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Suluk Akku

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Todo lo publicado por Suluk Akku

  1. Suluk Akku

    Animagia

    @ Ela Karoline Desde los aires Suluk planeaba plácidamente cuidando de su alumna, desde allí pudo notar el miedo reflejado en su rostro y como la sorpresa se transformaba en alivio por ella, pero aún restaba su propia seguridad. Oyó el susurro que escapó de los labios de la joven y emitió un suave graznido dándole seguridad. Seguridad que segundos después ratificó al proyectar en su mente una clara respuesta a su pedido: no te ocurrirá nada malo bajo mi guarda. Quizás por sus palabras, quizás por la propia convicción de la muchacha, cuando esta se arrodillo pudo apreciar que al contacto con el agua su mano pasaba a tener pequeñas y delicadas plumas. Más al descubrir que tal hecho acaecía la muchacha se dejó deslizar hacia el mar convirtiendo cada parte de su cuerpo para transformarse en un elegante y delicado cisne que comenzó a nadar hacia donde Suluk planeaba. Muy bien hecho, proyectó a la mente de la joven mientras comenzaba a volar hacia el puerto. No olvides que debes sentir por completo la conexión con la criatura que eres y la única forma de ser una no es mantener solo la forma, sino dejar que ella sea tú por completo. La anciana sabía que la conexión era muy fuerte, pero había circunstancias que hacían que debieras mantener esa forma para sobrevivir o para simplemente pasar desapercibido y no había visto hasta ahora ningún cisne de ojos tan verdes y bellos. Al otro lado de las aguas podía divisarse ya las coloridas casas con techos a dos aguas de un tono grisáceo. La época del año sumada al calentamiento global permitía que se notara la tierra que rodeaba las construcciones, casi no había nieve ni hielo en la superficie. Quizás por eso mismo cuando se aproximaban ya a la costa ocurrió lo inesperado, una orca de un tamaño mediano apareció tras la figura del cisne, a suficiente distancia para que aún estuviera a salvo, pero obviamente con deseos de alimentarse. Vuela, graznó Suluk proyectando la idea a la mente de la joven aprendiz mientras se lanzaba en picada para interponerse entre ella y la orca a varios metros de distancia aún. Había restos de hielo flotando en la zona, pequeños para que la muchacha se refugiara, pero suficientes para que se diera impulso si lo necesitaba. Llegarían juntas en vuelo a la playa donde luego irían al encuentro de su amigo.
  2. La arcana observaba el avance de la pequeña colibrí a través del laberinto, su vuelo era rápido y prudente, por momentos se volvía más audaz cuando debía regresar sobre su vuelo al encontrarse en un callejón sin salida. Notando que su compañero no había avanzado, Suluk cerró sus ojos unos segundos dentro de la pirámide ¿Martín? proyecto la pregunta a la mente del mago para luego volver a abrir sus ojos en el momento en que Mica llegaba al centro del laberinto, allí el silencio se hizo evidente, no la obligaría a recorrer todo ese camino con un enemigo tan formidable a cuestas, no quería que estuviera sin aliento al llegar dentro del recinto donde ella estaba. La voz de la esquimal se proyectó a la mente de la Gryffindor. —Es solo una prueba más, el traslador al interior de la pirámide se encuentra allí, solo debes descubrir qué abre la puerta hacia él —la imagen de la pequeña caja de cristal se mostró en la mente de Mica, pero no sería tan simple, tenía una última y pequeña prueba el abrir esa caja de cristal Frente a Mica había dos pequeños objetos, un prendedor con forma de un Colibrí Picoespada en el centro de la caja de cristal y un ramillete de flores silvestres rojas, naranjas y amarillas. La Gryffindor tendría que recolectar el néctar de la flor correcta y depositarlo en el pequeño recipiente que servía de “balanza” para abrir la cerradura hacia el prendedor que haría de traslador dentro de la pirámide. La anciana sonrió, estaba segura que la bruja sabría reconocer cuál era la flor favorita de la especie Ensifera ensifera, esa variedad de Trochilinae que habitaba los Andes era muy bella y su nombre vulgar era el que describía el pico que la joven necesitaría adoptar para poder meter en el estrecho y profundo orificio el néctar en el balancín. Una vez que ella accediera al interior y se posara sobre el traslador éste la llevaría frente a ella. Mientras Mica descubría cómo y con qué abrir la caja de cristal del traslador éste iba de a poquito comenzando a tener pequeños destellos azules, no se iría sino hasta unos minutos después, la arcana confiaba que había calculado el tiempo suficiente para que la joven descubriera el truco y tenerla frente a ella al fin en la sala del pentagrama y tras hacerle por última vez la pregunta de si estaba lista, Suluk le entregaría el anillo de aprendiz y esperaría a que traspasara una de las siete puertas para tomar su prueba final y vincularse al anillo de animagia.
  3. Suluk estaba tranquila dentro de la pirámide esperando por su alumna quien para su alivio progresaba muy rápido, por lo que recordaba de ella le había contado que antes de la muerte de su mellizo había sido una lechuza y aunque ahora su animagia había tomado otra forma muchas cosas cambiaban dentro de uno mismo, como en su caso que podía ser otras criaturas cuando quisiera gracias a los años en que le había tomado dominar la habilidad. La fémina observaba la ruta de su alumna que había tomado luego de su transformación, a lo lejos halcones se dirigían a directo donde estaba Mica en su forma de Colibrí, eran al menos una docena en medio de un laberinto de arbustos que crecía si trataban de superarlo. El laberinto era grande y confuso ya que no podía verlo desde las alturas porque solo haría que este creciera ademas contaba con un gran depredador detrás suyos, debía ser inteligente si quería liberarse viva de todos ellos, Suluk estaba ansiosa de ver como superaría aquella prueba su alumna sin usar su magia u otras de las habilidades. Claro que no la dejaría morir la sacaría antes de que se la comieran solo si ella lo pedía. Mientras tanto el clima también cambiaba dentro del laberinto, los colibríes eran hermosos, algunos coloridos y otros mas comunes pero todos eran criaturas diminutas que les gustaba el calor, sus habitad eran acorde a los de cada especie y vivían en todo el mundo, para la arcana era un animal muy curioso y si su alumna lograba demostrar su valía y que podía con la responsabilidad de llevar el anillo de animagia seria una gran emoción para ella al saber que tenia a una colibrí como amiga.
  4. Una nueva prueba comenzaba para Suluk y sus alumnos, cada uno de ellos había demostrado estar en armonía con sus animales internos y esperaba que durante el tiempo que les tomara llegar a la pirámide fuera fructífero para los tres, ya que también le ayudaban a ella a mejorar sus enseñanzas. Transformada en una Gaviota Ártica, Suluk volaba en círculos en el borde de la isla esperando la llegada de sus pupilos. Habían llegado juntos a sus aposentos e incluso habían hecho aquella incursión al estudio del templo del viento de igual manera sin separarse pero esta vez no llegarían juntos a donde estaba ella, ya que se había encargado de usar una proyección mental con su alumno Martín y otra con Mica ambos estarían en dos puntas completamente ajenos a lo que le ocurría al otro. -Bienvenidos- saludo la proyección a ambos jóvenes al verlos llegar solos.-Antes de llegar la pirámide deben pasar unas pequeñas pruebas para saber si al final están listos o no para ser considerados Animagos- les dijo. Con una de sus manos hizo un movimiento para que ambos magos dejaran sus varitas y cualquier objeto mágico sobre una bolsita de piel para que no recurrieran a ellos si se les complicaba la prueba, Suluk los estaría observando siempre lista para sacarlos de una muerte segura si el alumno lo deseaba o si ya no quería continuar. Una vez todo recogido la ave Ártica sobre voló sobre ellos para recoger las cosas y llevárselas a la pirámide donde adquirió su forma humana. -Yo estaré observando si no deseas continuar con la prueba así que no te preocupes por nada pero recuerda que solo tienes esta oportunidad para ligarte con la habilidad, ya no abra otra- mientras hablaba con clima comenzó a cambiar. De las brisas cálidas paso a un viento fuerte tan helado como si estuvieran en el mismo polo norte, debían cruzar aquel arroyo volando ya que del otro lado les estaría esperando su siguiente prueba. -Mucha suerte- les deseo antes de desaparecer dejando a los alumnos solos. @ Mica Gryffindor @ Martin N Roses
  5. Suluk Akku

