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Ania Evans Weasley

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Mensajes publicados por Ania Evans Weasley

  1. Era la primera vez que tenía la oportunidad de entrar como parte de la Orden del Fénix a la prisión del grupo, se sentía bien y me sentía importante, motivo? ni idea. El caso es que quería visitar la prisión, ver en que consistía todo eso ademas de albergar a los mortificaros como prisioneros. Me dirigí a la puerta principal, donde se encontraban los guardianes, los que se ocupaban de vigilar la entrada y salida de todos y luego entré por fin.

     

    Caminé el largo pasillo mirando celda por celda ambos lados, algunas celdas vacías, otras con sus huéspedes pero llegué a una especifica que tenía presa a una mortífaga, ella sonrió y me dio curiosidad ese hecho, tal vez planeaba su escape o simplemente recordaba un chiste mortífago.

    -Vaya vaya vaya...que tenemos aquí? Koa Weasley Malfoy...-dije dejando notar la ironía en mi voz, no se porqué no me sorprendía que mi prima hubiera estado en ese lugar y menos que perteneciera a la marca tenebrosa, desde siempre fue un poco muy fría, tal vez ese comportamiento la definía aun más y la delataba muchas veces.

     

    Me acerqué a su celda aun con la luz en mi rostro, sonreí debajo de ella, era impresionantemente emocionante ver a mi queridisima prima sin poder hacerme nada, yo tenía todas las de ganar en este lugar y por ende, ella tenía las de perder en todo.

    -Pero dime, Koalita, que es lo que te da risa? comparte tu felicidad, por favor.

  2. Los hechizos se lanzaban cada vez más haciendo todo un espectáculo de luces en pleno amanecer, solo me distraje por un segundo cuando algo impactó en mi rostro desfigurandome de inmediato, Jota había sido picado por un animal venenoso y yo podía curarlo por lo que decidí ayudarlo. Apunté al mago en la parte inferior, donde tenía un zapato, el otro pie ya estaba libre (?, con mi varita de eucalipto y dije claramente -Morphos- haciendo que éste se convirtiera en un bezoar, el cual lo toma de inmediato haciendo desaparecer todo tipo de veneno en su interior.

     

    Después apunté con mi varita a mi rostro pensando <<Finite Incantatem>> para que éste vuelva a la normalidad al instante desapareciendo el embrujo punzante que me habían mandado.

  3. Apenas dieron la señal, los demás atacaron y mi varita vibró en mis manos, todo había comenzado. Antes de que alguno de ellos se tomaran conmigo debía protegerme de cualquier hechizo que pudieran lanzar así que pronuncie con claridad-Avis-y una docena de pájaros aparecieron a mi alrededor listos para defenderme de cualquier hechizo.

    -Sectusempra-volví a decir y un rayo se disparó hacía Helen. Si éste llegara a darle le provocaría varias heridas graves que si no sanaba le provocaría la muerte.

    Decidí atacar antes de que me atacaran a mi, quería terminar la batalla cuanto antes y de la mejor manera posible, aunque salga herida valdría la pena, y mejor aun si salía ilesa de ella, pero también sabía que podía ser lo contrario, podría salir inclusive sin vida, por ese motivo me apresuré en atacar.

  4. Inconsciente, sin tener idea del tiempo ni el espacio, estando como en un ilapso interminable, viendo solo la oscuridad debajo de mis parpados, no estaba soñando, pero esa era la mejor manera de dormir ya que normalmente mis sueños siempre terminan en una pesadilla.

     

     

    No me daba cuenta de lo que hacía ni decía, no sentía absolutamente hasta que un ruido extraño y un golpe fuerte en la cabeza seguido de un-auch! rayos!-instintivo me hizo despertar. Me había caído de la cama, Timo apareció de inmediato con un disfraz, uno simple para poderme mover con agilidad. Lo miré alarmada viendo en sus pequeños brazos unos sostenes hechos de hojas y unos bikinis que iban de juego con ellos.

    -Ni lo sueñes-dije levantándome del suelo.

    -Es necesario, no tiene otra opción, madre Naturaleza-contestó Timo casi burlándose.

    Me vestí rápidamente poniéndome la poca ropa que llevaría junto con la mascara de color verde que tapaba la mitad de mi cara verticalmente, y luego tomé la mano de mi elfo doméstico para desaparecer de mi habitación de la Mansión Weasley.

     

    Ya cuando aparecí en El bosque de Sherwood, dejé a Timo a unos metros de llegar al Castillo Ryddleturn mis compañeros habían llegado, el día estaba despejado, nada tenebroso como debía ser un día de Halloween. El patronus que me había mandado Lestat me había dicho que llegara a ese lugar, entonces caminé unos cuantos metros para llegar hasta mis compañeros quienes estaban en la espera de la señal para que empezara la batalla. Empuñe mi barita con fuerza preparada para lanzar los hechizos en cualquier momento.

  5. -Si nos dividimos y ese delincuente sigue aquí, tal vez correríamos más peligro-pensé en voz alta mirando un punto ciego-aunque si de ganar terreno hablamos, pues no sería una mala idea-volví a articular mirando esta vez a Cassie. Bebí el café que aun tenia en la mano y sentí otro agudo dolor en el cuerpo que hizo que me doblara nuevamente y mi respiración se dificultó.

     

    -Disculpen...-fue lo único que el dolor me permitió articular, solté el vaso plástico con café y éste cayó al suelo sin más mezclándose con el agua que inundaba la oficina. Poco a poco sentí que todo daba vueltas a mi alrededor <<no puede ser, no, ahora no...>> pensé y cerré con fuerza mis ojos llevando mis manos a mi vientre -Me pasan una silla...por favor?-dije tratando de respirar bien. Cassie me pasó una silla de inmediato y me senté tratando de relajarme aunque me resultaba casi imposible -esto cada vez es más pesado-dije casi bromeando y esbocé una sonrisa.

     

    No podía permitirme hacer más escándalo del que ya había y no podía arriesgar mi salud ni la de mis hijos, esa no era una opción para mi, di un profundo suspiro y sentí que todo volvía a la normalidad y pude centrar mi vista pero empecé a sudar de sobre manera, me levanté para dirigirme a la puerta en busca de agua.

    -Iré por un poco de agua, ya vuelvo.

  6. Buenas nocheeees!! estaba pasando por los topiccs, explorando un poco y ademas estaba hablando con chicos de la orden y decidí apuntarme aquí porque ademas de ir a redadas y demás, quisiera aprender a duelear, a ser ágil, a ser como muchos de ustedes, así que quiero ser de la brigada, desde ya les digo que pondré de mi parte lo que pueda n.n espero llevarme bien con todos!

     

    Saludos!

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  7. Terminé de arreglarme para la graduación, me sentía emocionada, feliz, triste y ridícula, todo al mismo tiempo y mi protuberante vientre no me favorecía en nada. Pasé al lado del espejo que tenía en mi habitación dentro de la casa de los Dragones de Lancashire y no quise mirarme en él, me sentía verdaderamente fea, pero era mi graduación, mi familia y mis amistades vendrían y esperarían verme. Además Kutsy y Fengari me esperaban y no había nada mejor para mí que pasar tiempo con las FAK’s.

