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Patrick Colt

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Todo lo publicado por Patrick Colt

  1. Y por último, la segunda planta. El aethonan parecía fastidiado. Muchas paredes para su agrado pues seguramente deseaba libertad para poder surcar los cielos tal como estaba acostumbrado. Era una criatura adulta, parecida a un pegaso negro de alas inmensas y de aspecto esperpento. Ridícula y realmente grandes. El hombre estaba intentando entender a cuánta velocidad era capaz de volar su nueva criatura debido a su inquietud por salir inmediatamente del Magic Mall. Entró a la segunda planta, arreglando su gabardina oscura y aguzando los sentidos. La puerta se apartó por el manotón de Patrick Colt y éste se dirigió al estante donde se solicitaban las compras. Observó el formato, lo tomó y nuevamente lo dejó sobre la madera con los datos necesarios. --- ID: 34186 Nick (con link a la ficha): Patrick Colt Link a la Bóveda Trastero: 109943 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 77694 Nivel Mágico: 15 Fecha: 2017-03-13 Poción: Felix Felicis Puntos: 160 Precio: 9320 Poción: Filtro de los Muertos Puntos: 40 Precio: 2000 Total de puntos: 200 Total de Galeones: 11,320
  2. Abandonó la planta baja, con su Aethonan de pelo negro y cresta tan plateada como su cabello. El juego espectral de la noche con su criatura, hacían ver a Patrick Colt como el Mago Tenebroso que era, con su aura oscura y su alma vacía. Sin embargo, esto para los desconocidos solo era evidente por plena apariencia. Ser un mortífago era tan sólo un secreto a voces en dicha sociedad. Pero ésto no lo detuvo, su criatura lo siguió hasta subir a la tercera planta donde tenía pensada una nueva compra. Iba de a poco, los planes que llevaba trazando ya no esperaban más. Incursionó en la tercera planta con la criatura detrás y vislumbrando la barra donde atenderían su nueva compra. Respiró, observó el formato y una vez lo tomara lo dejó inmediatamente sobre la mesa. No podía aceptar un rechazo más en cualquiera de las compras que tenía en mente. El formato decía: ID: 34186 Nick (con link a la ficha): Patrick Colt Link a la Bóveda Trastero: 109943 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 77694 Nivel Mágico: 15 Fecha: 2017-03-13 Nombre del producto: Libro del Aprendiz de Brujo Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizo Nivel (del libro): 1 Precio: 1000G
  3. Buenas buenas, un rato de diversión mientras ando vagando sin rumbo (?) vengo a dejar mi ficha de inscripción para jugar al rol en la universidad un rato. Venga que Patrick aprendiendo ocsitas eh xD Nick: Patrick Colt ID: 34189 Conocimiento: Artes Oscuras Nivel de Magia: 15 Link a la Bóveda: 77694 Link a la Ficha: 77536
  4. Cada paso que daba era pesado, y su caminar por el Callejón Diagon parecía eterno. La noche que se abría paso sobre el suburbio comercial era profunda. La oscuridad casi que no permitía a las estrellas relucir. Era el escenario perfecto para que el hombre, con los trazos del tatuaje mortífago cubierto por la manga de su túnica, pudiera deambular libremente. Los aurores eran una fuerza extinta del Ministerio de Magia, y la fracasada organización de la Orden del Fénix era considerada como clandestina al igual que los mortífagos. No existía peligro alguno para él, salvo el mismo grupo al que pertenecía aún. Pero sin importarle, decidió presentarse al edificio del Centro Comercial Mágico ya que tenía pretendido realizar algunas compras. La planta baja estaba repleta de puertas, pero decidió entrar a la que le daba acceso a la trastienda donde las criaturas mágicas eran exhibidas. Ingresó hasta donde debía hacer sus pedidos, y sin emitir palabra alguna, el mortífago dejó los documentos de las Criaturas que deseaba comprar: ID: 34186 Nick (con link a la ficha): Patrick Colt Link a la Bóveda Trastero: 109943 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 77694 Nivel Mágico: 15 Fecha: 2017-03-13 Criatura: Thestral Puntos: 80 Precio: 4000 G Criatura: Aethonan Puntos: 20 Precio: 1000 G Total de puntos: 100 Total de Galeones: 5000 G
