Romina Black Lestrange

Salte de la ventana de mi habitación escapándome del castillo solo para asistir a un duelo en una de las mansiones abandonadas que tenía sus rumores como todos los lugares que habían sido deshabitados hace muchos años. No faltaba la idea de quien decía que estaba lleno de fantasmas, monstruos o cualquier otro tipo de criatura a la que cualquiera pudiera temer. Iba vestida con una remera, un jean y unas zapatillas para estar más cómoda. Camine por las calles completamente oscuras casi por diez minutos intentando encontrar la dichosa mansión. Al llegar lo primero que logre ver fue el enorme jardín; y como era de esperar, el pasto estaba seco al igual que los árboles y las plantas. También tenía varias lapidas por el lugar. Por último divise la gran mansión que estaba detrás de todo el jardín era de un negro muy parecido al carbón con varias ventanas y puertas. Tenía mucha curiosidad por entrar a explorara la mansión pero la figura de una chica me detuvo a unos diez metros donde inmediatamente me vio llegar apuntó su varita hacía mí. -Protego- dije apuntando mi varita hacia el hechizo que Morrighan me lanzaba y este escudo que salió invocado de mi varita absorbió por completo el Sectusempra que ella me había lanzado evitándome graves heridas que me hubiera producido en ese momento. -Quería entrar a explorar un poco la mansión; no creí que fueras tan cobarde- le comente a Morringhan con la intención de que se enojara solo un poco para que entráramos en la mansión y tuviéramos el duelo ahí. El viento frio soplaba fuertemente y logre ver como llegaban rodando por el piso varios bezoares. Tome unos cuantos y me los coloque en el bolsillo de mi pantalón por si los necesitaba más adelante. -Sectusempra- dije apuntando mi varita hacia el pecho de Mrringhan. Un rayo salió de mi varita; si este llegaba a tocarla le provocaría graves heridas sangrantes que si no se las curara inmediatamente moriría desangrada y en este lugar en el que no había prácticamente nadie iba a ser más difícil que alguien la salvara.

Mire a las tres chicas con una sonrisa casi fingida porque no podía ocultar mi asombro al notar lo que hacía el fantasma de esa cantante. Seguí a Alba hasta donde ella se dirigía sin dejar de prestar atención a las provocaciones que le hacía para que se enojara. No sabía si estaba aquí para ayudar a que los fantasmas se fueran o para empeorar más la situación haciéndolos enojar. No me atreví a decirle nada a la chica por miedo de que se enojara o reaccionara mal pero estaba segura que las cosas empeorarían si le seguía el juego. Camine con ella hacia una habitación la cual parecía ser una bodega. Cuando Alba abrió la puerta me sorprendí al reconocer que uno de ellos era Michael Jackson porque estaba bailando y el otro era Bob Marley, pero a la única que no logre reconocer fue a la chica que no tenía ningún conocimiento sobre ella. Me sorprendí ante la contestación del fantasma porque nunca creí que era así. -¿Por qué están aquí? ¿Cuál es su propósito? ¿Qué hacen en un lugar mágico?- me atreví a preguntarle a los fantasmas; exponiéndome a que no me contestaran o que me tiraran algo para hacerme daño- ¿Quién es la chica?- le pregunte a Alba. Supuse que la pregunta y los comentarios de la mujer que se había presentado como Caroline los enojaría aún más y todo llevaría a que nunca podríamos controlarlos. Me detuve a pensar que era lo que podíamos hacer para controlar e intentar que los fantasmas se fueran del lugar; o que simplemente dejaran de pelearse y molestar a la gente que venía al lugar pero en ese momento no se me ocurría nada más que hacer. -¿Tienen alguna idea?- le pregunte a ambas esperando que tuvieran alguna idea; la que sea con tal de controlar a los fantasmas y que dejaran de molestar. Mire a los fantasmas que seguían gritándose entre ellos y diciéndose cosas pero no lograba entender porque reaccionaban así, que era lo que les pasaba para que se llevaran tan mal hasta el punto de no dejar a nadie más entrar al lugar. -¿Qué les pasa? ¿Por qué no solo pueden estar tranquilos sin hacer peleas? Creo que nadie va a intentar sacarlos de aquí, pero si siguen destrozando todo el lugar va a ser los más probable- le comente a los fantasmas que inmediatamente comenzaron a tirarme cosas. Algunas las podía esquivar y otras me daban en la cabeza o en otras partes del cuerpo.