     

    Di un último suspiro y salí en busca de Kutsy, quien se encontraba en su habitación, di dos golpes con los nudillos de mis dedos y me acomodé el sombrero de color beige que llevaba en conjunto con mis pantalones de vaquero. Mis botas eran marrones y me llegaban hasta la media pierna por debajo de la rodilla, también llevaba puesta una remera de algodón en color blanco debajo de una chaqueta del mismo color que mi sombrero de cuero y mis pantalones.

     

    La hija de mi prometida por fin había salido de la habitación y no pude evitar sonreír ampliamente al mirar su disfraz, estaba vestida de una bailarina árabe, por primera vez la veía tan…destapada. Moví mis cejas pícaramente para molestarla.

     

    -Uuuy la Kutsyyy-dije en un tono casi melodioso para luego le guiñarle el ojo y finalmente darle un leve golpecito en la nalga.

     

    La tomé de las manos y la jalé para llevarla conmigo hasta afuera e ir por Fengari. Caminamos hasta llegar afuera de la casa de los centauros, donde encontramos a la bruja sentada sobre una lapida, ella nos “saludo” muy peculiarmente.

     

    Sonreí ante sus palabras y me limité a hacerle un gesto para que nos siguiese hasta el Gran Salón. Cuando por fin llegamos, nos situamos en nuestros habituales asientos. Poco a poco fuimos llamadas hasta la última persona que quedaba por retirar su diploma, cuando me llamaron, la directora puso en la palma de mi mano una diminuta calabaza que brilló en un color rojo carmesí y miré a mi madre con orgullo, Pandora, a quien había visualizado desde que entré al salón pero no pude ir a saludarla antes porque el acto daría comienzo en unos segundos. Y casi mis lágrimas se desbordan y resbalan por mis mejillas de la emoción, pero logré controlarlas.

     

    Después de que el acto concluyera volví a mi lugar y vi la sonrisa de Fengari, cosa que me asustó un poco pero no le preste mucha importancia, simplemente sonreí y nuevamente me levante de mi lugar para abrazar a mis mejores amigas en la academia y estaba segura que lo seguiríamos siendo por siempre.

     

    -FAK’s por siempre-dije casi en un susurro por el nudo que de un momento a otro se formo en mi garganta por la emoción mientras abrazaba a mis amigas-chicas, como FAK número dos, prometo dar lo mejor de mí para que esta amistad que hemos alimentado durante todo este tiempo jamás se termine-concluí y sentí mis lagrimas deslizarse silenciosas por mis mejillas.

     

    -Pero bueno, esto es ridíc***-me dije en voz alta limpiando aquellos cristales líquidos de mi rostro-creo que es el embarazo, iré a saludar a mi madre, ya vuelvo chicas, disfruten de la fiesta, en un momento estoy con ustedes-sonreí-aaajajái!!!-grité y golpeé el suelo con la punta de mi lazo de vaquera para alejarme de ellas.

     

    Me acerqué a Pandora, mi madre, una de las que siempre me había apoyado en todo momento, la abracé con fuerza, esperaba que se sintiera orgullosa de mí y estaba casi seguro de ello. Ella nos dedicó unas palabras a mí y a mi hermana quien también se había graduado y a quien apreciaba tanto como a cualquiera de mis hermanos a quienes por cierto esperaba en mi graduación así como a Kassandra.

     

    -Gracias mami, de veras, no solo por esto-me referí al perfume que me regaló-sino porque siempre estuviste dándome ánimo para seguir a pesar de todo-concluí para proseguir a abrazar a mi hermana y felicitarla por su logro.

     

    Mamá se fue al baño dejándonos a ambas en el lugar, por lo que aproveche para seguir saludando a los presentes no sin antes disculparme con Helen.

     

    -Laimi! Mamita querida!-exclame antes de abrazarla y mirar a su acompañante-ohh! Papi!-volví a exclamar para saltar por el cuello de Lestat. Los dos me habían adoptado antes en la familia Myrddin, y aunque había dejado esa familia, a ellos aun los consideraba padres y obviamente, ellos me consideraban su hija adorada (?.

     

    -Me alegra tanto verlos por aquí! Gracias por venir!

     

    OFF:

    Chicooos! por fiiin! felicidades a todos! especialmente a mis FAK's! las adoro! no quiero hacer las felicitaciones individuales porque esto se pondra mas tocho, no se como se diga xD pero..tu me entiendes xD

    saludos.

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  8. Cuando Charlotte y yo nos decidimos a levantar aquel desastre para ver si encontrábamos alguna pista que nos llevara hasta el responsable de tal escandaloso cuadro que en ese momento se presentaba ante nuestros ojos, Cassie, la otra secretaria de mi madre abrió la puerta y como era de imaginarse también se heló al ver la oficina de mi madre en aquel estado casi tétrico y escalofriante, más aun pensando que tal vez el intruso aun siguiera dentro del departamento.

     

    Solo negué ante su primera pregunta y sentí un agudo dolor en mi cuerpo, el cual hizo que respirara agitada y profundamente, supuse que sería por la tensión y mi estado por lo que traté de tranquilizarme sin hacer mucho drama <<calma Ania, ahora no...por favor hijos, ayúdenme, no es momento, ahora no...>> pensaba para mi hasta que el dolor cesó por completo y me volví a enderezar.

    -Si, tenemos que avisar a mi madre, por más susto que le pudiera dar, debemos llamarla, creo que es lo correcto-conteste aun agitada.

     

    -Te sientes bien, Ania?-preguntó Charlotte mirándome un poco angustiada.

     

    -No te preocupes, yo estoy bien-le dije más calmada.

     

    Un papel entro volando en la habitación y se posó en mis manos, lo leí en voz alta y luego de una breve pausa volví a tomar la palabra.

     

    -Mi madre tiene que ver ésto, Cassie...puedes?-pregunté y doblé la hoja nuevamente para guardarlo en mi bolsillo.

  9. Caminé rápidamente hasta llegar hasta mi escritorio, no había visto a mi madre en casa y me había despertado super tarde, por lo cual llegué casi corriendo a mi puesto de trabajo, me senté en la silla y estire mis brazos para alcanzar la montaña de papeles que se encontraba en una esquina de mi escritorio. La puse en frente de mi y tomé la pluma y el sello para empezar con mi labor. Repentinamente me entró un antojo y con mi estado no podía resistirme a un delicioso café.

     

    Retrocedí un poco mi silla y me volví a poner de pie apoyándome por mi escritorio, y luego caminé tranquilamente hasta la sala de espera donde se encontraba la máquina que hacía mi tan ansiado café, saludé a una de las secretarias de mi madre que atendía a un cliente. Levanté mi mano y le brindé una de mis sonrisas, la cual se borró al instante cuando escuché un barullo proviniente, si no me equivoco, de la oficina de mi madre. Supuse que tenía visita, pero de todos modos me apresuré a entrar.

     

    En definitiva fue una visita, pero nada que ver con lo que pensé al principio, Charlotte, la otra secretaria de mi mamá se encontraba en el lugar y su semblante me decía que ella no fue la autora del escandaloso cuadro que vi al entrar. La oficina de mi madre estaba hecha un despelote, hojas tiradas en el suelo, documentos arrugados por todos lados, dos cajones sobre la mesa y uno en el suelo, los porta retratos que adornaban el lugar rotos.

