The Arabic Place (MM B: 94021)

[Isabelle.]

Un poco perdida por el dulce recuerdo del encuentro de sus labios entre el Black y ella, a la joven Ryddleturn le resulto bastante dificil seguir el peque;o dialogo que hubo entre el y la joven bruja que se les había acercado para pedir su orden. En ese momento los azulados ojos de Bel examinaban sus manos entrelazadas, las que afortunadamente la llevaron a encontrarse con la intensa mirada del mago, el cual acababa de besarle el dorso de la suya.

 

Sonrojo de inmediato, sin embargo, poco a poco la tensión junto a la preocupación que sentía se fue perdiendo, mas aun cuando vio como el mago hacia reaccionado a toda la situación vivida: acercándola un poco mas a el con todo y silla.

 

- pienso lo mismo - Susurró la bruja como respuesta.

 

Aun jugaba con su mano, acariciándole cada que se perdía en el y se veía obligada a desviar su mirada hacia otro lugar, siendo sus manos entrelazadas el lugar ideal para fijar sus ojos.

 

- por fin confirmo que en la gala no cometí un error -

 

Sus palabras salieron de la nada, al parecer el recuerdo de su primer beso tenia completamente preocupada a la mortifaga, pues no había tenido la oportunidad de confirmar si aquello había sucedido nada mas por el ambiente o si por fortuna, ella era correspondida, como parecía serlo.

[Bodrik]

Obviamente Joaquín conocía lo mucho que servía tener contactos en el área de trabajo que uno deseaba desempeñar, pero también reconocía el trabajo duro. Ese chico no dejaba de ser gentil en ningún momento, ¿De qué forma habría sido criado?; tal vez eso no lo enseñaran a un huérfano en Rusia.

 

Mientras hablaban la joven bruja no podía evitar mantener toda la atención, en las palabas del Ganger, olvidándose de comer y de no ser porque por momentos se daba cuenta que él se llevaba un bocado a la boca, Bodrik quizá no habría terminado su plato nunca. Ella comía a un ritmo muy pausado, pero poco a poco su extraño emparedado perdía peso., cada vez que ella mordía.

 

-Jajá, Muchas gracias por el cumplido- dijo con una sonrisa: para ella saber que al menos aparentaba esos 16 años. Su mente y sentimientos era de una adolescente de 16 años, aunque su nivel de responsabilidad sin duda alguna era de una muchacha mas adulta.

 

-Te parece fascinante que sea una completa mescolanza –sonrió agradecida.

 

-¿Te gusta ser Vampiro?-Quiso saber. Su padre siempre luchaba contra su naturaleza vampírica, y le enseño desde chica a controlar su sed, hasta poder salir a la calle con la tranquilidad de no ser un peligro ambulante.

Editado 8 de Abril del 2012 por bodrik

[Joaquín Granger]

La velada se tornaba muy agradable, tranquila, con una comida deliciosa y una muy buena compañía, Pero lo mejor para mí era que nos contáramos estas partes de nuestra vida, que permanecía en secreto, sin embargo y con la naturalidad con la que hablábamos, parecía que ambos contábamos las cosas a un amigo de toda la vida. Llevé otro bocado a mi boca, la comida disminuía de a poco, pero la bebida se mantenía casi al mismo nivel, di un sorbo para rebajarlo un poco.

 

Contemplaba a la joven, era cortés, elegante, amable, y hablaba con propiedad. Nunca hubiera siquiera pensado en su edad verdadera, y si lo pensaba bien, ni siquiera hubiera creído que de verdad tuviera 16 años, yo ingenuamente pensaba que ella podría quizás tener 20 pero que su rostro se conservaba en el de una adolescente. Recordaba mis 16 años, edad en la que sin pensarlo mucho escapé del orfanato, la mejor decisión de mi vida.

 

-No tienes que agradecer, solo digo lo que pienso -respondí ante su agradecimiento -Y si, puede que seas una completa mescolanza, pero eres una criatura fascinante, con cada pequeña parte de las habilidades de todas las razas que has heredado ¡Tiene que ser fantástico! -Exclamé sin el mínimo interés en ocultar mi entusiasmo por las criaturas mágicas.

 

Una pregunta por parte de la joven, hizo que mis ojos soltaran ese brillo particular, como siempre que me preguntaban sobre mi vampirismo, uno de mis temas favoritos de conversación. Sin embargo no quería aburrir a la joven como me convertí en vampiro, y fui desarrollando mis poderes. Como gracias a ellos obtuve mi pequeña fortuna y una buena vida por largos años, y como fui, también testigo de los adelantos de la tecnología. Todas esas historias, propias de un viejo, no saldrían de mí aquella noche.