Salí del castillo dirigiéndome al lugar en donde tenía que encontrarme con los guardianes para hacer por primera vez una guardia ya que a la primera no había podido ir. Mientras caminaba pensaba en que además de que era la primera vez era aprendiz y tenía que aprender. Ya me habían dicho al lugar al que tenía que ir. Al principio no podía creer que un bar hubiesen fantasmas de cantantes que no dejaran que a la gente en paz. Mientras caminaba mire el reloj que llevaba en la mano derecha y note que ya era un poco tarde. No sabía si ir o no ir ya que no me gustaba llegar tarde a los lugares y mucho menos no poder avisar que no iba a poder ir. Camine lo más rápido que pude era mejor llegar tarde que no llegar nunca, eso era lo único que había evitado que me regresara a mi casa. Di varias vueltas por todo el callejón y me enoje tanto al no recordar cómo era el lugar. Respire profundo y comencé a caminar más tranquila para encontrar de una vez por todas el portón igual como me lo habían descripto. Llegue hasta el portón y note el cartel que decía “Elviris Pub”; toque las iniciales de ambas palabras e inmediatamente una puerta apareció de la nada. La empuje y al pasar a través de esta note que el lugar estaba casi vacío y me acerque a tres chicas que estaban allí pero algo me llamo mucho la atención. Los fantasmas parecían estar locos o molestos por algo que lanzaban cosas por todo el lugar; y eso, sin duda, era el motivo por el cual no tenía clientes. -Hola, soy Romina- dije mientras me acercaba a las mujeres-No era mi intención llegar tarde pero tuve un poco de complicaciones para encontrar el lugar ¿Qué es lo que hay que hacer?- pregunte mientras intentaba esquivar los objetos que lanzaban de un lado a otro; era como estar en una pelea de comida de las escuelas muggles solo que esta vez era entre fantasmas. Me quede pensando mientras esperaba a que me dieran las indicaciones necesarias para hacer algo o intentar ayudar. Estaba segura de que no podríamos lanzarles hechizos ya que estos los atravesarían y terminaríamos destruyendo el lugar por completo. La verdad que era muy difícil pensar en cómo detener a unos fantasmas pero intentaría todo con tal de conseguirlo, y como última instancia, propondría la idea de llamar a un médium si es que había.

http://i.imgur.com/9DfCURK.gif Parecía que este día no podía ir peor; las pociones habían provocado muchas cosas. Primero ese olor fuerte que causaban ya te provocaban mareos y hasta podía decir visiones; y después esos dos por pelear se habían caído a la bañera llena de pociones y decían que se habían convertido en algo; aunque seguramente sería temporalmente porque eran pociones. A Kirara la vi bastante alterada y hasta parecía que quería desaparecer en cualquier momento. Hasta que me tomo por sorpresa que me tomara del brazo y me dijera “vámonos” cuando ella misma anteriormente había dicho que tenía que esperar a que el jefe diera el permiso para salir de la clínica. Me soltó de golpe mientras salíamos de la clínica a las calles del callejón y mire como caminaba rápidamente. -¡A dónde vas!- le grite a Kirara mientras se alejaba aún más de la puerta de la clínica. Por un momento no sabía si volver a entrar o seguirla. Parecía que a todos los que habían tocado las pociones estaban infectados o algo así. Mientras la seguía me quede pensando en que volvería al departamento y probablemente dejaría una carta de renuncia porque en este trabajo me podía pasar cualquier cosa y no me aseguraban que podía salir viva. Ya estaba decidida llegaba como sea al departamento y en ese mismo momento diría que no volvería y renunciaría.

Estábamos en la tienda con Alessandra borracha y todavía la luz no volvía y se hacía imposible ver las cosas. Cuando le saque la botella se quejó y hasta me la pidió nuevamente pero no se la di. Luego empezó a zarandear a Morrighan pidiéndole que le dé la botella a toda cosa. Todo era tan divertido pero a la vez serio que no sabía si reírme por lo que pasaba o quedarme seria y seguir ayudando. En ese momento observe a mi abuela regresar y apuntando hacia Alessandra le lanzo un Rictusempra que no pudo evitar y le impacto haciendo que se viera más graciosa de lo que ya estaba en ese momento. Parecida que ya se estaba poniendo un poco mejor porque empezaba a reaccionar cuando la amenazaban con llamar a alguien. -Abue… ¿Qué hay que hacer ahora?- le pregunte esperando que me dijera que tenía que hacer porque además de que venía a conocer el lugar también venía a trabajar y no me iba a quedar todo el día parada sin hacer nada.

