Planta Baja: Trastienda

[Akiza Ravenclaw H.]

Con una sonrisa en el rostro, vio que si vendían los perros salchichas. Miré el lugar de donde me señalaba la chica, y vi la variedad de aquella raza especial. Me encantó un cachorro que estaba dormido. Así que escuchando lo que la chica me avisó le contesté inmediatamente.- Sería genial que al Aethonan me lo dejen en el domicilio gracias, y si también me quiero llevar a ese cachorro que está ahí...y si ya en estos momentos comienzo a llenar la ficha para poder llevármelo también.- mencioné con una sonrisa. y comencé a llenar el nuevo formulario.

 

ID: 28776

Nick: Akiza Ravenclaw H.
Bóveda: http://www.harrylati...za-ravenclaw-h/
Fecha: 2014/11/18

Nombre del producto: Perro Salchicha Dorado
Objetos, Criatura o Poción: C
Catalogación: X
Puntos por unidad: 10
Cantidad de unidades: 1
Precio por unidad: 500

Rango: Unicornio de Plata

Precio total: 500
Total de Puntos: 10

 

 

Al acabar de llenar, deposité la pluma y le tendí el formulario a la señorita.- Muchas gracias, también sería ideal que lo deje en mi domicilio, en la mansión Ravenclaw.. por cierto también tengo que registrar en algún lugar a mis dos nuevos animales?.- pregunté tranquilamente, mientras la señorita miraba el formulario. Así que me apoyé a ver a mis adquisiciones recientes. "Hice una buena compra" pensé muy feliz

Editado 21 de Noviembre del 2014 por Akiza Ravenclaw H.

[Caroline Ryddleturn]

Caroline Ryddleturn

 

La mañana de Caroline estaba saliendo bien y ya llevaba su primer venta. Había sido simple, pues sólo fue un gato anaranjado. Se parecía a Chanelle, la gata angora que compró a los dieciséis años, aunque diferían en el color ya que la suya era violeta. La compradora, Lunatica, ya tenía su mascota en los brazos y en su rostro se podía ver lo feliz que la hacía. ¿Desde cuándo ella estaba para hacer feliz a las personas? Era una total contradicción, pero aun así no podía dejar de sentirse bien. Iba a preguntarle a la joven si necesitaba algo más, cuando ella le habló.

 

—Debes registrarlo —respondió con una sutil sonrisa—, pero no acá, sino que en el Departamento de criaturas mágicas. —Caroline sacó un trozo de pergamino y le escribió la dirección en él—. Tome, allí está la dirección por si no sabe donde queda —señaló, mientras le entregaba el papel—. Puede llevarse a su gato sin ningún problema y luego ir a hacer ese trámite —concluyó sin dejar de sonreír.

 

La Ryddleturn conocía perfectamente como se realizaba el registro de criaturas, ya que contaba con muchas a su haber y varias veces tuvo que ir hasta allá. También tuvo que hacerlo cuando Antoinette la transformó en vampiro, para no estar fuera de los márgenes legales del Ministerio de Magia. Se podía decir que eso era lo único legal que había hecho en su vida, porque todas sus demás actividades en Ottery eran ilícitas; desde ser Mortífaga hasta estar en una mafia. Precisamente estaba allí junto a Leah, su compañera que en ese momento atendía a Akiza.

 

—¿Tiene alguna consulta más? Puede hacerla sin ningún problema.

 

OFF:

 

@ como dije on rol, el registro se hace en el Departamento de criaturas mágicas. Lo que sí, primero debes tenerlo en la ficha y un conciliador se pasará a certificarlo cuando Gringotts ya haya hecho el descuento en tu bóveda. Cualquier otra cosita puedes preguntar.

 

¡Un saludo!

[Luna Gryffindor Delacour]

Le sonreí alegremente, estaba tan feliz que no cabía en si de felicidad, casi si quise darle un abrazo pero me contuve a tiempo, no podía ir abrazando a cuanta persona se me pusiera por delante y puse los ojos en blanco ¿el departamento de criaturas mágicas? ¡¡¡pero si era en donde yo trabajaba!!! así que no me costara nada ir para registrarlo, seguramente Nats me lo registraría o algún otro de mis colegas, estaba tan feliz por aquel descubrimiento que sonreí sin poderlo evitar aquel día mi sueño de tener un gatito se haba cumplido por suerte.