  5. No pudo disimular que la iluminación del aposento matriarcal era bastante ruidosa al punto de lastimarle los ojos. Él era un demonio cuya mortalidad aún no manipulaba, por tanto ciertas cosas terrenales lograban sacarlo de su zona de confort. Lo que sí no estaba a su alcance era el placer de sentir. El corazón le latía dentro del pecho por puro protocolo; la única función que tenía era calentarle la sangre y repartirla a todo su cuerpo. En fin, su espíritu demacrado en los abismos del averno habían malgastado todo el motor de sensibilidades corrientes que en él pudieran existir. Pero debía seguir hendiendo y manipulando. El plan trazado debía compensar su mal ingenio. La densidad en el Castillo era notoria y el aire una alerta natural. No corría, no se movía, no refrescaba, ni se hacía presente. Patrick Colt, montón andante de deformidades, siguió caminando, sumergiéndose en las entrañas de residencial hasta llegar a su destino. Y allí estaba ella, cuya cabellera caía como una brillante erupción de lava desde su cabeza hasta salpicar sus hombros. En los destellos de su mirada esmeralda rebotaron los del hombre de color marrón. Y al conectarse ambas, la tensión entre los dos mortífagos fue robustecida. En el rostro desdeñado de Haughton se vio un gesto de incomodidad cuando Patrick Colt posó su mano en la cintura de la bruja. El tácito levantamiento del mentón de Mónica, conjugado con esa mirada fría, sirvieron para que el ademán de apartarlo fuera decisivo. El mortífago había perdido su habilidad legilimántica, por lo que los sentimientos de ella estaban bastante bien escondidos. Y el tatuaje en su antebrazo izquierdo parecía haber quedado en solo trazos. En aquellos momentos no poseía herramienta alguna contra ella. - Jamás te había sentido tan - la miró acechante, casi que mostró sus colmillos amarillos y gastados contra ella - ...brusca, porque de las últimas veces no tenemos quejas. Y sonrió de una manera tan vanidosa que la sombra que cubría la mitad de su rostro, lo hicieron lucir cual demonio.
  6. Consumibles en Batallas Nombre: Link a la certificación: enlace Nota: No se permiten más de 5 consumibles en inventario.
  7. Poderes de Criaturas Tipo de Poder: Licencia de uso:
  8. Libros de Hechizos Nombre: Libro del Aprendiz de Brujo Nivel: 1 Link a la certificación: enlace Habilitado para su uso: Si Nombre: Libro de la Fortaleza Nivel: 5 Link a la certificación: enlace Habilitado para su uso: Sí Nombre: Libro de la Sangre Nivel: 7 Link a la certificación: enlace Habilitado para su uso: Sí Nombre: Libro del Equilibrio Nivel: 10 Link a la certificación: enlace Habilitado para su uso: Sí Nombre: Libro del Druida Nivel: 15 Link a la certificación: enlace Habilitado para su uso: Sí
  9. Criaturas Mágicas Clasificación X: Nombre producto: Lechuza Puntos obtenidos: 10 Link a la certificación: enlace Clasificación XX: Nombre producto: Aethonan Puntos obtenidos: 20 Link a la certificación: enlace Clasificación XXX: Nombre producto: Cangrejo de Fuego Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Billywig Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Crup Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Kneazle Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Clasificación XXXX: Nombre producto: Thestral Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Unicornio Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Fénix Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Grifo Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Kneazle Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Unicornio (2) Puntos obtenidos: 80 x 2 = 160 Link a la certificación: enlace Clasificación XXXXX: Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Criaturas en la Reserva: Nombre producto: Opaleye de las Antípodas Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Total puntos en criaturas: 870
  10. Pociones Mágicas Clasificación A: Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Clasificación AA: Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Clasificación AAA: Nombre producto: Filtro de los Muertos Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Filtro de los Muertos Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Poción Reabastecedora de Sangre Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Poción Crece-Huesos Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Clasificación AAAA: Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Clasificación AAAAA: Nombre producto: Felix Felicis Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Felix Felicis Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Amortentia Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Poción Multijugos Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Total puntos en pociones: 800