@ Bueno por lo que entiendo creo que van a actualizar el árbol xD quería decirles si me podrían colocar como familia sanguínea porque esa era mi idea al principio pero como no entendía muy bien todo y la había puesto como que quería que me adopten por error xD Solo quiero saber si se o no y si el miembro que me había adoptado (Adryanie) me quiere como hija sanguínea o no. Listo eso era todo!

http://i.imgur.com/9DfCURK.gif Estaba tan distraída que no lograba concentrarme. Todas las cosas que hacían eran completamente raras y desconocidas para mí que hasta me parecía que estaba tratando con gente loca. En ese momento alguien se presentó como el jefe de la oficina a la cual me había postulado a trabajar; lo único que hice en ese momento fue sonreírle y en un abrir y cerrar de ojos cuando iba a decirle mi nombre había desaparecido. Seguramente en otra oportunidad nos conoceríamos mejor. Mire a Hayame, no logre entender como de un momento a otro cambiaba de carácter; primero estaba como seria y después hacia bromas o al menos eso parecía. Escuche los gritos de Xell, no podía creer que estaban desnudos eso no era normal o al menos para mí. Me acerque cuidadosamente hasta que la escuche decir que no me acercara. Sin importar lo que me decía me iba acercando hasta asomarme por el agujero y al ver que era cierto no pude evitar reírme y luego me gire hacia atrás y me quede sentada intentando procesar todo lo que estaba pasando; estaba a punto de volverme loca. Mire con cara de desconcierto a Xell cuando nos daba unos trajes blancos parecidos a los que se usaban cuando querían estar cerca de las abejas. Observe a Kirara que parecía estar cada vez más nerviosa y buscaba a Matt a costa de todo. Se podía escuchar todo lo que pasaba en el piso de abajo pero a la vez intente no hacer caso a todo lo que escuchaba. Cosas de las que hablaban no las creía ciertas; los zombis. -¿Zombis?- pregunte asombrada- ¿Esas cosas existen, no son solo de las películas?- pregunte mientras esas ganas de escaparme venían nuevamente a mi cabeza; era algo que no podía evitar y con tantas cosas que habían pasado lo más probable era que me volviera loca o que no regresaría jamás al trabajo sin importar lo que me dijeran.

Hola! Bueno paso a cambiar algunas cosas de mi ficha; lo único que cambia es la historia, el aspecto y las cualidades psicológicas porque el resto sigue todo igual. La pongo entera porque decidí cambiar la letra y los colores. ¡Saludos!

En medio de toda la confusión que habían provocado esos dos fantasmas traviesos no logre ver nada y mientras hablaba con Emilia no me había dado cuenta de que me encontraba tirada en el suelo. Escuche las palabras de mi abuela y no pude evitar soltar una carcajada; no veía nada de malo en hacer bromas si estábamos en un lugar que se dedicaba específicamente a eso. Me quede sentada en el suelo hasta encontrar mi varita que tenía en uno de mis bolsillos y murmure <<Lumus>> y de mi varita salió una luz que iluminaba hacia donde apuntara. Me pare y mire a Emilia que estaba gateando hasta el mostrador y después se puso a hablar con un elfo para que traiga a Alessandra. Me quede tan impresionada cuando el elfo desapareció en un abrir y cerrar de ojos; nunca en mi vida había visto como esas criaturas desaparecían. En poco tiempo la puerta se abrió nuevamente y una chica (Alessandra) se encontraba tirada en el suelo con una botella de Ron en la mano y llorando. Apunte hacia donde se encontraba mi abuela y aunque no la conocía mucho podría jurar que estaba enojada y que en cualquier momento estallaría. A Emilia y a mí nos había dicho que nos encarguemos de nuestra hermana. No estaba muy segura de lo que tenía que hacer; no sabía si sacarle la botella de la mano o dejársela. Mire a Emilia que seguía cerca del mostrador y me acerque a Alessandra sacándole la botella de las manos y no espere a su reacción. -Ten Emilia- le dije mientras me acercaba hacia donde estaba y le entregaba la botella-Escóndela por alguna parte- le dije mientras la miraba esperando que hiciera algo-¿Siempre se pone así?- le pregunte a Emilia; realmente no las conocía del todo bien y no podía decir nada sobre ellas.

