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Mael Blackfyre

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Todo lo publicado por Mael Blackfyre

  1. La noche había llegado a la hora esperada y me encontraba sobre el techo de aquella enorme edificación, sede de la embajada francesa por el aniversario 233 de su revolución. la brisa de verano me impactaba en las plumas y acariciaba a cada una de ellas. Observaba con mis grandes ojos de búho todo el panorama, disfrutando de la tranquilidad de la ciudad. Ignoré lo que estaba sucediendo por debajo, donde los invitados al evento llegaban cada vez más. En las últimas semanas estaba demasiado pensativo. Me decidí a entrar unos minutos después de la hora indicaba en la invitación. Antes de llegar a Ottery, jamás había asistido a aquellos eventos, todo lo que tenía que ver con lo social me incomodaba. Pero en varias oportunidades la había pasado bien, incluida la vez que Goldor había destruido aquel sitio francés y su campanita. Di un salto y desplegué mis alas y di algunas vueltas alrededor del techo y noté una ventana abierta. Era mi oportunidad. No quería entrar por la entrada principal. Atravesé la ventana y aterricé en el medio de la habitación que se encontraba en el cuarto piso. Me transformé en mi forma humana nuevamente. Sacudí un poco el cuello de mi camisa bordó, ajustada a mi cuerpo. Con un chaleco negro donde se podía notar el prendedor de oro con forma de cabeza de león. Pasé mi mano por mi cabello mientras salía de la habitación, descendiendo para llegar a la fiesta. La capa ondeaba y rozaba mis talones. Cuando estaba llegando al salón, Ada les estaba dando la bienvenida a los presentes. Me apoyé durante algunos minutos para observar todo. Claramente la ministra francesa sabía muy bien realizar aquellos tipos de eventos, todo estaba realmente hermoso. Ella terminaba con su bienvenida y la gente se había puesto incluso a bailar. Mirando detenidamente pude notar algunas personas conocidas. Aquella bruja del Ministerio. Pero me detuve unos segundos más con Ludwig y Mica. Esbocé una sonrisa. Y continué mi lenta caminata por el lugar, rodeando a las personas y tomando una copa en el camino.
  2. El camino de ida fue bastante silencioso, pero me sirvió para pensar algunas cosas de más. Podía decir que estaba mucho más tranquilo de tener un apoyo como Mica. Más que apoyo era alguien que estaba tomando parte de todo eso y lo que sospechaba es que iba a tener mucho más alcance. Caminando de a poco, atravesamos aquellos senderos invisibles que se marcaban entre todo el follaje de aquella selva amazónica. El terreno era descendente, ya que el estadio se encontraba en el centro de éste, hundido bajo algunas protecciones. Llegamos ante ésa especie de claro que mantenía al estadio bajo un sol brillante y un cielo despejado. La gente se amontonaba cada vez más hacia la entrada pero era un rio fluido de personas. Asentí ante la pregunta de la bruja. ¿Por qué no? Ya no tenía la misma responsabilidad con el Ministerio y Fabricantes de Mentiras había quedado nuevamente en soledad. No tenía mucho más para hacer asi que podría disfrutar unos momentos más con Mica, lo prefería ante que todo el resto. — Desde que dejé el equipo ya no volví a ver un partido. Tuve otras cosas que hacer —nos acercábamos a una especie de sendero donde tenía puestos a ambos lados, en dirección hacia la entrada—. Me acabo de dar cuenta que jamás volví a preguntarte sobre y el Quidditch. Solo me enteré que quedaron fuera. Pero son cosas que pasan… —terminé de razonar y escuchar que me tocaba elegir a mi. No conocía a ninguna de las dos selecciones pero era una especie de juego—. Iré por Uganda- Asi que te queda Brasil —dije compatibilizando con su energía renovada. Asi que fui directamente hacia uno de los gorros con los colores de Uganda y me lo puse sin pensarlo. También enrosqué en mi cuello una especie de cadenas de plástico con los colores negros, amarillo y rojo. Tomé el de Brasil para ella, amarillo como el sol, y se lo puse en la cabeza—. Ahora tú guíanos a las gradas que las conoces más que yo. @ Mica Gryffindor
  3. Como en casi todas las situaciones en las que había atravesado con Mica, parecía que ella siempre quería más. Estaba mucho más tranquila desde las últimas veces y tenía que admitir que se había vuelto una compañía agradable, casi preferida. Desde el primer momento en la Gryffindor no había reaccionado como todos los demás. Y de forma irónica, todos los demás habían desaparecido y ahora solo quedábamos ella y yo. Tal vez el destino lo había querido asi. La idea de tener una persona en la que confiar y apoyarme me era muy satisfactorio y no había pensado que resultara de aquella forma. Miré pensativo a Mica. Si de algo estaba seguro es que podía leer su mente para saber si mentía o si escondía algo. Y solo fue necesario mirar a sus ojos unos segundos para leer un pensamiento. Ella de verdad quería que aquello funcionara, ella solo quería saber cómo terminaba todo. Pero ante de formular aquellas palabras, Mica nos empujó detrás de un gran árbol, el cuál ni siquiera sabía el nombre. Su cuerpo quedó casi pegado a su cuerpo. Pude sentir un aroma muy agradable, observar muy de cerca su cabello y aquellos ojos esmeraldas. Era entendible porque en su primer momento me había cautivado. Y porque tras el rechazo me había obligado a hacer lo que hice. Estaba seguro que de no hacerlo, no podría haber terminado donde estábamos en aquel momentos, encaminados ante la maldición. La magia oscura era muy densa, muy tenebrosa y muy útil. Me había costado algunas cuántas cosas pero me había servido muy bien para quitarme el corazón y no sentir más. Había logrado eso y me ayudaba a continuar con todo. Miré unos cuántos segundos y emití una sonrisa. La muchacha no se rendía y era eso lo que me gustaba, iba a servirnos demasiado. Aquel grupito de adolescentes habían pasado corriendo, en búsqueda de alguna aventura o algo que disfrutar. Tal vez se habían escapado o no pero antes de pensarlo doblaron por uno de los caminos que descendía a ése especie de valle que contenía el gran estado. Me hice para atrás y cuando éstos se fueron volví a hablarle. — No puedo asegurarte cómo va a terminar todo. Si puedo decirte que las intenciones son cambiar todo lo que conoces. Ya nada será igual y lo mejor es que nadie podrá saberlo. Solo nosotros —la miré con una sonrisa pícara. Era hermoso imaginar aquel nuevo mundo. Era una gran venganza y toma de poder—. Yo tampoco tengo nada que perder y creo que hay que aprovechar cada cosa que se pueda hacer. ¿No crees? —la observé y luego miré en dirección en donde se habían perdido de vista aquel grupo. Unos gritos retumbaban hasta allí y no lograba diferenciar si eran de miedo o diversión—. ¿Vamos a ir a ver la final? @ Mica Gryffindor
