Gabrielle Delacour

– Creo que está de más eso de las presentaciones y disculpas, querido... Y me alegra verte de nuevo - dijo sonriendo a fin de cuentas ya estaba en clase y era todo lo que le importaba.– Así que empezaremos de golpe, así sin algo que resbale...

Sonrió con picardía y soltó un poco más el cuerpo; el conocerle, así fuera de bastante tiempo atrás, le daba seguridad no tanto en las palabras si no en lo que su cuerpo expresaba.

Eran pocas las veces que la Black dejaba en blanco la pizarra, el tener un lienzo libre le provocaba tener que hacer algo que le arruinara, pero esta vez dejó que su boca fuera la que completara el vacío y no el gis.

– En tus palabras ¿Qué es un lenguaje? ¿Por qué crees que es fundamental? ¿Crees que las plantas tienen el suyo?

Comenzaba, su mente ya había trazado los posibles caminos que el Ravenclaw tomaría y con ello los retos que, según su respuesta le haría pasar a diferencia de sus demás estudiantes. Tal vez eran demasiadas preguntas y sabía que la última le podría sacar de la comodidad pero ¿Qué acaso no se necesitan ideas diferentes para despertar la mente?

@@Keaton Ravenclaw

Nick: Gabrielle Delacour

ID: 4721

Conocimiento: Astronomía

Nivel de magia: 13

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Si aún no llego al nivel me dicen oigan pero creo que ya :V

Idiomas

Por alguna extraña razón la Black se encontraba tranquila. Sentada sobre el escritorio como de costumbre miraba la puerta impaciente, tenía mas del año sin verle y, a pesar de ser antisocial, los encuentros con sus antiguos compañeros le emocionaban; tal vez eran aquellos pequeños momentos de tiempo que había compartido que les sentía como "íntimos", o tal vez que pocas personas se quedaban en su mente.

Había mandado una lechuza temprano a lo que suponía que había tiempo de sobra para que el chico llegara cuando le pareciera conveniente, sobretodo siendo él el único inscrito en la clase.

A pesar de saber que estaban en buen momento la impaciencia comenzaba a dominarla, desvió la mirada a la ventana y calmó su ansiedad, era temprano y era todo lo que importaba.

Sobre el pizarrón la clásica pregunta de siempre "¿Qué es un lenguaje?" y sobre su mente el conteo del reloj.

Su mano acomodó el mechón rebelde detrás de su oreja y sus cabellos terminaron por acomodarse sobre su lado derecho, no tenía mucho pensado, pero como siempre, las cosas salían sobre la marcha, sobretodo conociendo al chico. Regresó su mirada al aula, el frío en el ambiente le estaba haciendo dudar en salir a tomar un poco de sol pero se mantenía aferrada a la orilla del escritorio haciendo mover sus pies en el aire, infantil como siempre.

Y ahí estaban, casi podría decirse que corrió al encuentro con las chicas.

– ¡Por Melín Mujeres! Me tenían rezando a cada mago, brujo, animal y bestias pero veo que ya regresaron a salvo.

La bolsa con la botella ya era lo de menos, las chicas estaban de regreso y había que continuar con la lección, agradeció inclinando levemente la cabeza y sonrió a ambas. Caminó hasta el escritorio y dejó el presente sobre ella, sacó del cajón una caja pequeña, la última y decisiva, le puso en la mesa y un brillo de desafío se dibujó en sus ojos.

– Asumo que gracias a este viaje aprendieron lo más importante: Observar y comprender. Puedo apostar que no sabían el idioma del todo pero lograron comunicarse y sobretodo comprender lo que querían decirles.

Posó sus manos en el escritorio y se sentó cruzándose de piernas e inclinando un poco el torso. De cierta manera le apasionaba hablar sobre el tema.

– El punto en Idiomas no está en saber de memoria palabras y frases, está en comprender el lenguaje tanto corporal como la vibra de los demás.- un tanto romántica aquella explicación pero tenía algo de sentido. Volvió a sus alumnas y sonrió para soltar la bomba.– Ahora ¿Podrán comunicarse con cualquiera?

