Mael Blackfyre

La Marca Tenebrosa, legado de nuestro señor tenebroso, dicta que MALUM LUXURE, habiendo cumplido con los requisitos establecidos, obtiene el conocimiento/la habilidad PODER DE LA SANGRE en concordancia al conocimiento de Bando 1 correspondiente al clan DISCÍPULO DE NOSFERATU, por lo que su tatuaje evolucionará impregnando la tinta mágica en su piel con un ardor que no le permitirá olvidar su nuevo poder. Atentamente. Sagitas E. Potter Blue & Mael Blackfyre, Lugartenientes.

La Marca Tenebrosa, legado de nuestro señor tenebroso, dicta que MEFISTÓFELES EVIL., habiendo cumplido con los requisitos establecidos, obtiene el conocimiento/la habilidad PODER DE LA SANGRE en concordancia al conocimiento de Bando 1 correspondiente al clan DISCÍPULO DE NOSFERATU, por lo que su tatuaje evolucionará impregnando la tinta mágica en su piel con un ardor que no le permitirá olvidar su nuevo poder. Atentamente. Sagitas E. Potter Blue & Mael Blackfyre, Lugartenientes.

La Marca Tenebrosa, legado de nuestro señor tenebroso, dicta que ADA CAMILLE DUMBLEDORE, habiendo cumplido con los requisitos establecidos, obtiene el conocimiento/la habilidad TAUMATURGIA en concordancia al conocimiento de Bando 4 correspondiente al clan DISCÍPULO DE NOSFERATU, por lo que su tatuaje evolucionará impregnando la tinta mágica en su piel con un ardor que no le permitirá olvidar su nuevo poder. Atentamente. Sagitas E. Potter Blue & Mael Blackfyre, Lugartenientes.

La Marca Tenebrosa, legado de nuestro señor tenebroso, dicta que MAEL BLACKFYRE, habiendo cumplido con los requisitos establecidos, obtiene el conocimiento/la habilidad OBTENEBRACIÓN en concordancia al habilidad de Bando correspondiente al clan DISCÍPULOS DE NOSFERATU, por lo que su tatuaje evolucionará impregnando la tinta mágica en su piel con un ardor que no le permitirá olvidar su nuevo poder. Atentamente. Sagitas E. Potter Blue & Mael Blackfyre, Lugartenientes.

MANSION MALFOY.~ Mis manos se aferraron a las ropas que llevaba Ludwig Malfoy Haughton para embestirlo contra el piso y pode lograr obtener mi varita. Pero una segunda figura lo tomaba y lo arrastraba a través de un portal que justo había aparecido detrás de nosotros. Los tres lo atravesamos y cambiamos de a Mansión Malfoy a la Mansión Riddle. Me materialicé en mi forma humana, aún con las transformaciones de la Metamorfomagia que me permitían ocultar mi verdadera identidad. Nadie me veía como Mael, sino como “Goldor” un mago de cabello rubio enrulado hasta el cuello de ojos verdes. No, no iba a dejar a la pelirroja como si nada. Mica aterrizó como un hada en las cocinas. Ludwig cayó de espaldas conmigo encima. Iba a golpearlo. Amagué a eso pero me contuve. Últimamente me había sabido contener demasiado. Empecé a buscar entre sus ropas, tenía que ser rápido, muy rápido. Mis dedos recorrían cada centímetro hasta que hallé aquel mango en forma de halcón. Me aferré a ella. De un salto hacia atrás me puse de pie. — A Mica le pasa algo y te mato… Lo apunté con la varita en modo de amenaza y volví a cruzar el portal ante que éste se cerrara. La llegada a la cocina de la Riddle, la recuperación de mi varita y el volver a la Mansión Malfoy fue tan solo en unos diez segundos. El portal ya no estaba por detrás y Mica debía encargarse de lo que pasaría con Ludwig y Luna. Aunque todos los mortífagos estaban ya fuera. Nuevamente rocé mi mara tenebrosa ahora si con la punta de la varita. Llamaba a los mortífagos. Me plantee en escena. Tenía enfrente a la pelirroja Potter Black, a unos diez metros. Le mostré el corte, ya no estaba, ni el que se había hecho con Ludwig por atacarlo y ser de la Orden. Mi cuerpo se regeneraba solo, gracias a los conocimientos del Clan. Relamí mis labios, debía mantener la calma. Ya había pasado el tiempo necesario, estaba despojado de todo maleficio o magia que me limitara. — Vaya vaya… ¿Qué tenemos aquí? ¿Tus amiguitos vendrán por ti? La Orden del Fénix. Solo inútiles con aires de jueces escondidos en sus huecos —escupí en el suelo y aferré mis pies en el suelo, para apuntar mi varita directamente contra Darla Potter Black— ¡Fuego Maldito! Una explosión salió de la punta de mi varita en forma de dos águilas que se bifurcaron en direcciones opuestas, realizando una curva para impactar en ambos lados de la bruja que me había mantenido limitado. Hasta donde su magia había alcanzado, claro estaba. Necesitaba ayuda. Y yo, una cabeza que colgar en el Atrio del Ministerio. Iríamos a tomarlo nuevamente. @ Darla Potter Black @ Mica Gryffindor @ Ludwig Malfoy Haughton @ Kahlan Blackthorn @ Malum Luxure @ noe_snape

