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Alexander Fox

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Todo lo publicado por Alexander Fox

  1. Desvió sutilmente la mirada ante las palabras de la menor, ella siempre resultaba ser muy halagadora y le hacía sentir un poco de vergüenza, aunque la mayoría de las veces, la energía de su adorable prima le sacaba una sonrisa gentil, siempre se sorprendía de ver la facilidad con la cual confianza y quería a otras personas. Sus orbes dorados se fijaron en su hermano cuando apareció dejando más te, quizás de los dos, resultaba ser el pequeño Noah quien consentía más a la menor, después de todo parecían más hermanos que primos, aunque el caballero resultaba ser un poco más serio. -Si usted nos invita a compartir en vuestra mesa, nosotros encantados – agradeció con suavidad haciéndole seña para que también a su hermano para que tomara una de las sillas y se sentara, consideraba que otro rechazo se vería mal, además debía admitir que de pronto se sintió bastante cómodo en el grupo e interesado en las palabras de la bella dama. -Me alegro que le guste, coma cuanto desee, si se acaba iré a buscar más – sonrió para escuchar con atención las palabras de la joven, le llamó la atención, sueños que se repiten a cada momento, para él, solo resultarían ser pesadillas de su pasado, pero quizás para la señorita Rachel podría significar cualquier otra cosa – debe llegar a ser frustrante estar viendo algo sin saber que es exactamente – comentó con bastante dudas. - Jajaja come con calma pequeña - Le pasó con suavidad una servilleta para que pudiera limpiarse y también a la señorita por si la necesitaba – casi toda nuestra familia es amante de los dulces, pero estos pequeños parecen competir febrilmente – agregó con diversión, aunque el rostro de su madre le vino a la mente, ella a veces parecía unirse, realmente los Lockhart eran todos dulceros. -Nuestra madre tiene un local aparte que vende toda clase de chocolates “Cacao café”, por lo cual nunca nos falta un dulce en nuestras manos, son bastante deliciosos a decir verdad – comentó con suavidad y de esa forma colocarse la semilla de la curiosidad a la joven dama, aquí podría disfrutar de un buen te, ya fuera para pasar el rato o si lo necesitaba para algun dolor, pero allá realmente podría desear comer mucho dulces. @@Rachel Ravenclaw @@Mikaela Fox @@Noah Lockhart
  2. -No es ningún problema, es un placer atenderle señorita – respondió y Alexander podría jurar que eso fue lo único que logró salir de sus labios cuando sintió la energía embriagadora de la menor por todo el lugar, estaba completamente asombrado de la actitud tan audaz y brillante que estaba teniendo la pequeña rosa, no podría adivinar si la joven Rachel se podría tomar sus palabras de una buena forma y le preocupó mucho, pero cuando finalizó la presentación, logró ver una bella sonrisa en la dama, que lo hizo respirar más tranquilo. -Disculpe… esta presentación tan… apresurada – habló un poco apenado, no sabía ni como corregir la actitud de la pequeña Mikaela, para él resultaba una misión imposible – un placer conocerle señorita Rachel, estoy a su servicio – se presentó con suavidad mientras tomaba la mano de la joven con todo el respeto y le besaba en modo de saludo, soltándola con cuidado, quizás él también pecaba de confianzudo, estaría en la sangre de ambos. -Tranquila pequeña… Estoy trabajando – le acarició el cabello intentando calmarla, aunque todo se encontraba bajo control, prefería estar atento a lo que se necesitara, aunque nunca esperó que de pronto, la pequeña comenzara hacerle pregunta más profunda a la joven como si fuera amiga de toda la vida, además que no hubo manera de detenerla, había sido realmente muy rápida, aunque por suerte la dama, no tuvo signo de molestarse, en cambio, sencillamente respondió con una gran paciencia y educación que resultaba admirable. El pelirrojo escuchó con bastante atención y curiosidad la historia de la joven, aquello le llamó la atención quizás podría adivinar que era lo que su pequeña prima le había llamado la atención – es impresionante, realmente una aventurera, estamos encantados de tener una bella persona por usted en nuestro país y tiene un manejo del ingles perfecto, no debe disculparse por ello – respondió cordialmente, sabía que Mikaela podía adivinar de donde provenía alguien por solo escucharlo hablar, tenía un excelente oído. -Nosotros nos disculpamos, por estar siendo un poco entrometidos – habló de inmediato, no fuera a ser interrumpido de nuevo – y permitiéndome llevar por la curiosidad, ¿es normal que tenga esa clase de sueño? – preguntó interesado, ahora resultaba ser él, quien estaba dejándose llevar. @@Rachel Ravenclaw @@Mikaela Fox
  3. Alexander se había ido a descansar de un momento a otro atrás en la tienda, debía admitir que no se había sentido bien, quizás se debía a las pocas horas de descanso, tenía que intentar regular un poco su horario, sus salidas nocturnas posiblemente le hubieran afectado, a veces se le iban de las manos y regresaba realmente tarde a casa, pero la noche le hacía sentir cómodo, y muy tranquilo, por lo cual prefería quedarse a disfrutar de ello como un buen y pacifico vampiro. Con un pequeño suspiró tomó una bandeja y se decidió a salir nuevamente, pero un ruido de un objeto impactando contra el suelo llamó su atención, obligándolo a salir bruscamente, encontrándose una taza completamente rota y liquido en el suelo - ¿Qué sucedió? – preguntó sin entender, pero al ver nuevas caras que se integraban en el local, solo pudo morderse los labios, mientras sacaba su varita para lanzar un hechizo y limpiar todo con eficacia. Su orbes dorados se fijaron en una pequeña ángel de cabello rosa, que se había instalado demasiado rápido en el local, sonrió divertido, estaba agradecido que la pequeña hubiera aparecido, aunque se preguntaba si ella había sido la causante del ruido, a veces podía llegar hacer realmente activa. -Disculpen las molestias hermosas damas – saludó con un gran respeto y educación para sonreír gentilmente observando a su pequeña prima, y la clienta que si no mal recordaba su hermano había estado atendiendo – nos disculpamos por lo sucedido, espero que no les moleste recibir esto a cambio de los problemas ocurridos – agregó siendo lo más gentil posible mientras colocaba dos tazas de El Té de Vainilla Caramel y un plato de algunas galletas con diversas formas, como le gustaban a la menor, para que pudieran picar. -Podía haber pasado a saludar a todos pequeña – regaño levemente Alexander mientras observaba a su prima con suavidad, le conocía bastante bien, cuando algo se interesaba no le importaba lo demás – espero que pueda estar tranquila y disculpe el desastre señorita – habló ahora a la joven clienta con gentileza. -¿Necesitan algo más? –preguntó con curiosidad, si alguna deseaba otra clase de te, estaba seguro que su hermano llegaría con otra cosa, pero mientras tanto podían disfrutar de esa encantadora bebida. @@Rachel Ravenclaw muchas gracias *sonrie suavemente* @@Mikaela Fox la violencia no es buena pequeña *le desacomoda el cabello*