     

    -Por Merlín!-exclamé llevando mi diestra a mi pecho-Charlotte, que pasó aquí? estas bien?-pregunté antes de abrazarla para tranquilizarla y hacerlo yo también. Me sentía asustada y alterada por no saber que había pasado y entonces me di cuenta-Charlotte, mi madre?-volví a preguntar alarmada.

     

    -Ella no está, señorita, Se encuentra en una reunión-respondió y di un suspiro de alivio.

     

    -Vale, tenemos que limpiar ésto un poco a ver si encontramos alguna huella.

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  10. Me encontraba acorralada por los enmascarados que aparecieron tras humos negros, sabía que no podría contra ellos, no porque era débil, sino porque era una simple aprendiz y estaba sola. Cuatro a uno, era una batalla perdida desde el principio, pero me había prometido a mi misma que lucharía hasta el final y con lo que tenía, después de todo me crié con esas enseñanzas, lucharía por mi familia hasta ya no poder, era un desafío que me había puesto yo misma desde siempre el velar por la seguridad de todos mis seres queridos y más aun por mi familia.

     

    Me enderecé y empuñe con más fuerza mi barita de eucalipto apuntando hacia el frente, era consciente de que en unos minutos o quizás segundos yo, al igual que mis madres estaría agonizando en el suelo o peor aún, mi cuerpo yacería inerte y sin vida sobre el pedazo de alfombra que terminaba de quemarse, pero ahí estaba yo, casi corriendo a los brazos de la muerte que solo aguardaba por un simple hechizo para tomarme de una vez y hacerme suya para una inevitable eternidad. Y justo cuando decidí lanzar mi primer hechizo que tal vez sería el último, todo se volvió oscuro de nuevo y poco a poco fui visualizando a mis compañeros hasta encontrarme de nuevo ante la gran piedra de color azul infinito.

     

    Di un suspiro y me limpié las lágrimas que corrían por mis mejillas dando la espalda a mis compañeros <<genial>> pensé mientras me daba vuelta en mi lugar para mirar de nuevo a la clase y antes de que alguien dijera algo, fui casi corriendo hasta mi asiento de piedra negra por las carbonillas que adquirió después del incendio.

     

    De inmediato Fengari arrastro su silla hasta mi lugar, pensé que fue hasta mi para burlarse pero no, al parecer se fue para dormir, le codeé al darme cuenta de que sus ojos se empezaban a cerrar, a la vez que jugaba con un mechón de su pelo. De pronto una luz verde partió el espacio en dos y mi compañera se sorprendió tanto que hasta me dijo que mirara tal hecho. Sonreí al ver su reacción pero uno de los profesores empezó a hablar y me obligué a prestar atención.

     

    Después de que ambos volviesen a callar, mi amiga y yo esperamos para hacer las preguntas, mientras me planteaba una cuestión en mi interior asimilé lo que habían dicho los profesores y una especie de admiración surgió dentro de mi hacía el profesor Elvis, quien dijo ser de la orden del Fénix, luego en la mente me vinieron las palabras de la profesora Mónica y la poca sangre que poseía comenzó a hervirse mientras fluían por mis venas pero sabía que era una clase, que no podía hacer ningún tipo de escándalo por mi bien y aun más por el bien de mis hijos a quienes llevaba en mi vientre <<mis hijos>> me habló mi subconsciente y de nuevo me puse a pensar en las preguntas que brotaron solas.

     

    -Profesor Elvis- dije casi con urgencia alzando la vista para mirarlo -dijo que dentro de la Orden del Fénix hay rangos? Cuáles son? Cual es la función de cada rango y como uno sube al siguiente?- luego miré a la profesora Mónica -y dentro de la marca tenebrosa? y ¿Cuál es la diferencia entre los sangre sucia y los "sangre pura", es que acaso se someten a pruebas para determinar quienes ingresan a su bando?- concluí esperando expectante a sus respuestas.

     

    Off: Mi ficha está actualizada ^^ soy de raza vampiro, lo había especificado en mi ficha pero no se porque no lo pusieron o.o

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  11. Hola! vengo a actualizar mi ficha, bueno, los siguientes campos xD

    FICHA DE PRESONAJE

    http://img407.imageshack.us/img407/4981/lxfg.jpg

    Datos Personales

    Nombre del Personaje: Ania Evans Weasley.

    Sexo: Femenino.

    Edad: joven

    Nacionalidad: Paraguaya.

    Familia(s):
    * Familia 1: Familia Weasley (Sanguínea)
    * Familia 2: Familia Evans McGonagall(Adoptiva)


    Padre(s) Sanguíneo: Kasssandra Seraphine Weasley.
    Padre(s) Adoptivos: Pandora Stark

    Trabajo:

    Organismo Internacional de Normas de Instrucción Mágica y Oficina Internacional de Ley Mágica (Aprendiz)

     

    Rango Social: Aprendiz

    Bando: Neutral

     

    Perfil del Personaje:

    Raza: Vampira.

    Aspecto Físico:
    alta, delgada, su color de pelo es castaño oscuro, ojos color verde claro, su forma habitual de vestir es como cualquier muggle, jeans, remeras o blusas la mayoría de las veces todo negro pero también suele usar otros colores, el rosa no es de su agrado, algo que la caracteriza aun más es la muñequera que lleva siempre y las pulseras sencillas de goma, siempre trata de vestir ropa deportiva o sueltas dependiendo del humor que lleve en ese momento, posee una cabellera que le llega hasta las costillas y leves risos, la mayoría de las veces los tiene atados en una cola o un rodete, también tiene un flequillo de lado derecho.

    Tiene brazos y piernas normales para su edad, posee unos labios ni tan finos ni tan gruesos, nariz chica, fina, ojos vivarachos de un color verde claro. Sus manos tienen dedos largos y delgados, pero diestros y rápidos.

     

    Cualidades Psicológicas:

    Ania es una chica con carisma, muy amigable, divertida, Alegre, Risueña, Amable, Dulce con sus seres queridos, bondadosa con los demás, es una chica a quien no le gusta pelear aunque si lo haga mucho con su prima Koa pero siempre es jugando, es también muy traviesa, le gusta jugar y divertirse haciendo bromas a sus amigos y en especial a sus familiares, cada que encuentra una oportunidad no la desperdicia, sabe hacer y ser amiga, lucha por lo que desea y por más de que no le guste tener enemigos, si los tiene también sabe cómo tratarlos.

     

    Historia:
    Ania Nació en los suburbios de la ciudad de Caaguazú, una pequeña ciudad en el País de Paraguay, su madre, Kassandra Weasley tuvo que refugiarse con los muggles ya que en el mundo mágico había una persecución mortífaga y ella en ese estado no podía arriesgarse, pero apenas su hija nació, ella tuvo que volver para cumplir con los suyos, su bando la necesitaba más que nunca y debía ayudar por sus votos mismos de lealtad y sacrificio.

     

    Por razones obvias no llevó a Ania con ella, la quería demasiado para arriesgarla de esa manera, por lo tanto la dejó con los muggles con quienes ella se había refugiado, los Candia, era una familia humilde pero numerosa, sabía que su hija se quedaba en buenas manos y antes de marcharse dejó una carta que en su debido momento llegaría a las manos de su pequeña, explicándole todo y quien era en realidad ella.

