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Alexander Fox

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Todo lo publicado por Alexander Fox

  1. Abrió la puerta del local con tranquilidad sintiendo la frialdad del lugar, podía percatarse que la familia había estado ocupada y él tampoco estuvo al pendiente del negocio por lo cual se encontraba un poco abandonado, un hecho que merecía regaño, por suerte no se había conseguido a su madre Cye, aunque le extrañaba mucho, sabía que le daría una reprimenda por permitir que el sitio estuviera tan inactivo. -Bien vamos a ponernos manos a la obra – susurró para llamar a algunos elfos de la casa y conseguir poner todo en orden, limpiar algunas cosas, rellenar los estantes, preparar algunos te y acomodar algunos dulces, seguramente en el transcurso del día alguno de sus hermanos se animaría a pasar por el sitio, y si tenía suerte podría recibir a algunos clientes y ayudarlos a solucionar cualquier problema. Alexander observó con detenimiento todo el lugar, ya estaba casi listo, así que se permitió descansar unos segundos, para arreglar su propia ropa que se había llenado un poco de polvo e intentar controlar su rebelde cabellera roja, la cual ya necesitaba un corte, ya podía agarrarla con una cola de cabello. Finalmente terminó por colocar el letrero de “abierto” para dibujar su mejor sonrisa, estaba satisfecho, solo necesitaba esperar con tranquilidad a que los clientes llegaran, seguramente estaría todo sería tranquilo, así que no estaba nervioso, pero apenas escuchó el tintineo de la campana se acercó con su típica tranquilidad -Bienvenida a la Botica Lockart – sonrió encantadoramente. @@Wendolyn Maxwell
  2. Había tenido una rutina un poco “dañina” después de su regreso, noches de alcohol y madrugadas sin dormir, lo había tenido un poco alejado de sus amigos y familiares, o eso se percató cuando se dio cuenta que el sentimiento de soledad que había olvidado regreso nuevamente, aquello le pareció incomodo y hasta desagradable, quizás antes no le hubiera prestado atención, pero ahora tuvo la necesidad de sacar los problemas de su mente. Como siempre gracias a su vaga personalidad se había encontrado con un local muy diferente a lo que estaba acostumbrado a visitar “Ottery Fitness” un club bastante interesante, que visitó por curiosidad y quedó encantado, estaría gustoso de ejercitarse en un lugar como ese, cambiar y romper con su rutina sería lo mejor para regresar a conectar con algunas personas y decidió comenzar invitando a su hermosa Madrina la cual no había visto desde su matrimonio con el pequeño Noah. Ahora se encontraba esperándola con un conjunto negro deportivo y una mochila roja. El día anterior se había contactado con ella a través de su pequeña lechuza, Alexander estaba feliz ya que tenía tiempo sin verla, además que sabía que ese sería el comienzo para poco a poco irse encontrando con sus conocidos. -Espero le guste el sitio– susurró pensativo, esperaba no haber elegido un mal lugar, por lo menos tenía una fachada encantadora o eso pensaba él… - claro como tengo tan buen gusto… - susurró sarcástico para respirar con tranquilidad. @@Rachel Ravenclaw
  3. La casa Lockhart se encontraba bastante tranquila o eso consideraba Alexander quien tenía una sonrisa en su rostro por la visita de su pequeño sobrino, estaba feliz de verle y esperaba que varios de los miembros de la familia regresaran de sus viajes o se tomaran un descanso de sus trabajos, aunque sabía de buena mano que eso a veces era difícil, pero como decía él, “poco a poco” -¿Pocas aventuras? ¿Seguro? – preguntó observándole curioso, y mostrando una sonrisa suave – entonces hay que planear ya más aventuras y quizás alguno que otro problema – le guiño el ojo divertido, nunca colocaría en peligro a algún miembro de la familia en especial a los menores, pero la magia siempre traía sorpresa cuando menos las esperaba y no le importaría acompañarlos en algún travesura del destino. -Hemos estado bien, un poco ocupados como dice Ezequiel y no creo que tengamos vacaciones, seguramente se aproximaran más cumpleaños y facilmente festividades – apoyó con tranquilidad – Ven vamos a la sala quizás luego podamos encontrarnos con los demás – agregó con tranquilidad, todavía sabía que tenía algunos traviesos que atrapar, pero mientras deseaba saber como le había ido a su sobrino - hermano, muchas gracias – tomó la taza de café con agradecimiento -El tiempo pasa demasiado rápido, dentro de nada estarás trabajando y yo en un asilo de anciano – bromeó tenía suerte de ser un vampiro y no envejecer como los demás humanos, le gustaba poder ver como sus parientes crecían y se desenvolvían en el mundo mágico. @@Dahut Draganoff @@Ezequiel granger
  4. Alexander estaba caminando nervioso para salir del castillo, las travesuras de su prima, siempre lo tensaban, pero cuando escuchó el ruido de la puerta se detuvo, pensando quien podría visitar a la familia Lockhart tan temprano, pero ningún elfo anunció a la persona llamando la atención del pelirrojo, por lo cual antes de salir del jardín se dirigió a la entrada con curiosidad, encontrándose que estaba su joven y pequeño amigo Jobs. Se acercó con mucha curiosidad, para poder al joven recién llegado, encontrándose con un chico de cabellera rubia y unos impresionantes orbes verdes, su aspecto ligero y muy elegante… consiguió llamar la atención del vampiro, se quedó un momento estático, lo sentía familiar, pero no dijo nada solo se acercó a escuchar que tenía que decir. Su hermano Ezequiel ya lo estaba invitando a entrar, por lo cual Alexander no dijo nada, en el castillo todos eran bienvenido siempre y cuando no causaran problemas, -¿Zen Lockhart Tonks? – preguntó sin creerlo, se acercó más para ver al chico, los orbes dorados del pelirrojo lo miraban con detalle, analizándolo con cierta desconfianza, su mirada parecía hasta fría, pero luego todo cambio – Pequeño sobrino… - agregó con una gentil sonrisa mostrándose caballeroso, no podía creer que estuviera allí, era el hijo de su hermanito Noah, lo observó sin creerlo, estaba muy alto, además había algo en él que el vampiro sintió extraño. -No culpes a nuestro querido y respetable Jobs de no reconocerte, estas más alto – afirmó con tranquilidad, le permitió el paso a la casa. -Bienvenido a casa – habló con mucha calma y sencillez, para recordar que debía ir al jardín – Vamos a dejar tu maleta y vamos al jardín, creo a ver escuchado la voz de nuestra querida Matriarca – opinó con mucha tranquilidad. @@Dahut Draganoff @@Bodrik @ @@Ezequiel granger
