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Alexander Fox

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Todo lo publicado por Alexander Fox

  1. -Entonces pequeña lady será – habló bastante alegre de que le permitiera llamarle de esa forma, y que no considerara de mal gusto o de forma irrespetuosa su forma de actuar, lo hacía relajarse mucho más admitía que a veces se podía pasar de “confianzudo” pero estaba en su naturaleza, no era algo que conseguía controlar o quizás no lo deseaba. -Oh ¿en serio?, Igual que mi hermana, entonces la próxima vez que nos veamos prometo llevarle muchos chocolates y caramelos, se donde conseguirlos y se que le gustaran mucho o eso espero jajaja – prometió bastante seguro de que no sería la última vez que se vieran, aunque fuera solo de vista se imaginaba regalandole algo a la joven dama. Con el pedido listo, el mesero se despidió educadamente de ellos, escuchar el alago del lugar le hizo afirmar con la cabeza al pelirrojo, realmente le gustaba mucho ese sitio aunque no lo visitaba tan a menudo como le gustaría, quizás aquello debía cambiar un poco. -Me alegro que le guste, eso me hace sentir tranquilo, pensaba que quizás escogería un mal lugar, pero si usted está feliz eso resulta perfecto – declaró con una sonrisa, en ese momento se fijó en la barra, sorprendiéndose levemente, la joven dueña se encontraba en el lugar, se notaba lo mucho el esfuerzo que colocaba para cuidar su local. -Las señoritas siempre se esfuerzan mucho en todo lo que hacen – comentó por lo bajo, más para él que para su compañera – y dígame ¿ya termino con sus clases en Hogwarts? - Preguntó curioso, no sabía que tan joven era la pequeña Lady, quizás la apariencia estaba engañando al pelirrojo. @
  2. Siguió sonriendo divertido, le parecía gracioso ser llamado “chico rico” pero ¿realmente o era? No se consideraba así, aunque ahora si pertenecía a una familia que para él consideraba un buen logro, tenía un lugar que podía llamar “hogar” a pesar que sabía, nunca duraría demasiado en ese lugar o por lo menos si no deseaba causar problemas a aquellos que consideraba sus parientes. -Digamos que he tenido suerte estos últimos meses – le respondió divertido mientras observaba su propio reflejo, Alexander no era bueno con las modas, en realidad su forma de vestir era bastante sencilla, jeans con franela, aunque en esa ocasión llevaba una chaqueta de cuero que lo hacía resaltar un poco. Se fijó en la vestimenta del chico, si.. Se notaba que no la estaba teniendo fácil, sintió ciertos deseos de apoyarle, se veía reflejado un poco en él, se preguntaba si su hermano Adam le pasaría lo mismo. -Todo es relativo… A mis ojos usted me chocó, a los suyos yo me interpuse en su camino, pero nadie puede saber la verdad – comentó tranquilo, no iba a discutir, en particular porque sabía que no iba a llegar a ningún camino, y tampoco le importaba, había sido un leve empujón, no era algo de otro mundo. Al escuchar sus dudas, se acomodó su cabellera roja, para luego girar levemente la mirada, observando un pequeño grupo venía hacía ellos, parece ser que ya habían logrado conseguir un sitio para escabullirse. -Es elemental mi querido “Watson” para saber mucho de la calle debes vivir o a ver vivido en ella – respondió con una pequeña risita, había estado leyendo referente a la novela de Sherlock Holmes, así que había estado a gusto diciendo aquello –soy Alexander Fox… aunque ahora soy conocido como Alexander F. Lockhart Lenteric – se presentó con suavidad. -Y ¿cómo se llama usted joven caballero? – Preguntó observando se aproximaban esos sujetos – sabes… debo admitirlo, hice mucho en la calle, menos postergar una batalla – pensó con tranquilidad, mientras se acomodaba los guantes que usaba para luego recordar – Oh cierto, no debemos usar esa clase de violencia, no es el lugar, pero supongo que la magia nos apoyara – argumento recordando que a pesar del estado del parque era propiedad privada. En ese momento apunto hacia donde estaba los hombres para susurrar “Avis” y permitir un gran numero de aves atacaran al grupo y los distrajeran, permitiendoles a ellos seguir con la conversación un poco más de tiempo. @@Amit Lockhart
  3. Se sorprendió de la reacción del joven, pero sencillamente sonrió, sentía que era como un gato arisco, sabía que resultaría peligroso ayudarlo demasiado podría asustarlo o incomodarle y era lo menos que el pelirrojo deseaba hacer, quería ayudarle un poco, sabía ese sentimiento de estar en esa situación, además le producía genuina curiosidad el saber porque otra persona estaría allí. -jajaja es cierto, entonces eres mejor persona de lo que yo fui hace muchos años atras – respondió divertido, intentando restarle importancia y relajando un poco la tensión. En su pasado no solo había vivido en la calle como aquel chico, sino había robado, atacado y escapado muchas veces, no había tenido la opción de ser “honrado” como lo conseguía hacer el joven. -No, no… Me acaba de regañar por juzgarle de esa manera y usted esta haciendo lo mismo conmigo ahora ¿soy un chico rico? de verdad suena gracioso – habló con sencillez para seguir caminando – sencillamente deseaba más luz, sabe este parque es bastante oscuro la luz por lo menos nos mostrara un mejor camino para no chocar con nada – agregó con suavidad son detenerse. -¿Peligroso? ¿Por qué lo dices? ¿Por esos pandilleros que se nos acercan cada vez más ansiosos de violencia? – Preguntaba con sencillez mientras se girarla levemente observando con sus orbes dorados que se colorearon de un rojizo más fuerte – Sabes… el huir jamás será una solución, en realidad solo quita respeto, eso lo aprendí de alguien que era muy fuerte – habló por fin siendo iluminado por una débil lampara, para sonreirle gentilmente, mientras le colocaba la mano en el hombro – el desconfiar es algo normal si vives en la calle, pero si no sabes reconocer quien puede ayudarte y quien… puede resultar peligroso – comentó con suavidad, mientras esperaba. @@Amit Lockhart
