Botica Macnair (MM B: 97349)

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Bien...al parecer la recomendacion fue escuchada o la sorpresa mucha ya que dejaron a un lado el morreo...para prestar mas atencion...en eso otra voz me alcanzo. Mire hacia donde provenia...otra chica...la verdad que para ser esta hora de la madrugada..casi amanecer, habia demasiadas personas delante de la Botica....Aunque un simple razonamiento pues era valido..mejor tantear para que no hubiese problemas...Rapido deje ver la varita que tenia en la mano pero sin apuntar a nadie.

 

-Disculpa que exija algo mas que su palabra...-le dije a la denominada Caroline- son tiempos turbulentos...asi que resulta sospechoso la presencia de tres magos a estas horas de la madrugada..y mas para ayudar a trasladar..como dijo???...nuevos productos???

 

Bien ellos eran tres y yo solo uno...y dado la encomiendan que tenian y sabiendo que en cuanto al mundo criminal no habia actividad notoria de un grupo de bandalos de mas de dos personas...tendria que suponer tres opciones....O eran agentes encubiertos del Ministerio tratando de meter las narices en el negocio de Cissy, o eran fenixianos que buscaban algun tipo de prueba incliminatoria..y por ultimo un grupo de guardias de los mortifagos...si ya a algunos de esos los conocia....Aunque por otro lado habia que, en cualquier circunstancia solucionar este asunto con discrecion...llamar mucho la atencion y podriamos perder este importante punto de contrabando....

[Galery Grindelwald Malfoy]

La sensación en el estomago fue inmediata, era como si un lazo invisible los hubiese unido, sin que alguno de los dos lo buscase o lo impusiera, era algo natural que desataba tormentas y diluvios, solo ellos dos lo sabían y lo podían percibir; el tacto cálido de su mano sobre la piel, despertaba no solo su amor, sino su cólera, su ira, su desesperación, desesperación porque parecía que hablaban en un idioma diferente, a pesar de que el solo contacto de sus labios, la desarmase por completo, deseaba cruzar su rostro con un par de bofetadas, pero no tuvo oportunidad, pues la fuerza de sus brazos contuvieron cualquier arrebato colérico en ella, era simple, él y el amor que le profesaba, eran mas fuertes que la rabia por sus largas ausencias.

Los labios del Rumano apresaron los de ella con desesperación, como si leyera los pensamientos de la orgullosa muchacha, y con ese solo acto, le trasmitiera todo el amor que argumentaba en sus continuas discusiones, cerro los ojos y se entrego a ese beso que anhelaba y necesitaba, olvidando por un corto momento porque estaban ahí, y si alguien les podía ver, sobre todo eso, que alguien les viera y eso estropease el deseo del licantropo de mantener su relación en secreto, lo abrazo y lo beso de igual manera. Pero los pasos de alguien que se acercaba la sacaron del idílico momento.

Las palabras del hombre le provocaron urticaria en la diestra, deseaba darle un escarmiento, pero se contuvo y retirándose despacio de los labios del Gaunt, le dirigió una significativa mirada, pronosticando un próximo encuentro, uno donde no estuviese bajo la seguridad de una encomienda de bando - señor, que mas prueba necesita de nuestra buena voluntad, después de todo, sigue usted con vida, no es así? estamos aquí, para proteger los intereses de una buena amiga, eso es todo, relájese - susurro mas como siseo que como conversación. Las verdes pupilas brillaron intensamente, mientras su diestra acariciaba el mango de la varita en su cintura.

- hostal dice usted? No es necesario *caballero* es solo un beso efusivo, después de varias semanas de ausencia - dijo sin imprimir alguna emoción a sus palabras, pero haciendo hincapié en un sinónimo que el mago parecía desconocer, palabras que eran también para la guardiana que recién llegaba, se aparto solo un poco de Román, aun si era algo oficial, los mortifagos no se destacaban precisamente por su inocencia, era bien sabido que existía la promiscuidad entre ellos y toda clase de vicios, ella estaba ahí con otro fin, uno que se alejaba completamente de ser participe de esas practicas, y si bien sentía un deseo desmedido por alguien, este era únicamente por él. Román Gaunt.