  5. Alexander se encontraba observando la pared un poco perdido, las cosas que habían pasado en poco tiempo, una cena para el compromiso de su hermano y luego un viaje de improviso para regresar al cumpleaños del pequeño Ezra y por supuesto a la boda de su hermano, una agenda un poco apretada, sin embargo estaba feliz que ahora podía relajarse a descansar un poco en el castillo Lockhart, un lugar que siempre sentiría calidez y armonía no importaba el tiempo que pasara. -Mmm... Qué extraño - susurró cambiando su punto de mira hacia la puerta, desde que su pequeña prima se había mudado, lo despertaba cada mañana o solo lo saludaba con mucha energía, pero ese día había un gran silencio, en realidad podía sentir un aire de misterio algo que no sucedía mucho en la casa. Con deseos de comer un poco salió de sus habitación, sus hermanos quizás estarían durmiendo o fuera... ¿dónde estaría la princesa? podía imaginarla en el jardín disfrutando la primavera que se asomaba. Se paseó por la cocina para tomar unas galletas y un poco de mermelada, algunos elfos quizás no aceptaría que tomara solo eso de desayuno, pero su apetito esos días era muy pobre, ni la sangre le provocaba, no conocía bien la razón ¿le daría gripe? esperaba que no fuera así, no tenía animos para luchar con un malestar. -Hey - se quejó cuando sintió que algo golpeó su cabeza, su mirada dorada busco el causante, encontrándose con una carta y a su pequeña ave volar a gran velocidad como si estuviera escapando - AN - le grito a su lechuza, pero esta no hizo caso y termino de irse. "MIKAELA FOX LOCKHART ¡Aprendamos a divertirnos! JUGUEMOS, DISFRUTEMOS DE LA VIDA La primavera llegó y con eso la diversión, salgamos de aquí y disfrutemos de la naturaleza, de las flores y si no quieren... pues les escondí a algo a cada uno, un objeto muy preciado y si no me buscan no se los regreso muajajajajaja Con esto listo, ya les di la primera pista de donde estoy cambio y fuera FAMILIA LOCKHART" El pelirrojo abrió los ojos confundido... observó hacia los lados buscando a su lechuza, ¿qué le podría a ver quitado la pequeña... ? en eso se fue corriendo a la habitación, jamás había sido tan rápido en su vida, pero el miedo lo inundo de pronto y efectivamente cuando busco en su lugar secreto no estaba... -Mikaela... - susurró mordiéndose el labio... esa traviesa, desde que la conoció fue así, era un ángel travieso. Alexander no podía quedarse sin hacer nada, seguramente la pequeña An fue dejando las cartas a todos, por lo cual nuevamente bajo y se dirigió a las afuera del castillo. @,@@Ezra Lockhart,@@Jerome Lockhart, @@Ezequiel granger, @@Noah Lockhart, @@Amit Lockhart, @@Mikaela Fox,@@Dahut Draganoff @Bodrik
  6. Alexander había fallado, no podía creer que no estaba al lado de su bella sobrina en el momento que estaba dando a luz a su pequeño niño, pero no había logrado ir de inmediato a donde estaba ella su mente había fallado, pero ahora había aparecido un maletín y se dirigía la habitación de la pequeña, casi ignorando que los familiares de la joven aparecían, y los elfos no le prohibieron el paso ya que le conocían de ante mano. Necesitaba saber si el niño se encontraba bien, la hermosa directora de San mungo seguramente ya había llegado, pero con todo el ajetreó que estaba ocurriendo quizás no había conseguido entrar, esperaba poder enviar a alguno de los elfos a atender la puerta si no había sido atendido, también esperaba a su hermano Noah, su compañero y su apoyo. -Sobrina – llamó al estar a su lado, y ver como sostenía a su pequeño, podía ver el amor que que desprendía la escena, parecía una burbuja tan perfecta... una madre y su hijo, se sintió cruel por intentar entrar allí pero necesitaba romper el momento, había que revisarlos a ambos, quizás el no perteneciera al área de maternidad, pero tenía conocimientos gracias a su pequeña princesa Bodrik. -Es hermoso pequeña, muchas felicidades – le susurró con dulzura, todavía apenado a no haber podido estar en el momento, pero sin desear perder más tiempo, aprovechó los segundos. Sacó unas mantas y a pesar que rompía el momento se lo entregó para así poder limpiar y arropar al bebe, debían tener sumo cuidado con él, no podían olvidarse de los detalles, había que mantenerlo caliente y esperar que tuviera el peso adecuado. @ (disculpa pequeña) @@Bodrik @@Noah Lockhart
  7. Una vida siempre causaba emoción, siempre había ansiedad y muchos nervios, cuando un nuevo ser nacía, y al tocar el vientre de su sobrina, podía darse cuenta que era una realidad que no faltaba mucho para que sucediera, por su parte Alexander esperaba que fuera un pequeño sano y fuerte, era lo que más deseaba para la vida de ese pequeño bebe. -Tiene mucha energía – respondió con una sonrisa, estaba encantado que estuviera moviéndose podía imaginarse a ese pequeño gateando por todas partes y brindando un brillo a ese hermoso hogar – haremos muchas travesuras jajaja – agregó sonriendo. Por un momento el pelirrojo dejó de lado las galletas, permitió que los elfo se encargaran de los últimos detalles mientras él se concentraba en su sobrina y el pequeño, ciertamente él no era muy familiar, a pesar de que ahora poseía una familia tan amorosa, todavía no se acostumbraba ni llegaba a ser tan cariñoso como debería serlo, pero realmente deseaba lo mejor para todos ellos. -si... y no habra miedo, solo emoción y cariño – habló con suavidad, con su mano libre le tomó gentilmente la mejilla y le beso la frente como si fuera una pequeña niña – así será la llegada de tu pequeño, sobrinita, todo saldrá perfecto – comentó con suavidad, para intentar darle confianza, no había vivido muchos embarazos pero deseaba darle confianza. @