 

 

- Por cierto que yo trabajo allí mismo, mi jefe es Nathan sin ir mas lejos, así que tendría que saber que debo ir allí, solo que soy nueva entonces por eso, pero claro que iré a registrarlo en cuanto pueda hacerlo ¿no es adorable? - Le comente riéndome, divertida de ver, al fin a mi gatito en mis brazos y sus pequeños maullidos que me hacían reír sin parar -

 

Me pregunto ¿que la llevaba a trabajar allí? quizás la satisfacción de hacer felices a las personas, como a mi me daba satisfacción estar en mi trabajo justamente para eso adoraba mi trabajo, así que ahora mismo iría a la oficina de criaturas mágicas, para poderlo registrar sin problemas y que sea legal por supuesto, aunque primero esperaría el descuento en mi bóveda y que alguien pasara a certificar mi compra en mi ficha para así luego poderlo registrar, asi que sin más simplemente le dije sonriendole feliz.

 

- No ninguna duda más, nos vemos cuando quiera otro animalito y gracias de nuevo - Le comente sonriendole alegremente -

 

Me aleje del sitio con mi gatito en brazos directo a mi casita para poderselo presentar a todos, seguro que mis padres ya me echarían de menos y yo no podía hacer más que sonreír al verlo dormir tranquilamente, al menos, él si dormía por su dueña, cosa que me hizo reír al pensar que era comisco que una vampiresa tuviera un gatito que durmiera todo el día.

 

Off:

 

 

@ entonces espero que el conciliador pase a certificarlo en mi ficha y luego ¿voy al departamento? ¿o ya puedo ir sin tenerlo en la ficha? gracias por la ayuda y disculpa las molestias.

[Leah Snegovik]

~Leah Atkins

 

 

 

 

— Nada mal, Line —le dijo a su amiga con una sonrisa, enfocando sus ojos en su cliente antes de que empezara a hablar.

 

Asintió alzando las cejas como un reflejo del que no era consciente y buscó en el mostrador el formulario de envío de las criaturas. Rápidamente empezó a trazar en él, anotando todos los datos que la mujer le estaba dando al mismo tiempo que ella se entretenía llenando el segundo formulario de compra. Miró el reloj que estaba en la pared sin dejar de escribir y se sintió más tranquila; tendría que llevarlos en la tarde, aún era demasiado temprano. De cualquier manera, no era tan lejos.

 

El castillo Ravenclaw... ¿Cuánto tiempo tenía sin pasarse por allí? Aún seguía marcada como antigua matriarca y sabía que Helena iba a armar una fiesta si la veía por allí, era la única que entendía lo que era ser mala a su nivel. No obstante, las memorias era lo menos que le emocionaba de regresar a la familia de la sabiduría. Años tenía sin pisar ese lugar y sabía que iba a sentir una enorme oleada de sentimientos aplastantes, de esos que acababan por hacerla pensar demasiado. Pero decidió olvidar el asunto mientras tomaba lo que le tendía Akiza.

 

— Podemos llevarla a su domicilio, sí no hay problema con eso —aseguró, mirando un momento el papel y luego a la mujer—. En cuanto al registro, sí, debe pasar a registrar a las criaturas en el Departamento de Control y Regulación de criaturas mágicas en la división de Bestias. Le facilitaré la información en un momento.

 

Esbozó una sonrisa amable donde sus dientes blancos resplandecieron un poco y volvió su atención al formulario. Todo estaba en orden, tenía el mismo pequeño error de antes, pero no pasaba nada, de igual manera tenía el registro de antes. Verificó los stocks y satisfecha con el resultado, tomó el sello del Concilio de Mercaderes y lo plasmó en el formulario antes de colocar su firma en la parte baja del mismo. Dejó el formulario en su lugar correspondiente, de igual manera que hizo con el formulario de entrega y tomó un pergamino vacío en forma rectangular.