    Animagia

    Suluk estaba complacida con las respuesta de sus alumnos, habían aprendido la diferencia de volar sostenidos por escobas u animales a hacerlo con su animal interior desplegando sus alas a lo largo de sus cuerpos. Por dentro le hubiera gustado haberlos acompañado pero lastimosamente el tiempo con ella se estaba agotando, habían aprendido lo suficiente para pasar a la última ronda. Le dio un sorbo a su te. Su alumna tardía parecía haberse perdido entre la tormenta o seguramente el pegaso se la había llevado para mostrarle alguna nueva aventura para descubrirse a ella misma. Pero la Arcana no podía pensar en ella ahora era turno de concentrarse en los que estaban apunto de ir a la prueba y enfretarse retos difíciles para vincularse a la habilidad. -Ahora nos queda que me respondan una sola pregunta-les dijo observandolos con cuidado -están listos para realizar la prueba?- Ahora dependería de ellos si la querían hacer o al contrario si deseaban quedarse aún con ella haciéndole compañía y mejorar su aprendizaje.
  6. Suluk Akku

    Animagia

    Estaba contenta con el resultado, habían logrado lo que ella quería que era conectarse con su animal interior. Mientras dejaba que disfrutarán en el cielo Suluk sirvió más te. Esto recién comenzaba aún les quedaba camino para recorrer para mejorar sus habilidades por ellos mismos, ella como arcana sólo podía guiarlos a hacer el cambio después que mejorarán dependía de ellos. -Muy bien, es hora de volver- con eso su varita de transformó en su vara de cristal dándole forma a un bastón de 2 metros. Invocando al Fulgura Nox abrió un portal en el patio exterior de la Torre de los vientos para que sus alumnos cruzarán por el hasta su como hogar. Suluk los estaba esperando con varias preguntas antes de mandarlos a hacer otra misión y si todo salía bien ya no los volvería a ver. Al ver que cruzaban el portal la arcana les hizo un movimiento con sus manos para que tomarán asiento. -Que tal el viaje? Lograron su cometido?- les preguntó curiosa. Quería saber si había encontrado compañeros para volar por los aires y enseñarles nuevos trucos. Escuchó pacientemente sus respuestas. -Que sintieron al volar por primera vez en el Pegaso y en su forma animaga?- siempre era distinto que te lleven a ser uno quién maneje las alas a su gusto y quería oír de sus propios alumnos esas diferencias.
  7. Suluk Akku

    Animagia

    Una gran sonrisa apareció en los labios de Suluk al sentir que el joven Black y la Gryffindor habían comenzado a entender la conexión con el Pegaso, la intension del animal eran puras, ayudarles a descubrir aquélla sensación de libertad que les daban las alas y el mismo cielo. Ella como gaviota se perdía días hasta meses volando, el viento en sus extremidades era lo más placentero de la vida sino fuera que llevaba más de trescientos años perfeccionando aquélla habilidad volver a su forma humana le sería casi imposible, perderse con los instintos animales era tan fácil que muchos magos se parecían ante ellos borrando sus pensamientos humanos. ¿Sus alumnos serían igual? Se preguntó esperando alguna muestra de cambio en sus tres aprendices, sólo necesitaba un cambió para traerlos con ella y seguir con su aprendizaje. El clima iba oscureciendo las nubes de apoco, cosa que Suluk estaba segura de tener que prerar varias tazas de te para que entrarán en calor. El Pegaso comenzó a acercarse a ambos jóvenes, sus alas se agitaban con brío sobre sus cabezas, el viento les serviría para despavilarse y unirse a la criatura en vuelo porque el Pegaso los hizo montarse sobre él y volar por los aires para hacer un movimiento brusco y arrojarlos al vacio, sus alumnos debían dejar fluir el aire dentro de ellos y así lograr su transformación porque sino lo hacían los esperaban peñascos al final de la caída. -Ustedes pueden- habló Suluk en sus mentes -deben dejar que las sensaciones del aire al caer predomine sobre sus miedos- no era momento de pensar sino sentir. De igual forma ella los estaría esperando con un portal al final sino lo lograban, estarían a salvo aunque ellos no supieran.
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    Animagia