Giro su rostro hacia el rumano, sabia que tampoco se quedaría callado, ella, había hecho un gran esfuerzo por controlar su temperamento, la dulce voz y el aspecto inocente, eran la mejor de sus armas. Saco por completo la capa de sus hombros, dejando ver la finura de su atuendo, el exquisito tejido de la seda entrelazada con los hilos de plata y oro. cosas comunes para ella; se desentendió de la conversación por un minuto y aspiro, su fino olfato buscaba el olor a díctamo, que en principio de cuentas era lo que realmente buscaba ahí, y lo detecto de inmediato, sonriendo discretamente.

- por cierto y hablando de identificarse - sonrió y miro a sus compañeros - con quien tenemos el gusto? Tenemos entendido que la dueña del local es Cissy Macnair, a estas horas usted aquí, solo...díganos, usted es....?- pregunto con esa mirada ausente e imperturbable que parecía que miraba a todos, y a nadie a la vez.

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

-Preciosa, la buena voluntad en estos dias esta sobrevalorada...y no veo donde se requiera la ayuda- la primera palabra solo remarcaba lo obvio...y era necesario decirse aunque posiese de mal humor al chico que la acompañaba y con el cual evidentemente compartia un lazo emocional...

 

Las demas...pues hacian dejar ver que me incomodaba su presencia...si...ya tenia un plan alternativo....para cualquier situacion..un jugador siempre debia tener mas de un as bajo la manga...y en este caso no tenia uno..sino dos....

 

Una vez dicho esto me rasque la varita con la varita..solo pare dejar salir un hebra plateada que ubique en un frasco de cristal que saque de mi bolsillo- al parecer tendre que recordar donde puse el dichoso anillo en un pensadero- dije hablando solo pero dejando que mis interlocuitores oyeran.....

 

Evidentemente no hice caso al tono de ese "caballero" yo con la chica podia serlo pero en otras circunstancias que no avergonzaran a su mancebo...en fin...que aun con el frasco de cristal en la mano...mire a los tres una vez mas...cuando la chica que tan fervientemente habia hablado...giro la cancha y me emplazo a identificarme.

 

-Esto es un interrogatorio...???- dije mientras movia la varita para hacer desaparecer la memoria- No ve que llegan en un momento inoportuno...que ando -me acerque al chico de seguro entendia- acompañado ahi atras..tu sabes...champan..fresas...poca ropa...

 

Esperaba que asi me dejasen tranquilo..que era inhumano que no se solidarizace el chico con un colega de armas que estaba por divertirse en la trastienda...

Editado 16 de Abril del 2015 por Sean di Spinneto IV

[Sagitas E. Potter Blue]

¿Cuánto tiempo hacía que no venía a esta tienda? Para mi sorpresa, seguía abierta, a pesar de los movimientos del ministerio para limitar los negocios por vecino. Apreté el paso porque quería acabar cuanto antes. Había salido corriendo del Confesionario de las Lamentaciones, donde había robado un vestido azul a Xell, que no me quedaba mal pero no era mi estilo, además de que ella era más larguirucha y a mí me quedaba por debajo de las rodillas. Pero lo importante es que había entendido el mensaje de Sean y que acudía a su cita, aunque fuera con un vestido prestado y sin peinar la melena violeta, que parecía algo enredada.

 

Entré. Todo parecía igual que siempre, el mismo cuadro, las mismas pociones, el olor al polvo de los brebajes... Era como entrar en una tienda del pasado, algo que siempre me había gustado. Pero no venía para pensar en recuerdos sino para hablar con Sean. Mis pasos apenas resonaron en el suelo porque no me había quitado las sandalias de cuero de mi atuendo de sacerdotisa. Era muy temprano, tal vez demasiado, para estar en la tienda, pero... Si Sean me había llamado estaba segura que él estaría por allá.

 

Y con una mujer, claro, como no...

 

Mi mirada asesina lo dijo todo cuando lo visualicé, no tanto por lo que acababa de ver que hacía, como Desmemorizador, como por las palabras que había acompañado a su gesto.