  4. Necesito días de 36hs. No llego a hacer todo.

    1. Darla G Dumbledore

      Darla G Dumbledore

      Te presto algunas de mis horas pero me las devuelves en el verano

  5. Holi. Venia a sumarme a la idea que creo que esta buenísimo tener algunas actividades interbando (y encima no obligatorias, asi que genial) no sabia muy bien cuál elegir. Una vez que estoy en el bando malote, tengo que elegir cosas de héroes jajaja pero bueno. Ya me decidí, asi que dejo los datos a continuación. Gracias a @ noe_snape que se ofreció. Espero que sirvan las imágenes. Las pongo en orden de prioridad pero elegí la que más te guste. Sullivan, de Monster Inc. Imagen: 1 - 2 - 3 - 4 - 5 Frase: Mael. Avi: No.
  6. No tardamos demasiado tiempo en llegar a aquella biblioteca. No le tenía nada que envidiar a la biblioteca de la noche de los nosferatu. Aquel sitio era claramente digno de la mansión, incluso lo hallaba más cómodo que el de la Gryffindor. Nos adentramos con Mica y me agradó la tranquilidad que manejaba aquella muchacha. No se había alterado en ningún momento y era la única de todo el grupo que me había seguido, que le interesaba solucionar algo de todo lo que ocurría. ¿Al resto podía considerarlos traidores? Esperaba que no. Giré la cabeza de golpe en cuanto Mica preguntó por Sagitas. ¿Ella también lo había sentido? Parecía como si alguien estuviera vigilándonos desde las sombras. Miré hacia un lado y el otro pero no había nada ni nadie. — ¿También lo has sentido? —le pregunté para estar seguro de lo que ocurría, aunque eran muchas cosas. Saqué mi varita, no sentía algún peligro inminente pero sí adrenalina. Respiré profundamente y miré detalladamente todo. ¿Qué ocurría? Tal vez lo que estaba haciendo era demasiado incoherente pero tenía que intentarlo. Moví la varita de un lado a otro, apuntando a una pequeña mesita donde había un velador. Era un encantamiento invocador simple. Claramente me estaba aprovechando de mis poderes como lugarteniente al invocar la primera mitad de la calavera de Kaiser que había encontrado Eterno y había logrado resguardar en la Fortaleza Oscura—. Tengo que intentarlo. Es una corazonada. Le expliqué a Mica volviendo a enfocarme en esa primera mitad de calavera. La observé. Alguien había logrado obtenerla y mientras intentábamos encontrarla, no solo la había partido a la mitad, sino que se la había llevado a otro sitio. Murmuré una especie de conjuro que intuía que servía. “Puri Rioma Taero Grafnal”. La calavera brilló con una tenue luz dorada y a unos metros, detrás de unos libros en una de las biblioteca se movieron y salieron expulsados en el aire y cayeron al suelo, mostrando un objeto que sobrevolaba la distancia y aterrizaba al lado de la otra. La otra mitad de la calavera. Dentro de la Potter Blue. Me quedé atónito, creyendo que aquello no iba a funcionar. — ¿Sagitas? —murmuré. Cerca de aquella misma biblioteca una silueta claramente de una bruja de cabellos violetas aparecía. Un acto seguido del otro.
  7. La magia era mucho más complicada de lo que comprendían las brujas y magos. Aquel juramento que había hecho con Mica nos conectaba más que las promesas que habíamos hecho, así que era lógico que ante la necesidad de llamarnos, pudiéramos llegar al otro sin problema. Había aparecido cerca de los terrenos de la Potter Blue, caminé hasta la entrada para llegar a aquel patio de armas que presentaba a la mansión y fue donde apareció Mica, tan repentina que me recibió con un pequeño empujón. Emití una sonrisa. ¿Alguna vez había visto a alguien tan torpe? Pero perceptiva. — ¿Cómo lo sabes? Arya no apareció nunca más. Y no encontramos la mitad de la calavera de kaiser que nos encomendaron encontrar —la miré detenidamente. Ella era la primera que habían enviado y que misteriosamente jamás la había llevado. Desde aquel entonces Sagitas no había aparecido y ahora había un gran problema dentro de la Marca —. Los líderes de los clanes están discutiendo sobre quién debe ser el nuevo líder tras la desaparición de Arya. Sagitas no está y no logramos resolver lo de aquel objeto de kaiser. Estoy seguro que todo está relacionado, así que eso es lo que podemos encontrar en la Potter Blue. ¿Crees que es algo muy loco de pensar? Hasta aquel momento nadie de los que se habían presentado en la Fortaleza Oscura me había seguido los pasos. No estaba seguro si era porque no les interesaba o les daba miedo pero estaba en lo cierto si pensaba que cualquier decisión que tomáramos dentro de la Marca podría traer consecuencias severas. Los clanes siempre habían sido equilibrados al igual que quien llevaba el liderato. Así que le hice una seña a Mica para adentrarnos en la mansión. Aquel gran patio era hermoso pero lo dejamos atrás cuando decidimos entrar. Había una gran sala en la que en el fondo se podía ver vida vegetal. ¿Escaleras arriba que había? “Allí” le señalé a Mica para subir e ir a lo que parecía una biblioteca. ¿Qué podriamos encontrar? Aquel sitio estaba realmente vacío. @ Mica Gryffindor
