Sunar PBT

Pikomi, elfina de la entrada al Parque Witch y la sección de los Juegos mecánicos. El parque no tenía intención de hacer un cambio de horario, pero ella necesitaba descansar. Sabía que los dueños no eran malos amos, ya que casi siempre se mantenía el personal rotando para que todos tuvieran sus horas de descanso. La elfina le gustaría estar más en la noche que el día. Los días era mucho más ajetreados que las noches, aunque los fines de semana era una locura. Pasaron varios grupos de amigos, amigas, familias y hasta parejas. Un diversidad de personas. Altos, bajos, regordetes y delgados. La impresión era por los jóvenes que entraban con ropas extravagantes y multicolores en sus cabelleras. - Si señor, pase - entregó el boleto. Luego de un rato, por poco un chico @ entra sin pagar. La elfina tuvo que corretearlo. - señor... señor... ¡Señor! - gritó. El jovencito la mir´y se dio cuenta que debía dar el pago. - Gracias - con una mueca por hacerla correr como pollo -ave que consumen los muggles xD- y así lo dejó andar como una persona "legal" por el parque.

Raizor, elfo doméstico de Sunar La conciencia le culpaba de ser un elfo desleal, de no haber informado de su salida a los amos. Ellos pasaron por una situación muy peligrosa y no estuvo allí por si algo pasaba. Que diría la ama si supiera que no estaba cumpliendo su labor, la que le encomendó antes de irse. Rápidamente regresó, lo más pronto que pudo. No obstante, al pasar al interior del establecimiento pudo percatarse que no estaban solos los amos. Unas brujas y un elfo las atendía. - Y éste qué hace aquí - pensó el viejo elfo mientras se acercaba hasta donde las féminas se encontraban - Buen día señoritas, Raizor por fin ha regresado para atender a los clientes que requieran de atención en la Tienda. - explicó con voz tranquila pero mirando en dirección del elfo con ellas.

http://i.imgur.com/RicDrFX.png Los elfos fueron muy detallados en las tareas que ella estaría realizando en ese sitio. Y claro que debían ser muy exigentes porque se trataba de la primera impresión que tendrían los clientes que entraría a usar las instalaciones de hotel dentro del Parque Acuático. - Si, lo haré - pero dentro de ella, la sola idea de estar cubierta era repugnante. Si quería seguir vagando por un sitio a donde ir, por el dinero que le ayudaría a conseguir más ropa que le gustaba y comida, entonces ese no era el lugar adecuado. Lizzy no quería estar pensando a cada segundo que paso dar, y aunque no estaba contenta, debía procurar aguantar todo el tiempo que pudiera. Quería llorar. - Por supuesto - contestó cuando le presentaron un traje que usaría para la atención a los huéspedes y visitantes. No obstante, una elfina le dijo algo al oído del elfo jefe, y este la miró fugazmente y chasqueó los dedos. - Le permitiremos usar estos - señalando - de jueves a domingo - terminó diciendo esperando que no le hiciera ningún "arreglo". - Si entendió todo, puede comenzar ya. Luego se le dirá qué habitación puede ocupar mientras se encuentre trabajando y su horario de comida. - agregó antes de darse la vuelta y desaparecer. Un suspiro salió para desaparecer en la nueva vida que emprendería como una simple empleada. No tenia más opción que hacerlo.

Off: Después de tanto tiempo xD Y será bueno http://i.imgur.com/RicDrFX.png Fueron como días (en realidad semanas), lo que pareció recorrer desde la entrada del parque hasta que se cruzó con el buen mozo chico de cabellos rojos como la sangre que fluía por sus venas cuando lo veía. - Si que es difícil ubicarte - expresó sin temor a parecer muy confianzuda con el chico familiar de la dueña de la lechucería donde lo conoció. Sonrió de forma pícara porque así le provocaba comportarse con el chico, tal vez le hacía sonrojar para entretenerse un poco. Sin embargo, una mujer se acercó para romper el encanto. Se quedó pensativa sobre la relación que tendría con esa fémina (Heliké). No le gustaba compartir sus juguetes. Y menos si alguien ya jugaba con él. Torció su boca en una mueca cuando la mujer se apartó, lo que hizo que se le erizara los vellos de su cuerpo por el enojo. - ¿Y ahora tiras de mí? - moviendo bruscamente su mano para zafarse. Y luego de eso, pretendía llevarla como si nada pasara. Pues Lizzy no era muy amigable cuando tenía intéres en alguien y ese no le prestaba la atención que quería. La voz de la rubia pareció como si fuera una novia a punto de montarle una escenita. Pero igual el joven pelirrojo la llevó al hotel. ¿Qué pretendía hablar allí con ella? - ¿Visitantes? - lo miró como cuando un niño mira a su madre porque no quiera hacer lo que le dice. Todo fue rápido, aunque ella comprendió muy bien lo que debía hacer. Y no fue hasta el momento de dejarla que debía aprovechar la oportunidad. Justo antes de retirarse el joven lo tomó del brazo, le agradeció su ayuda y le plantó un beso en su otra mejilla. No pensaba dejarlo ir así nada más. Si iba a buscar a la otra, al menos estaría en su cabeza, el último beso. Y la joven Housepiek se encargó de hacerles una preguntas a un elfo que pasó por allí.