 

-- ¿Es que Perenela ha vuelto al pueblo y yo no lo sé todavía? -- pregunté, con voz hiriente, aguda, peligrosa. Avancé un paso y miré al sujeto que estaba perdiendo sus recuerdos con el rápido movimiento de la varita. Me encogí de hombros. No era cosa mía. Pero reconocía a la rubia. -- Buenas noches, o madrugada ya, señorita Grindewald.

 

No dije nada más, ¿para qué? No me interesaban los asuntos de los presentes; hasta dejaría pasar el supuesto "cuerneo" que estaría sufriendo mi hija por la visita femenina que tenía en la trastienda mi yerno. Alcé la barbilla en un gesto orgulloso.

 

-- Vengo por el tema del Confesionario pero si estás ocupado... Puedo esperar fuera mientras te los cargas a todos. ¿O necesitas ayuda? -- sonreí, para aligerar la tensión, pero no demasiado. En estos momentos tensos, mi varita siempre estaba a mano. -- Es broma.

 

El añadido no ayudó mucho, porque mi sonrisa era demasiado forzado y los presentes podrían ver que estaba disgustada. Y quien conociera a Sagitas sabía que eso no era nada positivo.

 

 

 

 

OFF.-

 

Perdón si no situé bien los personajes o la acción, ojitos cerrados por el sueño. Ya buenas noches a todos y mañana corrijo si metí mucho la pata.

Editado 16 de Abril del 2015 por Sagitas E. Potter Blue

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Vaya..era mi imaginacion o Saguitas ademas de tener un tono de voz..estridente..para no hablar de sus chillidos..tenia demasaido buen sentido de la escucha...si..tendria que tener cuidado con ella...aunque tal vez algun dia lo usara a mi favor..seria divertido jugar con penerela a enfadar a su madre..teniendo un simulacro de sexo muy emotivo..y principalmente sonoro...a lo mejor..asi aprendia a controlar sus propias habilidades...

 

-Querida suegra..que placer tenerla por aqui- dije obviando a las visitas...inoportunas para no decir otra cosa-

 

Aun asi Sagitas no las obvio y siguio su paso entre los chicos que tenia enfrente...aludiendo a cierto interes de ayudarme a deshacerme de ellos...sonrei...pero negue con la cabeza...mejor no llamar lo atencion..de hecho deberia de saberlo ya que venia a resolver asuntos...no muy convencionales...

 

-No te preocupes..Sagitas...los chicos ya se iban....-la deje pasar....y mire a los demas..susurrandoles- Lo siento....mi nombre es Sean Linmer..hijo de Cissy..asi que tal vez por herencia...tenga cierta parte de la propiedad...por lo tanto...creo que puedo dar por concluida esta.."mision" de ustedes..evidentemente hablare muy bien de ustedes ante Cissy.

 

Era raro..no habia hablado con Cissy del movimiento que haria...de hecho no creo que supiese que esuviese involucrado en lo de la Reserva...aunque imaginarselo...si que pudo....peroo tanto como para mandar a estos chicos de visita....aqui al menos para mi habia bastante gato chamusqueado.

[Sagitas E. Potter Blue]

Suegra... Otra vez ese mote. Cada vez que lo oía me daban ganas de soltarle un Tarantallegra, a ver si con tanto movimiento perdía las ganas de llamarme con ese nombrecito. Pero sonreí, para que no notara lo que me afectaba que me llamara de esa manera. Asentí cuando dijo que las visitas ya se iban; conocía bien a mi empleado y su tono había dicho más que sus palabras.

 

-- Un placer entonces... -- dije de forma educada, mientras se iban. -- Puedo esperar mientras en..

 

Oh, leñes, hacia mucho tiempo que había perdido el derecho a la familiaridad de entrar en la trastienda como Pedro por su casa. Golpeé con el pie, nerviosa, deteniéndome a tiempo para que no notara que sabía moverme por aquella tienda con demasiada confianza. Mientras Sean les despedía y les acompañaba (eso lo supuse, porque le di la espalda, haciendo ver que me interesaba por el contenido de unos anaqueles) pensé en el tiempo que había pasado desde que yo no ponía el pie en aquella tienda. Seguramente, de no ser por la llamada de Sean, ni me hubiera acordado que existía.