  8. Aquella muchacha de ojos miel había arriesgado su vida para salvarme y claramente que no lo iba a olvidar, de corazón le decía que le debía un favor. Eran pocas las personas que hacían eso sin conocerse. El resto de la ceremonia parecía no haber sido afectada asi que como se esperaba, se desenvolvió con la normalidad que podía. El resto de los invitados estaban intactos y los novios parecían más que decididos a continuar con todo aquello ignorando al desgraciado que había interrumpido aquel evento tan esperado. Me mantuve apartado por unos momentos para mantener la calma. Hacía ya algunas semanas que no desbordaba emocionalmente, porque si hubiera sido unos años atrás, hubiera seguido a aquel mago estu-pid0 para cortarle la cabeza pero no, no había pasado mayores por lo que tenía que tranquilizarme. Y eso hice. Alguien que no conocía vino a ayudarme pero era un gran mago, la verdad que tenía demasiados conocimientos para hacerlo solo. Antes de darle un manotazo para que se alejara le hablé con el mayor respeto que pude: — Gracias, no hace falta. Ya puedes retirarte —si de algo estaba seguro es que aún no terminaba de adaptarme a los modales sociales que se necesitaba para llevarme bien con la gente y no comprendía ni me interesaba si se ofendían por ello. Podía ser que aquella persona tampoco supiera quién era asi que con aquello alcanzaba para que se alejara y observara cómo empezaba la ceremonia. La que comenzó con ella fue Verónica y me sorprendió cómo ayudaba a Sagitas, quien sería la sacerdotisa del evento. Así empezó una y terminó con la bendición de la otra. Antes de acercarme a los novios para felicitarlos, como otros presentes que lanzaban chispas de luces al aire o aplaudían, una bruja se acercó. Aquella mujer era hermosa y agradable, demasiado. — Si, estoy bien —apoyé una mano en su hombro y le guiñé un ojo—. No logró hacerme nada. Solo fue un show de diva. No es la primera vez que lo hace. Pero me encargaré de arrancarle la cabeza y colgarla en la sala de los Gryffindor —le comenté, pensando que sonaba como una broma, aunque no lo era. La ministra francesa me tomó del brazo y me invitó al yate. Acepté. Era increíble cómo habían cambiado las cosas en mi y aún no me acostumbraba a ello—. Todo tiene tu estilo. Estoy seguro que has hecho todo tú. ¿No? Realmente hermoso, como su creadora. ¿Tú cómo has estado? La última vez que nos vimos fue en la Inauguración de la liga de Quidditch —el yate nos esperaba a todos para ir al festejo del casamiento. @ Ada Camille Dumbledore
  9. Era una de las primeras veces que veía a Mica de aquella manera. No se encontraba ni llorando ni haciendo drama ni nada de esas cosas, sino decidida y prestando atención a lo que le explicaba. Procesaba cada una de las cosas que le decía y mantuve la calma para esperar a que procesara toda esa información, la cuál no era nada simple. En ése instante me percaté de dónde habíamos aparecido y todo lo que podía haber pasado si no prestaba un poco más de atención. Materialice mi varita y la mantuve aferrada entre mis dedos ante cualquier necesidad. Me paré en seco al escuchar sus palabras ciertas, ya que no poseía sangre Gryffindor, así que de alguna manera había interpretado mal la maldición. En ése preciso instante no quise pensar, porque si teníamos que hablar de mi sangre, entonces no tenía muchas opciones. Me quedé pensando unos pocos segundos y retomamos la marcha. — No estoy seguro que ésa sea la manera. Cada uno de estos ingredientes requiere entregar algo a cambio de otra cosa. Es magia avanzada, es superior. Pero deberé pensar al respecto, tal vez esté malinterpretando mal —avanzábamos por aquel sitio, completamente denso. Estaba pensando que era la primera vez que pisaba suelo brasilero, era todo un misterio. El follaje no se aliviaba pero seguramente estábamos a punto de llegar—. Shelle no es mi madre sanguínea, ella solo me encontró y me adoptó. Aunque no quise hablar más de la cuenta, Shelle había sido una madre especial, en las primeras instancias parecía tierna y parecía todo lo que había perdido de mi familia, pero ante el primer momento de ser su hijo, todo había cambiado. Todo había sido agresivo, con distancia, siempre como si estuviera haciendo las cosas mal. Era una madre exigente pero ahora se había ido y eso me enojaba, después de tantos sacrificios. Sonreí ante su comentario, ella tenía razón, éramos dos personas muy fuertes. — Quiero que entiendas que es un camino de ida. Estaré ahi, claro, pero cuando terminemos todo será diferente. ¿Lo entiendes? Deberás ceder más que sangre, deberás poner los mismos ingredientes. Estoy seguro de eso —nuestro paso no se había detenido y no me negué ante su gesto de tomarme de la mano. Había jurado cuidarla y no lastimarla. Y es lo que haría. Tenía miedo, si podía sentirlo. Pero si aceptaba no había marcha atrás. ¿De qué seríamos capaces? Lo averiguaríamos. A lo lejos pude distinguir aquel estadio. Estábamos cerca. @ Mica Gryffindor
  10. Aquello claramente que era una completa pérdida de tiempo. Los tres líderes no parecían querer dar el brazo a torcer y sentía que cualquier movimiento que hiciera podía jugarme en contra. Respiraba, una y otra vez para no perder el control porque no podía permitirme que suceda eso. Estaba seguro que hasta podría liberar una guerra interbando. Miré la situación, el más ofendido parecía Cassian pero aún así había dejado de insistir. Datura se había ido y miré a Kahla. Me estaba provocando. ¿Quién se creía? — ¿Y por qué no cierras el pico? ¿Quién te preguntó para que opines? —mi varita se había materializado en mi mano desde que me había liberado de Cassian. Estaba a tan solo un paso de desbordar mi contención y usarla—. ¿Y tú qué haces al respecto? ¿Solo te quedas ahí parada y opinas? Mejor cállate y haz algo al respecto —dejé el tema allí porque era una simple bruja, nueva en aquellas filas, las cuáles solo quería llamar la atención. Me giré hacia los líderes aunque en especial era al mio—. Esta no es la solución y no aceptaré que continúen con esto. Buscaré a Sagitas y veremos qué hacer al respecto. Hay reglas que cumplir y cualquiera que haga otra cosa, deberá asumir las consecuencias. No me importaba cuáles eran las reglas y cuáles eran las consecuencias. Debíamos ver junto a la otra Lugarteniente qué iba a suceder con todo aquello y cómo podíamos apaciguar las aguas. Hice