servicios ministeriales que ofrecía el Departamento de Transportes Mágicos, y aquella era la misión de la ojigris, instalar los servicios. Rebuscó en su bolso el pergamino con las especificaciones y sosteniéndolo firme en su mano emprendió el camino hasta la entrada principal.

 

Una vez frente a las puertas dobles que daban paso a la mansión, luego de recorrer un jardín poblado por escultuaras muy particulares e incluso atemorizantes, llamó con los nudillos a la puerta y segundos después un chirrido le advirtió que alguien venía atenderla.

 

- ¿Se le ofrece algo? - preguntó el elfo con voz monótona y cansada, como si hubiese hecho aquello mil y una vez.

 

- Mi nombre es Sophie Haughton, vengo a instalar los servicios solicitados por el señor Hades Raganarok en el Departamento de Transportes Mágicos - aquello pareció despabilar un poco al elfo que abrió de pronto los ojos y un resquicio más grande en la puerta.

 

- Adelante - dijo dando paso para que la pelinegra pudiera ingresar a un vestíbulo circular decorado con sillones y sobre todo una gran chimenea que coronaba la habitación. Habían allí también muchas puertas, la Haughton sospechó que no sería capaz de lograrlo por lo que fue un alivio que elfo interviniera- ¿Que necesita? - preguntó el elfo en su afán de ayudar con el trámite, seguramente indicación de su dueño.

 

- Pues - dijo observando la chimenea pensando que seguramente sería aquella la que había conectar con los servicios - ¿Es ésta la chimenea? - el elfo negó y abrió una de las tantas puertas que había en aquella habitación. Me invitaba a seguirlo. Guió a la Haughton por unos pasillos y por fin dimos con un Salón de una apariencia acogedora y mostraba algunos cuadros familiares. Aquella chimenea era más grande, el elfo la señaló.

 

- En ese caso... - sacando su varita apuntó a la chimenea conectándola con efecto inmediato con La Academia de Magia y Hechicería, Hospital San Mundo de Heridas Mágicas y con el negocio Aincrad. - Eso es todo - terminó dedicando una sonrisa - instalaré el hechizo antiaparición a mi salida. Por favor informe al los encargados de la familia de que los trámites han sido instalados. - el elfo volvió a reverenciar y acompañó a la Haughton hasta la puerta, pues no sería capaz de encontrar la salida por sí misma.

 

Una vez afuera, apresuró sus pasos hasta las lindes en dónde volvió a blandir su varita haciendo efecto el hechizo antiaparición de manera que:

• Los patriarcas pueden aparecerse en cualquier lugar de la mansión
• La familia en el Hall Principal y en sus Habitaciones (Solo los propietarios de la habitación pueden aparecerse en ellas)
• Salvo los patriarcas, nadie puede traer a un miembro ajeno a la familia mediante aparición conjunta
• Los amigos en el jardín delantero
• Demás personas a 20 metros tras las rejas de acceso al jardín de entrada.

 

Aquello finalizaba mi trabajo en Ottery, era momento de ir al Callejón Diagon y visitar el negocio Aincrad como parte del pedido de Hades.