  4. Parecía que su profesora se estaba divirtiendo con el espectáculo que la magia en la casa se estaba dando, le parecía entretenido, pero peligroso, posiblemente un muggle se volvería loco al ver tantas cosas moviéndose, cambiando, hasta el sentía que debían tener cuidado, en especial con esos libros, que si volaban más cerca de su cabeza, quedaría noqueado. -¿Magos aburridos? ¿En serio? – preguntó sorprendido, debía admitir que èl pensaba que eran fantasmas aburridos, nunca se imagino que se tratarían de brujos sin mucho oficio, o quizás había gracia en molestar a los muggles, Alexander no estaba seguro, tampoco pensaba en averiguarlo, le gustaba la sana paz… o eso parecía aparentar. Cuando escuchó la pregunta de su profesora observó alrededor, casi pensando que esa mansión parecía más de brujas que de no-magos, pero no dijo nada, solo se limitó a responder, mientras sentía como cosas se movían debajo de sus pies. -Mmm… Aparte de los libros, también he de señalar los platos, utensilios y tazas voladoras, dudo que los muggles deseen que eso sea normal para ellos, los jarrones.. el cuadro que no debería estar subiendo esas escaleras jajaja –sonreía divertido, mientras detallaba cada vez más el desastre causado por la magia – la pequeña rata.. que no le ha hecho nada –sonrió mordiendose los labios intentando tapar su boca sutilmente para disimular, sabía que era malo, reírse de los miedo ajenos, pero no esperó que su profesora casi saltase por ver una simple cola. Se preocupó cuando la silla comenzó a moverse, se había olvidado por completo de mencionarla, pero cuando vio que comenzó a galopar, se alertó por suerte su profesor que había estado un poco ausente reaccionó y detuvo el movimiento con un hechizo, haciendo que Alexander se relajara. -Si como olvidar… la silla, sospecho que ningún muggle desea una silla que lo lleve como un caballo por su casa, no creo que todos tengan ese gran equilibrio – alagó con una sonrisa, esperando a ver dicho todo. @
  5. No podía negar ninguna de las palabras que había dicho su profesora, realmente los muggles eran seres que sabían como defenderse, se adaptaban a las situaciones que lo ameritaba, además, cuando se encontraban en una situación critica sabían responder, ya fuera de forma violenta o estratégica y a veces los magos por depender tanto de la magia, no actuaban tan rápido como ellos. -Bueno… si debo decir algo me impresiona cada vez más son sus inventos para el transporte, nosotros tenemos nuestras escobas o sencillamente aparecemos, pero ellos consiguieron crear aparatos tan grandes para volar y para moverse por los mares, aunque nuestra forma es más cómoda o rápida, no hay que negar que fueron ingeniosos – respondió con una sonrisa un poco emocionada. Sus orbes dorados brillaron cuando supo que su curiosidad iba ser saciada, debía admitir que su actitud curiosa era la causa de sus mayores males, pero se divertía bastante, cuando supo la razón, observó asombrado la casa – que pena… seguro habrá tenido historias realmente interesantes allí – susurró observando el hogar con mucho interés y deseando que aquella mujer haya tenido una buena y larga vida. -ohh… agiliza bastante el trabajo – comentó impresionado, no le parecía mal, además le habían respondido una incógnita que había tenido desde que había llegado, quien era el joven y si la señorita era su compañera de clases, que ahora comprendía que no – transformaciones, eso suena genial – respondió con una sonrisa para ver al profesor y a la joven estudiante. Siguió a su profesora con bastante curiosidad, se preguntaba si era demasiado diferente una casa muggle que una de magos, había estado entre seres no mágico en su niñez, pero siempre hubo magia a su alrededor, cosas que volaban por los aires o fuego creado de la nada, considerando aquello algo normal. -mm… no se dice ¿aeropuerto? – preguntó curioso, justo se estaba refiriendo a ello cuando respondió la primera pregunta, hecha, los aviones y los barcos, Alexander se impresionaba por como habían creado esas enormes construcciones para transportarse. -Cuidado! – exclamó para esquivar unos libros, se encontraban volando como si fueran aves – exactamente ¿como… se soluciona estas clases de problemas? – preguntó que hechizo debería usar cuando sintió como una silla detrás de él se elevaba por los aires y caía bruscamente levantando le polvo, por suerte todavía llevaba su mascarilla. -¿La señora no le heredó esta casa a nadie? – preguntó bastante curioso, no sabía si las familias muggles hacían esas clase de cosas. @
  6. Una sonrisa se creó en Alexander, ver el orgullo y la dedicación que la pequeña estaba colocando le encantaba, estaba gustoso escuchando atentamente las palabras de la joven, además sabía perfectamente lo difícil que era obtener algunas de esas bebidas alcohólicas, después de todo todavía le pedían diversos favores, aunque ya con el tiempo las cosas habían cambiado bastante, habían muchas más reglas para esas bebidas. -Sobrina si en algún momento necesitas hacer un viaje o algo, siempre me podrás pedirme ayuda en lo que sea, seré fastidioso, pero deseo que tu mi pequeña sobrina y ese pequeño se encuentren bien y si puedo ayudar un poco, sería un placer – le acaricia el cabello gentilmente, esperaba que ella no se disgustara con sus palabra sabía que la dama era orgullosa, pero como familia esperaba poder apoyarle. Se sorprendió bastante ante la invitación, y un regaño mental vino de golpe, por alguna razón unas palabras de su antigua protectora, le vino a su mente– Sería un placer para mi, si me permite compartir un baile con usted – habló con educación tomando su mano delicadamente, no podía olvidar lo que ella le había enseñado. -Jajajaja es muy curioso que el pequeño le vayas a poner Alexander, seguramente me estaré confundiendo cada momento – respondió divertido para con más confianza tomarle de la mano, y guiándole intentando no incomodarle los movimientos, lo que menos deseaba el pelirrojo hacer algo que podría lastimas al pequeño. -¿Segura deseas bailar pequeña? – preguntó solo para cerciorarse, aunque ya estaba más que dispuesto, y la música que se escuchaba en el bar, lo animaba, había aprendido a bailar, aunque no duraba mucho, siempre le daba un poco de pena, y prefería mantenerse al margen, pero por su sobrina lo haría sin dudar. @lady dark riddle lestrange