algunas miradas fulminantes y pensé en cómo proseguir, ya que antes no lo había hecho. — Quién me quiera acompañar a la Potter Blue, es bienvenido. En la Biblioteca de la Noche seguramente haya alguna información sobre qué sucede con una Marca sin líder. Los otros clanes seguramente tengan información. Y no se olviden que la última vez no terminaron de recuperar la mitad de la calavera de Kaiser, que anda dando vueltas aún por ahí. ¿Escucharon? Hay trabajo qué hacer. Y me aproveché de mi poder, claramente. Como lugarteniente tenía permiso para algunas cosillas que otros no, como desaparecer en medio de la Fortaleza Oscura. Ya sabían que iba directo a la mansión de Sagitas a ver cómo proseguiríamos con todo eso.El resto no me importaba qué iban a hacer, porque seguramente harían lo de siempre, nada. En ése momento se me ocurrió que tenía que convocar a Mica, ya que aún no había llegado a aquella improvisada reunión, ella si me ayudaría. No toqué la marca, no, sino que el collar que compartíamos. @ Datura @ Kahlan Blackthorn @ Anthony Ryvak Dracony @ Mica Gryffindor @ Sagitas E. Potter Blue
  11. Aquella visita inesperada de Ludwig Malfoy había terminado por fin, tras aquel leve sufrimiento del joven a las puertas de la mansión. El joven había venido a pedir disculpas pero ¿a quién le interesaba? ante el medio del caos con los minerales, su figura nos había atacado sin siquiera dejarnos respirar. no habían sido heridas muy graves pero ante un descuido podría habernos costado la vida a cualquiera de los dos. El chico se fue y Mica automáticamente desapareció directo a su habitación. Fue la primera vez que veía a los elfos domésticos de la mansión hacer lo que hacían. En cuanto todo se quedó tranquilo en los jardines, fue el elfo más grande quien dio la orden. Estaba parado cerca de una de las ventanas que mostraban la parte delantera de la mansión. La criatura hizo una especie de gruñido y las puertas de la mansión se abrieron y todos ellos salieron de la cocina hacia el escenario donde había ocurrido todo. Nunca había visto media docena de elfos hacer aquello. Mientras chasqueaba sus dedos y se dividían en diferentes áreas de los jardines, la tierra volvía a su lugar, el césped volvía a crecer. Todo lo que estaba destruido se iba reparando y acomodando. Incluso las estatuas que se habían resquebrajado se reparaban y volvían a resplandecer. Me quedé sorprendido, nunca lo había visto y recordaba una reunión entre algunos Gryffindor donde habían dicho que los elfos hacían eso tras cada ataque. Ataque. ¿Cuántos habían ocurrido dentro de esa mansión? ¿Y alguien podría haber sospechado que años después ya no serían necesarios? Me regresé a mi habitación. Tenía que organizar algunas cosas antes de volver al Ministerio. Tenía algunas cosas que solucionar.
  12. Miré fijamente a la Gryffindor notando que finalmente se había calmado. Tenía miles de cosas para preguntar y otras miles que no llegaría jamás a decirle. Mi cabeza andaba a mil por hora, últimamente. Tenía que admitir que aún existían algunos flashes de completa bestialidad donde las cosas no salían muy bien. Pero ante aquello de incluir de alguna manera a Mica, no me generaba rechazo, al contrario. Ante las palabras de la bruja, pude dilucidar un pequeño detalle. No sabía que me ocurría, me pasaba de nuevo que aparecían pequeñas ideas tras pensar horas, días y semanas y no llegar a nada. — El sacrificio de la sangre… —murmuré, con la mirada más allá de la bruja, perdiéndose entre el césped y los árboles. Fijé la mirada nuevamente en Mica. ¿Qué tan alejado estaba interpretando aquello? No se me había ocurrido antes y en ése momento tenía dos opciones. Dos opciones las cuales podían servir ambas, una, o ninguna. ¿Qué diría Mica? Ella me decía que podía ayudarme y alguien tenía que saber parte del plan—. Verás… la maldición es complicada, es magia que voy aprendiendo, descifrando y descubriendo día a día —habíamos empezado a caminar por aquel sitio. ¿Iríamos a ver algún partido?—. Hay ingredientes o partes de la maldición que creo que logré descifrar y conseguir. Otros no estoy seguro. Y hay uno de ellos… Sostuve aquel suspenso durante unos segundos. Nuestros pasos no se habían detenido bajo ninguna circunstancia. No sabía hacia dónde estábamos caminando. ¿Importaba? Aún no le revelaría todas las partes. Era mi plan, mi proyecto. Pero algo me había dicho que eso se lo comentara. Así que volví a mirarla, sabía que no iba a juzgarme. — Debo obtener un sacrificio. Un sacrificio de sangre. Y creo que todas las señales me llevan a que sea mi sangre, la Gryffindor. ¿Crees que pueda llegar a ser… Luna? —sonaba interesante, sonaba desde lo más profundo, una voz oscura, densa. Emití una sonrisa, algo me emocionaba. Todas aquellas partes de ésta magia eran algo importante, una entrega de algo más grande que simples pieles, escamas y ojos de animales. Eran esencias, eran sacrificios. Todo por algo mejor. @ Mica Gryffindor
