The Arabic Place (MM B: 94021)

[Ela Karoline]

Las respuesta de la pelinegra a todas sus preguntas resultaban espontáneas excepto por la ultima, que no solo le robo algunos segundos antes de contestar, sino que hizo que su semblante y su cuerpo cambiara bruscamente a un estado menos cómodo y un poco tenso. Por supuesto que preguntarle de frente sobre su vida y no sobre el trabajo, sino de la Bodrik mujer era invadir un poco su privacidad.

 

-Mi niña- expreso apenas la escucho cubriendo una de las manos de la chica con la propia. -Nunca es fácil, encontrar equilibrio y la persona adecuada- agrego con toda sinceridad, preguntándose el porque una bruja tan hermosa por fuera como por dentro se sentía sola y sus compañías eran efímera, para la rubia, Bo seguía siendo su pequeña princesa, no solo por edad, sino porque aun conservaba esa candidez e inocencia, esa sencillez y lealtad que solo podía darse en seres puros de alma.

 

-Lo que yo veo es que no tienes tiempo para ti, a mi me encantaría que tu príncipe azul llegara cabalgando en un corcel al castillo- río un poco al notar que eso era del siglo pasado -O por lo menos volando en una escoba, pero es mas seguro salir al mundo- palme de nuevo la mano de su nieta y se arrellano en el asiento.

 

-Debemos empezar a salir y a divertirnos, es la unica manera de conocer a mas personas y entablar amistades que te saquen esa soledad de encima- la observo con detenimiento para luego concluir.

 

-Eres hermosa, así que no sera difícil y yo estoy dispuesta a acompañarte en esta aventura- le guiño un ojo en espera de hacerla sentir mejor y de que tomara su sugerencia en cuenta.

[Bodrik]

Por supuesto que era incómodo, y no porque no le tuviera toda la confianza a su abuela, sino porque a ella misma no le gustaba pensar en su propia soledad, una soledad del alma y del corazón que pese a que era feliz al lado de las dos personas más importantes de su vida, deseaba compartir con alguien todos esos momentos.

 

Su mano sobre la suya era la confirmación de que su mejor regalo en la vida era su familia y ella deseaba prologar ese momento en que solo eran Cye y ella – Si, a veces olvido lo realmente importante – le explicó. Hizo una pausa escuchando lo que su abuela le decía sobre el príncipe azul- a veces creo que no existe un príncipe para mí, ni en caballo ni escoba-

 

Se había preguntado muchas veces sobre su soledad, algunas pensaba que algún día contraria a alguien que la amara y valorara como era, pero otra veces como en esta ocasión, era muy pesimista y suponía que el amor no había sido para ella y sentía que la soledad le pesaba- Me parece buena idea, así al menos tengo una excusa para salir, anuqué sea para divertirme con la abuela más bella del mundo-

 

Debería darse la oportunidad de al menos conocer amigos, y personas interesantes- Vale, acepto.

 

@, @

[Ela Karoline]

-¿Eh? ¡Claro que existe! Y vendrá por ti, uno al otro se hayaran sino en caballos o escobas, tal vez tenga mas clase y venga en alfombra o portal mágico- dijo de forma más enérgica la Lockhart palmeando la mano de la pelinegra al tiempo que levantaba una ceja -Escuchame bien, todos tenemos un alma gemela, una media naranja, un bombón, un compañero o como quieras llamarlo, solo hay que pedírselo a la vida y mirar en la dirección correcta, pero sobre todo debes creer-

 

Cye como sacersotisa sabia que nada en la vida era fortuito, que todo se acomodaba, se alineaba en el universo para dar a quienes pedían desde el corazón y con fe. Ella misma lo habia vivido dos veces, la primera cuando conocio a Adriano y la segunda con Ishaya, quien habia recogido, juntado y pegado los pedacitos en que se habia convertido su corazón, habia apostado a ella sin nada a su favor y allí estaban pese a cualquier pronostico, a las distancias y los espacios, a las tristezas y desesperanzas, pese a las constantes tentaciones, a pesar de todo y de todos.

 

-Mi vida ten confianza- le dijo con una seguridad nacida del corazón y la experiencia, de la perpectiva de distintos planos a los que por su raza tenia acceso y por el inmenso amor que le profesaba a la persona frente a ella. Guardo silencio por un momento mientras escuchaba la chica.

 

-En eso tienes razón- bromeo al escuchar el alago sobre que era la abuela más bella del mundo

 

-Ahora, tenemos que pensar donde iremos a partir de mañana, porque de hoy en adelante tienes cita con tu abuela todas las tarde-noches y que lluevan los caballeros- declaro con una gran sonrisa. -Has de cuenta que cada salida sera una presentación en sociedad, así de paso me quito el óxido jajajajaja y nos entretenemos en lo que tu abuelo regresa-

[Anthony R. Dracony M.]