http://i.imgur.com/9DfCURK.gif Me alegre al saber que Hayame se sujetó a la soga para que la pudiera levantar. Antes de empezar a jalar de la cuerda la escuche como intentaba darme ánimos de que si podía hacer algo. Seguramente lo hizo porque anteriormente intente escaparme por solo el olor de las pociones; pero ahora iba a hacerlo porque prácticamente sentía que no estaba en un lugar seguro. Tome con mucha fuerza la cuerda con las dos manos y haciéndome hacia atrás para no caerme empecé a jalar de la cuerda lo más fuerte que pude para que Hayame pudiera subir de la manera más rápida posible. Hasta que al fin llego y se paró sobre el techo piso o lo que sea que fuera. -Y… ¿Qué se supone que tendríamos que hacer ahora?- le pregunte a Hayame esperando que ella tuviera alguna idea porque seguramente estaba acostumbrada a esto todo el tiempo-Porque creo que el hechizo gelatinizador ya no servirá o ¿Si?- le pregunte esperando alguna respuesta y alguna idea. Me quede esperando alguna respuesta. Seguramente con el tiempo trabajando aquí me acostumbraría al ritmo de trabajo y a la locura que se veía que todos llevaban encima. Esperaba no volverme como eran ellos en algún momento pero si eso llegaba a pasar iba a ser solo mi culpa por haber elegido este trabajo.

Estaba seguramente en la tienda más loca de todo el Callejón. Emilia estaba convertida en una especie de lobo o algo así y su voz que le salía rara hacía que dé un poco de miedo. Sentí como mi corazón latía mucho en ese momento; era porque estaba asustada pero a la vez no. Eran dos cosas totalmente opuestas pero que las sentía el mismo tiempo. Logre escuchar como la puerta se abría lentamente a pesar del ruido que se escuchaba de otra parte del lugar. Apareció otra chica y no pude evitar reírme al verla cubierta de burbujas. No la conocía pero a primera impresión parecía ser agradable. Emilia que seguía siendo lobo se sentó con normalidad como si fuera uno de ellos y rogué que ella no haya notado mi cara de sorpresa. Mágicamente Emilia volvió a su normalidad justo en el momento en el que se escuchaban pasos que venían desde la planta baja. Estaba mi abuela y tres fantasmas. Por suerte aún no conocía a ninguno pero estaba segura de que no tardaría mucho en hacerlo. No pude evitar reírme un poco al escuchar las palabras que Emilia le decía a esos dos fantasmas a los cuales llamaban traviesos. Yo nunca había hecho ninguna travesura y mucho menos una broma y supuse que este sería el lugar indicado para hacerlo con ayuda de alguien. Ahora entendía un poco porque llamaban así a esos gemelos fantasmas; de un momento a otro ya se habían puesto a hacer más travesuras y de pronto se podría decir que prácticamente todo el lugar quedó a oscuras. -Emilia… cuando termines de hacer lo que dijo la abuela, si es que lo vas a hacer. ¿Quieres hacer alguna broma o travesura? Es que nunca hice ninguna de las dos y creo que este es el lugar perfecto- me dirigí a Emilia esperando que ella tuviera un poco de experiencia y me ayudara a lograr mi propósito. Dije esas palabras esperando que nadie más que ella me escuchara; más bien no quería que me escuchara mi abuela.