¡Bienvenido, Destino! Como dijo Malum, este es un sitio que podemos explayarnos y ser como queramos. Si necesitas ayuda, podes mandarme MP. Al principio tal vez todo sea grande y no encuentres mucho pero de a poco te vas a poder acomodar. Te doy unos tips por si te sirven, eso espero. Lo primero que recomiendo que hagas es que chusmees Hogwarts (LINK), es el sitio donde te van a iniciar en éste foro y se exige terminar para todo. Solo es como un mes que necesitas para eso. Luego otro sitio seria el Registro de Magos y Brujas, ahí hay un modelo de ficha que sirve para darle forma a tu personaje y asi todos te conozcamos. Podes ver nuestras fichas en las M dibujadas que hay en nuestros perfiles al costado. Se puede ir modificando información de a poco, no te preocupes. Por último, el subforo llamado Comunidad Mágica Internacional, o le decimos CMI. Es donde se llevan a cabo los denominados Roles Globales. Podes participar en donde quieras. Pero lo importante no solo es rolear, sino buscarte algun trabajo/profesión para registrarlo y que empieces a ganarte galleones, puede ser cualquiera, desde algun puesto en el ministerio inglés, a narcotaficante, herborista o comerciante. Todo atp, obvio jaja Si, acá somos capitalistas tambien jaja sin plata no podemos hacer nada. Vas a tener que ir a Gringotts a hacerte una bóveda, si. Pero de a poco, Destino. Cualquier cosa nos avisas. ¡Saludos! @ Destino

MANSION MALFOY.~ Escuchaba murmurar algo a Mica pero estaba con mis pensamientos que revoloteaban a mil por hora. Mencionaban a Luna una y otra vez, donde al parecer habían logrado capturarla. Debía ser en aquel momento donde tanto Ludwig como ella se habían retirado de la Torre Blanca donde había permanecido secuestrado. Darla comentaba sobre aquel mineral y Ludwig accedió ante tal petición sin dudarlo. ¿A costo de qué? ¿Darla coleccionaba cosas o estaba buscando un objetivo más grande? ¿Acaso con la bruja teníamos más en común? Una vez más Darla Potter Black se negaba a los pedidos de los demás y pude sentir el filo de su daga nuevamente. ¿Cuántas veces había respirado profundamente ya? ¿No podía atacar a la Orden del Fénix? Ojala fuera como la pelirroja quería, ojalá no tuviera otros métodos para anular los de Darla, por lo que omití lo que estaba planeando. Apareció una figura cerca de Ludwig. Algunas leves explosiones resonaron por detrás de todos nosotros. ¿Habían llegado los mortífagos ante el llamado? Mica hablaba otra vez. Ludwig volvía a retomar la palabra. Darla comenzaba con sus negaciones por tercera vez. Aquello me estaba sacando de quicio. En el momento que estaba decidido a hacer lo que tenía que hacer y no fingir más, avancé un pie, una mano me empujó por la espalda y sentí miles de cuchillos que me atravesaban la piel. No era como la daga del sacrificio que cortaba superficialmente, éstos llegaban hasta los huesos. Me caí de frente al suelo, rechinando los dientes e intentando aguantar aquel tanto dolor. No era tan placentero como me hubiera gustado y frenó cuando la misma bruja decidió atacar la distracción de los petardos para aquel entonces. Un intento más y nuevamente caía en la oscuridad. “Ay, Darla… Darla…” Me dolía el labio, sin saber si había sido el golpe en el suelo, el corte de mis dientes superiores apretándolo o si solo era producto de mi desmayo. Claramente que no sabía que había sido aquel Fuego Púrpura que me había llevado a la inconsciencia durante algunos segundos. Aún asi, mi mente le gustaba jugarme una mala pasada y se ponía a jugar liberando recuerdos que mantenía encerrados tan profundamente. La Oclumancia era excelente para mantenerlos ocultos de ojos curiosos pero claramente que se burlaban de mí, que podía verlos. Me vi de unos 5 o 6 años. Una figura masculina adulta de cabello completamente blanco peinado para atrás me miraba mientras se descostillaba de risa con los juegos que hacía junto a una mujer más joven, incluso que mi madre, pero parecía a ella. Su cabello era más corto de un color castaño claro. Tanto la mujer como el hombre adulto portaban unos ojos azules, casi únicos en la familia. De repente las risas se detuvieron, me dejaron a un costado y ambas caras miraron hacia arriba estupefactos de lo que miraban… Respiré y pude sentir el césped que acariciaba mis fosas nasales. Tranquilo. Respiraba. No podía cundir el pánico aún. Habían pasado tan solos unos segundos desde mi caída al suelo. Apoyé ambas palmas de la mano y me impulsé, utilizando la misma magia de sangre que había usado para liberarme de las cadenas que me ataban, ahora me volvía intangible gracias a Cuerpo de Sombras, un conocimiento del clan de Nosferatu. Me había alimentado de las sombras y ahora iba directamente como una flecha hacia Ludwig, impulsado como una bala, una sombra fugaz. Necesitaba mi varita. @ Darla Potter Black @ Mica Gryffindor @ Ludwig Malfoy Haughton @ Malum Luxure @ Eterno Black Triviani @ Kahlan Blackthorn