  8. -Claro pequeña Lady, si deseas esa forma, será de animales – respondió con una sonrisa mientras buscaba el rodillo, y estiraba la masa para que pudieran cortar las formas de animales, la masa le rendiría bastante bien, si acomodaban todo bien, podrían fácilmente comer ellos, y poder compartir con quienes desearan, empezando por los elfo que tanto habían ayudado, y claro a la familia de su sobrina. Cuando iba a seleccionar que tomar escuchó la emoción de su sobrina, se le acercó muy curioso, recordaba cuando su madre estuvo embarazada, aunque nunca se acercó demasiado a ella, tenía siempre miedo de hacer algo mal, pero en ese momento Alexander no se había podido aguantar. -Mm… - no sabía como pedir aquello - ¿puedo… Bueno… tocar sobrina? – preguntó un poco tímido, pero con mucho interés, no podía creer que su pequeña sobrina ya fuera a tener un hijo, se alegraba poder apoyarla en esos momentos, sabía que todos estarían al pediente de ella, por lo tanto estaría muy bien protegida. -Apenas nazca te traeré muchos regalos y dulces, estoy seguro que no te faltara nada – sonrió divertido, mientras dejaba un poco todo de lado y se concentraba en el pequeño, no sabía como sería todo el desarrollo del menor, pero ayudaría en lo que pudiera, como sobrino de Alexander, tendría todo lo que pidiera - te enseñaré hacer bromas - susurró bromeando, aunque no era algo que hicera con tanta frecuencia, todavía podía hacerlo. @ @
  9. Por primera vez en mucho tiempo Alexander se encontraba agarrado en su cama sin desear despegarse, podía admitir que años que no tomaba un buen sueño, uno que en parte le hacía recordar ese calor de aquella persona que juró proteger, pero que desastrosamente no pudo cumplir, quizás era hora de crear metas diferentes. -Mmm… - se quejó por el ruido que había afuera, sintió además como su mascota se encontraba encima de él intentando moverlo, pero era imposible. Alexander debía admitir que las fiestas navideñas habían pasado muy encantadoramente, estaba muy feliz de eso, el calor familiar que había sentido en esos momentos, conseguían relajarlo y mantenerlo tranquilo, por eso ahora se encontraba completamente rendido. -5 minutos más… - pidió su siesta estaba siendo demasiado deliciosa para moverse y su querida lechuza blanca, parecía que no podría moverlo, pero un grito de su hermosa reina le hizo abrir los ojos y moverse bruscamente – VOY – gritó, y se apenó un poco de pronto por su tonta respuesta, aunque se preguntaba que estaba ocurriendo. Se levantó y se estiró, no estaba en pijama, él ya se había despertado antes y echo su rutina, pero cuando vio su cama decidió hacer una nueva “siesta” realmente se había dejado llevar, su lechuza se posó sobre su cabeza mientras él se acomodaba la franela negra y el pantalón blanco, para no verse tan desastroso. -Hola dulce hermana, hola pequeña princesa – saludó cuando se las encontró en el camino a su destino, ver a la joven dama le alegraba mucho, sabía que su hermana había estado muy ocupada, por lo cual estaba muy agradecido de verle, de igual forma a su sobrina. Su lechuza blanca también saludó a las damas y se fue volando hasta su madre, al parecer la pequeña ave quería estar de lado de quien tenía el poder en aquella casa, por lo cual se puso en el piso a su lado mientras los miraba a todos de frente. -Me siento… algo traicionado – susurró Alexander con una sonrisa al ver a la pequeña An en ese lugar. – Buenas madre – saludó suavemente, esperando que ninguno estuviera en problemas. @@Scavenger Weatherwax @@Bodrik @
  10. *Sonrie con tranquilidad* Nick: Alexander Fox Cumpleaños: 12 de junio Ficha de Personaje: Alexander Fox Bóveda Personal: Boveda de Alexander Fox Lazo familiar que se solicita o solicitud de amistad: Sanguinea Parentesco: Ahijado de la matriarca
  11. La invitación de la pequeña Lady lo había tomado realmente por sorpresa, pero le había encantado la idea, debía admitir que nunca se imaginó aquella petición, aunque si sintió duda que fueron disipadas de inmediato gracias a las palabras de su sobrina, esperaba realmente que su estadía allí fuera agradable, y que no ocasionara ningún daño. - jajajaja, te ves adorable – rio divertido al ver que había tomado por sorpresa a la menor, su cabeza rojo estaba lleno de harina, pero no esperó un contraataque tan rápido, pero por suerte cerró sus ojos a tiempo - ¡Sobrina! – exclamó sorprendido, intentando limpiarse un poco. -¿Novia china? Creo que a ti te pegara mejor ese titulo – e intentó lanzarle harina, pero se percató que ya la pequeña se estaba moviendo del otro lado de la mesa, se deslizó ágilmente para ir detrás de ella, y antes que pudiera huir le tomo para cargarla delicadamente, no iba a permitir que por correr se lastimara. -Esos ojitos de inocente no te salvaran - sonrió suavemente para comenzar a hacerle cosquillas, intentando ser cuidadoso, pero igual le estaba obligando a reír hasta que se cansara – jajaja bueno, bueno, mira que vamos a dejar esto hecho un desastre y sin hacer las galletas sobrina – mencionó ahora más tranquilo, de verdad era buena que llevaran delantal, aunque igual podía ver que se habían llenado de harina. Dejo sobre el mesón a su sobrina para caminar a donde estaba la mescla – además ahora toca colocar el azúcar y el delicioso chocolate – mencionó con una sonrisa para colocarle el azúcar y tomar las tabletas dándole un trozo a la pequeña, lo demás comenzó a picarla más para finalmente agregarlo a la mescla junto a polvo de chocolate, sería mucho chocolate. -Listo ya tiene buena consistencia, ahora pequeña escoge la forma que desea que tengan tus galletas – respondió con tranquilidad, para ver como ya estaba lista la masa solo faltaba estirarla, pero antes dejaría que la pequeña decidiera por la forma. @