 

-La verdad que ser vampiro fue lo mejor que me hubiera podido pasar -comenté, mientras sonreía -Y aquí entre nosotros, para serte sincero debo decirte que por ser vampiro he podido vivir, de otra forma hubiera muerto a los 24 años -agregué, esa era otra parte de mi vida, bastante oculta -¿Y tú qué opinas de poseer todas esas razas? -le pregunté interesado, luego bebí un sorbo de mi cerveza.

[Sol Lestrange Black]

Tras responder mis preguntas Roxie se marcho por mi bebida. Me entretuve mirando pasar a la gente y tamborileando con los dedos siguiendo el ritmo de aquella relajante y cadenciosa música oriental, que me llevaba lejos, mas allá de aquellas paredes y velos. Consulté mi reloj nuevamente faltaba poco para que Eli llegara , me sentía rara sentada ahí sola.

 

Roxi apenas tardo unos minutos en volver con aquella vistosa bebida, lo que me provoco una sonrisa agradecida, el estar sola en aquel concurrido lugar donde al gente se divertía, no me confortaba mucho .

 

-Muchas gracias- tomé la pajilla y di un pequeño sorbo a mi bebida, saboreando y disfrutando su dulce sabor.- Me alegro que todo este bien cariño, veras que la academia se te va como agua entre las manos y cuando menos pienses seras toda una bruja.- afirmé- cuando tengas un tiempo podrías ir al Castillo Lestrange a visitarme, mi elfina hace unos pasteles delicioso querida.- elogie- Así tendremos mas tiempo para charlar...

[Roxanne Rambaldi]

Sonreí al ver como le gustaba la bebida, pero a pesar de esto se veía extraña. Me senté frente a ella y mire el fondo de la bebida mientras escuchaba la invitación a su castillo.

 

-Muchas gracias, algún día pasare por allí, seria divertido-dije mientras sonreía mirando la ventana.- si...ahora tendré que cursar rol básico, eso me dejara sin tiempo pero me lo haré, tampoco sera tanto...sabes quien me hará clase? dime! yo se que tu sabes

 

Le sonreí poniendo mi mejor cara de angelito, abriendo los ojos y haciendo unos pucheritos que difícilmente se podría resistir.

 

-Ya se! eres tu ¿verdad? seria genial que fueras tu...aunque lo dudo...pero lo eres dime...-susurre rogándole.

[Sol Lestrange Black]

Sonreí divertida ante al inquietud y ansiedad de la joven bruja, sus ojos brillaban expectante esperando una respuesta afirmativa de mi parte que desgraciadamente no llegaría.

 

- Lo siento cariño, pero lo mio es Generales...- le dije sin perder la sonrisa dulce. - Pero seguramente tendras unos profesores excelentes que te ayudaran muchísimo, ya veras.

 

Mire de forma inconsciente el reloj, algún contratiempo debía haber detenido a Eli, ya era tarde, no sabia si seguir esperando o marcharme después de terminar mi bebida, di un sorbo mas a mi dulce cóctel y su suave sabor endulzo mi lengua, haciéndome sonreír.

 

- Me gusta verte tan emocionada con tus clases, esa es una buena señal de que las disfrutas y tienes todas las gans de aprender.

[Dorothy Anne]

Lo único que estaba presente en la mente de Dorothy, era Arabic Place, lugar en el cual se encontraría trabajando en un par de minutos próximos. La chica hace unos días había llenado su planilla de inscripción solicitando el puesto para atender la barra. Estaba nerviosa, jamas en su vida había tenido la necesidad de trabajar, todo lo contrario, siempre estuvo rodeada de mimos y placeres. Pero tras la muerte de su madre y su reciente llegada a Ottery, sabía que era más que necesario ejercer una labor.

 

Sigilosa, abrió la puerta del lugar, y nuevamente se fascinó al ver la gran peculiaridad que tenía. La decoración estaba cuidada hasta en el más mínimo detalle, cosa que lograba que la castaña se sintiera feliz de trabajar en tal lugar. Al menos su primer empleo era realmente magnifico, no tendría objeción alguna en estar ahí.

 

Se sentía un aura alegre en el sitio ya que estaban celebrando su inauguración. Había comida y bebidas por doquier, además de que una agradable música inundaba el ambiente. La gente se divertía entre risas y charlas, el festejo era un total éxito. A unos cuantos metros lejanas a ella, estaban las figuras de Roxie y Sol, la primera era una de sus compañeras en la Academia, y la segunda fue su profesora. Al ver el atuendo que tenía su compañera no pudo evitar preguntarse si también trabajaba allí, así que decidió acercarseles al par.

