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Nate Weasley

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Todo lo publicado por Nate Weasley

  1. Nathan tenía un par de estrategias formadas en su mente para cuando Thomas fue mas rápido que él y actuó de manera eficaz para librarse a él y luego a ellos dos de la trampa del Lazo del Diablo. Observó bajo la poca luz cómo el cuerpo del joven se volvía aparentemente intangible y cómo, a continuación, conjuraba un hechizo defensivo a la perfección que hizo que el lazo del diablo comenzara a retroceder y aflojase la presión por sobre Nathan y Axel. - ¡Lumos Solem! - conjuró el Weasley, ayudando a su alumno, en cuanto pudo. El efecto combinado de ambos hechizos hizo que la planta desapareciese debajo y detrás de la tierra, tras lo cual Nathan se sacudió la tierra de su túnica y se acercó a Thomas - Esos reflejos te serán de suma utilidad en Herbología, espero sepas aprovecharlos. Y respondiendo a tu pregunta, el Diffindo es un hechizo mágico ancestral cuya naturaleza, nosotros los herbólogos, nos hemos esforzado por delimitar. Nos hemos encontrado, sin embargo, que puede cortar ramas y tentáculas vivas siempre y cuando uno se encuentre en una situación de peligro inferido por la misma planta. Esto quiere decir que si planeas usar el Diffindo sobre una planta viva como el Díctamo solo para obtener su esencia más fácilmente, el hechizo no hará efecto alguno. Procuró el decirle algo acerca del hechizo que había utilizado para safarse del lazo del diablo, más no tenía que ser ningún experto para adivinar que era un encantamiento clásico del libro de la fortaleza y que evidentemente el mago estaba versado en sus contenidos. Además, la ley mágica le prohibía hablar de los contenidos del libro frente a personas que pudiesen no conocerlo, y no tenía forma de saber certeramente si Axel había tomado el curso o no. - Efectivamente, así lo creo yo, Axel... debemos estar cerca. ¿Seguimos? Levantó la vista una vez más y comprobó que a unos cuantos metros había una luz al final de aquel túnel. No estaba seguro de si era el invernadero subterráneo o era alguna de las tantas especies que podían desprender una luz mágica producto de su bioluminiscencia. Ciertamente esperaba encontrar el invernadero lo antes posible, más debía admitir que estaba siendo impresionado para bien por las habilidades y el entusiasma de sus alumnos. Sabía que la clase tenía un tiempo acotado para desenvolverse, más no tendría problema alguno en pasar un par de horas extra desvelando aquel secreto.
  2. 5 de Mayo de 1998 Primeros Auxilios ¿Y ahora qué? >> pensó el Weasley quien tuvo que detenerse a mitad de camino de limpiar la herida de aquella joven cuyo ojo había sido extraído por un maleficio negro y, en cambio, debió seguir a su profesora quien se dirigía sin mirar hacia atrás hacia los pasillos de la planta de la enfermería Pensé que mi tarea esta noche era ayudar a la señorita Pomfrey, no dejarle más trabajo. ¿Cómo piensa evaluarme así? >> Salió de allí no sin antes tomar algunas pociones de un cofre que estaba junto a él... tenía el presentimiento de que las necesitaría. Decidió dejar de quejarse un poco, y evitar que el rencor que tenía hacia su... ¿amiga? le nublase la vista. La siguió diligente por los pasillos hasta que, al doblar una esquina, lo impensable sucedió. Una de las estructuras de las columnas que sostenían el techo colapsó y por consiguiente los escombros de la planta superior se precipitaron hacia ellos. Jessie conjuró un hechizo por medio del cual Nathan salió expulsado, más ella no tuvo tiempo de salvarse a ella misma y un conjunto de escombros se desplomaron sobre ella, produciéndole una severa hemorragia. Le tomó un par de segundos recuperar la compostura, dado que el impacto contra la pared le había robado el aire de sus pulmones y le costó un tiempo volver a respirar. De inmediato se dirigió corriendo hasta Jessie, quien ahora estaba sepultada bajo un par de escombros y de cuyo cuerpo ya emanaba un poco de sangre de color muy oscuro. Nathan había leído en algún lado que cuanto más oscura era la tonalidad de la sangre, esta tenía una mayor concentración de hierro y otros minerales esenciales y por tanto era más vital preservarla. Se detuvo a mitad de camino, recordando lo que ella le había dicho sobre asegurarse que el área no representase un peligro para él. Honestamente, hubiese ignorado aquella advertencia para salvar a quien quizá podría considerar su amiga, más estaba seguro de que de alguna manera ella lo estaba evaluando. Y casi como por ironía, en ese momento otra parte del techo colapsó y un trozo de roca se precipitó en dirección a la cabeza de Jessie, quien yacía completamente inconsciente. - ¡Confringo! - gritó, notando como su varita instintivamente se había apuntado en dirección a la piedra, quien producto del rayo se partió en miles de fragmentos pequeños. - ¡Reparo! - agregó a continuación, esta vez con su varita apuntada hacia la columna que se había derrumbado. Sintió su varita vibrar por el esfuerzo, más Nathan soportó la tensión pensando en el peligro en que se encontraba Jessie, y observó como la columna se reestructuró, dejando la estructura intacta. De inmediato corrió hasta su... amiga. Sí, su amiga, y se arrodilló junto a ella. Su varita se dirigió hacia la herida que se había abierto en su cabeza y cuello, y pensando en uno, dos y tres Episkey, observó como la herida fue cerrándose hasta desaparecer dejando tras de sí una pequeña cicatriz. - ¡Ennervate! - dijo, apuntando hacia Jessie, quien producto del efecto despertó inmediatamente. Decidió darle unos segundos para que recobrara la compostura, mientras que con la manga de su ropa se secaba el sudor de la frente y con la otra rebuscaba el cofre hasta que encontró la poción herbovitalizante y la poción reabastecedora de sangre que le daría en cuestión de segundos. @
  3. No tomó más que unos segundos el que el resto de la clase llegara al claro donde la cátedra tomaría lugar. A pesar de ello, el Weasley no corrió su mirada del fuego crepitante hasta que todos hubiesen llegado y los profesores se hubiesen acercado para comenzar la lección. Hasta que eso sucedió, Nathan se había tomado su tiempo para repasar una vez más sus expectativas para aquella lección... no estaba muy seguro de que iba a aprender aquella noche y ni siquiera se había molestado en leer el libro una segunda vez. Después de lo que había vivido en la clase del libro de la Fortaleza, había decidido que su destino estaba librado a la suerte. La voz rasposa de uno de sus profesores lo inquietaba, y su selección de palabras hacía poco por animarlo a pensar que aquella sería una clase tranquila. Sus sospechas se vieron confirmadas cuando de un segundo a otro, y por medio de una magia extraña que Nathan no comprendió del todo, Elvis se vio sumido a la voluntad del otro profesor y producto de ello conjuró un rayo blanquecino que hizo añicos a una estatua. Acto seguido Elvis, a manera de contraataque, se profirió un corte con una daga y por medio de un encantamiento extraño, logró que el mismo corte se materializara en el brazo homólogo del otro profesor. ¿Qué clase de magia es esta? >> pensó Nathan, arrugando el ceño. Ciertamente aquello no se ajustaba a las expectativas que tenía, y a pesar de que el Libro de la Sangre podría haber sido un indicativo de lo que podía esperar, esto se escapaba totalmente de su imaginación. Las palabras de Elvis le daban un poco más de sentido a la magia a la que estaban siendo expuestos, más no podía concebir demasiadas situaciones en las cuales utilizara aquella magia. Sabía que eran conocimientos que le serían de utilidad en situaciones de batalla o de peligro, pero el proferirse heridas a uno mismo sólo para lastimar al otro le parecía, cuanto menos, increíblemente falto de lógica y sentido. Estaba a punto de negar con la cabeza cuando Elvis preguntó si alguien tenía dudas cuando, casi como en respuesta al estímulo, una pregunta apareció en la instancia consciente de su pensamiento, rogando por ser efectuada. - ¿La intercalación de un efecto que impidiese la pronunciación de ese encantamiento... - le dijo a Elvis, esperando que su duda no fuese demasiado tonta - dejaría sin efecto al hechizo? Me refiero a que... el corte lo harías igual por más de que fueses, por ejemplo, silenciado. Pero en ese caso, ¿solo tú tendrías el corte o tu enemigo también?