LAGO. Primera Prueba. El camino hacia el lago fue demasiado rápido desde nos encontrábamos aquella Plaza Principal. Había sido un golpe de adrenalina escuchar el nombre de nosotros tres como representantes de nuestro propio colegio. Me sentía cómodo al saber que mis dos compañeros mantenían su palabra, teníamos que ser sutiles pero al trabajar en equipo de manera local, ganaríamos más que ventaja sobre los demás. Incluso si pudiéramos derribar a alguno en el camino, mejo todavía. Me mantuve como una estatua esperando a que Maida bajara a la sala de Pociones para hacerse con aquellas branquialgas y además, alguna poción que nos pudiera ayudar. Mi varita se encontraba aferrada entre mis dedos mientras el resto de los campeones y campeonas se acercaban al borde del lao e incluso algunos lograban empezar con la Primera Prueba. Si estaba seguro de algo es que cada prueba sería cada vez más difícil, asi que necesitábamos ahorrar tiempo. Cuando vi la figura de Maida regresar, tomé uno de los objetos que me brindaba. — Con las branquialgas me alcanza. Usen su varita, ya saben cómo localizar los tesoros. Podemos separarnos, abarcaremos más terreno —les comenté a los chicos mientras Mefistófeles, Maida y yo caminábamos justo al borde del agua y les susurraba “Si pueden sacar de encima a alguno, también”. Y una sonrisa se marcó en el rostro de los tres. Me metí las branquialgas dentro de la boca y en el momento que las tragué, ya pude sentir la magia de lleno. Tanto las manos y los pies se envolvieron en aquella fina capa de piel que simulaban aletas. Tomé mi varita y la agité dos veces: la primera hizo que aparecieran unas antiparras y con la segunda, la ropa y aquel artefacto se impermeabilizaron. Me lancé al agua sin dudarlo. Ya teníamos el plan con los chicos y solo restaba enfrentar la primera prueba. Tomé mi varita con ambas manos y la apunté hacia abajo, juntando los brazos. Con mis patas ayudaba a descender pero fue aquel encantamiento que me impulsaba hacia el fondo del lago, donde cada vez se hacía más denso y oscuro. “LUMOS” pensé, iluminando un gran entorno a mí alrededor. Y notando dónde me encontraba, y con quién. Tenía una gran desventaja, estaba debajo del agua. Había muchos hechizos que no podía utilizar, pero la gran ventaja era la magia oscura que conocía. Y de la que estaba orgulloso de utilizar. Ante la primera aparición de esqueletos, que iban automáticamente hacia mí, pensé en unas Necrohands, las cuales no tendrían el problema de ahogarse. Éstas emergieron fantasmalmente y fueron contra aquella amenaza. Las manos eran como una pantalla a mi delantera. Con mi varita en ésa misma dirección, iba ayudándome a recorrer el agua mientras las manos se aferraban a los esqueletos y los partía al medio, los empujaban lejos o aplastaban contra una roca o el suelo. La luz de mi varita me permitió ver que unos cuantos metros después, donde los esqueletos aparecían de a más cantidad, aparecía la figura de un gran barco. Dentro estaba el tesoro, estaba seguro. Con una orden mental mas, las manos se arrastraron y continuaron haciendo su trabajo. Estaba más cerca. ¿Mefistófeles y Maida? ___________________________________________________________________________________ Resolución de puzzle: 7:47min. — 2 posteos.

La llegada ante aquella gran ceremonia fue en mi forma animaga. Dumstrang sería la sede para el Torneo de los Tres Magos, donde habría centenares de personas observando la participación delos presentes en las diferentes pruebas. Y era un colegio que aún no había conocido a pesar de haber pasado por varios colegios. Cuando me había dado cuenta de la reputación que portaba, me había arrepentido de no haber insistido en ir al castillo. Los aires me permitían observar todo con mejor detalle, cada centímetro, cada árbol, cada persona que entraba al lugar. Aterricé cerca de una gran plaza principal, dándome cuenta que allí se llevaría a cabo todo. Cuando me convertí en humano, me acomodé mejor el cuello de la túnica, que en ésa situación era negra y simple. Cubriendo por completo una camisa y pantalón del mismo color. Y unos grandes zapatos que resonaban por cada paso que daba. El bullicio era el protagonista allí, hasta que el director nos dio la bienvenida. Aproveché ese momento de distracción para ubicarme donde creía que estaban mis dos camaradas, Mefistófeles y Maida. Y así los encontré, claramente. Apoyé una mano en el hombro de la bruja y un apretón de manos con el chico. El banquete duró al menos unos buenos minutos. Todos los interesados habíamos colocado nuestro nombre en el Cáliz de Fuego sellando nuestro destino y contrato con aquel objeto mágico. No tenía demasiado que perder pero de lo que estaba seguro era que podría ganar mucho más: algunas relaciones importantes, objetos o incluso galleones. Aunque un poco de fama no le vendría mal a nadie. Comimos hasta saciarnos pero no me sobrepasé, ya que sabíamos que pronto empezaría la ceremonia y la Primer Prueba. ¿Acaso funcionaria lo que habíamos hecho con los chicos? Esperaba que sí. El director silenció a todos y empezó a hablar protocolarmente como lo hacían los directores. Miré nuevamente a los chicos esperando que dijeran algo más o intuyeran si todo iba a ser como lo habíamos destinado. La voz de Kraven Von Alexandros resonó con el nombre de los tres y abrí tanto la boca como los ojos. Estábamos dentro. Me acerqué lo más que pude a ambos. — Entonces… ¿Tenemos un pacto? Contra todos y luego, el mejor de los tres —les guiñé un ojo y les sonreí. Habíamos estado hablando algunos días atrás, aclarando que podríamos darnos una mano por representar al mismo colegio. Pero que al finalizar, lamentablemente uno solo podía ser el ganador, por lo que pasábamos a ser amigos a la final unos enemigos, por asi decirlo. Les hice una seña, listos para empezar con la primera prueba, dictaminada en el lago. @ Maida Black Yaxley @ Mefistófeles Evil.