 

— Aquí tiene —explicó al terminar de escribir, entregándole el papel—, la dirección y las especificaciones. ¿Desea algo más?

 

 

 

Off:

 

Compra de un perro salchicha aprobada, me la llevo a oficinas para que sea certificada.

 

@@Akiza Ravenclaw H.@ Una vez que la criatura esté en ficha, hecho el descuento de Gringotts y certificada por el Concilio de Mercaderes, podrán pasar a registrar sus criaturas en el Departamento de Control y Regulación de Criaturas Mágicas, división de Bestias.

 

Si tienen alguna otra duda, por favor hacerla llegar y responderemos en la brevedad posible ^^ ¡Saludos!

[Caroline Ryddleturn]

 

Caroline Ryddleturn

 

Las ventas de ese día habían salido del todo bien. La joven a la que Caroline atendía le contó que ella trabajaba en el Departamento de criaturas mágicas, sólo que aún era nueva y por eso no se manejaba muy bien. Volvió a hacer una pregunta, respecto al registro de su gato, pero antes de que alcanza a responder, Leah se le adelantó y le dio toda la información que precisaba. Le dedicó una sonrisa en señal de agradecimiento y asintió hacia Luna confirmando lo que su compañera decía. Se despidió de ella y luego se sentó sobre el taburete, viendo como Akiza se retiraba.

 

—Creí que este lugar sería aburrido —murmuró y se cruzó de piernas—. Aunque claro, debo admitir que si no fuera por ti, me estaría cortando las venas en este momento —bromeó y soltó una breve carcajada—. Nunca creí que tendría que trabajar. —Caroline resopló y miró sus manos que estaban sobre su túnica.

 

Tantos años había robado para asegurar su futuro y al final mucho no le había durado. Los excesos, los viajes, gastos innecesarios habían ido acabando poco a poco con su pequeña fortuna. Tampoco es que estuviera en la quiebra, porque aún le quedaba un considerable monto, pero era consciente de que pronto se acabaría. Había invertido en una nueva colección de ropa y ni siquiera la podría estrenar, porque le cedió sus acciones de "La Vérité Ou Conséquénces" a Elaena y ahora ella se encargaría de eso; había escuchado que planeaba un lanzamiento a lo grande.

 

Antes de comenzar a odiar a su dopplegänger porque siempre se llevaba lo mejor de todo, empezó a buscarle el lado bueno a su trabajo. Caroline se fijó en las criaturas que allí habían: gatos, lechuzas, ranas, serpientes. ¿Y los mágicos dónde estaban?

 

—Leah, ¿dónde están las criaturas más grandes y poderosas? —preguntó y atropelladamente añadió—: Oh, ¡los dragones! ¿dónde los tienen? —concluyó con una particular emoción.

[Leah Snegovik]

~Leah Atkins

 

 

 

 

— Créeme, Line, es aburrido cuando estás completamente solo —respondió, soltando una pequeña carcajada una vez que los clientes abandonaron la Trastienda—. De no ser por los miembros del Logia Eligentium habría muerto aquí o me habría convertido en un autómata.

 

Se encogió de hombros y se reclinó sobre el mostrador, escuchando el resto de lo que decía la Ryddleturn.

 

— No te preocupes, no creo que necesites las ganancias de aquí como sustento —la miró y esbozó una amplia sonrisa cómplice—. Siempre podemos volver a las andadas en La Cosa Nostra, aún tenemos que darte tu parte del... asunto Clearwater.

 

La Atkins nunca había tenido que trabajar para mantenerse, había nacido con el dinero y se había criado con él. Pero claro, teniendo una familia de mafiosos, era fácil de comprenderlo. Por otro lado, le gustaba mantenerse en movimiento y haciendo algo, si no se sentía inservible. El Ministerio de Magia la había mantenido ocupada por un par de años, pero el Concilio de Mercaderes se había ganado su atención total.