  4. Se sorprendió de la reacción del joven, pero sencillamente sonrió, sentía que era como un gato arisco, sabía que resultaría peligroso ayudarlo demasiado podría asustarlo o incomodarle y era lo menos que el pelirrojo deseaba hacer, quería ayudarle un poco, sabía ese sentimiento de estar en esa situación, además le producía genuina curiosidad el saber porque otra persona estaría allí. -jajaja es cierto, entonces eres mejor persona de lo que yo fui hace muchos años atras – respondió divertido, intentando restarle importancia y relajando un poco la tensión. En su pasado no solo había vivido en la calle como aquel chico, sino había robado, atacado y escapado muchas veces, no había tenido la opción de ser “honrado” como lo conseguía hacer el joven. -No, no… Me acaba de regañar por juzgarle de esa manera y usted esta haciendo lo mismo conmigo ahora ¿soy un chico rico? de verdad suena gracioso – habló con sencillez para seguir caminando – sencillamente deseaba más luz, sabe este parque es bastante oscuro la luz por lo menos nos mostrara un mejor camino para no chocar con nada – agregó con suavidad son detenerse. -¿Peligroso? ¿Por qué lo dices? ¿Por esos pandilleros que se nos acercan cada vez más ansiosos de violencia? – Preguntaba con sencillez mientras se girarla levemente observando con sus orbes dorados que se colorearon de un rojizo más fuerte – Sabes… el huir jamás será una solución, en realidad solo quita respeto, eso lo aprendí de alguien que era muy fuerte – habló por fin siendo iluminado por una débil lampara, para sonreirle gentilmente, mientras le colocaba la mano en el hombro – el desconfiar es algo normal si vives en la calle, pero si no sabes reconocer quien puede ayudarte y quien… puede resultar peligroso – comentó con suavidad, mientras esperaba. @@Amit Lockhart
  5. Hacía unos días atrás su lechuza hizo un pequeño viaje a una conocida del joven mago pelirrojo, tenía tiempo que no veía a la dama, pero deseaba encontrarse de nuevo con ella, además que la última vez no había logrado despedirse correctamente, algunas cosas habían quedado inconclusas y quizás lo mejor seria un pequeño reencuentro y a aquello era lo que había señalado en su corta carta, que esperaba que no fuera mal vista. Había decido ir al café de su madre, aunque claro después del desastre que había causado con sus bromas se había auto-vetado del lugar, habían conseguido limpiar mucho, pero el tiempo no fue su mejor aliado, en realidad fue un real enemigo que le causo bastante problemas. Seria un encuentro bastante diferente, no seria de noche y además no habría alcohol en sus bebidas aunque si llevaba encima era un regalo que había preparado como agradecimiento a las largas conversaciones que habían tenido. En en la última época había aumentado mucho sus salidas a tomar, parecía que dentro de poco podría marcharse de Londres, alejarse de su familia no era algo que le gustara, pero se conocía bien, no era alguien que se quedara demasiado tiempo en un lugar. Había llegado y decidió subir por el columpio de inmediato sentándose en una de las mesas esperando a que su joven amiga apareciera por allí. Acomodó su cabellera roja para ver a los alrededores saludando con la cabeza a los elfos. @@Alexis Miller
  6. Había tenido una reunión en ese parque que parecía un poco abandonado y desdichado, pero debido a que no se trataba de sus mejores negocios no le molestaba, la reunión era con amigos que debían mantenerse en las sombras, con los cuales no podría tomar una taza de café o preferiblemente beber licor con tranquilidad mientras contaban entre risas las aventuras por las cuales habían pasado, no, ellos debían esconderse y era algo que Alexander comprendía bastante bien. Por ahora podría irse a casa y con una sonrisa se acomodó su cabellera roja para caminar por el lugar que estaba bastante destruido, le parecía de lo más curioso para un encuentro, él mismo se había vestido de ropa oscura a excepción de su franela blanca, pero solo destacaba por su cabello y sus penetrantes ojos. En su andar escuchó un ruido a su espalda, por lo cual se giró bruscamente esperando un ataque, estaba preparado, pero de forma inesperada sintió un empuje, aquello lo tomó desprevenido y fijó sus orbes dorados en quien había ocasionado el impacto. -¿Se encuentra bien joven? – Preguntó educadamente y preocupado, parecía tener la misma edad de su hermano menor, estaba agitado y sus prendas no estaban en un buen estado, aquello le preocupó bastante, sentía que era una escena bastante familiar, era como hacer un pequeño viaje a su pasado. -No debería correr de esa forma, parece como si hubiera robado o peor estuviera escapando de algo – mencionó con una sonrisa gentil, adivinando mucho que podría a ver causado que el chico estuviera corriendo de esa forma. Se fijó en la oscuridad que había alrededor de ellos, pero fijándose en pequeñas luces que aun servían. -Lo mejor será alejarse de esta oscuridad y hablar con mayor tranquilidad – mencionó dandole ofianza para permitirle que caminaran juntos a otro sitio, no necesitaba correr… podía sentirlo, sus oídos y su olfato le decían, habían más personas cerca, pero no tenía ninguna preocupación, no podrían contra él. @@Amit Lockhart
  7. La mirada de Alexander no se despegaba de la joven dama sonriendo divertido ante su comentario, le parecía bastante entretenido la conversación que estaban teniendo, sintiendo que estaban en un pequeño campo de batalla. Tomó un poco de su vino para seguir disfrutando de la conversación escuchando con atención su respuesta a esa pregunta que le había venido por pura curiosidad. -Y lo logra muy bien – comentó con tranquilidad - Asombroso, debo admitir que apoyo la idea de viajar aunque estar solo es a veces duro, pero es una de las forma de tener una vida bastante entretenida – comentó bastante pensativo, él no había viajado muy lejos como la dama, debido a que no había tenido la oportunidad, pero había conocido bastante lugares gracias a ciertas personas y todas ellas sabían que él no se quedaba demasiado tiempo en un mismo lugar, era ahora donde se había quedado por un largo periodo y quien sabía si un día de esos, se iba. Abrió sus ojos sorprendido, Alexander no esperó a que la delicada mano de la dama, lo tocara ni mucho menos hiciera un recorrido, pero no le molesto, solo se mantuvo tranquilo escuchándola con atención y observándola con cierta intensidad, le parecía interesante las acciones que podía hacer su joven amiga. -No soy vegetariano, me gusta probar la buena carne – mencionó con una sonrisa juguetona, para luego ver hacia el frente – No soy amante de los dulces, aunque siempre llevo algo encima para mis amistades y familiares – mencionó con tranquilidad, sacando de sus prendas un caramelo y colocandolo entre sus dedos y jugando con él divertido. -Me gusta endulzar la sangre de las personas – comentó casualmente para finalmente mostrar su mano indicando que tomara el regalo con tranquilidad – quiero decir, que me gusta regalar dulces… y en ocasiones flores para mis conocidas – agregó con suavidad, se le había hecho mucha costumbre hacer aquello. -Y ¿usted de que forma se cuida? ¿Quizás vegetariana? Y además no tomará mucho licor, que en eso en particular peco bastante de eso – agregó dando un pequeño trago de vino. @Juli-ette Off: disculpe la tardanza.