    Suluk sonrió al escuchar que la joven Black había encontrado un animal que parecía gustarle, aún así esperaba que no sólo lo dijera en voz alta sino que también buscará una conexión con él, algo que le permitiera unir sus espíritus animales y así lograr su transformación. Tomó un sorbo de te. Mientras esperaba algo más de su alumna sintió cómo la joven Gryffindor había divisado al Pegaso para acercarse a él y tratar de tener un acercamiento con el animal. Suluk vio todo atra vez de los ojos de ambos, gracias a todos sus años en el mundo habían hecho que logrará mejorar sus habilidades, mientras observaba a la bruja una tormenta de nieve comenzaba a formarse sobre ellos en el cielo, esperaba que sus alumnos avanzaran un poco más o la tormenta los atraparia atrapados todos. -Cuidado muchachos- susurró bebiendo su bebida caliente. El Pegaso había comenzado a alejarse de los magos, podría ser por la tormenta o sólo porque temía a sus visitantes.
  9. Suluk Akku

    Animagia

    - Sorpresas, sorpresas - La arcana se detuvo por un momento - La que la da las sorpresas soy yo - La arcana no tenía en mente que fuera hasta la Torre de los Vientos pero al parecer no había tenido en cuenta que esa era una opción. Esperaba que hubiese un Pegaso en dicho lugar, claro solo los magos podrían observarlo así que confiaba en que sus alumnos comprendieran que debían hablar con un animal alado para comenzar a entender un poco más la animagia y la capacidad de volar. - ¿Hablar? - Tal vez Suluk había omitido decirles que el animal no hablaría el mismo idioma que ellos, ni les serviría conocer múltiples idiomas. La única manera que tendrían para comunicarse con el Pegaso sería conectando con su espíritu animal. Los animales tenían la capacidad de entenderse así que debían empezar a desarrollar dicha conexión aunque no lograran la transformación. Ese sería un gran primer paso y un con el que Suluk estaría feliz para continuar con su aprendizaje. - Debo presionarlos - Suluk llevaba muchos años en dicho trabajo y sabía que en algunas ocasiones tendría que presionar a sus alumnos y llevarlos al límite para lograr su objetivo. En dicha ocasión su collar se estaba encargando de mantener la nieve con ellos en caso de ser necesario. Sin embargo, nunca les informó cuando sería necesaria y para qué. En los planes de Suluk estaba generar una tormenta de nieve que solo se detendría si lograban comunicarse con el Pegaso. Un poco de presión nunca estaba mal y en le peor de los casos tendría un caso muy grave de hipotermia que podrían solucionar en San Mungo. - Es hora de tomar el té mientras espero su regreso - Una de sus alumnas seguía parada en frente de ella sin cruzar el portal así que no sabía qué haría con ella. Si no lo cruzaba en los siguientes 5 minutos tendría que empujarla ella misma para que comenzar su aprendizaje. No estaba segura de si su alumna la había escuchado o no pero si lo hizo al menos tendría algunas pistas de lo que debería hacer. Bueno, en realidad no porque no había dicho mucho en voz alta.
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    - Amnesia - No era común que recibiera alumnos con ese tipo de episodios pero le interesaba y estaba segura de poder ayudarle. No le haría recordar aunque si quisiera hacerlo de pronto lo lograría o siempre podían llamar a Rosália para recuperar recuerdos perdidos en su cabeza. Sabía que seguía existiendo en algún lugar pero no deseaba hacerla pasar por dicha situación. Los planes de la arcana serían otros, tendría que experimentar la experiencia de ser libre como las aves y comprender lo que sienten ellos para lograr recuperar dicha habilidad. - ¿Lobo? ¿Ave? ¿Personalidades múltiples? - El Black la tenía demasiado confundida y no pudo evitar ser un poco sincera. Era conocida por serlo dentro del grupo de arcanos y no era diferente con los alumnos. No lograba comprender los motivos del mago. Diferentes a los expresados por la bruja pero ambos en busca de la libertad que solo el aire y sus movimientos les otorgarían. Muchas veces los magos y brujas no lograban comprender que su conexión animal se desarrollaba a partir de sus propias experiencias, miedos e incluso su propia personalidad pero para eso estaba ella como arcana. - Interesante historia señorita. No será la primera que llegue con esa historia - Alumnos como ella eran los que más tiempo tomaban en reconocer su forma animal y en conectar con ella. Sin embargo, siempre lograban tener éxito pero Suluk tendría que pensar un poco en qué hacer con ella. No tenía claro si su conexión era con el ratón, el león, un animal de agua, tantas opciones como los colores y tendría que ingeniarse algo que pudiera ayudarle. O bueno, también podría simplemente enviarla junto con sus otros alumnos a hacer algo. - ¿Aire? ¿Este? - La escuela ya se encontraba lo suficiente al este así que tendría que idear algo interesante - Grecia - Les dijo sin mencionar nada más por el momento mientras realizaba un poco de magia con su collar y bueno de paso un portal. El collar se encargaría de mantener la nieve con ellos en caso de ser necesaria y el portal les daría el paso a Grecia para estudiar un poco al respecto sobre el aire y comenzar a desarrollar dicha conexión. - Deseo que estudien el elemento del aire y busquen en la historia de Grecia cosas que conecten dicho elemento y lo representen. A partir de eso busquen en su interior posibles conexiones - La tarea para Mica y Martin tenía una conexión clara con lo que deseaban. En el caso de Maida tendría que empezar a explorar para ver cuál de los elementos les daba una pista sobre su forma animal y esperaba tener suerte o estaría en dicha situación por mucho tiempo. - No se preocupen por mí que siempre estaré con ustedes - Suluk siempre lograba estar en todos los dados en donde quería estar así que ellos solo debían cruzar el portal - Cuando sea momento de volver la nieve los regresará - Poderes poco conocidos de su poder con la nieve y la meteorología.
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    Esperando las respuestas de sus futuros nuevos aprendices se dispuso a calentar el agua en la tetera mientras rebuscaba los pocillos para el te, a Suluk no le interesaban los objetos finos por eso no tenía nada de valor salvo un baúl dónde guardada objetos personales y que eran de lo más importante para ella, sacó unas jarras de acero dónde colocó los tes. Mientras hacía aquéllo escuchaba las palabras de la joven Gryffindor, no era una respuesta directa a sus preguntas pero en su rostro no se veía malas intenciones pero aún así estaría a prueba mientras le enseñaba lo necesario para su educación. -¿Porqué creé que sea aquél cambio?- le preguntó a Mica -si te transformabas por completo en una lechuza y ya no, ¿que cambios hubo en ti?- descubrirse a si mismos era muy importante para conectarse con sus animales internos, en cambio si no tenían seguro de conocerse realmente todo aquello carecía de tiempo. -Y tu muchacho lo que me dices suena a lo que enseña Amara, la metamorfomagia es una habilidad que te enseñará enseñará cambiar tus rasgos- así era Suluk, quería que estuvieran seguros de tomar aquélla clase y no abandonarla con muchos antes habían hecho. Acomodó cuatro jarras en una charola para servir el te, sacó unos panes saborizados para acompañar, llevó las cosas a la mesa donde tomó asiento observando a ambos magos. -Una cosa es un vínculo, un relación que existe entre una persona y persona o persona y animal que va más allá de una explicación racional al cariño entre ambos- le explicó al joven Black -y si sueñas con volar pero sólo es un gusto por levantar vuelo ¿porque crees que el lobo no es tu animal interior?- le preguntó. Quería que ambos pensarán en sus parecidos con el contacto animal que hubieran tenido, aquéllo era importante, más a la hora de estrechar lazos con la especie animal que quisieran transformarse. El ruido de la puerta hizo que la Arcana de detuviera a seguir cuestionando a sus alumnos. -Pase jovencita, la estaba esperando- le informó a Maida cuándo se abrió la puerta de la vivienda -acompañenos con un te mientras me comenta porque decidió estudiar conmigo- le dijo sirviendo agua el la cuarta jarra para su nueva alumna.
