Botica Macnair (MM B: 97349)

[Arya Macnair]

⸺Damita…

Tholav nunca dejó de decirle así aunque Arya ya estaba pisando los treinta. El elfo le tenía muchísimo aprecio por la forma en que ella lo acogió, por ello la despertaba en susurros, abriendo suavemente las cortinas con un chasquido de sus largos y esqueléticos dedos. Eran pasadas las doce y seguía durmiendo, cosa que alarmó al doméstico pues la bruja amanecía cerca de las seis de la mañana para comenzar la rutina laboral. Tiró de las frazadas hasta dejarla arrebujada únicamente por las sábanas y picó su mejilla sonrojada.

Le llevó aproximadamente diez minutos despertarla.

Macnair abrió los ojos despacio, un par de bolsas se formaron bajo sus ojeras marcadas, se le notaba exageradamente cansada. Bostezó quejándose, Siberia no le había despertado para salir a los jardines aún, el sol recién salía. Miró al elfo tras restregarse los ojos y le reprochó que le despertase antes de tiempo, el día anterior había trabajado arduamente para acondicionar una oficina en la clínica mágica por lo que se acostó tarde.

⸺Tholav no quería despertarle pero ha dormido demasiado señorita Arya.

El elfo entrelazó los dedos, algo avergonzado, debajo de la barriga.

⸺¿P-pero… pero qué hora es?

Se rascó la cabeza sintiéndose despeinada. Giró hacia los ventanales a medio abrir y casi se cae de la cama. No daba crédito a lo que le decía ¿Había dormido hasta tan tarde? Que sacrilegio. Para una persona estructurada y excesivamente comedida, algo así, en día de semana, era inconcebible.

⸺Pronto, un café y dos tostadas. Diablos… Aidan me pidió una cosa, una sola cosa ésta semana y ya la estoy cag.ando

Un segundo chasquido y la pelirroja salió de la cama de un brinco directo a la ducha, tenía los músculos entumecidos de dormir en la misma posición. Tholav le dejó el café en la mesa de noche, junto a la lámpara, mientras pensaba qué ponerse intentando no demorar más, debía de estar en la Botica Macnair hacia dos horas ya.

Bebió un sorbo de café y mesquinó las tostadas, había tratado de ponerse cuatro jeanes y ninguno le cerró, era evidente que debía dejar la mala vida. Al final, no tuvo más remedio que vestir un jardinero de jean al que le arremangó un poco los puños, una fina camisa azul por debajo, también arremangada y unos cómodos zapatos de gamuza.

Parecía el espantapájaros de El Mago de Oz.

Lista para salir, atrapando su bolso antes de llegar a la puerta, desap…. Se detuvo. Un remolino se formó en su estómago y transformándose en un volcán activo corrido sentido contrario. La puerta del baño por poco queda laminada contra la pared, estaba sola en la casa. Hasta los vecinos, de haberlos, podrían oír las arcadas. Casi se desmaya

⸺¿Qué tenía el café?

Le preguntó al elfo cuando logró componerse, tras dos vasos de agua y un caramelo de limón y menta.

⸺…¿agua? ¿Azúcar?...⸺ Macnair frunció el entrecejo

⸺Ya, ya. No sigas, entendí. Debe ser algo que pesqué en la clínica.

Parecía más un intento por convencerse a sí misma que a la criatura. Ésta tenía preocupación en el semblante, por poco envía una lechuza a San Mungo cuando la vió empalidecer.

Arya hizo caso omiso. Se marchó dando un alegre portazo rumbo al negocio de su tía, aunque ninguna se llevase muy bien todavía. Se lo había prometido a Aidan y tocaba cumplir. Caminó, entonces, hasta los límites de la mansión y desapareció para, casi al instante, surgir frente a la Botica.

Ingresó un poco avergonzada. Buscaba al vampiro con la mirada entre la cantidad de gente que acudió a la inauguración, metiendo la mano en los bolsillos se fue abriendo paso lentamente entre ellos, creía haberlo visto cerca de la barra pero no deseaba ver a muchas más personas. Curiosamente y sin explicación, se encontraba de mal humor.

[Cissy Macnair]

La gente había empezado a llegar y yo me había quedado perdida en el saludo de Hades, que había procurado mantenerme cerca aunque yo me zafara para ir a ver que todos estuvieran comiendo, bebiendo y pasando un buen momento. Aidan de vez en cuando miraba un vistazo aburrido alrededor, pero luego sonreía de nuevo cuando le hacían alguna pregunta y actuaba de forma totalmente normal... más normal de lo que lo había visto jamás, de hecho. Ni siquiera parecía querer imitar al presuntuoso Conde de York que le había visto desempeñar en otras reuniones. Esto era... menos formal, más distendido y me encontré a mí misma sonriendo y hablando abiertamente con todos. Me alegraba ver a Alessa y Kamra, siempre juntas. Emilia se veía hermosa y parecía sonreírle a todo. Sólo faltaban Aaron, Juli y Arya.