  13. Respiraba profundamente porque si de algo estaba seguro es que iba a estallar en cualquier. Ya estaba cansado porque nadie parecía tomar las riendas de la situación, lo único que hacían era mostrar alguna postura al respecto o hablar desde las sombras, pero jamás se les ocurría hacer algo más. ¿Buscar a la otra lugarteniente? ¿Buscar a alguien o algo para una solución? Cualquiera que quisiera tomar aquel puesto sería un motivo para empezar una guerra dentro del mismo bando. Y por ahora no quería que mi cabeza rodara. Me había cansado. Con un simple hechizo, me volví intangible. Había aguantado lo mayor posible pero ya no aguantaba a Cassian ni a nadie allí. El Salvaguarda Mágica me ayudó a liberarme de las sogas que me ataban en las manos. Respiré por tercera o cuarta vez y miré a Cassian. ¿Hasta cuánto podría tirar de la situación? No estaba seguro de lo que el líder del clan de los Nosferatu era capaz. — Ya basta de idi0t3ces. Esto es una pérdida de tiempo. La Marca Tenebrosa siempre tuvo líderes. Elegidos, no se usurparon puestos. Así que este tema se termina acá. ¿Por qué mejor no buscar a Arya o alguien que se haga cargo momentáneamente? Incluso podría haber un representante de cada clan hasta que alguien quede como líder. Deberemos buscar a Sagitas también. Y resolver los tantos problemas que merodean el bando. ¿No creen? @ Mica Gryffindor @ Kahlan Blackthorn @ Matthew Black Triviani @ Helike R V PB @ Datura @ Anthony Ryvak Dracony
  14. Holi. Vengo a pedir los cobros de esta aventura, DESCUENTOS en Conocimientos y Habilidades. ~La Marca Tenebrosa~ Mes de Junio CONOCIMIENTOS GRATUITOS Mica Gryffindor Matthew Black Triviani Datura Helike R V PB CONOCIMIENTO 4: Nick: Mael Blackfyre ID: 66173 Conocimiento 4: Taumaturgia (Nosferatus) Link a la Bóveda: https://www.harrylatino.org/forums/topic/78420-bóveda-de-mael-blackfyre/ Galeones: 1000 G Nick: Kahlan Blackthorn ID: 31143 Conocimiento 4: Fuego de Tártaro (Senescales) Link a la Bóveda: https://www.harrylatino.org/forums/topic/78357-bóveda-de-kahlan-blackthorn/ Galones: 1000 G
  15. En el segundo que iba a impactar contra el cuerpo de Ludwig, me transformé en una persona. De alguna manera pensaba que iba a poder provocarle más daño al mago que intentaba frenar a la casta mortífaga. Había salido en el mayor de los casos casi ileso. Lo poco que me habían dañado, había logrado neutralizarlo. ¿Qué estaba haciendo el resto de mis compañeros? Una vez más, me estaba cegando por mi furia en vez de pensar un poco mejor las cosas. La última vez, había estado a punto de matar al japonés ése. Nuestros cuerpos chocaron de la misma manera de mi puño contra su rostro, unas dos o tres veces. ¿Dónde demonios estaba mi varita? La necesitaba para destrozar y pulverizar a todo ese grupo de personas que habían fastidiado nuestros planes. ¿Y el ministro? Para ese entonces, después de todos los destrozos que habíamos provocado, tanto en el exterior como en el Atrio, no habían hecho que aparecieran, ni a ninguno de sus asesores siquiera. Insulté, si. Entre los momentos de ira, golpes y otras situaciones no me había dado cuenta de lo que el desgraciado Malfoy había hecho. No entendí en qué momento estaba pensando en soltar mis Necrohands que recientemente había capturado a Tessa. “Ve contra Black Reaper” pensé. El muy maldito había logrado colocarme bajo su dominio. Pero aquello no era permanente. Estaba sucediendo que el chico estaba yéndose. No podía permitir que además, lograra lastimar a mis compañeros. Tuve un instante tan breve para hacer alguna otra cosa, que antes de arrastrarme por el portal, desaparecí las Necrohands. Aquel encantamiento solo duraba unos momentos, unas pocas acciones. Asi que Black Reaper quedó liberado de mis Necrohands y esperaba que Ludwig supiera cómo mantenerme a raya. Una idea atravesó mi cabeza cuando salíamos de allí. ¿Qué tan malo era lo que estaba ocurriendo? Era la primera vez que me enfrentaba a la Orden del Fénix. ¿Y si descubría su sede? Lograría atraer a los mortífagos hacia aquel punto, para continuar con nuestros destrozos. @ Ludwig Malfoy Haughton @ Tessa Brower @ Kahlan Blackthorn
  16. Tenía sentimientos encontrados respecto a lo que estaba ocurriendo. Especialmente porque nadie sabía lo que estaba planeando con aquella maldición, aunque ahora lo sabía la única persona que podría llegar a complicarle la situación. ¿O iba a ayudar? Quería que todo saliera bien, pero estaba indeciso porque algo me decía que sí y que no a la vez. Si de algo estaba seguro, y según decían aquellas páginas donde había encontrado, es que nadie iba a sufrir, ni siquiera sabrían que estaba pasando. — Si te quisiera alejar, no estarías aquí, Mica. Ni aquí ni de regreso en la mansión —negué con la cabeza. ¿Alguna vez iba a terminar su sufrimiento eterno? Tenía varios objetivos y en casi todas las cosas había limitado mi querida libertad que había disfrutado solo por unos meses. Ahora el bando recaía sobre mí, el juramento me ligaba a Mica, la mansión estaba a mi cargo. Pero todo eso pronto iba a cambiar, es lo que buscaba—. Está bien, necesitaré de tu ayuda. Pero prometeme que no intervendrás ni impedirás nada. Harás todo lo que necesito —en parte quise mirarla seriamente pero sabía que iba a aceptar—. Aún no puedo decirte nada en específico, solo que es una magia muy complicada. Quise desviar un poco el tema y le recordé justo lo que la bruja había olvidado, si, lo veía en sus ojos. Le recordé que teníamos algunos temas pendientes respecto a Elvis y el Ministerio. Y otras cosillas más. @ Mica Gryffindor