  11. Objetos Mágicos Clasificación A: Nombre producto: Puntos obtenidos: Link a la certificación: enlace Clasificación AA: Nombre producto: Varita Mágica Puntos obtenidos: 20 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Varita Mágica Puntos obtenidos: 20 Link a la certificación: enlace Clasificación AAA: Nombre producto: Espejos Comunicadores Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Pensadero Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Baúl de siete cerrojos Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Botas de siete leguas Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Capa camaleón Puntos obtenidos: 40 Link a la certificación: enlace Clasificación AAAA: Nombre producto: Set de Quidditch Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Set de Quidditch Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Set de Quidditch Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Navaja Mágica Multiuso Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Moto Voladora Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Tienda de Campaña de Lujo Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Nombre producto: Águila de la Sabiduría Puntos obtenidos: 80 Link a la certificación: enlace Clasificación AAAAA: Nombre producto: Armario Evanescente Puntos obtenidos: 160 Link a la certificación: enlace Total puntos en objetos: 960
  12. Indice de Bienes Objetos Mágicos: Clasificación A: Clasificación AA: Varita Mágica (2) Clasificación AAA: Espejos Comunicadores Pensadero Baúl de Siete Cerrojos Bota de Siete Leguas Capa Camaleón Clasificación AAAA: Set de Quidditch (3) Navaja Mágica Multiuso Moto Voladora Tienda de Campaña de Lujo Águila de la Sabiduría Clasificación AAAAA: Armario Evanescente Pociones Mágicas: Clasificación A: Clasificación AA: Clasificación AAA: Filtro de los Muertos (2) Poción Reabastecedora de Sangre Poción Crece-Huesos Clasificación AAAA: Clasificación AAAAA: Felix Felicis (2) Amortentia Poción Multijugos Criaturas Mágicas: Clasificación X: Lechuza Clasificación XX: Aethonan Clasificación XXX: Cangrejo de Fuego Billywig Crup Kneazle (2) Clasificación XXXX: Thestral Unicornio (3) Grifo Fénix Clasificación XXXXX: Criaturas en la Reserva: Opaleye de las Antípodas Libros de Hechizos: Libro del Aprendiz de Brujo Libro de la Fortaleza Libro de la Sangre Libro del Equilibrio Libro del Druida Poderes de Criaturas: Tipo de Poder: Consumibles en Batallas: Nombre:
  13. Hola chicos, he posteado mi bóveda trastero para su revisión. No me salió un rol de presentación digno, pero ahí vamos xD Me avisan por favor si procede, y porqué no prodecería, en cualesquiera fuera el caso. Tampoco hallé el link al perfil de comprador para colocarlo, creo que yo tuve cuando Patrick era del Concilio pero no se qué se hizo. Soon.
  14. http://i.imgur.com/76eyOAn.png Ya la luz no llegaba a esa parte de Gringotts. La densidad se sobreponía a la caverna que lo rodeaba. Él era capaz de ver cada partícula de la superficie y las paredes rocosas que seguían descendiendo hasta perderse entre tinieblas, oscuridad que para el demonio no era obstáculo alguno. Al llegar al último escalón pudo observar la gran puerta de roca que protegía celosa las entrañas de la caverna. Se acercó, despacio. Su mano huesuda reposó sobre su aspereza. La deslizó suavemente apreciándola por completo y crujió. El olor a humedad empezó a escapar de la caverna cuando la roca se comenzó a apartar... Perfil de Comprador del MM: 300 Indice de Bienes Objetos Mágicos Pociones Mágicas Criaturas Mágicas Libros de Hechizos Poderes de Criaturas Consumibles en Batalla Fecha de Próxima Actualización:
  15. En tiempos remotos se decía que el sol era el regalo de la vida, pues daba paso a un nuevo amanecer y a las almas concebidas. El mensaje que llevaba la puesta del sol en ese momento era una paradoja inquietante. El Castillo Haughton parecía descansar bajo la calma del ocaso. Aunque se imponía radiante, no podía evitar que sus torres fueran doblegadas por la oscuridad de la noche de brisa fresca y estrellas puntiagudas, cuyas luces dominantes ondulaban todo el cielo. El invierno ponía su reinado en todo lo alto mientras poco a poco la oscuridad le ganaba al día, y se tragaba apoteósica sus radiantes rayos. El paso de la opacidad era liderada por esa sombra que ingresaba a los jardines. Una sombra amorfa, sin razón de ser alguna y con movilidad amenazante. De sus volutas negras escapaban golpes repentinos, energía inquietante que buscaba algún flanco débil por donde salir antes de ser materializada, pero justo frente a la puerta del Castillo no logró contenerse más. Hilos sin rumbo se desprendieron de la desproporción y una a una, formando lazos de imperfección, fueron