 

- Hola, chicas. Es una agradable sorpresa verlas por aqui- Saludó con una gran sonrisa. Era grato para ella verlas nuevo- Roxie, al parecer trabajar aquí ¿No es cierto? Sería de gran ayuda para mí que me guiaras un poco.

 

De nuevo, recorrió con la mirada el recinto, quería conocer cada detalle de este. Notó que además de Sol y Roxie, también había otra persona que conocía. Era Darcy, otro de sus compañeros, quien estaba muy entretenido entablando conversación con una hermosa joven. Dorothy se relajó al saber que para su suerte, no sería una completa extraña.

[Roxanne Rambaldi]

Reí ante el comentario de mi profesora, era obvio que no podía decirme, pero tampoco perdía nada en preguntar, de todas formas seria divertido cursar la clase.

 

-Sip, estoy feliz, ojala pueda aprobar...-comente pensativa.- no quiero reprobar tal como lo hice la primera vez en generales..., fue contigo con la que reprobé?

 

No pude evitar sonreír al darme cuenta que Dorothy llegaba al lugar, sonreí a sol en señal de respuesta y luego saque una silla para que esta se sentara, al menos por el momento, luego tendría que enseñarle la cocina, la barra y otras partes que eran básicas para trabajar aquí.

 

-Claro Dorothy, te enseñare en un momento así dejamos que Sol pueda esperar tranquilamente a quien sea que este esperando.-sonreí esperando la reacción de mi profesora.- tal vez quieras algo para comer, digo mientras esperas...

[Bodrik]

La noche continuaba tranquila y maravillosa. Compartir todas aquellas intimidades con Joaquín, no era más que la muestra de la confianza que ese chico le inspiraba; como si fueran amigos de toda la vida, confidentes. Lo gracioso era saber que hacía pocos días se habían conocido por casualidad en la Sala común de os centauros de Boldwyn, al casa de la Academia de magia, que dirigía la joven bruja.

 

-Eso es muy tierno-dijo sin dejar de sonreír, pues ese chico sabia como alagar a una mujer-Bueno mi cabeza está llena de cosas, puedo sentir la energía de una persona, y puedo hacer uso de ella, claro sin hacerle daño ó afectarlo-Aclaro.

 

-A mí me gusta que seas vampiro-

 

La muchacha continuaba comiendo de vez en cuando un poco de su platillo, disfrutando del delicioso sabor de la comida árabe y bebiendo regularmente de su cerveza de mantequilla. Pero sin duda la estupenda compañía de alguien que a pesar de ser bastante mayor, conseguía hacerla sentir una chica especial.

[Joaquín Granger]

La velada se tornaba maravillosa, tranquila y perfecta. Ambos nos contábamos cosas pero manteniendo el respeto mutuo. La cita también era formal y tranquila, como las que me gustaban a mí, pero aún así era divertida y agradable. Era la combinación idónea, una excelente y agradable compañía, un ambiente muy bonito y una comida sumamente exquisita ¿Qué más podía desear yo en aquel momento? nada, absolutamente nada.

 

Sonreí anta las palabras de Bodrik, no podía negar que a veces salía alguno que otro coqueteo, no con toda la intención, pero me alegraba saber que lo había tomado a bien. Volví a escuchar lo que me decía la SemiVampiro. No pude evitar pensar lo genial que sería tener toda esa cantidad de habilidades, si para un simple vampiro era fácil hacerse con una presa, para alguien como Boo sería cuestión de segundos, y me atraía eso de que podía manipular mentes ajenas, simplemente era grandioso.

 

La chica volvió a hablar mientras yo llevaba uno de mis últimos bocados de garbanzo a la boca, la comida también era deliciosa. Sus palabras, no lo voy a negar, me emocionaron, porque jamás nadie había dicho que le gustara mi vampirismo. Si bien siempre decían que estaba bien o que no era un detalle muy importante, no era que les gustara. Por eso en aquel momento había conocido a alguien que me entendería ¿Es que podía caerme mejor esa joven?

 

-Vaya... -dije sonriendo radiante- nunca nadie me había dicho que le gustaba mi vampirismo, gracias -dije y bebí un sorbo de mi cerveza de mantequilla.

 

Continuaba comiendo y casi acababa, no sabía si era porque yo comía muy rápido o porque Bodrik lo hacía muy lento, en todo caso ya me había llenado y no tenía la necesidad de comer más solo las ganas. Miraba discretamente a Boo, ella era la compañía ideal, educada, elegante, respetuosa y no evadía las preguntas, además de que era muy directa cuando quería saber algo, reunía todos esos atributos de forma perfecta, y la verdad no podía guardármelo.

 

-Boo -dije sonriendo- aunque no haya terminado la cita aún déjame decirte que has resultado ser la compañía perfecta -comenté manteniendo la sonrisa.