     

    Ania creció como cualquier niña muggle, fue a la escuela a los cinco años de edad, luego paso a la secundaria, como cualquier persona, tuvo sus problemas, algunos que otros accidentes de niña que no fueron significativos pero que ya formaron parte de su vida, por ejemplo cuando se cayó de un árbol a los seis años, su “padre”, el señor muggle que se encargó de ella, pensó que no era grave y termino su labor rutinario para volver a casa donde la encontró con un enorme chichón en la cabeza y vomitando a más no poder, se asustó de sobremanera y de inmediato la llevó a su pediatra, ella no pudo hacer mucho, no pensó mucho y llamo al hospital de la capital del país para que prepararan todo ya que mandaría a una pequeña paciente de urgencia.

     

    -vamos a irnos de paseo Ania, vamos a Asunción-dijo la tía Nena derramando amor en cada palabra, tal y como la caracterizaban. La niña no quería saber nada de viajes en ese momento, ella seguía vomitando y el dolor en la cabeza se intensificaba cada vez más, pero ella no era una niña tonta, sabía que no era un simple paseo de aventura, nunca su padre la había llevado de “paseo” y ese no era un buen momento para hacerlo, así que se dejó y la trasladaron de inmediato hasta el hospital donde luego de una rigurosa investigación, sesiones de tomografías, radiografías y hasta electrocardiogramas lograron refutar cualquier tipo de gravedad, los síntomas que presentaba la niña era solo por el golpe en la cabeza que se dio al estrellarla contra el concreto.

     

    De todos modos Ania estaba internada durante un mes en el cual dejó de asistir a la escuela, pero luego todo fue un simple recuerdo del pasado. Cuando la tímida, inocente e introvertida niña llegó a la adolescencia, llegaron los problemas mayores, era tiempo de que ella supiera la verdad y su “padre” tenía que lidiar noche tras noche con los pensamientos que no le permitían conciliar el sueño pensando en cómo lo tomaría su hija. Una noche no pudo más con tanta carga y llamó a su hija a su cuarto para contarle toda la verdad.

     

    -Tengo que decirte algo muy importante, hija-comenzó con un hilo de voz.

     

    -Dime papi, que pasó?

     

    -No sé como lo tomes, pero pase lo que pase, quiero sepas que yo siempre te quise y siempre estaré contigo, nunca te abandonaré y las puertas de mi corazón siempre estarán abiertas para ti.

     

    Los ojos de Ania se llenaron de lágrimas al escuchar esas palabras de su papá, pensó que él le diría que moriría pronto o algo así por lo que le acaba de decir.

     

    -no me asustes papi, que pasa-dijo con un hilo de voz

     

    -no quiero asustarte, mi hija, solo quiero decirte la verdad de una buena vez

     

    -pues dilo que quiero saber papi

     

    -tu…no eres mi hija-soltó de una vez antes de romperse en llanto.

     

    Ania se quedó como en el aire, no sabía si creerlo, no quería hacerlo en absoluto, ella al igual que Ernesto, se rompió en llanto y contestó:

     

    -como puedes decir eso? Me niegas, padre?

     

    -no! No hija, claro que no, no te estoy negando, solo quería acabar de una buena vez con este martirio y decirte la verdad.

     

    -no creo papi, yo soy tu hija y de nadie más!-replicó al abrazarlo.

     

    -no sabes como quisiera que eso fuera verdad mi niña, pero lastimosamente no es así-dijo acariciando el pelo de la joven y luego se separo de ella y le entregó la carta que su verdadera madre había dejado para cuando ella tenía la edad suficiente de entenderlo.

     

    Ania tomo la carta y la leyó entre lágrimas y sin decir una sola palabra, luego de terminar la lectura, comprendió todo y después de unos días decidió ir en busca de su madre y de su verdadera vida.

     

    A los quince años, la vida de Ania había sufrido un cambio radical, no le costó llegar hasta el mundo mágico, en la carta que le había dejado Kassandra, estaba detallado cómo llegar hasta su casa, siguió paso a paso lo explicado y pudo llegar hasta la magnífica mansión Weasley, la cual le gustó desde un principio, conoció a su madre, quien desde el primer momento la llenó de amor y cariño, por fin pudo sentir el amor de una madre, de su verdadera madre, estaba en su casa, ella pertenecía al mundo mágico, la magia corría por sus venas, estaba en su gen.

     

    Apenas llegó a su nuevo mundo y volvió a tomar clases, pero clases de magia, claro, donde su propia madre fue su maestra, conoció nueva gente, fue adaptándose rápidamente a esa vida llena de misterios y magia, se hizo muy amiga de una pareja joven que la adopto como hija, Laimi y Lestat. Después de un tiempo, dejó la familia Myrddin para volver al Castillo Evans McGonagall, fue la primera familia que la había acogido durante unos días al llegar al mundo mágico, Laimi pertenecía a ella y fue la misma quien la dirigió hasta Pandora, ahora madre adoptiva de Ania. La chica le contó a su madre adoptiva lo que había pasado y ésta la llevó hasta Kassandra.

     

    En la academia de magia y Hechicería conoció a quien ahora es su novia y su futura esposa, Huntress, quien desde el primer momento la atrajo de una manera aterradoramente irresistible y no tuvo otro remedio que aceptar lo que sentía por ella, la amaba tanto que inclusive fue quien la convirtió en lo que ahora era, una vampiresa, aunque le costó convencerla.

     

    Tenía dos familias reconocidas por la sociedad mágica, hermanos, primos, madres de sobra, una novia a quien amaba con todo su ser, dos elfos que además de servirle eran dos amigos incondicionales, una mascota que la llamaba mamá y una larga vida por vivir, llena de aventuras mágicas y de obstáculos como cualquier vida sobre la faz de la tierra.

     

    Otros datos:
    Sus hijos son:
    *Aicitel y
    Leonardo James Potter

    *Tiene una gran debilidad por el chocolate.

    *Posee un Osito polar bebé parlante llamado Emi

    Cronología de cargos:
    Hospital San Mungo. Planta 5. Heridos y Resurrecciones de Neutrales (Aprendiz)

    Organismo Internacional de Normas de Instrucción Mágica y Oficina Internacional de Ley Mágica (Aprendiz)

     

  12. Mi mamá volvió a hablar, lo hacía apropósito, era obvio, y eso hacía que mis nervios aumentaran, no quería compartirla más, sabía que un bebé en la familia atraería toda la tensión de mi madre y de alguna manera haría que me consienta menos. Aunque también debía admitir que me estaba haciendo vieja, bueno, ya era demasiado grande para andar de la mano de mi mamá o haciendo que me contara un cuento antes de dormir pero si fuera por mi lo seguiría haciendo.

     

    Mi rostro se mantuvo neutra mientras seguía quejándose -Naunet, tendrá con quien jugar- me senté en la silla que estaba en frente de su escritorio.

     

    Volví a sonreír ante sus siguientes palabras -creo que será demasiado tarde...- la seriedad se volvió a apoderar de mi y sin pensarlo dos veces lo solté -estoy embarazada- no pude creer que lo había dicho, no tan rápido, no de esa manera, tan fácil, tan des-preocupadamente, tan..inesperadamente, incluso yo me sorprendí, pero a la vez me alivió, tarde o temprano lo sabría y después de todo, mi madre estaba de buen humor y sería mejor decírselo ahora...creo.