  17. Me aferré a mi varita porque el caos estaba en completa presencia dentro del Atrio. Casi todos los presentes se fueron dispersando en diferentes direcciones pero a su vez, los hechizos viajaban de un lado hacia el otro. Éramos casi una decena de mortífagos, duplicando a los fenixianos, pero aún así éstos presentaban batalla. Incluso ocurrió que alguno de ellos evitó mi Absorvere que hubiera hecho bastante daño. — ¡Vamos, no sean cobardes! ¡Ataquen! —llegué a gritarles a mis compañeros. Y no supe si fue por un segundo de distracción o un buen ataque del otro lado pero ocurrieron algunas cosas: pude ver claramente desde dónde estaba que Luna me quiso atacar. Era la primera vez que veía a esa bruja atacar realmente, pero a pesar de su intento fue fallido porque mis manos la estaban molestando de manera que impactaron en ellas. Las chispas verdes salieron despedidas en todas direcciones. Quise hablar pero no pude. Y en el mismo momento, una luz tan fuerte como el sol me cegó por completo. Levanté mi varita y efectué en voz alta —Himno de Eleboro—, no solo restituyendo mi vista nuevamente, sino inmunizándola. Pero ante el primer pestañeo, mi varita salió volando mientras una ira me inundaba por completo. Pude ver a aquella mujer aferrándose a mi varita. Estaba sin varita pero eso no significaba que no podía hacer nada. Me concentré por segunda vez en unas Necrohands, para rodear a Tessa y que la golpeen hasta perder el conocimiento. Las manos fantasmales se materializaron desde abajo y la cerraron como un capullo. Seguía sin poder hablar. Y no tenía varita. Tessa se la había dado al que parecía liderar todo eso. Me dejé llevar por la ira y por lo primero que se me había ocurrido. De un salto, mi figura se achicó hasta adoptar la figura de un búho completamente negro. Me lancé en picada hacia Ludwig para arrancarle la cara con mis garras y recuperar lo que era mío, mi varita. @ Ada Camille Dumbledore @ Tessa Brower @ Ludwig Malfoy Haughton @ Datura @ Kahlan Blackthorn @ Luna Gryffindor Delacour @ Hades Ragnarok
  18. El contraste desde el café a aquel sitio invadido de verde, fue impactante. El local, donde había mesas, sillas, algunas personas y un riquísimo aroma a café, cambio por césped, caminos de tierra, árboles, palmeras, lianas, flores y arbustos. Pasó de un clima fresco a una humedad densa que costaba respirar. En cuanto di algunos pasos solté la mano de Mica, la cual automáticamente me atacó con algunas preguntas. No pensaba contestarle todas ni contarle todo el plan, porque de alguna manera sabía que iba a entrometerse hasta evitar el plan. No hubo necesidad de tantos protocolos ¿Por qué habíamos aparecido allí? No lo sabía. Mi mente invadía la de Mica Gryffindor sabiendo que nos encontrábamos en los terrenos donde se estaba jugando el Mundial de Quidditch. Sus preguntas gritaban dentro de su cabeza. — Ya te dije mil veces que debes dejar atrás a esa Mica sensible. No te servirá de nada minimizarte —la fulminé con la mirada. No me arrepentía de lo que había hecho porque había logrado y conseguido mucho más—. No fue tu culpa, fue el destino que lo quiso así. ¿O crees que todo esto es por una cuestión de venganza? —reí un poco en voz alta, mirando alrededor. ¿Había un estado cerca? Tal vez podríamos ir a despejarnos un poco para ver cómo iba todo—. No te contaré nada, muchacha. ¿O me crees estúp1.d0? No matará a nadie. Solo voy a decirte que si todo sale como quiero que salga, será un mundo mejor. Tal vez así sufras menos —y no iba a decirle que iba a tener más poder ni controlar todo como quería. No me interesaba de momento contarle nada porque no sabía en qué podría aportar ella. ¿Y si en vez de sumar lo cancelaba? La maldición me había costado unas cuentas semanas descifrarla y mucho más ir consiguiendo lo que necesitaba. — Lo que si voy a decirte con seguridad es que no te lastimaré. No es mi intención. Asi que quítate ésa actitud llorosa. Que tenemos trabajo que hacer. ¿O lo olvidas? @ Mica Gryffindor
  19. No había querido ni entrometerme entre aquellos asuntos, porque sabía que tarde o temprano iba a ser igual que quedar en el medio del ojo de la tormenta. Ser lugarteniente de la Marca Tenebrosa tenía muchas cosas buenas. Pero también casi todas las cosas malas caían sobre nosotros. O en ése momento, sobre mí. ¿Por qué? Porque no me había cruzado en ningún momento a Sagitas en ése entonces y antes de poder llamarla, ya me encontraba enfrascada en aquella situación. Unas horas atrás, antes de que saliera el sol, había tenido una visita inesperada. Y algo enfadado. Estaba seguro que no iba a querer una taza de té, pero creía que iba ser una charla amena. Cassian Lasombra, el líder del clan de los Discípulos de Nosferatu me había obligado a aparecerme en la Biblioteca de la Noche, me había sacado a la fuerza de la cama. Aquella figura demoníaca me había arrastrado de más y no le habían afectado ninguno de los maleficios que le había enviado. De ni habitación de la Gryffindor pasé directamente a aquella especie de sala. — ¡Los Nosferatu hemos estado miles de años aquí! Nos corresponde, es el momento. Me estaba gritando aquel líder del clan como si supiera todo lo que había pasado dentro de la Marca durante milenios atrás. En ése momento me arrepentía que no estuviera presente ninguno de los antecesores a Arya Macnair, porque ése era el problema de ése momento, el liderato vacío. Según los rumores, antes habían incluso mucho más lideres (porque había más mortífagos) pero ése era el primer momento que no había nadie. Solo de reemplazo Sagitas y yo, hasta que subiera la persona a cargo. Dentro de mi clan, además, era uno de lo que más conocimientos sabían. Todos los cargos se me habían juntado. — Cassian, me estás pidiendo que traicione a mi bando. Esa no es mi responsabilidad, yo no puedo… — ¡Blasfemias! ¡Nadie podrá detener nuestra postura, Blackfyre! ¿O acaso olvidas tu fidelidad ante el clan? Había sido una disputa donde Cassian se había ido con un sabor amargo en el paladar. Y algo me decía que no se iba a detener allí. Unas horas más tarde, dentro de la Fortaleza Oscura, ocurrió lo que suponía. Los tres líderes se habían juntado (sin saber con un propósito de reunión o de dispu.ta) y ahora se encontraban en un gran dilema. ¿Cómo había aparecido allí? De todas maneras debería haber ido con Sagitas, pero Cassian fue mucho más rápido. No pude evitarlo. Una sombra de color carmesí, con la misma figura de líder del clan, apareció y me neutralizó, llevándome entre los tres líderes. — ¡Escuchen! Oigan, maldición, deténganse… Mis