 

-¿Estás bien?- me preguntó Aidan.

 

-Sí... me pregunto dónde estará Arya... Sé que Juli estaba con Aaron o iba a ir por él... Pero Arya, la esperaba hace una hora...- suspiré, observando que Hades estaba entretenido. No quería que se diera cuenta que estaba algo... apagada.

 

-Mhm...- Aidan se dio la vuelta y lo vi teclear en el teléfono.

 

10:30 am

Buen día...

¿Dónde estás?

Te estamos esperando...

Te quiero.

11:00 am

¿Estás bien? ¿Necesitas que vaya por tí?

Contesta, por favor.

Te quiero.

11:30 am

¡En serio! Te lo pedí, la única

cosa que te he pedido en los últimos días...

¿De verdad, Macnair?

11:31 am

No puedo creer que seas tan irresponsable...

11:32 am

Lo siento, sé que trabajaste hasta tarde.

No te tardes, por favor. Te estamos esperando.

11:45 am

¿Envío a los elfos a despertarte o a la banda sinfónica de Ottery?

Tú eliges.

12:00 am

Vale, al elfo.

12:05 am

Luego no digas que no te avisé.

Cissy está algo triste...

Hay bocadillos...

Te quiero.

-¿Qué estás tecleando?- quise saber, mirando por un costado de Aidan. Era imposible intentar ver sobre su hombro ya que era mucho más alto que yo.

 

-Sólo un mensajito para la dormilona de Arya. Ya vendrá, estoy seguro- con un movimiento la pantalla del móvil se apagó y se giró hacia mí, rodeándome los hombros y poniendo un beso en mi frente-. Es tonta, no es mala- bromeó.

 

Y, entonces, la puerta de la botica se abrió y la pelirroja hizo acto de presencia con un curioso atuendo. Me enderecé, no queriendo mostrar que la había estado esperando en absoluto.

 

-Ah, ahí viene mi granjera favorita- dijo Aidan lo suficientemente alto como para que todos se giraran a verla y luego sonrió con picardía.

 

@@Arya Macnair @@Hades Ragnarok @@Juliette Macnair @

[Hades Ragnarok]

El vampiro sonreía tanto a Cissy como a Emilia. Aunque hubiera querido estar pegado a ella el cainita había dejado que Cissy estuviera por todo el local saludando a las personas que estaban llegando y atendiendo a los invitados. Aun así, no perdía de vista a la ex vampiresa. Sonrió ante la situación, él como prometido y futuro esposo de la Macnair debía ayudar a que todo estuviera bien y saliera como ella lo deseaba, aunque para ser sinceros el Ragnarok no sabía exactamente qué hacer. Observo a Aidan hablando con Cissy y bufo cuando observo cómo este besaba su frente, bueno, al menos era su frente y aunque sabía que Aidan estaba perdidamente enamorado de Arya no podía evitar sentirse raro ante la situación, aunque claro estaba, el vampiro confiaba ciegamente en la Macnair.

 

Cuando Aidan hablo escucho lo que este decía así que por intuición observo hacia donde él sutilmente había apuntado con sus palabras. Elk hijo de la noche observo a la otra Macnair. Sus 2 personas no tan favoritas en el mundo juntas en el mismo lugar, que posibilidades había de que él no terminará matándolos. Era una en un millón, claro estaba, Cissy jamás le perdonaría si este arruinada la inauguración del local y mataba a aquellas 2 personas al mismo tiempo.

 

Suspiro derrotado mientras ponía nuevamente su mejor cara para seguir atendiendo de una u otra forma a los invitados que iban llegando o ya estaba allí disfrutando de la velada. De todos modos, el cainita no dejaba de vigilar a la Macnair de reojo o siguiéndola de vez en cuando cccon la mirada por si esta lo necesitaba.

 

@

[Arya Macnair]

¿Qué más podía hacer?

Sonreí ampliamente pero detrás de aquella fila de dientes blancos se reflejaba mi instinto asesino. Por una fracción de segundo olvidé lo mucho que adoraba a mi "sobrino" y sentí esas antiguas ganas de asfixiarlo. Pero Aidan había dejado hace tiempo atrás la casilla de pariente, cercano o lejano y estaba a cien años luz de adorarlo, lo quería, lo quería muchísimo aún y cuando todavía no me atrevía a decir que lo amaba. Limpié el polvo inexistente de la pechera de jean y terminé de abrirme paso entre la gente sacando la zurda del bolsillo, mi cerebro entonces se debatió entre borrarla esa sensual y socarrona sonrisa de una sola bofetada o hacer lo que al final hice.