amontonándose. La silueta de un alto hombre parecía dibujarse a continuación. Seda negra vistió la silueta seguida de los últimos bordes desmembrados, dando vida al ser que transportaba de mirada fija que irradiaba oro. Sin aguardar nada más avanzó, escalando las escalinatas hacia la puerta de entrada. Posaba sus pies huesudos en cada escalón sin resguardo alguno dejando que la tela de su túnica de deslizara con suavidad hacia el interior de la morada Haughton. Así como dicha presencia hubo absorbido la energía del día hasta matarlo, lo hizo con el entorno del lugar al seguir adentrándose. Pasillos, esquinas, corredores y puertas fueron azotadas por el alma oscura del hombre, que con el simple hecho de caminar sobre su suelo dejaba un rastro de densidad obtusa a su paso hacia la Torre Sur. Su ascenso por la torre fue largo. Frente en alto y en letargo, abrió la puerta de aquélla habitación. La luz de las antorchas incrustadas en candelabros de oro golpearon las facciones demacradas del hombre mago. Tenía un aspecto deplorable. La piel morada parecía estar muerta rodeando ciertas heridas en su rostro. Cortes sobre sus pómulos dejaba en evidencia putrefacción en la carne; pues el transcurrir de los años esgrimía junto a él una relación casi perfecta. Era un demonio en eterno tormento que paseaba sobre la tierra, ya que ese pacto que suprimía en su pecho lo mantenía entre la vida de los mortales. Cubierto con esa túnica negra de mangas largas y que escondían su tatuaje tenebroso, accedió a la habitación de Mónica Haughton, quien asomada en uno de sus balcones, dejaba libre caída a su roja cabellera. - Mónica - le susurró al oído. Los dientes amarillos mostraban un filo amenazante. Dicha facción le regalaba al hombre una tácita gesticulación de un enloquecido asesino - estoy aquí, como en los viejos tiempos. Y posó una mano sobre la cintura de la mortífaga, justo en el inicio de su glúteo derecho.
  16. "Cualquier persona es bien recibida, mientras pague su copa y no enfurezca a Mauricio." Letras blancas sobre tosca madera. Ladeó un poco la cabeza y siguió adelante, del mismo modo que le pasó de largo al letrero de la entrada. La Taberna del Loro Tartamudo. Algunas personas no se cansaban de tener creatividad tan ridícula. Era característico que el local tuviese una iluminación casi nula, pero logró barrer el lugar con su densa mirada. Inquebrantable y estruendosa, reflejaba el latir del diluvio de pleno febrero en sus pupilas dilatadas. Los latigazos de la luz rodeaban todo el lugar, incluyendo la superficie de la máscara que escondía su rostro. Al igual que el sonido de los rayos que bajaba del cielo como tambores. Por un momento se detuvo; alzó la mirada y visualizó la barra. El lugar era un completo abandono que era gozado por los clientes. Ninguno parecía exigir condición alguna, salvo que su último trago estuviera rebosante. Mortífagos, en qué momento dejaron de ser los mortífagos que eran antes. La capucha de su gabardina se mantenía resguardando sus cabellos, la lluvia no había logrado llegar a él por ningún motivo, salvo por el hecho que se deslizaban por todo el borde del cuero hasta llegar al suelo de manera menos estrepitosa. El rastro de Patrick Colt al entrar al lugar solo estaba seguido por charcos de agua. Extrajo la varita del interior de la solapa izquierda y se aferró a ella como dependiera de ello para no caer a un precipicio. Avanzó, sigilosamente, recordó que llevaba su máscara en el rostro y susurró. - Mauricio - la voz llevaba una sensación como si arañara, rasgaba y hería. Era fría como la brisa de lluvia que corría por la taberna. - S-se-señor - dudó al ver la máscara. No podía repetir lo que sabía, pero era él, El Cardenal de la Muerte, esa aura del mortífago enmascarado más buscado de todos los tiempos. Sanguinario despiadado de pie frente a él, como si no hubiese un nuevo mañana. Trastabilló y reposó su mano sobre el aparatejo del bar para no ir más atrás y lograr apoyar la botella que limpiaba, sobre su tarugo. El olor a vidrio y a sal se hicieron evidentes. Mauricio no podía ver la sonrisa en el rostro del mortífago pero la sospechaba, trago profundo y sintió sabor a sangre. Cayó en la cuenta que se había mordido un labio. - Tanto tiempo. - Los Malfoy - preguntó serenamente. - No se les ve ya casi, mi señor. - Y los Black - el Cardenal de la Muerte insistió. - Están resurgiendo con mucha fuerza. Levantó las cejas y dejó escapar un bufido de risa. Asintió lentamente, su varita no dudó en emitir el vibrato. - Interesante - concluyó.