  7. Se sorprendió por el saludo tan cariñoso por parte de Sagitas, logrando que Alexander se mostrara un poco tímido, pero correspondiendo de igual manera con una sonrisa, con ese comportamiento se notaba que la joven estaba unida a su familia Lockhart, tenía conocimientos por parte de sus padres que era una mujer realmente dulce y que se podía aprender mucho de ella, por lo cual estaba realmente emocionado. -Muchas gracias por la bienvenida Sagitas… profe – saludó gentilmente, sin saber como llamarle, no quería ser irrespetuoso – Bueno yo… - iba a responder a sus preguntas, quizás de forma vaga, pero fue interrumpido por una joven dama que llegó llamando la atención de los presentes. -Salud – respondió al escuchar el estornudo de la joven, se sorprendía del nivel de compromiso con la clase, parecía tener mucha alergia o gripe, pero a pesar de todo había llegado para participar. -De acuerdo… – respondió observando los trajes y de reojo nuevamente la casa donde ellos entrarían, se comenzaba a preguntar porque se había seleccionado ese lugar para dar la clase, con la mayor tranquilidad posible, comenzó a vestirse mientras seguía escuchando la lección intentando guardar toda esa información en su cerebro. Alexander no decía nada ante la palabras por parte de la joven, solo se limitó a asentir y a tomar el panfleto, donde contenía las diversas reglas, las leyó sin dejar de prestar atención a la voz femenina, aunque se preguntaba si en algún momento había roto alguna de esas leyes, después de todo, de niño no tenía ningún conocimiento de esa división entre muggle y magos, para él resultaba todo igual, fue con el tiempo que comenzó a entender la diferencia. Una sonrisa se formó en sus labios mientras las damas se disponían hablar el último punto, sentía que había mucho sentimientos en sus palabras, pero no podía identificar por completo todo, y no opinó, no tenía ese derecho cuando no tenía mayores conocimientos, prefería mantenerse en silencio mientras prestaba atención, esa era una forma sencilla de aprender, cuando escuchabas sin soltar ninguna tontería. -Salud – dijo nuevamente, para conseguir verificar que el joven presente, se trataba de un tutor más – si, será emocionante aprender de ti, bueno de ustedes, espero que me quede la mayor información posible – respondió con soltura, para terminar de colocar su traje, y la mascarilla, se sentía gracioso en ese traje, resultaba extraño -pero… todavía no entiendo algo ¿por qué esta casa? – preguntó bastante curioso, que clases de sorpresa se encontraban allí. @ @@Matt Blackner @
  8. El camino por el túnel resultaba tener un ambiente húmedo e incomodo los pasos hacían eco y todo se volvía muy denso, Alexander se mantuvo en alerta permanente, algo no le agradaba y tenía a los más pequeños de la casa a su cuidado, por lo cual se mantuvo con su varita en la mano, pero con cada paso que daba por el recorrido le emocionaba saber como sería todo, los minutos pasaron y por fin salieron del hueco llegando a la casa de los terrores, el destino que había sido colocado en la invitación. -¿es allí? – preguntó con gran curiosidad, la tinieblas se apoderaban de todo, la casa resultaba tener un aspecto maléfico, era tétrica, esperaba que ninguno de los niños se asustara, pero sabía que eso era pedir demasiado, el aire a muerte podría provocar miedo en cualquiera – no se separen mucho, ¿vale? – pidió con seriedad mientras mostraba una sonrisa tranquila, sabía que algo no pintaba bien, pero cuando estuvieron frente a la puerta todo se congelo cuando un olor terrible se apoderó a sus fosas nasales. Resultó asfixiante por unos segundos, hasta que sin darse cuenta su nariz ya ni podía respirar bien – de acuerdo… quien tuviera la idea de hacer una fiesta aquí, quizás estaba un poco mal de la cabeza o quiere un Halloween inolvidable en todos los sentido posibles – declaró a su sobrina con cierta burla en su voz para mover la puerta que casi se caía con el aire, para poder de esa forma apreciar por fin el interior destrozado de la casa. - música… Hay música aquí - era una tonteria asombrarse, debía ser una fiesta, pero el aspecto le decía todo lo contrario, pero cuando escuchó un ruido proveniente del interior de todo, no sabía si terminar de entrar, no le parecía buena idea, y se podía apreciar porque no había guardado su varita desde que congeló al sauco boxeador. -Sigamos… parece que ya varios han llegado- mencionó con cautela escuchando pasos adentro, una parte de él estaba emocionado, deseaba ver todo más allá, pero, algo le preocupaba, esperaba que solo fuera una tontería. @@Bodrik @@Ezra Lockhart
  9. Estaba disfrutando de su bebida que había sido llenada, le encantaba poder beber en confianza y en lugar que ya conocía, lo que no había esperado era el tardar tanto en regresar, aunque una travesura se le pasó por su mente, había una persona que podría avergonzar de inmediato con solo traerle, pero no sabía si sería buena idea hacer su travesura, pero sus pensamientos fueron roto por la voz de Lestat que parecía ya ser afectado. -jajaja creo que ya te esta afectando la bebida – se burlo divertido Alexander que no esperó que su compañero en tan poco tiempo ya estuviera así, aunque el pelirrojo sabía que su resistencia con el alcohol no era superada por muchos, ni igualada posiblemente solo se estaba metiendo mucho con él. -Su secreto será guardado – respondió con plena confianza – aunque para corresponderle, debo admitir que yo no puedo decir que no he llevado al borde a alguien – respondió mostrándose natural, de más joven había perdido el control un par de veces y además aquella persona que lo cuidó en ese tiempo, lo había envuelto en esa situación – jajaja tener un demonio me parece más complicado pequeña, solo soporto la sangre, tener que pensar en almas es como complicado – respondió a la pequeña señorita con una sonrisa, escuchando de pronto una voz familiar. -Pequeña sobrina – saludó el pelirrojo bajando su vaso después de tomar un trago largo dejando casi seco su vaso – ¿abubu? – preguntó divertido, le parecía demasiado adorable aquellas palabras proveniente de la menor, aunque le parecía más gracioso escuchar a quien iban dirigida, intento levantarse para darse cuenta que quizás aquello no era buena idea, sus movimientos estaba algo torpes, por lo que prefirió quedarse tranquilo. @@Lestat Rambaldi @ @
  10. Sonrió encantado de ver a su querida sobrina tan feliz de tener ese encantador local, su mirada se volvió un poco nostálgica ver aquello le recordaba a una persona que debía dejar en el olvido, pero no mencionó nada solo se rió al ver como la menor lucía el contenido de su local, nombrando cada marca de ron, las conocía todas y estaba maravillado que las tuviera en su local. -Oh! Entonces pediré… Havana club máximo extra añejo – respondió feliz, para permitir que le sirvieran mientras observaba a la menor preparar su propia bebida, aquello le hizo recordar de inmediato el estado en el cual se encontraba. Debía admitirlo casi había olvidado el estado de la menor aunque fuera tonto de su parte ese echo, debido a que todo el brillo en los orbes de su sobrina y su piel brillante y suave le debía hacer recordar que la femenina tenía una vida en su interior, las mujeres realmente se vuelven más hermosas en cada etapa de su vida. Antes que pudiera responder a sus otras palabras la menor se fue a revisar el resto del local y fue allí donde fijo en los nuevos clientes que había en el local, sonrió feliz que estuviera bastante vivo el sitio mientras comenzaba a tomar de su propio ron mientras se disponía a disfrutar de la velada, no podía mentir había extrañado un poco ese delicioso sabor en su boca. off: lo siento por la tardanza sobrina *sonrie*