  4. En su momento, jamás creyó que se inmiscuiría en otra de esas aventuras tan pronto: había regresado a su hogar luego de la clase del Libro de la Fortaleza con un cuadro gripal muy fuerte, ni hablar de lo exhausto que se encontraba por las fuertes dosis de adrenalina que habían corrido por su cuerpo mientras escapaban de un Yeti salvaje o evitaban ser aplastados por fragmentos de roca que caían desde el cielo sin piedad... Definitivamente, aquellos guerreros Uzza hacían honor a los rumores que se corrían sobre las clases pero... ¿hasta qué punto iba a aguantar aquellos arduos desafíos bajo el propósito de obtener más conocimiento? La penumbra de medianoche ya se había asentado con algunos minutos de antelación cuando el Weasley se apareció en aquellos territorios. Su cuerpo hizo un leve 'crack' al materializarse, y su aparición causó una onda expansiva radial que movilizó los grupos de hojas secas dispersos por el suelo. El mago dio unos pasos más para estabilizarse, y luego se detuvo sobre sus pasos para contemplar la horripilante escena a la que había arribado. De pronto, la mochila en su espalda con el libro mágico y sus respectivos anillos y amuletos le pesó unos cuantos kilos de más. Una fresca y húmeda brisa soplaba de todas direcciones, haciéndole sentir al mago un frío que calaba hasta los huesos y que lo hubiera hecho tiritar de frío sino fuese por su tatuaje mágico inscrito con tinta de fuego en su hombro derecho. Allí descansaba un fénix rojizo que aleteaba al compás del viento que soplaba, y que con cada batir de sus alas despedía una ráfaga de calor que se extendía por todo su cuerpo, ayudándolo a aclimatarse mientras daba los primeros pasos en dirección al punto de encuentro donde sus profesores lo habían citado. A su alrededor, el panorama era de completa desolación. La poca naturaleza que había estaba en distintos estados de muerte a causa de las bajas temperaturas y la uniformidad del césped era violada por los múltiples montículos de tierra que cubrían los remanentes de varios cuerpos inertes a unos cuantos metros de profundidad. Para empeorar las cosas, la luna se encontraba oculta detrás de unas nubes y la oscuridad se encontraba perturbada únicamente por dos cuerpos de fuego que se encontraban a unos cuantos metros delante de él, donde ya podía ver algunas personas congregadas en torno a él. - Buenas noches - dijo apenas se les unió, tomándose la molestia de darle una palmada en el hombro a su tío Elvis y de asentirle levemente al otro profesor, cuyo semblante serio hacía poco por aminorar el escalofrío que recorría su cuerpo. No le temía a la muerte, ni mucho menos a aquellos que habían tenido el infortunio de experimentar aquella realidad, más ciertamente le tenía respeto y la idea de vagar por un cementerio en el medio de la noche no le resultaba precisamente adecuada. Saludó a Goderic con un asentimiento y hasta le estrechó su mano refugiada del frío, que hasta segundos atrás descansaba plácida en los bolsillos de la túnica que cubría el cuerpo de Nathan. Sabía que lo único que restaba era esperar a que el resto de los pupilos llegasen, por lo que se limitó a enterrar la mitad inferior de su rostro en el cuello de su túnica y mantener ambas manos en sus bolsillos, mientras contemplaba impasible el crepitar del fuego que ardía a su lado.
  5. Para su sorpresa, sus alumnos no manifestaron aversión alguna a atravesar el muro y, por el contrario, portaban un semblante aventurero que le dio un deje de nostalgia por sus primeras incursiones en la herbología. Recordaba aquellos días perfectamente, casi como si hubiera sido ayer, cuando creía que no debía haber mucho más para saber sobre las plantas que lo que había estudiado (fervientemente, valía aclarar) durante su estadía en Hogwarts. Cuan equivocado estaba... la profesora Sprout se había encargado de enseñárselo una vez que lo había tomado como su tutorando. - Una de las reglas básicas de la herbología - dijo, apenas comenzaron a caminar por aquel pasillo en semi-penumbra - es la precaución. - justo en ese momento, y casi como si el destino quisiera probar cuan irónico podía ser a veces, un chillido extremadamente agudo resonó en toda la caverna y obligó a los tres magos a tapar sus orejas con cuanta fuerza pudiesen proferir. Nathan sabía que el grito de mandrágora podía llegar a ser fatal en algunas ocasiones, más el tono del grito le indicaba que no se trataba de más que unas mandrágoras inmaduras. Nathan imitó a su alumno y se colocó las orejeras mágicas, para luego alzar su varita en dirección a una de las mandrágoras - ¡Diffindo! - el hechizo ocasionó que el tallo de la mandrágora más cercana se viera seccionado y su grito se acallara. Tan pronto como habían comenzado, el resto de las mandrágoras apagaron su grito víctimas del miedo, y de pronto aquella caverna se vio sumida en un silencio total. - Habrán visto que no perecimos bajo el grito de estas amigables criaturas, eso es porque las mandrágoras son incapaces de alcanzar un estado de maduración total sino están expuestas a la luz del sol. Me atrevo a decir que si fueron colocadas aquí a modo de guardia, quien lo hizo tenía un muy pobre conocimiento sobre estas criaturas. - Nathan hizo un gesto con su varita, instándoles a avanzar y procurando que tuviesen mayor cuidado - Como les decía, una de las reglas básicas que tenemos es la precaución. Antes de actuar, analicen la situación en la que se encuentran y evalúen las alternativas posibles... por otra parte, otra regla que tenemos, es la creatividad. Casi cualquier planta mágica puede ser derrotada con fuego, más es imperioso que sepan controlarlo si van a recurrir a aquellos medios. Los tres magos se internaron aún más en las profundidades del Departamento de Misterios, y llegó un momento en el que el pasillo se ensanchó de tal forma que los tres pudieron avanzar al unísono en una única línea. A pesar de que la luz de su varita era bastante débil como para penetrar aquella densa oscuridad, a lo lejos podía divisar una especie de punto luminoso que titilaba constantemente. Estaba a punto de extrañarse por lo calma que se encontraba la situación cuando sucedió. Del suelo, las paredes y el techo comenzaron a salir diversas tentáculas de lazo del diablo que se expandieron en todas direcciones y comenzaron a sujetar las extremidades de los tres magos, privándoles del uso de sus varitas. Al mismo tiempo, se contorneaban alrededor de su torso dificultando la respiración y causándoles un dolor que pronto sería inaguantable. Su varita aún expedía una luz que parecía haberse hecho más fuerte a causa de su miedo, y a causa de ella podía ver el pánico reflejado en la cara de uno de sus alumnos. A pesar de lo peligroso de la situación, había escogido la aventura correcta para probar la valía de sus pupilos.