⸺Éste perolito no ha dejado de sonar en todo el trayecto hasta aquí, creo que se descompuso.

Con el puño cerrado le devolví el pequeño celular negro con bordes plateados que hacía algunas semanas me obsequió. El instrumento Muggle de comunicación se incrustó en su pecho como una bala perfectamente dirigida para matar. Le repetí cientos de veces que no quería algo así pero él insistía e insistía hasta que no tuve más remedio que aceptar, solo por verle complacido. Sybilla tenía uno, lo sabía. Mi sobrina tenía otro porque eran brujas modernas, incluso Ámbar me pidió uno también a lo que me negué excusándome con su corta e inmadura edad.

Yo en cambio, sin admitirlo demasiado, era una bruja chapada a la antigua. El único objeto enteramente Muggle que portaba encima era un pequeño Bipper que me habían dado en la clínica e incluso a éste estaba pensando en encantarlo para agregarle una que otra función.

En respuesta besó sutilmente la comisura de mis labios y casi como reflejo acaricié la parte trasera de su cabeza, allí donde el cabello era fino y más corto. Apoyó su frente en la mía guardándose el celular en el bolsillo y me disculpé por lo bajo, no había querido demorarme aún y cuando esa pareció claramente mi intención. Mi llegada fuera de horario seguramente fastidió a Cissy. Aún así allí estaba, sonriente y rozagante.

⸺Felicidades por la fiesta, fue todo un éxito. Y por...⸺ me ardieron las palabras ⸺la futura integrante de la familia.

Mis ojos se abrieron enormemente. Una de mis manos presionaba con dulzura su hombro. Quizás lo que sentí fue un último resquicio de mi magia heredada; la sangre de la bebé me cosquilleó en la palma de las manos, sentí un suave aroma a flores, a variedad de flores incontables. Sonreí. No estaba segura si mi tía y Hades lo sabían o no, si se trataba del don de la videncia hablando a través de los sentidos, pero de lo que sí estaba totalmente segura era del sexo del bebé.

Las Macnair dominarían el mundo algún día.

⸺¿Cómo te sientes? No puedo creer que me haya tenido que enterar de casualidad, podría ser muy riesgoso si no tomas los recaudos necesarios.

La regañé por lo bajo, sin cariño. Su cuerpo era de barro y arcilla, había sido muy inconsciente al engendrar vida. Pensar, solo pensar que por segunda vez podría ser responsable de su muerte me causaba escalofríos y me anudaba la garganta. Se me aguaron los ojos y fruncí los labios.

⸺De ahora en más te estaré vigilando.

Sentencié, con la voz medio quebrada, entre amenaza, advertencia y ruego.

@

[Cissy Macnair]

Noté la mirada de Hades sobre mí, ¿cómo no hacerlo? Después de todo, ardían sus ojos cuando me miraba de aquella forma con esos dos pozos de petróleo. Le sonreí de forma tierna, como sólo lo hacía con él, pero aún sentí que estaba molesto. ¿Era por mi cara de decepción o porque Aidan estaba rodeándome los hombros con un brazo? Claro, hasta que Arya entró en escena y, entonces, la atención de Howard pasó a ella. Le guiñé un ojo a Hades y lo invité a acercarse, estirando una mano que esperaba que él tomase.

 

-Ese perolito no está descompuesto- dijo Aidan, tomando el celular de las manos de Arya-. ¿No te molesta usar el bipper pero sí el celular que te regalé?- Aidan frunció el ceño y los labios en un gesto tan parecido a mí que por poco solté una carcajada.

 

-Gracias- respondí a la pelirroja cuando ésta me felicitó, aunque de inmediato noté el tono al referirse a mi embarazo. ¿Por qué Aidan no le decía de una vez que sabía que ella estaba embarazada? No entendía por qué tanto misterio. ¿Qué cosas me estaban ocultando esos dos?-. Estoy perfectamente aunque te empeñes en regañarme. El embarazo va muy bien. Con Hades lo hemos estado monitoreando en San Mungo para que no haya sorpresas- la referencia era claramente por lo que había sucedido con Castalia y esperaba que Arya supiera -y estuviera tranquila- de que si llegaba a suceder algo anormal, ella sería la primera en enterarse-. Y tengo algo más que decirte- agregué, para luego mostrarle descaradamente el dedo donde se encontraba el anillo de compromiso-. Si mi prometido se acerca, podremos decirte que vamos a casarnos- sonreí abiertamente, mostrando todos los dientes.