  8. Sonrió al escuchar a la dama pidiendo que la llamara solo por su nombre, a veces se le olvidaba, que algunas personas no necesitaba ser tan formal, además que era la hermana de su sobrino, si ella lo deseaba también podía acogerla como algún familiar, aunque no sabía si debía incluir eso en discusión, por lo cual sencillamente afirmó con gentileza, aunque tuvo dudas, lo admitía. -Soy un poco extraño, siempre estoy colocando apodos e de admitir, a su hermano siempre le digo pequeño caballero y verdad es que en estos momentos le diría pequeña Lady, pero si a usted le disgusta, solo le diré Lady – se explicó con tuna sonrisa divertida, él resultaba reservado cuando se trataba de ser muy confiado con alguien, pero tampoco deseaba incomodar a nadie. -Oh ya veo… bueno realmente conozco poco de la familia, pero se que son muy encantadores todos o por lo menos he tenido suerte jajaja – habló un poco vago, prefería no decir nada especial, que la señorita juzgara por su propios ojos y no por comentario de un desconocido como él. Escuchar sus palabras y ver ese brillo travieso lo puso nervioso, existía una frase que para él resultaba casi una ley, fue dicho por una persona hacia muchos años atrás, pero seguía en su cabeza como si se lo dijeran cada mañana al despertar “pregúntame, pero yo te podré hacer la misma pregunta” -Oh bueno, ¿qué debería preguntar a una bella dama como usted? – Se preguntó el mismo con curiosidad – ¡ya se! ¿le gustan los dulces? – Preguntó con tranquilidad, no necesitaba hacer preguntas complicadas, en realidad las más simples serian las que darían más diversión a la situación. En ese momento llegó un mesero, que de inmediato entregó el menú y espero para saber que deseaban pedir par anotarlo, aunque también fue informando también de los especiales que había en el menú para ese día. Realmente todos resultaban muy amables allí, aunque debía admitir que la ultima y primera vez que vino, quien le atendió fue la dueña, pero parecía que con o sin ella, todos resultaban muy educados. -Las damas primero – habló, para así mientras elegía la joven, pensaba en su pedido, ¿Que se le antojaba para ese agradable día? – deseo un café y macarrones – señaló después que Lady pidiera lo suyo. @ Off: Disculpe si tarde mucho, debo admitir que me quedé sin mucha inspiración.
  9. Había acertado con la dama, era la hermana de su pequeño sobrino, aunque se quedó un momento en silencio al escuchar su nombre, “Lady” le recordó de inmediato a ella, pero siguió sonriendo, evitando pensar demasiado en el asunto, sus recuerdos eran algo que debía encerrar. Estaba feliz de haber encontrado rápidamente a la dama y que ella aparentemente no se hubiera molestado con él por acercarse tan fácilmente. -Un placer para mi conocerle señorita Dark– hizo una leve reverencia para sonreír divertido -¿oh Rambaldi? Tengo a algunos amigos con ese apellido – comentó casualmente realmente un compañero de aventura tenía ese apellido le tenia mucho respeto a esa familia. En ese momento se percató que no debían seguir allí, sería más tranquilo irse a sentar y seguir disfrutando del ambiente. -Si me permite acompañarle, podríamos tomar un te o disfrutar de algún dulce, para poder seguir admirando el lugar y conocerle un poco más – habló con una suave voz, y en ese momento se dio el permiso de guiar a la señorita por el lugar, ya que lo conocía un poco, podía darse la libertad de moverse con tranquilidad. La llevó hacia unos de los salones para escoger una mesa, primero deslizó la silla para dejar que se sentara y luego fue a su propio puesto, debía ser siempre respetuoso y educado con todos. La observó con atención, pensando en que clase de persona seria, no transmitía el mismo aire que su sobrino, resultaba diferente. -Cuénteme un poco de usted, ¿ha logrado adaptarse? – Preguntó curioso, esperando ser atendido, y queriendo averiguar un poco más de la dama - digame si le molesto - hacer muchas preguntas podía molestar. @
  10. Nuevamente iniciaba sus aventuras por el callejón, se había detenido por un poco debido a un malestar que le había atacado la última vez, pero ahora con más energía se dignaba a pasearse de un lado, pero para esa ocasión tenía una nueva tarea, su joven sobrino le había comentado que tenía una hermana, algo que sorprendió mucho a Alexander, la señorita había regresado, pero al parecer no estaba muy familiarizada con los nuevos lugares de Ottery. Así que aunque no se lo pidiera decidió intentar ayudar a la dama, que al parecer iría a un lugar llamado “Ladurée” por recomendación, conocía el sitio había ido allí en una ocasión para hacer una entrega, sabía que tenía un ambiente encantador, elegante y tranquilizador, era perfecto para comenzar o eso pensaba Alexander. Cuando llegó, se adentro con mucha curiosidad, preguntandose si la encontraría rapidamente, sus orbes dorados viajaban de un extremo a otro buscando a la joven dama, intentando adivinar donde podría estar, no deseaba incomodarla, y por desgracia no había preguntado su nombre aunque si su descripción, eso fue un error por su parte. Cuando se adentró a uno de los salones pudo percibir a una joven dama de cabellera roja, y ojos de la misma tonalidad, comprendía ahora porque no podría pasar desapercibida, con suavidad se acercó mostrándose tranquilo y educado. -Disculpe señorita, espero no molestarla – habló con suavidad, quizás se había acercado un poco brusco, pero de por si él era muy confiado cuando se trataba de conocer a alguien nuevo – ¿Es usted hermana del joven Antony? – Preguntó para averiguar sino se equivocaba y además mostrar que no era un total extraño. -Soy Alexander F. Lockhart, tío del caballero – se presentó como familiar mientras se acomodaba su cabellera roja y sonreia encantadoramente, deseaba no mostrarse como un loco que apreció de pronto. @ (disculpe la tardanza)