Sí, cualquiera. Alzó la ceja y señaló rápidamente con la mirada la pequeña caja.

– Adentro está un translador, les llevará a orillas del lago. Tendrán que traer el nombre de al menos dos sirenas o cualquier criatura marina, en vista de que ambas hacen buen equipo pueden hacerlo juntas o cada una por su lado.- sonrió a ambas.- ¡Adelante mis pequeñas!

@@Dennis Delacour @

Tenía tiempo desde que había desaparecido varios de sus alumnos; la Black decidió que mientras esperaba alguna novedad esperaría el tiempo adecuado afuera del aula tratando de calmar su repentina ansiedad al ver la tarde caer entre las paredes de la Universidad. Sus brazos se cruzaron debajo de su poco pecho y les presionó contra sus costillas, estaba un poco nerviosa, se sabía.

Siempre le ponía un tanto impaciente el tener que dejarles solos por el mundo pero la mejor manera de aprender era enfrentar las cosas de frente. Ella más que nadie lo sabía.

Levantó la mirada y soltó un suspiro ¿Les faltaría mucho? No era desconfianza, era esa extraña actitud de "Mamá Gallina" que sentía con cada uno de sus alumnos. Volvió a bajar la mirada y se clavó en el salón de clases ¿Faltaría mucho?

Sólo faltaba el final, aunque posiblemente sería "pan comido" para quienes regresaran de la primer lección práctica.

HOLIIIIIIII!!!!!!! Vengo a dejar un pedido.. Gracias <3

ID: 4721
Nick: Gabrielle Delacour
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Fecha: 2019- 01 -12

Objeto: Pensadero
Puntos: 40 P
Precio: 2000 G

Objeto: Moto Voladora
Puntos: 80 P
Precio: 4000 G

Total de puntos: 120 P
Total de Galeones: 6000 G

Fijó la mirada en la primera que había decidido participar y asintió levemente con la cabeza, la mayoría de sus compañeros comenzaron a complementar la definición. Sonrió a los recién llegados y negó con la cabeza tratando que entendieran que aquello no tenía importancia, les escuchó y, a pesar de haber llegado con atraso, el último chico había logrado terminar la definición.

Al menos tenían el conocimiento necesario, sabían las bases y eso le tranquilizaba, de ahora en adelante la mayoría del conocimiento sería tan solo práctica.

– Exacto, tal y como cada uno dijo la finalidad es la comunicación. Pueden ser un conjunto de palabras, gestos, señas, signos, el objetivo es transmitir.

La mirada de la Black se desvió por escasos segundos a la ventana, era temprano y, al juzgar por la luz era casi medio día. Perfecto horario para el siguiente punto dentro de su agenda.

De un salto se bajó del escritorio y sacó del escritorio tres cajas, cada una contenía un destino diferente: Las orillas de El Cairo; Lyon, Francia y Varsovia. El objetivo era el mismo: Bebida. Su mirada se volvió hacia los alumnos y una media sonrisa se dibujó en su rostro, ahora aprenderían a llevar a cabo lo principal de la lección: Comunicar.

– Tal y como dijeron, tenemos que comprender o dar a conocer un mensaje; para poder comprender los Idiomas tenemos que estar atentos a cada uno de los gestos, señas y comportamientos de quien nos quiere transmitir el mensaje...- cerró los ojos tratando de no perder el hilo, palabras de más y eso podría alargarse.– Cada caja contiene un destino diferente, aprovechando que son varios me gustaría que formaran grupos y de esta manera entre ustedes pueden ayudarse y complementarse.

Un poco más fácil a su punto de vista ¿Cierto? Sabía que quedaría tal vez una caja sin elegir pero aquello era lo que menos le importaba.

– Su única misión es encontrar la manera de traer una bebida de allá y regresar al aula, que al regresar les tengo el examen final. No importa si la bebida es típica o no y no quiero trampas, no vale si van al callejón a comprar algún té, lo sabré.- levantó la ceja desafiante pero de inmediato sonrió.– Bueno ¿Listos? Go!