La luz de los rayos matinales, daban en el lieso un brillo especial, le encanta al chico, aquel juego de luces y colores, guiña el ojo como si fuese un trato con el día, ese entretenimiento es inusual, lo sabe porque lo ha inventado él y acuerda de manera complice, jugar a capturar una sombra de la misma vida.

 

Por eso muchas veces suspende el acto de pintar, cuando se siente enfadado con la vida, eso es igual a la separación y a de reencontrar su ánimo.

 

Es una lucha continúa. La paleta descansa en su mano diestra, en ella tiene los colores preparados, su mano diestra tiembla, a escasos centímetros de la tela, su mente recuerda un día en que vio el agua de un río mientras ellos jugaban alegremente.

 

El recuerdo parece estar vivo, se yergue como titan, su corazón también lo recuerda, es un recuerdo agridulce, bello, feliz...pero que le produce ese sentimiento que entierra su autoestima.

 

La inseguridad es la enfermedad de su talento, se retira del lienzo y guarda sus implementos de pintura, nuevamente queda para mañana aquella pintura...sus ojos se cristalizan y cierra varias veces los parpados. Es lo más difícil que debe hacer, dejar de amar a esa chica inalcanzable, tuvo que escuchar de sus propios labios la negativa y entender que ella ama a otro. Su mente trata de gobernar su corazón, pero este se aferra al amor con vehemente locura, para él no hay más que ella.

 

Coloca las cosas en su lugar, se entretiene dando orden a su taller, es temprano, al menos ese día es libre. Cuando todo queda dispuesto, sale del taller, sus pasos lo llevan a la habitación donde esta su desayunador, pero se queda observando las pinturas que están en ese muro de costado, ya suman cuatro...les mira con detenimiento, dos de ellos le hacen perder la calma, una tristeza le abate, pero están las otras dos, los ojos le atraviesan y escucha sus consejos como si se empeñaran en grabarselos en la misma piel.

 

Con dificultad aparta la vista...mejor salir, hay muchos locales que no conoce y siguen apareciendo más, visitará alguno por lo menos...¿pero cual?

 

Va a su recamará, indeciso por cual local escoger, toma una ducha, eso le calma, ya luego elige su atuendo: camisa verde y ropa oscura de vestir. Cepilla su cabello verde y coloca sobre sus hombros una capa negra.

 

No ha tomado nada, no ingirió ningún alimento. Recorrió el callejón como sonámbulo y a su segunda vuelta por esas calles, sintió hambre, podía ir al "Renacer del fénix"pero se encontraría a su prima y no tenía ganas de escucharla dando le sus consabidos consejos, podía ir al "restaurante Divergente" pero no podía fingir que no pasaba nada, sobre todo porque Ernest tenía ese don de ver más de lo evidente.

 

Lo mismo pasaría en los otros locales de sus amigos, ahora no tenía valor para enfrentarlos cara a cara, mejor ir a un lugar nuevo.

Apenas si le vino de repente, la sobrina de su amigo Adam, le había dado una especial invitación. Le vino el recuerdo de esa visita a su castillo, una buena experiencia, era como...una promesa de que la pasaría bien.

 

Bodrik misma le había invitado, así que se encaminó a ese restaurante que la chica le mencionará que era la propietaria. "The Arabic Place".

[Bodrik]

Flash Back

 

-No lo sé abuela, no me importa como llegue, solo deseo conocerlo al fin- ella sabía que tan solo era un jovencita y que aspirar a conocer a un chico que la amara era uno en un millón, pero como todas las mujeres aspiraba a conocerle algún día.- Mi alma gemela parecer haberse perdido- dijo aunque con una risita- Vale voy a creer abuela. Algún día le conoceré-

 

Su abuela le conocía a la perfección y sabía de antemano lo sensible de la pequeña Lockhart. Además, la misma matriarca había vivido su propia historia de amor al lado de su Abu Adriano, y después al pasar los años y pese a la distancia y los múltiples viajes que Ishaya quien era la nueva forma en la que su abuelo había aparecido, ella le amo de nuevo y le seguía amando.

 

-sí, tratare de visitar algunos negocios en el Diagon, así tal vez pueda conocer a más personas- le afirmó a su abuela tratando de tranquilizarle, pero con la intención de cumplir con aquel cometido.

 

Ella era no solo una Abuela como todas, sino que lo apostaba todo por ella. Era su mejor amiga y confidente, su aliada en todo – me gustaría ir a comer helado, tomar una malteada o visitar alguno de esos lugares de diversiones. Alguien me contó de un Hotel que abrieron hace poco y quisiera ir a verlo, tal vez pasar tiempo allí. (Se refería al Hotel Aliento de Dragón, sin saber que allí estaría su tío y que conocería a Antoni).

