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Nate Weasley

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Todo lo publicado por Nate Weasley

  1. QUENTIN MERABET Cinco minutos, diez minutos. El reloj de la sala de estar lo enloquecía con su tic-tac, y el francés ya estaba a punto de marcharse; quizá su alumno no sabía hacer aparición internacional, quizá no había recibido la lechuza o quizá simplemente se había quedado dormido. Fuese cual fuese la razón, estaba bastante molesto: una de las cosas que menos toleraba era la impuntualidad, y en cualquier otro caso, lo consideraba a su tiempo una verdadera falta de respeto que no le hubiese avisado antes. - Eso es evidente. - dijo cuando el mencionó algo sobre salir antes, más finalmente extendió su mano y la estrechó firmemente - Bienvenido a la reserva de Criaturas Mágicas Pierre François Stern, la encontrará un poco más pequeña que la británica, más hay un par de cosas que están aquí que quiero que conozca... sígame, por favor. Tomó su chaqueta de un guardaropa adyacente a la puerta y, tras colocársela, salió al exterior para encontrarse con un clima algo más frío de lo que había anticipado. Sintió la nariz enfriarse y supo que en pocos segundos la tendría colorada por la propia homeostasis de su organismo. Rápidamente esperó que su alumno se posase a su lado y juntos comenzaron a caminar por uno de los senderos que se dirigía hacia el bosque. - Y bien, señor Ryddleturn, cuénteme... ¿qué sabe sobre la herbología? ¿qué quiere o espera aprender hoy?
  2. - ¿Está seguro de hacer esto, amo? - le susurró su elfo doméstico mientras ambos llegaban a la tercera planta del Magic Mall - ¿Por qué no se lo piensa un poco más? La última vez que hizo los cursos de esos libros volvió con una gripe fulminante y el mal humor le duró varios días... quizá sería mejor esperar un poco. - No te preocupes, Croient. - le aseguró Nathan, acercándose directamente hacia el mostrador donde se encontraba el empleado que atendía aquella planta, estaba ya decidido respecto de lo que quería comprar y no se gastaría tiempo explorando las góndolas y vidrieras; aún había otros asuntos de los cuales preocuparse - Debo hacer el próximo curso... será cansador y hasta algo hartante, pero se aprende bastante en estos cursos, quien sabe la sarta de poderes que me estoy perdiendo. Y aquello no era mentira, su sed de conocimiento lo impulsaba a tomar el próximo curso, dado que a pesar de que el último que había tomado había sido excesivamente cansador, no podía negar que había aprendido algunos poderes bastante interesantes. Tuvo eso en mente mientras tomaba un formulario del mostrador y lo rellenaba diligentemente, cerciorándose de que cada dato colocado en el mismo estuviese correcto. Finalmente, cuando hubo terminado, se enfiló detrás de un mago y llegado su turno deslizó el papel por debajo de la ventanilla para que el empleado lo controlase. - Tranquilo Croient, ya nos iremos pronto... - le dijo, notando la preocupación en el rostro. ID: 106737 Nick: Nathan A. Weasley Nivel Mágico: XVI Link a la Bóveda Trastero: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=107596 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=84203 Fecha: 2016-03-10 Nombre del producto: Libro de la Sangre Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizo Catalogación: AAAAA Puntos por unidad: - Precio: 7000 G Precio total: 7000 G Total de Puntos: --
  3. - Sabes... muchas veces creo que a varios expertos les hace falta un poco de esto. - dijo al sentarse en la silla que correspondía al acusado. A pesar de que ningún juicio se estaba llevando a cabo y nadie más que Cissy lo estaba observando, no podía dejar de sentirse incomodado por la conformación general de la habitación, y a decir verdad se sentía un poco aletargado - La empatía es un valor que deberíamos cosechar más a menudo, te apuesto a que ninguno de los miembros del tribunal mágico soportaría estar en esta silla y ser cuestionado sin parar. Escuchó atentamente las explicaciones que le daba, y a decir verdad no se sorprendió al escuchar lo duramente litigado que era el obrar mágico oscuro; a pesar de que en los últimos tiempos habían algunas deficiencias, el Ministerio de la Magia siempre se había mostrado implacable respecto de aquellos que osaban utilizar las artes oscuras, y había escuchado por rumores que siempre era el Alto Tribunal Mágico el que procesaba aquellos casos. Si bien no sentía simpatía alguna hacia los responsables de aquellos actos, tampoco estaba seguro de si aquella silla fuese la mejor idea. Tras unos segundos se puso de pie devuelta, incapaz de soportar la perspectiva. - Pues trabajé mucho tiempo en el Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas, así que sé bastante sobre la normativa referente a ellas, los seres, espíritus y demás. También, como sabes, hay gran cantidad de leyes que regulan el comercio tanto a nivel nacional como internacional, y como empleado del Magic Mall hay ocasiones donde tenemos que apelar a ellas para poder proceder... pero sobre qué me resulta más interesante, debo decir que son demasiadas cosas... ¿qué tienes para sorprenderme? ¿Podemos ver algo de Derecho Internacional Mágico? ¡Eso suena genial!