  12. -Entonces podrás contarle a tu pequeño, que tus primeras galletas del año fueron con el tío rojito – respondió con suavidad intentándole quitar importancia a la pregunta, se había olvidado por completo lo que la menor le había comentado cuando se conocieron. Le sonrió con suavidad mientras agregaba huevo a la mescla de mantequilla y el azúcar. Estaba realmente pasando un buen momento con su sobrina, y le hacía recordar mucho en su época donde la magia no formaba parte completa de su vida, quizás no había sido la mejor parte de su vida, pero esos momentos donde había aprendido a cocinar, a tocar música, entre otras cosas fueron las experiencias más increíbles. -Muchas gracias pequeña y yo estaré encantado de recibirte por allá – mencionó con cariño, en parte lo que su sobrina le había dicho era cierto, el pelirrojo decía y hacía todo aquello porque le quería, tenía un gran aprecio, pero él siempre iba con la verdad en la boca, para él la pequeña era un gran tesoro, y esperaba que su futuro brillara con gran fuerza. -¿eh? – preguntó sorprendido, hasta que sintió vergüenza por su tonta pregunta, no se había esperado aquella propuesta – sería un gran honor para mi sobrina – mencionó con suavidad y mostrando una expresión sincera. – no lo esperaba, aunque… ¿no molestaremos a tu hermana? Yo bueno… no es que haga mucho espacio, pero… - no conocía mucho de la familia de la pequeña, aunque había escuchado hablar de ellos, pero ¿le podría incomodar? – realmente sería un honor para mi… - susurró su respuesta apenado, él no tenía mayor inconveniente, le era feliz poder pasar esos días cuidándola y más todavía conociendo que no había mucho tiempo para que el pequeño naciera. En ese momento tomó la harína, y la combino con la sal para terminar echándola a la mescla, cuando una sonrisa traviesa apareció y de pronto tomó un poco del ingrediente, para verlo detenidamente - ¿Esto… se ve bien? – preguntó para mostrarle a su sobrina el contenido con la mano, pero apenas se acercó sopló suavemente provocando que toda la harina fuera a parar en parte del cabello. -Huy pequeña, te salieron canas de pronto jajaja – se rio divertido. @
  13. -Jajaja pensare que eres una sobrina muy adorable y traviesa – le respondió con una suave risa, mientras observaba como mucho cariño como abrazaba el peluche. – Por su puesto sobrina, haremos galletas muy deliciosas – agregó con cariño para seguirle hacia la cocina, mientras miraba todo con gran curiosidad, el pelirrojo le encantaba poder visitar los diferentes castillo de la comunidad mágica, cada uno tenía un nivel de detalle y estilos diferentes que llamaban mucho su atención, y el de su sobrina resultaba realmente encantador. -Oh... Buenos días jóvenes, ¿organizaron todo? muchas gracias a ambos – saludó un poco apenado, pero tomando su confianza mientras hacía una leve reverencia hacia ellos, para Alexander la educación era importante, aunque sabía que no todos trataban como igual a aquellas criaturas mágicas. El pelirrojo sonrió encantado al ver ese entusiasmo en la pequeña, se quedó pensando que sería lo más delicioso, mientras tomaba el delantal y agradecía, aunque primero se quito su chaqueta colocándola junto al peluche, para después colocarse esa prenda que esperaba no le quedara raro. – Chocolate me parece bien, es delicioso, y si nos queda bien podremos experimentar con los demás ingredientes – le respondió con suavidad, no había limites eso era lo importante, se quedaría hasta tarde creado y comiendo galletas. -Te ves hermosa pequeña, y no vas a salir rodando, si te puedo cargar facilmente – le respondió con una sonrisa y con una leve sonrisa para cargarle con suavidad como una princesa, intentando ser lo más cuidadoso posibles - ¿vez? jajaja liviana como una princesa - y con una leve vuelta la bajo para ponerse detras, no deseaba que por sus bromas lastimarla y con su propia varita alargo la cinta del delantal, colocándola para que fuera holgada y así hacer un suave nudo – Listo, así no haremos mucho desastre jajaja – se rio divertido para ver todos los ingredientes. -Mmm…. Comencemos entonces – mencionó tomando un bol - ¿alguna vez has hecho galletas pequeña? – preguntó curioso mientras observaba el horno – Istar disculpa, puedes colocar a calentar el horno a 180º C – pidió debido a que no deseaba dañar sin querer el electrodoméstico, y tampoco hacer mover mucho a su sobrina. En ese momento tomó un bol y colocó mantequilla y azúcar para que pudieran comenzar la mescla – Muchas gracias por aceptarme aquí pequeña Lady – agradeció sencillamente, aunque el decir su nombre le vino un vago recuerdo de su pasado, que buscó desaparecer de inmediato – luego tienes que visitarme a mi… mira que los Lockhart nos gusta las visitas – agregó con ojitos de perro. @
  14. Intentó acomodarse el peluche en sus brazos, esperando no verse demasiado raro con él, ya de por si con su extraña apariencia destacaba mucho, no es que fuera muy difícil de encontrar a alguien pelirrojo, pero combinado con sus orbes dorados podía ser complicado. Para su suerte no esperó mucho, logrando ver la hermosa sonrisa de su pequeña sobrina. -Feliz año pequeña – saludó al escuchar su bienvenida, para sonreír y ver al detalle como el embarazo le hacía brillar más, tomé la mano de la pequeña para besarla con cariño y educación, Alexander le gustaba tratar a todas las mujeres de su familia con mucho respeto. -me alegro ser recibido joven dama – respondió con tranquilidad, para reír al ver el peluche - un pequeño obsequio para los dos – habló algo apenado, había hecho el intento de darle un pequeño abrazo, pero decidió solo darle el regalo, temiendo lastimarle y algo tímido