 

-- Al final será verdad que es hijo de Cissy Macnair -- susurré, pasando el dedo por el borde de una ampolla curiosa que contenía un líquido extrañamente luminoso, como fluorescente. -- ¿Qué será éste mejunje?

 

Esperaría hasta que estuviéramos a solas y pudiéramos seguir con nuestra cita de madrugada sin que nadie nos viera ni supiera de nuestros asuntos que a nadie les importaba.

[Roman A. Gaunt]

Roman Allen Gaunt

Rol de Guardianes.

... Y de verdad que no se demoraron demasiado. El mortífago apenas había sentido como la tensión y resistencia del cuerpo de Galery cedía entre sus brazos, cuando llegó a él el sonido de la puerta de la entrada dando paso a alguien más; al mismo tiempo, dentro del local, un joven mago apareció en la misma sala, obligando al licántropo a apartarse de los labios de su novia. Hubo una promesa en la mirada de ambos, sin necesidad de mediar palabras para que los dos volvieran a los asuntos que les había llevado a reunirse allí, dejando para mas tarde cualquier otro asunto.

Roman se volvió hacia Caroline, su compañera de bando, dirigiendo hacia ella una sonrisa de bienvenida que rayaba en la diversión por causa de sus comentarios - Yo jamás fraternizo, Ryddleturn, y me parece que jamás escuché de tales reglas.

Se volvió hacia el hombre, dejando que Caroline expusiera lo que quisiera mientras él escudriñaba al hombre que había salido al encuentro de los guardianes, ¿no era la propietaria del negocio quien supuestamente tendría que haber estado allí? Entendió porqué su compañera les había alertado con la mirada. El Gaunt se situó al lado de la Grindelwald, pasando un brazo por su cintura para mantenerla cerca de él, aunque la perorata que inició entre ella y el desconocido no lo permitió demasiado.

- Vamos, hombre -interrumpió el rumano aún con tono desenfadado al ver la dirección que había tomado la conversación -, no estamos aquí para causar problemas... al menos no a Cissy - agregó, para que no sonara aquéllo tan falso - Solo dinos donde la po...

La nueva interrupción vino de una mujer desconocida para el Gaunt, la cual hizo que la sorpresa en su rostro hizo que pasara pronto a una expresión socarrona al entender como el mago había sido víctima de sus declaraciones frente a tan inusual suegra. No obstante el rumano observó que sabía librarla bien. Fue entonces que se presentó ante los guardianes como el hijo de la propietaria, tratando de despedirlos del local para atender sus asuntos con la mujer.

- Nuestra "misión", por desgracia, es muy difícil de dictar como concluida. Como ya se te ha explicado, tu madre ha requerido nuestra presencia en este lugar, a estas horas y bajo cualquier circunstancia - el Gaunt hizo una mueca de fastidio, acercándose a uno de los anaqueles para examinar una pequeña botella con forma de espada de diamantes, el líquido que contenía era incoloro y sin olor. Se le ocurrió hacer un comentario "inocente", casi en un susurro para si mismo, pero perfectamente audible -. Es una lástima que no vendan por aquí un buen filtro de muertos, jamás se me han dado bien las pociones, tengo que reconocerlo...

Dejó el veritaserum donde pertenecía y se volvió de nuevo hacia Sean - En fin,... de modo que no podemos irnos hasta hablar con ella - dijo finalmente.

[Galery Grindelwald Malfoy]

Galery Grindelwald Malfoy

Rol de Guardia

Los risos alborotados del rumano despedían ese aroma que ella adoraba, el joven podría dar gracias a esa distracción momentánea de ella, de otra manera la guardia habría terminado mal, alzo la ceja derecha al escuchar lo que susurro al lado de Román, y para nada creyó el argumento, no por completo al menos, sin embargo enfoco su atención en otra cosa, el hombre lucia demasiado tranquilo, excesivamente tranquilo, de ser cien por ciento verdad lo que argumentaba, era mas fácil que estuviese un poco mas contrariado, de ser ella la de la noche arruinada, el interruptor estaría besando el piso.