http://i.imgur.com/9DfCURK.gif Todo lo que estaba pasando en la clínica era tan extraño pero a la vez tan sorprendente que ya no sabía ni lo que iba o tenía que hacer. Mientras terminábamos de subir las escaleras para llegar hasta donde estaban todos me adelante un poco para ver bien todo lo que pasaba. Al estar en el tercer piso logre entender porque en el de abajo había una bañera; era por el gran agujero que había y porque algo caía en el piso o techo que provoco que se desintegrara y que seguramente en cualquier momento se terminaría de caer. Observe atentamente todo lo que pasaba y casi no lo podía creer; dos personas (Sean y Amya) se estaban pelando. Discutían y gritaban aunque no logre entender porque lo hacían lo primero que se me vino a la mente es que todo lo que pasaba lo provocaban las pociones. Me quede mirando a esos dos quieta desde donde estaba. Estaba tan asombrada que cuando Xell grito “terremoto” lo único que hice fue correrme un poco para atrás y ver como a Xell la empujaban y como esos debajo de Amya y Sean el piso comenzaba a romperse hasta que se cayeron; seguramente en la bañadera que tenía un mejunje de pociones. Casi di un grito cuando Xell estuvo a punto de caerse también junto con ellos. Después empezó a caminar hacia otro lado; seguramente para irse de la clínica pero se la veía enojada. Por un momento pensé en seguirla pero por otro la curiosidad también se me hacía muy grande. Camine hacía el agujero y me asome cuidadosamente y no pude evitar echar una lleve carcajada al ver como Amya y Sean estaban “tomando un baño de pociones” que además tenía escombros. Logre ver que Hayame estaba cerca de donde ellos estaban y que preguntaba si había alguien arriba o de lo que se suponía que quedaba de la parte de arriba. -Yo quedo todavía- dije riéndome un poco por la situación y al ver como hacia supuse que quería algo y se me ocurrió sacar de mi pequeño bolso que tenía ese raro hechizo que hacía que pudieras tener todo lo que quisieras. Saque una soga-Ten, agárrate de la soga voy a intentar subirte- le dije mientras le lanzaba la soga para que la agarrara.

Antes de salir de la casa para dirigirme a la tienda de bromas que se llamaba “Moco de Troll” me arregle un poco el cabello que tenía como una melena de león. Mire la dirección que había anotado en el papel y decía que estaba casi en la entrada del callejón diagón. Nunca logre entender cómo es que en ese lugar cabían tantos lugares. En el camino al callejón estuve pensando en que este iba a ser mi primer trabajo para empezar a conseguir galeones por mí misma y no depender siempre de mi familia. Camine por todo el callejón diagón antes de buscar la tienda a la que debía ir. Recorrí varias veces el callejón mirando y observando cada tienda que había en todo el lugar. Algunas eran muy pequeñas, otras muy grandes pero lo que era más sorprendente es que mayoría de ellas estaban muy juntos. Camine lentamente hasta las primeras calles del callejón diagón para esta vez entrar en la tienda de bromas. Seguramente iba a ser el lugar más divertido. Pensaba eso porque ya conocía un poco a las dueñas y seguramente habían pensado todo bien y con mucho cuidado para que la gente que se atreviera a entrar pase una experiencia inolvidable. Llegue a la parte de afuera del lugar; tenia las paredes de un color amarillo y la puerta era celeste. Me sorprendí al notar que el lugar era tan pequeño. Al abrir la puerta celeste muchas burbujas salieron del lugar y me cubrieron. Sonreí; era una grandiosa idea que cuando alguien entrara su primera sonrisa fuera porque se había llenado de burbujas. O al menos esa era lo que pensaba. Al pasar por la puerta celeste llena de burbujas me sorprendí aún más. No podía creer lo que estaba viendo. Primero que habían muchas cosas para hacer bromas; y segundo que el lugar era enorme por dentro y por fuera parecía que era el lugar más pequeño que se encontraba en todo el callejón. -Hola, muy lindo el local- después de decir eso me quede esperando a que alguna de las dueñas recordara que yo era una de sus nuevas afiliadas y estaba muy contenta por poder trabajar.

@ perdóname pero no entendí nada de lo que dijiste T___T mas la parte de los fantasmas xD a ver supongamos que empiezo a postear cuando no hay clientela; que se supone que tengo que hacer xD porque si es un negocio tengo que trabajar no me voy a pasar mirando el suelo T__T a eso es lo que voy xD no se si se entiende u.u

@ o.o que rápido creí que ibas a tardar mucho más estoy contenta A lo que voy con que no se lo que tengo que hacer es a que si solo tengo que postear cuando viene gente o cuando yo quiera y segundo no entiendo la regla numero cinco. No se si puedes explicarme todo esto por aquí o no sino mándame un MP que es lo mismo XD

Hola!! Bueno paso a registrarme o lo que sea como afiliada para este maravilloso negocio (?) xD Y si es que me aceptan creo que no estaría de más que alguien me explique que es lo que tengo que hacer porque es la primera vez que me afilio a algún negocio. Espero haber completado las lineas. Saludos. Link a Ficha de personaje: Aquí Link a Bóveda personal: Aquí