  11. Estaba sentado en el techo del castillo Lockhart se había levantado realmente temprano como resultaba ser su costumbre y se había preparado a salir a algún local nuevo, no podía creer que se hubiera inscrito por fin en clases de conocimientos, pensaba que después de graduarse de Hogwarts se quedaría quieto, pero debido a sus deseos por aprender más, y sus pocas ganas de quedarse de estar de vago, había decidido ir a buscar alguna aventura más. -Estudios muggles – a pesar de a ver vivido mucho tiempo entre ellos, realmente no los conoció demasiado bien, debido a un pequeño y sutil problema, siempre había sido apartado de ellos sin darse cuenta, terminando en que lo poco que conocía resultaba ser lo peor de ellos o eso le habían dicho al pelirrojo. Cuando alzó su vista se fijo en una lechuza, pero antes de poder llegar su propia lechuza la fue a recibir un poco molesta, no le gustaba que otras aves entregaran cartas a los dueños de la casa ese resultaba ser su trabajo, por lo cual le tapo el camino – ¡An! No seas malcriada y déjala hacer su trabajo – le regaño consiguiendo ganar tiempo y permitiéndose recibir la carta. -Muchas gracias pequeña y disculpa – comentó para comenzar a leer, abriendo de golpe sus orbes dorados, justo comenzaba clases, pero estuvo un momento confundido para verse “ropa menos mágica” y ¿como exactamente era eso?, el se encontraba en sus típicos jeans oscuro, usaba una franela gris por fuera y unos zapatos deportivos color rojo, para él estaba bien de esa forma, intento peinar su cabellera roja y se colocó unos lentes oscuros, estaba listo. -Espero ir bien – rezó por dentro, para concentrarse y desaparecer del tejado ya entusiasmado por comenzar, realmente estaba agradecido de a ver tomado su examen de aparición, estaba seguro que era el medio de transporte más rápido, aunque quizás no el más cómodo. Apenas llegó pudo apreciar a una distancia recomendable la mansión que planteaba la profesora Sagitas a quien no esperaba encontrar como su tutora, ocultó su varita en su pantalón le entró una fuerte curiosidad, se preguntaba ¿por qué le había solicitar llevar la varita? ¿cuál sería el peligro? Ya lo habían intentado matar en una de sus clases, pero esperaba que no fuera eso. Decidido a encontrar a su profesora, se acercó cada vez más, encontrándose que estaba en la puerta junto a un joven, platicando animadamente, reviso su reloj de bolsillo y supo que todavía estaba a tiempo. -Buenas días Profesora Sagitas… Buenos días joven –saludó con su típica sonrisa aunque no conocía el nombre de la otra persona, deseaba comenzar pero se preguntaba si ambos serian tutores del conocimiento, algo que dudaba, o debían esperar otra persona o por todo lo contrario resultaba ser otro estudiante – Soy Alexander F. Lockhart – se presentó con educación, por si no se acordaban d él, o por lo menos para desviar su atención de la mansión que lanzaba un aura interesante ¿qué había allí?. @ @@Matt Blackner
  12. Alexander como siempre se estaba perdiendo, quizás a veces era demasiado “caído de la mata” como le había escuchado decir a una amiga suya, pero debía admitir que muchas personas comenzaban a ingresar al local, no sabía ni como intervenir, decidió tomar un poco de tranquilidad apenas escuchó la respuesta del hombre aunque había un poco de preocupación pero sonrió con tranquilidad ante sus palabras, realmente parecía una buena persona o por lo menos era lo que aparentaba. -Bueno os dejare aquí, siéntanse como en casa, por cierto aquí tienen– mencionó Alexander para intentar permitir que esa reunión fuera más agradable. Ayudado por su varita llevó los te de manzanilla recién hecho con unas galletas, todo colocado en una bandeja suspendida en el aire a la altura del pecho – espero que se sientan a gusto – mencionó tocándole el hombro a su sobrina, y fue un momento a ver el resto de la tienda, esperan que el menor de los presentes se hubiera ido a sentar con su madre para hablar con más tranquilidad. @@Bodrik @@Dagonet @@Addison Evanik Haughton Evanik Haughton Se paseó por donde se encontraba otra joven clienta, escuchando sutilmente su pedido, le observó al detalle, parecía bastante calmada – Bienvenida a la Botica Lockart dulce dama – saludó con delicadeza - le traeré de inmediato su pedido joven dama – habló con suavidad Alexander para girarse a ver a su hermano sonriendo. -Mientras puede sentarse, mi hermano, le seguirá atendiendo con tranquilidad si gusta otra cosa, algún dulce o si desea llevar algo – intentó hacerle sentir bienvenida además de buscar ser amable, para retirarse a hacer el pedido. @@Rachel Ravenclaw @@Noah Lockhart
  13. Se perdió un poco esperando que su pequeña sobrina le respondiera aunque se había reido de su hermano cuando imitó a la pequeña Mikaela, pero cuando se percató que en ese momento los presentes comenzaban a activarse y hablar con tranquilidad Alexander consideró en traer algunas cosas para que todos se pudieran sentarse y comunicarse más cómodamente, por lo cual se disculpó un momento con la menor y fue a revisar si podría preparar algunas bebidas y bocadillos. Fue a la parte de atrás y logró obtener más galletas, tostadas y cosas pequeñas que se podían disfrutar con una taza de té, para encontrarse que habían llegado más persona, un hombre al cual la princesa @Brodik presentó a toda la familia, como su abuelo. -Bienvenido y un placer conocerle señor – saludó con educación @@Dagonet , para analizarlo con sus orbes dorados, el hombre parecía sufrir poco incomodad, quizás dolor, el pelirrojo no estaba seguro, pero solo sonrió – Princesa que te parece si mejor le preparamos un te de Pasiflora o de manzanilla y lo dejas sentarse – le pidió con tranquilidad, ambas plantas serían de ayuda después de todo eran relajantes musculares, y ayudaban a la hinchazón si de esto se tratara, pero siendo un ser querido de su princesa, la pequeña posiblemente lo llevaría a San mungo solo de pensar que estuviera lastimado. En unos minutos después llegó un joven más, parecía ser que la botica se empezaba a llenar cada vez más y aquello al pelirrojo le encantaba, al parecer su madre @ y hermano @@Noah Lockhart lo conocía, por lo cual la curiosidad de Alexander creció y lw fue imposible evitarla, así que fue a ver de quien se trataba -Oh… pero si es… - susurró al verlo, tenía mucho tiempo de no ver al menor, después de su encuentro en un parque abandonado, el cual no lograron terminar de hablar, no le volvió a ver, pero lo poco que recordaba sabía que era un buen muchacho, con una sonrisa se acercó, permitiendo escuchar las cálidas palabras de su hermosa madre, por lo que sonrió con gentileza, esperaba que se sintiera en confianza, al ver rostro conocidos. -Bienvenido jovencito – saludó con suavidad @@Amit Lockhart, esperando que tomara la mano de la matriarca – Ven vamos, no, nos quedemos de pie, vamos a pasar a sentarnos, traje más bocadillos, y vemos si necesitáis una infusión en especial – habló para animarle a tomar aquella mano.
