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Mael Blackfyre

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Todo lo publicado por Mael Blackfyre

  1. — ¿Acaso tiene miedo, señora Ministra francesa? Pensé que allá en Francia eran un poco más valientes —exclamé a modo de chiste pero siempre me ocurría lo mismo: no era demasiado bueno saludando ni tratando a las personas. A veces una broma para parecer sociable podía terminar siendo algo que ofendiera al otro, pero para eso ya le había comentado a Ada aquello guiñándole un ojo. Su consejo de no separarnos antes aquellas tierras era inmediatas para intentar responder sobre lo que hacíamos allí. Aparecieron dos figuras más. Una la conocía bien, aquel joven Jeremy no solo había aparecido ante el grupo, sino que llamaba la atención de la bruja que aún ni siquiera sabía el nombre. Era cierto, había aparecido en toalla y ni siquiera me había percatado de ello. Esperaba que tuviera la sutileza de ponerse una simple túnica. Iba a decir algo al respecto cuando una figura hizo que casi mantuviera mi boca abierta durante 10 segundos. Arya. Arya Macnair hacía acto de presencia durante meses después de estar desaparecida. El suelo tembló de tal manera que casi pierdo el equilibrio. Y no solo eso, sino que se resquebrajaba la tierra. ¿Coincidencia? — ¿Desapareces durante meses y crees que un portal que nos trae a todos a una isla y que de repente hay un temblor, no tiene nada que ver con que hiciste acto de presencia? —miré expectante a Arya Macnair, levantando una ceja y acercándome un par de metros a ella. Tenía un aspecto raro y tenía que admitir que la que no se veía para nada bien era ella—. Tú no andas bien ¿Qué son esas orejas? ¿Y tú no sabes dónde estamos? Pensé que era una nueva manera de invocarnos —poniendo los ojos en blanco. No iba a decirle que Cassian me había dado aquel pergamino con el nombre escrito en él, solamente eso. Si la Lider de la Marca Tenebrosa había caído de sorpresa allí como nosotros, entonces significaba que los que tenían que ver eran los líderes de los clanes. ¿Qué querían? ¿Por qué nos llevaban alló? — Si nos quedamos aquí hablando, no vamos a averiguarlo jamás. Vamos, veamos qué ocurre. @ Ada Camille Dumbledore @ Tazz @ Tauro M. @ Hessenordwood Crouch @ Jeremy Triviani @ Anthony Ryvak Dracony @ Arya Macnair
  2. Tomé aire por mis fosas nasales lentamente, como si todo dependiera de aquella situación. Solté despacio escuchando las preguntas que el Arcano me iba haciendo. De una manera muy directamente indirecta intentaba llevarme para otro lado y no entendía de primer momento porqué, estaba tan claro como el agua que Astaroth me incitaba a potenciar el lado más oscuro de mi corazón, porque era eso lo que venía buscando desde que tenía memoria. Pero si aún estaba allí hablando con el Arcano, si aún no había logrado saltar todas las expectativas que el profesional imponía, es que seguramente me faltaba algo que estaba dejando pasar por alto. Clavé mis ojos en los del Arcano Lawan. ¿Qué me estaba queriendo decir? Reemplazar la piel por una nueva y más resistente, nadie podría interferir con mis elecciones y aferrarnos a eso que era vital para nosotros. Tal vez mis objetivos eran claros, lo que tenía en mente sobre aquella muchacha y la venganza con Astaroth eran parte de los ideales, eran como impulsos que podría usar, pero lo que podría estar equivocándome era mi enfoque, mi propia piel. Tal vez tendría que quitarme de encima algunas durezas y confiar un poco más. Darle una nueva piel a la familia. Si, tenía que ser eso. — Claro que sí, Maestro. Creo que me ha ayudado a esclarecer un poco mejor el camino y aún mejor, me ha dado algunas herramientas para saber cuáles tomar. Ahora tengo mejor visto qué piel quitarme, con quien trasmutarme y dónde tener el nido —le dije con una especie de sonrisa mientras. Astaroth se había revuelto nuevamente arrastrándose en mi brazo. No dejaba de dar vueltas como esperando que terminara aquella pequeña plática que se había dado con el Arcano de Pársel. Cuando sucedió, nuevamente nos enfocamos en lo que nos había quedado pendiente. La serpiente empezó a descender por mi brazo luego por mi torso para desenroscarse por último, entre mis piernas y pies. Empezó a arrastrarse en una especie de círculo, como vibrando, parecía escuchar un zumbido muy grande mientras me daba cuenta que estaba dejando atrás su última capaz de piel, cuando terminó, intentó volver a escalar sobre mí, pero ésta vez el murmulló paso a unas palabras seseantes que pude escuchar en mi mente: quémalo. Quémalo y lo verás. Levanté mi varita y aquella muda de piel se prendió en llamas, devorándose rápidamente. Ella iba ordenándome lo que tenía que hacer. Unas gotas de mi sangre, unos dibujos en el suelo y terminaba con aquello. Los rastros de cenizas y mi sangre, dibujaban algunos extraños símbolos pero que fueron tomando forma lentamente. Cuando el último milímetro de piel quedó como cenizas, pude entender de a qué se refería Lawan Nguyen Thanh. — Debo quitarme de encima algunas barreras “pieles”, en especial con aquellas personas en las que más confío. Y debo ser yo quien considere a la familia como mi familia. Ahora es ésa familia gracias a mi —comentaba en voz alta como si Astaroth no hubiera visto nada de lo que me había mostrado. Mi cabeza iba girando mentalmente para ver si iba bien encaminado—. Debo aferrarme a mis objetivos, si, pero no con miedo a quién o qué diran, sino confiar en mi instinto. Tengo las armas, tengo escudo, solo debo presentar batalla —habían ocurrido algunos sucesos que me habían llevado a tomar algunas decisiones. Estaba empezando a dudar de ellas cuando me di cuenta que ahora más que nunca, tenía que encararlas, tenía que efectuarlas. El mundo debía conocer quién era Mael (o Goldor) y si no se amoldaban, entonces debería crear un mundo nuevo. @ Lawan Nguyen Thanh
  3. Holi. Estaba leyendo la actividad del Maletín de Newt para participar y no terminé de entender la parte de los dados y los códigos que colocaron. Tal vez es algo obvio pero prefería preguntar para que no salga nada mal y no terminar roleando al pedo jajaja Debemos colocar ésos códigos asi tal cual están ¿No? Me marean un poco pero tal vez sea más simple de lo que parezca. Y otra pregunta. Por ejemplo si voy a una criatura que lleve más de un rol. ¿Posteo el resultado del dado en el primer rol o en el último? O ahora que lo pienso capaz que requiere un dado en cada posteo xD Pero lo pregunto por las dudas. ¡Muy buena iniciativa! Me gusta! Gracias.