  6. Nate Weasley

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    Buenas noches. Días atrás se dijo que se iba a tratar de normalizar el tema de los arcanos, y si bien he visto que la mayoría de los Arcanos están activos estos últimos días, no es así con la arcana de Animagia. Vamos, que no se conecta desde el 14 de Febrero y hay usuarios que llevan esperando más de dos meses una respuesta por parte de ella... se que algunos alcanzaron a terminar la prueba, pero en mi caso ya llevo más de un mes y honestamente esperaba que a estas alturas ya habría, sino terminado, por lo menos estar en vísperas de terminar la habilidad pronto. En vistas a esto y salvo que me digan que se pondrá al día pronto (pero en serio, y no solo para calmar las aguas), me gustaría cambiarme de habilidad y quería saber si puede hacerlo sin la necesidad de que se conste como un intento fallido puesto que, si vamos a lo cierto, ni siquiera lo intenté y no hice más de dos roles. No es mi culpa que la gente asuma compromisos que no puede cumplir.. Al igual que Leah, no tengo problemas en pagar de vuelta, a pesar de que tampoco corresponda. Saludos, y muchas gracias desde ya!
  7. Aquella era una de las extensiones de tierra más bellas que Nathan había visto jamás, y fue tal el agrado que causó a sus impresiones que Nathan sintió que podría pasar mucho tiempo allí. El cielo se encontraba despejado de toda nube y el sol radiaba reinante en lo más alto, mientras que una suave y ligeramente cálida brisa soplaba continuamente para alborotar sus cabellos y causar una plácida sensación al impactar contra su rostro. Todo a su alrededor estaba ocupado por un césped no muy largo y tampoco muy corto, que le acariciaba sus pies ahora descalzos mientras Nathan se dirigía paso a paso hacia la orilla. La extensión marítima continuaba indefinidamente y se perdía en una delgada línea en el horizonte con un leve movimiento ondulante a causa del propio oleaje marítimo cuyo sonido al romper en la orilla se mezclaba oportunamente con un olor a sal que sosegaba sus sentidos. Decidió sentarse en la orilla y dejar que el agua del mar bañase sus pies mientras contemplaba con calma el horizonte, y no supo cuanto tiempo estuvo allí hasta que algo lo interrumpió. Supuso que sería Sherlyn, dado que ella había estado allí horas atrás más había desaparecido extrañamente, pero levantó la vista para encontrarse con un completo desconocido. - Buenos días. - respondió Nathan, extendiendo ligeramente su mano hacia el joven para que este la estrechase. Esperaba que el mago se sentara a su lado; si bien no lo conocía estaba seguro de que si había llegado al paraíso detrás del Pozo de Amarna sus intenciones debían ser buenas. Además, nunca había sido muy fanático de la soledad, especialmente desde los incidentes que habían tomado lugar en su vida en los últimos meses. Una vez más alzó la vista para mirar al joven, e hizo con su mano un gesto para que tomase lugar junto a él. - ¿Es tu primera vez aquí? - inquirió, curioso, mientras hundía sus pies descalzos en la húmeda arena. @@Syrius McGonagall
  8. - No quiero que se preocupe por tales asuntos, señor Gryffindor. - dijo Nathan, dándose vuelta habiendo obtenido el visto bueno de ambos alumnos y disponiéndose a enfilar por el laberinto de pasillos que caracterizaban a la planta del Departamento de Misterios - La Universidad es una parte muy importante del sistema educativo mágico británico, y como tal tiene las concesiones suficientes como para estar aquí esta noche. Hoy no está aquí como empleado, sino como alumno... así que, relájese y diviértase, de seguro le vendrá bien. Ninguna de sus palabras tenía reproche alguno, más quería dejar en claro que no quería ser cuestionado sobre el tema. Si bien era cierto que el como profesor de la Universidad tenía ciertos derechos en los terrenos de Hogwarts y el Ministerio, no estaba seguro de si estos se extendían a incursionar por las instalaciones ministeriales en plena noche y mucho menos infiltrarse en el Departamento de Misterios. No obstante, confiaba en que su juicio había sido bueno y estaba seguro que, de haberle dicho a los directores cuales eran sus planes, no habrían opuesto resistencias. - Para nuestra suerte, eso no será necesario, señor Rexdemort. - dijo Nathan doblando en una esquina y llegando a un pasillo sin final - Verá, hace varios años, un herbólogo jamaiquino muy conocido llamado Kalev Smaiters, estuvo de visita aquí en Londres e intentó buscar este mismo invernadero. Desafortunadamente, no tuvo éxito en la misión, más tuve la suerte de conocerlo en uno de mis viajes y me confesó un pequeño secreto. Justo cuando dijo eso, sacó su varita que yacía guardada en el bolsillo de su túnica, y la enarboló. Acercó la punta de su objeto más preciado hacia la pared derecha de mármol negro y la apoyó justo en un punto donde el reborde de cinco ladrillos confluían. El lugar donde su varita tocó la pared comenzó a brillar de manera intensa, más el Weasley sabía que eso no sería suficiente para que la puerta trampa se abriese. - Alumnos, por favor, saquen sus varitas y toquen con ellas en estos puntos que ven aquí. Señor Rexdemort, a mí derecha. Señor Gryffindor, usted por la izquierda. - dijo a continuación, enseñándole a los magos donde colocar sus varitas. Una vez que los ambos apoyaron sus varitas sobre la pared, los puntos comenzaron a brillar con una intensidad furiosa y una línea comenzó a describirse entre los tres puntos para luego extenderse por el el contorno de otros ladrillos describiendo una secuencia zigzagueante. Finalmente, el brillo cesó y la puerta trampa se abrió a un costado, desvelando un pasillo oculto que estaba sumido completamente en la oscuridad. - ¡Lumos! - dijo el Weasley, y la punta de su varita se iluminó, reflejando algo de luz en el pasillo que aún poseía una penumbra impenetrable - Después de ustedes, caballeros.
