Seguí en silencio al elfo, ingresando en el interior del castillo, hacia el ala este. Caminaba con la mirada baja. Mi pensamiento consciente se escudaba en que era por no perder de vista a mi pequeño guía, pero la realidad era que no quería cruzar miradas con nadie. Sin embargo, cuando estábamos a punto de llegar a la puerta tras la que instantes después esperaría a que el elfo comprobara que la novia y sus damas estaban visibles, una esbelta y elegante figura se cruzó en nuestro trayecto, saliendo por esa misma puerta. Era Ada, pero apenas se percató de que estábamos allí parados. Me giré, aunque no con intención de detenerla allí en mitad del pasillo para saludarla; ya lo haría más tarde. Escuché la indicación del elfo y entré en la habitación en cuanto me hubo dado luz verde, agradeciéndole haberme acompañado.
Lo primero con lo que me topé fue con la mirada de Mica. Aquello me tranquilizó. Era la única mirada que deseaba ver antes que cualquier otra. De algún modo, sentía que por fin podía presenciar un evento importante y bello en la vida de alguien a quien conocía desde hace mucho tiempo y a quien siempre había guardado en mis recuerdos con gran cariño; una amiga. Sí, yo no era el mejor de los amigos, nunca lo había sido y mucho menos con el paso de los años y años y mi cada vez más acuciante problema con el apego, pero Mica pertenecía a una zona de mi pasado reciente —para un vampiro un pasado tal, era reciente— que me había permitido durante mucho tiempo no perderme. No del todo.
— Hola... Yo... —Era increíble. Sentirme tan torpe con las palabras. Eso sí que lo llevaba mal últimamente.
El elfo, antes de marcharse, nos dejó a cargo de una buena botella de champagne rosado y varias copas de fino cristal. Aquello me dio unos segundos para ordenar mis pensamientos y echar un vistazo al resto de la sala. Para mi sorpresa, vi más rostros conocidos de lo que esperaba. Allí estaban Ashley, quien había conocido en Hogwarts en una de mis clases, Cillian, el rubito al que conocí en el Ars & Vita junto con el otro protagonista del día y el novio de este, y Luna Gryffindor, hija del ex-auror y recientemente fallecido Elvis Gryffindor. Me quedé mirando a esta última durante unos segundos. Por un segundo sentí la fina aguja de la tristeza clavarse allí donde reposaba aquella flor dorada enganchada en mi camisa. Al fondo, entre el corrillo de presentes, un poco por detrás de la novia, se encontraba el vestido. No pude evitar expresar mi sorpresa y emoción.
— Mica, es precioso. —Y, con aquellas palabras, como si estas fueran la chispa que encendió mi motor, me acerqué a la muchacha y la abracé, permitiéndome por unos instantes sentir profundo esa emoción y... la alegría—. ¡Qué ganas de verte cruzar el jardín con él!
Por fin las palabras parecieron regresar a mí y pude girarme y mirar a todas.
— Siento haber interrumpido, no sabía muy bien dónde ir y necesitaba ver a la novia.
Como si todo volviese a fluir en mí, como si aquel contacto con Mica, con mi amiga, con mi pasado, me hubiera hecho volver a ser el que era en aquel entonces, tomé la botella de champagne y la descorché hábilmente, produciendo un sordo sonido que dio paso a la espuma del líquido, el cual rápidamente serví en las copas, ofreciéndole una a cada una y tomando yo la última. Iba a pedir que Mica dijera algo para brindar, pero otra chispa iluminó mi pensamiento.
— ¿Hacemos algo? —dije, avanzando unos pasos para ampliar el corro y girando sobre mis talones, aprovechando el espacio para la teatralidad del momento en el que ya me había sumido—. Cada una dirá unas palabras para Mica. Pueden ser palabras sueltas, una frase, un gesto, algo que sintamos respecto a este momento, respecto a este suceso, a nuestra amistad, a cómo nos sentimos con esta boda.
Carraspeé, manteniendo la teatralidad y poniéndome serio. Al principio era todo pose, pero unos segundos después, había llegado a lo que mis más profundos sentimientos querían que dijera.
— Mica. No sabes la alegría que siento ahora mismo por poder compartir este momento contigo y con todos aquellos a los que amas. Sé que no he estado presente en muchas ocasiones, pero por eso, estar en esta, es tremendamente especial para mí. Y sólo puedo y quiero desearte que también lo sea para ti. Hoy y siempre. Por que seáis no felices... Sino siempre bien amados —alcé sutilmente la copa y miré al resto para que otra continuase.
Algo dentro de mí se extrañaba de sentirme así. Ese mismo algo se cuestionaba si debiera permitirme sentirme así. No le hice caso a ese algo. En ese momento sólo debía dejarme llevar.
@ Mica Gryffindor @ Cillian Haughton @ Luna Gryffindor Delacour @ Ashley Emily Black Lestrange M. @ Sophie Elizabeth Granger @ Ada Camille Dumbledore (no sé quién más está ahí xD)