  4. Hola Cissysona *-* Acabo de ver la firma y la verdad es que está genial *.* Me gusto muchísimo, en verdad, así que gracias o/ No te preocupes por la demora que sé que estás ocupada, espero todo ande bien y bueno, ya nos veremos por las clases o/ Me dejaré la firma que tengo hasta el fin de semana y luego ya me pongo la tuya *-* Muchas gracias, una vez más, eres genial o/// Saludos! (volveré )
  5. Nunca antes había visitado los tribunales mágicos, y por más que su citación a aquellos lugares por parte de su profesora lo había tomado de sorpresa, la idea de aprender sobre la legislatura del mundo mágico en el mismo lugar donde eran creadas y ejecutadas le hacía sentir un poco de emoción. Solo había escuchado rumores de aquel lugar, dado que años atrás mucha gente lo había visitado cuando dos de sus compañeros fueron acusados de pertenecer a la Orden del Fénix. Como si eso fuera algo malo, esta sociedad de hoy... uno ya no sabe que pensar. >> El Atrio del Ministerio de Magia lo recibió con un poco menos de gente de lo normal, pero siendo que apenas había arrancado la semana y que el clima en Londres estaba un poco más frío de lo común, aquello no le extrañó en absoluto. Atravesó el chequeo de varitas y con diligencia viajó por las inmediaciones ministeriales gracias a aquellos ascensores que vertiginosamente se movían en todas direcciones... se arrepentía de haber tomado su café tan caliente, puesto que ahora hacía mellas revolviéndose en su estómago. - Planta de Tribunales Mágicos - dijo la fémina voz del ascensor mientras la puerta de este se corría a un lado para darle paso. Los Tribunales Mágicos se encontraban en lo más profundo del Ministerio de Magia, por lo cual la temperatura estaba un poco más alta debido a la densa humedad que empaquetaba el ambiente y a que estaban más cerca del núcleo de la tierra. Para los propósitos de aquella clase, visitarían el más importante de todos: el Alto Tribunal Mágico. No sabía exactamente como llegar hasta el mas una serie de carteles indicadores lo guiaron en su travesía, y minutos después atravesó la puerta que daba acceso a la recámara. Soltó un suspiro de asombro ante la magnificencia de la habitación: de forma octagonal, con una serie de bancos dispuestos en forma escalonada descendente desde la pared al centro del salón, donde había un asiento con unas cadenas, un largo escritorio y varias sillas detrás. Nathan alzó la mirada y quedó asombrado por la gran altura del techo, más fue sacado de su ensimismamiento por la voz de Cissy, quien le dio la bienvenida. - Hola Cissy, ¿cómo estás? - la saludó afectuosamente. La Macnair era una gran amiga del Weasley, con la cual no solo compartía el trabajo sino que también, en los últimos días, había tenido la dicha de aventurarse y ser rescatado por ella de las fauces del Lazo del Diablo en pleno Bosque Prohibido... Y así, el alumno supera al maestro. >> recordó el dicho, y se puso una vez más a contemplar la habitación.
  6. Buenos días, paso por acá a sentar precedente y dejar lista mi inscripción para el mes de Abril, así después de eso ya no me olvido que bastante despistado soy (?. Dejo la ficha: Nick: Nathan A. Weasley ID: 106737 Conocimiento: Primeros Auxilios Nivel de Magia: Nivel XVI Link a la Bóveda: Bóveda Link a la Ficha: Ficha Muchas gracias desde ya, y espero no me maten por estar trayéndoles fichas tan temprano en el mes (? Vamos, que somos gente ansiosa de conocimiento :B Saludos.
  7. Nate Weasley

    Animagia

    El día había llegado. - No se si voy a poder hacer esto, Croient. - le dijo a su elfo doméstico, mientras le daba el último sorbo a su taza de café, lo que indicaba que había llegado el tiempo de partir. Su elfo no supo encontrar palabras de aliento o consuelo, lo cual honestamente lo refrescó de una manera extraña. Era consciente de que estaba a punto de inmiscuirse en probablemente otra de las aventuras más complicadas de su vida, como si no hubiese bastado con aquellas impuestas por los guerreros Uzza o los merodeos por bosques extraños en buscas de actividades ilícitas. No, se dijo, esta aventura era distinta. Esta lo desafiaría y lo obligaría a redefinir partes de sí mismo que no estaba seguro de conocer, o al menos eso era lo que los rumores decían. - Nos vemos a la vuelta. - le dijo a Croient, quien lo había acompañado hasta la puerta. El elfo le dio una última palmada a la altura de la cintura, y con eso, el Weasley desapareció. * - * Su cuerpo volvió a materializarse en los confines de la Universidad de Magia, una institución ancestral que sólo recientemente había dado cabida a las reiteradas solicitudes de magos y brujas por todo Reino Unido. Producto de ello, aquella institución educativa había abierto sus puertas al público, y sólo aquellos que cumplieran con sus exigentes requerimientos ameritaban concurrir a las clases que allí se dictaban. Nathan, si bien era parte del staff del ateneo de conocimientos, nunca había visitado aquella parte de la Universidad relegada a las habilidades mágicas. Aquello le hizo preguntarse como encontraría el lugar donde la clase tomaría lugar, dado que en su carta de aceptación no había indicación alguna sobre el lugar al cual debería acudir. Decidió echar a caminar por los terrenos, rogándole a quien fuese el rey o reina de los cielos que lo guiase en su búsqueda. El frío se colaba hasta por lo más recóndito de las costuras de su túnica de viaje, y el Weasley no podía hacer más que cruzarse de brazos y seguir caminando para apaciguar aquella sensación de frío. - Siempre me pasa lo mismo.. ¿qué me costaba enviar una lechuza y preguntar donde tomaría lugar la clase? - se quejó de si mismo, dando una pisotada contra la fría grava - Ahora seguro que pasaré el resto del día buscando la clase, y para cuando la encuentre, será tarde. - ¿Usted viene por Animagia, cierto? - dijo una voz fémina a un lado, que lo sacó de su ensimismamiento. - Ehh, sí. - acertó a responder, se trataba de una mujer de unos cuarenta años que al igual que él estaba dando una vuelta por los terrenos de la Universidad. - Sí, sí. Una mujer paso hace unos minutos por aquí mismo... ella tampoco parecía tener indicaciones. - le dijo la mujer, ofreciéndole una sornisa, para luego darle las instrucciones necesarias para llegar al lugar donde la clase tomaba lugar. - Muchísimas gracias. - dijo el Weasley, y se marchó rápidamente, siguiendo las indicaciones pertinentes. Minutos después, llegó al lugar en cuestión, justo para escuchar la presentación de una mujer bajo el nombre de Anna Ryddleturn. No conocía a aquella mujer, más se adelantó para colocarse a la altura de ella y mirar a quien parecía ser la docente... no sabía si era oportuno presentarse también, más decidió romper el hielo cuanto antes. - Y yo soy Nathan Weasley, mucho gusto. También estoy aquí por las clases de Animagia. - se animó a decir, inseguro de si su presentación había sido la mejor de todas.