  4. DESCUENTOS en Conocimientos y Habilidades. ~La Marca Tenebrosa~ Mes de Abril CONOCIMIENTOS GRATUITOS Tazz Tauro M. Emmet Haughton Gaunt Jeremy Triviani. CONOCIMIENTO 2 Nick: Mael Blackfyre ID: 66173 Conocimiento 2: Forma tenebrosa Link a la Bóveda: https://www.harrylatino.org/forums/topic/78420-bóveda-de-mael-blackfyre/ Galeones: 500 G Nick: Kamra Ashryver D. ID: 121044 Conocimiento 2: Forma tenebrosa Link a la Bóveda: Link Galeones: 500 G Nick: Ada Camille Dumbledore ID:53710 Conocimiento 2: Forma tenebrosa Link a la Bóveda: Bóveda personal Galeones: 500 G CONOCIMIENTO 3 Nick: Darla Potter Black ID: 34050 Conocimiento 3: La Voz del Amo Link a la Bóveda: 78114 Galeones: 1000 G Nick: Hessenordwood Crouch ID: 118247 Conocimiento 3: Rituales de sangre Link a la Bóveda: No. 103154 Galeones: 1000 G CONOCIMIENTO 4: Nick: Arya Macnair ID: 117971 Conocimiento 4: El Colmillo Link a la Bóveda: No. 102193 Galeones: 1000G
  5. ¿Qué hiciera qué? ¿Qué fuera dónde? El pedazo de pergamino que sostenía entre mis dedos rezaban algunas palabras que no entendía a la perfección. Tenía que admitir que no me agradaba para nada el tener a alguien que me diera demasiadas órdenes. La líder actual de la marca tenebrosa, no estaba tan presente como para poder mandarme y era consciente que hacía realmente lo que quería, casi sin recibir chistidos. Pero si algo era cierto, es que ahora era parte de los Nosferatu y aquel Clan exigía una devoción incluso, casi más que la mismísima Marca Tenebrosa. Pero ignoré todo un poco la situación de lo que estaba ocurriendo. Mi objetivo en aquel momento, era encontrar algún sitio donde me sirviera lo que iba a hacer con Mica. Pero una especie de onda expansiva atravesó aquel sitio y me arrastró como si fuera un traslador. El portal me había succionado y me estaba llevando a otro sitio que la Fortaleza Oscura. Mantuve las dos cosas que aferraba en mis manos, una de ellas siendo mi varita mientras salía del sitio tenebroso para llegar a un lugar que no conocía en persona, pero si lo acababa de nombrar Cassian. — ¿Ada, Grelliam? ¿También los han mandado aquí? ¿O qué sucedió? —les pregunté a las dos personas que habían visto en primer lugar. Avancé unos pasos mientras notaba que otras dos figuras también habían arribado por allí, una siendo Tazz y la otra Tau. Les hice un gesto con la cabeza mientras me volvía a las primeras dos—. Cassian Lasombra, líder del clan Nosferatu, me mandó éste papel. “Craigh Na Dun” —lei en voz alta. Luego los miré—. No entendía a qué hacía referencia hasta que llegué aquí. Miré hacia atrás, por donde había llegado, y no había ningún portal. Claramente que el líder del clan al que pertenecía, quería darme un mensaje en cuanto a algún trabajo o tarea que debíamos hacer, pero a la vez no me había dado tanta información. ¿A los demás les habría dicho algo? Guardé tanto la varita como el papel en mi bolsillo. @ Ada Camille Dumbledore @ Tazz @ Tauro M. @ Hessenordwood Crouch
  6. Cripta, debajo del Panteón. Mansión Gryffindor. Reunión de Mortífagos Rocé la yema de mis dedos sobre la marca tenebrosa, llamándola a ella. Habíamos tenido un encuentro breve pero estaba seguro que se trataba casi de una nueva era, de confirmar las palabras que Elvis F. Gryffindor había garabateado como últimas en su testamento: la oscuridad llegaría y sería para todos. En un principio no le había prestado la atención necesaria para entenderlo y pude darme cuenta que el Viejo Auror lo había predestinado, sin saber cómo. Esperaba que ella acudiera al llamado, porque así habíamos quedado, así le había prometido. En tan solo lo que duró un pestañeo, pude rememorarlo tal cuál en mi cabeza: Tenía una Mica con la cabeza invadida de preguntas, las cuáles muchas de ellas ya tenía la respuesta. Me había cansado, y como un baldazo de agua fría, le corté de improviso ante sus planteos. Estaba errada en todo lo que creía hasta el momento y yo, había visto una diminuta ventada por donde entrar. Mica ya tenía dudas, Mica ya se había alejado de aquel camino. Se había acercado casi a un resentimiento por el cuál, debía aprovecharme. Pero todo aquello no era por mi, sino por ella. Era un arma de doble filo que la Marca Tenebrosa debería aprovechar. Antes la Gryffindor era casi enemiga de casi todas las personas que ahora se encontraban reuniéndose entre sus terrenos. — Te prometo que encontraremos tus respuestas. Créeme, Mica. Estas eligiendo el camino correcto. Deja fluir tus sentimientos, es la única manera de tener libertad y conseguir todo lo que te propongas —mi varita había marcado a fuego la marca tenebrosa en su antebrazo, como todos los que teníamos los mortífagos. Sin saber cuánto tiempo iba a permanecer en ése puesto de poder, debía aprovechar la situación. Ya no era Mael como lugarteniente, era “Los Gryffindor en la Marca Tenebrosa”. Aunque aún nos restaban muchos años para igualar a las familias existentes de linajes eternos. Volví a la realidad observando tanto a Denébola como a Black Reaper. Ambas eran mortífagas muy fuertes, tanto dentro del bando como fuera. Tenía nexos con ambas, casi siempre por conveniencia para todas las partes. Ahora les estaba demostrando que confiaba en ellos y que podíamos ser un grupo más poderoso, un grupo más diverso. Y entre todos formar un circu-l0 más tenebroso. Tomé un poco de aire para hablar. Pude ver una sombra bajar por aquellas escaleras. Era ella. — Debemos reforzar nuestras alianzas. Demostrar que somos un bando unido y conquistar todo lo que queramos —mire orgulloso a las brujas que habían puesto sus varitas a disposición. ¿Cómo tomarían aquello? Esperaba que bien. Pude observar aquel cabello y ojos llegando a la reunión. Era la hora— Y la mansión Gryffindor también está a su disposición. Fueron otros tiempos pero ahora somos parte de la Marca Tenebrosa, estamos bajo sus órdenes. Y quiero demostrarles cómo la oscuridad va usurpando cada figura, va arrastrándose centímetro a centímetro demostrando que es el camino correcto. Ven, Mica. Denle la bienvenida a una nueva integrante. Sé que demostrará que es digna de las filas tenebrosas. Lo demostraremos ante el ataque al ministerio, que los leones mostramos nuestros dientes a quien se interponga en nuestro camino —estiré una mano para señalarle que se quedara cerca de mi, al menos. ¿Alguien iba a decir algo? Las dudas se resolverían luego. @ Mica Burke @ Malum Luxure @ Thoth @ Sagitas E. Potter Blue @ Tazz @ Eterno Black Triviani @ Kahlan Blackthorn @ Ada Camille Dumbledore @ Arya Macnair
  7. Planilla de compras para PERSONAJES ID: 66173 Nick (con link a la ficha): Mael Blackfyre Link a la Bóveda Trastero: (en caso de poseerla): LINK Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: LINK Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --- Nivel Mágico: 54 Fecha: 2022-04-08 Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): Link Criatura: Serpiente Cornuda Puntos: 160p Precio: 8000G Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): Link Criatura: Snitget Puntos: 80P Precio: 4000G Total de puntos: 240P Total de Galeones: 12000G
  8. Planilla de compras para PERSONAJES ID: 66173 Nick (con link a la ficha): Mael Blackfyre Link a la Bóveda Trastero: (en caso de poseerla): LINK Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: LINK Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --- Nivel Mágico: 54 Fecha: 2022-04-06 Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): Link Criatura: Baby Unicornio Puntos: 80P Precio: 4000G Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): Link Criatura: Baby Fenix Puntos: 80P Precio: 4000G Total de puntos: 160P Total de Galeones: 8000G