intentos de que se callaran eran totalmente inútiles. Mis manos se encontraban maniatadas por detrás de mi espalda, con sombras como si fueran sogas. Estaba de rodillas a escasos centímetros de Cassian, que gritaban a los otros dos líderes con sus ojos rojos sedientos de sangre y sus colmillos relucientes a la luz de las antorchas. Y levanté la cabeza. ¿Nadie venía a ayudar ni a saber qué ocurría? No podía llamar a Sagitas. Y mis ojos se abieron cuando Cassian gritó por encima de todos, golpeando con ambos puños cerrados la mesa que los separaba. O los resto de la mesa. — ¡El Blackfyre tomará su lugar! ¡Nos corresponde! Hemos estado aquí antes que todos ustedes, malditas escorias —negué con la cabeza. El lider estaba loco, no iba a imponerme por encima de nadie. No me interesaba aquel puesto e incluso me ayudaba a dudar del actual como lugarteniente. @ Mica Gryffindor @ Kahlan Blackthorn @ Matthew Black Triviani @ Helike R V PB @ Datura @ Anthony Ryvak Dracony
  20. En una parte ya sabía que iba a caer en ello. Mica no iba a dar el brazo a entender y toda la información que había resguardado codiciosamente, se la acababa de decir en su cara y no le había prestado demasiada información. No le estaba recriminando su elección, pero en el momento de su rechazo, ya no iba a volver a sentir lo que había sufrido en ése entonces. ¿Lo podría haber superado? Claro que sí, pero jamás en mi vida había visto un final rosa para mí. No era lo que buscaba ni lo que pedía. Pero ciertas magias tenebrosas me habían enseñado qué hacer con ése dolor y como no volver a sentirlo. — ¿Estás loca? Hicimos un juramento, no podría hacértelo ni aunque quisiera. ¿Crees que fue algo fácil? —la bruja Gryffindor volvió a insistir en ello y volví a sentir sus cálidos labios sobre los míos. Ésta vez me decidí a ver si hacía efecto lo que le decía. La traje contra mí y le respondí un beso de la misma manera. ¿Me importaban los presentes del lugar? Para nada. Aquel beso también duro algunos segundos. Y luego me despegué de ella—. ¿No lo ves, Mica? —la miré fijamente. Estaba cegada—. ¿Acaso quieres vivir una mentira? ¿Quieres vivir en un mundo de hadas? —negué con la cabeza. No podía permitir que aquello frenara mis planes—. Lo he jurado y no puedo provocarte eso, Mica. Lo siento. —me aferré a mi varita—. Jamás lo entenderías, pero cuando lance la maldición, puedes quedarte tranquila que no sentirás nada de esto. Ni tu ni nadie —emití una sonrisa. No estaba enojado con la bruja, sabía que alejarme de ella era lastimarla y había jurado eso. Tomé su mano y corté el aire en dos con un Fulgura Nox. Ambos desaparecimos de allí. @ Mica Gryffindor
  21. Aquel mago era un completo id1.ota, sí que lo era. Las personas que querían llamar la atención dentro de la comunidad mágica eran los más desesperados, nadie los quería. No conocía las intenciones del intruso a la ceremonia pero cualquier persona que se metiera con mis cercanos, era como si se metían conmigo. Su kansho había salido volando muy lejos, pero pude notar que casi toda la atención estaba enfocada en mí. No tenía miedo, así que enfrenté como pude. Pero varias cosas ocurrieron a la vez. Una cúpula de luz se iluminó por encima de mi cabeza estaba seguro que casi nunca me había ocurrido antes. Levanté mi varita para defenderme pero ante el grito de Thoth (que no salió), una muchacha a un costado lo silenció. Giré mi cabeza sorprendido a ver que esa hermosa Veela lo había neutralizado. También apareció Sagitas y Luna. Y ésta misma chica, rodeábamos a Malum. Ella habló al inútil que ahora tras sus amenazas en vano, decidió irse. Me acerqué algunos pasos más, porque sabía que aún no podía usar mi magia. Llevé mi mano y la aferré en el brazo de mi protectora. — Gracias, eso ha estado cerca. Te debo un enorme favor —nunca le había tenido que agradecer a nadie pero pocas veces eran las que me habían salvado la vida. Miré a Sagitas que estaba dispuesta como todos nosotros, a que la ceremonia se lleve adelante. Le guiñe un ojo a Verónica y me fui con Malum—. Vamos, socia. No pierdas tiempo. Haz lo que tengas que hacer y luego nos encargaremos de ése inútil —apoyé una mano en mi hombro y le di un pequeño empujoncito. Di marcha atrás algunos pasos para darle lugar mientras observaba que mi tía Luna se comportaba como toda una Gryffindor demostrando sus defensas. @ Malum Luxure @ Veronica Prince Rambaldi @ Sagitas - Ericen @ Luna Gryffindor Delacour
  22. Por tan solo unos momentos creí que iba a repetir la escena donde Mica recaía, como lo había hecho otras veces y debería remontar la escena. No había entendido bien a ciencia cierta lo que había pasado con Ada pero no podía negar que había provocado que se prendieran ciertas cosas dentro de mí. Era una muchacha muy bonita, lo había corroborado, pero parecía buscar alguna otra cosa. Con Mica era diferente, pero era más. Mucho más. Y ante el segundo que pude reaccionar alejándome de mis pensamientos, me encontré con los ojos verdes de la Gryffindor frente a los míos, con sus labios pegados en mí. Dos besos en menos de diez minutos. ¿Iba a saber que podía llegar a pasar eso? Duró algunos segundos pero había aparecido una eternidad, como algo que no encajaba con la actualidad. ¿Por qué me sentía así? Todo parecía superficial, como si todo estuviera sucediendo con las olas rompiendo en la playa y yo estuviera en el fondo del glaciar más profundo. Mica me cuestionaba y pude entender hacia dónde iba. — No, no está mal —esperé algunos segundos para responderle. El grupo de Ada seguramente estaba espiando lo que ocurría—. El que está mal soy yo, Mica… Escucha… Me levanté de aquella silla y miré fijamente