Me costaba horrores mantener la calma que me estaba obligando a sufrir. Aquella bruja se estaba tomando demasiados atrevimientos. Claramente estaba en ventaja sobre mi persona y lo único que esperaba de ella era que no cometiera ningún error. Era muy cautelosa y detallista. Su experiencia se notaba a leguas pero lo que tenía que prevalecer en mi era la paciencia, que no estaba acostumbrado a tener. No le dije nada de mi nombre, no pensaba caer en sus juegos. Había caído en sus encantamientos uzza que creía que iba a obligarme pero si no hablaba, no necesariamente tenía que hacerlo. ¿Favor? Ella debería rezar por su vida. Porque lo único que hacía era empeorar la situación para mi, cada vez más, reduciendo mis poderes casi anulándolos y transportándonos de allí. Respiré, una y mil veces. Esperaba que aquel destino fuera el último en aquella situación. Llegamos al terreno de los Malfoy. Habíamos estado ahí con Mica hacía unas cuantas semanas atrás. Al menos estaba más cerca de Ludwig, por mi varita. Y Mica, tal vez la bruja lograría hacer algo. Toqué de nuevo mi Marca Tenebrosa, antes de que Darla me quebrara el cuello en dos. Apareció gritando Ludwig, el gran bondadoso, señor Malfoy. Al parecer alguien había hecho otros planes y el lugarteniente de la luz se estaba alterando. Darla le habló, más que nada le ordenó. Y le reclamó el mineral. Miré a Mica. Ella también tenía uno, como yo. Esperaba que no hiciera ninguna estup1dez. La miré fijamente. Muy fijamente mientras la boca de Darla estaba muy cerca de mi cuello al igual que su daga contra mis costillas. Moví los labios disimuladamente, separándolos apenas. Va-ri-ta. Esperaba que la bruja entendiera las tres veces que lo repeti. Entre los gritos de Ludwig y el llamado del Patronus de Darla, esperaba que sucediera algo. Sumando que había llamado a los mortifagos, aunque Mica también podría hacerlo. Ella no sabía de mi conocimiento sobre sus charlas con Lud. Sabía que no tomaría posición, no podía. Pero si invocar a nuestros camaradas tenebrosos. ¿Qué más daba? Estaba desarmado y con el efecto del Caudex encima. @ Ludwig Malfoy Haughton @ Mica Gryffindor @ Darla Potter Black @ Malum Luxure @ Eterno Black Triviani @ Anthony Ryvak Dracony @ Juliette Macnair @ Kahlan Blackthorn

Darla Potter Black estaba nerviosa, ansiosa. No necesitaba leer su mente, si pudiera, para observarla. No tenía clara sus intenciones pero de lo que estaba seguro es que parecía ir en contra de su propia corriente. Lo primero en reaccionar fue ante su supuesta traición, su daga del sacrificio cortó el aire y proyectó la misma herida en mi muñeca. No tenía varita, no podía protegerme. Iba a decirle algo respecto a ello, iba a decirle que no era tomar el toro por las astas, era miedo, pero no podía pasarme del límite, porque estaba a un paso de estropear todo. Si tenía que jugar un papel, era el que ella no se estaba creyendo en ése momento. Noté los chorros de sangre que caían al suelo y empapaban todo el césped. Podía realizar un ataque con eso mismo. Pero respiré media docena de veces y me concentré en la idea original. — Ludwig… Ludwig…. El Bondadoso Ludwig. Les gusta llenarse la boca del joven Malfoy. ¿Pero entre él y tú quién está libre de pecado? —levanté una ceja. Darla no confiaba en mí y claramente yo tampoco. Pero de los dos quien estaba en desventaja era yo. La sangre había dejado caer de mi muñeca, me había curado—. Llámalo. Dile que venga aquí y terminemos ésto ahora. Las malas lenguas que habitaban dentro de la Fortaleza Negra habían contado historias tenebrosas tanto de Ludwig como de Darla dentro del bando, donde claramente me había enterado de ello cuando me había convertido en Lugarteniente. “Kila”. Lo recordaba. ¿Pero qué podía hacer ahora? Estaba limitado y solamente jugaba en ventaja si el resto cometía un error. La única manera que se me ocurría era llamar la atención de la Marca Tenebrosa. Aunque los encantamientos protectores de aquel sitio seguro lo impediría. Acaricié la herida recién curada de Darla y de paso, rocé los dedos por el tatuaje de la Marca Tenebrosa. @ Darla Potter Black @ Ludwig Malfoy Haughton @ Mica Gryffindor @ Malum Luxure @ Eterno Black Triviani @ Juliette Macnair @ Mefistófeles Evil. @ Balderik Von Alexandros @ Kahlan Blackthorn