@@Dennis Delacour

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@@Kutsy Stroud Lenteric

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ID: 4721
Nick: Gabrielle Delacour
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Fecha: 2019-12-05

Poción: Felix Felicis
Puntos: 160 P
Precio: 9320 G

Total de Puntos: 160 P
Total de Galeones: 9320 G

Deseo que lo de Adrian sea una mala broma
Deseo que Adrian esté vivo
Deseo que esto sea un mal sueño
Deseo que esto no duela tanto

Deseo... en verdad deseo que sea un mal sueño... un malentendido...

Idiomas

Por más que el día fuera perfecto ella prefería la primer lección en el aula. Había llegado temprano para poder escribir las preguntas sobre la pizarra y dejar sus cosas en el escritorio; no era de llevar bolso o algo similar pero el tan solo dejar la capa de viaje encima y poderse subir cual niña era parte de su rutina.

Por las ventanas podía colarse la luz del sol haciendo que aquella fría aula fuera un poco más cómoda y menos tétrica a su gusto, aunque eso quedaba en segundo plano ya que, a final, tan solo durarían unos minutos dentro.

¿Faltaría mucho?

En su cabeza tan solo repasaba de manera exacta el segundero del reloj. Se cruzó de piernas y sus manos sujetaron fuerte la orilla de la mesa, ella misma parecía la alumna con aquella actitud tan infantil; aquel día había tomado una falda a cuadros grises y una camisa blanca, un vil y sencillo uniforme escolar. Tan solo faltaba el moño al cuello.

Y mientras pensaba en dejar el tiempo correr, los alumnos habían llegado.

– Bonjour, mi nombre es Gabrielle Delacour y soy su profesora de Idiomas- dijo sonriendo, enderezó la espalda pero seguía firme en quedarse sentada sobre el escritorio.– Son, bueno, bastantes. Aprovechando que cada uno tendrá diferente punto de vista quiero que respondan la pregunta en el pizarrón ¿Qué es un lenguaje?

Miró a los chicos y complementó.

– Me gustaría que lo respondieran de manera personal, es decir, para ustedes ¿Qué es? ¿Para qué? ¿Qué importancia tiene?

@@Dennis Delacour

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@@Kutsy Stroud Lenteric

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Había estado a escasos segundos de entrar por esa puerta cuando le notó. El solo hecho de verla le hacía palpitar el corazón de manera acelerada y aquel enojo que sentía de inmediato cayó al piso junto con sus ganas de regañarla debido al retraso.

Cerró los ojos al momento del contacto con sus labios y respiró su aroma por escasos segundos, le miró a los ojos y la tranquilidad invadió su cuerpo ¿Cómo le hacía? No, no era el que fuera su misma sangre, era toda ella... Ella.

– La verdad el tema me viene importando poco.- dijo restándole importancia, ahora lo único que le importaba era sacar la nota e irse.– No existen las malas decisiones Mahia y no es como que me interese.

Desde su regreso, Gabrielle había comenzado a tomar las cosas de manera más fría. Ya no era la misma chica infantil que se dejaba llevar por las emociones, el quedarse viuda y el tener que pensar las cosas para el resto de la familia le había hecho madurar de una manera impresionante, sin contar de que posiblemente el apellido estaba siendo ahora parte de ella ¿O era el puesto?

Asintió y dejó que su prometida le guiara (como de costumbre) y recargó su cuerpo en ella sintiendo seguridad al tenerla cerca. Vieron el portal que conducía a donde se llevaría la celebración y la Delacour no pudo evitar rodar los ojos, era más que obvio que la celebración se llevaría en otro lugar lo que solo quedaba el hecho de tener un vertiginoso viaje de 2 segundos.

Y así había sido.

El lugar se veía de ensueño en aquel paisaje nevado; por más que a la francesa le gustara el frío para ella eso ya era más que suficiente. Sus ojos ce clavaron en la decoración y de nuevo giró el cuerpo hacia su hermana.