  14. -Alexander F Lockhart – le repitió con una sonrisa divertida mientras le prestaba atención a lo que decía la jovencita, realmente estaba impresionado de la cantidad de sobrino que mencionaba, pero se percató que él mismo podría tener ese numero, aunque no estaba por completo seguro debido que varios habían desaparecido o se encontraban de viaje. Le observaba con mucha curiosidad, la dama parecía estar muy feliz con la reunión que había creado su padre, o por lo menos eso parecía debido a la facilidad que estaba teniendo al hablar de Lestat y de sus hermanas y que lo hiciera con ese cariño lo demostraba, aunque no había esperado su confesión referente a poseer un demonio, pero solo decidió reír y escucharla con interés, el pelirrojo le encantaba poder escuchar las historias de los demás. -¿eh? ¿incomodarme? Jajaja para nada, es realmente agradable estar aquí hablando con ustedes, me siento cómodo y me encantaría ver a las mellizas todas juntas, seguramente sería divertido e interesante escuchar sus aventuras – respondió con su típica sonrisa. Cuanto iba abrir la boca, su joven amigo decidió aclarar algunas cosas importantes para él, el pelirrojo sonrió al escucharlo no estaba muy sorprendido, desde que lo había conocido sabía que el joven resultaba ser una buena persona, quizás un poco impulsivo, pero eso no quitaba sus valores y deseos de tener a su familia y protegerla. -Mmm…. que dulce, un alma de héroe – habló divertido – todos los hijos siempre darán un poco de dolor de cabeza, el amor y el estrés que recibes por parte de ellos es equitativo, o eso sospecho yo.. – habló con tranquilidad para mirar al par – por ejemplo esta joven dama, tiene un gran amor para darle – agregó con suavidad. -Debo admitir que no tengo mucho que decir joven dama – respondió como era su costumbre, aunque se regaño mentalmente, estaban en confianza y con un poco de bebida en la sangre, quizás debería hablar de la misma forma que lo había hecho la menor. -Yo... tuve a mi propia heroína… Cye Lockhart, me salvo de un momento mm… digamos estresantes de mi vida, podría ser que llegó en el momento justo – respondió con suavidad – tuve suerte de llegar a la familia para encontrarme que de estar solo, ahora tenía muchos hermanos y todos compartimos una gran curiosidad, como también un espiritu un poco travieso – susurró lo último como si fuera un secreto. -Y ya que me ha comentado su poder demoniaco, le comentaré que por mi parte soy un ser de la noche, un tranquilo vampiro – respondió mostrando debilmente sus colmillos, aunque aquello no fuera un secreto, su mismo amigo lo sabía y Alexander nunca lo ocultaba, aunque a veces muchos no les agradaba que dijera "tranquilo" pero él ya no era el mismo de antes. -Por lo pronto un gusto que tengo desde hace años.. es el alcohol – mencionaba para mostrar su vaso vacío, para probar si podría recibir un poco más. @ @@Lestat Rambaldi
  15. Una encantadora reunión de Halloween, a Alexander le sonaba bien, le hacía recordar diversas situaciones que nunca desearía volver vivir, pero que había disfrutado en su momento, aunque ya era eso parte de su tranquilo pasado, ahora necesitaba nuevas experiencias y más si era con su hermosa familia, aunque la ubicación del lugar le hacía dudar un poco, no había visitado a menudo el bosque prohibido cuando era un estudiante, se preguntaba si algo había cambiado o todo seguía en su mismo sitio. Tomó su varita para cambiar su casual ropa a color negro completo, la única excepción resultaba ser una mancha roja en su franela, como si de sangre se tratara, pero solo se trataba de un simple dibujo que podría confundir a cualquiera, ir de esa forma destacaba tanto sus orbes dorado como su cabellera roja, era la única fecha donde agradecía sus extraño color. Salió de su cuarto justo para escuchar algunos problemas que llamaron su atención, la pequeña princesa @@Bodrik de la casa estaba bastante atareada con los niños tanto el pequeño Ezra como el recién conocido para él Ken estaban bastante inquietos, quizás porque se habían disfrazado y esperaban pedir dulces, o quizás deseaban jugar con esa energía que fluida dentro de ellos, intentó ayudar en lo mayor posible, no había experimentado cuidar a los menores de la casa, esperaba que pudiera hacer un buen trabajo. -Estas hermosa pequeña sobrina, luego debemos tomarnos una foto – le comentó con naturalidad y su típica sonrisa mientras estaban en camino a donde era el destino de la fiesta, habían tardado lo suyo en atender a los pequeños pero lo habían conseguido con ensayo y error por parte de Alexander y un mejor manejo por la pequeña Bodrik. Mientras cargaba al pequeño Ken firmemente, el pelirrojo podía sentir el aire espeso y profundo que los rodeaba, realmente estaba llegando a su destino y cuando se fijó pudo apreciar al Sauce Boxeador que bloqueaba el camino de todos los invitados, además logró ver a su madre y a su hermana. -Buenas noches, Bellas damas – saludó con una voz un poco oscura a su madre @ y su pequeña hermana @ para ver si las asustaba un poco , se preguntaba si los demás ya habrían pasado o todavía faltaban para fijarse nuevamente en el sauce, no sabía si estaba dispuesto a atacarlos desde esa distancia o se mantenía tranquilo, pero dispuesto conocer al detalle lo que esa aventura, bajo con suavidad al pequeño y sacó su varita bajando con tranquilidad. - immobulus – habló con confianza, de su varita salió un rato que impacto en el sauce dejándolo completamente congelado y dejándoles ver el pasadizo, sonrió contento para ver a su pequeña sobrina, la aventura comenzaba y podría adentrarse, esperaba que el hechizo durara suficiente, aunque sabía que todos los presentes se sabían defender y usar el hechizo.