  9. 5 de Mayo de 1998 De un momento a otro, el inferi se encontró a sí mismo encerrado en una jaula de fuego que había sido invocada por Jessie. Miró la jaula y luego dirigió sus ojos a los de su profesora, aquellos ojos que tiempo atrás había contemplado como los de una amiga y que ahora no podía hacerlo sin que su estómago se retorciese al imaginar las cosas que habría hecho con aquella varita... Quizá algún día podría perdonarla por la traición que había cometido, más no estaba seguro de si ese día llegaría pronto, si es que lo hacía alguna vez. - Esto es Primeros Auxilios, Jessie. - le dijo Nathan, con una arremetida de ira que se apoderó de él momentáneamente - No sé a que crees que estás jugando, encantando cadáveres para que vengan a atacarme o llamando a tus amigos para que traten de crear más pánico y sufrimiento del que ya hay. - escupía las palabras como veneno, mientras volvía a colocarse al lado de su paciente - No sé que buscas probar, ¿si soy bueno bajo presión? ¿si puedo priorizar las cosas? Desconozco que esperas de mí, pero mi única prioridad es salvar a esta gente, y si tengo que sacrificarme a mí en el proceso lo haré sin ningún problema. Lealtad y Sacrificio. Parece que ya te has olvidado del valor de esas palabras. Sin dirigirle más la mirada, y con un pequeño sentimiento de culpa a causa de haberle contestado así a quien había sido una de sus mejores amigas, se dispuso a trabajar. Observó la herida ya completamente cerrada del paciente que había atendido minutos atrás, y la cubrió con una compresa de gasa hipoalergénica. - Mi brazo... - alcanzó a decir el joven. Nathan centró su atención en la extremidad superior del joven, donde a la altura de la articulación del codo se observaba un gran moretón e inflamación en la zona del ligamento colateral cubital. Palpó la zona y comprobó que la temperatura de esta estaba un poco más elevada de lo normal, y que con presión digital suave el joven manifestaba dolor. Por último, probó un poco de movilidad pasiva en dirección lateral y observó no solo gran dolor por parte del paciente sino que también un grado de movilidad demasiado amplio. - Pues claramente se rasgó por completo tu ligamento, y también parece que tienes una fractura por aquí. - sacó su varita del bolsillo y la apuntó a la zona afectada - Episkey, Episkey - aquello pareció resolver el problema dado que de inmediato el paciente manifestó un suspiro de alivio, y Nathan, al probar nuevamente la palpación suave, notó una firmeza que antes no estaba en el ligamento - ¡Férula! - dijo por último, y consiguió que la articulación quedase inmovilizada por un yeso y un cabestrillo. No perdió ni un segundo, y de inmediato fue a atender a una chica que parecía haber perdido un ojo por un maleficio de magia negra.
  10. Antes de que comenzaran a hablar, se permitió darles la espalda y cerrar los ojos por unos momentos; escuchó atentamente a sus alumnos, más prestó especial atención a la manera en que hablaban más que a lo que decían en sí. Aquella forma de percepción solía decirle mucho de sus alumnos, incluso más de aquello que pudiese recabar si los escuchase mirándolos directamente a los ojos. Esperaba que sus alumnos no tomaran aquello como una falta de respeto y que, de buena gana, le concedieran el beneficio de la duda en lo que respectaba a su comportamiento. La primera voz fue más gruesa de lo que esperaba, y en ella encontró un acento y algunas experiencias que teñían su inglés de una totalidad que indicaba que era un extranjero. No pudo distinguir bien su lengua madre, más sospechaba que aquel hombre tenía habilidades lingüísticas que, si la situación se prestaba para ello, constituirían tema de conversación entre ambos magos. La segunda voz sonaba, de alguna manera, más apaciguada y calma que la precedente, lo cual fue refrescante para el Weasley. No obstante, lo que más le llamó la atención fue el vocabulario que utilizaba y su oratoria que tenía un estilo que hacía ya tiempo no escuchaba. - Bienvenidos entonces, - dijo Nathan, habiendo ya vuelto a mirarlos a ambos dos - Creo, para fortuna de ambos, que hoy podremos abarcar contenidos que los ayudarán en lo que buscan saber. Ciertamente, tengan en mente que la expertía en una disciplina tan práctica como lo es la Herbología solo se logra tras años y años de exposición a las especies herbológicas, y dado que ustedes ya poseen una serie de conocimientos básicos que aprendieron en Hogwarts o cualquier otra escuela que se precie, me gustaría dar un paso adelante y enseñarles algo que estoy seguro les gustará. Síganme, por favor. El mago los guió a través del atrio y hasta la plataforma donde se encontraban los ascensores que se incursionaban por las instalaciones ministeriales, transportando a sus transeúntes desde un lugar a otro en cuestión de segundos. Al ser de noche, los ascensores se encontraban completamente vacíos, y pudieron colarse dentro de uno sin problema. La puerta se cerró detrás de ellos, más el ascensor permaneció inmóvil dado que el Weasley no había oprimido botón alguno. - Probablemente se habrán preguntado por qué los cité en medio de la noche en el lugar menos natural de todo el planeta tierra. Pero es que quiero que me ayuden a desvelar una antigua leyenda mágica que, con un poco de suerte, seremos capaces de probar cierta. - dio una pausa, y extendiendo su brazo oprimió el botón que los llevaría hacia el Departamento de Misterios - No sé que tanto estarán versados en literatura mágica, pero... ¿alguno de ustedes ha escuchado hablar sobre el Invernadero Subterráneo? El ascensor se movió con brusquedad por una gran cantidad de pasillos que se extendían tanto horizontal como verticalmente en cualquier dirección cardinal. El viaje fue más corto de lo que el Weasley esperaba, y acto seguido los tres se encontraban caminando por el pasillo principal de aquel departamento, el ruido de sus pasos haciendo eco en las paredes de mármol negro que se extendían hasta alturas incalculables. - La leyenda cuenta que dentro del Ministerio de Magia de Londres existe un invernadero subterráneo escondido en alguna parte del Departamento de Misterios. - dijo, sin darles tiempo de responder - A pesar de varios intentos, ningún mago ha sido capaz de encontrarlo antes, y es por tanto que he decidido intentarlo personalmente esta noche junto a ustedes. Debo advertirles, sin embargo, que promete ser una aventura peligrosa que no tengo idea alguna de como resultará. Por tanto, me veo obligado a detenernos un segundo por aquí. Se detuvo sobre sus pasos y se dio vuelta para mirar a sus alumnos una vez más. Les indicó que revisaran en las mochilas que habían traído consigo y que buscasen un pergamino con hechizos defensivos. - Entonces... ¿se atreven?
  11. 5 de Mayo de 1998 El primer herido al que tuvo que revisar tenía una herida de guerra tan substancial que Nathan por poco pudo contener un grito de asombro. No sabía si estaba a la altura de la situación y si bien apreciaba el voto de confianza por parte de Jessie, no estaba seguro de si sus acciones terminarían haciendo mejor o peor aquella noche. Aunque de algo si estaba seguro, haría todo lo posible por ayudar y salvar a quienes habían quedado heridos luego de aquella batalla. El joven adolescente yacía tendido sobre la camilla, con una herida que supuraba sangre y pus en su hemitorax derecho. Nathan la inspeccionó cuidadosamente y determinó que, a pesar de que la herida era bastante extensa, no parecía ser muy profunda y apenas había dañado la capa más superficial de los músculos de aquella región. Esperaba, sin embargo, que no hubiese demasiadas terminaciones nerviosas dañadas. - De acuerdo, esto dolerá un poco, pero te aseguro que te sentirás mejor en cuestión de segundos. - reconoció en la mesita de luz próxima a la camilla un frasco con un líquido algo oscuro. No tenía que leer la etiqueta para saber que era esencia de díctamo, y sus conocimientos de herbología le indicaban que era tan bueno como cualquier hechizo curativo. Aplicó varias gotas de la esencia sobre la herida y esperó a que hiciese efecto. Estaba a punto de aplicar una compresa de gasa cuando escuchó la advertencia de su profesora, seguida de una gran explosión. De inmediato sacó su varita del bolsillo y la apuntó en la dirección general de la explosión para ver, cuando se disipó el polvo, como dos magos tenebrosos se acercaban encapuchados hacia él con sus varitas en ristre. - ¡Deprimo! - dijo, apuntando al suelo debajo de los mortífagos, y este colapsó enviándolos a ellos hacia el piso inferior y enterrándolos en un mar de escombros del cual les costaría zafarse - No se saldrán con la suya.- Justo en ese momento, sintió como una mano se posó en su hombro y se dio vuelta para ver una de las caras más escalofriantes que había visto en su vida. Era claramente un inferi.