  11. El ver como la dama esta boceteando, Alexander la observó curioso, deseando descubrir que mostraría en sus finos trazos, realmente le parecía emocionante conocer a alguien que dibujara, tener esa habilidad era algo que respetaba, le parecía un modo muy agradable de expresar y mostrar nuevos mundos, o eso era lo que estaba en su cabeza. -Woo es increíble – susurró al ver el papel, realmente sus pensamientos iban más a lo rustico, pero la elegancia que hacía ver la señorita en sus trazos le encantaba mucho más – realmente el gusto de una dama siempre es exquisito – admitió con una sonrisa, para seguir escuchando las ideas, seria un proyecto bastante grande pero estaba seguro que sería genial si todo iba bien. -¿Una estructura para un hotel? – Preguntó pensativo, era algo más para él que para la dama, afirmó con la cabeza – podría ser, debería tener el mismo estilo elegante que muestra en su dibujo, aunque luego no sepamos como sacar a las personas del sitio o a mi por lo menos, mi familia tendrá que ir a buscarme – sonrió divertido, pensando que nadie desearía irse de un lugar así… él no lo haría. -Muchas gracias – agradeció aunque negó con la cabeza, realmente estaba bien, su estomago estaba feliz – Si, tengo varios hermanos… como le habré dicho soy Lokchart, aunque no es mi familia sanguínea… así que por esa parte tengo seis hermanos sino mal recuerdo, debo admitir que mi madre Cye me sorprende y mi familia de sangre… Lenteric, tengo dos hermanos o eso creo… debo admitir que no me he comunicado mucho con ellos – había tenido dificultades para relacionarse con su familia de sangre. -Es divertido tener hermanos… me gusta – comenté con una sonrisa bastante feliz, realmente de estar solo a tener esa cantidad de personas a las cuales cuidar le hacía sentir bien – ¿y usted? ¿Tiene muchos hermanos? – Preguntó bastante curioso. @@Akiza Ravenclaw H. (disculpe la tardanza... realmente lo siento *deja dulces*)
  12. Sonrió con suavidad al escuchar las palabras del hombre, aunque estas resultaban realmente rápidas, pero no le molestaba, se sentía feliz que no se hubiera molestado con él al grado de no querer pasar un rato en aquella tienda, le observó curioso al escucharlo hablar de la guerra y negó con la cabeza para que no se preocupara, si tenía conocimientos de aquella guerras y las redadas, aunque eso había ocurrido gracias a que por culpa de su curiosidad había investigado y metido en buenos problemas. -Usted trabaja muy duro y lo hace muy bien… - habló con suavidad desviando la mirada un poco avergonzado al recordar el baile que el joven había hecho aquella noche… había sido realmente sensual, estaba seguro que nadie podría negar aquello –A-así que estoy seguro que cualquier cosa que invierta lo hará muy bien – agregó de inmediato para caminar por la tienda en busca de algunos dulces. -De igual forma disculpe no tuvimos cuidado… y muchas gracias por tomar un poco de su tiempo y pasarlo conmigo es amable de su parte – habló caballerosamente, consideraba que el tiempo valía oro para cada persona y que alguien como Lestat tomara un poco del suyo para compartirlo con él, le parecía genial. -¿En serio? Los animales me parecen tan geniales hay algunos con curiosidades bastante interesante – quizás Alexander no era demasiado apegado, en realidad sería actualmente donde se había quedado más tiempo, quizás la magia le había influenciado un poco, pero cuando se trataba de los animales tenía una debilidad – Realmente estaría encantado de hacerle una visita, si de verdad no le molesto, sería genial, así también le llevare algún dulce para compensarle el daño que le hemos hecho, así que pida lo que deseé – agregó con una sonrisa realmente feliz. En ese momento sintió como su ave salió volando de su cabeza en busca de alguna bolsa que le llamó su atención y de inmediato lo llevó a donde estaba en pelirrojo para colocarlo en sus manos. -An ¿Esto deseas llevar? Toma lo que quieras, pero no dejes caer nada – comentó con suavidad observando como su ave volaba feliz y dejaba algunas cosas en una mesa. – Por cierto, puede contarme ¿qué otras tienda ha visitado? – Preguntó curioso mientras dejaba que An eligiera sus propios dulces, estaba seguro que después de aquella visita, no volvería a comprar chucherías en un largo tiempo. @@Lestat Rambaldi
  13. Su trato había sido aceptado, era una propuesta bastante justa a su parecer, aunque no sabía realmente si alguno de los dos podría tomar ventaja de la conversación, si habría esa posibilidad. Alexander acomodó su cabellera roja observando como el hombre le servia una copa a los dos, la botella y los saludaba caballerosamente mostrándose que podría solicitarle cualquier cosa. -Oh muchas gracias joven, por mi parte estoy bien con el vino, pero si la dama desea pedir otra cosa, adelante - respondió con suavidad para escuchar la primera pregunta a toda la situación, ya con una aceptación se debía comenzar con la conversación, aunque podría parecer un interrogatorio si era descuidado. -jajaja ¿usted cree?, Creo que me veo más viejo – respondió bromeando una leve sonrisa estaba en su rostro, sabía que no había cambiado en nada, quizás habían marcas nuevas pero todo era igual – pero, mi familia envejece con gracia… esta en mi sangre y quizás lo que como ayuda– respondió con sencillez recordando su alimentación especial, mientras se llevaba la copa a sus labios y daba un sorbo. No era una mentira aunque si era esquivar la pregunta con suavidad, la única diferencia, es que ninguno de sus familiares envejece debido a sus poderes demoníacos, él por ser vampiro y sus demonios aunque eso era otra historia… Había respondido con la verdad, solo que no mencionó el lado mágico. - Me imagino que usted se cuidara mucho para verse igual de perfecta – Agregó sutilmente para observar a la dama para sonreirle, no era una vampireza de eso estaba realmente seguro, pero… los años no le habían afectado nada, quizás estaba pensando demsiado en eso, pero era una curiosidad que deseaba saciar, aunque siempre siendo cortes odiaria que la dama se viera incomoda. Tomó su propia copa y le dio un pequeño sorbo que saboreo gustoso. -Y digame ¿ha viajado después de nuestro encuentro? Usted parece alguien que no se queda mucho en un solo sitio o por lo menos que le gusta aventurarse en alguna misión personal – preguntó curioso, mientras la observaba con tranquilidad, tenía muchos conocidos que les gustaba viajar mucho aunque inglaterra siempre seria su hogar. @Juli-ette