  17. ~ Aerón Dolohov A casa había llegado un sobre. Era verde como era el campo verde tras la serpiente en la insigna del colegio. Recién había conseguido graduarse de Hogwarts, por lo que aún le perseguía el olor a dulce salitre de las mazmorras de Slytherin. Era eso, o quizás sólo era un recuerdo mordaz. Su Sala Común le hacía mucha falta. Aquélla estancia que se teñía de tonos esmeraldas producto de la luz que se colaba por el Lago Negro y atravesaba los ventanales. Sentía como ebullía la sangre en sus venas cada vez que llegaba al lugar. Fueron siete hermosos años, años que no iba a olvidar. Mucho menos esos últimos tres donde no sólo le fue asignada la placa de Prefecto, sino que su casa logró alzar por ocasiones consecutivas la Copa de las Casas. El Gran Salón vestido completamente de verde le hinchaba el pecho de orgullo, a tal punto, que se sentía el ser más importante de todo el planeta. Casi que sentía el olor de las nubes rodeándolo en su alocado frenesí. Aún así, su gesto era fresco como la brisa de febrero que se paseaba por la Entrada del Bosque Prohibido. Su larga sotana color glauco hacía juego importante con su mirada, que se sostenía impasible reparando cada detalle de la jugarreta que habían elaborado para llegar a la celebración. Seguramente habrían magos y brujas de renombre. La sociedad mágica había evolucionado lo suficiente y esa madurez le impedía actuar con libertad, pero seguía siendo el hijo de un renombrado Mortífago y sus ideales no habían muerto con él. Y aunque el Señor Oscuro ya no vivía, se sentía el trabajo de sus fieles seguidores azotando los pilares de los infieles a la sangra mágica. Se detuvo. El impulso lo llevó a fruncir el ceño. Su dignidad y rectitud lo obligaron a obedecer lo que decía la nota que había llegado al Castillo Dolohov. Metió su mano ceniza a la solapa de su gabardina para palparla, seguía cálida y de papel suave. Era real y debía usarla como guía. En parte podía confiarla, pues la entrada estaba veteada de luces por las numerosas farolas que despedían de su oval luces de muchos colores. Inmediatamente recordó que lucía un atuendo acorde a la gala, a propósito, por lo que extendió su mano para alcanzar aquélla cuya luz le tocaba el rostro con dedos verdáceos y relucientes. En seguida, el hada que dormía dentro se despertó, revoloteó con alegría en el interior de la lámpara y salió despedida dando saltos alrededor de Aerón. Lo miró, con un gesto cálido y ojos relucientes llenos de ilusión. - Mi nombre es Luma, te acompañaré al corazón del Bosque Prohibido - su voz era firme y acogedora. Lo abrazó con un sentimiento de seguridad inalienable. Por su parte él, se encongió de hombros, tomó su varita y con sonrisa de autosuficiencia, la siguió.