 

Aparte de eso, siempre conseguía un poco más de ganancias de las que tenía por los mismos asuntos de la Cosa Nostra. Pero con el oro falso, todo se había complicado. Ella misma había realizado un par de transacciones bancarias que no eran del todo legales y tenía la impresión de que había puesto un granito de arena cuando se esparció el oro Leprechaun. Claro, que nadie tenía que enterarse, aparentemente ni Ashley había llegado a notarlo.

 

— ¿Quieres ver a los Dragones? —rió, regresando a la realidad junto con Caroline—. Creo que solo nos queda uno... Digamos que estamos bajos de stocks con las mejores criaturas. Sin embargo, creo que aún tenemos cosas que podrían agradarte.

 

Se separó del mostrador y le indicó con un ademán que la siguiera, guiando la comitiva hacia la parte trasera de la Trastienda. Un amplio depósito, menos iluminado que el resto de la planta, se abría paso después de una puerta arqueada y dejaba a la vista jaulas mucho más grandes de las que habían delante. Las criaturas mágicas, las más costosas y raras de Londres, las miraron con curiosidad mientras pasaban entre ellas.

 

— Aquí hay un dra... —pero sus palabras quedaron en el aire al cruzar la esquina, donde había una enorme jaula, y se quedó completamente inmóvil—. No te muevas.

 

La jaula estaba abierta, ¿dónde demonios estaba? Era imposible que se saliera solo... ¿o no? Un Ridgeback Noruego estaba suelto y tomando en cuenta que la Trastienda no era muy grande, estaban en problemas.

[Caroline Ryddleturn]

Caroline Ryddleturn

 

—Claro, a eso me refería —añadió, en respuesta a Leah—. Debe ser horrible estar solo aquí. Terminarías hablando con las lechuzas. —Caroline continuó riendo y escuchó lo que su amiga le decía.

 

Tenía razón respecto a eso. Aún quedaba la mafia y allí podría obtener grandes ganancias. Pero no quería que sus amigas la ayudaran; eso dañaría indudablemente su ego. Además, siempre se las había valido por sí sola. Eso fue la que la llevó a abandonar los lujos del Castillo Ryddleturn a los dieciseis años. Quería dejar de ser la pequeña niña de Anna y ser una mujer independiente. Al principio lo logró y luego empezaron a llegar las consecuencias: huir de Francia, regresar al regazo de su madre y finalmente terminar quince años en un ataúd. Sí, todo había salido bien.

 

—No te preocupes por eso, Leah. —Le hizo un gesto con su mano derecha—. Lo hago por diversión. Aunque sí, tengo ganas de regresar a las andanzas. Podríamos planear un gran golpe y tomar vacaciones luego —sugirió y sonrió ampliamente ante la posibilidad de irse al caribe.

 

No había nada mejor que pasar unos días en la playa y ella lo necesitaba. Mucho estrés en los últimos meses y seguramente con el trabajo terminaría peor. Podría invitar a la Atkins y luego allá buscarían algo de compañía masculina. Era un plan agradable. Se lo iba a comentar a Leah, cuando ella cambió de tema y respondió que quedaba un dragón en la trastienda y que a pesar del bajo stock habían criaturas que podrían agradarle. Caroline se levantó de un salto del taburete y se quitó la fea túnica, ya que seguro que donde fueran nadie la vería.

 

—Sí, yo quiero verlo —soltó, como una niña que añoraba un dulce.

 

Siguió a la mujer hacia la parte trasera de la Trastienda. Llegaron a una amplia sala, poco iluminada y repleta de jaulas. Habían de todos los tamaños, como la diversidad de criaturas que allí había. El tamaño precisamente no indicaba la peligrosidad y Caroline lo sabía perfectamente. Avanzaron con cierto cuidado, siendo observadas por centenares de brillosos ojos. Sus tacones metían más ruido de lo que ella habría esperado y estuvo tentada a quitárselos, pero recordó que quedaría muy baja al lado de Leah. Justo ahí le comentó que en la jaula que le indicaba había un dragón.

 

Había un dragón.