     

    -No tomaré alcohol ahora por obvias razones, mami- concluí esperando su sermón o su desmayo, aunque rogaba a Merlín que no haga escándalo. Rogaba al cielo que lo tomara de buena manera. La miré un poco asustada.

  13. Con Kassandra.

     

    Reí un poco al escuchar la queja de mi madre y luego me miró casi desintegrandome con sus ojos de color caoba, haciendo que mi sonrisa se borrara de inmediato de mis labios y bajara mi vista. Aunque por dentro tenía bastantes ganas de reír por su reacción cuando mencioné a Brandon, lo miró de una manera tan graciosa. Era obvio que yo estaba bromeando, pero al parecer ella se lo tomo enserio, cosa que de algún modo me pareció mas gracioso aún.

     

    Ella volvió a hablar y luego me tomó del brazo para llevarme a su oficina, sonreí mientras era llevada por mi madre hasta su despacho. Me sentí como una niña de unos seis o siete años llevada por su madre a su habitación de castigo.

     

    Efectivamente me castigó, cuando llegamos a su oficina siguió su sermón y mi quijada cayó sin previo aviso al escuchar lo que me estaba diciendo. Un hermano? la poca sangre que corría en mis venas semi-humanas subió a mi rostro y la sonrisa de nuevo desapareció de mis labios.

     

    -Enserio, eso no fue gracioso, además ya tengo a mis hermanos no me pidas que los cite, quiero evitar la fatiga-dije seriamente-y sabes que ya no te compartiré...y una cosa más, a mis hermanos tampoco les gusta compartirte, así que usa condón-dicté con el ceño levemente fruncido.

     

    -sí, hasta me metí en un asunto de espías, este trabajo me gustó desde el primer día-volví a decir un poco más calmada al alzar de nuevo mi vista para mirar a mi madre.

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  14. Con Kassandra

     

    El ambiente se mantuvo tenso durante unos largos minutos, mis nerviosismos lo disimulaba perfectamente gracias a que presionaba mis dientes, o eso creía hasta que May me preguntó si me encontraba bien, lo primero que hice fue tragar saliva mientras asentía con la cabeza.

     

    Para mi suerte, el único hombre que se encontraba en la sala con nosotras tomó la palabra, al parecer también era nuevo ya que después dijo que debería saber que se hacía exactamente en el departamento. Sonreí aliviada y me acerque a mi madre dejando que May y Brandon den su paseo.

     

    -Bueno jefa- inquirí bromeando-para que soy buena aquí?..Por cierto, ya vendrá Niqqui?- pregunté.

     

    Se suponía que ella era mi jefa y aun no se presentaba, me preocupé durante los siguientes segundos pero después le di un beso a mi madre en la mejilla y sonreí inocentemente

     

    -hay pero que jefa más guapa! Me pregunto porque aun no me consigue un padre…-alcé mis cejas un par de veces- que te parece Brandon?- pregunté sonriendo -nah...creo que es muy joven para ti…veré si entre mis clientes hay alguno perfecto- reí un poco -bueno, ya...Enserio, tenemos trabajo que hacer- finalicé.

  15. Con Bodrik en el Hospital Mágico

     

    Sonreí amablemente mientras me sentaba sobre la camilla que tenía en su consultorio la sanadora Bodrik, y escuchaba sus palabras, las cuales me aliviaron un poco cuando escuche que el parto podría ser sencillo. Me sonrojé un poco cuando me dijo que se me notaba la panza, cosa que era cierta, se me notaba de sobremanera.

     

    -Pues sí, ha crecido bastante, pero es que tiene dos criaturas dentro, pensé que sería normal…Bueno, además de lo que ya había mencionado y de lo obvio-me referí a mi protuberante vientre-pues, me sentí un poco débil durante esta semana aunque he bebido mucha sangre y comido muchos kilos de carne roja, pienso que como demasiado, la verdad por eso suelo contenerme aunque quiera más, es que también quiero mantener mi figura después del parto-dije un poco ruborizada-por cierto, cuando patean lo hacen muy fuerte que hace que se me corte la respiración, supongo que es por la raza.

     

    Así era, últimamente no dormía porque toda la noche se pasaban pateando y moviéndose en mi vientre y más que dolor era falta de oxigeno lo que me daban y hambre, a cada rato, mi hambre era insaciable por lo que no quería estar mucho tiempo con mi novia ya que su sangre me atraía como nunca antes y no quería dejarla más pálida de lo que ya estaba.

     

    -Por las noches no duermo, si acaso una hora pero casi nunca, crees que eso sea el causante de mi debilidad?

  16. Cuando me dispuse a volver a mi lugar, algo pasó ya que de repente no vi ni escuche a nadie, solo se podían ver los escombros, restos de inmuebles, ceniza, unas cortinas terminando de ser consumidas por el fuego, y sangre. Me aferré a uno de los marcos de lo que parecía ser una especie de puerta cuando sentí un escalofrío que bajó lentamente desde mi nuca por mi espalda al escuchar un grito desgarrador, el cual hizo que suelte un chillido ahogado y mis manos fueron directamente a mis oídos mientras cerraba los ojos.

     

    Estaba arrodillada, sentía la suavidad de la alfombra bajo mis rodillas pero seguía con los ojos cerrados y mis manos aun tapaban mi oído. Abrí lentamente los ojos y divisé una mancha en la superficie de la alfombra, no pude distinguir bien, quité mis manos de mis oídos y toque con las yemas de mis dedos la mancha líquida en ella <<sangre>> pensé y de nuevo el miedo me inundó haciendo que una vez más sintiera el molesto y perturbador beso gélido en mi nuca descender por mi espalda.

     

    Levanté la mirada un poco, siguiendo la gran mancha y ésta me llevó hasta dos cuerpos tirados en el suelo. Me acerqué a ellos lentamente ubicándome en medio de los dos mientras sostenía con fuerza la varita que tenía en el bolsillo de mi capa y cuando estuve lo suficientemente cerca apunté hacía ellos y pude escuchar como apenas respiraban.

     

    Caí al suelo de rodillas nuevamente y la varita de eucalipto rodó a unos centímetros de mi cuando lo solté al darme cuenta de quienes se trataba. Kassandra y Pandora, las dos mujeres que me criaron y me ayudaron a crecer, las dos personas más importantes en mi vida antes de mi futura esposa, estaban agonizando. Un agudo dolor creció en mi pecho y creó un gran nudo en mi garganta que pronto se desató en un llanto silencioso esparciendo en mi alma una sed de venganza voraz y creciente.

     

    Cerré mis manos en un puño con rabia y escuché una voz que me hablaba muy claramente aunque no sabía quien hablaba, no sabía si era cosa de mi subconsciente -Debes aferrarte a lo que tienes. Tu deber es defenderlo y ser la protectora de quienes lo fueron contigo. Debes evitar que sigan causando daño- todo lo que había mostrado sobre el zafiro volvió a mi mente en una fracción de segundos y me sequé las lágrimas.

     

    -Madres, les prometo que esto no volverá a suceder- me incliné para depositar un beso en la frente de las dos y antes de que pudiera levantarme alguien aplaudió detrás de mí y luego rió con ironía. El miedo había desaparecido por completo de mi cuerpo y la adrenalina generada por el dolor hizo que el coraje lo reemplazara.