  12. Si mis cálculos son correctos, todavía me queda un conocimiento más por rendir, así que heme aquí dejando la ficha para Mayo (que rápido se nos pasa el tiempo D:) Nick: Nathan A. Weasley ID: 106737 Conocimiento: Encantamientos Nivel de Magia: Nivel XVII Link a la Bóveda: Bóveda Link a la Ficha: Ficha Eso estaría siendo todo, me retiro con la fija esperanza de haber llenado las dos líneas (?
  13. 02 de Abril de 2016 Silencio. Eso fue lo único que pudo profesar, y ni siquiera podía llamarse eso, al ver que su profesora no era nadie más y nadie menos que la persona que menos quería ver en ese momento. Se quedó observando su figura, que estaba de espaldas a él, atónito ante su mala suerte y su propia falta de cuidado de no controlar quien era el profesor asignado a la cátedra antes de anotarse a ella. Aún más, le sorprendió su propia falta de razonamiento, dado que Jessie siempre había sido ducha en el arte de los primeros auxilios, y era de esperarse que se postularía para aquel cargo cuando se abrió la vacante. - Buenas tardes. - se limitó a acotar el Weasley, caminando a su lado y decepcionado porque no había nadie más que pudiese acompañarlo en aquella situación de extrema incomodidad. - Ojalá vayamos a la estación del Expreso de Hogwarts, así puede pasarme por arriba. >> - pensó irónicamente para sí, justo cuando llegaban a la entrada principal. Las palabras de la profesora fueron acompañadas por una sonrisa engreída y un rápido gesto de varita, y a continuación el paisaje entero comenzó a virar en una moción incómoda y sintió como las náuseas se asentaban en su estómago producto de la pobre orientación espacial que tanto movimiento le causaba. Justo cuando pensaba que estaba a punto de vomitar, el movimiento cesó, y el paisaje cambió completamente. * - * - *- * - * 05 de Mayo de 1998 La madrugaba perdía intensidad mientras un amanecer soleado se intensificaba sobre los terrenos de Hogwarts, que en gran contraste con los que veía tan solo segundos atrás, ahora se contraponían con un paisaje de completa destrucción y desolación. No necesitaba las palabras de Jessie para orientarlo, sabía perfectamente donde estaba y que había pasado allí: el resultado de la Segunda Guerra Mágica (o la World Wizarding War II, como más frecuentemente la encontraba en los libros) se plasmaba claramente frente a sí. Si bien se encontraban en la enfermería del castillo, ubicada cerca de la última planta, una gran parte del techo de la habitación había sido expulsado y los escombros se habían desparramado sobre una cama, haciéndola añicos. Tal parecía que por arte de magia la habitación había sido expandida al tamaño del Gran Salón para dar cabida al gran influjo de heridos que por poco no habían perecido en la batalla, y Nathan supo cuales serían sus deberes (también) antes de que su profesora se los dijera. Ignoró su comentario cargado de sarcasmo, y se dirigió a la enfermera del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería en ese entonces, Madame Pomfrey, quien lucía un atuendo algo desgarrado y su cara cubierta en una suciedad algo humedecida por el sudor que perlaba la totalidad de su rostro y cuello. - A las órdenes, Madam Pomfrey. - le dijo Nathan, fingiendo completa normalidad - Me enviaron de San Mungo, ¿quiere que me encargue de los pacientes de allá? - agregó señalando a unas camas a su izquierda. La enfermera asintió, y Nathan se dirigió hasta las camas sin rechistar.
  14. http://i.imgur.com/TNtqa4p.png Alex Rexdemort Thomas E. Gryffindor "Cuenta la leyenda, que en los pasillos más recónditos del Ministerio de Magia londinense se esconde una habitación secreta que alberga algunas de las plantas más asombrosas y escalofriantes que la comunidad mágica haya visto jamás. Dicha habitación es un invernadero que desafía todas las leyes de la ciencia y que sólo es accesible para aquellos que verdaderamente muestren su valía en la disciplina de la Herbología. No obstante, cualquiera que busque encontrar aquel invernadero debe tener en claro que está seguro de hacerlo, puesto que puede no regresar jamás." - . - . - . - Esperaba sinceramente que sus alumnos se presentasen a la clase. A decir verdad, no estaba seguro de cuantas personas estarían a la altura de internarse en las profundidades del Ministerio de Magia en plena noche primaveral en busca de una habitación que ni siquiera sabían si existía y que, de existir, significaba un verdadero peligro para su integridad física y mental. Sin embargo, mientras planeaba la clase, había pensado que aquella constituía una verdadera aventura que buscaba disfrutar en compañía de jóvenes sedientos de conocimiento. Fue por ello mismo que se presentó aquella noche en el atrio ministerial, diez minutos antes de la hora pactada con sus pupilos. Les había enviado una lechuza con los detalles de la clase, y si bien no había recibido confirmación o negación alguna, cabía suponer que sus alumnos asistirían. Ya eran casi las once de la noche y el ministerio parecía encontrarse prácticamente vacío, el silencio se sepultaba de forma intimidante sobre la enorme habitación, únicamente perturbado por el constante ruido del agua de la fuente que de a poco se perdía entre medio del silencio cuando su oído se acostumbraba a él. En el suelo, junto a él, habían tres grandes mochilas de color caqui. Cada una de ellas contenía los más básicos elementos que un herbólogo necesitaba para sobrevivir como guantes de piel de dragón, orejeras mágicas, fertilizantes en bolsas de plástico, unos anteojos de plástico para proteger la vista y, como elemento más importante, un pergamino con los hechizos defensivos que siempre solía entregar para que sus alumnos estuviesen a la altura de la situación. - Bienvenidos - dijo finalmente, una vez que el reloj marcó las once y sus alumnos llegaron - Mi nombre es Nathan Weasley, es un gusto tenerlos aquí. Seré su profesor de Herbología esta noche. ¿Gustarían presentarse y decirme cuál es su motivación para tomar la clase? Luego de eso podremos proceder.
