† Mansion Ragnaventus † (MM B: 88988)

[Valent]

Un rato estuve sentada allí chupándome el dedo gordo, esperando que mi hermana verde me preste atención. Minutos después de darme cuenta de que ni siquiera me miraba comencé a fijarme en otros detalles del momento. Una canción conocida a mis oídos se dejaba escuchar, aunque levemente, se trataba de la voz de la muchacha que acompañaba a Koa en las guardias.

 

Sin perder un segundo más captó mi atención. Me quedé pensativa un rato escapando del silencio de afuera hacia el barullo de mi cabeza, recordé las pruebas que tomé a la aspirante y las que observé de lejos. Desde el momento que la vi me di cuenta de que era alguien que con un pequeño empujoncito podía llegar a ser muy grande, una reliquia para la marca quizá. Estaba orgullosa de tener aspirantes así, aunque también decepcionada por el poco interés de otros.

 

-¿Cuál es esa canción? -le pregunté sacudiéndome el trasero y acercándome a ella- Mi nombre es Valent... Puedes llamarme así si quieres, ¿cómo es el tuyo?

 

Seguidamente no perdí de vista a Hades, atendiendo su mirada perdida y recordando el comentario que no respondí mientras estaba enojada con Koa. Arrugué la frente al levantar las cejas y achicar los ojos, ese era el único modo en que podía ver a alguien en la media oscuridad y más si es que este no estaba tan cerca mío. Pensé en que nunca antes pude ver su personalidad verdadera ya que siempre estuvimos sumidos en los duelos.

 

-Pero yo quiero hacer un tour mientras vamos vigilando, sería lindo hacer el trabajo jugando ¿no creen? -pregunté con torpeza, respondiendo al Ragnaventus.

 

OFF: pregunta del millón, ¿estamos en el jardin, en la sala o en algún pasillo?xD *hace cosquillas a Hades y desaparece*

[Rías W. Loveless]

-Deja de jugar- dijo con voz calmada a su hermana antes de dirigirse a la aspirante - Deja de desafinar- con un poco de molestia siguió su caminata por los jardines antes de que llegara el esperado tour que ansiaba su hermana, una sonrisa burlona se poso en su rostro mirando de soslayo a su aspirante y a su hermana que en aquellos momento no parecía tener nada de mortifaga, <<No me puedo quejar>> susurro mirándose a si misma, nadie parecía verdaderamente lo que era cuando tenia puesta la mascara.

 

Los pasos de la mortifaga eran lentos, su mirada turquesa iba y venia de su hermana, Lili y el lugar que se encontraba con la suficiente calma como para creer que nada había sucedido allí en varios años, atenta a las palabras de su hermana la bruja arqueo una de sus cejas dispuesta a no contestar tal pregunta. <<¿Jugar?>> sin darse cuenta se vio negando con su cabeza a la presente pelirrosa.

 

-Vamos Pinky demos tu recorrido- la voz de la Weasley sonaba calmada evitando perder el control ante el caos que hacían de su mente su hermana, la extraña canción de Lili y el desaparecido Hades. Con tranquilidad volvieron hasta la entrada para ingresar finalmente a la mansión después de haber estado haciendo las guardias por los jardines. -Dudo que haya nada raro dentro, pero buehh-

[Valent]

Off: Rolearé en tercera persona ohsi:

 

La pelirrosada olvidó por completo lo enojada que estaba con su hermana. Normalmente se comportaba como una niña caprichosa, que se desenojaba tan rápido como comenzaba, sin siquiera tener razón de hacerlo. Era de esas chicas tímidas, pero poco a poco se abría ante las personas, le carcomía la idea de ser rechazada por su forma de ser, pero hacía un gran esfuerzo por el rango y los trabajos que debía hacer. Su grupo de amigos allegados siempre fue corto y, aunque le molestase un poco la idea de quedar por siempre sola, intentaba no pensar mucho en eso.

 

Justamente su hermana, Koa Weasley, era una de sus únicas amigas. A pesar de compartir lazo de parentesco tan fuerte, la conoció en campo de batalla, empuñando varita y tras la máscara. Desde ese momento su amistad se forjó, haciéndose fuerte cada día que pasaba, con cada palabra o tontería que hacían. Valentine deseaba no separarse de ella, pues la confianza que le tenía era única en el mundo, tal vez esa era la razón principal de su falta de enojos contra la peliverde.