  9. Mael Blackfyre — Finalista — Plaeria Mansión Gryffindor — A veces no es lo que parece. No deberías confiar tanto en la gente, Mica —aquellas palabras salieron de imprevisto de mi boca, casi escupiéndolas. Era lo que pensaba realmente y no podía evitarlas. Me ocurría con aquella bruja algunos sentimientos encontrados, no podía todo el tiempo intentar cubrirla de cualquier cosa que tal vez la ofendiera. Una manera de demostrar cariño, de mi parte, era decir lo que pensaba. Mica era demasiado buena y gentil, tal vez si levantaba algunas barreras y no despedía tanta confianza al resto, podría resguardarse un poco más de los demás. Observé como se guardaba aquel objeto y por primera vez no sentí querer que fuera mío, tal vez por todo lo que nos había costado conseguir aquellos minerales. Pero si era consciente que si nosotros dos habíamos logrado aferrarnos a los minerales y además, convertirlos en objetos, entonces había otros mundos con otros minerales que andaban merodeando por allí. Algo me decía que luego podría averiguar sobre ellos. Algo hizo que volviera a decir aquello bruscamente: — ¿Si quiero? No. DEBES hacerlo, es tu mansión también. ¿O lo olvidas? —miré de reojo a la joven levantando una ceja. No teníamos mucho que hacer, estaba seguro que en otros tiempos, la mansión se arreglaría sola automáticamente. Pero tras que muchos Gryffindor no se encontraban dentro de sus límites, sus elfos tampoco se habían mantenido. Y además, en mi opinión, no me agradaban muchos aquellos sirvientes, me gustaba manejarme solo—. Creo que con quitar las huellas de lo que provocó el mineral, alcanza. Hizo algunos desastres en los jardines. ¿Pero sabes qué? Destrozó un poco el Ministerio. ¿Qué hago? —si, le estaba pidiendo consejo y ayuda a alguien por primera vez. @ Mica Burke
  10. @ Mishelle_Riddle y @ Marie J. Báthory Poulain (re)bienvenidas al foro! cualquier cosa que necesiten, ya sea un poco de guia, alguien con quien rolear u orientación en alguna trama, me pueden escribir sin problema. Marie, compartíamos parentesco con los Poulain con mi anterior personaje, con Elvis xDD Pero ése personaje ya no está más xD fue lindo ver el apellido merodear por ahi. Saluditos!
  11. Planilla de compras para PERSONAJES ID: 66173 Nick (con link a la ficha): Mael Blackfyre Link a la Bóveda Trastero: (en caso de poseerla): LINK Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: LINK Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --- Nivel Mágico: 54 Fecha: 2022-04-04 Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): -- Criatura: Yeti Puntos: 80P Precio: 4000G Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): -- Criatura: Kappa Puntos: 80P Precio: 4000G Total de puntos: 160P Total de Galeones: 8000G
  12. OFF.- ¡GENTE! Por favor, al menos léanse y sean coherentes. Sino el rol queda horrible. Las Auras no están permitidas actualmente (El de Caos tampoco). Y si hay gente que aceptó lo que hizo Rory con su poder de clan, entonces luego no se puede “anular”. No estamos en redadas para off, pero por fa, lean, y disfruten, no se cagu3n los roles porque si. ___________________________________________________________________ Casi podía disfrutar del veneno gaseoso que estaba entrando por mis fosas nasales, como si fuera el perfume de las flores en plena primavera. Obviamente que dolía, porque iba produciendo algunos cortes dentro de mi sistema respiratorio para adentrarse hasta los torrentes sanguíneos, pero aquel empleaducho del Ministerio estaba dando mucha más batalla que ninguno, al menos en mi tiempo como Goldor. Automáticamente pensé en un Anapneo para no morir. Me gustaba jugar pero estaba en el campo de batalla, debía conocer mis límites. Miré a varios lados y pude ver que aparecían algunas figuras encapuchadas más, con la idea de tener libertad. Eso significaba ser mortífago: tener libertad de hacer lo que quisiéramos. Pero algo hizo bajar mis energías. Fruncí el ceño, aun teniendo mi máscara que cubría mis facciones. No era el Cinaede, claramente. Asi que busqué con la mirada para ver quién era el culpable de aquello. Era una magia que no conocía. Allí lo vi, parado con pleno orgullo cerca de donde estaba Darla y Sean. Rory Despard estaba emitiendo algunos encantamientos que no conocía, jamás lo había visto. Caí con una rodilla al suelo. Era como si estuviera a punto de desmayarme. ¿Así se sentía morir? Para variar, de repente sentí como una mano gigante e invisible me mandaba a volar unos cuatro metros. Caí al suelo tras haber rebotado unas dos o tres veces y rodee en el suelo. Eso me había dolido. Y eso me estaba haciendo enojar. ¿Qué clase de magia manejaba aquel cura desgr4ciad0? Solo lo creía como un portador de la palabra de su señor, nada más, casi un ser político que el poder lo llevaba en la palabra. Pero al parecer, se había estado conteniendo y ahora demostraba que sabía usar un poco su varita. Automáticamente apoyé ambas manos sobre la tierra para lograr concentrarme en lo único que se me ocurrió en ése momento, un Vulnera Sanentum. También una Curación, no vendría nada mal después también de haberme curado del Cinaede. Si tuviera algunas pociones de más, seguramente las habría bebido a todas.. No tenía heridas físicas demasiado graves pero me recompondría de lo que me estaba provocando aquel mago ex ministro. Me puse de pie, jadeando, mirándolo. Mi túnica negra tenía algunos rastros de tierra y en una de las puntas, se había desgarrado con el arrastrar en el suelo. — ¡Podrán intentar pararnos! Pero no creo que logren contenernos a todos —mis palabras eran confirmadas por aquel mortífago que estaba mostrando batallas unos metros de mí, Zenin. Aquel mortífago se había enojado también con el Ministro, que había logrado tirarlo a un costado. Más atrás sabía que Galia, Denébola, Black Reaper y otros más estaban haciendo de las suyas—. ¿Acaso no quieren la libertad de todas éstas criaturas de la Reserva? ¿Por qué quieren que todos seamos robots enjaulados? Deberían unirse a la Marca Tenebrosa, tal vez tu señor también te escuche aquí, Señor Despard. —me acercaba lentamente a ellos. Estaban a muchos metros tanto Rory, como Darla y Sean pero los metros que me habían mandado a volar los había retomado nuevamente—. Pronto también verán caer al Ministerio de Magia. Estamos dentro. Ya lo verán… @ Ada Camille Dumbledore @ Malum Luxure @ Rory Despard @ Sean -Ojo Loco- Linmer @ Darla Potter Black @ Tazz @ Kahlan Blackthorn
  13. Mael Blackfyre — Finalista — Plaeria Mansión Gryffindor. El caos que había reinado en los terrenos de la mansión Gryffindor, habían desaparecido en cuanto el mineral de Plaeria fue contenido de nuevo. Aun así, el cielo se conservaba de un gris plomizo a punto de despedir una ligera lluvia, al parecer Plaeria había llamado a la naturaleza a que se mantuviera con aquel clima. Pero el nuevo Talismán de Alas de Astaroth, parecía ser suficiente para contener aquellas tormentas devastadoras que habían invadido los terrenos de la Gryffindor. Apreté con dos dedos el talismán contra mi pecho mientras descendía al suelo y apoyaba mis pies sobre el suelo firmen. Las alas se desactivaron y desaparecieron. Era una sensación extraña, porque al momento de aparecer, parecían como si salieran de verdad de mis omóplatos y se movieran a mi voluntad. Aún con la ropa. Sospechaba que eso no iba a ser barrera alguna tuviera lo que tuviera puesto. Miré a Mica con los ojos abiertos de sorpresa, ella había logrado transformar su magia en aquel aparato. ¡Y era increíble! La había podido escuchar como si me hubiera hablado pegada a mi oreja. — Es un objeto muy valioso y útil —caminando unos pasos a su lado mientras observaba a nuestro alrededor—. ¿Estás bien? ¿Qué le ha pasado a ése inút1l? Por su bien, espero no volverme a cruzar nuevamente con el Malfoy, porque se las verá conmigo —le pregunte a Mica, porque el mago había atacado por sus espaldas pero había huido demasiado rápido. Volví a hablar mientras guardaba el talismán entre las telas de mi ropa—. ¿Crees que los daños ocasionados en los terrenos tienen arreglo? No creo que la mansión haya sufrido algo, pero de haberla activado dentro, ahora estaríamos parados sobre ruinas.