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    Suluk había decidido tomar una paseo por los cielos debido a la ausencia un poco prolongado de alumnos. Le gustaba tener esos periodos de descanso para concentrase en la elaboración de nuevos objetos relacionados con la Meteorología y recorrer el mundo volando. Aprovechaba para abandonar los terrenos de la escuela y regresar a su lugar de origen. Lugar en el que podía recordar muchas cosas y en donde sentía conectaba aún más con su poder. Era como si lo renovara al menos de espíritu porque sabía que nunca la abandonarían sus conocimientos. Desde lejos pudo observar que dos nuevos alumnos se presentaban ante su puerta pero al parecer nadie les había informado que ella no se encontraba así que comenzó a descender rápidamente para cambiar de su forma animal y adoptar nuevamente su forma humana. La gaviota era una de sus transformaciones más comunes y no deseaba asustarlos tomando la forma de un oso polar, así que al llegar al piso rápidamente recuperó su forma y se acercó. - Bienvenidos, siento mucho haberme demorado. Creo que alguien ha olvidado avisarnos - Esperaba que la lechuza encargada de notificarle hubiese sido enviada o sino tendría una conversación muy interesante con las directivas de la escuela - Hace un poco de calor acá - Inmediatamente una de las gemas de su collar se soltó y comenzó a nevar un poco sobre la vivienda de la mujer y por supuesto encima de ella y de sus dos nuevos alumnos. - No tengo que preguntarles la razón por la cual se encuentra acá, pero si quisiera saber por qué consideran son dignos de acceder a mis conocimientos - Suluk solo enseñaba a quiénes tenían buenas intenciones y a quiénes le aseguran y demostraran que harían un buen uso de la Animagia. Esperaba una buena respuesta de parte de ellos o podrían terminar de regreso en Londres y serían rechazados. - Podemos tomar un té dentro mientras me cuentan sus historias. Y también sería interesante que me cuenten sus experiencias con la Animagia y cuál creen que puede ser su forma animal si no la conocen aún - La forma animal no era asignada por la suerte o el azar. Una de las primeras enseñanzas de Suluk era esa. La forma animal tenía una fuerte conexión con sus propias características físicas y psicológicas y debían comprenderlo para poder lograr ser grandes animagos y dominar muy bien sus espíritus animales. La mujer no esperó una respuesta. La puerta de su vivienda se abrió y ella ingresó esperando que los dos alumnos la siguieran para contarle todo lo que acababa de preguntar.
  13. Demian Luxure ha finalizado la prueba de la Animagia.
  14. – Camina conmigo. – dijo Suluk, en cuanto su alumno salió del laberinto. La Arcana mantuvo la mirada impasible, mirando hacia el frente, pero dentro suyo sonrió: su alumno había atravesado un largo camino para llegar hasta ese momento... parecía ayer incluso que el licántropo se apareció en su morada en Mahoutokoro sin siquiera tocar la puerta. El sólo hecho de tenerlo aquí, frente a ella, era prueba del largo camino que ambos habían atravesado juntos pero sobretodo del gran progreso que Demian había hecho. – Lo has hecho muy bien, sobretodo considerando dónde empezaste. Ha llegado la hora de enfrentarte al portal. Suluk comenzó a caminar hacia la gran pirámide mientras sus dedos jugueteaban con su amuleto Inuit. No tenía intenciones de cambiar el clima, aunque no le molestaría bajar la térmica unos cuantos grados, sino más bien deshacerse del nerviosismo que se había instaurado en ella ahora: en efecto, el progreso del Luxure era innegable, y sin embargo la decisión final no recaía en ella sino en el portal de las siete puertas. ¿Acaso Demian probaría ser lo suficientemente digno para convertirse un Animago hecho y derecho? La respuesta estaba tan sólo a la vuelta de la esquina. En completo silencio, ambos se adentraron dentro de la Gran Pirámide. – Demian, debo preguntarte. – dijo, en cuanto se encontraron frente al portal. – ¿Estás seguro de querer tomar la prueba de Animagia? Debo advertirte, una vez allí dentro, estarás sólo. Yo podré ver y oír todo lo que haces y dices, pero no podré ayudarte. Además, el Portal sólo te concederá una única oportunidad; si fallas, nunca más podrás tomar la prueba. Piénsatelo bien. Mientras tanto, Suluk murmuró un par de encantamientos a la vez que cerraba su mano derecha en un puño. En cuanto la abrió, allí sobre la palma de su mano yacía el Anillo de la Habilidad para su aprendiz. – Si estás seguro que deseas proceder, aquí tienes tu anillo de la Habilidad. Gracias a él, estarás conectado a mí siempre que lo lleves puesto... en cierta forma, tú y yo seremos uno. La Inuit extendió la mano hacia el licántropo, quien en el momento en que lo tomase y se colocase el anillo le daría a entender al portal que estaba decidido a hacer la prueba. En ese momento, las puertas dentro del mismo se re-organizarían y éste sólo mostraría la Puerta de la Prueba de Animagia. – Buena suerte.
  15. Suluk no comprendía del todo qué era exactamente lo que guiaba a su pupilo dentro del bosque. Sabía que aquella prueba no era de lo más justa, teniendo en cuenta que independientemente de cuán desarrollados tuvieran el sentido del olfato los jaguares su supervivencia dependía de todos ellos en sincronía. Desde lo alto, y mientras revoloteaba en su forma de gaviota ártica, la Arcana contempló el proceder del muchacho una vez que hubo puesto pie en la orilla: se movía con cautela, consciente de sus limitaciones, y sin embargo era a pesar de ellas que aún así lograba comportarse como su animal interior. Una sonrisa se hubiese dibujado en el rostro de la Arcana de tener ésta su forma humana, pero procuró recordarse que a pesar de los grandes progresos hechos, aún restaba un poco de camino. Cuándo finalmente llegará al final del bosque, además de recobrar sus sentidos completamente, encontraría el enorme laberinto que albergaba en su centro la Gran Pirámide. Aquella era la parte más desafiante hasta ahora: la entrada al laberinto estaba custodiada por una esfinge, la cual a su llegada le ofrecería un acertijo: "Hablo sin una boca, y escucho sin oídos. No tengo cuerpo, y sólo vivo con el viento. ¿Quién soy?" . Suluk había instruido a la criatura que montaba guardia a solamente tolerar un intento, por lo que Demian debía dar en el clavo a la primera o bien ser atacado por la esfinge que, tras cientos de décadas cumpliendo aquella función, era una experta en el arte del combate. Por otro lado, si su pupilo acertaba, la esfinge se haría un lado y le permitiría la entrada en el laberinto en donde aguardaba su última prueba antes del portal. Justo a doscientos metros de llegar a la Gran Pirámide, la magia del portal removería parcialmente las protecciones contra la licantropía del Luxure. Ni el portal ni la inuit eran tan ingenuos como para creer que la transformación en hombre lobo por parte de su pupilo era voluntaria, más allá de cuánto este la disfrutara, y sin embargo ambos coincidían en que era menester que su aprendiz pudiese controlar ambas facetas por separado. Era para entonces una noche con luna llena, por lo que las circunstancias estaban dadas para la transformación, y sin embargo el portal hizo de las suyas para que la transformación del Luxure sólo ocurriese si éste era incapaz de controlarla. Caso contrario, si había aprendido lo suficiente de la inuit y luchaba contra lo que no sería más que un instinto, conservaria su forma animaga. Sólo así el portal le permitiría avanzar. La gaviota ártica decidió finalmente darle a su alumno la privacidad necesaria y voló en dirección a la Gran Pirámide, dónde estaba segura recibiría a Demian previo a su aventura final.