  8. Antes de cualquiera de los dos pudiese responder, una nueva ráfaga de viento comenzó a soplar en aquella desolada calle. Esta, tan intensa como la anterior, llevaba arena, tierra e incluso piedras a su paso, y parecía no tener ningún tipo de reticencia respecto de llevarse una serie de magos consigo. Debía defenderse de aquella ráfaga de la mejor manera posible, y la idea de cómo hacerlo se formó en su mente incluso antes de que pudiese concentrarse en el espectro mágico que había salido del cuerpo de su contrincante. Asió fuertemente su varita y la apuntó a un árbol aledaño; si bien carecía de hojas por la época del año, portaba una masa bastante considerable dado que su tronco principal y raíces tenían un grosor significante (más de dos metros de diámetro), y las continuas e incesantes ramificaciones a partir de este le aportaban aún más masa, a pesar de que progresivamente se iban haciendo menos y menos gruesas. Pensó claramente en lo que quería que pasase, y tras susurrar un rápido Morphos, observó como el hechizo transformativo llevaba a cabo excelsamente su propósito. Cabía destacar que este árbol había sido arrancado de sus raíces por la anterior ráfaga, y por tanto yacía tumbado a un lado, a apenas un metro del Weasley, con la mitad de sus raíces junto a él y la otra mitad en el lugar de la acera donde originalmente había estado. El árbol, ya inerte, se transformó en una roca de dos metros de largo y un metro cincuenta de alto, con unos setenta centímetros de grosor. Nathan aprovechó y se colocó detrás de la roca, encorvando su cuerpo de forma que la totalidad de este estuviese cubierto por la roca. Sonrió al ver como la roca cumplió su propósito dado que cuando el viento, que venía del norte, impactaba con la roca, este salía desviado hacia un lado y dejaba ileso al Weasley, quien pudo reincorporarse una vez que la ráfaga hubiese cesado. Se levantó y acomodó justo a tiempo para ver como el espíritu de su contrincante se defendía de su hechizo. - Protego - había dicho ella, de forma que un escudo traslúcido se había expandido desde su varita en trescientos sesenta grados y había absorbido la totalidad del hechizo, dejándola armada. Nathan observó que ella estaba a punto de atacar nuevamente, por lo cual se le adelanto. - Crece-Uñas - dijo Nathan, con su mano con la varita apuntada hacia Evarela. De su varita surgió un rayo violáceo que rápidamente atravesó el espacio tiempo que los separaba. Todo esto mientras aquella invocación que salía del cuerpo de Evarela decía - ¡Sectusempra! Ambos rayos, por la mera lógica de un intercambio de daños, impactaron. Mientras que en el cuerpo de Nathan se abrió una hemorragia a la altura del ombligo que causaría una hemorragia inmediata, en las manos de Evarela se vio que sus uñas comenzaron a crecer desmedidamente, lo cual causaría serias y evidentes fallas en la puntería de la joven.
  9. http://i.imgur.com/9h8SEz7.png Cillian QUENTIN MERABET Una vez más, el consejo de educación mágica de Gran Bretaña se había contactado con él en representación de la Universidad para dar una clase en la Universidad Mágica. Dada su última experiencia dando una clase de Cuidado de Criaturas Mágicas, donde la mitad de sus alumnos desertaron, su dragón quemó media jungla salvaje y una de sus alumnas terminó inconsciente, el francés no había quedado precisamente dispuesto a dar otra clase... sin embargo, una muy interesante conversación con Nathan Alexandre Weasley, quien era el titular de la cátedra, había servido de último empujón para aceptar la propuesta. Desde entonces, había pasado una serie de noches en vela tratando de esquematizar la totalidad de la clase. El Weasley le había enviado por lechuza internacional una serie de documentos que contenían el plan de su cátedra y los documentos informativos que siempre solía entregar, más Quentin había decidido reestructurarlos un poco y darle a la clase un giro de ciento ochenta grados. Al pensar en eso, recordó aquella vez que en clase de matemáticas su profesor había dicho: - Decir que algo da un giro de 360º es decir que queda igual a como estaba antes, ¿alguien puede decirme por qué? Quentin, que siempre había sido muy callado más muy ávido de conocimiento, prefirió no levantar la mano en contraste del resto de sus compañeros. Prefería no decir nada y parecer algo tonto a que decir algo y que no quedaran dudas de ello. - Por que 360º es un giro completo, se vuelve a la misma posición. Un giro de 180º, en contraste, si representaría un cambio radical. - respondió su profesor ante una serie de intentos fallidos de parte de sus compañeros. Y así, finalmente, el día había llegado. Su clase estaba pactada para comenzar en media hora en un lugar bastante particular... le habían ofrecido las instalaciones de la Universidad, más no había encontrado aquel lugar demasiado esclarecedor, y la escuela mágica Beauxbatons tampoco ofrecía las instalaciones que el quería. No. Esta vez llevaría a su alumno a un lugar muy anhelado por el francés, la Reserva de Criaturas Mágicas de Pierre François Stern, una de las más pequeñas de toda Francia pero que tenía una colección de especies herbológicas muy entretenidas. Por tanto, se había armado con una serie de elementos básicos para aquella expedición: un mapa, una brújula, guantes de piel de dragón, un poco de fertilizante, las orejeras mágicas y finalmente, pero no por ello menos importante, su manual de herbología que el mismo había escrito. Si bien dudaba darle uso alguno dado que sabía su contenido de memoria, no resultaría superfluo llevarlo para corroborar algún que otro detalle y que su alumno pudiese echarle un vistazo. - Êtes-vous prêt, monsieur? - le preguntó su elfo doméstico, antes de partir. - Bien sûr, Quan. Je vais à partir maintenant et je vais a retourner demain... d'accord? - le contestó Quentin mientras se colgaba su mochila al hombro. - Parfait. À demain, et bonne chance, monsieur. - Merci beaucoup, Quan. À bientôt. - Sin mirar nuevamente a su elfo doméstico, viajó por la red flu en dirección a la reserva mágica... lo último que vio fue la luz de su sala de estar revolverse en un remolino indiscernible. Momentos después, llegó a la sala de estar de la reserva. Su alumno tenía cinco minutos para llegar allí, sólo esperaba que su lechuza lo hubiese encontrado a tiempo, dado que no había recibido confirmación de parte del mismo.