  14. Alexander estaba muy preocupado, no se imaginó que de pronto a su Lechuza le daría por volar tan rápido, usualmente no lo hacía, por lo que se imagino es que estuvo demasiado emocionada, pero… el a ver lastimado a alguien, lo colocó bastante tenso. Escuchó de inmediato los regaños del hombre y no pudo responderle, sabía que el insulto a su ave se lo tenía merecido, el ver que hasta se había tenido que curar con un hechizo, lo tenso. -De verdad, lo sentimos Lestat – respondió nuevamente muy apenado, nunca lo hubiera imaginado ver su lado fuerte, sabía que habían personas que no le agradaba mucho su formalidad… pero se obligaba a ser formal, debido a que a veces tomaba demasiadas confianzas – solo es un poco mi forma de ser, intentare ser menos formal – sonrió divertido. -Quizás sea debido a la hora, estarán en trabajos y estudios – respondió dudoso, la verdad es que hasta él se había percatado la baja de actividad en los callejones, usualmente recorría el lugar, conociendo nuevos negocios e intentando descubrir cosas nuevas, pero esa última temporada, la cantidad de personas había bajado. -Bueno estoy paseando con An, es mi compañera de viajes - respondió con una sonrisa, aunque ese día solo hubieran ido a pasear a esa tienda para animales. La ave le daba la espalda al joven y se acomodaba mejor en la cabeza del pelirrojo, al parecer no estaba nada feliz -Soy de salir solo y pasear por los callejones conociendo a personas nuevas, esos amigos que todavía no conozco jajaja y… ¿tu? ¿a que se debe que tenga el placer de verte por acá ¿Tiene el día libre? O ¿esta haciendo alguna visita?– Preguntó curioso, para observar sus mejillas rojas, se pregunto si de verdad estaba bien. -De verdad… ¿se encuentra bien? – Preguntó preocupado en ese momento sintió un picote en su cabeza, parecía que le recordaba a que estaba allí – ¿Gusta acompañarme? Aquí venden productos de buena calidad para las mascotas, ¿tiene algunas mascotas en casa?– agregó bastante curioso, el espacio también tenia para que pudieran sentarse a conversar. @@Lestat Rambaldi
  15. Una pequeña lechuza se desplazaba por el aire con mucha felicidad, parecía estar llena de energía y buenas vibras, nada podría molestarla o eso parecía, mientras que atrás la iba persiguiendo un chico un poco más tranquilo e intentando no perderle de vista y mantener la calma, la verdad es que había planeado muchas veces que salir con su compañera de viajes pero... Desde que había llegado con su familia adoptiva y los pocos viajes que hacían no podía llevarla. -Vamos con calma… se que llevabas tiempo sin salir de casa, pero debes tener cuidado– habló intentando llamar su atención, pero eso no pareció impedirle nada, seguía volando mostrando sus plumas blancas y su ojos que parecían contener una galaxia. Comprarían algunos dulces y si lo deseaba ella podría volar más allá donde quisiera, en ese momento los orbes dorados de Alexander ubicaron el sitio, ya estaban llegando, así que aumentó la velocidad de sus pasos, para no quedarse atrás. Por suerte llevaba prendas cómodas, una franelilla azul oscuro con unos jeans, un guante de pelear en la mano derecha y zapatos deportivos. -Espera An… - habló preocupado cuando percibió que ella había aumentado la velocidad – An… ¡Angel Cuidado! – Exclamó al ver como iba a tal velocidad que no se detuvo al llegar a la puerta, en cambio, chocó con alguien que iba entrando logrando que ambos cayeran al suelo, por culpa del impulso. -No puede ser… - corrió a gran velocidad llegando de inmediato alzando a su pequeña lechuza entre sus brazos– Te dije que no volaras tan rápido ¿estas bien? – le regaño para acariciarle la cabeza logrando que volviera a volar, pero esta vez colocándose en su cabellera roja. – D-D-De verdad disculpe, ¿se encuentra bien? – Preguntó realmente preocupado para tender su mano a la persona en el suelo, sorprendiéndose de pronto con quien se encontraba – pero si eres tu... usted, bueno ah... ¿se encuentra bien? – Volvió a preguntar recuperandose de su sorpresa, y para asegurarse. En ese momento le sonrió divertido por la situación ya que no esperaba encontrarse con nadie ese día, sino mal recordaba. @@Lestat Rambaldi
  16. Estaba encantado de ver la cantidad de persona que había en la fiesta, después de todo, el par de creativo había puesto mucho empeño en hacerla, así que estaba realmente feliz de ver que todo saliera bien, quizás unos cuantos perdidos como él, pero todo iba bien. -Seguirá siendo la pequeña sobrinita para mi – respondió a @ recibiendo el abrazo con suavidad y sus besos, cuando se separo se permitió tomar su mano y besarla con cariño – y una pequeña realmente hermosa con un hijo genial – agregó al escucharla presentar al pequeño, realmente parece que habían muchos pequeños y él no se había percatado de ello -Aquí tienes para cuando despierte – mencionó dándole unos dulces de algodón, eran muy deliciosos y se hacían agua en la boca apenas tocaba la saliva, seguro al pequeño le gustaría – luego le daré un regalo más bonito – agregó encantado, para girarse y escuchar “sorpresa” a su espalda, su madre había llegado con el cumpleañero. -Hola madre, pequeño cumpleañero – festejó con una suave sonrisa, para saludar a su madre con suavidad, y al pequeño desacomodandole el cabello como era su costumbre, la verdad un buen regalo para sus hermanos seria un cepillo. Observó como su prima estaba encantada con todo, y eso que no había probado los dulces… se volvería un torbellino con el azúcar. La puerta se abrió dejando pasar a un pequeño, no lo conocía pero quedó impresionado de su energía, a los pocos segundos llegó una mujer y todo en la cabeza del pelirrojo cuadró a la perfección. -Buenas Tía Sagitas – saludó con educación al verla llegar, la había conocido en la fiesta de navidad, aunque seguía algo tímido respecto a esa mujer, pero realmente sus padres le tenían un gran cariño, por lo cual se alegro mucho que estuviera presente en ese lugar con toda la familia. -Realmente muy lindo todo, hay muchos chicos aquí para que Ezra pueda jugar sin medirse – mencionó divertido, los colores, todo la diversión cuadraba a la perfección. -Iré por las bebidas, ¿alguien desea algo en especial? – Preguntó curioso dispuesto a ayudar un poco en todo. @ @Tamarindo@Noah Lockhart @ @@Bodrik @@Mikaela Fox