     

    Me puse de pie empuñando mi varita con fuerza, mi única amiga capaz de defenderme en esos momentos. Así me sentía.

     

    -No sé quién eres y no me interesa, pero puedes estar seguro o segura de que esta es la última vez que disfrutaste destruyendo hogares sin motivo alguno. Pagarás por lo que has hecho.

     

    Apunté con mi varita hacía su pecho –incárcerus- dije en un susurro y unas cuerdas lo ataron de manos y pies, pudo deshacerse de la que lo mantenía callado, por lo que de inmediato dije –Silencius- y un rayo de color verde paso muy cerca de mí, el cual no pudo darme ya que el mortífago se encontraba atado de manos.

     

    Aparecieron otros cuatro mortífagos en el lugar y me vi acorralada pero aun así mi coraje seguía a flote y no me rendiría muy fácilmente, no, porque de esa manera les demostraría a ellos y a mi misma de lo que soy capaz, y si he de morir pues moriré pero lucharé hasta respirar la ultima bocanada de aire que pueda.

     

    off

    espero no llegar tarde de nuevo :s

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  17. Hospital Mágico con Bodrik

     

    Ya habían pasado un mes y tres días desde mi visita a San Mungo para hacerme los análisis que efectivamente dieron positivo al embarazo, hecho que hasta ahora era casi increíble para mi por mi naturaleza nueva. Decidí volver ya que tenía cita para un mes después de salir del hospital.

     

    Camine por las calles del ministerio hasta llegar al hospital y una vez adentro, me dirigí a la oficina de Bodrik, esperaba que se encontrara sola y de esa manera poder terminar pronto el control. Aunque también debía esperar a mi novia, ya que le había dicho que nos encontraríamos ahí.

     

    Huntress me insistió tanto en ir conmigo que terminé aceptándolo, además creo que era algo normal que tu pareja te acompañara a ver a tus bebés…o no? Como sea, así lo hice, estaba en el hospital esperando a mi novia pero me fui junto a la sanadora antes de alguien más lo hiciera y yo me quedara más de una hora esperando mi turno.

     

    Toqué la puerta antes de abrirla y luego de hacerlo metí primeramente mi cabeza-puedo pasar?-dije con una sonrisa en mis labios antes de pasar mi cuerpo por el estrecho espacio que hice yo misma. Saludé a Bodrik con un beso en la mejilla y luego tomé la palabra.

     

    -Buenos días, como notarás, mi panza ha crecido un poco, aunque no se nota mucho, me he alimentado con sangre, algunas veces se me antojaban unos chocolates y café, pero más sangre y carne roja-dije antes de que me pudiera preguntar nada. Estaba emocionada y quería que se diera cuenta de ello, aunque supongo que ella ya sabe cómo es esta cosa del embarazo por tantas veces que atendió casos como el mío.

  18. Me senté de nuevo sobre unas de las grandes piedras del desordenado lugar prestando atención a los mentores ya que volvieron a tomar la palabra haciendo lo mismo que nosotros habíamos hecho. Los dos se presentaron mirándose al espejo que había creado la profesora Mónica. Luego de que los dos terminaron su descripción, y de que Fengari, una de mis mejores amigas lo haya hecho también, ya que había llegado tarde. La profesora movió nuevamente su varita haciendo que el espejo se ennegrezca lentamente, observé aquel hecho analíticamente mientras en mi mente unas imágenes bailaban junto con frases y un adiós acordado entre nosotros dos.

     

    Sentí de nuevo unos movimientos en mi vientre que me hicieron salir de mis pensamientos y llevar mis manos con rapidez a él, me ruboricé de inmediato deseando con mi alma que no haya llamado la atención de nadie, ni de mi hermana ya que podría preguntarme por los bebes y no estaba en mis planes aun hacer público mi embarazo, menos en frente del padre de mis hijos <<por favor, por favor cálmate Ania>> pensé para mí al soltar un suspiro y cruzar mis piernas apoyando mi codo derecho en una de ellas sosteniendo mi mentón y con la columna levemente curvada para seguir prestando atención a los mentores.

     

    De un momento a otro nos encontramos en la oscuridad total a excepción de la luna que a pesar de que seguía brillando en el cielo, no alcanzaba a iluminar absolutamente nada en la tierra. Escuché un “lumos” y una luz se formó en el extremo de la varita de nuestra mentora Mónica, seguidamente lo volví a escuchar pero esta vez la luz se formo en la varita del profesor. Mis ojos se entrecerraron hasta adaptarse a las bolas de luz que ahora iluminaban el sector.

     

    El profesor Elvis tomó la palabra explicando lo que teníamos que hacer seguidamente, pero antes lo hizo él mismo mostrándonos un recuerdo suyo. Él y la profesora Mónica aceptaban darnos las clases de bando y perfil ante los directores de la academia de magia y hechicería. Un recuerdo que me hizo sonreír levemente al escuchar la ultima respuesta de uno de los directores “Ahora mismo”. Al parecer ese recuerdo fue de hacía unos minutos.

     

    El profesor volvió a tomar la palabra por última vez dando los últimos detalles antes de cedernos su lugar. Luego de que éste calló, esperamos unos minutos y luego, de nuevo Vladimir fue el primero en mostrarnos sus recuerdos. Me preguntaba a que bando iría, aunque después de lo que vi, era para mí muy obvia su decisión, aunque un tanto incomodo ya que eso significaba su presencia constante en mi vida.

     

    La siguiente en pasar fue Nats, otra de mis compañeras, lo que nos mostró me dejó casi en shock <<tengo una sobrina de parte de Helen? Mi madre lo sabrá?, porque no me lo había dicho…>> esos pensamientos me inundaron durante unos segundos pero por tercera vez, salí de mis pensamientos por culpa de unas patadas provenientes del interior de mi vientre. Cerré mis ojos durante medio segundo y me paré para acercarme al muro de zafiro, y lo toqué con la palma de mi mano derecha cerrando los ojos. Unos segundos después éste se iluminó poco a poco para mostrar el recuerdo que daría a conocer. Abrí de nuevo mis ojos y di dos pasos atrás para mirar también la pantalla, si así podría llamarse.

     

    Las imágenes fueron haciéndose cada vez más nítidas hasta mostrar las calles del callejón Diagón, iba caminando hasta llegar en frente de un bar, miré el letrero y luego alcé un poco la manga de mi capa para mirar mi reloj-justo a tiempo -dije en voz alta y entré al lugar.

     

    Me acerqué hasta una de las mesas donde Binfeyd me estaba esperando, luego de llegar hasta ella, me senté en la silla que estaba en frente de ella y apenas lo hice, una figura encapuchada y con el rostro tras una máscara negra llegó hasta nosotras para saludarnos, de inmediato supe de quienes se trataban, ya que de un momento a otro aparecieron más de ellos pero yo yacía con el cuerpo herido en una esquina mirando como destrozaban el lugar.

     

    La imagen se fue opacando de nuevo para luego volver a aclararse en otra escena.