  10. Para este entonces, Nathan ya se había acostumbrado a los constantes giros que estaban dándose en la trama que su aventura encomendada por los guerreros Uzza iba dando. No obstante, el desaparecer de aquella cueva helada y reaparecer en un lugar completamente distinto ciertamente afectó un poco su orientación en el espacio-tiempo, y le tomó más de unos segundos darse cuenta de que se encontraban en una calle londinense. Quizá era el momento de la prueba final de la que tanto había escuchado.. le causó un poco de ansiedad el pensar que dentro de poco podía irse a casa. Rápidamente nos sortearon en grupos, y Nathan no hizo más que obedecer diligentemente las órdenes de sus profesores para luego buscar refugio de la gran tormenta que comenzaba a azotarlos a todos ellos. No obstante, lo más particular de aquel fenómeno climático era que carecía completamente de agua y, por el contrario, era caracterizado por una sequía extrema de la mano de ráfagas de viento que amenazaban con despegarlo del suelo. -¡Salvaguarda Mágica! - se animó a decir, y a continuación la totalidad de la masa de su cuerpo se volvió etérea e intangible, de forma que el viento era incapaz de afectarlo, ni siquiera cuando iba a acompañado de las hojas, el polvo y la tierra que había levantado a su paso. Cuando el obstáculo cesó y su cuerpo comenzó a ganar nuevamente consistencia, Nathan decidió que era el momento oportuno para iniciar la contienda. Su rival era Evarela, alguien con quien había tenido el placer de trabajar hacía ya mucho atrás, pero con quien había perdido toda relación desde entonces. Le dedicó una vaga sonrisa y rápidamente acertó: - ¡Expelliarmus! - dijo, y de su varita salió un rayo color escarlata que rápidamente comenzó a atravesar la distancia de seis metros que los separaba de los otros.
  11. Holas a todos o/ Estuve leyendo la prueba y tengo una duda, este es mi obstáculo: Mis preguntas son: - El deshacerse del obstáculo en cuestión, ¿consume acción alguna? (En caso de que yo lo saltee primero, obviamente solo podría tener una acción en ese turno, pero si yo lo salteo segundo, consume acción el saltear el obstáculo?) - El Salvaguarda Mágica lo prevendría a uno de que los vientos lo afecten? Puesto que el aire en realidad es un gas y no es sólido, pero que se yo, en una de esas (? - Esas heridas que mencionan ya ocurrieron? Osea, tengo la urgencia de curarme¨? O esas heridas son infligidas en caso de que yo no supere el obstáculo? Molto grazzie desde sha! :B
  12. No fue hasta que sintió la mano de Madeleine posarse en su hombro que notó cuan contraídos tenía los músculos de su espalda alta y de la parte posterior del cuello... había pasado las últimas horas escapando de un peligro tras otro que ya la dosis de adrenalina que circulaba por su torrente sanguíneo comenzaba a apaciguarse y la fatiga tomaba el lugar principal. Algo que pocos sabían del Weasley era que el cansancio lo ponía de muy mal humor, y que el hecho de que estuviesen por aquellos lares por la mera instrucción de unos fulanitos guerreros Uzza que nadie parecía conocer no le sentaba demasiado bien. -Tienes razón, Stark. -dijo, tragándose el orgullo y poniendo un semblante más relajado, esforzándose por liberar la tensión que afectaba su cuerpo - Tienes mis disculpas. Tu también, Dayne. - dijo, dedicándole una vaga sonrisa a Madeleine, más dándole una mera mirada de reojo a Jank... había una gran cantidad de cosas que no era capaz de perdonarle al Demon Hunter, sin embargo había unas tantas otras que tampoco podía olvidar. Escuchó el plan de Madeleine y miró a su alrededor, habían llegado a una especie de recoveco en el medio del túnel por el cual habían salido corriendo. Todavía no estaban ni la mitad de cerca de encontrar la aurora boreal que se les había encomendado encontrar y embotellar, más lo decisivo ahora era establecer prioridades, y una de ellas era salir de aquel maldito complejo de túneles y cuevas. Después, de todo, no verían la aurora si no estaban afuera. - Yo estoy con Madeleine... creo que ya hemos estado demasiado tiempo aquí dentro, deberíamos salir de aquí y buscar esa maldita aurora de una vez por todas. Sintió el peso de su mochila en la espalda, y recordó que en ella estaba el maldito libro de la fortaleza junto con los anillos y amuletos que este traía como accesorio. Si bien todavía no habían sido capaces de cumplir su misión, las distintas aventuras por las que habían tenido que pasar les habían enseñado a todos como utilizar aquellos objetos, lo cual le hizo suponer con duda razonable si no habían sido los Uzza los que de alguna forma los habían hecho atravesar todos aquellos obstáculos... si las leyendas eran ciertas, de seguro tenían el poder para hacerlo.
  13. Nate Weasley

    Inscripciones

    * Ayayayayayayayay, finalmente *-* No se dan una idea de lo mucho que esperé tener los cinco conocimientos, así que bueno, aquí vamos finalmente o/ Espero que la clase esté buena, y desde ya gracias al maestro o/ _______________________ Nick: Nathan A. Weasley ID: 106737 Habilidad: Animagia Rango Social: Dragones de Oro Nivel de Magia: 16 Fecha aproximada de aprobación EXTASIS o de salida de la Academia (versión anterior): Agosto de 2010 aproximadamente. Nº de conocimientos que se poseen: 5 (Cuidado de Criaturas Mágicas, Herbología, Idiomas, Transformaciones y Pociones) Link a la Bóveda: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=84203 Link a la Ficha:http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=84160 ________________________ Gracias!!