Misión Ministerial-Departamento de Misterios Me quede quieta escuchando las palabras de Hayame. Me esforcé mucho para intentar entender un poco de lo que hablaba. No sabía si lo que decía sobre que nos podían pasar cosas era cierto o solo quería bromear un poco; sus palabras me pusieron un poco nerviosas y me mordí el labio para que no se diera cuenta que estaba un poco nerviosa. Hayame me iba explicando varias cosas cambiando cada vez su tono de voz mientras subíamos nuevamente las escaleras para encontrarnos con el resto. Empezó a hablar algo de pociones cosa que intente entender lo mejor posible ya que nunca había estado cerca de algunas y mucho menos había estudiado algo que tuviera que ver con eso. La mire con una cara de desconcierto a todo lo que decía. Habló sobre algo de gelatinizar los líquidos de las pociones y me estuve preguntando una y otra vez que era eso hasta que me pregunto si sabía cómo hacer el hechizo. Antes de responderle tomo aire y me aclare un poco la garganta y dije: -No, no se hacer un hechizo gelatinizador- le dije a Hayame mientras llegábamos a donde estaban todos-Además no entiendo mucho de que estas hablando.

Misión Ministerial-Departamento de Misterios Estaba mirando a Hayame mientras esperaba que me respondiera o que al menos me dijera algo; ya no me daba miedo como al principio sino que me parecía cada vez más agradable hablar con ella. Ya estaba un poco más calmada y estaba segura de quedarme en la clínica. De pronto sentí como me abrazaba y la verdad que se sentía tan bien aunque algunas personas me habían dicho que el trabajo la gente no era así. Yo también la abrace; en ese momento me hacía mucha falta que me trataran de esa manera tan linda y a la vez tierna. -Sí, me parece bien- le dije y luego la mire con una sonrisa y seguramente ya se habría dado cuanta que no me iba a ir de la clínica. La escuche mientras me decía que me colocara un casco burbuja que más tardé me colocaría- Y… ¿Ya tienes alguna idea de lo que puede hacerse?- le pregunte ya más calmada-¿Por qué tendría que salir corriendo al Departamento si llegara a pasar algo?- le pregunte esto último con más curiosidad porque no me imaginaba que podría salir mal y porque tendría que dirigirme al departamento. De pronto recordé que tenía que hacer un casco burbuja porque el olor que había se hacía cada vez más fuerte y seguramente en unos minutos más seria peor. Después me empecé a preguntar cómo es que unas simples pociones habían provocado un desastre de ese tamaño. Yo no sabía casi nada sobre pociones pero seguro que con el tiempo aprendería aunque sea lo más mínimo.

Misión Ministerial-Departamento de Misterios Estaba bajando casi corriendo para salir lo más rápido posible de la clínica. No me quería ir porque no quería trabajar sino porque todo era tan extraño que ya hasta me hacía doler la cabeza y ver cosas que no eran ciertas. Me pare en seco al escuchar una voz que decía mi nombre y por supuesto iba a escucharla. -No, no me preocupan las pociones porque si entre a este trabajo es para cumplirlo no para elegir lo que voy a hacer o lo que no…- le dije a Hayame que al principio cuando la había conocido en el primer piso de la clínica me daba un poco de miedo pero ahora no mucho-Y además tengo ganas de irme también porque no se que es lo que tengo que hacer y…- le dije eso ya sin saber que más decir para justificarme. Me quede callada esperando a ver que me decía para poder ya irme de una vez por todas de la clínica. Aunque pensándolo bien valía la pena intentar como me iba en mi primer día de trabajo aunque sea el más loco de toda mi vida.

Misión Ministerial-Departamento de Accidentes Ya no aguantaba más estar en esa clínica; en cualquier momento me agarraría esa locura que tiene la gente de hacer las cosas sin pensarlas dos veces. Además de que tenía ganas de irme el olor fuerte y horrible que se sentía hacía que por mi mente pasaran muchas cosas que la verdad no tenían sentido; en un momento la vista se me nublo solo por unos segundos y deje de caminar hasta que pasaron unos minutos. Cuando logre ver con claridad me di vuelta y empecé a bajar las escaleras pero en ese momento una chica me hablo. -Sí, soy Romina ¿Quién eres tú?- le pregunte a Amya con una sonrisa y escuchando que me decía algo muy extraño y en ese momento no dude ni un segundo más en querer salir corriendo de allí lo antes posible para no volverme loca y que el olor de las pociones no me afectara más de lo que ya lo había hecho. -Fue un gusto haberte conocido pero ya me estoy yendo; no puedo quedarme ni un minuto más aquí- le dije a Amya intentando sonreír un poco. Empecé a bajar las escaleras para salir de la clínica y no dejaría que nadie me convenciera de lo contrario. Además de todo aún no estaba el que sería mi jefe en el lugar y nunca se enteraría que había llegado hasta la clínica y que luego me había ido.