 

En el presente…

 

La Semivampiro se encontraba bastante ansiosa arreglando el establecimiento junto con los elfos encargados de la cocina y las mesas. Verdaderamente hacía falta la compañía de Gitax, su mejor amigo, además hacía ya varios días que no tenían a su disposición a un barman desde que Akiles Lestrenge abandono Londres, por ahora debían mantener el lugar los elfos y la misma Bodrik, pero siempre resultaba muy complicado teniendo en cuenta que tenía un trabajo bastante exigente en San Mungo como jefa del Hospital mágico.

 

Después de varios hechizos para ordenar y limpiar el establecimiento se encontraba apto para recibir al público. A la hora de abrir la gente comenzó a ingresar y las mesas a llenarse como de costumbre. Únicamente la zona VIP, estaba menos concurrida.

 

De pronto, alguien que destacaba por su cabello de color verde Ingresó en el establecimiento, haciendo que Bodrik dejara todo en manos de los elfos y se acercara a saludarle. – !Viniste!- le abrazó con suavidad y deposito un tierno beso en su mejilla.

 

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Editado 20 de Enero del 2016 por Bodrik

[Anthony R. Dracony M.]

No le había agradado presentarse con tan mal ánimo, un sabor ocre tenía en su paladar, un disgusto sentir ese dolor en el estomago, hubiese querido estar mejor. Un gran esfuerzo hizo al sonreír, tenía algo de tiempo tan triste que ese gesto le dolió.

 

¿Porque?¿porque sus días tenía que luchar con esos sentimientos íntimos que creía sepultados en lo más profundo de su ser?

 

¡Por dios! ¡Tenía que controlarse! no debía permitir que le gobernasen...era él y solo él, el que podía encerrar todo ese dolor en su interior, lejos de los demás...una fatídica bomba que podía dañar a los que le rodeaban. Estaba el problema de esa posibilidad de que estallará, en muchas ocasiones consideraba que sería lo mejor, terminar, al fin terminar de ese sufrir.

 

Lo único que le quedaba, era seguir el consejo de sus compañeras, Lisa y Anna, ambas le repetían que actuará como si estuviese feliz, que el actuar como le gustaría sentirse, poco a poco le haría sentir esa sensación de que todo estaba bien.

 

No era lo ideal, pero lo prefería a tener que sacar a la luz todo aquello que ocultaba.

 

Apenas se aventuro a cruzar la puerta, cuando la sobrina de su amigo Adam, llegó hasta él, eso lo sorprendió, pero aún más su recibimiento, intento no estropear su alegría, también sonrió y una punzada casí le hace doblarse.

 

Una exhalación profunda, como cuando se paralizaba a punto de aventarse de clavado al agua...el miedo le recorría el cuerpo pero no se podía dejar vencer, era necesario ser valiente, reunió fuerza y mencionó con voz calmada.

 

-- Hola, suelo visitar lugares, caminar por las calles de Diagon es uno de mis pasatiempos, si, he venido, lamento no haber venido antes, hay veces en que no me animo a conocer lo que desconozco, y de este tu giro del local, pues no se nada. Supongo que a ti si que es conocido ¿algún viaje?¿o algo de tu vida anterior?¿un poco de tu recuerdo pasado? Es muy original, eso si te lo aseguro, es una suerte, igual he visto un derroche de creatividad en este mundo mágico, es simplemente increible.

[Bodrik]

En ese momento no entendía muy bien la razón, pero la sola presencia del chico de cabello verde le generaba ternura, alegría y otras sensaciones que hasta entonces no lograba descifrar. Lo cierto era que verle allí la emocionaba y quería corresponder todas las atenciones que Antoni había tenido con ella desde el mismo instante en que se habían conocido en el Hotel Aliento de Dragón que junto con Adam y otros socios habían abierto en el callejón.

 

Tenía realmente muchas razones que impedirían el acercamiento con cualquier persona que despertara en ella tales sentimientos, pero precisamente eso era lo que más llamaba la atención de la joven y sin duda, deseaba conocer mucho más acerca de él, razón por la cual no se alejaría aunque su alma estuviera despedazada a raizáis de tantas decepciones. Para ese entonces, estaba metida de cabeza en aquella situación y pese a no conocer el futuro, apostaba nuevamente.

 

Bodrik amaba la música y una de sus pasiones era además del piano, cantar una canción y curiosamente cada vez que tenía la oportunidad de ver al joven mago, una melodía venía a su mente; Amazing de un grupo Muggle llamado Aerosmith que a la pequeña Lockhart le gustaba muchísimo y de alguna manera relacionaba a Antoni un poco con esa canción pues después de tantos mese de oscuridad había visto un poco de luz.