– Solo hago la nota y nos vamos, no es como que tenga todas las intenciones de quedarme a charlar.- le miró a los ojos y pasó su mano por la mejilla de su hermana.– Te he extrañado...

De inmediato desvió la mirada, detestaba sentirse vulnerable, besó sus labios y recargó su cabeza en el hombro de su prometida.

@@Mahia Black

Por última vez pasó su mano detrás de la oreja del Matagot, debía dejarle por un momento y, por más que quisiera llevarle con ella debía proteger a los demás de su carácter. Suspiró y miró a los ojos a la pequeña cría negra, sus ojos azules se quedaron fijos en la ojimiel, implorando.

— Non, je dois partir mais je va retourner bientôt...

Le pesaba dejarle siendo tan pequeña y más teniendo en cuenta su carácter agresivo pero tenía que hacerlo. Rodó los ojos y se levantó de la alfombra; Psicosis apresuró a volar para posarse sobre su hombro izquierdo tratando de puntualizar su jerarquía, siendo el primero de la semi veela él se sentía líder de la manada y con el derecho de mantenerse a su lado siempre. Cosa que la Black no le negaba.

Había decidido tomarse el día libre, tenía compras que hacer y tenía meses dejando de lado el asunto de la boda, llevaba unos jeans y una sudadera que evidentemente le quedaba grande, parte de su antiguo "uniforme" de accidentes. Cerró la puerta con cuidado y sacó su varita apuntando a la cerradura para evitar que alguien entrara.

La mente daba vueltas a la lista de deberes y poco a poco bajaba la escalera, su pequeño conejo ahora descansaba dentro del gorro de la sudadera tratando de protegerse del frío. Comenzaba a ganarle el hambre pero aquello no era parte de sus prioridades.

— Te hacía dormida...- dijo sorprendida de verle en el sillón y apresuró sus pasos hasta sentarse en el piso, justo a lado de ella; besó su mejilla y apartó sus labios no sin antes darle una pequeña mordida.— ¿Para qué te levantaste si no tienes trabajo? Lo que daría por un poco de paz...

ID: 4721
Nick (con link a la ficha): Gabrielle Delacour
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Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): ---
Nivel Mágico: XII
Fecha: 2018-12-21

Criatura: Unicornio
Puntos: 80 P
Precio: 4000 G

Criatura: Thestral

Puntos: 80 P
Precio: 4000 G

Total de puntos: 160 P
Total de Galeones: 8000 G

gracias!!!

Gabrielle Delacour

Directora de "El Profeta"

Había llegado a los territorios de los Black Lestrange, esperaba cruzada de brazos en la puerta principal; el resentimiento que sentía por dentro era lo que más le tenía tensa: El saber que su hija estaba festejando su primer año de matrimonio y enterarse por medio de una solicitud de su trabajo.

¿Y cómo negarse siendo ella la misma directora?

Rodó los ojos, aún estaba inquieta; en un arranque de prudencia había logrado convencer a su hermana y futura esposa de que la acompañase a la reunión, dos pájaros de un tiro: Su deber como directora y pasar un poco de tiempo de calidad con su prometida.

Había decidido llevar por primera vez en mucho tiempo un vestido de color rosa viejo con pequeñas aplicaciones de oro. Se encogió de hombros haciendo que la capucha de su abrigo le cubriera un poco más el rostro.

Le incomodaba esperar pero no quedaba más, su pie golpeteaba impaciente el piso haciendo que el sonido del tacón hiciera eco, se recargó en una de las paredes y sus ojos miel se quedaron clavados con enfado en el camino.

@@Mahia Black

– Creo que es hora de dejarte...

Gabrielle venía jugando por minutos con una pequeña bola negra, como si fuera una pequeña niña, estaba sentada de piernas cruzadas en el piso; Psicosis se mantenía indiferente ante los juegos de su dueña y miraba a su "hermana" entre las piernas de la Delacour. Solo los gruñidos de la mitad veela y los de su nueva mascota cortaban la tranquilidad de la biblioteca de su padre.

