The Arabic Place (MM B: 94021)

[Ela Karoline]

No podía más, había salido del castillo asqueada por el olor a una preparación en la cocina, preparación que hasta ese momento la rubia había disfrutado. Así que ni hablar dejo a las criaturas sorprendidas y sencillamente desapareció.

 

Dos horas después de aquel incidente aun seguía en el Callejón con un par de bolsas de compras y sin probar bocado. Cada vez que se asomaba a un establecimiento de comida, descubría desilucionada que no le probocaba, su paladar ansiaba sabores fuertes, especiados y también deseaba compañía, ya no era divertido ir de compras, las piernas le pesaban y estaba cansada, con un mohin de disgusto miro letreros nada llamativos, pero se acordó de un lugar que hacía comida árabe, lo cual significaba especias y platillos que se le antojaban, además recordaba cómodos cojines por todos lados, era el negocio de @@Bodrik.

 

Tomo el vuela pluma de su bolso y un trozo de pergamino perfumado, garabateo un "Invitame a almorzar en The Arabic Place o... me desmayaré" y llamo a su elfina para que le hiciera llegar la nota a su esposo @. Obviamente la última parte de la nota le indicaba al mago la impaciencia de la futura madre y que requería su presencia con prontitud.

 

Últimamente dependía mucho de la presencia del mago, de sus mimos y cuidados y en el fondo temía interrumpir sus pendientes y cansarlo, pero según ella ambos estaban embarazados ☺ Además era la ocasión perfecta para compartir con la pelinegra si es que podía deshacerse de sus obligaciones en San Mungo por un par de horas. A ella también le había mandado una nota diciéndole que su abuelo la invitaba a almorzar en su local.

Editado 22 de Junio del 2015 por Cye Lockhart

[Bodrik]

Shenk, Elfo Del Arabic En La Cocina.

 

Estaba satisfecho de sí mismo. Pese a los inconvenientes que se presentaban día a día y detalles entre el par de elfos del negocio consiguieron ponerse al corriente, Obvio que su ama le había colaborado lo suficiente con tantos detalles.

 

A un elfo siempre le satisface poder complacer a sus amos y en el caso de la niñita pelinegra, hacer el trabajo resultaba más fácil de lo que uno pueda imaginarse. Hacer las cosas perfectas los llenaba de orgullo, saber que su ama no hubiera podido terminar de no ser por contar con la ayuda del par de elfos domésticos.

 

Esa mañana la Joven propietaria del Lugar les había indicado la llegada de un nuevo Mesero llamado Sebastian o algo similar, recordaba el cocinero (@). Lo Importante era estar preparado y llegado el Momento de la llegada del mago Shenk quiso comprabar por si mismo la instalación del mago y fue directo a saludarle- Buenas tardes, Señor. Mi Nombre es Shenk- Dijo mordiéndose la lengua para no decirle amo, pues la Lockhart les había advertido que debían tratarlos como iguales.

 

Por otra parte, Bodrik había recibido una extraña Nota que Feixac, la elfina domestica de Cye le había llevado personalmente hasta su oficina en La planta del Hospital Mágico. La pelinegra estaba convencida que debía tatar de algo apremiante, pues de lo contario Cye, su abuela no se pondría a mandar a su elfina personal.

 

Un crack, anuncio la aparición de la propietaria del Negocio en la puerta. Y de un empujón la puerta se abrió- Abuela- le saludo efusiva examinando su rostro para ver si algo fuera de lo común le veía –Recibí tu carta. ¿Ese milagro que mi Abu nos invita almorzar? – dijo entre bromeado y seria para tratar de sacarle algo.

 

@, @

[Ela Karoline]

Una vez despachadas las notas a través de su elfina personal Feixac, estaba segura que en un abrir y cerrar de ojos los destinatarios recibirían su misiva y acudirían a la improvisada cita. Así que ella misma se dispuso a caminar lo que faltaba para llegar hasta The Arabic Place.

 

Una vez estuvo ante las puertas del establecimiento trato de pasar las bolsas de las compras a una sola mano para poder abrir e ingresas, pero inesperadamente su querida nieta salio al encuentro. Su expresión era una mezcla de buen humor y de expectación cosa que le agrado muchísimo.