 

—No lo haré —susurró, ante el miedo y la sorpresa de que la reja estuviera abierta y no hubiera nada—. ¿Cómo diablos se escapa un dragón de acá? Este lugar no es muy grande y de haber salido habría destrozado la trastienda —murmuró, intentando buscarle lógica a la situación.

 

Y su lógica tuvo sentido. Un montón de jaulas volaron sobre sus cabezas y Caroline alcanzó a hacer a un lado a Leah para que no fuera aplastada. Su acto provocó que cayeran sobre el polvoriento suelo. Chillidos de todos los tipos llenaron el depósito, producto de las criaturas que se quejaban por el alboroto, mas ese no era el peor de sus problemas. El Ridgeback Noruego soltó una enorme llamarada muy cerca de ellas y por suerte no le dio a ningún ser vivo. El calor abrumó a la vamipiresa y como no, si era algo que la podía matar. Necesitaban detenerlo como fuera.

 

—¡Aguamenti! —conjuró y apuntó a las llamas.

 

El chorro de agua las apagó, aunque con eso no sería suficiente. Su magia era tan limitada y mucho no podría hacer con semejante animal.

[Leah Snegovik]

~Leah Atkins

 

 

 

 

El silencio de la trastienda era interrumpido por una respiración leve y casi imperceptible. Incluso para ella, que era una demonio, era imposible decir de dónde provenía el sonido exactamente, solo lo percibía como un susurro en el aire estático. Se mantenía tan inmóvil como cuando había advertido a Caroline y miraba al frente en busca de un par de ojos enormes, esperando ver al dragón de un momento a otro. Pero no había nada, solo oscuridad. Si hubiera encendido la luz... Las palabras de la Ryddleturn la hicieron moverse un poco para mirarla.

 

— Las que necesitamos salir somos nosotras, lo que menos me preocupa es la Trastienda... —dijo en un susurro. Pensó en los animales e hizo una mueca—. Tal vez necesitemos hacer un par de hechizos de protección...

 

Pero antes de que pudiera seguir con su intento de plan, el estruendo a su costado la hizo dar un respingo y luego sintió el impacto del cuerpo de Caroline contra el suyo. Su distracción casi le pasa factura y de no ser por ella, habría sido aplastada. Maldijo por lo bajo con el rostro contra el sucio suelo y justo cuando pensaba en ponerse de pie, una llamarada resplandeció a sus espaldas. Tragó en seco y giró sobre su cuerpo, sacando la varita mientras buscaba de nuevo al animal.

 

Realmente no podían hacer demasiado con semejante bestia ellas dos. Normalmente se ocupaban cinco personas con un dragón tranquilo, con un Ridgeback Nouego no iban a poder hacer más que defenderse... medianamente. Las criaturas chillaban y protestaban desde las jaulas que habían caído, temiendo morir presas del fuego del dragón. La Atkins solo tenía ojos para la enorme figura oscura que las asechaba, sin tener una idea muy fija de qué hacer. Pero eran dos mortífagas, algo inventarían.

 

— ¡Incárcerus! —soltó la rubia, haciendo una rápida y efectiva floritura hacia el hocico del animal.

 

Tres cuerdas se tensaron alrededor de la peligrosa salida del fuego y la mujer se permitió respirar, aunque se adelantó demasiado. Más enojado que antes, el dragón abrió las fauces y rompió las cuedas como si fueran de goma, soltando un fuerte gruñido. Pudo ver las llamas empezar a formarse desde su garganta y no lo pensó dos veces.

 

— Las criaturas, Carol, rápido —le dijo, sintiendo como una gota de sudor se le deslizaba por la espalda—. Wingardium Leviosa.

 

Solo logró mover la mitad lejos de la zona de ataque del dragón, arrojándolas con poca delicadeza al otro lado. Lo importante era que se mantuvieran con vida y que no murieran achicharradas por un dragón escapista. Aún estaba en el suelo, sintiéndose verdaderamente indefensa frente a su nuevo enemigo y sin saber qué hacer para detenerlo. Si bien ahora tenía más hechizos, no estaba todavía en el nivel necesario ni para aturdirlo. Entonces la llama se hizo más grande y se lanzó hacia la derecha, rodando sobre sí misma.