 

—Está bien —aceptó ir con ella, ya que logró convencerla del recorrido.

 

Caminó con paso firme hasta la puerta, retrocediendo del lugar donde estaban antes. Cruzó el umbral y se deslumbró con la presencia mortífaga que se sentía en la casa. Lo primero en que se fijó fue en lo circular de las paredes, los sofás bien acomodados y la mesa. No pudo aguantar tanto orden, al principio quedando roja y luego estallando al ceder a sus gustos, corriendo hasta los asientos y subirse sobre ellos, antes quitándose los zapatos de manera apurada y emocionada. Comenzó a dar saltos mordiendo su lengua con los labios, la cual se veía entre ellos.

 

—Ohh... lo siento —se disculpó al darse cuenta de que no estaba haciendo algo correcto, mucho menos recordando que era la primera vez que pisaba el hogar... y los almohadones del sofá—. Yo creo que sí hay algo raro, Koa —mencionó cerca de la oreja de la peliverde, después de bajarse rápidamente y ponerse los zapatos a medias—, creo que tú lo sabes más que nadie.

[Lili Luna Black]

Miró con curiosidad a la pelirara Valentine, meintras oía su extraña canción sonar. Cuando terminó el repguntó su canción, le sonrió y empezó a canatar al extraña canción de la oveja que va un campo y salta sobre un mono. Su tonada era ligeramente desafinada con varios dos menores y muchos AAAAAAAA.

 

Siguió cantando meintras saltaba junto a Koa, la pelirara 2 estaba bastante seria y continuaba con su tour con la casa, la aprendiz la seguía riendoy cantando la parte donde se tenia que culpar a la comadreja. Suspiró de placer cuando vio que no había fenixianso cerca de la mansión.

 

-¿Eso es todo Koa?-preguntó. Practicamente ra nueva en esto.

[Hades Ragnarok]

El ragnarok aparecio en la puerta de su amnsion. Habia pasado tiempo alejado de esta para cumplir con sus rsponsabilidades en la academia y en su lugar de trabajo. Ahora volvia por un rato para revisar que todo estuviera en orden. la ultima vez que habia estado alli habia recibido visitas para luego despues de que esta volvieran a aquello que tenian planeado este entrara en la amnsion, desacansara un poco y tomara la red flu hasta su nueva oficina.

 

-<<Hogar dulce hogar>> -penso para si mismo mientras entraba a la mansion y pàsaba el primer hall.

 

Los pasos agiles del vampiro no se escucharon mientras caminaba por los pasillos, aunque seguramente su elfo personal sabia que él estaba alli, que habia regresado. El vampiro no se equivoco cuando lo vio aparecerse frente a él y le hacia aquella reverencia. El ragnarok sonrio y asintio con la cabeza tranquilamente. De haber sucedido alguna cosa importante de seguro este ya se lo hubiera informado. Sin mas, siguio su camino para llegar a su habitacion.

[Juliens]

Olisqueó una roca con detenimiento, pues le pareció percibir el olor de un conejo. No le dio importancia, en ese instante no se encontraba de cacería ni de relax. Al contrario, Bastian había adoptado su forma de animaga para ir a realizar sus guardias pendientes. En esa forma podía caminar más rápido, por que no le gustaba aparecer muy cerca de los lugares a donde debía acudir. En la educación estaba dar la oportunidad de que el dueño del recinto le negara la entrada. Finalmente llegó, aún e su forma animal caminó hasta la puerta de entrada de la mansión. Golpeó suavemente la puerta con su pata delantera.

 

Mientras esperaba que alguien saliera a atenderlo, su cuerpo comenzó a erguirse para adoptar su apariencia normal. Pero él quería darle una sorpresa a su viejo amigo. Había pasado mucho tiempo desde que no se veían, y ese tiempo se remontaba a las épocas en que Bastian abandonó las filas tenebrosas. Su rostro se alargó, las cicatrices desaparecieron el cabello creció. Los ojos se tornaron azules, sus piernas se acortaron al igual que sus brazos. Era una persona totalmente diferente; la metamorfomagia era muy útil.