  14. Buenas tardes, paso por acá a pedirme mi cambio de nick y subnick que me gané como premiecito en esta gala. Así mismo hago una pregunta: Leí por ahí que uno de los beneficios de ser miembro del Club de las Eminencias es la posibilidad de cambiarse de Nick, yo quería saber si ese cambio de nick es este que estoy pidiendo ahora o si hay otro aparte? Y en caso de que lo haya, donde lo pido? Yo por si me arrepiento o esas cosas (? - Subnick - Subtítulo deseado: | Polyglot | Premio obtenido: 1er lugar concurso de cartas de amor y 3er lugar en Puzzle. - Nick - ID de usuario: 106737 Nick Actual: Nathan Weasley Nick Nuevo: Nathan A. Weasley Premio obtenido: 1er lugar concurso de cartas de amor Bueno, ya con eso estaría estando. Gracias y buenas noches.
  15. Agradeció internamente el comentario de Cissy, y de un segundo a otro notó cuanto extrañaba a su amiga y cuanto le echaba en falta pasar una tarde junto a ella, poniéndose al día y simplemente disfrutando de una conversación... le ofrecería juntarse en la próxima semana una vez que la clase hubiera finalizado. Por el momento, observó con detenimiento la determinación en el rostro de su alumna, y justo cuando la vio enarbolar su varita, el la imitó. - Incendio - espetó al unísono con ella, y la fuerza de ambos hechizos ocasionó que las raíces desapareciesen debajo de la tierra, como si nunca hubiesen existido. - Creo que solo resta avanzar. Caminaron lentamente hacia delante, Nathan dirigiendo su mirada hacia abajo con mayor frecuencia de lo que se consideraría normal, más no podía arriesgarse a que él o Cissy pisaran una de aquellas espinas... no había cura para el veneno que estas inyectaban, ni siquiera un bezoar. Finalmente, llegaron a lo que parecía ser el final del túnel, más sabía que lo único que los separaba de Bodrik era aquella muralla de tierra. - ¡Defodio! - soltó, con su varita apuntada hacia el muro de tierra, y este inmediatamente se derrumbó con un par de escombros, liberando el camino en dirección a Bodrik, quien aguardaba al otro lado con su varita. - Qué bueno verte, Bodrik... salgamos de aquí por favor. Y juntos salieron de aquel túnel, encaminados por Bodrik, quien hábilmente había encontrado la puerta trampa... - Bueno chicas, -les dijo una vez fuera - Creo que por hoy será suficiente, podremos continuar la clase mañana... ¿qué les parece si tomamos un café en el gran salón?
  16. Quentin Merabet - Efectivamente, estoy de acuerdo... creo que necesitamos asistencia médica de mayor... este... emm.. complejidad, por así decirlo. - dijo el francés aprensivamente, algo frustrado por la forma en la cual la totalidad de la clase se había desarrollado. Ciertamente no esperaba que varias de sus alumnas se perdieran en el camino, y mucho menos que otra se encontrara con un basilisco y que el tuviese que quemar un cuarto de selva para hacerlo, se prometió volver luego de acabada la clase y arreglar el desastre con un par de hechizos - Señorita Karkarov, por favor lleve a la señorita Ericen a San Mungo, y hágame el favor de enviarme una lechuza una vez que tenga una mejor idea de su estado. Aquello lo extrañó por completo, ¿desde cuándo el tomaba la más mínima consideración por alguien que no fuese su familia? Negó con la cabeza rápidamente, seguro de que las aventuras del día de hoy lo habían afectado en niveles más profundos de lo que estaba dispuesto a reconocer. Tan estupefacto estaba que lo tomó completamente por sorpresa la pregunta del director, había olvidado completamente la tarea que les había encomendado antes de dejarlos andar por el bosque. - Claro que sí, señor Gryffindor... será un placer ver lo que ha escrito para mí. - confesó, dedicándole lo que podía darse por llamar una sonrisa - Ahora los dejo que vayan a sus respectivos lugares, yo iré a buscar a las alumnas rezagadas, si es que están allí. Se dio media vuelta, más en seguida se arrepintió. - ¡Alto! - les dijo, y se volvió a dar la vuelta para mirarlos a los ojos - Esto... sé que no ha sido una clase muy agradable. Hacía mucho que no enseñaba a gente tan joven como ustedes y la verdad es que me han tomado por sorpresa pero... creo que hemos pasado un buen rato. - las palabras salían de sus labios sin el permiso del Merabet, al parecer tantos inconvenientes habían dado por unirlos de una forma especial - Ciertamente espero encontrarlos pronto en algún otro lugar, y espero que al menos hayan aprendido algo de su agrado... si algún día tienen una duda, no duden en consultarme por medio de una lechuza. Les extendió una mano a cada uno de los dos, y tras dedicarle una mirada algo ausente al cuerpo inmóvil de Sagitas, dio unos pasos hacia atrás, posándose junto a su dragón. - Considérense aprobados. - fue lo último que les dijo, antes de subirse a su dragón y perderse junto a este en las inmediaciones del cielo.