todavía le costaba ser un poco cariñoso, aunque no pudo evitar colocar su mano sobre la bella cabellera y acariciarla gentilmente. -Llevas mi regalo, muchas gracias… sabes que no soy muy a la moda… ni a lo que le gusta a las señoritas de hoy en día, pero me gusto para ti – respondió mientras le desacomoda el cabello gentilmente para por fin pasar a dentro de aquella mansión, encontrándose a la pequeña elfina que había visto el día de navidad. -Muchas gracias por cuidar de mi pequeña sobrina, amable señorita – le habló a la elfina Istar con una cálida sonrisa – espero que no le haya dado mucho trabajo – agregó conociendo un poco a la menor, pensó detenidamente, ese día irían hacer galletas, así que no haría mucho esfuerzo y cualquier cosa estaría el presente. -Por lo pronto ¿quieres sentarte un momento? No quiero que estés cansada, después de todo, será un día divertido, ¿no? – preguntó guiñando el ojo con diversión, aunque en el fondo estaba bastante preocupado, ni siquiera se había traído nada de sus pequeñas bromas para no ocasionar daño, pero tampoco deseaba ser demasiado protector. @
  15. Después de aquella visita hacía su adorable sobrina, se habían retirado a otras casas la tarea de las visitas había sido grande pero había culminado para regresar a casa y hacer una cena navideña, pero al llegar Alexander se había conseguido en su cuarto con una carta y una ave negra quien estaba acompañada por la pequeña lechuza blanca de ojos de galaxia del pelirrojo, la mascota se encontraba compartiendo su bufanda con su amiga. -Muy bien An, me alegro que te portes así – mencionó para tomar la carta entre sus dedos y leerla, dibujándole una gran sonrisa, tomando una pluma para responder. “Pequeña Sobrina. Me veras este año nuevo mi pequeña dama, en enero con tu permiso estaré tocando tu elegante puerta para disfrutar contigo nuevas y maravillosas experiencias, y no te preocupes con tu presencia iluminaras mi visita, aunque sería genial si comenzamos el año preparando galletas juntos. Alexander Fox Lockhart” Decidió enviar también a An con la ave negra de regreso al castillo de la pequeña Lady, para que le hiciera compañía. Enero Alexander se había vestido casual, intentando estar presentable, ese año debería proponerse pedirle ayuda a sus familiares femeninas para que le enseñaran un poco de moda o por lo menos el vestirse bien, a veces podía estar fuera de su lugar. Con mucha tranquilidad se retiro de su cuarto para solicitar a unos de los elfos de su madre que le avisaran de su salida, después de sus desapariciones, la hermosa reina le había pedido que por lo menos le dejara un mensaje cuando se fuera. No tardó mucho para su suerte ya tenía su licencia de aparición por lo cual ya se encontraba en frente de aquel hermoso castillo aunque le tocaba caminar, se podía imaginar ese amor de su sobrina y del resto de sus familiares por ese hogar. El pelirrojo con mucha calma tocó la puerta como había dicho en su carta, aunque llevaba ahora un peluche de un panda como regalo de reyes, era bastante adorable aunque algo grande, pero cómodo, se podía usar de almohada. Acomodó su cabello rojo que siempre estaba revuelto para mientras esperaba ser atendido. @
  16. Alexander quedó encantado cuando fue recibido por los pequeños Elfos, se emocionaba al ver a su sobrina, pero cuando supo que estaba ocupada no quiso molestarla, sabía que esas fechas cada persona tenía sus prioridades y su planes, por lo cual negó con la cabeza y detuvo a la encantadora elfina, para decirle con calma. -No te preocupes pequeña señorita Istar – detuvo con educación - Nosotros vinimos fue a cantarle, dejarle unos cuantos regalos – respondió con suavidad para entonces acercarse al elfo y bajarse a su tamaño para darle la caja que llevaba en su mano desde que les había pedido a su familia que la próxima visita fuera así – díganle de nuestra parte, Feliz navidad y prospero año nuevo, y que aquí tiene mi regalo – terminó de hablar para entregárselo. La caja roja con plateado guardaba en su interior el pequeño regalo que decidió darle a su sobrina, esperaba que le gustara, aunque no sabía si iba ser de su gusto, pero esperaba que fuera así, era un collar, estaba adornada por unas alas que se asemejaban a los de los demonios, los vampiros, aunque se podía apreciar un murcielago y un corazón rojo como la sangre, con un brillo encantador. -Por favor, les pido, díganle que su tio rojo vendrá después a molestarla – habló con suavidad mientras se despedía y retiraba a su familia para que pudiera estar libremente. @
  17. Feliz Navidad El pedido para visitar ese castillo antes que otros había sido suyo, después de todo conocía a la matriarca de ese hogar, era su adorable pequeña sobrina Lady, deseaba darle unas bellas navidades, quizás Alexander de entre toda su familia no era con el espíritu navidad más llamativo o elocuente, pero deseaba darle sus mejores deseos a la menor y a su familia, que poco conocía pero tenían su gratitud por siempre cuidar de ella. -Sujétate bien pequeño ángel... - pidió a su prima que se encontraba en sus hombros mientras patinaba con cuidado estaba un poco cansado, y además el traje de duende del cual todavía no terminaba de acostumbrarse se arrugaba un poco a cada deslizamiento que daba por lo cual apenas llegaron al encantador hogar, tuvo que arreglarse con cuidado intentando verse lo mejor posible, para dar sus mejores felicidades. -Oh... - no había ido allí nunca pero un bello lugar, el pelirrojo debía confesar que debió y quiso hacerlo en más de una ocasión pero el tiempo nunca le alcanzaba, pero estaba agradecido que por fin y con una buena excusa podía ir. -¡Feliz Navidad! - exclamó con una sonrisa gentil teniendo en su mano un regalo muy especial para la joven matriarca, el cual estaba envuelto en una caja de color rojo con plateado, mientras que la pequeña Mikaela se bajaba como ágilmente y tocaba la puerta con mucha energía.