Como era de esperarse, el evento se fue llevando con la normalidad que esperábamos. Una normalidad extraña siendo que cualquiera podía perder la vida. Pero como todo integrante del bando tenebroso, sabíamos que aquello no iba a suceder. Queríamos hace un evento que atravesara todos los aspectos posibles, tanto las premiaciones, como la gala, como la aventura de llegar hasta allí. Realmente la Marca Tenebrosa tenía el estilo que necesitábamos y las vestimentas tenían el porte que merecíamos para Los Herederos de Salazar de aquel año. Como era de esperarse, cada uno se encontraba concentrado en diferentes situaciones, por lo que mi salida de aquel salón había pasado desapercibido. Me gustaba aprovecharme de mis poderes como lugarteniente y haber desaparecido en ése punto, directamente al techo. Donde la música subía lentamente, las sombras vigilaban desde los jardines y las criaturas nocturnas sobrevolaban el cielo completamente estrellado. Necesitaba pensar un poco y era un momento que no tenía ganas de fingir que estaba bien. Había pasado un año de presiones, de muchos sentimientos juntos. Si había algo que me gustaba de aquel bando, era la completa libertad, por ejemplo en mí actuar como mortífago y destruir lo que quisiéramos, en usar las magias oscuras que tanto me habían enseñado. Pero poseer aquel cargo me había aprisionado en cierta manera. Y habían ocurrido algunas cosillas más que me habían distorsionado un poco el rumbo. Una de ellas mi madre, que me había arrastrado allí y se había ido. Arya, de la misma manera, ahora no estaba entre nosotros. Mi objetivo actual era la Maldición Oscura, si. Un deseo demasiado oculto para compartirlos con todos allí. Solamente había una persona que era consciente de ello y se había visto seducida en sumarse a ése proyecto. ¿Y el resto? Se verían todos afectados, arrasaría con cada uno de ellos, en ése nuevo mundo, después de la maldición, no habría ni líderes, ni lugartenientes, ni lugares seguros. No necesitaríamos nada de eso. Ni siquiera sabrían que estaba ocurriendo, no había manera. Pero aquella finalización del cargo me ayudaba e impulsaba a avanzar en ése plan macabro. Tenía que descifrar, buscar y encontrar algunos ingredientes más. Y necesitaba más tiempo y más libertad para ello, asi que si me alejaría, daría algunas excusas para que me dejaran un poco en paz. Regresaría cuando quisiera y cómo quisiera. Cuando pensé todo lo que tenía que pensar, decidí regresar a aquel salón, donde se estaba llevando a cabo la ceremonia. Me aparecí y me encamine directamente para la etapa final y poder llegar a las Votaciones. En pocas horas lograríamos hacer entrega de premios junto a Sagitas.

Buenas! No se si voy a llegar con el tiempo pero lo voy a intentar al menos. Creo que suena a algo un poco diferente del resto de los roles, asi qeu andando. Voy a usar a mi personaje por una cuestión de facilidad. Asi que dejo la plantilla y espero prontito que arranquemos con ésto. Muchas gracias. Colegio que desea representar: Durmstrang Nombre del personaje: Mael Blackfyre

Respiraba, una y otra vez. Me costaba mucho más trabajo mantener la calma que haber salido de allí. No podía creer la cantidad de cosas que estaba escuchando en ése momento, desmoronando la imagen completa que me habían contado sobre la Orden del Fénix. Eran más sus ganas de querer ser más a luchas por sus ideales. Eran simples hipócritas y eso se veía a leguas. ¿No iban a trabajar por un bien en común? Entonces era mi momento de aprovechar. Se habían colocado en un papel de votar, en medio de aquella situación, para ver qué era lo mejor. Y estaba seguro que no era lo mejor para la comunidad, sino solamente para sus egos. Porque podrían matarme ¿Pero aún no sabían como funcionaban las Artes Oscuras? Podrían cortarle una cabeza a la Hydra pero saldrían dos nuevas. Éramos semillas dispersas por un amplio campo, yo había sido una de ellas y había logrado germinar algunas más. ¿Qué manera había para evitarlo? Debían salir a las calles y erradicarlas, porque era la única manera de disipar las sombras. No podría hacer algo con una simple vela. Me había decidido. Tuve ése impulso de hacer algo al respecto para arruinar aquel punto y herir a la mayor cantidad posible de presentes. Y muchos más que habían bajado con la guardia. La pelirroja Darla se había acercado demasiado, por lo que se me había ocurrido una idea: Aprisionaría a la persona más cercana, deberían hacer algo si no querían que arrebatara su vida. Era el momento perfecto, ya que Ludwig se había ido no sabía dónde y ¡el primer ministro había aparecido! En mi cabeza ya tenía toda la escena, recuperando mi control y deshaciéndome algunos cuantos desgraciados. Pensé “Necro… ¡¿Qué car4j0s está haciendo?!” Sin poder terminar mi accionar por la interrupción de Darla, la cuál se abalanzó hacia mi y nos hizo desaparecer de allí. Tardamos algunos segundos en llegar. Mi cabeza pensaba en mil cosas de lo que estaba pasando. ¿Sería alguno de los mortífagos bajo los efectos de la multijugos que logró rescatarme? Si era asi, iba a sorprenderme demasiado. Sentí el empujón de Darla y la atracción del portal, llevándonos a otra parte, dejando atrás la Torre Blanca o como la llamaran. Rodeé en el piso por inercia, aún estaba aprisionado por las cadenas que me había colocado Ludwig. Sentí el césped en mi cara y la luz del sol que nos invadía por completo. Tirado de espaldas pude respirar un poco de aire. El portal se cerró. Estábamos solos en un lugar que no conocía. Si estaba solo, eso significaba que las posibilidades de quedar liberado aumentaban. Tenía demasiadas cosas por hacer, pero lo primordial es que Ludwig tenía mi varita aún. Maldito desgraciado. Tenía algunas armas pero Darla estaba en ventaja, — ¿Por qué has hecho eso? ¿Has traicionado a los tuyos a costo de qué? — aún en mi situación, le pregunté detrás de la máscara. Y decidí terminar con aquella farsa. Me concentré en la magia de los Nosferatu, especialmente en Cuerpo de Sombras. Volutas y estelas de sombras aterrizaron en mí desde varias direcciones y me envolvieron por completo. Toda mi silueta se achicó lo suficiente para que las cadenas quedaran caídas y yo pudiera queda parado de pie, suelto. Las sombras desaparecieron y quedé mirando a Darla fijamente, levantando ambas manos mostrando mis palmas. El sitio donde nos encontrábamos, había un gran establo. Muy cerca había un invernadero con unas copas de árboles que sobresalían por detrás. ¿Dónde estábamos? Miré todo una vez y fijé mi vista en la pelirroja. Tenía dos opciones, donde la primera era enfrentar a la muchacha, quitármela del medio y salir de allí. Pero sin varita las posibilidades se reducían. Asi que por ende, encaré la segunda opción, tenía un plan. Hice dos acciones la vez. Llevé lentamente mi mano a la máscara, disipándola como si fuera una neblina. Ahora Darla podía ver mi rostro de formas diferentes, de cabello enrulado dorado y ojos verdes. Una tez muy pálida, sin siquiera rastro de bigotes o barba. Había aprovechado a usar metamorfomagia para confundir mi identidad por completo y quita sospechas de mi persona. @ Darla Potter Black