  17. Hola Cissysona *.* ¿Cómo estás? Vengo a traerte una firma para que me hagas, que ya sé que haces creaciones geniales y sobre todo con personajes animados, así que bueno, traje uno de mis dibujitos favoritos, a ver que te parece *.* si no te gusta la imagen, me avisas y te busco otra -Lo que quiero- Diseño [Firma | Avatar | Banner]: Firma y Avy Render o Imagen [High Quality]: http://img.codelyoko.fr/galeries/evo_ulrich_virtuel/evo_ulrich_virtuel_0193.jpg Tamaño: 460 * 200 Texto: Nathan Weasley // Gladiator Otras especificaciones [Forma | Colores | Fonts]: Me gustaria que la fuente estuviese como en el centro, pero que no sea demasiado grande y que sea esas em... mayusculas e imprenta? No se si me explico, si no no importa (? Saludos o/
  18. Ante la fuerza que sus hechizos aturdidores generaban sobre su organismo, el yeti sucumbió y cayó inconsciente al piso, no sin antes ver su trayecto desacelerado por un hechizo muy bien ejecutado estratégicamente por Jank. El silencio que reinó en la atmósfera se combinó plácidamente con la todavía agradable temperatura que quedaba producto del encantamiento que él mismo había ejecutado minutos atrás, más hubiera sido muy torpe de su parte esperar que eso durase mucho, por que en efecto las cosas cambiaron más rápido de lo que podría haber esperado. Edmund gritó, luego una patada, y por último un gruñido. Nathan ni se molestó en advertir a sus compañeros que debían correr, dado que apenas el mismo echó a pitar en dirección a una de las segmentaciones de aquella cueva, el resto de sus compañeros lo siguieron diligentemente. Escuchó los pasos del animal, quien ahora estaba furioso producto de que lo habíamos atacado sin ningún tipo de piedad con nuestras varitas mágicas. - ¿Sigues insistiendo que fue buena idea lanzarle rayos, Stark? - se animó a espetarle, al menos la criatura no había sabido que eran ellos los que cambiaron la temperatura de la otra cueva. No obstante, su verdadera rabia no se encontraba hacia Madeleine, quien siempre sabía ser una buena compañera de aventuras, aparentemente. No... su ira estaba contenida hacia alguien más. - Jank, ¿tienes alguna idea de cómo salir de aquí? - dijo, dirigiéndose hacia el mago una vez que el peligro del yeti había aparentemente desaparecido, mientras el resto se enzarzaba en una discusión sobre la mejor forma de utilizar los anillos que aquel libro educaba - Si así es, sería bueno que nos lo digas... dado que por el momento, lo único que parece es que estás tratando de matarnos.
  19. - Ciertamente, carece de sentido alguno. - le respondió a Cissy, más ladeó su cabeza hacia un lado y le sonrió vagamente - Espero tu y Bodrik sepan disculpar la afición de un novato... en verdad quería mostrarles esos arbustos autofertilizantes y las vainas de Snargaluff, pero supongo que eso podrá esperar. - agregó, más su expresión se ensombreció de inmediato. Al parecer, Bodrik estaba aún a varios metros de ellos, y a pesar de que podía discernir la luz que emanaba de su varita al fondo del túnel, Cissy había llamado su atención a una serie de tantáculas que se esparcían por el piso. El Weasley se agachó y comenzó a examinarlas cuidadosamente, la luz de su varita muy cerca de aquellas especies para poder observar y contemplar la totalidad de los detalles. Trató de contener aquel grito ahogado que profirió en cuanto hubo reconocido aquello... estaban en problemas. - Estas, Cissy, son unas hermanas muy muy lejanas del lazo del diablo. - dijo el Weasley, finiquitando la luz de su varita con un rápido y susurrado Nox. - Son una especie muy rara, la verdad es que nunca imaginé que vería un ejemplar de estas en Gran Bretaña... es Dedo del Augurio. Toca una de sus espinas y tendrás el peor de los envenenamientos y una muerte muy lenta.. ni un Diffindo nos salvará de esta, salvo que... El Weasley había adquirido conocimientos en herbología desde hacía ya mucho tiempo, y estos se habían expandido de forma exponencial en sus numerosos viajes por los distintos continentes. El Dedo del Augurio era una planta que se encontró por primera vez en Australia, y que tenía unas espinas que al pinchar secretaban un veneno que paralizaba el corazón de la persona... lo peor de todo era que lo hacía muy lentamente, fibra a fibra, provocando una muerte dolorosa. Recordaba que su maestro de Herbología le comentó una vez como combatir aquellas plantas, pero no lograba recordarlo... - Las plantas no difieren mucho de los humanos, ¿sabes? - comentó Nathan, esperando que su amiga no creyese que había enloquecido - Más allá de que nosotros tengamos uso de la razón y que nuestro organismo sea más complejo que el de ellas, al final del día, ambas especies somos sensibles a algo. - prosiguió, más hizo una leve pausa para levantarse y mirar a Cissy - Si hay algo que puedo enseñarte, es que toda planta tiene una debilidad. Y entonces lo recordó. - Fue bueno que les haya dado esa lista de hechizos, ¿lista para practicar Incendio? - le preguntó.
  20. Fredson Kvorschizk Los días pasaban con cada vez mayor rapidez, y Fredson, para su propia mala suerte, se los pasaba encerrado dentro del Magic Mall. Febrero era uno de aquellos meses donde la gente tenía una serie de... exabruptos, y terminaba consumiendo y comprando más de lo que podía llegar a considerarse normal, o al menos, sano. No obstante, allí estaba el, diligente detrás de su escritorio. Varios varios varios minutos después, el mago había atendido a una serie de clientes con resultados varios. Algunos de ellos habían tenido resultados completamente satisfactorios, como Evarela, mientras que otros solo habían podido llevarse alguno de los productos que buscaban, como Sherlock, quien por una cuestión de ventas de último minuto no había podido llevarse uno de los objetos que quería. - Está todo en orden, señor... - dijo por última vez, y guardó el cuarto formulario sellado y firmado en la carpeta que luego iría a parar a las oficinas superiores. OFF: Evarela, todo en orden, compra aprobada. Sherlock, está casi todo bien, salvo que la última poción reabastecedora se la llevó Evarela. Me llevo la otra mitad de la ficha, es decir, te acepto el díctamo. Darla, compra aprobada, todo en orden. Ishaya, compra aprobada, todo en orden. Vas mejorando, y ya deja de comprar (?? xDD
  21. Quentin Merabet - Fuera de mi camino, esto se acaba aquí. - sentenció comandando el francés, su paciencia ya finiquitada luego de lo extenso que se había tornado la situación. Quentin se había acercado a la única aglomeración de allí presentes: reconocía a Elvis, quien de alguna manera había encontrado el camino hacia ellos, la señorita Karkarov quien ayudaba al Gryffindor a despertar a la señorita Ericen, la última allí presente, quien yacía desmayada sobre el suelo. En respuesta a la señorita Karkarov, hizo un asentimiento y se preocupó por aquel ruido que parecía provenir del corazón de la reserva pero que se acercaba a ellos a toda velocidad... debían salir de allí y rápido. Se les adelantó, tomó el cuerpo de Sagitas y se lo cargó al hombro. Hacía ya mucho tiempo que no hacía actividad física, más sus años de nadador le habían dado la stamina y resistencia necesaria para poder soportar el peso de la mujer mientras corría en dirección a su dragón, mientras le hacía señas a Valkyria y Elvis para que lo siguiesen. Era momento de irse de allí y darle una vuelta de tuerca a la clase, que aún había mucho para aprender. Sabía que tenía que llevarlos a Francia, la próxima vez que estos ingleses piensen en siquiera denegarme el permiso, les haré saber lo que sé sobre su manejo de la sangre de dragón. No se saldrán con la suya una vez más >> pensó resentido, mientras se aseguraba de que él, Sagitas a quien había recostado sobre el lomo del dragón), Elvis y Valkyria estaban montados en la criatura. Una sola orden fue ejecutada en su mente, y el dragón comenzó a batir sus alas rápidamente para ganar altura. Su cuerpo comenzó a moverse con fluidez a lo largo de los cielos, transportando a los pasajeros de su lomo en dirección al claro donde inicialmente Quentin había esperado a sus alumnos. Afortunadamente para ellos, el ruido que tanto él como Valkyria habían escuchado se hacía cada vez más débil, hasta que finalmente fue inaudible. Minutos después, el dragón aterrizó en el claro y sus pasajeros descendieron como pudieron del dragón, más la señorita Ericen seguía sin despertar. - Pues pulso tiene, y no parece estar petrificada... tal parece que tanto alcohol finalmente hizo efecto. - comentó, y se río, algo sumamente raro de él.