  17. Se mostró muy curioso a sus palabra ¿arruga? Realmente la señorita se veía perfecta era tal y como Alexander decía hasta más linda que la última vez, pero no parecía momento para responderle debido a que habían llegado al bar que había buscado en su corazón, lo admitía le tenía gusto a esos lugares, quizás porque era el típico lugar donde las verdades se podían mostrar a luz y la oscuridad se destacaba con gran facilidad. Sus ojos se abrieron impresionados cuando logró visualizar mejor el bar, era muy bello, a los ojos dorados de Alexander le parecía perfecto, el mármol, lo negro, la gran variedad de armas y por su puesto esas pinturas agradable, se sentía en un lugar realmente interesante para pasar el rato, había dado justo en el punto que le gustaba había tenido mucha suerte. - Oh jajaja Muchas gracias por sus palabras, que una mujer tan encantadora como usted lo diga, me parece realmente halagador aunque yo podría decir lo mismo de usted una señorita hermosa y realmente elegante – sonrió caballerosamente, para seguir sus pasos con suavidad, permitiéndose ayudarla con su asiento para poder él mismo sentarse a su lado. -Pero debe confesar que no soy el único que tiene historia interesantes las cuales contar – agregó a su respuesta observándole curioso, analizándola un poco más que antes, la primera vez que se conocieron nunca se mencionó algo sobrenatural sobre ellos, usualmente Alexander no ocultaba su lado vampirico, después de todo le encantaba recibir diferentes reacciones de las personas cuando lo descubrían. -Aventuras seguro habremos pasado, después de todo la magia esta en nosotros – habló con suavidad, sí sospechaba que la dama tenía algo más que solo magia, no pensaba que fuera vampiresa… pero algo más había, y consideraba que podía ser un juego, a ver quien confesaba primero referente a su condición. -Hola joven, por favor puede traernos su mejor vino – mencionó a la persona (Angel @ ) que atendía con gran respeto, esperando que pudiera tratarlo tranquilamente, y que no afectara el ambiente tranquilo que sentía Alexander. -Puede preguntar lo que guste o pedirme que cuente de algo, pero yo también podré preguntarle me parece un intercambio equivalente – sonrió un poco travieso, Alexander era renuente hablar de su vida, por lo cual solo lo haría con un pago de por medio, ese sería también escuchar a la dama hablar. @Juli-ette
  18. Sonrió encantado de que le hubiera gustado el nombre, aquello había sido realmente una buena suerte, sabía que a veces había mucha indecisión a la hora de colocar un nombre a algo, debido a que en cierta forma siempre deseabas que fuera lo mejor de lo mejor y que a la dama y a él le hubiera gustado uno en las primeras de cambio era algo genial. -Me alegro mucho – sonrió encantado, del tiempo que ambos habían estado en ese encantador local, Alexander lo había comprobado, la mujer era fuerte y muy dulce, así que estaba muy seguro que ella estaría bien, su salud no la detendría y seguramente conseguiría una cura, en ese momento la dama se volvería alguien mucho más increíble que ahora, estaba seguro. -Wooo que eficiente – mencionó al leer el papel, verlo en un papel, ya le parecía un hecho, no era totalmente oficial hasta no ir a hacer cada cosa como indicaba su compañera y nueva socia, pero… era realmente emocionante mostrar ya algo solido – Si, Hay que hacer toda la solicitud, usted me dirá cual registro desea hacer, yo puedo hacer cualquier cosa – mencionó con una sonrisa fresca para devolver el pergamino. -Oh ya veo… ha sido muy respetuoso de su parte dejar los nombre – respondió muy interesado, cualquiera lo hubiera cambiado, pero el dejarlo le parecía una muestra de respeto y una forma de guardar los recuerdos de sus antiguos dueños. -Si, debe ser un local muy mágico – respondió con suavidad – quizás no me imagino demasiado la fachada, aunque su interior si lo veo más claro, entrar y ser llevado de inmediato a una cabaña de madera, allí podrá disfrutar de la vista de la playa, seria el lugar donde los cliente podrán dejar sus cosas o si lo prefieren cambiarse de vestuario, y podría ir casi de inmediato a disfrutar de la playa en las sillas y ser atendidos por alguien, al menos claro que desee solo disfrutar de su vista en la cabaña – mencionó entusiasmado. -Claro si gusta – se rió ante su energía, le era tan extraño entusiasmarse por algo y ahora parecía un niño. @@Akiza Ravenclaw H.
  19. Disfrutaba de su pedazo de pizza con mucha tranquilidad ya estaba bastante lleno, por lo que dejó la mitad para seguir tomando su bebida. Cuando la señorita pidió una bebida diferente le observó detenidamente, a pesar que dijera que no debía preocuparse, él se le hacía muy difícil y la joven ya parecía conocerle un poco sus actitudes, pero para no hacerla molestar sonrió con tranquilidad. -Como usted diga, pero sea sincera cuando se sienta mal... no debe esforzarse si no se requiere, si es necesario que descanse siempre podemos cambiar de lugar o en otro caso algún otro día - sonríe divertido - ¡genial! si fuera por mi comenzaría hacer los tramites ahora jajaja pero todo hay que hacerlo con calma, siempre tendremos tiempo para hacer todo - agregó con suavidad, él había aprendido que todo debía hacerse con mucha paciencia y tranquilidad para que saliera bien y además pudiera ser una experiencia para siempre recordar. -jajaja no es que no sea creativa, realmente no es una pregunta fácil y se necesita pensar mucho para poder sacar un buen nombre - sonríe divertido, después de todo nombres hay miles, pero que sea el indicado es algo difícil de saber -mm... ¡es bonito ese nombre! - exclamó para comenzar a pensar en algo, después de todo siempre era bueno hacer una lluvia de ideas improvisada. -Piece of paradise- nombró primero - jajaja no se si suena mal, quizás una combinación de los dos Paradise Sant'Andrea - agregó pensativo, realmente podía imaginarse el lugar tan fácil, pero parecía ser realmente complicado colocar nombre, después de todo debía ser algo llamativo para que las personas desearan entrar, pero que le gustara a él y por su puesto a la joven dama. - dígame ¿como usted decidió colocarle esos nombres a sus negocios? - preguntó curioso mientras tomaba un poco de su bebida y le observaba detenidamente a la expectativa de escuchar un poco más de sus experiencias. @@Akiza Ravenclaw H.