 

No dudo en abrazarla como pudo y darle un sonoro beso en cada mejilla, siempre era un placer cuando podía disfrutarla aunque fuese solo un momento, su nieta Bodric era su princesa, la niña de sus ojos, aquella muchacha que siendo aún una beba en muchos sentidos como su verdadera edad, le había dado grandes satisfacciones con su conducta, sus logros y ese dedicado y decidido amor por la familia, una Lockhart de alma, corazón y sangre.

 

-iPrincesa! Que bueno que pudiste vernos, hacia mucho que no teníamos un ratito para nosotras- dijo con verdadero placer al pensar que seria una velada maravillosa. -Ya sabes que tus abuelos son impredecibles- agrego ante el intento de la pelinegra de obterner información extra del motivo del encuentro, la conocía tan bien que a ella no podía engañarle.

 

-Además ¿no se le puede antojar a su abuela comer las delicias que tienes aquí?- soltó en tono inocente, luego -Ayudame un poco ¿No? Esto pesa toneladas- pidió pasando un par de bolsas que en realidad no pesaban mucho pues apenas tenían unas cuantas prendas de vestir, pero que al pasárselas a @Bodric le dejaban el brazo libre para rodear los hombros de la chica y caminar juntas al interior del negocio. Por lo visto @ aún no había llegado y esperaba no tardará mucho más pues le necesitaba cerquita, ya le extrañaba.

[Bodrik]

-Jamás perdería de pasar un tiempo con ustedes, ya saben que nadie es más importante para mí- Respondió alegre. Estaba verdaderamente expectante con respecto a la cita pero le daría tiempo a su bella abuela para que asimilase su curiosidad- Verdaderamente impredecibles- dijo riendo.

 

-Claro abu, tú puedes venir cuantas veces desees, además que yo iré a donde tú me lleves- agregó entre risas viendo que ella la evadía- Si, si claro- dijo tomando las bolsas de compras que la rubia traía, se veía verdaderamente encartada con ellas.

 

A continuación Cye, rodeo los hombros de la niña y Bodrik supuso que el motivo por el que había pedido ayuda era precisamente estar libre para eso, porque las bolsas en realidad no pesaban nada. De todas maneras sin decir nada abrazo a su dulce abuela dándole un beso en la mejilla y caminadas juntas hacia el interior del negocio.

 

Pero su instinto de Paladín comenzó a reaccionar al momento de abrazarla, como si la energía de la bruja hubiese aumentado, o como si alguien más estuviese allí. Ella no quería preocuparse, pero de todas formas miro de reojo por si veía alguna persona acercarse a ellas, igual estarían mejor adentro.

 

-entremos de una vez, abuela- dijo pensativa.

 

@, @

[Ela Karoline]

¡Qué cosas con los miembros de aquella familia! La energía era algo que podían percibir entre ellos, ya que si no eran sacerdotisas eran paladines, y ambos estaban plenamente ligado con aquella esencia de cada ser. Cye estaba contenta de que la pelinegra estuviera allí, de que por fin pudieran compartir como no lo hacían desde hacía mucho tiempo y lamento profundamente que Ishaya no llegara aun, es más secretamente temía que se perdiera aquel momento.

 

Una vez dentro la bruja vio los provocativos asientos y el calor de la calle, así como el bullicio desaparecieron, para entrar en un ambiente más cómodo y hermoso, adoraba desde el primer día que lo vio, el mobiliario y los maravillosos tonos que su nieta había elegido para el local pues le daban un toque de sofisticación y a la vez lo hacían sentir más cálido.

 

-¿Dónde nos sentamos?- pregunto sin despegarse de su abrazo -Debemos chismear antes de que tu abuelo llegue, ya vez que luego no tenemos ojos más que para él- dijo en tono divertido, aunque cierto, ambas brujas lo adoraban, de forma distinta él era el centro de sus vidas y ante su presencia Cye se olvidaba un poco de sí misma.