  16. Estimado, He de recordarte que las Pruebas de la Habilidad tienen como objetivo principal hacer uso de las mismas de manera autónoma y sin intromisión de parte de tu Arcana que, además, ya está vieja. Sin embargo, veamos... Algún día, quizá cuando estés tan viejo como yo, verás que la literalidad es una herramienta peligrosa. Muchas veces, significa el límite entre la vida y la muerte, pero otras veces no es más que un accesorio destinado a probar tu capacidad de imaginación. Si el enemigo del jaguar en este caso no es el hombre, y según tú has señalado no parece poder ser ningún otro animal, ¿quién puede ser entonces? ¿Nada? Bueno, querido. Quien te morderá la cola en el agua no es nadie más ni nadie menos que un igual. A lo largo de la historia de los jaguares, y en sus más primitivas necesidades, su mayor enemigo siempre ha sido su propia especie. Como dice muy claramente mi rol, estamos aquí para analizar lo primitivo de tu animal, lo más básico... poco sentido tiene intentar dominarlo si no conoces las disquisiciones de su historia. En efecto, en ambas alternativas terminarás en tierra, la diferencia está en el proceso: ¿qué crees que haría un jaguar? Muchacho, reitero, la literalidad es peligrosa. Y, por cierto, me has leído mal. Perderás el olfato una vez que entres en el bosque, no apenas pongas pie en la isla. Recuerda, estás sólo en esto. Mucha suerte, Suluk.
  17. Buenas tardes, muchacho. El enfrentamiento toma lugar en el agua, metros antes de llegar a la orilla. Con respecto a tu peor enemigo, déjame recordarte que evolutivamente los jaguares son más antiguos que los humanos, por lo que antes de nosotros hubo otro animal que fue su peor enemigo. Piensa, investiga, imagina... estoy segura que darás en el clavo. Mucha suerte, Suluk.
  18. ¿Cuánto tiempo había pasado ya? Desde su posición en lo alto del cielo, Suluk observaba el cuerpo de su alumno quien aún no había realizado la transformación. Lo había dejado sólo hacía ya tiempo, y si no fuera porque las gaviotas árticas poseían un excelente sistema metabólico, de seguro ya se habría cansado de aletear para entonces. No había querido hacerle frente en cuanto lo vio, pero había algo en la forma en que el muchacho se comportaba que sugería que no estaba del todo bien: su fragilidad emocional era plenamente sensible a través de su legilimancia, incluso sin estar haciendo pleno uso de ella. La vieja Arcana nada más esperaba que su alumno tuviese la fortaleza de seguir adelante a pesar de la adversidad, o bien la sensatez de intentarlo en otro momento antes de entrar al portal. Por fortuna, finalmente la transformación tomó efecto. Donde antes estaba su alumno, ahora se encontraba un jaguar que decididamente se encaminó dentro de la barca. La oleada se tornó más agresiva en cuestión de segundos, y no pasó mucho tiempo hasta que su pupilo se encontró a sí mismo dentro del agua y nadando contra la corriente. Por un momento se lamentó no estar en su forma humana, dado que de estarlo podría haber modificado la temperatura del agua con su amuleto Inuit para hacerle las cosas más difíciles, y sin embargo aquello no probaría nada: Suluk había diseñado aquel primer obstáculo para comprobar si su alumno era capaz de comportarse como su forma animaga en la más básica y primitiva de las situaciones: el peligro. Afortunadamente, éste había pasado la prueba, y el hecho de que no había intentado hacer uso de su magia lo estaba llevando al buen puerto de la orilla. No obstante, su camino recién comenzaba. Metros antes de llegar a la orilla, el peor enemigo de su especie se aparecería en la superficie del agua y le mordería la cola intentando arrastrarlo con él a la superficie. Una vez más, Suluk buscaba la expresión máxima de la respuesta primitiva: era una cuestión meramente Darwiniana, y la lucha por la supervivencia determinaría si su alumno podría o no seguir su camino hacia la Gran Pirámide. En el caso de que saliese victorioso, y tras poner pie en la tierra firme de la isla, debería adentrarse en el bosque donde en cuestión de segundos la magia del portal lo privaría de su visión y audición por completo. Aquel obstáculo también tenía un propósito muy claro. Había algo en el otro extremo del camino que lo guiaría si el muchacho era capaz de hacer uso de su olfato, habilidad nata y en extremo desarrollada por los jaguares. Suluk permaneció atenta. El camino hacia la pirámide aún era joven, pero Demian había iniciado con el pie derecho.
  19. Le había costado mucho diseñar aquella prueba: como Arcana, y si bien estaba sujeta a determinados requerimientos para probar las capacidades de sus alumnos, tenía bastante libertad a la hora de colocar los obstáculos. De hecho, el portal ponía frenos nada más si había menos de cuatro de ellos o si estos no eran lo suficientemente desafiantes; la idea era clara y lo suficientemente entendible: aquellos quienes llegasen al centro de la isla, a donde la Gran Pirámide se encontraba, eran lo suficientemente hábiles como para tomar la prueba de la habilidad y que su paso dentro del portal no sea sino una pérdida de tiempo. Con el paso del tiempo desde que había iniciado su trayectoria en la Universidad, Suluk se había hecho una idea de lo que funcionaba y lo que no con la Pirámide. Y sin embargo, esta vez le había tomado más tiempo de lo usual planificar los obstáculos; el alumno que a ella se enfrentaría – Demian Luxure – era por demás particular debido a su licantropía, hecho que le había propuesto significativas dificultades durante su expedición por el bosque brasileño. Tanto, de hecho, que había faltado muy poco para que Suluk pusiese el alto a todo y lo citase para otra fecha. Sin embargo, el portal no haría las mismas concesiones, bien lo dejaría entrar o no lo haría y la única forma de que ocurriese lo primero era que su estudiante aprendiese a separar ambas cosas; razón por la cual había logrado convencer a la Gran Pirámide (y he ahí la gran dificultad que había tenido) de destrabar sus magias más poderosas y ancestrales y, para los propósitos de la prueba, la licantropía dentro del Luxure estaba neutralizada. Ahora éste no tenía más opción que comportarse, pensar y funcionar como el jaguar en el que ya hábilmente se convertía. Suluk estaba intrigada por ver cómo se desenvolvía en la prueba, y a consecuencia de ello lo seguiría en su forma animaga hasta llegar al centro de la Isla e introducirse en el Portal de la Habilidad, donde su destino ya estaría fuera de las manos de la Inuit. El invierno estaba en camino, Suluk podía percibirlo mientras esperaba por su alumno a los pies de un embarcadero. La temperatura estaba lo suficientemente baja como para que no tuviese que hacer uso de su amuleto para hacer las modificaciones metereológicas que la habían mantenido a salvo del espantoso verano, más no tanto como para que estuviese del todo cómoda con sus pieles esquimales. Quizá luego debería usarlo, al fin y al cabo. Si tan solo estuviese en su natal Groenlandia, bajo la luz de las auroras que en éstas épocas brillaban con tanta belleza... suspiró, resignada. Al menos por ahora, su vida estaba aquí. – Buenos días, Demian. – le saludó a éste en cuanto llegó. – ¿Cómo estás hoy? Bienvenido a la Prueba de Habilidad; esta creo que será una experiencia por demás particular para ti, puesto que la Magia del Portal neutralizará todo rastro de licantropía en tu cuerpo durante la duración de la prueba, así que deberías poder hacer uso de tu Animagia con mayor libertad y sin el... estem... contrapeso de tu licantropía. Estaré supervisando tu desempeño, y tu primer obstáculo será llegar al otro lado del río, y hacia la orilla de la isla. Suluk no medió ninguna otra palabra, y en cambio adquirió la forma de una gaviota ártica para comenzar a sobrevolar por encima de él. Haciendo uso de esa forma, tendía una visión privilegiada sobre su prueba. Lo había citado a las cinco de la tarde de un martes, por lo que aún había tiempo para que la luna apareciese en el cielo, y sin embargo el sol ya no se reflejaba sobre la superficie del río que su alumno debía atravesar. Éste aún no lo sabía, pero el bote junto al embarcadero sólo se movería una vez que Demian se transformase en el jaguar con el que se correspondía, y una vez la barca comenzase a moverse a través de las aguas éstas se volverían tan violentas que lo tumbarían fuera de ella y hacia la inclemencia del cuerpo de agua. Los jaguares eran excelentes nadadores, sólo quedaba ver si el Luxure era capaz de imitar aquella parte de su animal, y de enfrentar los obstáculos que esperaban en el agua a por él también.
  20. Suluk Akku