  20. Una sonrisa divertida estaba en el rostro del pelirrojo mientras caminaba con un poco de dificultad detrás de la pequeña ángel Mikaela, estaba sorprendido de tenerla de nuevo en su vida, ahora como prima de su madre, aunque él no fuera el mismo que ella conoció, pero no pareció importarle demasiado un hecho que agradeció. Observó la enorme caja que estaba cargando, ese carro de juguete a escala iba a ser peligroso, esperaba que el pequeño Ezra no lo usara dentro de la casa. -Si... si... - respondía negando con la cabeza, la pequeña había olvidado traerlo porque habían salido impulsivamente, casi no le dio tiempo de recoger su propio regalo el cual se trataba de una varita de color, con cada cosa que tocara, le cambiaria el color, sería divertido. -Usted fue quien olvido el regalo - respondió con tranquilidad y una sonrisa burlona, sabía que se molestaría por contar aquello, pero esa había sido la verdad. Le había agarrado del brazo corriendo fuera del castillo Lockhart, exclamando "vamos a llegar tarde" y cuando estuvieron a mitad de camino, fue cando se acordó del regalo. -Muchas gracias hermanito - respondió cuando este le ayudó con las cosas, estaba haciendo un gran trabajo, el decorado del lugar se veía fantástico, todo resultaba muy colorido, Alexander estaba encantado - Muy buen trabajo, tu y nuestra pequeña sobrina lo han hecho genial - respondió para corresponder el abrazo y desacomodarle el cabello. -Hola Princesa, justo decía qe habían hecho un maravilloso trabajo - habló realmente feliz al verla, era su pequeña sobrina, se llevaba realmente bien con ella- te ves hermosa - habló para acariciarle el cabello dulcemente, aunque lego se ubico en el espacio cando mencionó aquellos nombre. -Oh ¿la pequeña Alessandra vino? - preguntó contento, tenía tiempo que no la había visto, tendría que ir a hablar con ella, la señorita Tamarindo no tenía mcho el honor de conocerla, pero justo en ese momento también llegó su hermana a su encuentro, al parecer todos habían cuadrado para llegar a esa hora. . Hola Hermanita - saludó feliz, aunque podía sentir que estaba centrada en la pequeña ángel - Mmm... es prima de nuestra madre, ¿prima segunda nuestra? - respondió dudoso, según su cerebro sería así, pero había escuchado también que podía ser tía, él realmente no era bueno en eso. @@Patri Gryffindor L @Noah Lockhart @Ezequiel granger @Bodrik @Alexander Fox @Mikaela Fox @Tamarindo @Alessandra G. Delacour
  21. Se alegró que su idea con el estilo “Playero” le agradara a la dama, la verdad es que era una idea que le gustaba, aunque no deseaba forzarla, pero al ver la iniciativa en su compañera se sintió mucho más emocionado, y entre sus ojos que parecían brillar y su sonrisa parecía demostrarlo completamente. -Me alegro mucho que le guste la idea! – Exclamó divertido, aunque debía admitirlo no tenía ni la mínima idea de cómo era el procedimiento, tendría que investigar mucho, aunque estaba seguro que con el conocimiento de la joven, todo saldría más fluidamente, como todo el encuentro de ese día. -Yo también soy feliz – susurró sus palabras con honestidad, aunque sentía que no podía creer como había cambiado su forma de vida, conocer a personas tan maravillosas, jamás se imagino que eso le pasaría a él… pero el vivirlo, le hacía realmente sonreír sin ninguna clase de obligación o miedo, realmente podía reírse y disfrutar de su vida. Siguió disfrutando su pedazo de pizza, no le importaría engordar un poco, aunque eso rara vez le pasaba, después de todo se ejercitaba cada mañana para mantenerse sano, el tomar tanto podía ser malo, aunque siendo vampiro sabía que no podría pasarle gran cosa. -¡Mmm! – Intentó tragar rápido para hablar, debía cuidar sus modales – Como guste, debo admitirle que tendría que informarme un poco de todo el papeleo, pero estaré encantado de comenzar, la idea del negocio realmente me ha emocionado – se ríe divertido, pensando en como le irían allí, después de todo era un planteamiento algo diferente a los locales que estaba acostumbrado, pero podría ser divertido. -ou por cierto, ¿cómo le gustaría llamarlo? – Preguntó curioso mientras le observaba detenidamente, quizás tendrían que pensar un nombre entre lo dos, pero se preguntaba si la dama tendría una idea. @@Akiza Ravenclaw H.
  22. Noche anterior La lluvia era terrible, jamás se imagino que esa pequeña llovizna se volviera en eso, se encontraba bastante mojado, pero su chaqueta que era de tela impermeable le ayudaba bastante. Llego al Castillo había pensado que regresaría en la madrugada, pero no fue el caso, en cambio ahora se encontraba abriendo la puerta principal con gran cuidado, intentando no hacer mucho ruido, lo que no se imagino es que varios miembros de su familia estuvieran por el pasillo. -¿Sucedió algo? – Preguntó preocupado al verlos parado en el pasillo, los observó había un extraño ambiente, el pelirrojo podía percibirlo, pero fue cuando pudo apreciar al ser que estaba sosteniendo su madre, no lo reconocía… observó a su padre, que parecía tampoco poder explicar de donde había venido el menor, pero estaba al lado de su madre como siempre. -Ese pequeño debe tener mucho frió, será mejor ir a la sala y prender la chimenea para que no agarre ningún resfrió – habló con suavidad, para sacarse la chaqueta mojada, intentando no ensuciar demasiado, su cabello estaba mojado, por lo que podía peinarlo hacia atrás. No sabía que explicación había para la situación, pero... Tampoco había que buscarla demasiado o eso pensaba el pelirrojo.