  14. Planilla de compras para PERSONAJES ID: 66173 Nick (con link a la ficha): Mael Blackfyre Link a la Bóveda Trastero: (en caso de poseerla): LINK Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: LINK Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --- Nivel Mágico: 54 Fecha: 2022-04-03 Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): -- Criatura: Serpiente Cornuda Puntos: 160P Precio: 8000G Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): -- Criatura: Graphorn Puntos: 80P Precio: 4000G Total de puntos: 240P Total de Galeones: 12000G
  15. Por alguna razón, algo me decía que no dependía mi destino en la habilidad sobre la decisión que tomara. No importaba qué dirección tomara sino que la tomara, simplemente que eligiera algo para “transformarme” para cambiarme de piel, como había comentado más de una vez el Arcano Lawan. Escuché atentamente sobre lo que comentaba y estaba más que seguro que Astaroth ya había marcado su destino desde la primera elección que había tenido en su vida, no desde que había perdido a Isabel, sino desde antes, de elegir amarla. La situación no estaba enfocada en lo que haríamos después, ya Astaroth había hecho todo. Sino que intentaba demostrarme el demonio que todo dependía de otra cosa. Eso necesitaba del demonio. — Gracias, maestro. Volveré antes de que suene la última campanada —le dije a Lawan sabiendo que no quedaban muchas horas para que llegue la medianoche. Me aferré a aquel relicario que me había tendido el Arcano de Pársel. Y ésta vez parecía que quién me llevaba a un lado era Astaroth. ¿Cómo podía hacer eso? Una frase me había quedado dando vueltas por la cabeza. Lawan había dicho: “Los mayores secretos se encuentran escondidos a simple vista”. Ambos pisamos tierra firme—. ¿Dónde estamos…? ¿Por qué me tengo que callar? Casi escupiendo le dije al demonio-amigo que ahora íbamos a compartir un tiempo juntos de nuestras vidas. Habíamos aparecido, y no estaba seguro si era real o estaba pasando dentro de su cabeza. De lo que estaba seguro es que era parte de su pasado. Muchos años atrás pero estábamos dentro de la Mansión Gryffindor. Todo parecía más verde. Todo parecía más lleno de vida. No había ningún panteón dentro de sus terrenos. Las estatuas relucían a la luz del sol. Había casi dos docenas de personas entre los que correteaban en los jardines, los que estaban recostados en la entrada y los que merodeaban dentro de la sala. Casi todas las ventanas estaban abiertas, permitiendo el paso de la brisa primaveral. — Jamás vi tanta gente en la mansión. ¿Estuviste en la Gryffindor? ¡Pero ¿Por qué tengo que callarme?! Nuevamente en la mente de Astaroth intentaba silenciarme para que nos concentráramos en lo que iba a llegar a ocurrir, porque claramente estaba dentro de su cabeza en lo que parecía ser un recuerdo. Y habló. El demonio habló provocando que un escalofrío me recorriera por toda la espalda y me dejara una sensación horrible, como si se me pegara moco de trol por detrás de la nuca. Su voz era grave, profunda, oscura. Llevaba muchos años buscando algo, intentando imitar algo que tal vez nunca iba a lograrlo. No como lo estábamos viendo ahora. El cielo de la Gryffindor se fue oscureciendo y un par de niños revoloteaba en los jardines. Frenaron su juego, dándose algunos golpes con unos palos que al chocar en su cuerpo, los impulsaba unos metros para atrás, pero que al caer al suelo, la magia los hacía aterrizar como una pluma. Uno de ellos caía al suelo, ambos se reían y lo intentaba al otro, golpeando a su hermano para que éste saliera volando unos cuatro metros y cayera al suelo como una hoja. Una figura pelirroja se reía a carcajada por ellos. No podía verle su rostro, pero ya sabía de quién se trataba, porque era la única persona viva en ésa situación, que conocía de los Gryffindor. Pero toda la alegría se esfumó por completo, cuando el cielo se oscurecía y su voz resonaba en los jardines. — ¡Niños! —los que estaban mas alejados a ella corrieron, no a sus brazos, sino al interior de la mansión, donde unos elfos salieron a su rescate, aferrándose a ellos y desaparecieron. ¿Qué hacían? ¿Se iban de la mansión? Parecía como si cada uno de ellos supiera lo que tenía qué hacer, aún teniendo tres años o más de treinta. Habían pasado miles de veces por ello, estaba claro—. ¡Vayanse ahora mismo! O veremos como los sacan a patadas —su voz era una orden. La pelirroja mostraba sus dientes, había unas figuras encapuchadas que habían logrado filtrarse tras las verjas y aterrizado en los jardines de la mansión. Todos enmascarados queriendo llegar hasta el centro de aquel hogar. Mortífagos. Eran muchos más. No conocía a ninguno, o eso creía. La pelirroja no dudó un segundo en hacer enarbolar su varita. Invocando unas criaturas plateadas dando aviso de alerta. — ¡Malditos sucios, desgraciados! —un elfo muy viejo. Demasiado, salía amenazando a los mortífagos mientras las estatuas brillaban por cada uno de las luces blanquecinas que aparecían alrededor de las volutas de humo negro. Eran como una docena de cada bando y automáticamente la batalla comenzó. Luces, gritos y explosiones. Pero Astaroth le estaba demostrando algo que sucedía en paralelo. Solo señalaba a una persona, que estaba siendo una de las más poderosas. Du destreza era impecable. No lo habría notado si mi nuevo amigo, y guía, no lo habría aclarado—. Ella es el siguiente paso. Su corazón está resquebrajándose, como la cáscara de un huevo al nacer la cría. El amor a veces es la fuente de toda familia. O de dos personas destinadas a estar juntas. Pero el destino es quien dirige nuestros caminos. Familias destrozadas. Corazones rotos. Pero lo importante, es la oscuridad que llevamos dentro. Sólo debemos encontrar lo que hace que explote o que comience. La Oscuridad una vez implantada, será imposible de erradicar. A ésta familia le ocurrió eso. Una vez hace décadas atrás. Intentaron recomponerse pero el destino fue terminar en ruinas… Astaroth hablaba de la Gryffindor, claro estaba. Y el mismísimo Viejo Auror lo había dicho. La Oscuridad lo había consumido. Y a Shelle. Y ahora a Mica. La había querido alejar, pensaba que era un obstácu.l0 que iba a impedir mi objetivo. Pero Astaroth ahora me estaba demostrando otra cosa. Tenía que aprovechar ése momento. Si el amor era debilidad ¿La oscuridad ahora sería mi fortaleza? Regresé ante Lawan…