    Animagia

    Hacía mucho tiempo ya desde que Suluk se entretenía con la docencia, y a lo largo de toda su experiencia sólo había sido capaz de concluir que la docencia no era más que otra forma de aprender. Su larga edad no la prevenía de seguir siendo una estudiante de tanto en tanto, sobretodo en áreas del conocimiento no demasiado exploradas como era el límite entre la Animagia y la Licantropía; pero su aprendizaje iba más allá del plano del conocimiento, y se extendía a cosas menos terrenales como reconocer los límites de sus alumnos, distinguir lo corregible de lo no corregible y, sobre todo, instarlos a que demuestren sus habilidades y la mejor versión de sí mismos. La docencia muchas veces era más un arte que un oficio, y quizá ahora era momento de que la improvisación tomase las riendas que la virtud no podía dominar. Fue por ello que, tras varios minutos de observar el obrar y pensar del muchacho ahora convertido en jaguar, Suluk puso un alto a todo. Hasta entonces, había cobrado una de sus tantas formas animagas y había supervisado la escena desde la rama más alta de uno de los pinos que rodeaban el campamento, más ahora había recobrado su forma humana y se encontraba a tan sólo unos metros de su alumno. Un movimiento de su vara curó la herida que ella misma había profanado antes en el cazador, a la vez que la madre y sus crías mamíferas eran transportadas a otro lugar donde estarían a salvo de las manos de aquellos hombres sin piedad. Por último, se aseguró de atraer la atención de su alumno, y no fue hasta que se aseguró de tenerlo a un lado, en su forma humana una vez más, que emprendió la marcha por un sendero que se alejaba del campamento donde habían estado hasta entonces. – Has mostrado un progreso significativo, y a pesar de que aún queda camino por andar, más me temo que nuestro entrenamiento juntos termina aquí. – comentó Suluk, deteniéndose en el medio de un claro bajo la luz de la luna que teñía de un tono perlado el semblante de los dos allí presentes – Verás, querido, mis conocimientos sólo pueden llevarte hasta tu transformación en tu animal interno; lo cual has logrado desde muy temprano en nuestra relación. He de confesar que he gastado gran parte de esta noche intentando que controles la animagia por la licantropía, pero es evidente que ha sido una pérdida de tiempo. – sonrió, aunque no cómo gesto para excusar la rudeza que se permitía mostrar por su posición de docente. Su vara de cristal brilló una vez más. – Es la hora de dejar que la Pirámide y el Portal determinen tu valía. Muchacho, debo preguntarte, y al hacerlo te insto a que lo consideres cuidadosamente: ¿estás listo para tomar la prueba de Animagia?
  21. Suluk Akku