  18. Feliz navidad Quien llevaba el listado era su pequeña sobrina Bodrik, por lo cual Alexander solo se dejaba guiar, debía admitir que estaba un poco perdido, algunas familias no conocía y otras no había estado, pero no parecía importarle debido a que el proyecto familiar se estaba cumpliendo de buena forma y eso le hacía bastante feliz. Ese castillo... solo conocía al dueño, pero solo de nombre por su joven prima, su sobrina y hermano le habían hablado un poco de él, pero no tenía muy claro como era, no recordaba a verlo visto en persona, aunque quizás se equivocaba debido a que su memoria era bastante mala. -Castillo Ragnaventus... - susurró al ver el gran aposento, de verdad que la oportunidad de poder visitar diversas estructuras arquitectónicas con toda su familia, resultaba gratificante, y más si con eso podían también socializar con esas familias que todavía no conocían por completo. -Toquemos entonces la puerta - habló a los demás para llamar su atención, le dio el honor a la pequeña para hacerlo, aunque él no sería quien comenzaría a cantar, no tenía ese corazón navideño como sus demás amigos y familias, era un poco más timido en ese sentido, así que tomó un buen regalo y respiró con suavidad.
  19. Feliz Navidad Castillo Triviani, lo había visitado solo una vez, para más tarde escuchar que su padre vivía allí, aquello lo había tomado como sorpresa, pero estaba agradecido de que en ese año tendría la oportunidad de volver a visitar ese encantador hogar y de molestar a su padre, llevando en sus manos agradecimiento y regalos navideños para compartir y llenar de cariño a esa encantadora familia Su sobrina y su madre eran las más emocionada por aquella visita, el amor que tenían por su padre era enorme y se podía ver reflejado en sus ojos, por lo cual la pequeña princesa había sido quien decidió que esa sería la segunda familia que visitarían, con un plan llamativo o eso consideraba el pelirrojo. Llevando su traje de duende, sus patines y la pequeña duende Mikaela en sus hombros sabía que esa navidad sería imposible de olvidar. -Te amamos - sonrió divertido, aquel grito debió llamar la atención de su padre, e igualmente Alexander se acercó a la puerta para que la menor la tocara, después de todo, no solo habían traído regalos para su padre, sino para la familia entera. -Feliz navidad - habló suavemente apenas abrieron la puerta.
  20. -Muchas gracias dulce dama – respondió cuando recibió su regalo, sorprendiéndose gratamente de tener en sus manos esa cajita adornada abriéndola débilmente sintiendo el dulce olor del chocolate, aunque estaba mesclado con el característico olor del alcohol por lo cual lo volvió a cerrar ocultándola débilmente de sus hermanos y su adorable prima, quizás eso sería una actitud egoísta de su parte, pero deseaba guardar su regalo para él. Con un movimiento de cabeza, se despidió del grupo decidido a preparar los bocadillos, aunque no sin antes nuevamente abrir sus dulces, tomó uno y lo mordió por la mitad sintiendo el delicioso sabor del alcohol – Mm… delicioso- terminó de comérselo para comenzar a preparar algunos bocadillos pequeños, panecillos, galletas, chocolate, caramelo haría tanto dulce como salado. Estuvo en eso por varios minutos cuando escuchó un gran ruido afuera, así que salió de inmediato siendo seguido de su lechuza, para ver como su familia había llegado con un gran árbol… un poco cansados pero maravillado por la elección que habían tomado, se preguntaba que clase de aventura habían vivido o como se habían decidido. -Tendremos que hacer muchos adornos… - susurró un poco preocupado, pero con la energía navideña que a la familia le llenaba se imaginaba que no sería imposible aunque se imaginaba a la pequeña princesa Bodrik intentando hacer adornos mientras cuidaba al pequeño Ezra que había dejado toda la nieve, los pequeños Mikaela, Noah y Ezequiel compitiendo por hacer detalles, siendo las que más intentarían ordenar serían su bella hermana Scaveger, y la señorita Rachel, sin olvidar que por su puesto quien colocaría la hermosa estrella sería la bella Reina, su madre Cye. Así que con ese pensamiento se imaginó que quedaría un árbol hermosamente adornado, por lo cual con ayuda de los amables elfos de su querida madre dejó los bocadillos a disposición de todos, y decidió que comenzarían a adornar, la creatividad de todos tuvieron que brillar para poder llenar todos los espacio, nadie podría quedarse corto o quedaría vacío, hasta el mismo Alexander ayudaba que por primera vez en su vida tenía la oportunidad de tener ese encantador momento familiar. Tardaron un poco, pero finalmente lo terminaron quedando especialmente bello, el esfuerzo de verdad había valido la pena, toda la casa se veía muy bien y ahora podían enorgullecerse de lo que habían hecho, ahora solo faltaría un pequeño y curioso detalle, la hora de los regalos para todos. -Genial – respiró aliviado. @@Bodrik @@Ezra Lockhart @@Ezequiel granger @@Mikaela Fox @@Noah Lockhart @@Rachel Ravenclaw @ @Scavenger Weatherwax