Hola @ Pues me alegra que te haya gustado nuestra bella familia. El padre que dices, si te acepta, pues debería venir a dejarlo oficial. Ya que así se puede saber para cuando se logre actualizar el primer post. Yo no puedo prometer rolear mucho en la Hacienda, porque los estudios me tiene muy alejada de aquí. Pero puedo hacer un rolcito en la semana para que puedas ir moviendote por la casa y así que nuestros pj's se conozcan. Y si tienes preguntas, te invito a hacermelas por mp, ya qu te informo que aquí no podremos charlar. Se consideraría spam, y no quiero que te suban advertencia. Como dije antes Antoni, mucho gusto en tenerte y espero poder rolear contigo en algún momento. Y leyendo. Ya vi que roleaste, te haré un minirol pero no te podré contestar hasta final de semana. Si no te importa esperarme, claro.

Raizor, elfo doméstico de Sunar - Sería bueno que dejaran de tener objetos extraños y peligrosos en los negocios de la tía de la señorita - parloteó Raizor en el cuarto piso mientras limpiaba unos anaqueles. Desde que pasó el episodio del espejo, ni se acercaba al sitio donde los amos lo guardaron. Era mejor estar lejos de algo muy feo o peligroso. Llegó a la tienda con esperanza que la ama fuera si tenía la oportunidad de pasar en su regreso a casa. Los elfos que la conocían comentaban que ella pronto estaría de nuevo por la casa, y los negocios de la familia donde siempre se le veía. El tiempo que se tomó para aclarar sus sentimientos, desde la tercera partida del padre del pequeño, la agotaron mental y físicamente. Y escuchó una voz. Apareció en la entrada del local buscando al emisor de tal grito. - Amo Matt, ¿Cómo esta? - saludó con una reverencia y sin dejar de pensar en que le hubiera gustado que fuera la ama Sunar. - Estuve limpiando la zona de pociones, pero creo que hay que decirle a la ama Sagitas que los calderos de bronce se nos acaban. - comentó Raizor.

Argentus Potter Black La tía no le decía nada y quería saber. El niño posó sus ojos color avellana en el rostro de la pelivioleta. Buscaba una respuesta a la historia que le contaba y que no le dio en el tiempo que se encontraban allí. El peliazul no era de ser paciente. En casa muchas veces sacaba de sus casillas, a los elfos que lo cuidaban, más a Raizor y Simyni. Aun así sobrellevaban la inquietud que el chico presentaba cuando su madre no se encontraba cerca. - ttia - llamó el pequeño Potter Black a Sagitas que no había pronunciado palabra alguna desde hace un rato. Pero la repentina presncia del lobo del tío, una mujer(Heliké) y el tío Matt mismo, lo distrajo de su insistencia con la matriarca de la familila Potter Black. Hasta que observó la presencia de otro niño. Otro infante con una característica física parecida a la suya. El cabello de ese niño era del mismo color que el suyo. Argi se levantó caminando hacia el recién llegado, dejando atrás a los adultos parlanchines y mudos. - ola - lo saludó sin levantar la mano porque inspeccionaba atentamente al "nuevo" (Akira).

http://i.imgur.com/RicDrFX.png Miró varias veces a la elfina que se encontraba cobrando unas entradas a una familia, y al desocuparse la elfina la miró de pies a cabeza. La rubia no reparó en hacerle saber por su expresión facial que no le gustó para nada la mirada inquisitoria de la elfina. – Pues, si, buscó a ese hombre – replicó en un tono molesto por la demora de su respuesta. Pero se dio cuenta que también debía explicar un poco para que resultara la búsqueda. – El señor me comunicó que aquí podría encontrar trabajo y por eso vine a hacer una entrevista – solo faltaba que le preguntará si tenía cita con él o no. Aprovechando un descuido (que Pikomi le cobraba a dos chicos) , Lizzy se puso encima una gabardina para evitar las miradas de la elfina. Al regresar la conversación con la criatura, observó la reacción al haberse tapado un poco lo que descubierto alarmó a la elfa. – Gracias – agradeció la mujer al contemplar la dirección que le indicaba que debía tomar para encontrarse con el futuro jefecito.