 

El calor que le llegó era demasiado fuerte, la llamarada le pasaba peligrosamente cerca del brazo y estaba segura de que su túnica era lo que estaba oliendo a quemado. Se deshizo de ella con toda la velocidad que pudo, tratando con todas sus fuerzas de no tocar el montón de llamas que aún salían del hocico del dragón y luego recordó a Caroline. Mi.erda, pensó. ¿Habría logrado moverse a tiempo?

 

— ¡Line! ¿Estás bien? —gritó sobre el rugido del animal, esperando escuchar por lo menos un quejido en respuesta.

[JuanaLovewood]

Un día como cualquier otro, la Delacour se encaminaba feliz al Magic Mall, dispuesta a comprar una mascota, un nuevo compañero en su vida. Tenía una gran ilusión. Siempre, en el orfanato, veía como la gente paseaba felizmente con sus mascotas, tan sonrientes. Entonces fue que entró en el gran lugar y, admitámoslo, se perdió unas tres veces hasta que, por fin, consiguió luego de una hora encontrar el lugar indicado y, con su sonrisa característica, pidió los formularios. Una mujer sonriente se los entregó y Juana se puso a recorrer el lugar para decidir qué mascota llevaría.

 

Tardó otra hora en decidir y estaba apunto de llevarse un gato negro común y corriente cuando lo vio, un Zorro cria hermoso y de un color anaranjado, saltando.

Se decidió enseguida y rellenó el formulario son siquiera consultar el coste.

 

OFF---

 

ID

Nick: JuanaLovewood http://www.harrylatino.org/index.php/topic/104336-juana-lovewood-evans/

Bóveda: 104347 http://www.harrylatino.org/index.php/topic/104347-boveda-de-juanalovewood/

Fecha: 19 - 12 - 2014

 

 

Nombre del producto: Zorro VA

Objetos, Criatura o Poción: C

Catalogación: X

Puntos por unidad: 10

Cantidad de unidades: 1

Precio por unidad: 500 G

 

Precio total: 500 G

Total de Puntos: 10

 

Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: Aprendiz

Editado 20 de Diciembre del 2014 por JuanaLovewood

[Derek Lúcien]

La breve explicación de la jefatura del Concilio había terminado, y ahora el castaño estaba libre para empezar a realizar su trabajo, por lo que descendió de las oficinas hacia las plantas en las que los clientes acudían para comprar. Era época navideña, por lo que suponía —aunque no estaba del todo seguro— que habría bastante gente realizando algunas compras. Pasó por algunos de los pasillos observando lo que vendían, así como también a alguno que otro comprador que observaba interesado los mostradores.

 

Le llamó la atención una muchacha que estaba observando a un pequeño gato, al parecer bastante interesada en comprarlo. Fue hasta detrás del mostrador y esperó a que la muchacha se decidiera a comprar al pequeño felino; pero luego de estar unos segundos con él, observó a una de las criaturas que había llegado apenas esa mañana: una cría de zorro que estaba a algunos metros de donde se encontraban los felinos.

 

La mujer ni bien lo observó, tomó uno de los formularios y con bastante apuro lo llenó sin siquiera consultar el precio que tenía la cría. No era un precio muy caro, pero valía la pena, ya que aquellas criaturas no sólo ofrecían compañía, sino también bastante protección cuando llegaba a una edad adulta. El castaño observó los movimientos de Juana, y luego de que la mujer terminara de llenar el formulario, se acercó a ella para recogerlo.

 

—Buenos días —musitó, alargando la mano para recibir el pergamino. Lo revisó atentamente para revisar que todo esté en orden—. Está todo bien. Tu compra procederá, la llevaré a oficinas. Si no tienes ninguna duda o quieres comprar algo más, puedes llevarte al pequeño. Gracias por tu compra.

 

Colocó un sello sobre el pergamino y lo colocó sobre el escritorio que tenían.

 

OFF:

 

@@JuanaLovewood Tu compra está lista :3 La llevaré a oficinas para que esté todo en orden. Si tienes alguna duda, estamos para ayudarte.

 

Saludos!