 

Aidan elevó una ceja, claramente en estado de confusión y, quizá, un poco de enojo porque no se lo hubiera dicho. El anillo no había estado ahí un momento antes porque lo había encantado justamente para que no se revelara sino hasta que yo misma decidiera mostrarlo. Quería que la alegría de aquel encuentro fuera doble, entre la re inauguración y mi futuro matrimonio. Claro que... bueno... en algún momento tendría que decirles lo de la Hermandad, los vampiros, una posible guerra entre clanes y la diminuta posibilidad de que tuviera que volver a convertirme a la inmortalidad para socavar definitivamente aquella guerra inútil por el poderío de los vampiros.

 

@@Arya Macnair @@Hades Ragnarok

 

Rol horrible, lo siento XD

[Hades Ragnarok]

El hijo de la noche mantuvo los ojos en la otra Macnair cuando se acerco. Su rostro era tranquilo, pero en el fondo podía sentir como la ponzoña iba acumulándose en su boca. El Ragnarok observo cada paso que la pelirroja daba, parea luego escuchar la mini conversación entre Aidan, ella y la Macnair. Se acerco a la ex vampiresa cuando esta le giño el ojo y observo cómo le ofrecía la mano. Cual imán, sus níveos dedos rozaron los de Cissy y los tomaron sutilmente.

 

Observo a las 2 mujeres hablar, aunque entendía poco logro capotar lo suficiente cuando la otra Macnair menciono el embarazo de Cissy, un punto que a él le preocupaba porque no sabía como iba funcionar todo aquello o si iba a tener que convertir a la Macnair en vampiresa para salvarle la vida. Asintió tras las palabras de la pelinegra con respecto al monitoreo y que por el momento todo estaba saliendo como debía salir con el bebe que llevaba en el vientre. Aunque claro estaba, la pelirroja no podía hablar mucho porque quisiera o no, el vampiro había notado que ella también guardaba algo en su vientre.

 

Movió la mano junto con Cissy para mostrar el anillo.

 

-claro, pero tenias que hacer trampa y tomar tú la iniciativa, no Macnair? –dijo divertido- insisto, soy yo quien lo intento y cambias de tema o sales huyendo, pero tenias que hacerlo bajo tus términos –dijo divertido robándole un beso a la ex vampiresa.

 

@

[Leslie Ashryver PB]

Habían aparecido en un callejón del Diagon, Alessandra notaba extraña a su esposa mas al verla que quiso hablarle pero al final parecía que se había arrepentido, la rubia sonrió a la peliblanca para tomar su mano y avanzar a la Botica de su madrina, estaba nerviosa porque llevaba mucho tiempo que no socializaba con nadie, ni siquiera su familia.

 

-Todo ira bien- se dijo.

 

Con la mano entrelazada a la de la Ashryver, avanzo hasta la puerta, dentro del lugar sonaba música de fondo, y las voces se alzaban con muchos murmullos, risas y mas cosas, la rubia le sonrió a Kamra para tirar de ella e ingresar al local, con la cabeza en alto comenzó a buscar a Hades o Cissy. Estaban rodeados de personas pero ella también quería acercarse.

 

-Ven vamos a darle su regalo a Cissy- le pidió a la Ashryver.

 

Tiro de Kamra a su lado y fue avanzando, todo a su alrededor le llamaba la atención, se moría por revisar lo que había y comprar, seguramente aquello le serviría para hacer pociones en la mansión, renovar los del hospital y la clínica, sonrió encantada cuando estuvo cerca de Cissy.

 

-Felicidades!- le dijo a la Macnair -el lugar esta divino y espero poder adquirir algo para San Mungo- le aviso acercando a Kamra para que también la saludara.

 

 

 

 

@

@

[Hades Ragnarok]

El vampiro decidió dejar por unos segundos a Cissy a solas. En verdad estaba comenzando a sentir de nuevo aquel odio por la otra Macnair y no quería arruinarle la velada a su prometida. Debía calmarse antes de al menos aquella noche perpetrar un doble asesinato, o quizás triple porque Aidan también estaba allí. Intento respirar profundamente para calmarse, contar hasta 10 pero aquello no le estaba ayudando en lo mas mínimo. Quizás lo mejor era salir a tomar aire, ir a casa, debía encontrar la forma de no arruinar todo aquello.