Misión Ministerial-Departamento de Accidentes Antes de seguir caminando mire hacia atrás y observe Kirara colocarse un casco burbuja; de igual manera aunque tuviéramos eso puesto se sentía un olor que no se podía decir que era agradable, sino que era todo lo contrario. Me dijo que la esperara y me quede parada en el lugar en el que estaba y espere a que ella empezara a caminar para seguirla. Escuchaba las cosas que todos hablaban y decían; escuche a Kirara e inmediatamente me tape la nariz, aunque ya había sentido un poco de ese horrible aroma que provenía de donde estaban las pociones; o al menos eso es lo que yo había entendido en el poco tiempo que llevaba desde que había entrado a la clínica. Seguíamos subiendo las escaleras y ya casi no aguantaba más estar sin respirar. Si no respiraba aire limpio en cualquier momento podría desmayarme por aguantar tanto la respiración. Ya me había pasado muchas veces cuando era muy chica; jugaba con algunas amigas a ver quién aguantaba más la respiración y siempre perdía o despertaba horas después. No quería que esto me sucediera en este momento, no sabría qué pensarían todos los que estaban presentes en ese momento. -Sí, me quedo cerca de ti- y justo en ese momento en el que había olvidado que no tenía que hablar le hable a Kirara. Estuve a punto de volverme hacia atrás y salir corriendo de la clínica; ya no aguantaba más ese horrible olor que había y no aguantaría mucho más estando sin respirar. Me tape nuevamente la nariz y seguí subiendo las escaleras esperando que no faltara mucho para llegar a donde estaban las supuestas pociones que causaba todo esto. Mientras estaba subiendo las escaleras empecé a preguntarme un muchas cosas; ¿Quién había sido el causante de todo esto? ¿Lo había hecho apropósito o solo había sido un accidente? Esas dos preguntas venían a mi mente todo el momento mientras de vez en cuando respiraba un poco y miraba hacia atrás queriendo salir corriendo de allí y no querer volver más al trabajo.

Misión Ministerial-Departamento de Accidentes Justo en ese momento alguien más entro en la clínica; no sabía si era alguien del departamento, de la clínica o de cualquier otra parte. Después de que entro, hizo aparecer una silla y se puso a jugar con una serpiente. En ese momento me puse a pensar que quizá era alguna loca que estaba internada en la clínica, o solo lo hacía por diversión. Mire a Xell, la note un poco asustada y nerviosa. La escuche decir que la chica era su tía y le pedía explicaciones de algo. Me quede callada, escuchando atentamente todo lo que decían para lograr entender más las cosas. Definitivamente este iba a ser el día más raro e inolvidable en toda mi vida. No sabía hacia donde nos dirigíamos ni que teníamos que hacer. Solo seguía a todos los que estaban allí y listo. Empezaron a cubrirse la cara con unas mascaras seguramente iríamos a alguna habitación en donde habían cosas que nos podían hacer mal o algo por el estilo. Estaba tan confundida y no sabía que hacer; mire a Xell para hacer lo mismo que ella hacia y para mi sorpresa no se puso la máscara sino un casco burbuja. ¿Estaríamos por entrar en alguna habitación llena de agua? Estaba tan confundida que casi ni pensaba que hacer solo copiaba a los demás. Murmure un casco burbuja al igual que lo había hecho Xell. Ya tenía la cara cubierta pero no sabía si funcionaba en un lugar en el que no había agua. Poco a poco íbamos subiendo las escaleras, en el camino la mayoría hablaba o solo cruzaba miradas. Pero yo estaba callada y escuchando todo lo que hablaban y así entender que era lo que pasaba. Escuche a alguien (Helike) decir algo sobre unas pociones; seguramente pasa eso habíamos venido hasta aquí, para hacer algo con unas pociones. Seguíamos subiendo las escaleras muy lentamente, era como si quisieran llegar pero a la vez no. Me quede pensando en muchas cosas; algunas eran importantes y otras no. Una de ellas era que todavía no había conocido al que sería mi jefe y me preguntaba; ¿Sería muy exigente? ¿Sería de esos jefes que por cualquier error que tuviera me despediría? No lo sabía, pero no debía preocuparme tanto por eso sino concentrarme en algo que tenía que ver con pociones.