  22. La oscuridad era plácida y reconfortante, casi podía escuchar en sus sueños el ruido de la lluvia golpear contra la ventana de su habitación mientras dormía sin reparo alguno. Todavía tenía que levantarse, bañarse y prepararse para su clase de Herbología, que tomaría lugar en dos horas, más no podía evitar rogarle a su elfo Croient por cinco minutos más de dormitar. En ese momento soñaba con un túnel, el olor a humedad, tierra, el rostro de dos personas que conocía bien pero que no lograba reconocer y por último, lo más raro de todo, un hoyo por el que se veía el cielo y una gran cantidad de lazo del diablo... Aguarden un momento, esto es raro. Esto es un dejavú. >> se atrevió a pensar, y en ese momento fue consciente de que estaba sumido en un profundo sueño. Trató fuertemente de abrir sus párpados, de sacudir sus piernas o de hacer cualquier cosa que pudiese sacarla de sus sueños. A pesar de ello, todos sus esfuerzos no dieron fruto alguno. No obstante, no fue nada de él lo que lo sacó de aquel sueño profundo, si no que fue una gran luz que azotó contra sus párpados causándole un cosquilleo extraño que lo trajo a la realidad, y con ello trajo aparejado un fuerte dolor en el cuello y una sequedad en la garganta que le hacía sentir que no había bebido agua por cien años. Abrió los ojos y se incorporó rápidamente, tratando de entender lo que estaba pasando a la vez que recordaba la sucesión de hechos... no había estado soñando, no estaba en su casa, era meramente un recuerdo de como los hechos lo habían llevado a aquella situación. - Cissy - agregó, mientras se sobaba el costado de su cuerpo, que había sido golpeado con algo desconocido - ¿Qué haces aquí? - agregó, extendiendo su mano en pedido de su varita y liderando la marcha hacia fuera de los confines del lazo del diablo. - ¿Cómo es que estás aquí dentro? ¿Dónde está Bodrik? Siguieron caminando por encima de las enredaderas de lazos de tentáculos del diablo, el Weasley acentuó el Lumos Solem inicialmente convocado por Cissy mediante algunas rápidas florituras de varita y eso les dio el margen de tiempo suficiente para escapar de sus lazos. Finalmente, llegaron a una especie de tierra firma con una superficie un tanto rocosa, y comenzaron a caminar por ella. Se estaba preocupando como llegarían a salir de aquel túnel, y más importante, como encontrarían a Bodrik, cuando la respuesta llegó más rápido de lo que él pudiese llegar a esperar. Una luz brilló en el pasillo, y la voz de Bodrik lo llamó. - Estamos aquí, Bodrik. Yo y Cissy, ¿puedes sacarnos de aquí por favor? - dijo riéndose un poco - Creo que les debo una gran disculpa y una buena taza de café a cada una... vamos, yo invito.
  23. Por el rabillo del ojo, observó como Madeleine se acercaba a Ed y pronunciaba un simple hechizo reanimador que demoraría unos momentos en hacer efecto. No obstante, su concentración permanecía invariablemente sobre el encantamiento, dado que no podía romper el enfoque mental que tenía si quería que el efecto prosiguiera. Observó al Yeti gruñir levemente, y su respiración se hacía cada vez más agitada, sin embargo la criatura permanecía en su lugar en vez de huir. Quizá aquel tipo de magia no bastaría con repeler a la criatura, y estaba a punto de romper la conexión cuando alguien tiró de su brazo. - Ya, cálmate, Stark. - le respondió tajante, a pesar de que mantenía una buena relación y que había compartido una misión muy importante recientemente junto a la mujer, no le gustaba para nada el tono de su voz. - ¿Y qué crees que pensará cuando nos vea a todos lanzándole hechizos aturdidores a diestra y siniestra? - le espetó a continuación, al escuchar su propuesta. - No hay caminos fáciles alrededor de esto, llega un momento en que tienes que elegir entre él o nosotros. La mujer no pareció hacer caso de sus palabras, y con una última mirada, empuñó su varita en dirección al Yeti que poco a poco lograba recuperar la compostura. Fuese lo que fuese correcto, ella tenía razón tanto como él, si había que atacarlo quizá la mejor opción era aturdirlo de manera que tuviesen un margen de tiempo para escapar. A regañadientes, levantó su varita y la empuntó con decisión a la criatura, resultaría preciso realizar sacrificios si querían cumplir con su cometido. - ¡Desmaius! - dijo, al unísono con Madeleine. De su varita salió expulsado un rayo color escarlata con una tonalidad anaranjada.