  16. Recuerdo de Fabricantes de Mentiras con Mica. Unos días atrás. @ Mica Burke Miré atentamente a Mica Burke, dándome cuenta que lo que estaba disfrutando podía de alguna manera lastimarla. Había jurado algo que estaba incumpliendo y no quería descubrir cuáles eran las consecuencias de aquel pacto. Era un hombre de palabra, que lograba cobrar cada una de las cosas que las personas lograban deberme. Pero ¿Cómo sabíamos lo que un juramento provocaba? Si un juramento inquebrantable te quitaba la vida ¿Qué hacía lo que nosotros habíamos jurado? Algo me decía que era peor. Tan peor como la pregunta que estaba realizando ella. — No tengo la respuesta que buscas, Mica —ésta vez me puse serio, o por lo menos lo mejor que pude. Ésta vez sí tomé asiento, y entrecrucé mis brazos sobre la tabla de la mesa. Le estaba diciendo la verdad a Mica, si me creía o no, era su problema—. Lo que sí puedo decirte es que entré a sus filas luego de lo ocurrido, a cuestas de mi madre. Ella… — ¿Ella qué? Iba a decirle a Mica que Shelle me había obligado por alguna promesa seguramente a la Marca Tenebrosa. Estaba seguro que se había comprometido en poner a la familia a disposición del bando, en ése entonces siendo ella la única como parte de la Marca. Pero de a poco había logrado su cometido. Luego éramos dos. Y luego había caído bajo las influencias tenebrosas. La Gryffindor había caído en tinieblas. Elvis lo había pronosticado. Pero Shelle no había logrado soportarlo. No iba a decirle a Mica las veces que mi madre se había desquitado contra mí. Pero la culpa sobre la traición a su padre la carcomía lentamente, llevándola casi al borde de la locura. Se tuvo que ir. Le prometió al antiguo líder, Aaron, algo que no pudo cumplir del todo. Pero ése Aaron Yaxley Black tampoco se lo había esperado. La Marca Tenebrosa había festejado la caída del Viejo Auror pero fue más una sorpresa que un trabajo organizado. Todo había coincidido y el ex Líder Mortífago estaba en el momento justo. Miré a Mica. — Ella me facilitó el acceso, me abrió las puertas. Pero jamás dijo ni una palabra. En mi opinión, entre no ayudar o encargarlo, no hay diferencia —no podía mentir, era lo que creía. Recaí nuevamente en un ofrecimiento—. Pero podríamos averiguarlo. Ya te lo dije una vez, las fuerzas oscuras tal vez puedan ayudarnos. ¿Para qué quieres justicia cuándo podremos vengarnos y buscar una respuesta más satisfactoria?
  17. — ¿Papi? Está muerto, imb3cil. ¿O acaso tu mami no te lo dijo? —escupí aquellas palabras ante el chico encapuchado que había llegado a la puerta de mi local, en el momento que estaba cerrando la puerta—. ¿No lo recuerdas? Fue el trato, te llevaste lo último que tenía. Vete antes que decida sacar mi varita —amenacé a la figura que había interrumpido la finalización de mi día laboral. El chico, Edmon, había llegado hacía un par de semanas buscando qué robar. Su mente no estaba muy predispuesta a bloquear las influencias externas y había leído su mente como si fueran las palabras de un libro (infantil). Pero me había sacado un problema de encima, uno muy grande, y que había sido encontrarme aquella mercadería que había descubierto como “polvo de cuerno de unicornio”, una droga que se había popularizado (y extendido) en los últimos meses. No solo en el país, sino en muchos otros también. Había presenciado la captura de Papi a manos del Ministerio de Magia, uno de los que trabajaba en aquella zona repartiendo la droga, que tras su arresto, había dejado la mercadería en uno de los locales abandonados cerca del mio, Fabricantes de Mentiras. Y había estado en el momento justo. Y como 3stú-pid0 que era, mi sed de negocios me había obligado a aferrarme a aquel bolso y buscar cómo sacar unas cuantas monedas, pero mi llegada a mi despacho, la aparición de aquellas dos personas asesinadas frente a los ojos del Ministerio y la respuesta nula de éstos. Me habían hecho pasar desapercibidos, nadie ni nada se habían enterado de lo sucedido. Y el Ministerio había tapado el caso de los dos empleados muertos. Tenían el enemigo entre sus paredes y no hacían nada. Y ante mi oportunidad, un joven con intención de robar algún objeto para conseguir galleones y así comprar drogas, se había llevado mi bolso lleno de drogas. Y con él, todos los problemas que contenía. Pero ahora regresaba por más y era cierto que no tenía más. Y era cierto que estaba a punto de cobrarme el favor. ¿Quién iba a extrañar a aquel drogadicto? Había estado a punto de quitarle la vida pero algo me retuvo. Cerré la puerta del local y me apoyé sobre ella. La noche había llegado hacia algunas horas. Tenía una sensación extraña, como que iba a suceder algo. No quise investigar de ninguna manera. Recordé las palabras, el pergamino aparecía en mi mente y las palabras que recitaba y que me había empecinado cada día más. Era una idea muy codiciosa y complicada, pero si lograba descifrarla y hacerla, lograría mucho más que fama y honor: * Amor verdadero. El renacimiento. El fantasma del pasado. El centro de la magia. Una lágrima de dolor. El deseo oculto. El sacrificio de la sangre y la Maldición Oscura será * @ Aaron Black Yaxley
  18. Que bueno que apareciste @ Aaron Black Yaxley y con más razon siendo que para un rol. Leí el rol y me encantó. Espero que lo vayamos encaminando. Aunque pensándolo y por mi experiencia en el foro, jamás salen las cosas como uno las planea xDD de momento no se me ocurren muchas maneras para entrar, más que usar un rol que acaban de usar pero es la única manera de relacionarlo, al menos por ahora. Se roleó dentro de la trama global que había otra droga, "polvo de cuerno de unicornio" no tuvo tanta popularidad pero al menos para ir moviendose de trama en trama xD luego seguramente nos acomodemos mejor...