 

Por su mente paso aquella escena cuando solo basto un segundo para lanzar directamente una maldición asesina a ese desgraciado de Fokker cuando andaba haciendo de las suyas con su hermana Mery, allí, si que había perdido el control, la varita había estado directamente pegada a la piel del pecho del mortifago, justo, sobre su corazón. No le había importado nada, y así se sentía justo en aquel momento.

 

Se encaminaba a la puerta cuando observo entrar a su ahijada junto con kamra. Dibujo una mueca y sin que ellas lo vieran se acerco sigilosamente para molestarlas. Sonrió y paso la lengua por los filosos y ponzoñosos colmillos vampíricos tal como si estuviera cazando, a punto de saltar para atrapar a su presa.

 

-Espero sean chocolates –dijo el cainita picándole las costillas ambas chicas.

 

@ @ @Kamra Ashriver R. Delacour

[Leslie Ashryver PB]

La verdad es que Alessandra estaba encantada con el lugar que ni siquiera noto que su padrino se había alejado para aparecer detrás suyo, pero gracias a su chiste medio patino con un sobresalto pero tuvo suerte que estaba Kamra a su lado porque se agarro de su esposa para evitar caerse, se giro y miro mal al Ragnarok.

 

-Deja de ser tan sigiloso o te comprare un cascabel para saber por donde andas- le dijo soltando una carcajada imaginándose a su padrino con un collar como los gatos y uno de esos cascabeles que solían usar esos animales para saber cuando estaban cerca.

 

Pero le sonrió al vampiro contenta de verle, la re inauguración parecía ir bien, salvo por su esposa que estaba bastante callada pero ya había estado rara desde antes de salir de la mansión, se mordió el labio para darle el regalo a su padrino, al final había cambiado el regalo de los collares por el talismán de buena suerte, estaba decorado con runas al rededor de una pirámide, era de oro así que solo debía conseguir un lugar donde colocarlo y el lugar estaría protegido con buena vibra alejando lo malo del local.

 

-Pues no son chocolates...te lo debo pero veras que esto les servirá mejor- le dijo a su padrino con una sonrisa auto eficiente -es de parte de Kamra y mio para que les vaya bien- le explico al vampiro.

 

-¿Que tal va todo?- le pregunto tomando una copa de un liquido amarillo con burbujas.

 

 

 

@@Hades Ragnarok

@

@

[Cissy Macnair]

Sonreí a Hades con cierta malicia.

 

-Vas a tener que acostumbrarte que las cosas SIEMPRE se hacen a mi modo, Ragnarok- le di un beso sutil y luego me separé cuando Alessa y Kamra se acercaron, con un regalo entre sus manos.

 

Por unos momentos breves sostuve a Alessa entre mis brazos en un abrazo cariñoso, mientras le guiñaba un ojo a Kamra y rodaba los ojos hacia Hades.

 

-¿Sólo la comida te interesa? Eres un goloso sin remedio- le saqué la lengua a mi prometido mientras tomaba el presente con entusiasmo y lo abría-. ¡Wow!- exclamé. Había visto alguno de esos talismanes en algunas tiendas de artefactos, artesanías y accesorios, pero realmente no me había atrevido a entrar en ningún negocio a comprar uno. La mayor parte de los magos los llamaba "chucherías", pero yo creía que eran muy lindos. No se necesitaba sólo de la magia para que algo saliera bien, la suerte también existía-. Muchísimas gracias a las dos. ¿Comieron? Sírvanse algo, por favor.

 

Sobre la mesa había varios bocadillos y bebidas que habían ido apareciendo, cortesía de los elfos de la mansión a los que había puesto a trabajar ya que en la casa no había nadie a quien atender. Con el talismán aún en mis manos, me acerqué yo misma a probar unos pequeños sándwich de jamón y tomate que lucían muy bien. ¡Cómo había extrañado esos sabores! Apenas había obtenido aquel cuerpo humano, había tenido que contenerme para no devorar todo plato que me ponían delante, recordándome que ahora sí podía engordar. De hecho, el embarazo me había hecho subir algunos cuantos kilogramos antes de que Kore los absorbiera todos.

 

-Pues está todo perfecto- mentí, mirando de soslayo a Hades para que no me contradijera, mientras metía otro sándwich en mi boca y apenas masticaba, para volver a engullir un tercero-. ¿Qué tal ustedes? ¿Los niños?- Kamra me había contado durante Navidad que tenían quintillizos y yo casi me había muerto al saberlo. A duras penas podía con una adolescente... no me quería imaginar cuando esos cinco llegaran a esa edad-. Nunca me dijiste todos sus nombres. Sólo he oído nombrar a Rowan alguna vez... ¿cómo se llaman?- pregunté.

 

@

@@Hades Ragnarok