aquellos ojos verdes hermosos. Decirle hermosa a Mica era quedarme corto, era la bruja encargada de haber sentido amor, sí. Aunque ella misma lo había cuestionado. Pero gracias a ella pude darme cuenta de dos cosas fundamentales que me habían atravesado, que me habían cambiado. Era hora de decirle, por lo menos algo—. He hecho cosas que jamás podrías imaginar —relamí mis labios mientras apoyaba mis manos aferradas en sus hombros—. En el momento, tú decidiste otro camino. Y eso me dejó ciertas huellas, que bueno… no pude resistir —intentaba buscar las palabras correctas en mi cabeza pero no comprendía si Mica podía llegar a comprenderlas. — Me gustaría poder sentir lo mismo que vos, pero no hemos coordinado. Ya no puedo sentir nada ¿Entiendes? Nada. Hay magia que me ayudó con eso, por ejemplo, a no tener corazón, a no sentir, a no ser débil. El amor es debilidad, Mica. Y no podía permitir eso luego de que… —¿qué perdía con decirle eso? ¿Mica sabía que había sido el botón que accionó aquella decisión? No podía suavizar las palabras—. He hecho cosas que pocos conocen. Una maldición. Ya no hay vuelta atrás, Mica. ¿Entiendes? No te mereces eso. Pero es la única manera de lograr lo que busco —por un segundo en mi cabeza imaginé la situación. De a poco había descifrado la maldición y sus ingredientes. Si. Uno de ellos era el corazón que había sacrificado en ése ritual. No sentir, no amar. Ahora era más fuerte y sonreí ante ése escenario hablando con Mica. @ Mica Gryffindor
  23. — Bueno, te debo el regalo. Prefería traerte algo que necesitaras o alguna ayuda en algo —le guiñé un ojo a Eterno. No éramos amigos, propiamente dicho pero, si podía decir que sentía cierta confianza en el mago. Desde la obtención de aquella habilidad, las cosas habían cambiado, por lo menos en lo que respectaba en la parte social, mi círcu-l0 íntimo se había agrandado y tenía algunas personas más merodeando alrededor. ¿Eso era bueno? Al menos aquello servía para calmar el nudo en el pecho que sentía desde pequeño—. Ada, si, aquí estoy. ¿Entro después? Esta bien… Me había perdido un poco con aquel protocolo de la ceremonia. Jamás había asistido a alguna y mucho menos entre los más cercanos. Miré a Ada algunos segundos de más, era una bruja realmente hermosa y en los últimos días, había sentido una extraña sensación en mi cuerpo. ¿Desde cuándo? Desde aquella charla en el balcón, cada vez que me quedaba solo, recordaba ésa escena y deseaba que se repitiera. ¿Qué demonios me sucedía? Si de algo necesitaba para borrar aquellos recuerdos, era algo realmente impactante. Eran dos sentimientos a la vez, de sorpresa y de miedo, sí. Shelle Gryffindor, mi madre, hacia acto de presencia desde las puertas de la entrada. Avancé un paso. Me quedé petrificado por unos segundos. No podía quitarle la mirada de encima. Abrí la boca pero no salió sonido. La campana llegó para salvarme. Aún no me había preparado para encarar a mi madre. Mi respeto (y a la vez temor) me provocaban distanciarme un poco antes. Pero alguien entró en la escena, había visto su máscara. El cobarde no solo que estaba apuntando al pecho de Malum, sino que se había envuelto por aquella niebla. No dudé ni un segundo, la próxima novia era parte de mi círcu-l0 de confianza y tenía que hacer algo. — ¡Vara de Cristal Expelliarmus! —mi varita se alargó los dos metros en una vara totalmente negra. El destello que emitió fue para convertir el rayo desarmador en un efecto, que atravesaría el Detritus (y su Kansho). La espada que había apoyado atrevidamente en el pecho de Malum, voló por los aires como a unos 5 metros—. Sólo dime y le quebraré el cuello. —me había acercado lo más que pude, para reaccionar en el primer instante.
  24. Si de algo estaba seguro, es que no sabía cuánto tiempo podía disfrutar estando solo. En cada rincón al que iba, lo buscaba de manera que tuviera espacio y tiempo para pensar. Pero aquella voz femenina, hizo que levantara la cabeza y emitiera una sonrisa. Mica no me molestaba, al contrario, me calmaba en muchas situaciones que podrían haber terminado en fuego y sangre. Asi que le hice una seña para que tomara asiento. Ya que si íbamos al caso, aún teníamos algunas cosas pendientes que organizar con la bruja. Hizo un comentario sobre Luna, la cuál no había visto en ningún momento. Negué con la cabeza, ya que era cierto que estaba dando lástima. "Mejor si hace drama fuera de la mansión" pensé. Pero algo, o mejor dicho alguien, me distrajo de repente y me hizo sobresaltar. Para cuando quise darme cuenta, me encontraba besando a aquella bruja de ojos celestes, Ada. ¿Qué hacía? Me quedé petrificado por la sorpresa de haber pasado por aquello, sin haberme dado cuenta. No entendía, las últimas veces que habíamos estado hablando, no se había dado ninguna de aquellas situaciones. Mientras la muchacha se alejaba, noté la mirada de Mica. ¿Acaso en Francia saludaban así? — No, no... no me molestas. No sé porqué hizo eso —giré un poco la cabeza para notar donde había llegado Ada. Se estaba formando un lindo gran grupo, donde al menos conocía a la mitad. La más parlanchina de todas era Luna. Negué con la cabeza. ¿Ada buscaba la aprobación de aquel grupo o no estaba provocando? Volví a mirar a Mica—. ¿Qué te ocurre a tí? ¿Por qué estas así? @ Ada Camille Dumbledore @ Mica Gryffindor
  25. @ Monica Malfoy Haughton No se si se puede pasar a agradecer pero lo voy a hacer igual. GRACIAS por la firma. Me encantó. No le cambiaría nada, asi está genial. Yo sabia que iba a quedar bien ♥ Gracias, como verás ya la coloqué en mi firma. Ya arreglamos con Mica que vamos a dejarte algunos roles más XD Gracias

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