  18. - Si fuéramos compañeros realmente - ladeó su cabeza para penetrar la mirada de Nathaniel Malfoy, con sus propios ojos. El ambiente familiar que rondaba a la Malfoy había desaparecido en ese instante y Patrick Colt atraía aquéllos sentimientos antagónicos. Casi podría decirse que hasta las aguas del mar eran turbias estando él cerca - sabrías que los intereses mortífagos van más allá que los nexos parentales - Estaba dando explicaciones. Inusualidad descartada. El hombre no tenía la peculiaridad de ser un ente razonable, pero estaba frente a un mortífago a quien no podría liquidar sin antes no contar con las suficientes razones. Y no llevaba máscara: una razón más y su varita sería un estallido de luces con sabor a muerte. - Cualquier persona que se rehúsa a servir a los ideales de pureza de la sangre, es candidato a morir Nathaniel. Y a mi varita no le va a importar aniquilarte, ¿crees que puedes hablarle así al Cardenal de la Muerte? - Estaba intentando hacer el espacio, pero no lo encontraba. Sin darse cuenta, su varita estaba vibrando en su mano diestra apuntando al pecho de Nathaniel, que cubría el cuerpo de Cherryl sin problemas. Sólo podía ver su rostro detrás de quien decía llamarse su padre. Y sin notarlo, también estaba frunciendo el ceño producto de la incapacidad de poder conectarle la muerte a esa mujer de inmediato. A su alrededor, el aire se había detenido y los brotes del frío empezaron a hacer estragos. El demonio quizás era el único capaz de parar ese oleaje de pesadez pues era su propio cuerpo el que despedía toda esa fuerza oscura y negativa. - Apártate ya, demuéstrame lo autosuficiente que eres largándote o tendré que demostrarte de lo que soy capaz por ver derramar un poco de sangre de manera doble.
  19. Los sentidos del demonio se aguzaron de inmediato. En instantes, no sabía lo que pasaba. Sin embargo, estaba claro que aquéllo sólo se producía cuando su magia, esparcida por todo Ottery, le advertía que la Orden del Fénix intentaba ser un peligro. Para el mortífago eso no era nada. Para Patrick Colt levantarse apresurado no le provocaba ni un poco de gracia, era como quitarle a un feroz lobo de sus fauces la presa más carnosa que le hubiesen dado en una vida. Eso era grave, no había dudas. Lo cierto era que más de uno no desearía toparse frente a frente con aquél Mago Tenebroso. Más cuando en algún tiempo la imagen de su rostro circulaba con el título del Más Buscado por toda Inglaterra y, seguramente, ya todos los Ministerios de Magia del mundo sabían esto. Aún así, tomó su varita y se rematerializó en el jardín de la Mansión de la Familia Malfoy. Sin asco, no lo dudó. La capa negra bailaba al compás de la musical brisa y era su cabello marrón el que a penas saltaba detrás del impuro titanio que forjaba la máscara sobre su rostro. También saltaron sus ojos dorados a través de las rendijas del falso rostro de metal, cuando el ex-comandante mortífago logró llegar donde se encontraba Cherryl, quien segundos antes había atraído a Patrick Colt hacia dicha mansión pronunciando la palabra auror; por lo que se completaba la escena con aquél monstruo inhumano frente a la aspirante, presentándose desafiante. - Entonces empieza cazándome, si sobrevives pasaste la prueba para ser Auror.
  20. De pronto, sin poder ver a lo que se enfrentaba, la ceguera en sí mismo hizo efecto. De algún lado del campo de batalla lo habían atacado y él no pudo reaccionar para defenderse. Quizás hubiera podido emplear el silencius en su atacante, sin embargo tras la sorpresa había sido imposible anticiparse. Episkey. Pensó inmediatamente y su vista se curó en el acto del strellatus de Lisa po r segunda vez. Sacudió su cabeza para volver a enfocar su mirada oro a través de las rendijas de su máscara. Y, en ese mismo instante, logró apreciar a Romina Targaryen. No la conocía y quizás no se puso a evaluar a la mujer, lo que sí tuvo para reaccionar inmediatamente fue que Darla había quedado enceguecida por el mismo strellatus de Lisa, a lo que pensó nuevamente en un Episkey para sanar la ceguera de Darla. Las cosas pintaban un poco confusas para el Tempestad, se veía claramente como estaba poco acostumbrado a las batallas desde hacía mucho pero iba a seguir insistiendo hasta matarlos a todos, no los quería ver deambulando por Ottery nuevamente.