Hanimi, elfina doméstica de Sunar Se había encargado una señorita muy extraña en brindar las opciones que fueron acertadas para la festividad, pero el tiempo pasó, Y esos recuerdos solo quedaría como tales. Estaría nuevamente por esos lares al regresar. Volver a pisar ese sitio le traía malos recuerdos de buscar entre tanta planta con apetito voraz, ganas de lastimar a los pobres que se acercaran a ellas. Y aun así, la mujer lucía tan relajada cosa que no le gusta a la elfina. La conocía de la casa de la ama, aunque nunca estuvo más de unos minutos en esa mansión, no le gustaba la paciencia que emanaba cuando a criaturas se refería. La elfina entró en el local, esperando no ser sorprendida por nada extraño en esa visita. Pero ella no se dio cuenta que alguien más había entrado antes que ella. – Buen día – saludó esperando que alguien estuviera, y que no fuera esa persona de hablar extraño y loco (Amya ). Si podía pedir, pagar y salir, sería un logro total para la elfina de la Hacienda Tonks.

@@RiikiiSuarez y @Quidditch16 hola chicos. Yo también vengo a darles la Bienvenida. Me gusta ver que quieran pertenecer a la familia d alguna forma. Y gracias a Mitzi por atenderlos. Recuerden que para evitar una subida de advertencia deben escribir dos líneas mínimo (si no es que lo cambiaron xD) porque no quiero que les pongan nada de porcentaje de advertencia. Es spam escribir poquito. Si, nos hacen hacer tochos (posts largos) T__T xD Y si desean a Mitzi como madrina solo deben pasar a confirmar el parentesco, así mismo como ella cuando ustedes avisen. Es todo por ahora. Espero saber de ustedes para que esta linda familia crezca y tengamos aventuras en la Hacienda Tonks

http://i.imgur.com/RicDrFX.png Tenía un buen tiempo que salió de ese sitio. De todos los lugares que le hubiera gustado quedarse, y el motel cerró. No obstante, algunas veces se ubicó en otros sitios para no quedar en la calle pero eso no le aseguraba nada. Además, la joven comenzaba a notar el poco dinero que le estaba quedando de todo lo que gastaba para subsistir. ¡Cierto! Recordó en ese instante las palabras del pelirrojo guapo del local de las lechuzas. Y su corazón se lleno de alegría porque si lograba encontrar ese Parque, intentaría tener un empleo. Por eso, cambió de rumbo. Preguntó varias veces hasta dar con el dichoso parque. – Lo que me hace buscar este hombre – se dijo torciendo la boca en una mueca, la cual, tuvo que desaparecer antes de preguntarle a un elfo por el paradero del pelirrojo. Lo bueno de esa situación era que sabía el nombre, de las veces que la señora madre de chico lo llamó. Y ansiaba localizarlo para que le dijera que podía hacer, o al menos, poder verlo otra vez. No era su tipo, claro que no, pero algo interesante en ese escurridizo hombre le gustaba. – Si, definitivamente es eso – se dijo pensando en la forma en que se ruborizaba cuando la joven Housepiek le hablaba.

Raizor, elfo dómestico de Sunar Ese raro episodio pasó tan lento para el elfo que pensaba lo vivido fue un sueño de esos feos. Claro que un elfo no debía tener sueños, o si? Pero no importaba. Desde que sucedió lo de espejo y la salida abrupta de la señorita Sunar, el viejo elfo se quedó encargado de prestar los servicios que la familia requiriera. No se percató de lo que aconteció mientras se había quedado estático, pero si cuando hubieron más gritos. – ¡Ama Sagitas! – exclamó al recordar. Subió con los demás y vio que varias personas que no se encontraban antes, se unieron a empresa. Entonces, observó al amo Matt y su madre a que aún no salía. El hombre no se iba aún, y todo era casi una escena a cámara lenta para el elfo. Podía mirar a todos lados y ni eso provocaba que las acciones se agilizaran para terminar de una vez . – Vamos amo, hágale caso a Harpo – gritó el elfo. Como lo hizo alguien, Raizor corrió a auxiliar al amo Matt en lo que dispusiera para sacar a la ama Sagitas.