El alboroto que se estaba formando a unos metros de dónde me encontraba, se hacía cada vez más intenso. Se dirigían entre si de una manera que pocas veces había visto, realmente estaban alterados y asustados. Pero el muchacho presente fue el único en reaccionar y lo último que vi antes de perder el conocimiento, fue al chico apuntándome con la varita y provocando que perdiera el conocimiento. Claramente que pasaron algunas cosas más de las cuales no era para nada consciente. Había sido limitado en mi magia. Había sido silenciado por Luna y lo último, tal vez siendo lo más importante, Darla se había encargado de alterar algunos recuerdos de la cabeza mía. No solo no sabría dónde estaba sino con quién. Y para todo esto, estaría creído que el sitio donde me retenían era la Torre Blanca. Claramente que pasaron algunas cosas más, aquel pequeño grupo no estaba decididos realmente de lo que querían o podían hacer. Las opciones vacilaban entre apresarlo en otro sitio, llevarlo al ministerio para un juicio o simplemente quitarme la vida. Simple. ¿Cómo había terminado asi? Aprisionado con cadenas, tirado en aquel frio suelo, desmayado. Siendo acusado por varios dedos que no sabían cuál sería mi destino. Si fuera por mí, en ése momento, los habría llevado a la muerte a todos, sin piedad, asi que no podía juzgar su accionar. Claramente que ahora no podía reconocer quién había estado en la Torre Blanca (Potter) y aquellos deseos se esfumaron demasiado rápido. Aunque mi cabeza en ése momento me estaba jugando una mala pasada. ¿Cuánto tiempo me había quedado desmayado? Minutos… horas… no estaba seguro. Pero algo hizo que mi cabeza bajara sus defensas. Aquellos muros en los que había resguardado sus recuerdos, se dejaron llevar por unos segundos, y había recaído en ellos también. Las olas era lo único que se escuchaba en aquella isla. ¿Cuántos años tendría? En los primeros años de escuela. No llegaba a los 13. Era el sitio más tranquilo que conocía, por encima de la meseta más alta. Era su lugar seguro, su refugio. La figura de su pasado se arrodilló por detrás de una roca alta y apoyó ambas manos ensangrentadas sobre el césped. Temblaba de pies a cabeza y algunas lágrimas caían por sus mejillas. Se había descontrolado, se había dejado llevar. Otra vez. Aunque con ésta vez alcanzaba para lo peor, a unos centímetros de sus rodillas había dos objetos pegajosos, rojizos recién tomados con su propia varita del pecho de Owen y Enya. ¿Qué había hecho? Aún podía visualizar sus cuerpos extendidos en la sala de su casa. Caminé lentamente hacia la pequeña figura, mientras un halcón blanco sobrevolaba el lugar. Miré más allá de las olas, todo era pacífico y sería la última vez antes de partir. Fui tomando consciencia de a poco y volví a resguardar aquellas imágenes en lo más profundo de mi mente, como lo había hecho siempre. Tendido en el suelo, duro como una estatua, abrí los ojos en aquella habitación en la Torre Blanca.

Una lástima que cambien las cosas como se habían propuesto, pero bueno. Es lo que hay, ya uno se acostumbra a ello. Ya que podemos pedir cualquiera, revisé y quiero una Alfombra Voladora. Ya sé que no es el lugar pero de paso pregunto. En ese rol como premio decía que ganabamos una matricula con respecto a la habilidad de los elementos. ¿Ya se sabe algo de eso? Gracias