 

Un elfo atendió a la puerta.

 

—Dile a Hades que lo busca un viejo amigo, que entre otras cosas, lo visita para comprobar que todo esté en orden

[Thomas E. Gryffindor]

El extrovertido mago nuevamente había sido asignado para una misión de la Marca; en esta ocasión se trataba de ir a corroborar que la mansión Ragnaventus estaba en agraciadas e idóneas condiciones, sin mayores novedades por acontecimientos ligados a desastres por parte de los miembros de la Orden del Fénix. Esta vez no tenía la más mínima idea de quién sería el guardián que lo acompañaría, sin más, sólo se le había contactado para que acudiese a dicho sitio en completa solemnidad y discreción. Fue así que el vampiro apareció a través de una espesa voluta de humo azabache que finalmente materializó la figura del español en la senda principal de uno de los jardines externos de la morada; lo que dio paso a que el aspirante se orientara con seguridad hacia la puerta de ingreso, no sin antes notar una que otra presencia por los alrededores de la infraestructura, a las cuales no le dio importancia. Pese a que todo olía a humedad por las condiciones climáticas de invierno, el Ryddleturn no se regodeó al ver maravillado lo bien cuidado que estaba todo; hecho que lo tuvo muy embobado hasta que arribó a la fachada del hogar a custodiar.

 

- ¡Auch! Perdone, es que no me fijé por donde caminaba. ¡Por las barbas de Merlín! Señor, no me di cuenta que estaba esperando la puerta. Por casualidad ¿ya lo atendieron? Es que vengo por motivos… “concisos” a la casa de Hades. ¿Cómo se encuentra usted? Le veo muy serio. Mi nombre es Enrick, mucho gusto en conocerle - chocó despistado y luego saludó a Bastian (sin saber que era él por su habilidad) bajo el frontis de la mansión a través de un apretón de manos; preguntándole a continuación sobre su persona antes que un elfo entrara en escena y les permitiese el paso hacia el vestíbulo del lugar a preservar.

Editado 8 de Febrero del 2013 por Enrick W. Ryddleturn

[Juliens]

El elfo se había tardado mucho más de lo que Bastian estaba dispuesto a esperar. No le gustaba esperar, era -quizá- el único defecto que Bastian tenía (al menos eso es lo que él pensaba, pero claro -como es de esperar- hay muchos defectos que el patriarca Rowle no está dispuesto a aceptar. Quizá por orgullo, quizá por vergüenza, eso es algo complicado de descifrar) era la impaciencia. Su humor no solía mejorar cuando alguien tardaba. Por ello fue que Enrick llegó en el momento más indicado.

 

—Enrick Ryddleturn, tienes una forma muy peculiar de llegar; no me cansaré de decirlo — dijo Bastian.

 

Se volteó, y cuando sus ojos se posaron finalmente en Enrick, estos ya había adquirido su color original. Poco a poco, sus facciones fueron cambiando para volver a como debían ser. Ojos amarillos, el cabello corto y de color blanco, varias cicatrices en los brazos y un par en el rostro.

 

—Ya me aburrí de esperar, menos esperaré a un elfo — agregó el mortífago, quien comenzó a caminar de tal forma que buscaba rodear la casa. Hizo una seña para que el mago lo siguiera

 

[Thomas E. Gryffindor]

<< ¿Cómo es que sabe mi apellido? ¿Es que acaso se lo dije? >> se preguntaba el rubio con insistencia tras escuchar las palabras de aquel hombre a quien había colisionado; pero justo en el momento en que iba a inquirírselo, las facciones y rasgos más distintivos de Bastian Rowle comenzaron a asomarse en plena escena a las afueras de la mansión Ragnaventus; mejor dicho, en la fachada de la misma. - ¡Que bueno encontrarme con vos, Bastian! Ya veía que me quedaba en solitario y sin saber mucho qué hacer en estas circunstancias. Por cierto… perdón por chocarte así de pasmado… Suelo ser un tipo muy descuidado con el medio que me rodea. Cuando pequeño, mis hermanos me llamaban “manitos de hacha” por el nivel destructivo que podía alcanzar a tener cuando más distraído estaba - comentó el vampiro sin poder evitar sonreír tras memorar dichos recuerdos en su mente. - Quizás Hades está en San Mungo liado en su trabajo, es una responsabilidad bastante agotadora que digamos. Además, tengo entendido que pocas personas habitan en esta morada ¿No es así? Ya que no escucho muchos ruidos desde el interior - añadió el aspirante, al mismo tiempo que hacía caso a la seña del Rowle con el afán de que lo siguiese en exploración de los terrenos equidistantes de la casa a visitar. << Metamorfomagia… ¡Grandioso! >> pensó.