  15. Nate Weasley

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    Dejo esto por acá Nick: Nathan A. Weasley ID: 106737 Libro de Hechizos: Libro de la Sangre Justificante de compra del Libro (Link a la bóveda trastero): http://www.harrylatino.org/topic/107596-boveda-trastero-de-nathan-weasley/?p=4944387 Rango Social: Dragones de Oro Nivel de Magia: XVII Fecha aproximada de aprobación EXTASIS o de salida de la Academia (versión anterior): Agosto de 2010 Link a la Bóveda: http://www.harrylatino.org/topic/84203-boveda-de-nathan-weasley/ Link a la Ficha: http://www.harrylatino.org/topic/84160-ficha-de-nathan-weasley/ Gracias desde ya, saludos y espero que con estas últimas palabras llene las dos líneas.
  16. Tras haber finiquitado los trámites burocráticos que lo separaron de adquirir el preciado libro la última vez, Nathan apareció nuevamente en la tercera planta del Magic Mall aquella mañana primaveral que, a pesar de que el sol radiaba en cada esquina de Londres, enseñaba una temperatura fría que justificaban la vestimenta todavía invernal del fenixiano quien, a pesar de saber perfectamente lo que quería comprar, no se privó del gusto de deambular por la habitación observando los preciados y relucientes objetos que eran allí exhibidos. Cuando se hubo paseado por todo el lugar, se acercó finalmente al mostrador y tomó el formulario pertinente. Tenía ya tanta exposición a esos susodichos papeles que los llenó casi de forma impulsiva, y una sola ojeada bastó como comprobación para asegurarse de que los datos estaban dispuestos de manera correcta. Revisó también el precio; sabía que no era un elemento precisamente barato, más no podía obviar la sarta de conocimientos que transmitía y la experiencia que le daba. A lo último, se enfiló en el lugar pertinente y cuando llegó su turno, deslizó el formulario por debajo de las ventanillas. . Buenos días, quisiera adquirir este producto. - saludó al empleado. ________ ID: 106737 Nick: Nathan A. Weasley Nivel Mágico: XVII Link a la Bóveda Trastero: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=107596 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=84203 Fecha: 2016-03-28 Nombre del producto: Libro de la Sangre Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizo Catalogación: AAAAA Puntos por unidad: - Precio: 7000 G Precio total: 7000 G Total de Puntos: -- _______
  17. - Sabes... ya he pensado antes en eso. Es verdaderamente triste pensar que una persona tenga que pasar una sentencia, no importa cuan larga, en Azkaban con todo lo que ello implica solo por las fallas de un sistema que sus pares han creado. Me refiero a que... ¿no se supone que los ciudadanos tenemos que confiar en que el Ministerio nos proteja y nos trate justamente? - comentó a Cissy tras sus respuestas, mientras el ascensor se movía a gran velocidad por la laberíntica construcción del Ministerio Mágico - Ya ha pasado que gente inocente ha sido encarcelada... mira a Sirius Black, Rubeus Hagrid, esos son casos históricos pero de seguro hay varios cientos más, ¿como interceder en casos así? ¿cómo saber que en esos casos, es mejor que no haya una ley que el que la haya? Nathan sabía que sus preguntas se estaban descarrillando un poco, dado que eran más razonamientos filosóficos que verdaderas preguntas que esperaba que su mentora contestase. A decir verdad, tampoco la culparía si no la hiciese, puesto que había leído cientos de filósofos que versaban sobre la organización política de la sociedad que eran incapaces de construir una sociedad que funcionase adecuadamente. Nathan creía que eso se debía al simple hecho de que la naturaleza humana no estaba hecha para ser confinada, y que eran las limitaciones asignadas por la ley las que tarde o temprano terminaban corrompiendo su comportamiento y ocasionando los desastres que sucedían día a día. Finalmente, el ascensor llegó a buen puerto y la fémina voz indicó que habían llegado al Departamento de Cooperación Mágica Internacional. La puerta se abrió con un rápido movimiento y los tres académicos enfilaron fuera del mismo y comenzaron a andar por los pasillos de la planta. - Así que... ¿a dónde vamos ahora? ¿A ver esos expedientes, o qué?
  18. A sabiendas de que probablemente encontraría más y más excusas para volver a pasarse por aquella tienda, el Weasley decidió visitar la segunda planta también y hacerse con más pociones que probablemente le vendrían útiles teniendo en cuenta la cantidad de aventuras que estaba viviendo últimamente. Además, no creía poder tolerar el hecho de que todos en la mansión parecían haberse hecho con uno o dos ejemplares de las pociones más complejas sobre las cuales Nathan había leído. Por esa misma razón, se paseó por la segunda planta contemplando los distintos ejemplares y finalmente decidió hacerse con dos pociones cuyo stock comprobó en el libro dispuesto al público para tal fin, antes de acercarse al mostrador y tomar los formularios correspondientes para llenarlos rápidamente con los datos que día tras día el había comprobado semanas atrás y que ahora le tocaba, una vez más, llenar. Los revisó para cerciorarse de que estuviesen correctos y se enfiló detrás de un mago para esperar que lo atendiesen. - Buenos días, ¿cómo estás? - saludó atentamente, deslizando su formulario por debajo del mostrador. ID: 106737 Nick: Nathan A. Weasley Nivel Mágico: XVII Link a la Bóveda Trastero: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=107596 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=84203 Fecha: 19-03-2016 Nombre del producto: Amortentia Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: AAAAA Puntos por unidad: 160 Puntos Precio: 8550 Galeones Nombre del producto: Poción Agudizadora de Ingenio Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: AAA Puntos por unidad: 40 Puntos Precio: 2000 Galeones Precio total: 10550 Galeones Total de Puntos: 200 Puntos - . -
  19. Honestamente, tenía cierta reticencia a pasarse por allí, más la noticia de que nuevos productos habían arribado a la Mall Mágica no le dejó descansar en paz hasta que se hubiese pasado por allí. Por tal razón, aquella fría y nublada tarde de marzo se abrió paso en la primera planta de la tienda mágica y comenzó rápidamente a inspeccionar los productos en vidriera, anotando en una pequeña hoja aquellos que más le llamaban la atención para luego cerciorarse de que se encontrasen en stock suficiente una vez que se hubiese decidido por los objetos que quería llevar. Sabía además que había una gran probabilidad de encontrarse con sus ex-compañeros de trabajo, a los cuales había comunicado su partida hacía unas dos o tres semanas aproximadamente. Le había costado un poco tomar aquella decisión, más tenía que serse honesto y admitir de que el trabajo no le había gustado del todo y que ciertas razones personales habían sido la gota que rebalsó el vaso. Siempre tendría, de cualquier forma, la oportunidad de encontrar otro trabajo. Finalmente, tras varios minutos de pasearse por allí, se acercó al mostrador y tomó uno de los formularios correspondientes, el cual llenó diligentemente hasta que lo encontró completo y chequeado a prueba de cualquier error. Se acercó a la fila detrás de la ventanilla donde los formularios eran recibidos y cuando llegó su turno, se acercó para saludar educada y calurosamente al empleado allí dispuesto, para luego deslizar su pedazo de pergamino en dirección a él. ID: 106737 Nick: Nathan A. Weasley Nivel Mágico: XVII Link a la Bóveda Trastero: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=107596 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=84203 Fecha: 19-03-2016 Nombre del producto: Moto Voladora Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: AAAA Puntos por unidad: 80 Puntos Precio: 4000 Galeones Nombre del producto: Gema de la Desaparición Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: AAAA Puntos por unidad: 80 Puntos Precio: 4000 Galeones Precio total: 8000 Galeones Total de Puntos: 160 Puntos - . -
  20. - Sobre eso, el otro día estaba leyendo un artículo muy interesante del profeta. - le dijo a su profesora mientras el trío se encaminaba hacia los ascensores - Era un artículo escrito por Marilyn Bagshot, la bisnieta de Bathilda, que hablaba sobre unos documentos escritos por su bisabuela, en los que se narraban los hechos de un crimen de una organización internacional que, precisamente por este tipo de leyes que tú dices, fueron enjuiciados simultáneamente por siete países de la Union Europea. Me encantaría leer más sobre el tema, pero no he encontrado nada en ningún registro público. Los pasillos que daban camino hacia el ascensor se encontraban desiertos: parecía que aquella planta del ministerio solo tenía actividad cuando algún litigante estaba tomando un cargo o un juicio se estaba llevando a cabo. Nathan resopló, ansioso de ver las leyes mágicas en acción y pensando que en un día diferente de seguro podía venir a presenciar algún juicio como oyente, después de todo era su derecho como ciudadano presenciarlos dado que eran de carácter público. No obstante, al recordar el juicio que dos de sus colegas de la Orden del Fénix habían atravesado, una especie de espasmo atravesó la totalidad de su columna vertebral. - Cissy, esta pregunta quizá suene un poco rara pero... ¿crees que la ley es perfecta? - inquirió una vez que hubiesen entrado al ascensor, esperando que su profesora marcara el piso correspondiente - Me refiero a que, en ocasiones, la justicia comete errores y acusa, o aún peor, condena a la persona equivocada. Sé que la justicia es imperfecta porque el hombre es imperfecto, pero la ley es una construcción humana, por tanto también podría ser imperfecta pero... ¿qué opinas tú?