     

    Esta vez caminaba por Ottery, me encontraba en frente del castillo Stark, mis nudillos dieron unos leves golpes a la gran puerta y mientras esperaba de nuevo la misma figura había aparecido con otras dos detrás de él, definitivamente era el mismo ya que tenía sus mismos rasgos físicos, la misma mascara y la misma varita, o al menos mis ojos lo vieron así.

     

    Como la primera vez, los fenixianos aparecieron unos segundos antes de que me hirieran, y de nuevo la imagen se opacó para después mostrar una por última vez un recuerdo mío.

     

    Estaba en el castillo Evans y mi madre Pandora me abrazaba mientras mis lágrimas corrían por mis mejillas perdiéndose en la comisura de mis labios. De inmediato la imagen cambió a otra donde Kassandra me abrazaba en la puerta de la mansión Weasley y por fin el zafiro volvió a su estado normal.

     

    -Bueno…pues, los dos últimos recuerdos fueron en tiempos diferentes aunque fueron para mostrarles que lo que siento por mi familia-hice una muy breve pausa- en especial por estas dos mujeres que me supieron criar y guiar hacía el bien, apoyándome constantemente y de manera ininterrumpida desde que llegué, o mejor dicho…volví a este mundo -volví a tomar un breve descanso-es algo muy grande, un cariño irrevocable y único que defenderé ante cualquier adversidad que se presente.

     

    - De los recuerdos anteriores solo puedo decir lo que ya todos sabrán -proseguí- he tenido no solo dos, ni tres encuentros con ellos, pero estos fueron los más significativos, el primero, unos días después de volver al mundo mágico, y el ultimo, hace unos meses atrás -crucé mirada con Fengari para luego mirar a Helen. Las dos eran las únicas a quienes conocía en la clase, además de Vladimir, pero evitaba mirarlo mucho -sin embargo, no quiero dar mucho énfasis al daño que me han causado tanto física como emocionalmente, sino, al contrario, quiero darles a conocer la admiración que le tengo a los que siempre me han salvado, los fenixianos, siempre estaré agradecida con ellos y mi lealtad está con ellos desde siempre. Como les había dicho, lo mío no es la maldad así por que si, al contrario, soy partidaria de la paz y la tranquilidad en lo posible.

     

    Off.

    Siento la demora compañeros ;)

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  19. Era un día normal, como tantos otros pero la noche sería decisiva, me encontraba en la mansión Weasley mirando unos catálogos de ropa para bebés, el hecho de que estaba embarazada me daba mucha ilusión y ya quería tener en mis brazos a mis pequeños, todos los días pensaba en ellos me alimentaba de sangre a cada rato para poder fortalecerme y a ellos a la vez.

     

    Emi, mi pequeño oso miraba también la revista a mi lado en mi cama hasta que llegó el momento de almorzar, como la mayoría de las veces, nadie estaba en casa, todos trabajando, cosa que yo debería estar haciendo pero tenía que prepararme para mi clase de la academia por lo que me ausenté, quería ser puntual ya que eran la últimas y las más importantes.

     

    Cuando cayó la noche sobre el mundo mágico empecé a prepararme, Brina me cargó la bañera y luego planchó mi capa de color verde mate que tenía pensado llevar junto con mis jeans de color negro y una remera blanca que llevaba la impresión en forma de alas del mismo color en la espalda bordeadas en plateado; mis pantimedias blancas y mis tenis del mismo color con detalles en negro.

     

    Me tomé mi tiempo para asearme, lo hice muy tranquilamente ya que aun tenía tiempo para llegar al lugar que me habían puesto en la carta que donde notificaban que la clase daría comienzo. Cerré mis ojos relajándome en el agua tibia de la bañera mientras pensaba en mi novia, Huntress, mi vida había cambiado por completo cuando ella me convirtió, desde siempre sentí algo fuerte por ella pero desde aquella vez eso se intensificó y la vampiresa se convirtió en mi razón de vivir, me sentía irrevocablemente enamorada de ella y no veía la hora de poder por fin vivir a su lado para toda la eternidad, pero aun faltaba para eso por lo que tenía que mantener la calma.

     

    Después de cuarenta minutos exactos, salí del baño y me vestí con tranquilidad, antes de ponerme la remera acaricie mi vientre ligeramente protuberante casi no se notaba aun pero algo se movió que me hizo estremecer de inmediato y mi corazón empezó a acelerarse hasta que el movimiento cesó y un suspiro salió desde mis pulmones por mi boca.

     

    Estaba lista, mis jeans, remera, pantimedias, tenis y mi capa ya se encontraban en su lugar y mi cabello lo llevaría suelto ya que me lo había lavado y de ese modo se secaría más rápido. Bajé las escaleras hasta la cocina donde encontré a mis dos elfos con Emi cenando, al entrar, mis elfos se pararon de las sillas y yo sonreí.

     

    -No se preocupen, sigan comiendo que yo puedo esperar, pero eso sí, Timo luego de cenar me llevas a mi clase-demandé para luego sentarme en la mesa con ellos y agarrar una galleta de chocolate y llevármela a la boca.

     

    Luego de que hayan terminado de alimentarse, Timo y yo desaparecimos del jardín de la mansión y aparecimos en un oscuro lugar lleno de escombros y unas pequeñas llamaradas que abrazaban ya con pocas fuerzas unas maderas que parecían ser pedazos de muebles.

     

    Cerré mis manos en un puño al notar que fue apropósito y tenía la idea de quienes lo hicieron, le dije a mi elfo que se retirara y éste así lo hizo tras un peculiar crak! Para que de inmediato yo me abriera paso al lugar donde se encontraba una pequeña cantidad de gente.

     

    Mis compañeros habían llegado incluso mi hermana Helen y él…Mi respiración se agitó levemente y mi cuerpo se tensó ante su presencia, solo esperaba que no se diera cuenta de eso ni él ni nadie por lo que trate de controlar mis nervios y me senté sobre una de las piedras del escalofriante lugar.

     

    Cuando hubimos llegado todos los profesores se presentaron y la mujer hizo un gran espejo en medio de todos mientras el mentor nos explicaba lo que tendríamos que hacer. Uno por uno se fueron presentando y había llegado mi turno de hacerlo por lo que me puse de pie y caminé temerosa y con mis pómulos levemente enrojecidos hasta ponerme de frente ante el espejo.

     

    Buenas noches-empecé mirando mi figura imitada a la perfección por el espejo-Mi nombre es Ania Evans Weasley, como mi apellido lo dice, soy de las familias Evans McGonagall y Weasley. Mi madre sanguínea es Kassandra Weasley-proseguí con claridad y con la voz firme y un poco elevada para que todos escucharan-a mi padre no lo conozco porque ella simplemente no me habla de él, según me ha dicho, es doloroso y aunque quisiera saber algo de él, no quiero hacerle sentir mal a mi madre, por esa razón, nunca tocamos el tema-tome una breve pausa para tomar aire y seguir-mi madre adoptiva es Pandora Stark, de parte de los Evans, por lo que Helen es mi hermana-dije con seguridad-con respecto a mi fisionomía…-recorrí mi cuerpo de pies a cabeza desde el espejo-soy una chica alta, de tez blanca y pálida por mi nueva naturaleza, soy vampiresa, convertida recientemente por mi ahora novia, Huntress. Mis ojos son de color verde, al parecer los saque de mi padre ya que mi madre los tiene de color caoba, tengo el pelo castaño oscuro, casi negro, de niña fui un poco obesa pero desde los diez años fui bajando de peso y estirándome hasta llegar a lo que soy ahora-volví a tomar una pequeña pausa-en cuanto a mis cualidades psicológicas, puedo decir que soy una persona amable, respetuosa, cariñosa, comprensiva, me gusta experimentar cosas nuevas, me gusta lo arriesgado pero hasta cierto punto, en definitiva no me gusta para nada pelear aunque si fuera necesario lo haría y daría todo de mi. Soy una persona fiel a mis amigos, mi familia y a mi misma, una de mis mayores cualidades es que me gusta ayudar y lo hago de corazón-concluí para girar sobre mis talones y volver a mi sitio atendiendo a las nuevas indicaciones y los demás compañeros.