Parecía demasiado preocupado por convencer a los guardianes de que todo se trataba de una aventura romántica, que del movimiento secreto que se llevaba a cavo en el negocio, la guardiana recién llegada había guardado silencio, tal vez contrariada al igual que ella, sin embargo se mantuvo callada, dejo hablar a Román, lo vio con cierto grado de admiración, parecía tan dueño de la situación, tan tranquilo e inquisitivo a la vez, seria su condición lupina, la que le había enseñado a controlar el carácter fuerte que sabia tenia? Su mirada se perdió en su mano, las cicatrices de su ultima rabieta aún estaban frescas.

Disimuladamente escondió la mano izquierda, las cicatrices de las falanges fracturadas eran mas visibles aún bajo la luz matinal que se colaba ya por las rendijas de la puerta; Román asuso al hombre a confiarse un poco mas, en realidad también ella necesitaba el díctamo, pero si las cosas seguían así de tensas, tendría que volver en otro momento a solas. La Grindelwald sabia que su empresa seria difícil, enfrentarse a un lican para ser mordida le podría costar la vida, y Koin necesitaba ese díctamo para ayudarla de ser necesario. Se pregunto entonces si morir dolería mas, morir en manos del ser que más amaba sobre la tierra.

Levanto los ojos al techo al escuchar cuando los despedía, que lejos estaba ella de querer irse de ahí, mucho menos en el momento que la conocida voz de su compañera de clase se escucho a sus espaldas - Exactamente, sr Macnair, nuestra visita no es exclusivamente por cortesía. Son días Sagitas, un placer saludarle, veo que últimamente coincidimos con frecuencia, sera destino? - se dirigió a la recién llegada con un tono mas amable, sin embargo el muchacho ese le resultaba mas hilarante a cada segundo, - dicen que por la boca muere el pez - susurro en medio de una sonrisa.

Se acerco a su novio y lo observo por unos breves segundos, con esa mirada imperturbable y fría, su vista había empeorado pero se guardo cualquier comentario al respecto, se acerco a la estantería y levanto el rostro, aspiro los aromas pero no encontró el aroma característico de la poción, ese agradable olor a cítricos de las flores color naranja que crecían en las faldas de las montañas en su amada Hungría, cuan arrepentida estaba de no haber llevado nada consigo en su ultima visita. Escucho la conversación de la recién llegada y el que se proclamaba hijo de la que ahora era su jefa en el ministerio.

Después observo de nuevo a Román, y se pregunto si seria capas de tratarla de la misma forma, para traicionar solo bastaban unos minutos, para olvidar, no, para olvidar no había tiempo, la Grindelwald no olvidaba afrentas. Sacudió el pensamiento de su mente, y se concentro en lo que los llevo asta ahí a esas horas.

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Ahhh, al parecer los chicos estos aun se mantenian en sus trece..lo ostinado que se podian poner en el complimiento de su deber...ni que le fuesen a dar medallas..o si???...en fin..me encogi de hombros...heme aqui en el recibidor....con tres elementos discordantes que esperarian a Cissy..buena suerte con ello...si querian quedarse tendria que ser ahi....Por demas tenia a una suegra impaciente por ciertos detalles propios de mis negocios y que podrian entrar en contradicion con la chica que tenia en la otra habitatacion. Asi que mejor atajarla ante de que comenzara a husmear por alli.

 

-Sagitas espero hayas dejado la curiosidad afuera- si..nada de tocar...aqui para tocar habia que pagar primero- En cuanto a usted???...Señor...Guadian????...-pensandolo bien no me habia dado su nombre..o si...y ademas tenia una pesima maña..la curiosidad podia matar al gato-yo usted no tocarian nada aqui..hay productos que tienen una muy fea maldicion...no querra andar por ahi con un rostro transfigurado en ciertos atributos masculinos o femeninos- dije mirando a la chica que el guardian habia besado..se habia puestos todos de acuerdo...para tentar las estanterias- seria algo incomodo el estornudar

 

Si aun me acordaba como habiua quedado mi colega desmemorizador cuando habi intentado despertarme de mi sueño reparador de belleza...Si...que un rostro...testicular...y algo mas...pues sobresalia en la multitud..de hecho fue el hasmereir de toda la Clinica de Santos Mangos.