  21. Se percató rápidamente de la reacción de sus compañeros. Empezó a ser testigo de los hechizos extraños que algunos manejaban y él desconocía. Cinaede, eso era totalmente nuevo para él y sus efectos aún no los había visto. Mientras analizaba aquello, y sin prestar más atención al hechizo, se descuido por un momento pues su antebrazo ardía como fuego. Era el calor de la batalla y la adrenalina que surgía a partir de ahí. El linaje de la sangre mágica estaba en juego, y cada batalla en la que participaba se lo encomendaba siempre. Alzó su varita nuevamente, buscando el pecho de Madeleine Stark y bramó: -Silencius-. El efecto fue inmediato silenciando a Madeleine Stark de manera irrevocable. No podría emitir palabra alguna en breve, puesto que el hechizo neutral había impactado directamente en su garganta. -Sectusempra-. El rayo verdoso surcó la distancia entre él y la Stark. El pecho de la bruja sufriría esa herida de gravedad intensa, por donde se escaparía su vida a través de la emanante sangre de su cuerpo. Moriría si no se protegía, o sino se curaba de haberle impactado.
  22. La nube negra crepitó de manera atosigante y se desprendió del cielo como si fuera una orden intransigente. Surcó el aire y se encargó de absorber toda la energía de la atmósfera, galopante mancha que se dirigía a un solo lugar: Ottery St. Catchpole. Londres se había zafado por mucho tiempo de aquel ser; el hombre encapuchado que se paraba firme y salía de los gases que se habían estrellado sobre la calle del vecindario. No se detuvo mucho tiempo, y varita en mano avanzó a paso ligero hasta el interior de los terrenos de la Hacienda Tonks donde se estaba librando una batalla como aquéllas a las que estaba acostumbrado. Ladeó la cabeza y apreció el entorno de la batalla, a través de las rendijas de su máscara metálica que cubría cada gesto y facción de su semblante blanquecino. A su paso, las hojas del verdor de aquella hacienda fueron cediendo ante la presencia del Mago Tenebroso que alguna vez ostentó el escalafón de comandante. Hoy en día debía conformarse con el pequeño poder de un tempestad. Y lo iba a saber aprovechar. A diez metros de Madeleine Stark se colocó, alzando su varita hacia ella para aniquilarla apenas pudiera. Sonrió y tuvo un remedio adicional a respirar, observarla fijamente y hacer que de su cuerpo saliera hasta el último litro de su sangre.
  23. Oscuridad. Era lo que había decidido vestir aquél cielo en cuanto las manos negras y putrefactas se alzaron victoriosas frente a su invocador. No importaba la madrugada, ni que con ella el amanecer fuera traído con ella. Ni siquiera la luz verde del hechizo que consumieron fue suficiente para iluminarlas. Eran aterradoras y capaces de consumir todo sentimiento en sus alrededores, prueba de ello la luz verdosa del rayo que hacía su amo surcaba. Aún con estas condiciones, la mujer se mantenía firme. Habló. Justo antes que el séneca empezara a surtir efecto. Escuchó sus palabras cargadas de insolencia. Patrick Colt, inexpresivo, avanzó dos pasos con mirada fija y lacerante. No quitó de ella el enfoque del nogal de su varita, amenazándola tácitamente con la incomodidad dibujada en su cuerpo. ¿Quién creía ser ella para hablarle al Cardenal de la Muerte de ese modo? La única persona altiva, superviviente ante semejante comportamiento había sido @@Lyra Katara Selwyn pues ella le daba al hombre la seguridad que su misión necesitaba. A cambio, él le perdonaba la vida. La requería. Pero ya no tanto como para extenderle a la Ryddleturn aquélla inmunidad. Pero antes de darle caza, debía acabar con Lucrezia. Enseñarle que contra él nada. Que un hilo sería lo único capaz de separarla de la vida y la muerte y que él, Patrick Colt, sería quien lo retirara. En esos momentos, el séneca era casi intocable ante la anticipación que éste le dio al hechizo. Ni siquiera un Finite Incantatem, posterior a la aplicación del efecto, sería capaz de retirarlo. Lo perfecto hubiera sido un silencius para acallarlo y mantenerlo controlado, o quizás un Necromantia Lingua, capaz de revertir la magia oscura con la suya propia. Pero