  23. Suspiró pesadamente, quizás si tenía algo que podía ayudar, pero no sabía si sería suficiente, por lo pronto, sacó de su chaqueta negra que ya se estaba manchando un poco de colores, por todo el desastre que estaba ocurriendo, un silbato y un pequeño tubo con varios orificios, eso servía para hacer que esa parte se detuviera y de paso se limpiara, aunque todavía no lograba entender lo que estaba ocurriendo. En ese momento fue que visualizó a ambos elfos de su madre, estaban en un estado bastante colorido, sonrió divertido al verlos, pero cuando la joven elfina se colocó a llorar y de paso se aferraba a su pierna se sintió terrible. -tranquila, tranquila… - le susurró acariciándole la cabeza, buscando la forma de tranquilizarla, era horrible que pudiera pensar que él la culparía o la regañaría, pero con eso podía adivinar lo que había ocurrido – Fue mi culpa por no guardar esas bromas, así que mejor limpiemos esto antes que mi madre se entere jajaja – se rió suavemente, para hacerle entender que no estaba molesto. -Esto que verán, no lo cuenten, no me gustaría que supieran que existen – habló hacía su hermano y los elfos mientras sonreía divertido, tomó el silbato para hacerlo sonar, de pronto todos los fuegos artificiales se detuvieron, y finalmente golpearon el suelo sin estallar y los que estaban en el proceso se apagaron. Venía con el paquete, era bastante útil cuando ya habías acabado con la broma. Todo quedó en aparente calma, pero igual de desastroso, en ese momento usó el otro tubo y comenzó a soplar para salir burbujas de jabón, que comenzaron a volar y explotar dejando el lugar más limpio, pero cuando quiso percatarse no había suficiente. -Ups… creo que esto lo use mucho jajaja – el lugar estaba muy limpio, aunque habían partes pintadas, un poco ocultas, además de algunas mesas en los suelos, aunque con ayuda de las varitas podrían solucionar mucho. -A veces las bromas deben acabar… - comento con una mirada un poco perdida en todavía el reguero que había, negó con la cabeza - ¿nos dara tiempo antes que llegue nuestra madre? - no se acordaba a que hora la reina tocaba su local, sabía que era temprano, pero no tenia ideas. @ @@Adam Lockhart
  24. Sonrió con bastante confianza al escuchar a la dama, ella no parecía ver lo grande que resulta, el que solo pensara que debía seguir adelante y continuar su camino era un logro bastante grande que pocos podían hacer, fijarse un objetivo y demostrar que tiene las agallas de hacerlo a pesar de las dificultades, su enfermedad no era algo fácil de tratar, le gustaría poder ayudarla, pero… esos poderes que había descubierto hace poco, no sabría si la ayudarían, sin contar que tampoco sabían como funcionaban. -Jajaja si hacemos un bar posiblemente nunca salga de allí- se ríe divertido, para pensar un poco en lo que podría ser… habían muchos bares, ¿Qué podría ser diferente del resto? o ¿acaso debía elegir otra cosa? – Señorita Akiza que le parecería si fuera un lugar que al atravesar la puerta, el cliente se encuentre con una playa, un lugar cálido, hermoso, donde le venderíamos todo tipo de bebidas, no solo alcohólicas, batidos y esas cosas, disfrutar bañarse en el mar o sencillamente jugar en la arena, pasear en la noche o hacer fiestas, todo seria al aire libre – le comente relajadamente, debía admitirlo, había tenido una experiencia de esa clase, pero hace ya muchos años atrás. -Me encanta hablar con usted, no lo dude, y tiene razón, con usted ha sido bastante natural, me es tranquilizador pasar tiempo con usted y me la paso realmente genial– respondió cálidamente – quizás se deba a que las personas se encuentren muy ocupadas, este lugar es muy encantador y la comida es deliciosa, pero todos siempre están trabajando o en familia – busco lógica al que el lugar no tuviera tantos clientes, podía recordar cuando antes las personas rebosaban mucho más en los callejones, a veces ni se podía pasear. -Un brindis por nuestras futuras aventuras- Alexander Tomó un trozo de pizza y choco sutilmente con el de la dama, le pareció divertido esa forma de brindar, así que decidió probarlo en esa ocasioón, finalmente comió un trozo muy feliz. @@Akiza Ravenclaw H.
  25. Alexander lograba sonreir con facilidad cuando estaba al lado de sus conocidos, le parecía que a veces resultaba tan facil que no podía creer que años atrás resultara tan serio, admiraba por completo el ventanal, realmente la noche estaba espectacular, muchas veces había podido ver ese cielo nocturno aunque no en las mejores condiciones, pero eso no quitaba su belleza, y misterio. Sonrió encantado ante la afirmación de la dama, y su dulce sonrisa, así que decidió continuar con la caminata, el lugar tenía un estilo muy agradable, así que era bastante sencillo quedarse mirando algunas, además el pelirrojo tendía en ocasiones perderse un poco en sus pensamientos. -Oh… parece que encontramos el restaurante – comentó al ver una puerta abrierta donde se podían apreciar varias sillas y mesas, todo muy limpio y elegante, se imaginó entonces que cerca podría estar unos de sus objetivos. -Pero cuenteme, ¿cómo hace para verse igual de joven? Jajaja hasta sospecho que se ve más linda desde la última vez que nos vimos – comentó con una sonrisa divertida, habían personas que eran así, famosos muggles que parecía que los años no le afectaba, Alexander era vampiro así que eso era hacer trampas. – que por cierto, seguramente tendrá muchas historias interesante que contar – agregó con suavidad, en ese momento otra puerta se encontraron, en ella la luz era mucho más suave, casi dandole un aspecto algo oscuro, pero a ver mejor supo que habían llegado. -pero esas historias me las puede contar, si lo desea, mientras nos acomapaña una botella de vino – habló abriendo más la puerta mostrando al bar - ¿le parece? – preguntó con suavidad, no sabía como casi siempre acababa en un lugar donde podía tomar, lo admitia, él y la bebida eran compañeros. @Juli-ette

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