 

Sonrió a escuchar como el muchacho se refería a la razón de su visita – Por mí es perfecto que te gusten los recorridos – le miró curiosa – bueno en realidad mi amigos Gitax solía viajar y en alguna ocasión me pidió que le acompañara y al regresar tuvimos la idea del negocio-

 

-¿te gustaría comer algo? Vamos a la sala VIP-

 

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[Anthony R. Dracony M.]

Coincidio con lo que Bodrik le comentaba, en la academia y en la universidad, los profesores les llevaban a otros sitios del mundo y eso le agradaba bastante a él, era como si ellos despertarán ese deseo de ser ciudadanos del mundo y sentía que valía la pena conocer otros sitios, otras culturas, otros idiomas y otras personas.

 

Era bastante interesante, siempre era agradable aprender y conocer algo distinto y por eso pudo comprender que llevaran eso conocido a Ottery.

 

Bodrik le pregunto sobre tomar algo, y él agradeció su invitación a la zona vip. Tenía apetito, esperaba que aquella comida árabe no le quitase el gusto por alimentarse, aunque estaba abierto a conocer la cocina propia de ese lugar tan enigmático.

[Bodrik]

Durante muchos meses había dejado de relacionarse con las personas y eso sumado a su pérdida de peso, resultaba bastante frustrante. La Lockhart estaba debilucha y se avergonzaba un poco de que la vieran así, por ese motivo estaba alejada de cualquiera que la conociera, únicamente se levantaba para ir al trabajo pero al salir regresaba a casa y se encerraba en su habitación.

 

Haciendo caso a la sugerencia de su abuela Bodrik decidió recorrer algunos negocios del Callejón y fue por esta razón que se topó con el Hotel Aliento de Dragón y desde el momento en que conoció al joven de cabello verde se sentía animada y deseosa de salir de su depresión. on las personas letamente triste o tenia triste Su sola presencia le llenaba de satisfacción, pero había algo en el que le hacía pensar que algo le molestaba o lo tenía triste.

 

-¿Sucede algo? Tu mirada esta opaca- le explicó mientras ambos se dirigían a la zona VIP.

 

Algunos días atrás, y después de conocer un poco más acerca del Ojimiel, decidió contactar a una persona pues quería darle una gran sorpresa al muchacho. Tenía la esperanza de que al tenerlo allí, el chico alegrara su semblante, y aunque lo primero que pensó fue invitarlo cenar en su propio castillo, comenzaba a dudar si sería buena idea hacerlo ahí.

 

Al llegar a la mesa, la ojiverde tomó el menú que estaba dispuesto en la mesa y se lo entregó- Pide lo que quieras que ira por mi cuenta – afirmó sonriente. Su sola compañía era suficiente pago para ella.

 

Al fondo se escuchaba la música suave y mientras el chico decidía su orden, Bodrik comenzó a escribir en una servilleta un mensaje.

 

Buenas tardes Señor,

 

Sé que sería muy precipitado pedirle aquella sorpresa hoy mismo, pero no lo haría de no ser importante.

Antoni se ha ganado mi corazón y deseo verle feliz.

Lo esperó en The Arabic Place en el Callejón Diagon.

 

Bodrik Lockhart

 

 

Terminó la nota que pese a ser muy corta, sabía que el Hombre entendería. Llamó a Herpink para que tomara el pedido y de paso entregarle el mensaje para que el mismo lo llevara a su destinatario.

 

 

Herpink, Elfo Domestico del Arabic

 

Se dio cuenta que su amita estaba acompañada por un joven de cabello bastante peculiar, se acercó despacio – Buenas tardes joven amo ¿que desea ordenar?- dijo mirándole con sus ojos saltones mientras Bodrik le entregaba un papelito bajo la mesa, indicándole con un susurró a quien debía entregarla.

 

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[Anthony R. Dracony M.]

@Bodrik

 

Se encaminaron a la zona Vip, no sabía con que se encontraría...esperaba que no fuese marisco, eso no le agradaba tanto. Así que dejo que Bodrik lo guiará. Ese lugar era acogedor y un poco más privado.

 

Tomo asiento y fue por observación de la chica, que se percato del menú, Estaba admirando el lugar, era bella la decoración. Tomo con agrado el menú para echarle una mirada.

 

-- Gracias Bodrik, eres muy amable y te lo agradezco. Aunque no conozco mucho de esto.

 

Un elfo se acercó despacio – Buenas tardes joven amo ¿que desea ordenar?- dijo mirándole con sus ojos saltones.

 

-- Gracias. Por ahora trae por favor un jugo de pera. Quiero mirar más detenidamente el menú.