    Animagia

    – La nobleza es algo que, lamentablemente, sólo podemos esperar de unos pocos. – contestó Suluk ante las declaraciones del joven. A lo largo de sus más de cuatrocientos años en la faz de la tierra, había escuchado testamentos como aquel en numerosas ocasiones, reaccionando en un principio con consternación ante lo irracional e inhumano de los mismos. Eventualmente, sin embargo, había aprendido a aceptar que mentes como aquellas no eran más que desviaciones de lo que, a su criterio, era la aceptable normalidad. – No estará exento, sin embargo, de cumplir con mis exigencias. Un hombre que no controla sus impulsos rara vez puede vivir en sociedad, así que no se sorprenderá si le pido que lo haga, aunque sea sólo para contentar a una anciana como yo. Suluk le dedicó una última sonrisa, tan encarecida como recriminadora. Extrañamente, el mago frente a ella le recordaba a los tiempos en los que había vivido con su padre en tierras canadienses y varios extranjeros habían recurrido a él para aprender las peculiaridades de la magia que el tan naturalmente practicaba. Tanta lluvia desde entonces, ya estaba acostumbrada a que los Europeos limitasen su magia a la punta de su varita, pero de tanto en tanto se sorprendía al ver como sus pupilos, al igual que los de su padre, se mostraban tan reacios a ver que la magia era muchísimo más amorfa y versátil.... si tan solo se animasen a experimentar con ella, a jugar y a desafiar las fronteras de lo que ya manipulaban tan fácilmente como ella misma había hecho incluso cuando... ¡ni siquiera sabía acerca de la magia como tal! Negó con la cabeza, quizá con el tiempo aprenderían. O no... aquello era más probable, de hecho. También, con el tiempo, había aprendido a no esperar grandes concesiones de ellos. Su pupilo recobró su forma animaga, y ella volvió a perderse entre los árboles a cubierto de la oscuridad nocturna mientras, con un sigilo sorprendente para alguien de su edad, emprendía la marcha a la par de su pupilo mientras éste se dirigía rumbo a los cazadores. El bosque estaba lleno de distracciones para su animal interno, ella era consciente de aquello y no pretendía menoscabar los desafíos que Demian tenía frente a él, más confiaba en que esta vez su alumno haría lo correcto: le había encomendado una misión en muchos sentidos sencilla, ya que nada más debía hacer uso del privilegiado sentido del olfato que los de su casta tenían... Si el podía cumplir con ello y encontrar al cazador adecuado sin distraerse de por medio, quizá y solo quizá, podía llegar a considerar permitirle hacer la prueba final. Pero para ello... oh, quizá un par de lunas más.
  22. Suluk Akku

    Animagia

    A pesar de haberse alejado por un sendero distinto al que su pupilo debía tomar, Suluk se aseguró de poder mantener un ojo sobre él a fin de observar su proceder. A diferencia de otras ramas de la magia, e incluso de otros tipos de magia Arcana, en la Animagia era esencial el proceso y el cómo se llegaba a la transformación final. Por supuesto era importante que ésta fuera completa y adecuada, pero de poco servía una transformación perfecta si el aprendiz no atravesaba también las disquisiciones del camino hacia ésta. ¿Qué diferencias hay entre el comportamiento del animal y del humano? ¿Que áreas de la personalidad tienen en común, y en cuales difieren? La complementariedad entre el Animago y su animal no siempre era al cien por ciento, pero de alguna manera era perfecta, y sin embargo era necesario que el Animago entendiese el cómo y que aprendiese a vivir siendo él mismo en el animal y viceversa. No obstante, debía reconocer que tales minuciosidades podrían no ser tan fácilmente discernibles en su pupilo. Suluk no sabía más de la licantropía que aquello que se podía encontrar en los libros, y aún así su amalgamamiento con la Animagia era aún territorio mayoritariamente desconocido. Sin embargo, era preciso que éste aprendiese a separar la licantropía de la animagia. No podía permitirle vincularse con la habilidad hasta que aprendiese a disociarlos. De lo contrario, de permitirle ir por la vida oscilando tan inestablemente – sea en mente o en morfología – entre un estado u otro, las consecuencias podían ser catastróficas. Sintió un poco de desazón al verlo desviarse nuevamente del encargo que le había cometido momentos atrás, y sobretodo hacerlo siendo presa de impulsos que no parecía esforzarse por contener. Suluk negó con la cabeza, y salió de su escondite entre los árboles para revelarse ante el jaguar, mientras envainaba su Vara de Cristal, la cabeza de Amarok oscilando en el aire a la par que emitía un destello cuyo poder cesó de inmediato la transformación de su pupilo, quien recobró su forma humana ante ella. Era necesario recapitular algunas cosas. – Sígueme, por favor. – dijo Suluk, y se echó a andar entre los árboles, alejándose de los cazadores. Aquella interrupción a sus planes previos era necesaria, más debía apurarse si quería garantizar que el cazador siguiera con vida para cuando su alumno lo encontrase. – ¿Por qué has hecho eso? ¿No has podido controlarte? – preguntó. No estaba molesta, en lo absoluto. Más bien, una parte de si estaba emocionada: entre tanto estudiante que pasaba frente a sus ojos, la mayoría de ellos tenían un camino en la animagia que, si bien distinto, era bastante predecible y respetaba un patrón general. Su pupilo actual, sin embargo, era más desafiante y la obligaba a repensar las estrategias que normalmente usaba. Sin embargo, no doblegaría en lo absoluto los requerimientos que normalmente demandaba de sus instruidos, independientemente de las dificultades individuales. – Verás, querido. El mago domina al animal, y no al revés. Eso siempre ha estado claro para aquellos de nosotros que estudiamos la Animagia. Soy consciente de que puedes tener más dificultades que un no licántropo para contener tus impulsos y que, en tu forma humana, una parte de ti sigue respondiendo a ellos incluso si deseases que no fuese así. Sin embargo, y como te dije antes, es preciso que entiendas que la licantropía y la animagia son dos cosas distintas. << Y más importantemente, tienen que ser cosas distintas. No podré vincularte con el anillo de la habilidad hasta que seas capaz de dejar tu licántropo de lado cuando eres un jaguar, no puedo permitir que divagues tan inestablemente entre una forma u otra, eso sería muy peligroso tanto para ti como para quienes te rodean. >> Suluk no estaba segura de cómo ser más clara al respecto; era menester que el muchacho comprendiese el donde había errado, la magnitud de lo que estaba en juego, y el cómo debía rectificarse. – Te daré una última oportunidad, y me temo que si fallas quizá sea mejor que lo intentes en otro momento, cuando tu licantropía esté un poco más calma. – musitó, frenándose en seco y mirándolo a los ojos – Hazme el favor de transformarte nuevamente y, esta vez, concéntrate en dejar tu licantropía detrás. Eso es esencial. Luego, procede con el encargo que te asigné antes.
  23. Suluk Akku