  24. En cuanto llegó a la altura de sus compañeros, esperó que tuviesen la sensatez de correr con él, e incluso estaba dispuesto a reutilizar la Salvaguarda Mágica para resguardarse detrás de las rocas que se habían anunciado con el derrumbe, en busca de cuan mínima protección aquello pudiese ofrecer. Sabía que a pesar de que los Yetis eran Criaturas Mágicas que se encontraban dentro de la clasificación ministerial y que por tanto, en teoría, debía ser posible controlarlas con magia, eso ocurría en casos donde el mago tenía un extremo poder mágico, por lo cual no pudo evitar soltar una risotada cuando Jank quiso dominar a la criatura con un Oppugno. - Jank, puedes ser Ministro de Magia y quizá ni así logres controlarlo, y deja de gritar tu rango a los cuatro vientos, que no sabes quien escucha. - le soltó, esperaba del alto rango un poco más de prudencia, dado que si bien Ed y Madeleine eran compañeros del bando, los demás tranquilamente podían ser mortífagos, hasta donde ellos sabían. Lo siguiente que vio fue un resplandor lumínico provenientes de unos látigos que Ed y Jank sostenían en la mano, una vez más evidenciando sus habilidades específicas de la Orden del Fénix frente a completos desconocidos. Negó levemente con la cabeza, más no le correspondía a él juzgar y para ser justo, en situaciones de desesperación como aquella, quizá estuviesen justificados. Su cuerpo entero se tensó al ver como con un simple movimiento, Ed terminaba montado en el cuello de la criatura, la cual se deshizo de él con un movimiento tan vago que Nathan no pudo evitar soltar un suspiro de terror. El cuerpo de su compañero se precipitó y con otro movimiento, quedó inmóvil en el suelo. - ¡ED! - el grito de su preocupación escapó de su boca antes de que tuviese la cordura suficiente de pensar que eso podía afectar más al animal. - ¡Jank, no se te ocurra utilizar ese látigo, tendremos que buscarle otra alternativa! - le soltó a su compañero a continuación, para luego rebuscar en su mente una salida ante esta situación. Los Yetis eran criaturas con clasificación de XXXXX, por tanto eran prácticamente imposibles de controlar. Otra opción era repelerlos apelando a sus más grandes miedos, que en el caso del Yeti era el fuego. No obstante, utilizar el fuego en aquel claro sería un error prácticamente garrafal, sobretodo luego de que minutos atrás habían tenido un derrumbe. Apelar a la violencia tampoco era una opción, y ya bufó molesto dado que poca utilidad le encontraba a sus conocimientos certificados por la Universidad en Cuidado de Criaturas Mágicas. Hasta que... - ¡Ya se! ¡Los Yetis odian el calor, por eso viven en las montañas! - dijo, apuntando con su varita al aire mismo - ¡Meteolojinx Recanto! - conjuró, y el encantamiento produjo que la temperatura del ambiente comenzase a elevarse un par de grados. Esperaba que eso fuese suficiente para que el animal se marchase, quien en respuesta al calor comenzó a respirar más entrecortadamente. A diferencia de los humanos, el organismo de los yetis era mucho más sensible al calor, por lo tanto una temperatura apenas por encima de los 5 grados ya le resultaba fatal, mientras que para un humano apenas era molesta. Miró en dirección al cuerpo de Ed, que yacía tendido en el suelo. Estaba seguro de que no estaba muerto, dado que a pesar de que no podía ver sus movimientos respiratorios a pesar de las gruesas capas de ropa, tampoco podía ver ningún charco de sangre y su cuello estaba curvado en una posición normal. Esperaba que estuviese vivo, más no podía arriesgarse a acercarse a él hasta que el Yeti se hubiese marchado.
  25. Quentin Merabet ¡Esta es la última vez que doy clases! >> pensó para sí, al mirar por encima del hombro y ver que ambas alumnas se habían quedado rezagadas. C'est dommage, il ne peut être que je ne peux pas donner la leçon! >> agregó luego, ya en un francés que ni en su cabeza tenía demasiado sentido. Al parecer una de ellas, la señorita Ericen, se había escondido detrás de un árbol y éste mismo había sido atacado por el basilisco en su violencia previa a la distracción, y en medio de tanto alboroto el francés lo había pasado por arriba. Se dio la vuelta y se acercó a Valkyria, quien por medio de susurros estaba buscando a su compañera.. ¿cómo iban a salir de esta? Su patronus probablemente estaba a punto de ser aniquilado bajo la mirada de la criatura y dudaba que un segundo señuelo fuese capaz de distraerlo. De repente se le ocurrió otra idea, pero era medio peligrosa y de seguro lo terminarían expulsando permanentemente de la Reserva si lo hacía. Qué va, si total luego de esta clase me vuelvo a París... estos malditos londinenses, hacen lo que quieren. >> pensó para sí, y volvió sobre sus pasos en dirección al dragón, para luego emitir un pitido y pensar ¡Frawk! Hora de la acción >> El rojizo dragón se materializó de la nada, con el movimiento de sus alas creando una onda expansiva que a Quentin le fue muy difícil atravesar para llegar al torso de la criatura y montarla. Una palmada bastó para que volviese a elevarse en el aire y comenzara a planear los árboles. A la lejanía podía ver a Elvis por un sendero, estaba a punto de llegar al claro y ellos aún por aquí, esperaba que si llegase tuviese la delicadeza de esperar. - Frawk, prende fuego los árboles. - le ordenó, y el dragón lanzó tal llamarada que toda la vegetación aledaña al basilisco comenzó a expedir un humo sofocante. Al notar lo que pasaba, el basilisco echó a deslizarse en cualquier dirección y momentos después ya se había marchado. El dragón aterrizó en el claro nuevamente, y Quentin se marchó en busca de sus alumnas.. - ¡Señorita Karkarov! ¡Señorita Ericen! ¿Dónde están? ¡Ya se fue! - dijo el mago, y a continuación apuntó su varita hacia la humareda que se extendía por el lugar - ¡Meteolojinx Recanto! - se animó a probar, y la densidad del ambiente cambió de tal forma que el humo comenzó a elevarse con rapidez, aclarando su visión.

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