  16. Para Alexander lo típico era perderse en sus pensamientos o literalmente no encontrar su camino, debía admitir que era lo común en él, por ahora solo pensaba en que debía hacer algo importante, que por miedo propio no lo había hecho, y era darle el regalo a su madre, había dejado que las demás personas se acercaran y dieran sus presentes o hablaran con la matriarca, pero ahora le tocaba a él, antes que ya no tuviera tiempo. -Mmm… An – le hizo seña para que hiciera su pedido, aunque Alexander tuviera una gran libertad con su lechuza, le había enseñado y mostrado las diversas señales para que pudieran llevar una dinámica y fueran un buen equipo, no siempre sus vidas fueron tan pacificas. En cuestión de minutos tenía en su mano gracias a su mascota un paquete lo reviso y con toda la tranquilidad del mundo se acercó a aquella mujer que le había ayudado tanto, nunca pensó que… existiría otra persona que fuera importante para él y que le permitiera abrir una puerta que no pensó que lograría tener, una familia, estaba demasiado agradecido y por ello no sabía como expresarse, no era bueno en eso. -Mamá – llamó a la matriarca @ intentando sonar tranquilo, pero sabía que había salido más bajo que de costumbre – este es mi pequeño regalo, ojala le guste – finalmente entregó esa pequeña caja, en su interior se encontraba un reloj de bolsillo en forma de snich dorada, tenía unos detalles realmente elegantes, además en su interior estaba grabado el apellido “Lockhart” había sido un poco complicado convencer a su amigo para que le hiciera el favor, pero había valido la pena. -Bueno ire… a jugar por ahí – comentó algo apresurado, ya habían compartido para saber la dulzura de la mujer, había visto su lado protector cuando había conocido a su madre biológica, y su carácter en más felices, así que sabía que no le diría nada malo. Sin darse cuenta se adentró al circo que había sido traído por su tía Sagitas, se percató que diversos invitados se habían adentrado más a divertirse y en ese momento se dio cuenta de una pequeña dama que se había quedado solo observando. -Pequeña señorita Junny – le llamó con gentileza @ – ¿no gusta subirse en algo? – preguntó curioso y un poco preocupado en pensar que la joven no disfrutaba la temática, parecía muy timida, no sabía como interactuar muy bien con la menor.
  17. Observaba con toda la calma el local, analizándolo mientras esperaba a que la dama le respondiera sintió la presencia de alguien familiar, aquello afiló su mirada de golpe, no deseaba a alguien indeseado en su pequeña tranquilidad, pero cuando escuchó la adorable voz de su sobrina, su expresión cambió por completo a una dulce y gentil, había esperado encontrarse aquí, pero no era algo seguro. -Hola pequeña sobrinita – respondió a su saludo gentilmente, para sentir como le saludaba con un beso, aquellas muestras de cariño lo hacían muy feliz, pero no estaba acostumbrado a ese amor de familia, le apenaba un poco, pero no hizo nada diferente, le hacía bien estar en ese lugar con la joven dama. -Es muy encantador, pequeña Lady -respondió para observar el local todavía impresionado de su nivel detalle que tenía, además era de su gusto, lo hacía sentir cómodo, aunque no sabía a que se debía aquello exactamente – excelente trabajo… como siempre – mencionó para tomarle su mano y besarla educadamente cumpliendo de esa forma su tipico saludo y encantado de todo lo que había creado la menor. – Debo admitir que me adentré a este sitio más por curiosidad… que por el recuerdo de que hoy abrirían el local… discúlpame, por no traerte un presento por vuestro gran día– habló sinceramente, si recordaba que su sobrina había mencionado algo, pero debía admitir que se le había volado, su memoria resultaba ser muy mala. -pero sobrina, realmente es genial que trabajes conjunto a vuestra hermana, aligera el trabajo, y es muy cómodo – mencionó ahora percatándose que la dama que le había atendido resultaba ser familia de la jovencita. -Mm… entonces, ¿puedo pedir ron? Estoy deseoso de tomar – preguntó curioso. @
  18. Deseo empezar a obtener conocimientos *Sonrie* Nick: Alexander Fox ID: 108805 Conocimiento: Estudios Muggles Nivel de magia: II Enlace a la Bóveda: Boveda Alexander Fox Enlace a la ficha: Alexander Fox
  19. Alexander se quedó esperando a ser atendido, decidió posar su codos sobre la barra mientras esperaba, quizás podría conseguir tener una buena bebida y poder relajarse sin pensar en gran cosa, intentó observar a las demás personas que había en el local, pero decidió mantenerse tranquilo, primero debía cumplir su misión principal y eso resultaba ser su bebida, pero una suave voz atrajo su atención. -Buenas joven dama – sonrió educadamente – Mmm… ¿oh trabaja aquí? – preguntó curioso analizando a la dama que le había hablado, no resultaba conocerle, pero parecía ser muy amable o eso era lo que podía observar con sus orbes dorados, por lo cual intentó mostrarse amigable – Disculpe, usualmente siempre vago buscando un lugar tranquilo, así que no tengo muchos conocimientos referente a este bar – le comentó con confianza, para después girar sutilmente apreciando más el lugar -Estoy buscando tomar un poco de Ron, la noche es perfecta para él – respondió a su pregunta intentando ser educado, debía admitir que para él cualquier hora, era buena para esa bebida alcohólica, pero mencionarlo, consideraba que podría ser visto con malos ojos, e intentaba permanecer con un perfil bajo. - ¿Será posible ello? – preguntó con tranquilidad esperando su respuestas. @