  19. Recuerdo de Fabricantes de Mentiras con Mica. Unos días atrás. @ Mica Burke Llevé mis brazos por detrás de mi espalda y enrosqué mis dedos entre sí. No pude evitar sonreír ante la reacción de Mica. Jamás se lo había dicho ni se lo iba a decir, pero algo rondaba por mi cabeza desde hacía algunos días respecto a su querido marido y al parecer, el final de aquel cuento de hadas estaba llegando a su fin. Estaba de más decir que no era muy certero ni bueno con las cosas románticas. Tampoco lo era para todo lo social, era un simple inadaptado social que disfrutaba más de las desgracias ajenas que de los buenos momentos. Lo que había sucedido con la Gryffindor lo demostraba. Y en mi cabeza lo murmuraba como si fuera un mantra. El amor era debilidad. — No. Ya te lo dije en la mansión Gryffindor, al otro día que nos reunimos todos. Se lo dije a Luna, a Arabella. A Zahil mientras me daba un agraciado golpe en la cara y Annick amenazaba mi posición junto a mi madre Shelle. Ni siquiera conocí a ése viejo —no tomé asiento. Bajo ninguna circunstancia. ¿Qué estaba ocurriendo que la Burke regresaba a ése tema?—. Llegué a Inglaterra unas horas antes que sucediera todo. O eso calculé. Cuando estaba abordando en Ottery ya todo había ocurrido. ¿Por qué preguntas? Rebusqué con mis dedos inconscientemente y toqué aquel talismán que habíamos creado con a Burke, rocé con la yema de éstos el filo de la luna, con aquella luz cálida que brillaba en su núcleo. Cripta, debajo del Panteón. Mansión Gryffindor. Reunión de Mortífagos. Actualidad. — Sírvete. No traeré Elfos para que los atiendan, Nemétona —dije con una sonrisa totalmente seca, como si colocaran un gancho en cada comisura de mi boca para que ésta se mantuviera en ésa forma—. ¿Dónde estuviste estos días? Creí que habías muerto, o peor, que la Orden te había descubierto —tal vez había miles de maneras de saludar agradablemente a una persona, pero a veces no me salía demasiado bien. La llegada de un joven nuevo hizo que mis ojos giraran hacia él y emitiera otra sonrisa. Ahora éramos cinco. Aquello estaba funcionando. Me gustaba su energía oscura—. No hay ninguno, pero luego de nuestros planes, puedo prestarte éste sitio para ello. Dirigí una especie de reverencia a los dos recién llegados. Habían respondido el llamado en tan solo unos segundos, y eso significaba que había sed de sangre, como muchos de los que estábamos allí. Junto a Malum habíamos ideado algunos planes, pero estábamos de acuerdo que tenía que ser un trabajo lento. Y para que no sea demasiado lento, deberíamos disponer de algunas varitas más. Esperaba que los otros mortífagos respondieran y vinieran, aquel sitio era lo más seguro que disponíamos en ése momento, lo podríamos usar tranquilamente como un centro de reunión. — Estamos perdiendo el tiempo, amigos. Estamos dejando que nuestras fuerzas se disipen, que tomen el control —miré a los que habían llegado. Tanto Malum como el otro chico (que no se había encontrado muy dispuesto a mi propuesta) nos habían seguido el paso. ¿Acaso el desconocido buscaba algo mas? Si de eso dependía que se sumara, luego podríamos tener un momento a solas y descubrir su precio—. Hemos atacado varios lugares y aún asi, las ratas no salen de su alcantarilla. ¿Y por qué esperar? Atacaremos el Ministerio de Magia. ¡Y al ministro! Ésta misma noche iremos a reclamar lo que es nuestro… Esperaba que algunas figuras encapuchadas aparecieran dispuesto a eso. ¿Seguirían una orden como ésa? Tendríamos varias recompensas si tomábamos la institución. Aquel cura tenía que sufrir un poco ante los ojos de Dios. Su Dios. Volví a tocar mi marca tenebrosa por si algunos más no la habían sentido. @ Malum Luxure @ Thoth @ Sagitas E. Potter Blue @ Tazz @ Eterno Black Triviani @ Kahlan Blackthorn @ Aaron Black Yaxley @ Kamra Ashryver D. @ Hessenordwood Crouch
  20. Mansión Gryffindor.~ Miré detenidamente al joven que siempre había sido tan reacio. Por un momento, creí que aceptaría el poder trabajar juntos entre los Luxure y los Gryffindor pero antes de poder terminar de pestañear el Luxure decidió irse y dejándonos tanto a Malum como a mi solos. La lluvia había empezado a caer y se sentía extremadamente todo en paz, incluso sabiendo que cerca de allí había un par de dragones merodeando los cielos. Rei suavemente ante el comentario de la joven sobre el punto de reunión y asentí, enfocando la mirada al joven nuevo que había aparecido. — Tal vez tu destino esté junto a nosotros. ¿Quieres acompañarnos? Tomaremos algo y planearemos algunas cosas. Necesitamos varitas a nuestra disposición. Invité a pasar al joven que había estado buscando a la Luxure. Le había ocurrido algo similar a mi, en cuanto necesitaba a Malum, había aparecido la bruja. Ahora el chico buscaba la Luxure y nos había encontrado a ambos dos. Les hice una seña para que me siguieran, tenía un sitio nuevo que estrenar y exclusivamente para los seguidores de la Marca Tenebrosa, donde solamente pasarían si tenían la marca tatuada. — No iremos a la mansión, no es seguro. Pero tengo u lugar listo para nuestra reunión. He invitado a algunos amigos mios que se sumen —le dije a Malum mientras le sonreía de manera picara, esperando que entendiera que necesitábamos un plan y un accionar inmediatamente. Les volví a hacer señas, caminando directamente hacia el Panteón de los Gryffindor. Activé la manija de la puerta y ésta en vez de recibirnos ante donde se encontraba descansando las cenizas del cuerpo del Viejo Auror, nos mostraba una escalinata que descendía a una especie de sótano. Bajabamos por las escaleras para encontrarnos una sala mediana, todo de piedra con algunas antorchas que iluminaban el lugar. Había unas diez sillas con una gran mesa. Había huecos en la pared con algunos adornos, calaveras, pociones extrañas y objetos aún más extraños. ¿Era un centro de reunión? Solo para un grupo selectivo. — Tomen lo que quieran, hay algunas bebidas para elegir —miré al mago nuevo—. ¿Cuál es su nombre, buen señor? ¿Por qué busca a los Luxure? Si se puede saber —pregunté. Esperaba que Malum se sintiera cómoda. Aproveché a tocar mi marca tenebrosa para llamar a algunos mortífagos mas. @ Malum Luxure @ Thoth @ Ada Camille Dumbledore @ Arya Macnair @ Sagitas E. Potter Blue @ Anthony Ryvak Dracony @ Darla Potter Black @ Jeremy Triviani @ Mentita Recuerdo de Fabricantes de Mentiras. El grito de la bruja hizo que me sobresaltara de manera exagerada y me diera la cabeza contra una de las bibliotecas. — ¡Pero por un demonio, Mica! ¡¿Estás loca, que te pasa?! —pregunté a la bruja que simplemente, había entrado a Fabricantes de Mentiras, se había sentado en su sillón habitual y había descargado todo el aire de sus pulmones con un grito desgarrador. Me sorprendía como no había agujereado uno de sus pulmones o no se le había cortado alguna cuerda vocal. Llevando mi mano al golpe y poniéndome de pie, miré una bruja (otra vez) agotada—. ¿Regresó nuevamente tu marido? ¿Cortaron o no te gustaron sus excusas de su desaparición? —no era muy bueno para las bromas ni mucho menos para calmar a una persona. Pero si estaba seguro de algo es que aquel mago no me caía demasiado bien, aunque ya me había desquitado mi frustración de haberse casado con aquella bruja. Podía decir que se me habían pasado las ganas de quitarle la vida, solo había sido un simple impulso. Apoyé la caja que había estado intentando guardar por debajo de aquellos estantes justo antes de que la desquiciada de Mica gritara a todo pulmón. @ Mica Burke