Tenía algunos sentimientos encontrados. Si se lo veía desde afuera, podía notarse que había sido una gran batalla, un enfrentamiento que había ocurrido después de mucha tranquilidad en mucho tiempo entre la Orden del Fénix y la Marca Tenebrosa. Ellos seguramente estaban pensando en que el muchacho Malfoy era un gran duelista y me había logrado vencer. Nosotros pensábamos que ése secuestro podía ser parte de un plan maestro donde queríamos descubrir sus sitios seguros. Pero no, podían ser ambas cosas o ninguna. Lo que estaba pensando en ése momento es que aquello no significaba un posible triunfo, sino una posibilidad de perder lo que había conseguido dentro del bando ¿Cómo iba a perder como Lugarteniente? Tenía algunas intenciones y la primera era retomar mi buen desempeño y lograr algo más. De momento me había dedicado a mantenerme en silencio, no era muy bueno hablando, no tenía el estilo de algunos compañeros de la Marca. Hasta ése entonces Ludwig se había encargado de querer sacar información y no había logrado nada. Pero hoy había algo diferente. — ¿Por qué crees que diré algo? ¿Crees que ésto es un juego? Has decidido jugar con fuego y meterte donde no debes. Así que fuego obtendrás —aquellas palabras salieron con una sonrisa. Tenía la gran ventaja de que aún portaba mi máscara de mortífago, así que Lud no sabía realmente con quien estaba tratando. Sin embargo, creía que sus armas se habían agotado porque ahora había decidido pedir un poco de ayuda—. ¿Han venido a tomar el té? Ya que estamos hablando de té ¿Por qué no invitan a su amiguito inglés el cura? Lo estábamos buscando… Me regodee de mis estu.pid4s palabras solo. Ya sabía que iba a quedar como un tonto mas, pero lo que ellos no sabían es que era eso o empezar a dejar llevarme por la ira y que poasen cosas que no estaban en mi voluntad. Me encontraba totalmente aprisionado por unas cadenas, que rodeaban mi cuerpo, incluso apretando mis manos. No tenía varita. Y ahora aquella mordaza se encontraba colgada en mi cuello. Pero fue inevitable ver como aquel grupo se iba formando alrededor de Ludwig. — Que lindas caritas tienen. ¿Creen que se verán bien decorando el Atrio del Ministerio? —volví a reírme de mis propias palabras. Si querían sacarme información, iban a tener que hacer más que tomar el té. Era un grupo reducido, claramente demasiado idi0t4s si se dejaban ver asi nomas ante un mortífago. ¿O me subestimaban? Iban a correr un gran peligro ellos y toda su familia. Una mueca de asco apareció en mi cara tapada cuando Luna se presentó allí. Una joven (Dennis) y un chico (Goderic) también hicieron acto de presencia. Pero me petrifique al ver a aquella bruja pelirroja. — Darla… —susurré. Los problemas volvían como ella lo había hecho. ¿Creían que me iba a quedar con los brazos cruzados? No iban a poder limitarme aún sin varita. @ Ludwig Malfoy Haughton @ Luna Gryffindor Delacour @ Goderic Slithering @ Dennis Delacour @ Darla Potter Black

Claramente que las acciones que estaba realizando en el salón de la Mansión Riddle iba a tener sus repercusiones, era lo que estaba buscando. Pero detestaba con todo mi ser que aquel grupo tan famoso por su tenebrosa procedencia, en la actualidad, no hiciera nada. Mi madre me había hablado con gran excelencia las acciones que habían llevado en el pasado y las que querían en el presente. Venganzas, sangre, secuestros, explosiones. Los mortífagos tenían total libertad y eso había aprehendido con los pocos meses de convivir con Shelle Gryffindor. Pero todas esas cosas habían quedado como puros cuentos infantiles y se habían ido, como lo había hecho tambien mi madre. La actitud de Juliette Macnair al menos era rescatable, era de las pocas que se movía con total desenvoltura, aunque contenía muchas dudas de lo que estaba ocurriendo. Mis amenazas no fueron bien recibidas y me lo estaba haciendo notar, pero el encuentro entre Mica y Ada fue más llamativo, nuestra atención fue contra ellas. Mica me empujó hacia atrás para tomar el lugar que le tocaba. Era una leona, llevaba su sangre Gryffindor, claramente. Esa era la verdadera Mica que veía realmente. De la misma manera que Ada, no por nada era la Ministra Francesa. Aunque ésta última no era consciente de mucha información. ¿Debería confiarle lo que necesitaba saber? Los cuestionamientos sobre los lideratos en ambos bandos eran igual de cuestionables. ¿Acaso no entendían lo mismo que nosotros? Era claro que querían boicotear a Mica, era claro que la otra lugarteniente no estaba y era sospechosa de llevarse la mitad de un objeto importante para el bando y que no estaba claro si era porque quería apoderarse o lo estaba custodiando. Mientras que había desaparecido Arya y todo se caía a pedazos. Y eso último era literal. Fue el grito de Mica y la sacudida con el brazo que me provocó que hizo que mirara hacia arriba. En algunos puntos, desde el suelo, las paredes se quebraban mientras el suelo temblaba. Sin pensarlo, Mica se aferró al brazo de Ada e intentaba sacarla de allí. Me zafé de las dos. — ¡CUIDADO! —le grité específicamente a Juliette Macnair, la cuál estaba justo abajo del problema de ése momento: un buen pedazo de techo se separó del resto, las rajaduras se juntaron soltando aquello que por obvias razones de la gravedad fueron directamente al suelo, donde estaba parada la bruja y muy cerca yo. Levanté mi palma libre paralela al suelo, invocando aquellas dos manos fantasmales que rodearon a la bruja como un capullo, dejándola fuera de peligro de que termine muy lastimada o muerta aplastada. Tal vez podía defenderse sola, pero había reaccionado sin pensarlo, Mica había contagiado aquellas acciones, ella había sido aún más rápido—. Está cayendo. Todo está cayendo. Comenté aquello, algo me decía que estábamos en problemas y miles de cosas se me cruzaban por la cabeza pero las despejé enviando las Necrohands a que protejan tanto a Juliette como a Maida, ya que ambas estaban más cerca. Miré para atrás, no iba a irme sin ver que el resto de los presentes se fuera, aun estaban Mefistófeles, Kahla, Eterno y Malum. Si era necesario, los arrastraría con aquellas manos fantasmales. @ Malum Luxure @ Eterno Black Triviani @ Ada Camille Dumbledore @ Mica Gryffindor @ Mefistófeles Evil. @ Kahlan Blackthorn @ Maida Black Yaxley @ Juliette Macnair