  21. Lo admitía siempre se sorprendido cuando todos estuvieron presentes, ese amor que generaba la familia Lockhart hacía que el corazón de Alexander se suavizara, la época de navidad no era su mejor momento, sentimientos negativos aparecían y un nombre chocaba en su mente, pero cuando podía ver la sonrisa de sus familiares en ese lugar, quedaba completamente enamorado y una calidez lo embriagaba, apartando de su mente cualquier cosa que no fuera amor familiar. -Por el mejor chocolate caliente y la mejor familia de todas- afirmó la palabra de su bella sobrina Bodrik tomando un vaso y levantando a brindar, aunque antes de poder decir algo más, los gritos de su pequeña prima comenzaron cuando se bajo de su espalda, agradecía tener buen equilibrio porque su movimiento lo pudo a ver tumbado, pero no esperó que de pronto comenzara a correr por todos lados , hasta que de golpe se detuvo. -¿hermano te encuentras bien? – preguntó preocupado al escuchar la queja del pequeño Noah, pero fue cuando se percató de todo lo que estaba ocurriendo – Mikaela, no es bueno comerse a las personas – regaño divertido, para sentir como su lechuza se acomodaba en su cabello y miraba con curiosidad a la visitante. -Bienvenida al castillo Lockhart Señorita Rachel – saludó de forma educada, para sonreír con gentileza, ahora comprendía porque los movimientos de la pequeña se habían detenido de inmediato - sigue tan hermosa como siempre – agregó con suavidad para terminar de acercarse y saludarle con un beso en la mano como era su costumbre, percatándose de la cantidad de regalos que poseía. -Más que un reno parece un santa Claus con tantos regalos – comentó divertido, para ver que él todavía se encontraba como si estuviera saliendo de la cama, igual que la pequeña - un momento – pidió para sacar su varita y con varios movimiento cambio la vestimenta de Mikaela por una ropa muy navideña y para él una más cómoda, a su gusto. -Iré por unas galletas a la cocina, antes que el pequeño Noah y la pequeña Mikaela nos coma – comentó divertido para caminar en busca de algunas cosas para que todos pudieran picar. En la cocina comenzó a preparar y servir algunos bocadillos, sabía que si se lo pedía a cualquiera de los elfos ellos ayudarían o si lo hacía con magia, pero sentía que debía contribuir con algo y lo que más le gustaba era cocinarle a la familia aunque no fuera algo que hiciera muy a menudo. @@Rachel Ravenclaw @@Bodrik @@Noah Lockhart @@Mikaela Fox @@Scavenger Weatherwax @
  22. A pesar de sentir que la señorita Rachel aceptaba las palabras de la pequeña dama, podía comprender que se sintiera un poco sorprendida o abrumada por la energía de la menor, jamás pensó que se volvería la electricidad que activara a los Lockhart, Noah por lo menos resultaba ser tan cariñoso con ella, que lograba anonadar a Alexander, pero de buena manera, sentía mucha felicidad de ver como toda la familia resultaba llevarse bien. -Sospecho que tiene mucha razón señorita – sonrió apoyando sus palabras de vigilar a la menor, aunque lo tomó ligeramente, si consideraba que debían supervisar un poco a la pequeña, por lo menos hasta que pudiera descargar esa energía tan arrasadora y porque sino mal recordaba tenía el mismo problema que el pelirrojo, se metía en muchos problemas por su curiosidad. -Esta tomando con mucho cariño y paciencia a la pequeña Mikaela considero que totalmente normal no es señorita – bromeó ligeramente, para sonreír divertido – los vampiros y los demonios no son peligrosos siempre y cuando no se moleste – respondió al ver su sincera preocupación, pero recordaba los momentos que había estado con Etrigan, el demonio nunca llegaba a dañar a la pequeña, en cambio, la guiaba por buenos pasos. De pronto abrió los ojos sorprendido cuando unas llamas se hicieron presentes en la mesa, pero no le dio tiempo de mucho cuando estas mismas desaparecieron – por ejemplo… - comenzó hablar cuando se percató de lo sucedido y sonrió cuando la menor comenzó a explicar su situación – no sigas molestando a Etrigan, el no esta para esos trotes – habló para sonreír y tomar una galleta. Todos tenían una historia, y seguirían más y más, la familia crecía, se formaban lazos armoniosos y amoroso, se preguntaba a veces si todo eso era real o falso, pero cuando podía estar con ellos y sonreír descubría que ellos resultaban ser muy real. @@Mikaela Fox @@Noah Lockhart @@Rachel Ravenclaw
  23. Una pequeña pero gentil sonrisa apareció en su rostro al escuchar el honesto interés de la joven por el local de su bella madre, por lo cual Alexander consideró que debería hablarles a los elfos para que le tuvieran una bienvenida cuando ella gustosamente deseara pasar – será bienvenida cuando guste señorita Rachel – respondió con tranquilidad para tomar una galleta y escuchar con interés referente en su trabajo, debido a que curiosamente él había trabajado en el departamento de transporte por un corto tiempo, se preguntaba como estarían las cosas por allá. -También estuve en el departamento de transporte y deportes mágicos, como aprendiz, espero que le este yendo bien señorita, es un lugar agradable, aunque a veces puede llegar a atrasarse algunas cosas – agregó con suavidad para comer tranquilo mientras escuchaba referente a sus sueños, se preguntaba a que se referían, por alguna razón el pelirrojo comenzaba a llamarle su atención, pero no quiso comentar nada más debido a que no deseaba sonar demasiado metiche y además que no fue necesario cuando el golpe en la mesa resonó. Una leve risa se creó cuando escuchó la autoridad de la menor, antes de responder o siquiera mover sus labios, se fijó en la dama, buscando signos de incomodidad o algo, pero si era la persona que comenzaba a reconocer, podría adivinar que su pequeña prima decía esas palabras con sinceridad y desde