  21. Tal vez aquella habilidad era una de las pocas en las que no era necesario que se tome como algo literal, ya que aprender el idioma era algo que cualquiera podía llegar a hacer con un poco de tiempo y ganas, como cualquier otro idioma. Pero lo que estaba entendiendo junto al Arcano y sus indicaciones, es que se trataba de cambiar de piel, de mutar, de comportarse como una de ellas para llegar a un nuevo objetivo. Tenía en mis manos un gran poder y una responsabilidad con Astaroth. Había creído en un buen principio que era un buen premio, algo jugoso que absorber pero que obviamente era un intercambio, favor por favor. ¿Y si no lograba el cometido? Asentí a las palabras de Lawan y automáticamente nos pusimos a ello. Tenía muchas opciones dentro de mis manos para saber cómo empezar. Si hubiera sido Astaroth, me hubiera gustado saber que había ocurrido con mi otra parte, lo que tanto había buscado durante años. Y que al día de hoy se había estancado. ¿Y por qué? También debíamos buscar ésa razón y saber qué necesitaba Astaroth por ello. Mi mente en aquel entonces empezó a dispararse en miles de direcciones y lo primero que hizo, fue enfocarse en una de las últimas habilidades obtenidas, porque creía que iba a darme el empujón necesario que necesitábamos. Abrí mi mente, permitiendo aquel paso de información que a veces actuaba de manera incierta, pero al menos era un comienzo. La videncia me ayudaría a ver cómo proseguir ahora que habíamos tomado la decisión de comenzar por ése camino. Fue como una ráfaga de viento que entró por un recoveco y le comenté a Astaroth (en pársel por primera vez) — Veo sangre. Mucha sangre. Y una biblioteca —intentaba desenvolver mis palabras en las visiones que me iban apareciendo. No estaba seguro si estaba descifrándolas muy bien pero es lo que veía, luego debería encargarme de desarmar aquellas imágenes e intentar encajarlas mediante un patrón—. Veo un haz de luz que recorre una distancia. Y choca en una figura, que la hace desaparecer… los Nosferatu. Expliqué en voz alta, dándome cuenta de la mitad de las cosas que estaba viendo en aquella visión, esperando poder empezar. Desaparecimos con un haz de la noche rumbo a la única persona que podría ayudarme con un poco de información, aquel Bibliotecario de la Noche que pertenecía al nuevo clan al que me había unido. No me debía ésa información pero si creía que debíamos preservarnos entre nosotros porque era la única manera de mantener aquella magia de sangre. La Biblioteca de la Noche era solo el sitio para los mortífagos, por lo que no tuve ninguna barrera de aparecerme allí, mas aprovechando mi puesto como lugarteniente y aparecerme directamente. Era extraño, pero allí estaba Cassian Lasombra esperándonos. Se dio vuelta, con un ceño fruncido y una mirada estricta. — Isabel. Ya no se encuentra entre nosotros. Fue una gran discípula del clan. Casi llega al liderato de la Marca Tenebrosa. Pero el otro bando jugó una mala pasada y la Orden del Fénix la aniquiló, como si fuera una cualquiera. No puedo ayudarte, Mael. No necesitaba saber el nombre. Era un camino que habíamos empezado con Astaroth y que nos habíamos encontrado con un final. ¿Ése era el final? Regresamos cabizbajo, donde se encontraba Lawan, mientras toda la información sobre Isabel era esfumada como un baldazo de agua fría. — Tal vez nuestro destino era encontrarnos, para saber la verdad y buscar la venganza. Tal vez por eso jamás la encontraste ni supiste qué hacer, porque no pertenecías a ése clan. Pero es lo que te ofrezco, tu conocimiento por mi ayuda en busca de la venganza. Podremos llevarnos a varios hasta encontrar a ésa persona —expresé entre siseos. Miré a Lawan. ¿A eso se referia con encontrar el amor por la sangre, la muerte y la destrucción? Eran encontrar motivos para poder continuar.
  22. Mael Blackfyre — Finalista — Plaeria Mansión Gryffindor. ¿Qué esperara ahí? Mica estaba realmente loca. Pero me agradaba cómo la bruja tenía aquella capacidad de resolver las cosas. Por un momento, pensé que iba a tener que hacer uso de mi varita por haber destruido su esfera, pero al parecer, había logrado resolver aquel acertijo. Si todo salía bien, entonces no tendríamos más problemas. Lo bueno a todo eso es que el caos que reinaba con la esfera de Plaeria, se había acabado. En cuanto el Fuego Maldito redujo a cenizas aquellos cristales, las tormentas caóticas dejaron de invadir las tierras de la mansión, solamente había quedado unas nubes grises con una llovizna ligera. — ¿Fuiste a buscar un libro? —dije incrédulo al verla llegar corriendo con aquel libro entre las manos. ¿Acaso había olvidado que era bruja? Iba a burlarme de ello pero entendí que no era el momento, tomé el libro y tenía muchos objetos. Había incluso algunos idiomas diferentes, runas y otros jeroglíficos más. Pero no podía ponerme a leer aquel libro en ése momento, temía por la magia de aquel mundo que teníamos frente a nosotros. Dejé el libro a un costado observando los restos de los minerales, que ambos dos, tenían algunas diferencias. Su pequeño montí-cu.l0 se alteraba de más con su propio viento y despedía una luz plateada. El mío contenía algunos restos de cenizas y se podía escuchar muy en el fondo como un gran estruendo. Mire de reojo y vi un hipogrifo. Y no sé por qué mi cabeza me hizo recordar de algo que tal vez podía servir. Levanté mi varita y exclamé: “Accio colgante”. Lo llevaba guardado durante muchos. Pero si mi idea tomaba éxito, además de pasarlo desapercibido, podría usar la magia de Plaeria. Un objeto brilló en el aire y llegó inmediatamente en mis manos. Le mostré a Mica. — ¿Crees que funcione? Vamos, veamos si se puede hacer —enterré aquel cristal y lo sumergí en ésa montañita que había sido mi mineral. Una luz plateada brilló intensamente. Tenía en mi mente súper frescos los conocimientos de Encantamientos y Transformaciones para al menos empezar con el trabajo. Moví mi varita para quebrar en dos aquel colgante Uzza que había sumergido en ésa magia. Tenía que bañarse en ella. Moví nuevamente mi varita para que todo entrara en su interior, como si un agujero negro absorbiera todo. Mica ya estaba en su proyecto—. ¿Necesitas ayuda? Yo creo que deberíamos darle algunas protecciones de más —no estaría mal añadirle Polen de Lirios de Fuego, haría que el colgante fuera inmune a su destrucción por el fuego. ¿Y por qué no un Obsistens? Cualquier objeto que no pudiera transformarse en nada, era inmune a que lo adulteraran. Utilizaba las Artes Oscuras a mi favor. No me importaba si Mica estaba allí, la magia de Sangre era una conocida por pocos, así que aproveché a también incluir algunas gotas de sangre y promesas a las fuerzas oscuras que me instruían en poder. Cuando estuvo todo listo, pude ver que el mineral de Plaeria que había sido una esfera, ahora todo su interior estaba en mi colgante que brillaba como si fuera una pequeña lámpara, pero que las Artes Oscuras lo oscurecían en cada segundo, parecían sombras que se arremolinaban en su núcleo. Un movimiento de varita más y se cerró. Lo conferí con el poder de un Irrompible, además. Lo tomé en mis manos, era cálido y frío al mismo tiempo. — Mira mi pequeño. Alas de Astaroth se llamará —le mostré a Mica. Era un talismán del tamaño de una moneda, con dos alas negras enroscadas entre sí. Justo en el centro, en su núcleo, brillaba una tenue luz plateada. Si se lo observaba muy de cerca se podía notar la tormenta devastadoras que contenía. Me coloqué el talismán y apreté con mis dedos para activarlo. Dos alas negras se desplegaron a mis lados a mis espaldas y me hicieron levantar como a dos metros del suelo, mientras aleteaba. La fuerza de Plaeria, el viento, la tormenta, todo el caos y la furia, sería usado a mi favor para poder planear y volar donde quisiera. @ Mica Burke