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  20. http://i.imgur.com/QBII0CM.png

     

    Mi madre había aparecido en el momento indicado, pero justo cuando nos terminó de saludar un papel hecho bola cruzó la oficina para caer sobre la mesa, ella la leyó y luego nos pasó para imitarla, lo tuve que leer dos veces para entender un poco lo que pasaba, pero aun así no entendía nada y al parecer ella y May, la chica que al parecer era mi jefa, tenían una idea de lo que significaba.

     

    De un momento a otro llegaron Niqqui y Brandon quienes luego de analizar muy bien la situación junto con nosotros, decidieron infiltrarse como los secuaces del criminal quien supuesta mente estaba detrás de todo esto y mientras ellos hacía su parte de la operación, nosotras: Mi madre, May y yo. Prepararíamos o buscaríamos un lugar donde podrán ocultarse cuando llegue el momento de huir.

     

    Todo lo que estaba pasando me asustaba un poco pero también me producía una especie de adrenalina en la sangre, quería saber como acabaría todo y estaba casi segura de que acabaría bien ya que nos estábamos organizando muy bien.

    off:

    Disculpen la tardanza x.x no supe como acoplarme y ps...aquí mi rol :s

  21. HOSPITAL MÁGICO CON BODRIK

     

    Escuché la respuesta de Bodrik atentamente y entendí que debería alimentarme de acuerdo a lo que mis hijos necesitaban, supuse que sería sangre, sangre y más sangre por lo que me tranquilicé un poco ya que sabía cómo conseguirla y además era mi "comida" diaria y casi única.

     

    -Sangre...-mi comentario parecía más una pregunta que una afirmación.

     

    Mi cuerpo se volvió a tensar al escuchar sus últimas palabras <<el parto no será sencillo>> me repetí y suspiré desde mi alma mientras sentía el miedo crecer en mi interior.

     

    -Entonces como podemos saber a que raza pertenece?-tragué saliva-explícame eso del parto-volví a decir en un hilo de voz.

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  22. Me encontraba leyendo tranquilamente uno de los tantos libros en la biblioteca de la mansión Weasley con los auriculares puestos. Empezaba a aburrirme, Emi dormía y ni Hani ni kvothe se encontraban en casa para molestarlos así que bajé a la cocina para molestar a Timo y Brina.

     

    Apenas terminé de bajar las escaleras una luz cegadora flotó hasta mi convirtiéndose finalmente en una vicuña, lo reconocí de inmediato, era un patronus de mi madrina fenixiana, Binfeyd.

     

    -Bin…me necesitan-dije en un susurro para correr por las escaleras en dirección a mi cuarto, donde tomé mi capa y corrí de nuevo a la cocina junto a Timo para que me llevara al lugar indicado por el animal, bueno, no en ese lugar exactamente, le pedí que me dejara un poco antes de llegar a las montañas que está en Honduras, el Pico Erapuca.

     

    Así fue, lo tome de las manos y al otro segundo nos encontrábamos bajo el cielo oscuro entre unos árboles un poco distante de mis compañeros de combate, me despedí de Timo y caminé sigilosamente sin llamar mucha atención hasta los demás fenixianos.

     

    Tomé la otra varita que tenía y luego de la señal de los demás, corrí hasta entrar a a la prisión mortífaga lista para defender a los míos aunque muera en el intento.

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  23. HOSPITAL MÁGICO CON BODRIK

     

    Bodrik volvió a hablar una vez que estuvimos seguras de que efectivamente estaba embarazada. Asentía mientras escuchaba sus indicaciones, comprendía que debería desde ahora no solo velar por mi salud sino también la de mis hijos, así que presté mucha atención.

     

    Me sonrojé un poco al escuchar lo de la raza de mis bebés, la verdad no sabría exactamente pero se suponía que el padre era demonio así que opté por esa respuesta y no por una amplia explicación que al final terminaría en la misma respuesta.

     

    -Pues el padre es demonio-dije aun con el tono rosado en los pómulos- no creo que eso interfiera tanto en la alimentación, o si?-pregunté-y...el tiempo de crecimiento es normal o hay alguna variación en eso?-finalicé esperando su respuesta.

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  24. No tuve que esperar mucho, un elfo me abrió la puerta y haciéndome pasar a la fiesta de mi amiga, esperaba verla radiante como siempre. El pequeño elfo me guió hasta los jardines donde se llevaría a cabo la fiesta de cumpleaños de Kytta.

     

    Al llegar, el pequeño ser me invitó a sentarme en una de las mesas. Por cierto, la decoración era esplendida, sonreí al pensar como estaría de feliz mi querida amiga, cosa que me ponía feliz a mi, le daría la gran noticia apenas tenga tiempo, ella debía saberlo así como todas mis demás amigas y claro, mi familia.

     

    Saqué de mi bolso una pequeña caja de color blanco portadora del obsequio de Kytta, y la puse sobre la mesa. Al parecer aun no había bajado ya que no la encontraba entre todos los presentes, pero sí reconocí a uno, el cual hizo que me tensara de inmediato, pero por suerte sabía que traía un antifaz bajo el cual estaba segura.

     

    Me quede sentada hasta que mi amiga apareciera con su abuela. Una vez hubo aparecido, sonriente obviamente, me acerqué a ella con mis pasos elegantes llevando la pequeña cajita en mis manos.

     

    -Estas hermosa amoshi, toma tu pequeño obsequio, apenas lo vi le dije "tu destino te puso en frente de mis ojos para llevarte con tu legítima dueña"-inquirí sonriendo luego de saludarle con un cálido abrazo y un beso en la mejilla.

  25. Me preparé tranquilamente para ir a la fiesta de mi querida amiga Kytta, me había invitado y no podía faltar en tan importante acontecimiento, ella era una de mis mejores amigas dentro del mudo mágico así que entré me puse las pilas y me preparé para festejar con mi amoshi su cumpleaños.

     

    Luego de salir del baño, me puse el vestido que tenía preparado junto con el antifaz de juego y bajé hasta la cocina para buscar a Brina y pedirle que me lleve hasta donde se llevaría a cabo la fiesta.

     

    Una vez hube encontrado a mi elfina, esta me preguntó que se me ofrecía, le pedí por favor que me llevara al castillo Lestrange Lupin donde mi amiga me esperaba.

     

    Tomé la mano de mi elfina y con la otra mano sostuve mi vientre para al otro segundo estar en nuestro destino, agradecí a Brina y di unos golpes a la puerta con mis nudillos esperando que alguien conteste.

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