Había mantenido en una caja a aquella criatura, alejada de su hermana y del resto de la familia; sabía que aquello era ilegal pero poco le importaba, venía desde francia y, por extraño que pareciera, deseaba una pequeña parte de su país cerca de ella. Como si fuera aún más extraño aquella bola negra mantenía la apariencia de un gato; para ser exactos era una pequeña cría de Matagot en forma de gato, sus ojos azules brillaban cada que la Delacour hacía mover su mano tratando de que jugueteara con ella.

No era del todo peligrosa, o al menos era lo que le habían dicho, pero la Black no se dejaba engañar. De niña les había oído mencionar a su madre, cultura francesa o simple leyenda, pero ahora que tenía uno había decidido estudiar un poco mas metiéndose de lleno a la biblioteca de Fernando Black. Si es que Orión había dejado algún libro sin robar.

– Y ahora ¿Qué nombre te pondré?- Comentó curiosa mientras la pequeña cría palpaba su mano con una de sus patas intentando cazarle. - Y sobretodo cuánto tiempo podré tenerte aquí sin que causes algún daño.

Psicosis levantó la mirada, conocía a su dueña y Gabrielle solo soltó un bufido, ella también le conocía a él.

– No me juzgues, sabes que me encanta la adrenalina ¡Ve dónde terminé! Con un esposo licántropo difunto y una prometida vampiro...

El pequeño gato comenzó a ronronear en el momento en el que la francesa acarició detrás de su oreja y su pequeño conejo estornudó furioso, no le gustaba para nada el compartir pero venía haciéndolo desde que regresó su dueña. Primero la prometida, luego la husky y ahora aquella cría.

– ¿Ana? Tienes cara de Ana.- Alzó la ceja y sonrió con malicia.- Aunque no combina con Psicosis.

Sintió una pequeña patada en su muslo y su mano acarició la cabeza de su celoso animal; la mayoría de sus mascotas contenían cierto interés en la psiquiatría a excepción de Nella, pero le gustaba el nombre, le quedaba a la pequeña gata negra de ojo azul.

* Camino con miedo cuz pues perdida *

Yo vengo a anotarme así que ya saben a lo que se atienen conmigo aquí adentro que tengo cantidad de imagenes e ideas de memes que tengo que cuidar que en verdad cuiden eso de no hacer spam y que sea justo y demás el callejón.

ANOTENMEEEENNN!!!

El tiempo pasaba ¿Qué tan difícil era el encontrar un chocolate en aquel lugar? ¿Y si su hija se encontraba en apuros? La Black estaba más que segura que su hija estaba bien pero no podía contener esos nervios de madre, más siendo Akiza su primogénita.

Temía el moverse del lugar por aquello de que no le encontrara de nuevo por lo que se sentó en la banqueta a esperar que regresara. Su pie jugueteaba inquieto haciendo ritmo en el concreto pero su mente seguía en aquel ciclo de preocupación hacia su hija mayor.

La voz de Akiza le hizo levantar de inmediato la mirada y se levantó de golpe.

- F*ck yeah.- dijo sonriendo mientras tomaba el chocolate y le abrazaba con orgullo.- Puedo apostar que tu trabajo te costó pero aprediste algo importante: Señas, gestos e interpretar a las personas ¿Cierto? De eso se tratan los idiomas, no es tan necesario aprender a la perfección cada uno de ellos si no abrir la mente y los sentidos para poder comprender lo que el entorno te da cmo pistas.

Le volvió a sujetar del brazo y caminó con ella a su lado casi obligándole a seguirle los pasos. A lo lejos los Alpes eran más que majestosos y el clima dejaba poco que desear, el poco frio que se sentía era más que agradable aunque, cayendo la tarde, el clima pudiese tornarse un poco más brusco.

Detuvo sus pasos al llegar a un prado. A lo lejos se podía observar un pequeño bosque por lo que Gabrielle volvió la mirada a su hija.