  20. Se desacomodo su cabellera roja, estaba algo cansado de estar vagando toda la noche por el Callejón Diagon, debía admitir que tenía meses que no hacía aquello, el caminar buscando un sitio donde estar y conocer a personas diferentes o por lo menos donde no moleste a nadie era una costumbre que había comenzado a perder, pero en esos momentos era lo que más se le antojaba. -Hell Moon… ¿por qué me suena este nombre? – preguntó cuando sus orbes dorados chocaron con un enorme cartel de neón, no recordaba un lugar así ¿era nuevo? Pero antes de volver abrir la boca - ¿Acaso no…? – pero sus labios se volvieron una sonrisa antes de terminar la frase, ¿cómo olvidarlo? Cuando su hermano le mencionó que abría un local, una personita muy especial también se lo había dicho, aunque no sabía si era el lugar exacto, pero el rojo y negro lo delataban un poco. Entró quedando impresionado por todo el estilo del bar, le gustaba le parecía realmente encantador, caminaba con tranquilidad, intentando no llamar demasiado la atención y buscando un lugar donde pedir alguna bebida y esperar si aquella noche se volvía realmente interesante, o quizás regresaría a casa. -Buenas noches… -saludó con educación mostrando una suave sonrisa a las personas de su alrededor para esperar en la barra a ser atendido. @
  21. Sonrió tímidamente ante el halago de su cabello, no estaba muy acostumbrado a ello – gracias,aunque entre los dos es usted quien tiene el cabello más lindo – habló con suavidad para escuchar sus palabras con mucha atención, realmente no sabía cuantos hijos tenía su joven amigo Lestat, había pensado que eran pocos, pero al observar a la joven dama, quizás era todo lo contrario, por lo cual le observó con sus orbes dorados bastante curioso. Resultaba muy interesante escuchar hablar a la jovencita Saori, comenzaba entender un poco la relación entre ellos, además le causaba una sonrisa la frescura de la dama, pero cuando preguntó referente a tener hijos Alexander negó con la cabeza un poco inquieto – No… no, todavía no – sonríe tranquilo, aunque la verdad es que no podía asegurar esas palabras y eso le causaba incomodidad, pero no opinó más. -Es muy dulce escuchar hablar con ese cariño de su padre, quizás no haya sido el mejor, pero puedo ver un verdadero amor entre los dos y eso a veces es lo más importante– sonrió dulcemente, no sabía porque pero escuchar aquello lo hacía sonreír con afecto a ambos, después de todo comprendía muy bien a la menor, y escuchar el esfuerzo de su amigo en ser padre le hacía ver con ojos diferentes. -oh gracias señorita – tomó la galleta con una sonrisa, para recordar que él también había traido algo, después de todo, siempre llevaba dulce entre sus ropas – tomen de mi parte esto – habló para entregarle a cada uno unos chocolate y un caramelo, desde que se había unido a su familia ya no salí sin tener algo dulce para todos. @@Lestat Rambaldi @
  22. Observaba a la dama un poco dudoso, esperaba no haberle incomodado quizás había querido estar más tiempo con su joven amigo, pero cuando escuchó su presentación sonrió, aunque de inmediato se dio cuenta de que estaba en presencia de padre e hija, no lo esperaba y más cuando Lestat también confirmaba ese hecho, aunque había mencionado que sería una reunión entre amigos y familia por alguna razón no se lo esperó. - El placer es todo mío señorita Saori- sonrió dándole una pequeña reverencia con la cabeza - debo admitir que no esperaba encontrarme con su hija, yo solo había conocido al joven Leonardo - agregó con suavidad recordando a su compañero de aventura desaparecido - y digame joven ¿ya termino la academia? - preguntó curioso. - Tomó nuevamente su copa para darle un sorbo, se notaba el cariño que la joven tenía por su padre, le era curioso verlo, le recordaba a sus hermanas con su padre, se preguntaba si era lo más común, pero prefirió no meterse en esas aguas desconocidas y tomar con tranquilidad -oh bueno, si me alimentan no me negare aunque como gusten, podemos esperar un poco más si gustan - sonrió el pelirrojo divertido mientras se acomodaba el cabello, estaba bastante a gusto entre ellos, y sin darse cuenta se terminó su bebida, estaba disfrutando el momento con naturalidad. @@Lestat Rambaldi @
  23. Sonrió encantado cuando escuchó el saludo de su amigo, ahora si confirmaba que seguía igual que siempre, aunque no esperó fue recibir una bebida de inmediato – ¿eh? Muchas gracias, ya lo necesitaba – sonrió feliz, nunca negaría el beber y más si era en completa confianza… aunque eso lo hiciera ver un poco alcohólico, pero sabía controlarse o por lo menos había aprendido que tenía una muy buena toleracia al alcohol. -Salud por eso - repitió con suavidad golpeando su copa con la del contrario, para tomar un sorbo un poco largo, disfrutando del sabor, estaba delicioso, aunque a veces prefería algo un poco más fuerte, pero siendo un encuentro resultaba perfecto – Esta rico… ¿es la bebida de la casa? – preguntó curioso saboreando todavía los restos de su labios, y finalmente dejar su vaso un momento en la barra no deseaba acabar con su bebida de inmediato, después de todo solo había llegado la joven dama y él, no fuera a estar fuera de base cuando los demás llegaran o dijera alguna imprudencia tan temprano. -Con que las mas sofisticadas cartas bueno, si usted lo dice… - respondió en broma - Pero realmente resulta una buena idea, después de todo a veces nos apartamos de los amigos, y hasta de la familia, algunos miembros siempre son muy independientes – respondió con tranquilidad, a veces con el trabajo, con los viajes terminaba por alejarse un poco, pero con reuniones así lograban volverse a encontrarse. -a ver... ¿a que grandes magos invito aparte de la joven dama y de mi? - preguntó con una sonrisa divertida y una verdadera curiosidad muy tipica de él. @@Lestat Rambaldi