-Protego- dije apuntando con mi varita hacia el rayo que lanzaba Juana, haciendo que el escudo que salió invocado de mi varita absorbiera el desmaius que ella lanzaba. Mire a Juana, este definitivamente no era mi día para hacer un duelo; no tenía idea de cómo actuar. No sabía de qué forma defenderme no tampoco cuando atacar. Todo esto me pasaba porque se me había metido en la cabeza la idea de hacer un duelo en plena noche; cuando la gente norma dormía. Todo esto lo pensaba en tan solo unos segundos, hasta que reaccione que debía volver a concentrarme en el duelo. Al escucharla lanzar un Morphos supuse que ella no recordaba que fuera de la academia no se podía usar ese hechizo. -Sectusempra-dije apuntando a Juana, haciendo que el rayo que salió de mi varita se dirigiera justo a su pecho provocándole heridas sangrantes que si no se las curaba pronto moriría.

Mire a Juana, quien me apuntaba con su varita seguramente para comenzar. Yo ya estaba lista, solo esperaba a que algún rayo saliera de su varita para atacar, no tardó mucho en comenzar el duelo puesto que ya era demasiado tarde. -Expelliarmus- dije al tiempo que de la varita de Juana salía un rayo que se dirigía directamente hacia mí, justo en el momento en el que los dos rayos impactaron la varita de Juana voló cinco metros atrás de ella, y yo sentía una sensación extraña en mi cara. No lograba ver todo lo que estaba a mí alrededor con claridad, lo único que veía eran figuras borrosas y una sola que se movía lejos de mí. Supuse que esa figura era Juana, que si o si tendría que recuperar su varita perdiendo ya una acción y no pudiendo evitar que yo le lanzara un hechizo. -Sectusempra- dije al tiempo que Juana estaba ocupada recuperando su varita, haciendo que de mi varita saliera un rayo que se dirigía a la espalda de Juana, ella estaba de espaldas y eso le provocó graves heridas sangrantes, que si no curaba de inmediato moriría.

Ya se me hacía normal tener duelos constantemente para practicar. Esta vez iba a tener un duelo en un lugar decente y que no quedaba muy lejos de mi casa, el lugar era una plaza llena de juegos para niños pequeños. Pero como era de noche nadie estaba ahí ni en los alrededores. Estaba caminando de un lado a otro de mi habitación esperando que llegara el momento, antes de que la hora se hiciera empecé a probarme ropa, no quería verme mal ni tampoco bien, solo quería vestir normal. Me coloque unos jeans, unas zapatillas y una remera. Salte la ventana de mi habitación y caí en el suelo, salía por ahí para que nadie se enterara que iba a salir a estas horas de la noche. Camine hacia la salida de la casa abriendo cuidadosamente la verja para que nadie oyera. Salí corriendo y por fin llegue a la plaza, me senté en uno de los columpios que había por ahí y espere a que llegara mi oponente. A lo lejos, vi llegar a Juana, y me para para recibirla. En el medio de la plaza había un pequeño lugar con suelo de mármol, de diez metros de largo y cinco de largo; era el lugar perfecto para hacer el duelo. Me coloque en una de las puntas y observe atentamente el suelo, para mi sorpresa habían bastantes bezoares ahí por si estábamos en apuros, lo único que nos salvaría era eso. El lugar también estaba lleno de todas clases de insectos, algunos eran venenosos y otros no. Por suerte yo lograba distinguirlos bien. Juana estaba parada en la otra punta del suelo de mármol, la salude con una reverencia, me aclare la garganta y dije: -Empieza tú, hoy estoy de buen humor y te dejo comenzar- le dije a Juana con una sonrisa. Después de todo no íbamos a luchar para matarnos, sino para aprender más. No por dejarla empezar a ella iba a quedarme parada sin defenderme, todo lo contrario tenía mi varita preparada apuntando hacia ella.