- Sé que es demasiado, que posiblemente termines perdida, pero no solo los humanos nos comunicamos.- ¿Se estaba pareciendo a su hermano con tanta metáfora? Rodó los ojos por instinto y continuó.- Así que tu desafío es llegar a una pequeña casa que hay en el centro de ese bosque, ahí te encontrarás una caja en la entrada, caja que contendrá tu traslador para regresar al aula. Utiliza a los posibles animales que te encontrará, no, no estoy hablando de crque te sientas princesa y cantes para pedir ayuda, si no puede que algunas criaturas mágicas puedan ayudarte.

Arqueó la ceja y volvió a tratar de ahuyentarle.

- Espero que regreses que en dos días nos casamos Mahia y yo... ¡Suerte!

- Exacto.. Es cualquier cosa que puea expresar lo que quieres dar a conocer, así sea un simple gruñido.

Había dejado que su hija se explayara respondiendo las preguntas y al parecer, a pesar de lo despistada, tenía noción de lo que venía a aprender. Sus pies comenzaron a moverse impacientes en el aire, su mala maña de sentarse en el escritorio era algo que, incluso teniendo a Apolo de compañero, no podía evitar.

Clavó la mirada en la rubia y sonrió un tanto complacida ¿Sería prudente dejarla ir? Al ver el salón y los ocupantes prefirió dejarse llevar por su instinto y tal vez acompañar a su hija, las cosas con los dos magos parecían intensas.

- Creo que estaremos un poco más seguras en otro lugar.

Dicho eso se levantó de golpe y avanzó decidida a la Black, le tomó del brazo y metió su mano en el bolsillo abriendo con sus dedos la caja donde llevaba el translador.

Tras una ráfaga de sensaciones aparecieron ambas a la mitad de un callejón desierto; los carteles que le adornaban indicaban que habían llegado a Suiza, uno de los destinos preferidos de la Black, el comer (aunque no pareciera debido a su casi anímica figura) era algo que gozaba, más si se trataba de postres.

- Tu misión será conseguirnos chocolates y, si logras hacerlo, nos adentraremos en el bosque; tengo ganas de ver qué tal diplomática eres con las demás criaturas porque ¿Sabes? No solo quiero abarcar el área humana...

Aún sujetando a Akiza del brazo caminó hasta llegar a una calle un poco más poblada. Los alpes podían verse al filo de los techos de las casas; era una aldea sencilla pero una de donde la Delacour apreciaba más, no tanto por el chocolate, si no por la vista y el ambiente tan tranquilo.

- Es hora... Ve, anda ¡Shu! ¡Vuela libre!.- dijo moviendo los abrazos como quien ahuyenta una paloma molesta.- Y recuerda: Gestos, señales...¡Todo!

– La verdad no lo creo.

Aquello era cierto, las clases habían empezado más tarde que lo inusual pero no le había dado la importancia. Ni siquiera prestó atención al nombre de su única alumna por lo que el escuchar la voz de su hija en el aula había sido más que sorpresa; le miró de abajo hacia arriba y sonrió incrédula.

– ¡Vaya! Pensé que ya te habías perdido, si te soy sincera no creí que llegarías.

O tal vez sí había dado una hojeada a la lista. Miró de reojo a Apolo y sonrió de medio lado, sabía que tal vez su antiguo alumno y profesor tomaría otro rumbo mientras ella seguiría con lo usual en la clase.

Apretó el puño y su varita se materializó en su mano, apuntó al pizarrón y el gis comenzó a escribir las preguntas escenciales de la clase, clásicas, las bases de todo lo que vendría.

– No sabes el gusto que me da tenerte aunque sea como alumna, hija.- sonrió sincera y miró de manera fugaz el pizarrón para comprobar que el trabajo estuviera hecho.- Me gustaría que me respondieras esas preguntas antes de iniciar el trabajo pesado.

La Black miró curiosa a su hija, deseaba apresurar las cosas para poder pasar un rato junto a ella. Parte enseñanza... Parte momento de madre e hija.

@@Akiza Ravenclaw H.

Idiomas.