  23. Mael Blackfyre — Finalista — Plaeria Mansión Gryffindor. Mantuve mi boca abierta durante una fracción de segundo. A través de ella, hubieran podido meterse unas diez snitch mientras observaba todo lo que iba ocurriendo. Todo fue demasiado rápido pero las malas decisiones que había estado tomando en los últimos 15 minutos, se vieron reflejadas en las acciones de los demás. Mica estaba tirada en el suelo, despertándose, la podía sentir. La explosión que provocó el Fuego Maldito al salir de mi varita, fue tan detallado que pude ver cómo iba directamente contra Ludwig Malfoy, el cuál intentaba defenderse fallidamente. Era magia más avanzada que una simple barrera, necesitaba más. Si hubiera estado en un enfrentamiento real, tal vez hubiera disfrutado ver como se calcinaba, su piel se quemaba. Caí de rodillas al suelo simplemente por la conmoción. Conmoción que me hizo desestabilizar porque pude ver como mi maleficio llameante impactaba en el usurpador pero también abarcaba las dos esferas del mineral de Plaeria, consumiéndolas. Hubo un fogonazo potente al ser destruidas y el aire que contenían adentro fue tan fuerte que apagó las llamas del Fuego Maldito, mientras Ludwig, sin siquiera llegar a verlo, se aferró a lo que había venido a buscar y se fue. Ya iba a vengarme del Malfoy… — Estoy bien, Mica. Estoy bien… mira —el intento de Mica por curarme fue demasiado exagerado para los daños que tenía. Entendía que luego del juramento las cosas iban a cambiar entre nosotros pero había estado en situaciones peores que aquella simple herida provocada por la daga del sacrificio. De hecho, gracias a mi conocimiento de los Nosferatu, había logrado curar mis heridas con la Sangre de Caín, estaba totalmente ileso. No la eché a Mica ni empujé, como hubiera pasado. Me aferré a su brazo y la arrastré hacia el punto donde habían estado las esferas. El Fuego Maldito había destruido el contenido que resguardaba la magia plena de Plaeria. Aquel mineral no era en sí ése cristal, sino todo lo que contenía dentro. Me arrodillé a su lado, como si se trataran de dos pequeñas crías de dragón que estaban naciendo en ése momento. — No pensé que iba a suceder eso, Mica, lo siento —la miré a la joven, dándome cuenta del daño que había provocado—. Ése estú.pid0 te atacó y luego quiso sacarnos los minerales. Me dejé llevar —luego de haberme enfocado en sus orbes esmeraldas, volví a fijarme en las ex esferas. Había diminutos pedazos de cristal que brillaban tan fuerte como la luna. Dentro había parte ceniza, parte tierra y parte Plaeria, porque era eso: se notaban ráfagas de aire, algunos gases, era magia. ¿Y si podía arreglarlo? Intenté con un Reparo, que por obvias razones no funcionó. Y hacer un Fuego Compacto me resultaba demasiado, estaba seguro que incluso iba a borrar aquellos minerales de la faz de la tierra. Asi que pensé en lo siguiente: — Expavescerent… —el murmullo fue leve, como la brisa que se auto revolvía en aquella esfera que no era esfera. La magia de Plearia se mantenía allí, por suerte no se había disipado, pero tenía que intentar algo. Tenía que contenerla. El efecto Uzza funcionó, la chispa se prendió desde la punta de mi varita y todos los pedazos de cristal que se habían roto, quemado o pulverizado, regresaron a su forma anterior. Pero no retomó a la forma anterior— Debemos contenerlos en nuevos objetos, Mica. Hagamos algo —¿era una exigencia? No, tal vez un pedido de ayuda. La magia Uzza no arreglaría nada de otro mundo, solo funcionaba con éste mundo. Pero si podríamos hacer algo nuevo… nuestra magia. @ Mica Burke @ Ludwig Malfoy Haughton
  24. Mael Blackfyre — Finalista — Plaeria Mansión Gryffindor La tormenta que se había desplegado en todo el territorio de la mansión Gryffindor era realmente fuerte. La única diferencia es que el obsistens que había creado rodeando al mineral, había ayudado a contener la destrucción que acarreaba aquel objeto extraterrestre. El suelo aún seguía vibrando y la lluvia caía densamente por todo el pueblo. A ésa altura, estaba totalmente empapado y la visión molestaba un poco. Mica no daba marcha atrás y entendería que de ahora en más, la joven siempre iba a estar, a causa del juramento. Traté de no preocuparme por ella y enfocarme en el mismísimo mineral. Pero entre el ruido del viento, el golpeteo de la lluvia y todo a nuestro alrededor, no me di cuenta que apareció una figura nueva donde nos encontrábamos. Y en ése mismo instante, tuve una visión. La Videncia era más fuerte en mí: una figura encapuchada con ojos blancos, miraba por encima de unas sombras que se ahogaban en sangre. No pude reconocer ninguno de aquellos rostros. Luego todo se transformaba a una leona durmiéndose lentamente, casi hasta desaparecer su respiración. Y por último, dos llamaradas devoraban un haz de luz más intenso que el sol. Y todo se apagaba. Cuando me di vuelta, vi un choque de chispas Chocando contra el pecho de Mica Burke, mientras ésta caía al suelo. — ¡Mica! —poseía los conocimientos sobre las Artes Oscuras y sobre las Maldiciones para darme cuenta que algo le pasaba a Ludwig. Era él pero no lo era. Mi varita se encontraba aferrada entre mis dedos apuntando a un rubio que se agazapaba contra Mica, pidiéndole perdón y curándole las heridas que él le había provocado. Sus ojos. Claramente sus ojos estaban fuera de sí. Sin embargo, pensara lo que pensara, Mica y yo ahora teníamos un pacto que cumplir—. ¿Qué? Quita tus sucias manos y vete si no quieres morir ahora —la amenaza fue muy clara. Iba a pagármelas por haberse atrevido a tocar a Mica. ¿La bruja me haría caso la próxima vez? Estábamos en un momento problemático dentro del mundo mágico con aquellos minerales. Avanzando lentamente, con mí varita apuntando a Ludwig Malfoy grité: ¡Fuego Maldito! Dos águilas reales se materializaron y salieron despedidas de mi varita. Eran conformadas por llamas malditas que al leve contacto, prendería fuego completamente al mago, incluso provocando varias heridas. Para ése entonces, lo que me dejaba tranquilo es que en unos segundos de arrepentimiento, el chico había curado a Mica. ¿Qué le pasaba? Las barreras que había puesto para proteger mi mineral se habían disipado al concentrarme en atacar al chico. Éste no llegaría ni siquiera a tocar ni mi esfera ni la de Mica. El caos empezaba a reinar en los terrenos de la Gryffindor. ¿Qué era eso? @ Mica Burke @ Ludwig Malfoy Haughton
  25. Tras cumplir con ciertos requisitos en la Marca Tenebrosa, comunicamos que Agatha Andrómeda Abbott. se considera una persona inactiva dentro del bando. Pedimos a Moderación que modifique el campo de rango en “Sin rango por inactividad”, hasta que pueda retomar dicha actividad. Gracias. Sagitas E. Potter Blue & Mael Blackfyre, Lugartenientes. Arya Macnair, Lider

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