  21. QUENTIN MERABET - Claro que sí, hombre. ¿Qué parte de carnívora no te da miedo? La totalidad de tu composición corporal es alimento para la planta... oye, ahí ¡cuidado! - Quentin enarboló su varita al ver como la planta carnívora extendía varios de sus tentáculos en dirección a su pupilo, y estaba a punto de ejecutar un encantamiento para salvarlo cuando éste supo defenderse por los pelos. - Tienes buenos reflejos, te vendrán bien para esta disciplina. - le apremió y le tomó de la mano, ayudándolo a ponerse de pie - Para la próxima, ten en mente esto. Acto seguido, cambió el objetivo de su varita hacia el tronco de la planta. - ¡Diffindo! - pronunció claramente e inmediatamente el tallo de la planta fue seccionado. - iIncendio! -dijo a continuación, y observó como la cabeza de la criatura que se abría en unas fauces enormes se movía involuntariamente y luego que quedaba completamente quieta, inerte. - Los conocimientos en herbología te serán utiles para salvar tu vida de las plantas y para salvar tu vida con las plantas, son muy útiles, pero también peligrosas, y la ignorancia puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. Le hizo un corto gesto, instándolo a acercarse más hacia la planta que ahora yacía muerta en el suelo. Comenzó a describirla para que su alumno entendiese más sobre su anatomía: comenzó con la cabeza, de un color rosáceo, que tenía forma bulbosa y de su extremo anterior se abrían unas fauces con dientes puntiagudos. - Sus dientes son muy filosos, no solo penetran a través de la piel sino también de la carne y los huesos. Si te agarra, debo decir que estás en problemas. Continuó con su cuello, de un color más verdoso, que se afinaba progresivamente hasta posteriormente dividirse en una multitud de raíces que se enterraban en el suelo y se perdían de vista. La parte más interesante era sin duda su cabeza, de la cual ahora emanaba un fluido viscoso y amarillento al cual Quentin guardó dentro de un frasco que extrajo de su bolsillo. - La savia de las plantas carnívoras es algo difícil de obtener, pero constituye un ingrediente fundamental en algunas pociones curativas... llévala a una tienda de pociones y te harás unos cuantos galeones con ella. - le dijo, regalándole el frasco. - Y ahora vamos, que aún hay mucho que ver... Dicho esto, se encaminó en aún más profundamente dentro del bosque. Al ser una reserva de criaturas mágicas, había algunos ejemplares dignos de contemplar como una Ashwinder que se apareció al costado del camino o una fila de Gorros Rojos que por poco los vieron mientras se enfilaban en dirección transversal a ellos. Merabet sabía que había un bonito ejemplar de un dragón australiano en la reserva, y le había llegado el rumor de que su alumno era muy ducho en el área de las criaturas mágicas, quizá luego podía llevarlo a conocer el dragón. - Como verás, nos estamos internando cada vez más dentro del bosque... pronto nos encontraremos con algo que he dado por llamar un arbusto lanza llamas. Es un ejemplar muy raro en la herbología, que está muy poco por no decir nulamente documentado en libros, del cual se sabe muy poco. Tal y como dice el nombre, lanza bolas de fuego que son sumamente potentes, así que no la subestimes por su tamaño. La mayor parte de los hechizos son inútiles en contra de la planta, por lo que quiero ver si, ya para ir cerrando la clase, podemos lidiar con ella, ¿te parece? Entonces adelante. Y lo dejó guiar la marcha.
  22. QUENTIN MERABET - Y entonces, señor Ryddleturn, ¿qué lo lleva a querer estudiar la Herbología ahora? - le inquirió, claramente pasmado ante la completa honestidad de su alumno que ya podía llegar a irritarlo un poco, ojalá no fuese de esos que solo venían a las clases para tener un certificado más - Déjeme decirle que a pesar de lo fácil o sencilla que pueda parecer, la herbología es una de las ramas más complejas de la magia. No se deje engañar por lo fácil que es extraer la esencia de díctamo o cambiar una mandrágora de macetas, todas esas cosas usted podrá aprenderlas de cualquier manual de rutina, más yo puedo enseñarle cuales hongos inducen la muerte, cuales la locura, cuales el amor y cuales la alegría, puedo enseñarle que plantas son capaces de poner a dormir un dragón o hasta incluso darle unas hojas que le harán revivir los momentos más oscuros de su vida. Quentin caminaba ya a paso firme por el segundo camino, su alumno había escogido el camino que él esperaba que hubiese escogido: ciertamente tendrían una tarde de aventuras por delante y esperaba que el Ryddleturn estuviese a la altura de la situación y pudiese manejar la varita en compensación de su nulo conocimiento sobre las plantas. Quería enseñarle un par de ejemplares de lo más exótico y peligroso, más antes de llegar a eso tenía que probar su valía y sólo se le ocurría una forma de hacerlo, por lo que disimuladamente comenzó a internarlo en el bosque. Sacó otro pergamino de su mochila y se lo entregó mientras se preparaba nuevamente para hablar. - Quiero que tenga algo muy en cuenta, señor Ryddleturn. Las plantas mágicas no son como las criaturas, estas últimas tienen formas menos desarrolladas de razón que nosotros, pero aún así la tienen. Su primer instinto no es atacar, sino huir y ponerse a salvo. Con las plantas ocurre todo lo contrario, créame que si una planta lo encuentra como amenaza, no dudará en quitarle la vida, por tanto tengo que pedirle que usted no lo dude tampoco y utilice estos encantamientos para ponerse, o ponernos en caso de que fuese necesario, a salvo. Ante la duda, un incendio deberá bastar, pero si se le ocurre otro método para librarse de la planta, allá usted. Habían caminado ya unos cincuenta metros dentro del bosque, hasta que de pronto obligó a su alumno a detenerse colocándole una mano en el pecho. Tras girar detrás de un árbol, había una de las especies herbológicas más amenazadoras de todo el mundo, una planta carnívora. Le hizo un gesto a su alumno para que se acercase un poco más a la planta, mientras el se quedaba en la misma posición. - Quiero que me describas la planta, si te mantienes a una distancia prudente no podrá atacarte, por más que quiera, pero si lo encuentras necesario... esto... deshazte de ella.