Tal vez no hubiera durado tanto tiempo escuchándolos, si no me habria dejado llevar por mi cabeza, que hasta ese momento, había sido la única rival digna. Se me habían ocurrido varios pensamientos que me habían cegado por algunos míseros segundos. Veía pequeños hilos que se habían movido delante de mí y nos habían llevado ante ésa situación dentro de la Riddle. ¿Había sido planeado todo por Sagitas o por algunos más presentes? ¿Quiénes formaban parte de aquel plan? Iba a lograr descubrir quiénes estaban detrás y cuáles eran las intenciones verdaderas. — ¡Ya cállense! ¿De verdad siguen hablando solamente ésa clase de idioteces?. Miré incrédulo que muchos estaban a favor de Mica, casi sin conocerla. Eso podía ser realmente un beneficio para nosotros, como una trampa mortal. Muchos creían que en la Marca Tenebrosa reinaba la crueldad y los castigos, pero muchos al fin y al cabo no eran más que personas blandas con temor de no tener a alguien que los lidere. Para ése entonces, mi varita se encontraba aferrada entre mis dedos y miraba a todos los presentes, una vez más. Fue Maida quien hizo el primer paso para definir el caso de la Gryffindor entre todos, apoyada por Malum. Y fue a ella quien me acerqué unos pasos más. — ¿Me estás desafiando, Yaxley? No digas nada, si piensas quedarte sin hacer nada, como cada vez. ¿Qué no lo entiendes? Parece que ni tú, ni todos estos que están aquí—miré alrededor dirigiéndome hacia el resto que parecían haber hecho una simple reunión social—. La Marca Tenebrosa ya no es lo que era. No deben llorar más por ese fantasma del pasado, eso quedó atrás. Alguien quiso alterar el orden de las cosas, del ser líder. Pero no lo logrará. ¿Quieren sangre pura? La tendrán. ¿Quieren decidir cosas entre todos? Podrán. Pero será imposible si lo único que hacen es hablar de más y no mover su trasero. Pueden creerme o no, pero no me interesa ser líder. Si puedo jurarles dos cosas: les prometo mi fidelidad en su servicio ante el bando. Y que tomaremos lo que es nuestro. Así que ¿Quien tiene algo más para debatir el tema Mica? Tendré algunos Fuegos Malditos para romperles la jeta. De la punta de la varita salieron algunas chispas y miré con una sonrisa, a Maida que había preguntado de qué era capaz, a Juliette que parecía la más desconfiada de todas, a Malum que al parecer defender a su familia era diferente a defender a la mía. Podía ser Eterno quien se había hecho con la Calavera. También Mefis y Kahla que eran dos de los que más razonaban allí, pero sus palabras se las llevaba el viento. O Ada, que regresaba del exterior con una sombra Sangrienta como un guardaespaldas. Atacaría a cualquiera que debía hacerlo.

Me había llevado más de la cuenta poder llegar a aquel sitio, ubicado en el exterior. Estaban ocurriendo demasiadas cosas como para haber soltado todo e ir corriendo en el momento. Pero había perdido gran parte de la noción del tiempo como para saber que llegaría un poco después. Había tenido que usar un traslador para viajar más rápido pero el último tramo aproveché a estirar un poco las alas. El territorio de Viena era realmente agradable y estaba seguro que encontrar el palacio de Schönbrunn, no me significaría ningún problema. Y así fue, averiguando y volando llegué a aquellos terrenos. Di un par de vueltas por encima de la gran estructura, para admirar en detalle todo lo que pertenecía a Malum Luxure. La muchacha me había enviado una carta algo confusa pero con el destino claro. Aquella carta en forma de pergamino la destruí para estar seguros que nadie sabría donde me encontraba. No estaba muy seguro pero descendí en picada ante aquellos jardines que decoraban el palacio. A la primera que pude divisar, fue justamente a la emperatriz de Austria. Mi forma de animago era un búho negro y me convertí en humano nuevamente cuando mis garras tocaron el suelo de patio. — Espero no haber llegado tarde —avancé lentamente mirando todo. Aún estaba ella sola en ese sitio. O todos se habían ido o nadie había llegado aún—. No pude evitar venir, me dio mucha curiosidad saber qué podría querer la Emperatriz de Austria de mi —cuando estuve lo suficiente cerca de Malum Luxure, le dirigí una reverencia—. Es realmente hermoso este palacio. No sabía muy bien cómo tratar a esa clase de personas, que pertenecían a una especie de élite. Me di cuenta entonces que tenía trato con muchas personas de gran categoría, al menos en cada una de sus naciones. Asi que esperaba no romper con ninguno de los protocolos. @ Malum Luxure

Hola, gente. Creo que me mandé una cagada. Espero que no, si me tienen que retar, lo acepto xD Tenía entendido que para cambiar de Matriarcas, debía editar el Registro y la Mansión (que ya lo hice) y pedir los cambios respectivos en Gringotts para la bóveda familiar. Pero me dijeron que debia pasar por acá. Ya el Registro y la mansión las actualicé, asi que pido que voy a realizar unos cambios en la mansión, como no se bien que necesitan, dejo todos los datos jaja cualquier cosa me avisan. Familia Gryffindor (Registro — Mansión — Bóveda) Quitar matriarcas: ~ Luna Gryffindor Delacour (Bóveda)~ Dana Gryffindor (Bóveda) Agregar a: ~ Mica Gryffindor (Bóveda) Si está la opción de no repartir galleones y dejar todo como está, seria genial. MUCHAS GRACIAS

Nombre de la Familia: Familia Gryffindor Link y N° de la Bóveda del Familia: Nº 104490 Trámite a Realizar: cambio de matriarcas. QUITAR a Shelle Gryffindor y Lunática Gryffindor Delacour. AGREGAR a Mica Gryffindor. ________________ 1. Link al tópico de los Patriarcas~ Mael Blackfyre (Bóveda)~ Mica Gryffindor (Bóveda)