Io también quero a esa líder xDD *mirando para ver quién me lee* xDD Que lindo regalito *-*

Hola a los modes. Vengo para un cambio en la ficha, y pedir que se coloqué en el apartado de Reconocimientos, (Dejo el post) de la parte del jurado, ya que entiendo que debo pedirlo yo. Y este cambio. Cronología de Cargos Dice así: Debe decir: Se los agradesco mucho, mucho chicos

Había dejado la pelicastaña a su tío con Ith y otras personas. Ni siquiera se inmuto en saber más porque no pretendía quedarse mucho por esa área. Ella prefería estar vigilando el hotel, especialmente el área de restaurante. Aunque en principio era la encargada del área de los juegos mecánicos. - Ella sabe hacerlo muy bien - comento a nadie en particular. La elfina Pikomi, que contrató hace tiempo, era muy especial para evitar problemas en esa parte del parque. Esa era la razón por la cual Sunar la dejaba ser, sin que problemas. - Probaré un helado - pensó mientras cambiaba de rumbo. Tenía tiempo para ir a ver el hotel después. Saldría un rato a las calles de Diagon a recorrerlas en busca de algo dulce y frío. Tal vez, iría a ese lugar que le comentó una amiga. La verdad ella no iba mucho a ver los negocios de Cye, y quería hacerlo en ese instante la Potter Black. Se dirigió a la entrada, saludó a la elfina, y salió en busca de ese pequeño momento a solas consigo misma y por supuesto, con un helado.

Argentus Potter Black Entonces le enseñó. La tía no estaba dormida como pensaba Argi. Solo una vez vio a un elfo que no pestañeaba y tanto que él le hizo muecas, asumió que la criatura se habría dormido de pie junto a la escalera. Ese día le congeló la escoba que tenía en las manos, y corrió tan rápido al cuarto que Sethy lo reprendió al casi provocar que quebrara un jarrón que cargaba en las manos. Prestó tanta atención que solo cuando la tía Sagitas le dijo sobre las galletas, él las observó y quiso saber qué le sucedería con el favor que el niño le pediría al dragón. La bruja murmuró algo. Pero no quería dejar de hacer caso cuando se le preguntaba algo, y tomó una galleta. La mordió como señalando que si quería, pero volvió su vista al libro. - i ke pasa - interrogó a la Potter Blue que no le decía lo que le pasaba al niño con el dragón. El tío Matt entró con otras mujeres, pero Argi no quería volver a la clase.

Sunar Potter Black. Agencia Consultiva de Plagas. Campaña del DRyCCM Nadie parecía que quisiera saber de las plagas. Habría sido muy brusca a presentarse, pero una mujer pareció que tenía asuntos pendientes con los miembros de esa familia. - Si presentan algún inconveniente con cualquier plaga, pueden pasar por la Agencia en la cuarta planta del Ministerio de Magia. - anunció tan pronto vio salir a la persona algo enojada. Ella por su parte prefirió retirarse, se disculpó con Nats, y giró sobre sus talones. Su destino sería el departamento por lo pronto. Allí tendría que organizarse porque la lista de hogares y negocios seguía si moverse. La revisión de todos, era muy complicado si quería estar más con su hijo. - Pasen buen día - fue la forma de despedirse. Salió de esa casa, y pensó que el camino no debió llegar hasta allí. Pero el trabajo, era impredecible. - Mejor me olvido - se dijo emprendiendo el viaje al Ministerio.

Campaña del Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas El silencio era bueno, pero la espera hacía que el mismo fuera cada vez peor. La reja no volvió a hablarle. Las aves que cruzaron el cielo se alejaban de manera estruendosa y ni así parecía apreciar figura humana alguna. - Creo que no hay nadie en casa - pensó la Potter Black tratando de tener esa esperanza que de "verdad", nadie estuviera por allí. Lanzó un suspiro de nuevo. La segunda vez, y no podía siquiera demostrar sus habilidades ganadas con el pasar del tiempo en ese puesto a una familia más. Y no le gustaría pensar que ocultaban alguna criatura que pudiera ser una posible plaga. La devastación en la se sumiría Ottery no podría ser salvada por una sola persona. - Vamos a otro - se dijo girando sobre sus talones. Se encaminó a otro hogar que estuviera al menos, habitado de elfos que pudieran dar al menos un paradero de sus amos, y así visitarlos en el transcurso de la Campaña del Departamento de Criaturas.