no había ningún hechizo neutral capaz de erradicar la garganta reseca. ¿Qué le haría? Lo pensó unos momentos ante la incapacitada Lucrezia, a quien que avanzó un poco más sin retirar de su rostro la mirada. A su derecha, en una esquina de la sala, una mujer había caído contra la esquina arrinconada contra el miedo. Sus gritos fueron incapaces de lograr que el mortífago desviara el foco de su presa, por el contrario ahora tendría dos. << Quemarlas viva >> pensó inmediatamente. Qué tan delicioso sería ver sus rostros desesperados intentando saltar en medio de las llamas. Se obligó a preguntarse a sí mismo. - Expeliarmus - dijo rápidamente para que un rayo del resplandor de la misma luna abandonara su varita e impactara a Lucrezia. Incapaz de defenderse, el arma saltó por los aires y cayó en la mitad de la distancia entre ella y el mortífago, quien la seguía fulminando radiante - Te voy a enseñar a respetarme sin decir palabras. Le respondió, mientras enviaba contra Lucrezia una serpiente de fuego que se arrastraba por los aires tras la orden de un - Fuego Maldito -, el hombre vio como las fauces de la serpiente de fuego se abrieron y tragaron la cabeza de la mujer quien fue bañada completamente por las llamaradas hasta su abdomen. La carne calcinada de la bruja se desprendía de sus huesos y los huecos de su piel se escurrían derretidos hacia el piso. De no hacer algo, el sufrimiento sería aún peor y moriría por las graves quemaduras.
  24. Patrick Colt

    Nueva cara de El Profeta

    Veo esta encuesta llena de inseguridades. Se cambió para bien, punto.
  25. El cruel sonido de cristales dispersándose regaló a Patrick Colt una sensación de prepotencia. Como sentirse dueño del mundo. Era ese sonido capaz de describir que la mujer había entrado en un estado de descontrol ante el ataque de su arma de nogal. Nadie, jamás en la historia, había sido capaz de pararse frente al Cardenal de la Muerte y volver a respirar un nuevo día. Esa mujer no sería la excepción. Además, ¿Quien se creía ella para osar mirarlo fijamente como lo hacía? La sonrisa en sus labios no se desvaneció, pues tenía poder para conocer que ella no tendría una nueva oportunidad. La luna refulgía con igual furia que hacía unos minutos, e ignoraba totalmente los entes cósmicos que la rodeaban. Sin embargo, de haber sido testigo de aquélla bóveda estrellada, hubiera podido percatarse que los teñidos naranjas que se escapaban del horizonte, traían consigo los retoños del venidero amanecer. De hecho él, de haber sido una persona corriente, habría agradecido el no haber olvidado portar su máscara de titanio, que de buenas a primeras velaba recelosa por su identidad. De igual forma ella debía conocer que no averiguaría de aquel rostro mucho más. El hueso quebrado de su mano causaba un dolor espantoso. Aún así, ella no parecía ceder ante él. Ignorante de los pensamientos de magia curativa de Lucrezia, el mortífago arremetió nuevamente con artes oscuras para encantarla a ella y a su varita, negándole la posibilidad de hablar con un: - Séneca - la orden fue inmediata, solo respondida por ella con una invocación de magia asesina que furiosa viajaba verde hacia su pecho. Todo, como en cosa de segundos, pasó por su mente veloz. La observaba acercarse, su careta se encendió en la luz verde portadora de la muerte, que llevaba hacia su pecho que le obligó a tomar una decisión involuntaria en su defensa. Dos gruesas y grandes manos fantasmales emergieron del suelo, frente a él, topándose y repeliendo aquel rayo que atentaba en su contra; un sectusempra que de haberle tocado siquiera, hubiera causado en su cuerpo una mortal hemorragia. Ahora ella tendría vetada la oportunidad de hablar. Un chance que jamás hubiera permitido perder, que sin embargo, ante un mortífago como al que se estaba enfrentando, no le daba muchas posibilidades a evitar. Ladeó su cabeza, la miró fijamente al rostro marcado por esos rizos dorados como el sol, y se imaginó el gesto inexpresivo y de dolor que quería dejarle en sus facciones al momento de matarla. Sonrió.

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