  24. No comprendía como había llegado a estar en frente a ese local, quizás porque había estado perdido demasiado tiempo y una nostalgia lo abarcaba desde el fondo de su ser, no era extraño para él encontrarse perdido en sus recuerdo, pero si lo era el permitir que eso lo influenciara, cuando sus orbes se enfocaron se encontraba frente a… “La Cripta de los Relatos Escabrosos” Entro a ese lugar, y realmente no esperaba encontrarse con esa estructura, pero le parecía bastante curiosa, estuvo vagando lentamente por el lugar y de la nada se encontró que necesitó usar su varita para esquivar el lazo del diablo y en cuestión de minutos se encontraba en un apartado para leer y escribir historia, no sabía de que se trataba todo eso… -Quizás pueda dejar un trozo de ti en este lugar – mencionó mordiéndose el labio, permitiría que cualquiera pudiera saber algo de él, pero… no necesitaba firmarlo y quizás nadie tocaría esas hojas, mirando a su alrededor tomó asiento y comenzó a escribir un recuerdo “ –mi pequeño demonios… Esta noche no debemos quedarnos aquí, mis amigos desean salir a jugar– habló esa bella voz que atrajo la atención de un niño pequeño de cabellera roja, se encontraban en una zona oscura y sin vida, que era iluminada solo por una hermosa mujer de cabellera negra, y unos orbes tan rojo llenos de vida. -Como usted diga my Lady – respondió con una sonrisa fresca mientras sus orbes dorados brillaban de malicia y diversión. Se levantó del suelo solo para recoger unos guantes gastados y colocárselos en sus delgadas manos. -Me encanta cuando me respondes así, pero escúchame bien, en esta ocasión debes controlarte – aquellas palabras dejaron confundido al menor que solo se permitió seguir a la mujer hacía afuera de su “hogar” allí solo estaba iluminado un pequeño jardín improvisado donde estaba plantado una rosas blancas unas que siempre simbolizaban la pureza de la muerte y destrucción que tanto le encantaban – demonio, no te escucho.. ¿Acaso no vas hacer lo que te estoy diciendo? – preguntó con una oscura voz, que denotaba peligro y un aire espeso, que no asusto al niño solo le hizo sonreír. -Claro que si Madan, le he dicho… Sus deseos son mis ordenes– esa respuesta le complació, lo supo porque le tomó de la mejilla consiguiéndole dejar sus uñas clavadas mientras que con otra mano tapó sus ojos deseando sacarle ese dorado de ellos como si quisiera tomarlo y venderlos como en ocasiones decía. Con eso el menor solo lograra escuchar un pequeño reloj sonar, una y otra vez, dejando que cada nuevo sonido fuera más fuerte Tic… Tac… Tic… Tac… -Ya llegan, ya llegan y tu sin poder ver… -decía con un tono similar a la preocupación, pero estaba sonriendo encantada - pero te diré algo… Ellos desean llevarme, desean apartarme de ti… porque… ¿soy peligrosa? – agregó friamente, el pequeño niño sintió rabia en su interior no iba a permitir que se la llevaran, no… debía atacar... tenía que romper, debía comer – pero ellos no son malos, por eso debes controlarte… solo debes romperlos – terminó de hablar para apartarse y sentarse en la única cosa que parecía de real lujo en ese sitio, una silla de terciopelo. El reloj terminó de resonar en el lugar, y unas sombras se colocaron detrás del menor observando a la mujer detenidamente, respiraban con tranquilidad su esencia era fuerte, parecían dispuesto a atacar a la dama con todo lo que tenían, sacaron unos palos de madera, garras y colmillos. -Serás detenida… F... – pero no lograron terminar la frase, una leve risa salió de la mujer y solo levantó la mano, dejando caer la rosa blanca en el suelo, era un señal, solo para él. -No se atrevan a mencionar el nombre de My Lady, Bastardos – un gruñido salió de ese pequeño, uno fuerte y oscuro, sus colmillos parecían estar mucho más grande que de costumbre, estaba listo y de un momento a otro, todo se volvió rojo encantador. -Jajajaja… venga… te dije que te controlaras mi pequeño demonio, bueno me encanta ver como rompes cosas ¿que será lo siguiente que te mande a romper? – preguntaba mientras observaba todo, ver como algunas partes caían en diferentes lugares, y gritos comenzaban a sonar como una gran melodia solo para ella. -Sus deseos siempre serán mis ordenes… - Menciona mientras sonrie encantadoramente" Acabo con ese fragmento de su recuerdo y guardo el escrito y los metió un poco oculto, apenado de esa actitud que había tenido en esa ocasión, realmente lo hubiera hecho todo por ella y seguiría así, si no fuera por él. Pensó de inmediato que debía huir de ese lugar antes que alguien comenzara a caminar por ahí. @ (una historia un poco oscura (?) jejeje disculpa el largo)
  25. Se fijo en la hora percatándose que ya era hora de decidir que hacer con su vida, tenía tiempo que no salía a tomar un buen licor, quizás demasiado, gracias a su viaje su cuarto se había llenado de buenos productos alcohólicos y no había tenido esa necesidad, pero el socializar era una parte de él y había estado un poco ermitaño ese último tiempo, aunque no estaba seguro de si ir con alguien o hacer su típica salida para conocer a personas nuevas. En ese momento un ser entró por su ventana, y antes de poder reaccionar tenía en su mano una carta – parece ser que ya tengo un plan para esta noche – sonrió divertido para darle un regalo a la lechuza mensajera y permitir que se fuera, logrando de esa forma que su atención fuera dirigida al contenido de la hoja. Realmente no esperaba esa invitación, pero estaba encantado, después de todo de pasar a estar sin plan a tener una reunión entre amigos sonaba realmente interesante, por lo cual tomó su chaqueta gris y salió de su habitación directo al destino. ---- Dumbledore's Night --- Hacía tiempo que no regresaba a ese bar tan exótico, pero cuando entró se percató que había más calma que la última vez que lo visitó, pero su decoración y estilo se mantenían igual. Con mucha tranquilidad se fue desplazando buscando a quien lo había invitado, pero se despistaba observando todo con sus orbes dorado, hasta que un leve sonido lo atrajo de nuevo fijándose en la pareja que estaba en la barra. -Buenas noches joven dama, caballero – saludó educadamente para sonreír con suavidad – jajaja tenía mucho tiempo que no te veía amigo, espero no llegar tarde… me despiste un poco… quizás llegando a perderme... – agregó con una sonrisa divertida, lo admitía se le había olvidado un poco la dirección del Bar y además realmente tenía tiempo que no veía a Lestat, aunque el pelirrojo podía apreciar que no había cambiado. -Es genial que plantearas y me invitaras a esta reunión así también puedo conocer a nuevas personas – sonrió al ver a la menor – Soy Alexander F. Lockhart un gusto conocerle – se presentó sonriendo con naturalidad mientras se acomodaba su cabellera roja. @@Lestat Rambaldi gracias por la invitación *Sonrie* @ no me acuerdo si llegamos a presentarnos, por eso lo hice *sonrie*

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