De nuevo en el mismo salón, otro mes, otra cátedra y otros alumnos, necesitaba el dinero y ahora más que nada. Podría decirse que corrió hacia el escritorio a dejar sus cosas y miró el reloj del aula acalorada ¿En verdad era tan tarde? Y si acaso lo era ¿Dónde estaba su compañero?

Tratando de recuperar el aliento se acomodó sus cabellos en una trenza y le dejó sobre su costado derecho; vestía sencilla: un pantalón negro ajustado y una camisa azul que hacía juego con su anillo de compromiso. Y aún nada.

El tiempo corría, conocía a la que sería su alumna y su compañero de aula, aunque posiblemente decidiera cambiar la ubicación de la misma. Miró impaciente la puerta y sonrió sincera al verle.

– ¡Profesor, que alegría verle! Decidí empezar en el aula, sé que... Tienes otros métodos de enseñanza pero preferí un punto medio para el encuentro con los alumnos, espero que no sea inconveniente...

@@Akiza Ravenclaw H.

@@Apolo Granger

Arqueó la espalda deseosa y clavó fuertemente sus manos en hombros de su hermana. El deseo era fuerte pero sus ganas de j*derle el momento eran muchas más ¿Cuántas veces le había dejado más que a la mitad? Ahora le tocaba a ella morir de hambre unos días.

Pero era casi imposible resistirse a ella. Separó un poco más las piernas y soltó un gemido al sentir sus labios ignorando por completo sus palabras ¿Qué importaba si estaban o no casadas? ¿Qué importaba el perder un poco el orgullo y solo dejarse llevar por ella? Sus manos sujetaron con fuerza sus hombros y mordió su labio inferior tratando de no soltar un gemido.

– Basta...

Y la puerta les había salvado.

– Mahia...- su respiración delataba las ganas de ignorar a su sobrina y tapó sus labios con una de sus manos al dejar escapar un gemido.– Basta...

No sabía si aquella visita era más que un alivio que maldición.

– ¿Si? - se separó un poco de su hermana y le miró a los ojos cargada de lujuria, detuvo su rostro con ambas manos y le besó acariciando sus labios con la punta de su lengua antes de despegarse.– J'arrive Maida...

ID: 4721
Nick (con link a la ficha): Gabrielle Delacour
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Fecha: 2018-09-27

Poción: Veritaserum
Puntos: 160 P
Precio: 8000 G

Poción: -
Puntos:-
Precio: -

Total de puntos: 160 P
Total de Galeones: 8000 G

-He de admitir que pensé que no llegarías... O sobrevivirías.

Dio el último bocado a su pastelillo y extendió la mano al ver que la Lestrange daba a l anillo que le había mandado localizar. Le observó en su mano y sonrío a la chica.

El idioma debajo del mar pensaba que le sería de dificultad a la joven pero pareciera que solo quedo en el pensamiento.

Guardo el anillo en uno de sus bolsillos y su mirada se clavó en su alumna, un buen reto y había sido más que sencillo para ella.

- Pues no queda más que decirte que estás aprobada... Fue un placer, ahora a cambiarte a tu casa antes de que agarres algo más que un resfriado.

¡Vaya que la chica era rápida! Gabrielle abrió los ojos de par en par cuando en menos de los 10 minutos la chica había comprendido las cosas saliendo con el motín en manos. Sonrió de medio lado y soltó un bufido, la chica tenía tino pero quedaba comprender aún otro tipo de detalles.

— Puedo suponer que eres buena con la lengua.- levantó la ceja un complicidad y trató de contener sus ganas de continuar con el doble sentido, tomó los postres que le había conseguido y dio un pequeño sorbo al café.— Amargo y caliente, tal como me gustan las mujeres...

Y calló sus palabras.

Frente a ellas una multitud de personas se encontraban celebrando; las fiestas típicas del pequeño pueblo eran más que evidentes y la gente aprovechaba para vagar a plena luz del día en estado de ebriedad. Entrelazó de nuevo su brazo con el de Dánae y, tomando a sorbos su café, caminó tratando de dar un poco más de cátedra sin sentido.