 

-Cuéntame ¿Cuándo es que saldrás de vacaciones? Quiero que hagamos un viaje los tres antes de que nazca… el invierno- en realidad lo que iba a decir era que debían hacerlo antes de que el bebe naciera, antes de eso se había prometido llevar de viaje a la pequeña Lockhart para mimarla y convivir con ella y estaba más que segura que Ishaya aplaudiría la idea y la secundaria si no es que terminaba haciéndose cargo de todo.

[Bodrik]

Con solo entrar al resguardo del local, la sensación era bastante diferente a la que se vivía fuera, el calor era abrumador debido al verano que aún estaba en pleno furor. El ambiente dentro de negocio era más festivo y la decoración hacia dar la sensación de estar en algún país árabe: Lleno de cojines, alfombras, mesas bajitas, además de mullidos sillones, velas, incienso y una gran cantidad de hierbas aromáticas que daban al ambiente la sensación de otro mundo.

 

-Podríamos sentarnos en aquel mueble grande- dijo señalando a una mesa que estaba rodeada por un sofá de esquina bastante mullido y grande- Jajá Abu tienes razón, deberíamos desatracarnos antes-agregó dándole la razón.

 

- quiero que me cuentes muchas cosas hace como un siglo no podemos estar solas. Ya vez que últimamente hay un batallón en la casa- no quería decir que le molestaba la presencia de ciertas personas en el castillo, pero como evitar decirle a ella que la extrañaba.

 

Bodrik siempre fue celosa con su familia, no quería tener hermanos porque sentía que se quedaría son el amor de ellos. Por otra parte, no tenía problema en tener otros familiares, pero cuando ellos se iban le costaba demasiado volver a sentirlos nuevamente como tales. De todos modos se quedó callada para no preocupar a la dulce rubia con sus celos y tonterías.

 

-Wii, un viaje seria fantástico. Los tres mosqueteros. Me encantaría abuela- respondió emocionada – tú solo planea y yo pediré mis vacaciones para entonces- la actitud de su abuela de todos modos le pareció un poquin extraña, sobre todo la forma en que tomaba asiento y como se acomodaba, parecía como si algo le estorbara o molestara, pero eso tal vez hacia parte de su imaginación.

 

- ¿a dónde iremos?-

 

@, @

[Ela Karoline]

 

Ante la urgencia de Cye para sentarse a descansar, Bodrik señalo un cómodo sofá que servía para congregar a varias personas en una mesa, la rubia sin más acepto la propuesta y fue hasta el lugar dejando que su cuerpo hiciera contacto con el mullido asiento, luego busco una posición más cómoda para ella y su bebe y palmeo al lado para que la pelinegra le acompañara.

 

-La verdad es que tienes razón, hace mucho no sacamos tiempo para nosotras - dijo en tono pensativo, había un secreto que moría por contarle pero no se atrevía sin Ishaya, no podía excluirlo de tal noticia y menos cuando habían acordado que seria en el festibal donde lo contarían, pero ahora viendo a la pelinegra a los ojos, sentía que más que nadie merecía el privilegio de ser la primera.

 

-iMi niña!- le acarició el cabello y le dio un beso en la frente. -¿Sabes que siempre serás mi princesa?- la fragilidad de aquel rostro que con el paso del tiempo había hecho frente al mundo, pese a las ausencias del padre, había hecho que Cye la sintiera enteramente suya, aunque no hubiera salido de su vientre. Por un par de segundos su mente viajo al pasado, a los primeros recuerdos que tenía con Bo, pero las propias palabras de la chica la trajeron de vuelta.

 

-Me alegra saber que estas dispuesta al viaje- comento centrando su atención en ello. -Te imaginas lo maravilloso que sera irnos de tienda en un país extraño con tu abuelo- se mordió el labio inferior y agrego -No puedo poner en palabras lo espléndido que es- y no solo lo decía por las largas cuenta que el pagaba de las compras de ella, sino porque tenia un gusto refinado y hacia de cada experiencia algo digno de recordar.