el fondo de su corazón. -Claro mi pequeña sobrina – respondió con certeza – si la dulce dama, nos lo permite, lo haremos encantados – agregó con mucha educación intentando mostrar que apoyaba la noción, pero que no vendría siendo una obligación, después de todo la joven tenía derecho a opinar en el tema, se trataba de cambiar su estilo de vida tranquilo, a uno un poco mas entretenido. No podía creer a confianza y atribuciones que la pequeña se estaba tomando, aunque sus palabras no fueran ninguna mentira, no consideraba que fuera sano ese explote de energía, pero lo único que lograba hacer Alexander era mostrar una sonrisa intentando comprender que pasaba por la cabeza de la pequeña cuando hablaba. -Siempre y cuando a usted no le moleste nada de esta pequeña locura, nosotros seremos sus compañeros – finalizó para tomar un poco del te de Mikaela intentando pasar la enorme enrgia de la menr y esperando que clase de reacción tendría la joven a las paabras dichas. @@Mikaela Fox @@Rachel Ravenclaw
  24. Alexander sonrió con dulzura a su pequeña sobrina, dispuesto a disfrutar el pequeño baile con la menor y a escuchar sus pequeñas palabras que estaba seguro solo alegrarían su noche, y en ese momento le observó curioso de conocer la respuesta a su pregunta, sorprendiéndose gratamente de saber que su propio nombre era de tal agrado, aunque le daba curiosidad el saber porque la mente de la pequeña había viajado rápidamente a ese nombre. -Una muy buen combinación pequeña, seguro será un niño muy bueno, confesare que le consentiré mucho – sonrió divertido mientras le guiñaba el ojo, pero en ese momento el pelirrojo escuchó claramente como una persona llamaba a la dueña, una voz que le sonaba demasiado familiar, pero… no dijo más nada, en especial porque su atención fue atraída. -Tranquila pequeña, yo espero, ve a trabajar – respondió con tranquilidad acariciándole el cabello cariñosamente intentando no despeinarla mucho para que pudiera trabajar con su típico aire elegante. En ese momento se sentó en la silla, para poder esperar más cómodamente, aunque fue cuando comenzó a escuchar como el local cada vez se llenaba más de clientes dispuesto a disfrutar del ambiente. -pero.. ¿Sera buena idea esperar? – se preguntó no deseaba molestar a su sobrinita, conocía muy bien lo ajetreado que podía llegar a ser el trabajo, hasta le preocupaba la pequeña vida en su interior, no debía esforzarse demasiado, pero tampoco tenía el derecho de restringir a la menor, por lo cual solo se quedó esperando para cuando ella lo necesitara. Acomodándose su cabello, buscó su bebida mientras caminaba un poco, analizando un poco la situación, era su momento de apartarse un poco, aunque cuando su sobrina regresara iba a estar de inmediato a su lado. @
  25. Alexander se estaba refrescando después de a ver tenido un sueño demasiado molesto, intentaba olvidarlo, no podía ser que a pesar del tiempo que había pasado, seguía siendo atormentado por fantasma del pasado, debía olvidarse de ello, pensar en las cosa que en su vida habían llegado como su hermosa familia, y sus nuevos amigos, todo estaba transformándose para bien. Al terminar de bañarse fue a ponerse una camisa sin abotonar y unos pantalones, deseaba estar cómodo había llegado realmente tarde a casa, no había dormido casi, por lo cual vio tentadoramente su cama, percatándose de la bufanda que ahora se encontraba en ella, llamando su completa atención aunque fue interrumpido por el golpeteo de su puerta. -Mikaela, pequeña calma – pidió cansado, pero antes de poder decir o hacer algo más, la puerta fue abierta bruscamente, intentó regañarle, no le gustaba que invadieran de esa forma su habitación, quizás no fuera su posesión directa, pero disfrutaba de la pequeña privacidad que sus padres le habían concedido – cuidado, que vas a caerte – habló intentando sujetarle para que pudiera acomodarse, ahora estaba siendo el caballo de la pequeña. -ya voy… tranquilidad pequeña, déjame acomodarme un momento – le pidió tomando la bufanda, no sabía como maniobrar, la pequeña no pesaba en lo absoluto, pero no deseaba hacerle caer por un descuido, solo se puso sin acomodar en sus hombros la hermosa tela, para salir y comenzar a bajar directo al comedor, permitiéndose escuchar los pequeños gritos de felicidad de la pequeña y como esta misma llamaba a su primo Noah. Quien no se hubiera despertado con tantos gritos, estaba seguro que debía tener el sueño pesado, además nuevamente logró escuchar la risa “Jojojo” que le estaba diciendo la pequeña dama, en ese momento entró por la ventana su pequeña lechuza luciendo también una bufanda, al parecer estaba muy orgullosa de a ver recibido una. -Vamos, deben tranquilizarse ustedes dos – pidió tanto a Mikaela como a An, pero por lo menos su ave no parecía tomarle importancia en sus palabras, en cambio solo volaba por todo el castillo mostrando su nuevo regalo. Al llegar al piso de abajo, logró disfrutar de un maravilloso olor, sabía que su madre siempre estaba consintiendo a sus hijos, por lo cual podía adivinar que era chocolate con panecillo -Buenos días madre – saludó con dulzura, mientras sujetaba bien a la menor, esperando que no diera un gran salto al verla, y de inmediato escuchó una voz soñolienta presenciarse – buenos días hermano Ezequiel – agregó divertido, sabiendo que el joven siempre tenía mucho sueño.

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