 

-Bueno....pues si tanto quieren hablar con Cissy....- me encogi de hombros- pueden quedarse...sin tocar nada- recalque por segunda vez- eso si no tengo asientos disponibles asi que espero no tengan artrosis en sus huesos para cuando aparezca mi madre.

 

Clara alusion a que Cissy se pasaba aqui cuando queria..y ultimamente no queria mucho....asi que...como lo que habia en excibicion no era de lo selecto que habia traido al local...los deje estar....ahi...nada de husmear en la trastienda o mas alla..eso seria una descortersia. Sin mas le hice una seña a Sagitas y ambos pasamos a la trastienda..ahi en la mesa un se encontraba la chica...

 

-Hola...este...como dijistes que te llamabas???- maldicion hoy no era mi dia con los nombres-

[Sagitas E. Potter Blue]

¡Vaya... ! ¿Guardias? Sonreí a los dos muchachos que no parecían querer irse a pesar de la insistencia de mi yerno. Les sentí hablar en contra del deseo de Sean de irse y amagué de nuevo otra sonrisa. Me olía de qué iba y eso me mantenía en la idea de que Cissy era miembro más o menos activo, participante o al menos atraída por las ideologías de cierto bando del pueblo. ¡Bah! Los rumores ya decían algo así desde hacía tiempo y, además, siempre se sabía quienes más o menos en Ottery tenía una tendencia hacía uno u otro lado. No iba a meterme en temas de Guardias pues era algo fuera de mi incumbencia aunque si llegaba el caso, aunque sólo fuera por lealtad al novio de mi hija, le apoyaría a él y no a los extraños.

 

Además, me inquietaba tener cerca a la rubia Grindelwald quien parecía seguir los pasos de su padres, siempre que aquel que yo conocí al final resultara serlo. No quería indagar más en el tema, por miedo a tener que reconocer el paradero de su cuerpo abandonado en el Bosque Prohibido, por detrás de la ubicación antigua de mi Circo. Esperaba que no fuera el Destino quien estuviera planeando estos encuentros. No era justo, después de tanto tiempo...

 

Suspiré. Demasiados recuerdos y no había venido a eso.

 

-- Toco lo que quiero, Sean. A ver si te crees que no sé distinguir la magia sobre objetos. Llevo años en este mundo, ¿sabes? Y más de un sarpullidos en zonas innobles y otros acontecimientos tuve que sufrir en mis tiempos mozos hasta que conseguí detectarla sin necesidad del tacto. Soy una buena sacerdotisa y una no llega a Directora de un departamento de magia indebida sin experimentaciones técnicas primero -- le susurré al oído, al pasar a su lado e ir hacia la trastienda ya conocida por mí en el pasado. Por supuesto, le quería dejar bien claro que era algo más que una asustadiza muchachita que venía a pedir un elixir de amor a escondidas para que nadie supiera sus secretos. Yo era Sagitas, alguien de quien se había hablado mucho en el pueblo; bien, mal o peor... Tenía mis años de edad tanto como de experiencia. No me asustaba tocar ciertos objetos que se vendieran en la tienda de Cissy.

 

Como no quería parecer maleducada (aunque creo que también fue para echar una segunda ojeada a Galery Grindewald), me giré antes de entrar y añadí con con guiño:

 

-- Suerte con la Guardia a los dos. Si Cissy suele frecuentar este negocio como el Magic Hall, seguro que dormiréis un par de días en algún jergón en una esquina de la tienda. Es un placer volver a verte, señorita Grindewald. Si el destino nos tiene fijado alguna otra cita, lo ignoro, pero será agradable que eso suceda. Eres una chiquilla... carismática. Bueno, os dejo, que tengo que ver a quien esconde mi yerno en la habitación.

 

Sonreí y después entré en la trastienda. Efectivamente, y para mi sorpresa, pues en el fondo no había querido creerlo, había una mujer en una mesa. Solté una risotada, no lo pude evitar.

 

-- Me temo, querido, que Perenela va a hacer una alfombra con su pellejo como se entere.

 

Al mencionar a Perenela me puse seria. ¿Sería posible que, para mi desgracia, la mujer de ahí fuera y mi hija Perenela fueran hermanas? No se parecían en nada.