  23. Nate Weasley

    Animagia

    Se tomó unos segundos para contemplar la escena que lo rodeaba, cosa que no había hecho a fondo cuando había llegado: varios otros alumnos estaban diseminados por el lugar en distintos estadios de aburrimiento, mientras que la profesora parecía mantener un estado de silencio y calma imperturbable. Ni siquiera cuando Agatha llegó fue que la profesora se inmutó, tampoco lo hizo cuando Felicity respondió y... ¿habría algo que en verdad pudiese hacerla salir de aquél trance? ¿Que tenían que hacer para que la clase comenzase? - Me transformo en coyote, algo similar a un lobo, pero con pelaje más blanco y una estructura más... emm.. ligera. - le contestó a Anna cuando pudo salir de su ensimismamiento - ¿Qué hay de ti? ¿No te parece un embrollo que nos hagan hacer pruebas para quedar certificados por la universidad? ¡Me llegó una lechuza del ministerio hace un par de semanas para informarme que mi registro en el Ministerio quedaba en situación transitoria hasta que la Universidad me certifique! No quiero decir que no me quede nada por aprender, seguro saco algo bueno de este curso, pero al menos podríamos ir empezando... ¿no lo crees? Notó que estaba hablando mucho y prefirió hacer silencio. La ansiedad lo aburría a tal punto que tenía que encontrarse haciendo algo para que no fuese reemplazada por impaciencia e intolerancia. Escuchó a Anna preguntarle a Agatha sobre la forma en que se desenvolvían aquellas clases, y a decir verdad el no tenía idea. Quizá había que despertar a la profesora de aquel trance en el que se encontraba, o había que tomar las riendas de la lección por el momento. No lo sabía, y la incertidumbre lo estaba matando. - ¿Y si la sacudimos? Quizá así la despertemos.... creo que está durmiendo, con los ojos abiertos o como sea, se que se puede hacer eso.
  24. QUENTIN MERABET Las respuestas de su alumno lo tomaron completamente por sorpresa: se suponía que cualquiera que aspirase a instruirse bajo la tutela del ateneo de conocimientos de la Universidad Mágica tenía ya, al menos, un catálogo de conocimientos básicos que le servirían para asirse de otros más complejos y de adquirir la maestría en la disciplina que se buscaba transmitir. No obstante, apreciaba la honestidad de su alumno, y pensó que a pesar de su algo raro sentido del humor y el hecho de que había llegado deliberadamente tarde, podía perdonarle todo ello y hacer un esfuerzo extra para enseñarle. - Perfecto, entonces comencemos del principio. - dijo el francés, tratando de acomodar su inglés de manera que sonase lo más natural posible mientras comenzaban a caminar por el bosque - La herbología es la rama de la magia que estudia las plantas, así de sencillo. También busca entender no solo sus beneficios sino también como manipularlas cuando representan una amenaza para los humanos. El díctamo por ejemplo puede significar la diferencia entre la vida y la muerte, pero el lazo del diablo no dudará en matarte si te agarra. - dijo, a la par que se agachaba junto a una serie de plantas de díctamo que estaban al costado del camino. - Toma, ponte estos. De la mochila que llevaba cargada al hombro sacó dos pares de guantes de piel de dragón, que los protegerían contra la aspereza que caracterizaba la mayoría de las plantas mágicas. Se los tendió a su alumno y a continuación le mostró como quitar un par de hojas de la planta sin lastimarse, luego vendría el momento de hacer algo práctico con ellas. - Tenemos dos opciones a partir de ahora, alumno. Supongo que usted, como la mayoría de los británicos, habrá asistido en su adolescencia al Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, donde la disciplina de Herbología era de obligatorio aprendizaje. Si usted quiere, podemos repasar la mayoría de las especies que ya dio allí o bien, podemos ir por otro camino que nos llevará con plantas mas peligrosas. Así mismo, tenga en cuenta que la primera opción trata con plantas medicinales mayoritariamente o con alguna propiedad similar, en cambio el otro camino involucra especies que resultan una amenaza para los humanos, puedo enseñarle a defenderse de ellas. - dijo cuando habían llegado a una bifurcación de caminos que se abría en forma de T - Entonces.. ¿qué camino escoge?
  25. Nathan sonrió gratamente al ver que su profesora parecía interesada en dar un paseo por las inmediaciones ministeriales. Honestamente, a pesar de lo atractivo que resultaba visualmente aquella enorme recámara, no le apetecía pasar demasiado tiempo más allí, ya comenzaba a imaginarse cosas que podrían haber pasado en juicios llevados a cabo allí en el pasado. Se levantó y siguió a la par a Cissy hasta la salida de la recámara, internándose en el pasillo que los llevaría devuelta a los ascensores. - Tenía un amigo que trabajaba en el Departamento de Cooperación Mágica Internacional y un día nos comentó de un problema que había habido entre los diplomáticos mágicos de Reino Unido y Rusia por problemas de inmigración... tal parece que hubo un turista londinense al cual le fue denegada la entrada solo por no apoyar al potencial ministro de magia ruso, según recuerdo, fue un lío. - le dijo a su profesora, para luego meditar profundamente su pregunta - Pues como primer medida, seguro nos deportarían, y en caso de negarnos a ello probablemente nos mandarían a juicio... no sé si lo suficientemente importante como para ser enjuiciados en esas recámaras, pero si tan estricto es el país, supongo que no les gustará ver su inmigración mágica en jaque. En ese momento, a tan solo unos metros del Alto Tribunal Mágico, le llamó la atención un fuerte ruido que provino de la habitación que habían abandonado segundos atrás. Se volvió inmediatamente sobre sus pasos y, dentro de la habitación, se encontró con quien supuso sería su compañera en aquella clase sentada sobre la misma silla en la que el había estado. El ruido había sido producto de las cadenas que se habían precipitado hacia el suelo con un golpe estruendoso. - Buenas - correspondió el Weasley, sin estrechar su mano, como normalmente haría. Algo en el rostro de ella le decía que no le correspondería el gesto, y prefería ahorrarse aquella exposición a la mala educación - Estábamos a punto de irnos de paseo, ¿te molestaría acompañarnos? Quizá nos encontremos con algo peor que las cadenas... - dijo haciendo un gesto con su cabeza hacia la puerta.

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