Pikomi, elfina del área de juegos mecánicos. Más personas entraban, y nadie parecía estar muy cansado, en especial las personas que seguían dentro de las instalaciones y subían cada vez que podían a los juegos. – No puedo creerlo – se dijo al ver como unas chicas arrastraban a un chico hasta una de las montañas rusas. Los más jóvenes actuaban tan impulsivamente que prefería mirar hacia la entrada y seguir atendiendo a las personas. – Si señorita – le dio un boleto a la clienta que lo pidió. La vio irse mientras recibía de otros clientes sus monedas y le entregaba los boletos que pedían. Pero ya comenzaba a cansarse y quería ir por algo para comer, en eso, contempló un elfo que llamó. Pikomi, lo dejó a cargo y fue al hotel para ir a la cocina y pedir una pequeña porción de comida. Al rato (dos horas después) Era la dirección. El nombre fue fácil de recordar para la rubia que sin importar que fuera un sitio familiar, fue vestida como siempre. Una falda algo corta y ajustada, una camisa más que mostraba los atributos aunque con mangas. Unas zapatillas y un bolso. Su cabello lo llevaba suelto, era largo. Pasó la entrada luego de decir al elfo que iba para una entrevista, pero siguió su camino aunque al elfo le pareció rara la vestimenta. Le dio el nombre de unos de los propietarios, y no objetó. Lizzy fue al área que le señaló el elfo, allá lo encontraría.

La miró un momento, no sabía si entendería la petición de las flores zen para la celebración. Pero no era un capricho, a ella le gustaban, pero a su hijo más. Una de las razones más extraña, pero la conformación que adquirían le agradaba a Argi, ella las buscaría a como diera lugar. – Oh, todo eso – asombrada observó las variedades que Amya le enseñó. Se quedó buen rato en eso, mientras la Adler hacía otra cosa. Había más personas en a tienda, sin embargo, Sunar se concentró en tres clases para comprar. Tras un tiempo, se decidió, pero en ese transcurso ruidos y exclamaciones se escucharon de la trastienda del local. Se daba cuenta que cada vez que iba a un negocio de su tía, alguna situación se presentaba, cerca o no de la Potter Black. Se había metido tanto en observar los arreglos que la voz de Sherlyn le recordó que no estaba sola. – Es lindo verdad – respondió a Sherlyn – pronto en menos de una semana ya viajaremos – le contestó la otra pregunta. Su tía llegó, luego Xell. No podía ser que nadie tuviera la invitación en mano – Me va a dar algo – murmuró la madre. – Hasta que les llegue, está es la invitación para la fiesta – les dijo mostrando una. – ¡Están todas invitadas! – solo por las dudas que no les llegara la lechuza. – ¡Amya! Ya escogí – exclamó Sunar.

Revisión antes de la fiesta. La cosa se puso fea xD La madre del niño atendió las palabras de la recepcionista. Lo pensó un poco porque la tía Sagitas se había retirado para atender algo en los boxes. – Yo espero, ya que necesito esas vacunas para mi niño y para mi – respondió la pelicastaña. Pero la situación dentro del lugar no era la mejor. Por un momento, Argi miró hacia le área de los boxes por unos gritos. Luego de eso unas personas, las cuales vio la Potter Black que eran familiares y amigos. Aunque casi todos eran del departamento de Accidentes. – Será que algo pasó – se preguntó en voz baja. – El tiempo que sea, pero esas vacunas las necesito – respondió un poco alto al ver que salían a media carrera su prima y otros. La recepcionista reacción de manera alterada y Sunar se alejó un poco con el niño y Sethy también. – Esa no era la señorita Xell y esas ... – señaló el elfo. – Ama esto esta de locos – bajó su voz ante la presencia de esas personas. La ojimarrón lo miró severamente porque debía tener respeto ante todo, no importaba que la familia pareciera una manada de toros enfurecidos y bramando como si les hubiera puesto un hierro caliente en…, pues, demasiado “alterados”.