 

- ¿Me has investigado? Eres un tipo fuera de lo habitual, Bastian; aunque no he de tener un prontuario muy extenso. Y… en relación a ti… Te mentiría si dijese que te conozco mucho, ya que sólo sé de ti que eres muy buen amigo con mi madre y que además te gustan mucho los felinos. Tus tigres son reconocidos por todos los oriundos de Gran Bretaña - glosó el fornido mago sin dificultades, debido a que no poseía trancas que lo limitasen a dirigirle la palabra como a un camarada a dicho tutor que le escoltaba en el trayecto de rutina por los alrededores de la mansión. Lo que no sabía el mortífago era que a Enrick le habían borrado la memoria hace más de dos meses, poco y nada era lo que recordaba; menos de su época de misericordia y caridad. - ¿A qué te refieres con bondad? Si es en relación a mi trabajo como auror ministerial, te equivocas. Con Sophie, nuestra directora, estamos al corriente de varias denuncias en contra de la Orden del Fénix… y eso está en trámite mientras me inste a tomar una de las jefaturas vacantes como empleado más antiguo de allí. Sólo anhelo que pronto habiliten Azkabán para darles juicio como concierne - proseguía el ibérico sin soltar su varita en mano diestra por si algo llegaba a ocurrir en la inspección; ya que como auror sabía muy bien defenderse si lo atacaban junto a Bastian de manera sorpresiva.

[Juliens]

> dijo Bastian.

 

Él mismo había pasado por aquella engorrosa situación. Durante menos de un mes fue miembro activo de la orden del fénix, recuerdos que desaparecieron de su cabeza por una jugada sucia de un encantamiento. Habían confundido su cabeza de tal forma que lo obligaron a beber un sorbo de poción para olvidar. Aunque claro, con el tiempo logró despertar aquellos recuerdos haciendo uso de hechizos que se salían del control de los humanos. Su clan vampírico se especializaba en la naturaleza, y usando ese vínculo con la naturaleza es que había logrado mezclar los herbolarios exactos para preparar una pócima que -poco a poco- fue regenerando sus recuerdos.

 

—Mis tigres, mis imprudentes tigres — dijo el mago. Aquellos famosos tigres que le habían causado ciertos problemas con el ministerio, debido a que a su nombre había acaparado demasiadas criaturas; que al final tuvo que poner a nombre de su familia para que dejaran de molestarlo. —He de reconocer que yo fui mucho más imprudente que ellos, nunca debí dejar que los vincularan con mi persona. Perdieron su valor como espías — agregó. —Pero ahora tengo espías que son mucho más efectivos — agregó.

 

Disimuladamente señaló en dirección de una pequeña Hada que revoloteaba cerca de la copa de un árbol, haciendo como si las hojas la entretuvieran mucho más de lo normal. Ocultas a la vista, así era como Bastian solía conseguir información desde hacía ya varios meses.

 

—Lamento decírtelo, mi querido amigo, pero me parece que han inutilizado parte de tus recuerdos. Si algún momento quieres recuperarlos, no dudes en acudir a mi. Pero por ahora, creo, que es más sensato cambiar a un tema más agradable — dijo.

 

Se detuvo por unos segundos y sonrió.

 

—Así que al final decidiste seguirme, eres muy predecible — dijo el mago, dirigiendo sus palabras hacia los arbustos.

 

De entre las sombras, su gran tigre -Harimau- se hizo presente en la escena. Para aquel entonces, el sol ya casi se había ocultado por completo, la tarde había transcurrido demasiado rápido.

 

—Te presento, joven Ryddleturn, a quien fuere el más famoso de mis tigres — dijo Bastian.