— Como pudiste notar, los idiomas son primordiales, no solo para poder tener algo de comida, si no para comunicar lo que quieres y cómo lo quieres... Pero también los gestos, dibujos y símbolos son parte de ese lenguaje.

No era tan sin sentido lo que decía pero a estas alturas era solo palabrerías. Un par de chicos pasaron a lado de ellas a lo que la Black soltó un "Bonjour" seguido de una mirada gélida, digna Black, y continuó sus pasos sin prestarles atención.

Parecía que era medio día al juzgar la posición del sol y al fin estaban el puente Lafayette. Las pocas nubes ayudaban a que el clima fuera tolerable debido al poco viento que corría; detuvo sus pasos justo a la mitad sin importarle las personas y dejó el motín en la orilla del puente.

— El idioma de los humanos es sencillo: Buscas un patrón, gestos y, como entre nosotros nos comprendemos, es demasiado sencillo. Pero el verdadero reto viene cuando no sabes de dónde viene todo el desastre que estás oyendo ¿Cierto?

A este punto la chica ya debía haberse dado a la idea de a dónde iba la Delacour a lo que solo prosiguió sus palabras con la mirada fija en el Río.

— Tienes que entrar y buscar a Marcus, sireno... Es tu examen final. Es un "viejo amigo" que deberá entregarte una argolla.

"Amigo" denotada con cierto rencor, había tenido la dicha de haber sido secuestrada por él hacía años atrás y ahora era momento de que le regresara al menos algo de la dignidad que había perdido al haber estado atada por un rato.

Tomó un ligero sorbo de café y pellizcó uno de los panecillos de chocolate, la cosa se pondría interesante y era una lástima el no querer entrar al agua a ver el espectáculo, pero los ríos franceses y ella no se mezclaban, no por ahora. Regresó la mirada a su alumna y señaló el agua.

— Tic... Tac... Tic...

@

– Solo para que quede claro ¿Es un sí?

La sonrisa en sus labios era imposible de ocultar al igual que su asombro ante la emoción de su hermana. Sostuvo su rostro con ambas manos y apresuró a robarle un beso antes de despegarse por completo, al fin serían solo ellas, tal vez contra el mundo pero aquello era lo que menos le importaba.

Tiró la caja después de tomar el anillo y deslizarlo por el dedo de su novia, mordió su labio inferior y volvió a levantar la mirada para clavarla en ella; era inevitable el sonreír cada que sus ojos se clavaban en los azules de ella... Ella, ella siempre. Tan solo desvió un poco su atención para mirar el contraste de las dos sortijas, tal como ellas: Se complementaban sin saber.

No sabía cuánto había durado entre sus brazos pero al sentirla alejarse le detuvo de la cintura tratando en vano que su cuerpo se despegara de ella. Su respiración delataba el deseo que tenía acumulado y su mirada podía desnudarle con tan solo clavarla en su hermana; reprochó el sentirla lejos y frunció el ceño.

—¿A casa? ¿Quieres comerte a la novia antes de la boda?

Aquella sonrisa en sus labios era casi desafiante y detuvo su mentón con su mano derecha atraiéndola hacia ella, se detuvo a escasos centímetros de sus labios y les rozó con los suyos para después separarse un poco y retarle.

También la deseaba, también extrañaba tenerla en sus manos, bajo ella... La amaba más que a nadie. Pero era más sus ganas de juguetear con ella que su propia "hambre".

— Mahia Black ¿A caso no quieres llegar casta y pura al matrimonio?- bajó lentamente su mano por el cuello de su hermana, hizo presión en su pecho cuando bajó un poco mas hasta detener su mano en la entrepierna de la rubia.— Digo, porque si acaso no quieres podría ayudarte...

Su mirada estaba fija en los ojos azules de su hermana; presionó un poco más y con su mano libre le posó sobre su cuello. La tensión sexual entre ambas era casi palpable y volvió a rozar sus labios con los de ella.

— ¿Y? ¿Casta y pura hasta el matrimonio o nos casamos de una vez?