La sobrina de la dueña se mantuvo con la varita empuñada, sin quitarle la vista al hombre, al desconocido que bajó de los pisos superiores, donde sus tíos se encontraban. Con ellos Matt se encontraba, acusándolo de hacerle algo a la tía de ella. – Dejó a la ama Sagitas en el espejo – repitió de forma insistente luego de que el hijo de la matriarca de la familia, explicara y demandara que revirtiera lo sucedido. Pero no solo ellos estaría allí en la tienda, entró nuevamente Heliké, la vampiro que compró antes allí, y por si fuera poco, una mujer más. Sunar no hizo más que mirar de soslayo a las dos visitantes, mientras esperaba no tener que usar la varita contra el hombre. No era de esas para tener la fortaleza de herir a alguien por simple placer. No obstante, si se atrevía a escapar sin poder saber cómo auxiliar a la matriarca, sin dudarlo lo atacaría. Mientras tanto, Raizor también se acercó a las dos mujeres que entraron, pero un poco más apartado de Harpo porque él las atendió primero. – Nos dirá este hombre, cómo sacar a la tía Sagitas – habló sin dirigirse a nadie en particular, pero mirando a Matt. Tal vez, él lo obligaría a hacerlo.

Raizor, elfo doméstico de Sunar No le respondieron, ¿y qué haría entonces? Él no sabía de libros para niños, y mucho menos algo que entretuviera al amito que ni fuera congelar sus juguetes hasta verlos convertirse en pedazos de hielo al romperse con el piso. Ni tratar de enfriar la comida para saber si el sabor cambiaba al ponerse más frío un pedazo de carne que de verdura. – Gracias – agradeció fervientemente a la ama, la tía de la señorita Sunar cuando le atendió. – Si, sería bueno – contestó tratando de parecer que entendía a la perfección. Solo quería ayudar de una manera más parecida, a lo que alguna vez vio hacer a la elfina de la amita Lillian con el pequeño amito Maxi, leerle un cuento y que se quedara dormido. Aún no le agradaba tener que tratar con el amito travieso.

Hola familia bella Pues vengo casi a responder a mi nueva sobrina(? Claro que la acepto. Es la primera sobrina que tengo on rol *grita de emoción mientras baila I got a boy* Ahora sigo como la sobrina-nieta del patriarca. Mi tío-abue no ha podido pasarse, así que todos los parentescos se atrasaran en ponerse. Mientras tanto, al menos quedara constancia acá. Antoni, bienvenido. Veo que ya roleas xDD Acá es el registro de la familia. Si quieres unirte a la misma, puedes pedir tener un parentesco con alguien de aquí. Nos avisas, ok? Riikii, no me acordaba que fueras ahijado de Kirara, pero si quieres estar con nosotros y necesitas el registro de la familia para tu bóveda, puedes agarrar el link. En ésta misma página y la pones en el campo que te lo piden. Así tendrías el registro de la familia. Solo me gustaría saber de quién o quiénes quieres ser ahijado? Estoy para responder alguna duda. Saludos

Sunar Potter Black. Agencia Consultiva de Plagas. Campaña del DRyCCM <<Ya veo>> La bruja pensó cuando la chica le confirmó que sabía quién era ella. Siguió mirando a pesar de eso, en dirección a los elfos. Nats parecía muy interesada en ellos. Uno se dirigió a ellas, la verdad a la joven miembro de esa familia. – Gracias – dijo Sunar al tomar una taza. Bebió un sorbo. Tras eso, resultó que la familia tenía visitas. Se evidenciaba por las personas que pasaron cerca a ellas. Le pareció raro que no miraran. Pensó en abrir la boca, pero quién era ella para decirles algo. – Eh? – soltó sin siquiera pensarlo. Nats dijo a modo de explicación para lo sucedido. La ojimarrón pasó su mirada de la chica de Seres a los demás que iban hacia un cuarto. Un “ujum” trató de articular pero salió un sonido raro que fue amortiguado por su garganta cuando bajaba el líquido de té. Se irguió y prestó atención cuando les llamó la atención a los presentes. La jefa de la Agencia, saludó y expresó el motivo de su visita. – Buen día. Soy Sunar Potter Black y vengo de la Agencia Consultiva de Plagas – hizo una pausa mirando los rostros de las personas – Tenemos una campaña, y estoy aquí para brindar el servicio por si tiene algún problema de plagas en la casa – terminó sin decir nada más. Si algo tenía ella, era que si ellos sabían de sus necesidades hogareñas, se lo comunicarían. Ella se hallaba allí para cumplir con la comunidad en cuanto a estar vigilante de peligros con las plagas en las casas.