 

-Dime ¿que lugar te gustaría conocer ?- después de todo el viaje era para dar gustos a Bodrik y reafirmarle el amor que ambos abuelos le profesaban y que no cambiaría con la llegada del bebe. -Pero antes, ¿Podemos tomar algo fresquito?-

 

@ @@Bodrik

[Bodrik]

El comportamiento de su abuela durante aquella visita era muy extraño, teniendo en cuenta que tardó en sentarse y parecía ocupar más espacio del necesario en el asiento, aunque de todos modos le había dejado acompañarla junto a ella y Bodrik aprovechó ese momento para llamar al elfo que atendía para que trajese algunas bebidas a la mesa, al menos ella estaba muy acalorada.

 

-Jamás dejaría que lo olvidaras- Bromeó ante el cuestionamiento de su abuela y cerrando los ojos cuando esta la abrazó. Bodrik la sentía tan suya, tan parte de ella. La vedad era que desde su nacimiento no había compartid mucho con sus padres, pues ambos estaban ausentes y la pequeña niña había crecido en compañía de sus abuelos y de los elfos pertenecientes al castillo y como olvidar a su tatarabuelo Gilderoy que siempre había cuidado de ella desde su cuadro en el living de la entrada.

 

- Pobre de mi abuelo, acabaríamos con las tiendas- dijo con una risita pues al igual que su abuela ella compartía la afición por la moda y las prendas –Me encantaría conocer Venecia e Italia- agregó pensando que ya habían visitado Francia en otras ocasiones, peor no estaría mal hacer un recorrido por toda Europa.

 

- Si abue ya he mandado que nos traigan un ir de limonadas, pero puedes pedir lo que quieras cuando nos las traigan.

 

@, @

[Ela Karoline]

-Una limonada es perfecta, ya luego le añadimos algo saladito y bien especiado- claro que se le hacia agua la boca al pensar en alguno de los platillos árabes, pero prefirió esperar a que el mago llegara.

 

-Ah Venecia, es un lugar en verdad maravilloso, yo no me cansaría de recorrerlo nunca- dijo en tono de ensoñación, además como sacerdotisa había disfrutado de la campiña italiana, de ese contacto maravilloso con la tierra y con todo lo natural.

 

-Anotada tu petición, Italia es tan cosmopolitan en algunos sentidos y tan rural en otros que la dualidad resulta facínante, ya veras-. Agrego dando por hecho que ese destino seria la primera parada que la familia haría en este viaje.

 

-Bodrik, y tu que tal estas?- la miro fijamente para luego palmear la mano de la chica adelantándose a cualquier cosa que pudiera responder. -Y no me refiero al trabajo, aunque es importante, me refiero más a la joven, a la mujer, no a la sanadora- sus orbes celestes la escudrinaron con total atención, fijándose no solo en sus ojos, su boca o el pulso en el cuello de la semi vampira sino también en su expresión corporal.

[Bodrik]

La compañía de la bruja siempre era agradable, no solo por su Buena conversación, sino también por que ambas se entendían y Bodrik confiaba en ella más que en ninguna otra bruja que conociera- No te preocupes, prometo darte todo lo que puedas comer- dijo con una media carcajada. No imaginaba a su abuela devorando el refrigerador.

 

Estaba encantada sabiendo que Cye aprobaba su idea de disfrutar de unas vacaciones en Venecia y tal vez uno que otro lugar italiano, claro que todo dependía del tiempo que el trio dispusiera para disfrutar de sus vacaciones – No creo que mi Abu sea tan difícil de convencer, además se enfrentaría a un par de hábiles brujas que lo secuestraria con tal de llevarlo a su viaje.- Anunció continuando la broma- Muero por conocer todos esos parajes rurales y disfruta de la comida que entre otras cosas es deliciosa-

 

Des pues vino la pregunta difícil, no sabía si decirle lo solitaria que se sentía, lo difícil que a veces resultaba para ella no tener tiempo libre, no tener casi nadie a su lado con quien compartir. No se quejaba de compartir todo el tiempo con sus abuelos, que entre otras cosas era su aliciente para continuar luchando, pero deseaba alguien con quien reír, hacer travesuras, pero lejos estaba Gitax, a quien no veía desde hacía varios meses- Estoy bien, aunque siempre atareada y solitaria- lo único importante en su vida en ese momento era su trabajo y familia.

 

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