    Animagia

    Contempló el avance del joven mientras éste se familiarizaba con su ente animal. No parecía haber rasgos de regresión a la forma humana, lo cual era un alivio, ya que los aspirantes que lo sufrían, solían ser aquejados por algún dolor derivado del rápido cambio entre apariencias. Al menos el felino parecía estar de acuerdo con su fisionomía. Eso es. Mientras mantengas tu mente clara, aunque sin olvidar que estás en forma animal, no tendrás problema para mantener la transformación explicó, siguiendo al jaguar de cerca, ella aún en su forma humana . Habrá situaciones que desencadenen sensaciones como estrés, miedo, felicidad, y que pueden ser influyentes en el animago. Digamos que el observar cierto color o a una persona que no es de tu agrado, podría desencadenar involuntariamente tu cambio a jaguar. Cada persona es diferente, desde luego. Para Suluk, era vital que su alumno conociera las fortalezas y flaquezas que implicaba el ser un animago, puesto que eventos como el que había mencionado eran tan cotidianos, que su estudiante tendría que aprender a serenar sus impulsos, algo que quizá ya estaba habituado a realizar. Lo veía desplazarse con más soltura, por lo que se animó a proseguir con su cátedra. Como antes mencioné, el olfato juega un papel vital en tu forma animal. Es el sentido en el que más debes confiar, incluso por encima de la vista. Intenta reconocer los olores de lo que te rodea antes de proceder a la tarea que te he dejado. Se separó del sendero que recorría su estudiante, esperando que su adaptación a la forma felina no lo distrajera del encargo que le había indicado en su retroalimentación anterior. Inhaló el aire tropical, que para la nariz no entrenada resultaría denso, incluso pestilente. Superficialmente, sólo podría percibirse la humedad, pero si se dejaba llevar, alcanzaría a detectar algunos otros elementos como la flora o fauna que habitaba la selva brasileira.
  24. Hago constar que el joven Eobard Thawne (Camaleón de Parson) ha superado de manera exitosa su prueba de vinculación para la habilidad de Animagia, contra todo pronóstico y tras una serie de eventos desafortunados. Recuerde la estructura de la cadena alimenticia cada que le sea posible, y que el depredador no es el que engulle a todos, sino el que planea una buena estrategia para acechar. ¡Muchas felicidades!
  25. Tomó las últimas notas sobre el progreso de su alumno dentro de un mundo alterno como lo era el que había experimentado dentro del portal. Parecía haber dominado sin problema la transformación a su entidad animal, realizándola con una facilidad comparable a la que le había mostrado como metamorfomago. ¡Hasta le había encontrado utilidad a su larga lengua, además de usarla para cazar insectos! Ah, mi joven Black a Lestrange. Parece que la historia nos vuelve a demostrar que no podemos modificar algunas cosas, por más que queramos. Incluso en otras realidades mordió los labios a la par que cabeceaba a manera de negación. En aquello, no podía intervenir, aún con sus modestos poderes ¿Qué le vamos a hacer? ¡Rápido, ven aquí, y más te vale que no te desmayes! La barcaza que lo llevaba fuera de isla entraba en un banco de niebla, en el cual alcanzó a atisbar la silueta del joven Black Lestrange aún convertido en camaleón de Parson, enfocado en msntenerse oculto a la vista, hasta que fuera seguro. Dicha niebla era el principio y el final, el círculo estaba completo. Su alumno se materializó de vuelta en la estancia y, por obra de la magia de su amuleto Inuit, en su forma humana. Parecía cansado, pero satisfecho consigo mismo de sus proezas en tierra salvaje. Creo que lo has entendido, ¿no es así? El mundo está en una constante renovación, lo mismo sucede con el reino animal le explicó, dando un pequeño golpecito en la roca de la Sala de las Siete Puertas con el báculo . Bien lo ha dicho Darwin: «El que se adapta, sobrevive», y creo fervientemente en que aplica a ti, como reptil. Te las ingeniaste para sobrevivir en tierra de nadie, pensando más en ventanas de oportunidad, que limitaciones de tu especie. Le recapituló el cómo había aprovechado su capacidad de camuflarse para evadir gran parte de los peligros, la fortaleza y elasticidad en sus extremidades para ayudarle a desplazarse a distancias medias, así como la utilidad de su amplio campo del visión para detectar amenazas, así como evitarlas, en ocasiones, complementándolo con su útil lengua. En lo que a mí respecta, joven Eobard, está usted aprobado. Y me corresponde a mí, ser la primera en darle la bienvenida al grupo de los Animagos. Esperando que le dé un uso no lucrativo, ojalá nuestros caminos vuelvan a cruzarse, en algún futuro, o pasado, cuando la Madre Naturaleza reclame a todos los seres vivos. Le dio la espalda, apoyándose en la Vara de Cristal, en cuya punta brilló la Cabeza de Amarok. Cierto, se le olvidaba un pequeño detalle, por lo que giró cuál anciana olvidadiza. Ah, sí, casi lo olvido. El anillo que usaste en tu prueba, pasa a ser tu anillo de habilidad, así que puedes conservarlo. Dedicó una última sonrisa al animago más reciente antes de partir, permitiéndole un poco de privacidad y dejándolo libre para salir de allí como deseara.

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